Hay mucha sangre en la ultraviolenta historia de la asesina profesional que se ha convertido en un éxito global para el cine de acción coreano. Adrenalínica, intensa y voraz, La Villana obliga a ordenar un argumento algo confuso, pero cuyas piezas -pasado, presente, traumas viejos y por venir- van encajando a medida que avanza el relato. Sin vergüenza, el director Jung Byung-gil (Confesiones de un asesino) se aleja de lo cool, en plan Kill Bill, para abrazar el melodrama puro y duro. Ciertamente, la película no inventa la pólvora, y los links a Oldboy y a la Nikita de Luc Besson están servidos. Pero la espectacularidad de sus largas y provocadoras secuencias de acción, deja en segundo plano cualquier falta de originalidad.
De Santa Fe viene este film sobre un padre de familia que se queda sin trabajo y se mete en un negocio turbio, incapaz de contar la verdad a su familia. Con las actuaciones de Luis Machín, Juan Nemirovsky y Martín Slipak.
Basada en el libro Bepo: memorias de un linyera, esta parsimoniosa película de ficción cuenta las vivencias del croto Bepo Ghezzi y sus compañeros de ruta, en la argentina de los años treinta. Linyeras y anarquistas viajando en trenes de carga
Otro estreno de comedia italiana folclorista, con la Segunda Guerra Mundial y el pintoresquismo de los pueblos sicilianos como contexto y pretexto. El comediante Pierfrancesco Diliberto -Pif-, se basa en una historia de amor real, en la que el protagonista se suma a las filas norteamericanas para pedir la mano de su amada. Una serie de chistes, de puntería irregular, sobre un costumbrismo, discutiblemente aplicado a la guerra, que apenas divierte.
Comedia biempensante sobre la familia burguesa que adopta a un refugiado nigeriano, arranca con gracia pero se tropieza con las obligaciones de la corrección política y un relato coral que estira la trama hasta lo inverosímil. Un tema "atractivo y actual" diluido por un guión que acumula situaciones tiradas de los pelos. Con un tono, además, que va del humor corrosivo al sentimentalismo sin escalas.
Ganadora del premio mayor en Cannes, esta película sueca del director de Fuerza Mayor/El Turista es un largo comentario ácido sobre el snobismo del mundo del arte. El director de un museo, a partir de una obra de la argentina Lola Arias, termina metido en problemas por la agresiva campaña de marketing del lanzamiento. Hay varias secuencias de eficaz provocación, pero en conjunto, la experiencia peca de aquello mismo que pretende, sin demasiada sutileza: criticar.
Con más humor que Batman vs. Superman y Wonder Woman, la reunión de los superhéroes de DC Comics apuesta por un argumento lineal y consigue, entre el tsunami de efectos digitales y espasmos de acción, entretener y divertir -con acento en Flash-, durante dos ruidosas horas. Un reglamentario preparatorio para la secuela.
Como film de animación para la temporada Halloween, que apela al recurso de la reunión de monstruos clásicos, La familia Monster es entretenida, con un trabajo de animación sólido. No quedará en el recuerdo, probablemente, ni es un dechado de originalidad, pero sí una opción para ir con los chicos.
Este documental se centra en el trabajo de observación, de ovnis, de Antonio Zuleta, un salteño obsesionado por recoger testimonios de todos los que vieron y lo que vio en el cielo. Y por pasarle el trabajo a hijo. El director, Rosenfeld, no termina de convencernos de que toda esta gente hablando de lo que está convencida de haber percibido sea tan interesante como a él y a su protagonista le parece. Y la película parece indecisa con respecto a qué es lo que más importa contar. En todo caso, un registro que interesará a los que quieran asomarse al tema de los objetos no identificados en su paso por el cielo argentino.
Biopic sobre la pintora Paula Modersohn-Becker, pionera del expresionismo, en la Alemania de fines del siglo XIX. Tiempos en los que no era habitual que las mujeres eligieran una vida dedicada al arte ni mucho menos libre de presiones y mandatos de maternidad y casamiento. El director Christian Schwochow quiere dejar claras las intenciones vindicatorias de esa temprana lucha por las libertades femeninas que encarnó su biografiada, y es en ese afán por transmitir un mensaje que Paula se siente algo didáctica. En su estructura, no se distancia demasiado de una biopic clásica, académica, de principio-desarrollo-fin. Pero el muy buen trabajo de Carla Juri -vista en Blade Runner 2049- consigue soplar vitalidad al acartonamiento y hacer de su Paula un personaje que interese seguir a lo largo de dos horas.