Surrealista, exótica y atemporal. “La espuma de los días” es una comedia francesa que flota en el aire parisino sin lograr alcanzar el clímax. Basada en la novela “L’Ecume des Jours”, de Boris Vian y dirigida por Michel Gondry, el filme se centra en la historia de amor de Chloë (la siempre dulce “Amelie”) y Colin. Al principio, el matrimonio es un sueño ideal hasta que -de una forma muy extraña- Chloë se enferma porque una flor está creciendo en sus pulmones. Si bien la novela de Vian intentaba ser futurista en 1947, cuando fue escrita, la película de Gondry evoca cierta impronta de la Paris de los 70. La película contiene elementos surrealistas que se materializan en comida que se mueve o cuando la pantalla se divide en dos mostrando lluvia y sol en el mismo lugar y momento. Si bien estas escenas hacen del filme una experiencia visual muy rica, terminan subyugando el relato y dando como resultado una película muy difícil de interpretar. Gondry siempre se caracterizó por su forma de innovar, como en “El eterno resplandor de una mente sin recuerdos” y por haber creado el efecto “bullet time” utilizado luego en Matrix, pero esta vez, más allá de los efectos artesanales para dotar de vida a los objetos, le faltó una dosis de modernidad que podría haber hecho esta película más interesante.
En medio de una industria cinematográfica signada por la impronta masculina, Ana Katz (“El juego de la silla”, “Una novia errante” y “Los Marziano”) ofrece una película profunda e íntima sin eufemismos. “Mi amiga del parque” es el cuarto largometraje de la directora argentina y se centra en la historia de Liz (Julieta Zylberberg), que acaba de ser madre de Nicanor y debe arreglárselas sola ya que su marido (Daniel Hendler) está trabajando en el sur y sólo está presente a través del Skype. En medio de una crisis existencial, Liz va al parque y conoce a Rosa (interpretada por la mismísima Katz), presunta madre de una bebé, que la envolverá en una relación extraña y posesiva junto a ella y su hermana Renata (Maricel Alvarez). Zylberberg, una de las protagonistas de “Relatos salvajes”, es perfecta para el papel ya que le aporta realismo, crudeza, es muy genuina en sus expresiones y llega al espectador sin obstáculos. Liz acarrea la angustia de una madre primeriza, con sus inseguridades e ingenuidades, y lucha constantemente por crear su propio universo de la maternidad, mezclando las enseñanzas de sus antecesoras con su propia experiencia.?Así, durante 84 minutos, katz retrata el día a día y los quehaceres cotidianos de un grupo de madres de una manera simple y real. Muestra cómo en el transcurso de cómo afrontar la propia maternidad, estas mujeres imperfectas van tejiendo relaciones con otras en su misma situación. Una película impecable que habla de las primeras impresiones y de cómo nos paramos ante los demás. ¿Es posible superar el miedo y la desconfianza ante la necesidad de sentirse acompañado? Esos interrogantes tan ordinarios como complejos, que resultan los más difíciles de responder, intentan ser develados en este filme.
Perversa e inclasificable. “El lado peligroso del deseo”, cuyo título original es “Knock Knock”, está catalogada como una película de suspenso y terror, aunque resulta imposible clasificarla, por lo que resulta siendo un “ni”. El filme protagonizado por Keanu Reeves y dirigido por Eli Roth coquetea con el cine clase B donde el suspenso y el sexo están intrínsecamente relacionados. Evan Webber (Reeves) es un padre de familia que se queda solo durante el fin de semana del Día del Padre mientras su esposa e hijos van a pasar unos días a la playa. Pero su paz se verá interrumpida cuando Genesis y Bel, dos adolescentes sexies, tocan su puerta. Poco a poco, los más bajos instintos de Evan ceden y todo culmina en un desenfrenado trío. Pero lo que parece una noche soñada se transforma en una pesadilla de violencia, locura y perversión. El filme busca armar un discurso sobre el matrimonio y la pedofilia semejante al de Hard Candy (2005) pero no logra crear el clima de suspenso y oscuridad que podría haber sumado mucho.
Resulta ridículo imaginar un grupo de amigos cuarentones que tienen como meta principal participar en una convención de strippers. Sin embargo, es lo que sucede en “Magic Mike XXL”, una comedia hecha a la medida de mujeres que disfruten de ver un show de strippers en la pantalla grande. Se trata de la segunda parte de lo que fue “Magic Mike”, en 2012, en donde un grupo de amigos se reencuentran para seguir haciendo delirar a las mujeres. El legendario Magic Mike (Channing Tatum) decide unirse a sus amigos en un último viaje para despedirse de los escenarios. Pero en el camino hacia el último show, Mike y los chicos se encuentran con personas que resignificarán su pasado y los harán ver la vida de otra manera. La obsesión por el cuerpo, la dicotomía del fracaso y el éxito y el juego de seducción son los aspectos principales de esta propuesta dirigida por Gregory Jacobs. Si dejamos de lado a la trama inconsistente y la primera hora de la película, que se hace interminable, “Magic Mike” cumple con lo que promete: logra entretener -aunque no explota en ningún momento- a lo largo de sus 100 minutos de cuerpos esculturales haciendo coreografías sexies.
La cruda realidad del conflicto palestino-israelí se adueñó del cine con “Omar”, la nueva película del director Hany Abu-Assad (“El paraíso ahora”). El filme se estrenó en 2013 y fue el primer largometraje palestino nominado al Oscar. Además, esta historia que relata amor a través del muro obtuvo, entre otros, el prestigioso premio del Jurado en el Festival de Cannes. Omar es un panadero que pertenece a una brigada de resistencia en la Cisjordania ocupada junto a sus dos amigos Tarek (Eyad Hourani) y Amjad (Samer Bisharat). Tanto Omar como Amjad están enamorados de la hermana de Tarek, Nadia (Leem Lubany), a quien intentarán conquistar en medio del caos. Pero tras el asesinato de un soldado israelí, Omar es acusado de sospechoso y llevado a prisión donde se verá obligado a tomar decisiones que cambiarán el rumbo de su vida. Así, mientras Omar intenta sostener su relación con Nadia, sufre hostilidades que lo harán pensar en quiénes son sus verdaderos enemigos: ¿los policías, el gobierno, sus amigos, su amor por Nadia? Todos son sospechosos en tierras donde el amor no puede vivirse libremente. Torturas, acusaciones y sospechas son los elementos principales que sostienen este drama rodado en las calles de Israel y Cisjordania que mantiene en vilo al espectador durante 90 minutos. Abu-Assad vuelve a exponer un filme duro e intenso que retrata una historia de amor y traición sumergida en las enesmitades históricas de estas zonas orientales donde la realidad golpea fuerte.
Promesas imposibles Las comedias románticas son lo que quisiéramos que fuese real”. Y esa es la premisa que le da vida a “Con derecho a roce”, la ópera prima de Justin Reardon, que no suma ni resta a las decenas de películas que ya abordaron el tema de la amistad, el amor y el sexo entre el hombre y la mujer como “Amigos con beneficios” y “Amigos con derechos” (ambas de 2011). El debate de si es posible o no la amistad entre el hombre y la mujer es infinito y los argumentos pueden ser tan teóricos como delirantes. Por eso resulta interesante el abordaje del director, que plantea la historia de un escritor (el ex Capitán América, Chris Evans) que se enamora de una chica comprometida (Michelle Monaghan). Y a partir de esta situación tan común como conflictiva, el grupo de amigos del protagonista, un tanto freakes y descreídos del amor, intentarán aconsejarlo desde sus experiencias personales e historias fantásticas. Así, entre momentos cliché (ambos se prometen que será sólo una amistad y terminan teniendo sexo), frases hechas (“tienes que decirle que la amas y todo cambiará”) y algunas escenas un tanto conmovedoras, esta comedia rodada en San Francisco cumple con lo que propone: 90 minutos de entretenimiento puro y duro. Una película ideal para ver con un amigo/a que quieras enamorar.
Las apariencias engañan “Tinker Bell y la bestia del Nunca Jamás” es la sexta película dedicada a esta hada y sus amigas, convirtiendo al personaje de Peter Pan, creado en 1904, en un ícono adoptado por los niños. Con todos los condimentos necesarios para que sea una buena película para los más chicos (entre 1 y 10 años), esta nueva propuesta de Disney resulta una opción emocionante y colorida con altas dosis de ternura y buenas canciones. El reino de las hadas es atractivo, enigmático y colorido. Allí la flora y la fauna son el leit motiv de estas adorables criaturas que cuidan de ellas con suma dedicación. Sin embargo, no todo es tan calmo; ya que durante una exploración, Gruff, una bestia peluda es descubierta por Fawn, un hada de la isla de Nunca Jamás experta en animales salvajes. Pero este animal con ojos verdes brillantes no es bienvenido en la Tierra de las Hadas, y ellas están decididas a capturar a la misteriosa bestia antes de que destruya su hogar. Mientras que algunas optan por adoptarlo y otras insisten en que es una amenaza, este monstruo se va ganando el corazón de las pequeñas criaturas voladoras. Poco a poco, ellas podrán ver el corazón tierno que se esconde bajo su brusco exterior. El propósito real de Gruff es la verdadera sorpresa de esta historia que emociona a los más chicos. Con paisajes florales, simpáticas melodías y una historia conmovedora, “Tinker Bell...” deja al descubierto la ingenuidad de la niñez. Pero lo más importante está en su moraleja, fundamental en los cuentos infantiles, que habla de no dejarse llevar por las apariencias y confiar en lo que dice el corazón.
Los reyes del absurdo Los fans llevaban 20 años esperando la secuela y al fin llegó: “Tonto y Retonto 2” aterrizó en los cines con su peculiar humor. Los mejores amigos Lloyd (Jim Carrey) y Harry (Jeff Daniels) vuelven al ruedo con sus aventuras y la estupidez a la orden del día. Esta segunda parte del gran éxito de 1994, dirigida por los hermanos Peter y Bob Farrelly, es una road movie que relata un viaje sin sentido pero con un único objetivo: descomponer de risa al espectador. Así, estos dos íconos del humor mundial vuelven al viejo barrio de su infancia, recorren las carreteras a su antojo y hasta se dan el lujo de manejar el auto con forma de perro que los catapultó a la fama. Por supuesto que en tanto tiempo la vida de los personajes cambió mucho, como el caso de Lloyd, que estuvo internado por 20 años en un psiquiátrico en silla de ruedas, y Harry, que tiene un grave problema de salud y necesita un transplante de riñón. Pero lo que no cambió es el compañerismo de estos mejores amigos, aún en las situaciones más desopilantes. Sin embargo, el guión abusa de los chistes sin dejar un momento para la seriedad y eso hace que los momentos de humor pierdan esplendor. Una película para fanáticos que demuestra que la primera vez siempre es mejor.
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