Variados juegos de seducción Es una historia romántica, simple y directa, que habla de una generación, la que va de los veinte a los treinta y pico y en la que se intenta no sólo ir consolidando en parte una pareja, también un posible futuro, a partir de conseguir un trabajo acorde a los deseos de cada uno. El español Ismael Serrano es un artista capaz de mostrar distintas facetas. Tiene un histrionismo muy especial frente a la cámara y resulta convincente cuando, igual que en sus canciones, intenta desmenuzar los distintos aspectos, que hacen al amor entre dos personas. Esta no es la primera vez que Serrano participa en un filme, ya lo había hecho en "El corazón de Jesús" y en "El hombre que corría tras el viento". "Luna en Leo", es tal vez la película que más tiempo lo tiene frente a la cámara, porque su historia tiene como principal centro de atracción a una pareja, la que conforman, como lo indica su título, Luna y Leo. "Luna en Leo", es una historia romántica, simple y directa, que habla de una generación, la que va de los veinte a los treinta y pico y en la que se intenta no sólo ir consolidando en parte una pareja, también un posible futuro, a partir de conseguir un trabajo acorde a los deseos de cada uno. PERSONAJES HUMANOS Luna es empleada y Leo, es un aprendiz de periodista que se vino de España a nuestro país y trabaja en un medio periodístico, en un diario, en el que están por publicarle una nota de investigación, pero a la vez es el encargado de redactar el horóscopo diario de la publicación. El filme muestra una Buenos Aires de tarjeta postal, atractiva, luminosa, con locaciones que muestran a Luna y Leo, paseando por Puerto Madero, por el centro, o por la zona de Palermo Hollywood. En medio de esos escenarios Leo y Luna van intentando consolidar su relación afectiva, y quizás hasta un posible noviazgo. Previamente a través de charlas informales, el compartir una comida, o una partida de pool, irán conociendo sus preferencias, sus dudas, sus sueños. Con un buen diseño de producción, diálogos breves que hablan de lo cotidiano, de los deseos de cada uno de los personajes, el filme cuenta con muy convincentes actuaciones de Ismael Serrano (Leo) y Carla Pandolfi (Luna).
Una carrera contra el reloj Esta es la historia de un hombre que libró una batalla personal con la intención de vencer su enfermedad y extender su tiempo de vida. El filme del canadiense Jean-Marc Vallée, enfoca la década del "80, cuando todavía no se sabía como enfrentar al virus del sida y quienes contraían la enfermedad, cuando se les diagnosticaba ya estaban perdidos. Eso le ocurre a Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un electricista que vive en el Estado de Texas y es un heterosexual homofóbico, que en sus ratos libres se dedica al rodeo, cabalgando a embravecidos animales. Woodrof, igual que sus amigos, pensaban por aquellos años, en 1985, que sólo los homosexuales contraían la enfermedad, por eso cuando un médico, en el hospital al que fue llevado luego de desmayarse y perder la conciencia en su casa le dice que el virus está en su sangre, él termina insultándolo. POCOS DIAS DE VIDA Más tarde y debido a que el virus corría una carrera loca para destruir su cuerpo, Ron comienza a tomar conciencia de que le quedan sólo treinta días de vida, como le habían dicho en el hospital del que terminó escapando. Va a una biblioteca y se interioriza sobre las posibles drogas que al menos si no curaban, podían extenderle algunos años más la vida al enfermo. Vuelve al hospital y les pide que a cambio de una cantidad de dinero, que le entreguen las drogas que mencionan los artículos científicos. La respuesta negativa. Porque a pesar de que en otros países se probaron varios medicamentos con resultados diversos, en los Estados Unidos en esa época los laboratorios todavía no disponían de la patente, por lo que las drogas para el sida, eran imposibles de conseguir en el mercado. A partir de ese momento, Woodroof decide no rendirse y viaja México a consultar un médico, que le provee de vitaminas y un medicamento recién probado que le permiten mejorar su estado físico. Entusiasmado Ron decide contrabandear los medicamentos considerados ilegales en los Estados Unidos y además de hacer su negocio ayudar a otros enfermos. Para conseguir compradores, se asocia con un transexual, Rayon, papel a cargo de un notable Jared Leto. UNA BATALLA LEGAL La batalla legal no se hace esperar, su domicilio es allanado por la policía y su abogado intenta encontrar los mecanismos para que no vaya a la cárcel. Lo cierto es que mientras los médicos dejaban morir a los enfermos por culpa de los laboratorios, Ron los ayudaba a que pudieran vivir un poco más. "Dallas Buyers Club" es un filme imperfecto. Su guión tiene escenas que se repiten y por momentos no hacen evolucionar la historia, no obstante, además de la admirable y comprometida actuación de Matthew McConaughey, en el papel de Ron Woodroof, es interesante el enfoque que el director le otorga tanto a la condena, como a la realidad de ser homosexual en los Estados Unidos en aquella, como a la situación de denuncia, y sobre los crueles intereses económicos, que mueven el mercado farmaceútico en el mundo. Un dato interesante es que el guión de la película está basado en la vida real de Ron Woodroof, quien murió en 1992.
Una casa que guarda sorpresas Otra vez el tema de las "casas encantadas". Ya lo habían tocado en la película anterior, pero como parece que el asunto caminó, apareció otra. En la primera, la acción sucedía en Connecticut, esta vez es en Georgia. En "Extrañas apariciones", había un chico enfermo, aquí hay una niña, pero nada enferma, la pequeña Heidi (Emily Alyn Lind). En la primera, Los Campbell tuvieron que enfrentarse con encantamientos, visiones tenebrosas y sonidos lastimeros, en la actual, los Wyrick sufrirán más porque los fantasmas van a ser mucho más feos que los otros. MADRE VIDENTE La película comienza bien: Lisa (Abigail Spencer) la madre joven de la nena es vidente, pero su identidad en ese plano le ha traído tantos disgustos, que niega su condición y apoyada por su esposo, Andy (Chad Michael Murray) toma medicamentos para no tener contacto con ellos. Sin embargo, empiezan a suceder cosas raras, ruidos, presencias y Heidi, la nena, que tiene el mismo nombre que la novela de Johanna Spyri, entabla relación con el señor Gordy (Grand James), un elegante caballero anciano y pulcro que siempre la observa, pero nunca le habla. Heidi simpatiza con el anciano y varias veces desaparece por breves espacios de tiempo. Entonces llega una tía joven, Joyce (Katee Sackhoff) que como buen miembro de la familia, también es vidente pero lo asume y entiende a la pequeña. FINAL TRAGICO "Extrañas apariciones 2", mantiene su interés hasta la mitad, pero cada vez que hay una aparición fantasmática muestra calaveras y lo peor que se puede hacer en un filme de terror que se precie, es mostrar estos efectos bajos y tontos. Porque lo oculto, aunque el esqueleto tuviera velo, sería más impactante que esto de verlos en toda su blancura. Poco sutil, Tom Elkins, el director, comienza a reiterar esos efectos, creyendo que el suspenso actúa por repetición y va complicando la historia que va y viene haciéndonos creer que el malo es uno y es otro y así sucesivamente. En síntesis, desde la mitad hacia adelante el filme se viene abajo, solo interesa el final que es muy trágico, pero hasta llegar hay que aguantar muchos golpes bajos. El ritmo se achata, el suspenso es escaso y solo se rescatan las actuaciones de Abigail Spencer, en el papel de Lisa, la madre; la sugerente presencia de Grant James (Mr. Gordy), la pequeña Emily Alyn Lind, como Heidi y Chad Michael Murray, en el papel de Andy, el padre.
Variaciones sobre el engaño Un enigmático y sugestivo policial, sin policías a la vista, es el que logra Iván Vescovo en su "opera prima", filmada en blanco y negro y por momentos con un estilo nervioso, con cámara en mano e imágenes esfumadas. "Errata" parte de la historia de Ulises (Nicolás Woller), un joven fótografo, al que su novia abandonó y que se entusiasma con una chica que estudia letras y se llama Alma (Guadalupe Docampo). Alma tiene una personalidad escurridiza y para Ulises se convierte en un personaje tan misterioso, como fascinante. Eso hace que él se enamore pérdidamente, mientras la muchacha lo engaña con otro (y otros). EL LABERINTO A medida que avanza la historia el espectador irá descubriendo junto con Ulises una serie de circunstancias que se van asociando unas con otras, hasta llegar a construir una suerte de laberinto, en el que el tiempo juega un papel especial, como sucede en la novela de Jorge Luis Borges "El jardín de los senderos que se bifurcan". Esto no es casual, porque Alma que lee mucho y le gusta estudiar, mantiene una relación secreta con Viñas (Claudio Tolcachir), uno de sus profesores de su facultad, que trabaja en una librería de viejo en la que su dueño, Oribe (Arturo Goetz) guarda con celoso orgullo un ejemplar, de "El jardín de senderos que se bifurcan", de Borges, que contiene una errata. La que consiste en una frase que por su cuenta intercaló en el ejemplar un linotipista -según se dice- en 1941, el año en que se publicó el libro. Eso convierte al ejemplar en algo único, codiciado por coleccionistas y que vale una fortuna. Detrás del libro único, dan vueltas varios jóvenes, con el afán de robarlo y venderlo bien. EJEMPLAR UNICO Un día en que Alma desaparece desesperado Ulises recorre los lugares que ella frecuentaba, como la librería en la que trabaja Viñas. Habla con el dueño y éste le habla sobre el famoso libro de Borges. Por eso, más tarde Ulises también se empecina en robar el libro, pero no todo saldrá el joven lo había planeado. Con un intrincado juego narrativo, en el que escenas y situaciones se reiteran una y otra vez, abriendo nuevos enigmas al espectador, el filme se apoya en un clima ominoso, a la vez que el blanco y negro le otorga la dosis de suspenso que la historia necesitaba. Correctos en sus actuaciones Nicolás Woller y Guadalupe Docampo, como los enamorados; del casting interpretativo se destacan Claudio Tolcachir y Arturo Goetz, quiene le otorgan a sus papeles el misterio y la oscuridad que el filme requería de sus personajes.
Roma, una ciudad siempre abierta Cine en estado puro, con un ajustado ritmo narrativo, con el sabor del pasado que aparece a través del equilibrio de la arquitectura, de los monumentos y la banalidad del presente, son ilustradas por Paolo Sorrentino con una agudeza inteligente que se goza y se agradece. La primera escena de este filme remite a "La dolce vita", de Fellini, con la famosa fuente de Trevi, en la que en este caso, un hombre lava sus brazos, mientras un grupo de turistas japoneses toma fotos y uno de ellos se desmaya obnubilado ante tanta belleza. Es que la película del napolitano Paolo Sorrentino intenta indagar sobre la hermosura del pasado y del presente, sobre las pseudo-vanguardias y el arte que permanece a través del tiempo, como el Coliseo romano, que el protagonista, Gep Gambardella puede observar desde la terraza de su piso. Gep Gambardella es el guía de esta tournée por una Roma nocturna y diurna, en la que no se ven pobres como en el cine del neorrealismo, los personajes que aparecen, pertenecen a una clase alta, algunos aburridos de no saber qué hacer con sus vidas, otros inmersos en la elaboración de un arte inútil, pero que les permite sumar pesos a su fortuna. Como los padres de esa niña, que le hacen pintar a su hija gigantescos cuadros, a la vista del público, para que haga catarsis practicando un "action-painting" que le permite descargar su rebeldía. UN INCLASIFICABLE "La grande bellezza" es un filme tan sugestivo y encantador, como inclasificable, porque a través de su protagonista Gep Gambardella -un periodista de una revista de arte, que llegó a los veintiséis años a Roma y que en la película tiene sesenta y cinco-, el espectador puede seguir las peripecias de un grupo de personas, que a su manera viven esa ciudad, como si estuvieran atrapados por la fascinación de un pasado, que les permite aferrarse a viejos recuerdos, lo que de algún modo los protege y les hace sentir que en una época otro mundo fue posible. Fiestas nocturnas, reuniones de amigos, noches de amor y sexo son parte de este filme en el que su director ilustra la necesidad que tiene hoy la gente de aturdirse un poco para olvidar. Por eso la realidad de las escenas de baile, casi orgiástico, en las que todo está permitido. MERECIDOS TRIBUTOS Paolo Sorrentino hace su propio homenaje a los grandes del cine de su país, hay escenas que recuerdan no solo a Fellini y su "8 y medio", también a De Sica, a Antonioni y a Visconti. Una exquisita secuencia despierta nuevos recuerdos, es aquella en la que Gep, mientras deambula por la Roma nocturna, se cruza con Fanny Ardant, como una presencia fantasmal y la saluda y ella le responde. Esta situación de algún modo trae la imagen, de Anna Magnani cuando en "Roma" de Fellini, el director la enfoca ingresando a su casa en Roma y ella lo saluda con un "Ciao, Federico". Una ironía hacia la Iglesia aparece al final, con el personaje de esa monja que recuerda físicamente la Madre Teresa de Calcuta. Cine en estado puro, con un ajustado ritmo narrativo, con el sabor del pasado que aparece a través del equilibrio de la arquitectura, de los monumentos y la banalidad del presente, son ilustradas por Paolo Sorrentino con una agudeza inteligente que se goza y se agradece.
Los vínculos en plena crisis Un guión con escaso vuelo que aporta más confusión, que claridad a los relatos, sumado a un equipo de actores poco convincentes cierran esta propuesta de Nicolás Savignone. Nicolás Savignone propone un experimento cinematográfico, en el que un grupo de jóvenes y algunos mayores, protagonizan una serie de situaciones, que están ligadas a los problemas de pareja, la mentira y los conflictos laborales, o las falsas acusaciones de un robo que en apariencia nunca se cometió. "Los desechables" está dividida en cuatro segmentos, o capítulos. En el primero se observa a una chica y un muchacho, en el que él se despierta a la mañana y le llama la atención que la joven esté a su lado. La llegada del jefe del muchacho, cuando éste está a punto de salir, provoca una serie de malentendidos, en el que ambos hombres, intentan hacerle creer a la chica un pasado reciente en el que -le dicen- estuvo internada en una clínica psiquiátrica, aunque ella no recuerda el hecho. ENGAÑO Y ESTAFA El segundo segmento, también protagonizado por una pareja Amelia (Maida Andrenacci) y Leo (Francisco Benvenutti), refiere al engaño y una forma de estafa, que es armada por la madre y la hija, para hacerle creer al muchacho que debe casarse con la joven, porque está embarazada. Este es el más claro de los capítulos. Poco después le sigue una situación en la que una actriz joven, junto a su marido, al que detesta y trata de humillar frente a los otros, espera la llegada de un director de cine y su mujer, los que vendrán a confirmarle si la contratan o no para que protagonice una película. Por último puede verse a los hombres de los tres capítulos anteriores, que se encuentran en una oficina, en la que uno de los jefes los acusa de haber cometido un robo y los incita a que confiesen quién de ellos fue, sin llegar a qué ninguno lo admita. "Los desechables", tiene el formato de una comedia de equívocos, en la que se mezclan elementos del teatro del absurdo, para dejar en claro una crisis en los vínculos, en los que ni hombres, ni mujeres parecen lograr entenderse. Un guión con escaso vuelo que aporta más confusión, que claridad a los relatos, sumado a un equipo de actores poco convincentes cierran esta propuesta de Nicolás Savignone.
Dos poderosos pequeños héroes El filme que puede verse en 3D se disfruta a partir del atractivo diseño de sus personajes, de un ritmo narrativo que invita a ser partícipes de una aventura ideal para los más chicos, en el que no faltan los típicos enfrentamientos entre gatos y ratones. Un pequeño ratón, llamado Edam, aprendiz de un viejo mago, es el protagonista de esta historia animada latinoamericana, en la que a través de sus humorísticos diálogos, por momentos escapa a su costado de fantasía, para dejar paso a un reclamo social, como es el que dos soldados ratones, se pregunten uno al otro, si le serán reconocidas sus horas extras. En esta saga épica y de aventuras, el reino de Rodencia está en peligro y el rey decide llamar a Edam, el aprendiz de mago, para que junto a dos de sus guerreros, traten de conseguir el diente de una niña humana, como trofeo y de ese modo puedan vencer al temible ejército de ratones, liderados por el feroz Rotex, él que se propone invadir y hacer suyo el reino de Rodencia. EL BIEN Y EL MAL A partir de ese momento se lleva a cabo una lucha entre el bien y el mal, en el que Adam, al que acompaña su valiente amiga Brie, pondrán en riesgo sus vidas al atravesar un bosque encantado, con peligrosos puentes, que de algún modo recuerda a la estética de la famosa saga de "El señor de los anillos", de J.R. Tolkien. En su travesía, Adam y Brie tendrán que luchar con algunas temibles presencias fantasmales como un gigantesco gato negro, o una poderosa serpiente que amenaza con devorárselos. Finalmente el pequeño Adam que aprenderá a confiar en los trucos que le enseñó su maestro, logrará vencer al enemigo con sus poderes mágicos, lo que le permitirá en el futuro ganarse el amor de la hija del rey de Rodencia. El filme que puede verse en 3D se disfruta a partir del atractivo diseño de sus personajes, de un ritmo narrativo que invita a ser partícipes de una aventura ideal para los más chicos, en el que no faltan los típicos enfrentamientos entre gatos y ratones. A la vez que tiene una buena fotografía que hace hincapié en colores suaves y se destaca la simpatía que comunican sus personajes.
Doble futuro en Centroamérica Un interesante retrato de dos niños nicaraguenses es el que ofrece el director Alejo Hoijman. Maicol y Bryan son amigos, y viven en Greytown, un pueblo de pescadores sobre el Caribe nicaragüense. La cámara registra a los amigos que reciben "lecciones" para aprender a cazar tiburones en el mar caribeño. El padre de Bryan, que ha sido pescador toda su vida, es el que enseña los secretos del oficio a su hijo y a Maicol. La duda que pasará a formar parte de la vida de Bryan, más tarde, es si al llegar a su adolescencia, deberá permanecer en el pueblo de casas de puertas abiertas, o emigrar, junto a su amigo en busca de nuevos horizontes. LA INCERTIDUMBRE Un diálogo entre los dos niños parece algo esclarecedor. Un día Maicol le cuenta a Bryan, que su maestra le preguntó a todos que querían ser cuando fueran grandes y el muchacho le dijo que quería ser abogado, para ayudar a lavar dinero a la gente del narcotráfico. "El ojo del tiburón" es un documental, tan bien elaborado que pareciera que sus dos protagonistas principales fueran actores, por su espontaneidad para moverse delante de la cámara, por esa simpatía, que derrochan esos dos niños que se van haciendo adultos y comienzan a despertar a otras necesidades. El cazar de noche con tan sólo una luz que proviene de las linternas individuales de cada uno, el despertar del amor, el aprender a hacerse adulto y asumir nuevos riesgos, las decisiones que a veces hay que tomar en situaciones difíciles de supervivencia, son parte de la vida de estos dos jóvenes, en una Centroamérica que no parece ofrecer demasiados horizontes. Una cierta poética que se mezcla con la acuciante realidad que rodea a esos dos niños, es la que despliega Alejo Hoijman en este documental estupendamente filmado, que en algunos de sus aspectos narrativos despierta el interés de una novela de aventuras, al estilo de la legendaria "Las aventuras de Hucleberry Finn", de Mark Twain, o de un texto de Charles Dickens.
La alienación del día a día En su "opera prima" la directora salteña Bárbara Sarasola-Day explora la intimidad y el deseo que aparece entre tres personajes, que conviven en una vieja finca en la zona de los cerros, en la provincia de Salta. Sarasola-Day arma un interesante tablero de situaciones, en el que Helena (María Ucedo), Ernesto (Luis Ziembrowski), su marido y Joaquín (Alejandro Buitrago), el primo de la mujer, que llega a la vieja casona, provoca el despertar de ciertos deseos tan ocultos, como temidos. "Deshora" va descubriendo las distintas capas que provocan conflicto entre esos personajes, que oscilan entre un deseo sexual reprimido y un desasosiego interior que ninguno de los tres sabe como encontrarle un cauce acertado. TRAS LAS PAREDES Helena y Ernesto son dueños de esa finca, en la que crían caballos y cosechan tabaco. Todo parece ir bien en la pareja, sólo que detrás de las paredes de su dormitorio se esconde la frustración de no poder tener hijos. Ese dolor, que marca sus vidas, adquiere nuevos matices con la llegada de Joaquín, un joven que es primo de la mujer y por lo que estuvo internado en un neuropsiquiátrico. Joaquín consume drogas y se convierte en un personaje tan extraño, como provocativo para la pareja que conforman Ernesto y Helena. A tal punto que ese silencio cargado de intenciones ocultas de Joaquín, terminará despertando en los dueños de casa un deseo negado, que un día explotará a través de un acercamiento primero con la mujer y luego entre los dos hombres. SESGO CONSERVADOR Su final trae a la memoria, la intención de esta nueva directora salteña, de querer mostrar la asfixia que a veces tiñe las vidas de los habitantes de algunas de las provincias del interior, los que con tal de preservar su estilo tradicional de vida, son capaces de matar, sin ningún pudor. El trio de actores se destaca por una exigencia de matices interpretativos y sentimientos, que se transmiten a partir de las miradas y de la sutileza de los gestos, a los que Luis Ziembrowski, le aporta una excelente calidad comunicativa; mientras María Ucedo, tiene la valiosa labor de mostrar a esa mujer que sufre en silencio su imposibilidad maternal y Alejandro Buitrago, le aporta una sutil máscara de misterio a su papel de intruso en esa casa en la Salta profunda.
Vivir en el borde del abismo El director Eric Heisserer logra una historia austera, de un sugestivo dramatismo, con buenos recursos narrativos, que le permiten ilustrar la devastación del huracán que convirtió a Nueva Orléans en un infierno. El matrimonio que conforman Nolan Hayes (Paul Walker) y Abigail (Genesis Rodriguez) viven en Nueva Orleans. Ella está embarazada y le quedan pocos días para dar a luz, justo el día que el huracán Katrina actúa con su poder devastador. "Horas desesperadas" habla de esta situación terrible, en la que una pareja lucha por su supervivencia y la de su hija que acaba de nacer y debe permanecer en una incubadora. El filme adquiere un vigor más dramático aún, si se tiene en cuenta que es una producción póstumas del recientemente fallecido Paul Walker, quien se hizo conocido por la saga de acción "Rápido y furioso". HEROE NO ANONIMO Pero a la vez "Horas..." permite observar el caudal interpretativo de un actor al que, quizás, se menospreció por ser el héroe de una franquicia de aventuras, como "Rápido...". El filme de Eric Heisserer habla de la vida y de la muerte. Y lo hace con una bien dosificada dosis de suspenso, que por momentos resulta apabullante. Más aún si se toma en cuenta que algunas escenas jugadas por Walker, en el papel de ese padre llamado Nolan Hayes, lo muestran tratando de sostener el último aliento, para que su pequeña beba no muera, mientras afuera del hospital el fantasma de la muerte azota a la población y va dejando el hospital inundado y casi sin luz. PADRE E HIJA La situación en la que Nolan Hayes trata de que la incubadora en la que yace su hija no se desconecte, mientras en la más absoluta soledad, sin que nadie lo auxilie, su cara va transmitiendo un doloroso estado de desesperación (que resulta sorprendente). Lo cierto es que la película permite el lucimiento de un Paul Walker casi desconocido al redescubrirlo en una veta dramática inusual, a la vez que el actor logra transmitir con excelente convicción lo que sería capaz de hacer un padre para salvar a su hija. El director Eric Heisserer logra una historia austera, de un sugestivo dramatismo, con buenos recursos narrativos, que le permiten ilustrar la devastación del huracán que convirtió a Nueva Orléans en un infierno. "Horas desesperadas" es un filme pequeño que se engrandece a medida que corren los minutos y la historia adquiere un extenso y emotivo dramatismo.