En algún lugar del océano Esta producción alemana, dirigida por Helena Wittmann, gira en torno a la vida marítima y a la inmensidad de la naturaleza en gran parte desconocida en tanto porción de espacio virgen y estéril, donde el impacto del ser humano no tiene lugar y la paz abunda, entre movimientos irregulares mostrados con una cámara que parece perderse frente a la espuma, el celeste del cielo y el azul del agua. Dos amigas pasan un fin de semana en un lugar a orillas del mar. La protagonista siente una particular obsesión con la playa, las olas, los caracoles. Realiza un viaje en un barco para cruzar el océano y descubrirse a si misma. Un viaje introspectivo con el fin de descubrir la paz en el agua. Con silencios eternos y escenas extensas sobre el mar, junto con la carencia de diálogo, este trabajo busca y logra generar una experiencia sensorial en el espectador, con el fin de comprender el estado de paz por parte de la protagonista al estar inmersa en el océano y rodeada de naturaleza. Por momentos la falta de acción es motivo de exasperación frente a la pantalla donde nada ocurre y se espera algo a cambio. Si bien no sucede y la directora busca romper con una estructura, esto forma parte de algo nuevo y frecuente en este tipo de producciones donde la naturaleza “virgen” es el protagonista.
Un adelantado en su tiempo Este documental presentado en la 8va edición del Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (FIDBA), cuenta la historia del fundador de la ciudad de Piriápolis, dirigido por Sebastián Martínez. Con imágenes de archivo que se remontan al siglo pasado, testimonios de historiadores e investigadores y de hasta un familiar, se narra la vida de Francisco Piria, un visionario multifacético creador de no solo una ciudad si no de múltiples barrios de Uruguay. Comerciante, pionero, escritor y alquimista. De esta forma se lo presenta a este personaje que revolucionó el territorio uruguayo con sus ideas y presentaciones poco convencionales y futuristas. Una clásica historia de un self-made man al que la vida castigó pero que logra construir desde las cenizas. Contada desde distintos puntos y narrada de una forma excepcional. Acompañados de la voz en off que sirve de guía, el documental es llevado con armonía a lo largo de todo el desarrollo, de una forma ordenada sin sobresaltos. Los testimonios acompañados por videos e imágenes facilitan la llegada al espectador. Así también sucede con los grandes planos a modo de referencia que permiten comprender el orden de lo que se habla a cada paso.
El legado nominal Historia de mi nombre cuenta la reconstrucción de Chile luego del fin de la dictadura en los noventa, desde el punto de vista de la directora Karin Cuyul, cuyo nombre se remite a una mujer que fue detenida y torturada por el régimen militar que gobernaba el país. Con imágenes de archivo que muestran la vida de Karin en su infancia, antes del incendio que dejó su casa hecha cenizas, la historia toma lugar en distintas ciudades de Chile. Los testimonios de sus padres permiten contextualizar la historia y centralizarla con el enfoque de la niñez y adolescencia en democracia. Sumerge al espectador a los recuerdos y las preguntas que buscan respuestas luego de muchos años, con la voz en off por parte de la directora que acompaña todo el trabajo. Pueblos abandonados, desaparecidos y muchas otras secuelas de la dictadura son analizadas en este documental. Imágenes estáticas, tomas desde la seguridad del auto en movimiento y un buen trabajo de montaje. Por otro lado, por momentos puede ser reiterativo y el conflicto demora en llevarse a cabo, lo que genera inestabilidad en la historia.
La primera vez Una producción ecuatoriana aclamada por la crítica, dirigida por Ana Cristina Barragán, con el silencio como principal protagonista que antecede a la vida de una niña de 11 de años cuyos problemas son tratados con delicadeza y precisión a cada instante. Una historia emotiva y original en su realización. Alba (Macarena Arias) es una tímida niña de 11 años que vive con su madre enferma. El deterioro en la salud de la madre, la obliga a internarse y Alba debe irse a vivir con su padre Igor (Pablo Aguirre) con el que no tenía ningún tipo de relación. Su mundo cambia por completo, en un intento por descubrir su identidad y reconocerse. Junto con el desarrollo del trabajo, el cambio en la protagonista o su intento por cambiar se hace cada vez más fuerte. La internación de su madre y la mudanza con un padre desconocido, es un gran quiebre y giro en la historia que después acompaña todo el relato a la perfección. La distancia, los silencios, distintos comportamientos entre ambos que se manejan temerosos de la próxima reacción. El aprendizaje mutuo es otra gran clave de esta buena película. Al mismo tiempo, la verosimilitud de las representaciones está muy bien lograda por parte de la protagonista Macarena Arias. Distintas situaciones vistas como obstáculos para lograr el bienestar en su forma de ser y descubrir todo eso, son muy bien presentadas.
Fuera de servicio Situado en las altas cumbres del noroeste argentino, un pueblo con una conexión defectuosa y problemas satelitales. Entre la montaña, un hombre que conoce los caminos y vive para el cuidado de su tierra. Una historia sobre el impacto tecnológico a 4000 metros de altura, llevada con cautela entre valles y tierra seca. El documental dirigido por Luis Sampieri, tiene como protagonista a Mario Reyes, un hombre de sesenta años que se dedica a prestar sus servicios a empresas que necesitan cruzar la montaña para realizar mejoras en el tendido eléctrico o la conexión satelital. Al mismo tiempo, forma parte del consejo de la comunidad de Amaicha del Valle en Tucumán. A paso lento y con el cuidado de los caballos, el destino final del recorrido se ve afectado por las condiciones climáticas. Las nubes se apoderan de la escena, para luego dejar lugar al cielo estrellado, otro de los grandes protagonistas del documental. Los llamados de los vecinos que se comunican con el proveedor del servicio para reclamar por los problemas en la conexión, son inocentes frente a las respuestas de los operadores que están al borde de la ironía. La composición de los planos que muestran la naturaleza como protagonista dominante de las escenas y el hombre como parte de ella en menor medida, deja captar la esencia de una realidad vecina.
Las historias sin voz El resultado de una tarea universitaria que busca movilizar a los estudiantes y crear contenido distinto, es el disparador de este documental, que se anima a contar historias de los hechos mas importantes de Argentina y del mundo, a través de las imágenes. El documental dirigido, por Miguel Baratta, centra su interés en conocer las historias detrás de las fotografías, analizar su representación simbólica y colocarlas en un contexto con alcance mundial. A través de testimonios de primera fuente, se realiza un viaje al pasado. La Guerra de Malvinas, la Conquista del Desierto, el Holocausto, la dictadura argentina, son algunos de los acontecimientos analizados desde una perspectiva distinta. A través de una foto o un instrumento, se invita al espectador a recorrer la historia conocida por todos, pero contada por pocos. Si bien cuenta con planos de las tareas en una búsqueda por descomprimir la tensión del relato, se puede volver redundante por la falta de contenido. Las grabaciones en la clase con el sonido ambiente y los profesores encargados de explicar las tareas, combinado con las escenas de los testimonios como resultados de las consignas, logran la armonía en la composición final del trabajo.
Cuando las luces se apagan Con más de 2 metros de altura y 110 kilos, Fabricio Oberto se presenta ante cámara para mostrarnos con Reset, volver a empezar (2020), el detrás de escena en la vida de un jugador al cual el deporte condicionó y una vez que las luces de la cancha se apagaron, se ve en la necesidad de suplantar su pilar por algo más. El documental gira en torno a la vida del ex jugador de la selección argentina de básquetbol, quien trata de rehacer su vida luego de retirarse como deportista profesional. En su búsqueda por otros intereses que lo mantengan activo, compara los momentos de euforia con la realidad en la que vive, como una dificultad diaria que va en crecimiento. En una fusión entre charla de amigos/entrevista, Oberto compara su retiro con los que alguna vez fueron sus compañeros. Con envidia y cierto recelo, ve que ellos pudieron superar su etapa de jugadores y aprendieron a llevar adelante sus vidas sin que el deporte sea lo principal. Escalar el Aconcagua, recorrer el Desierto de Sahara, jugar al paddle, son algunas de las actividades que se ven como posibles candidatas ante la presionada búsqueda. Las imágenes de archivo que muestran el triunfo en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, que marcaron un hito en la selección Argentina, es lo que va a recorrer todo el documental como la columna vertebral de la que tanto hablan. Toda una vida como jugador, con una meta y un fin definido. Una vez logrado, Oberto cuenta con nostalgia su salida del camino deportivo y su predisposición para comenzar otros caminos.
El gaucho como un personaje rebelde frente a una sociedad que lo condena, vuelve de la mano del director Fernando Del Castillo para contar una historia que nace en un pueblo y crece en todo el país. Antonio Mamerto Gil Nuñez (Roberto Vallejos) es un gaucho de Corrientes que vuelve a su pueblo luego de pelear en la Guerra de la Triple Alianza de 1870. Al regresar, el Coronel Salazar (Claudio Da Passano) lo recluta para volver a la frontera y continuar peleando. Al negarse, se enfrenta con el coronel y lleva una vida en la clandestinidad, desde donde va a luchar para poder lograr su libertad. Con la imagen de San La Muerte y la Virgen María colgada del cuello, se cuenta la historia del santo pagano que nace en el norte del país y con el paso del tiempo se transformará en un personaje fundamental de la cultura popular conocido como el Gauchito Gil. Lejos de ser objetivo, el director nos muestra un gaucho cansado de luchar por una guerra sin sentido y con ansias de libertad. Es el pueblo el que se encarga de enaltecer su imagen a través de los años y colocarlo en un pedestal. El doble desafío está en contar una historia narrada cientos de veces y no caer en la falta de originalidad. Si bien vemos la historia a través de los ojos del gaucho, mediante sus sueños y sus pensamientos, la composición de las imágenes que incluyen el campo y el cielo como protagonistas del drama, son parte fundamental de esta historia que se atreve a mostrar un gaucho corrompido por la sociedad.