Tree (Jessica Rothe) vuelve a morir una y otra vez para derrotar al asesino de la máscara de bebé y salvar a sus familiares y amigos de una muerte segura. FDDTM2 no es una película de terror como otras. No creo que siquiera sea una película de terror. Es más bien un largo capítulo de Scooby Doo para adultos, que es salvado una y otra vez por la gran actuación de Jessica Rothe. La historia está llena de guiños a películas icónicas de terror en general y de los 80 en particular, incluyendo un guiño a Volver al Futuro (1985). Al principio, la película no logra encontrar sustento, saltando incoherentemente de un lado a otro, parodiando (inintencionalmente creo yo) a personajes de la cultura pop contemporánea. Por ejemplo, Ryan y su equipo de investigación son una versión parodiada de los personajes de The Big Bang Theory y Tree es su Penny. Por suerte, el carisma y una actuación sólida de Rothe le permite a la película pasar su confuso primer acto y entrar en el segundo de una anera más cómoda, finalmente haciendo pie y contando una historia entretenida y poco convencional. La dirección es competente, aunque no destaque demasiado, acompañando a un guión con muchos altibajos. El resto del elenco ayuda poco, ya que recuerdan tanto a Koothrappali y compañía que distraen. Recomiendo ver esta película un fin de semana con amigos, mientras se disfruta de unas cervezas, para pasar el rato, reírse un poco y nada más
En el Beirut actual, un insulto que toma dimensiones desproporcionadas lleva a Toni, un libanés cristiano, y a Yasser, un refugiado palestino, a dirimir el asunto en la corte. Desde silenciosas heridas hasta revelaciones traumáticas, el circo mediático que rodea el caso expone al Líbano a una explosión social, forzando a Toni y a Yasser a reconsiderar sus vidas y prejuicios. La última película de Ziad Doueirinos muestra un Líbano dividido, ya no por la guerra civil, sino por la intolerancia de los partidarios del partido conservador cristiano frente a los refugiados palestinos que intentan sobrevivir en un ambiente que es a medias acogedor y a medias hostil. Uno de los partidarios es Toni (Adel Karam), un libanés cristiano, quien no tolera a los refugiados en su barrio, donde además de vivir, es dueño de un taller de reparaciones de autos. Un día, aparece Yasser (Kamel El Basha), maestro mayor de obras a quien su jefe le pide que repare una instalación ilegal de desagüe en el balcón de la casa de Toni. Al ver la reparación, Toni destroza con una maza la nueva cañería. A raíz de esto, Yasser insulta a Toni, lo que da comienzo a la trama de la película. Doueiri nos muestra de una manera muy cruda y desprejuiciada el poder que tienen las palabras y cómo, apropiadas por gente poderosa y sin escrúpulos, puede desatar una guerra civil. El tono de la película se vuelve más serio a medida que la trama nos va llevando de una situación a otra, escalando en gravedad a medida que se nos revelan motivos y prejuicios de uno y otro lado. Tanto el guión como la dirección de la película son excelentes. Doueiri no pierde tiempo en pavadas a la hora de contarnos la historia y a pesar de ser una película sencilla desde el punto de vista técnico y visual, es muy rica en emociones. El guión es sucinto, sin excesos ni demasiados embrollos a la hora de llevar adelante la trama. No voy a mentirles: El Insulto es un drama que muestra lo mejor y lo peor de la raza humana; y cómo el odio y los prejuicios pueden llevar a la ruina incluso a las personas mejor intencionadas. Un film que, en la época que vivimos, nos fuerza a replantear nuestra posición frente al mundo. Y está muy bien.
‘I, Tonya’ (Yo soy Tonya) aborda uno de los mayores escándalos en la historia del deporte estadounidense. Tonya Harding (Margot Robbie) era una de las patinadoras más prometedoras de Estados Unidos, pero su rivalidad con su compatriota Nancy Kerrigan (Caitlin Carver) amenazaba sus posibilidades de cara a los Juegos Olímpicos de Lillehammer. Poco antes del inicio de la competición, Kerrigan es agredida y la sombra de la sospecha cae sobre el entorno de Tonya, desde su ex marido Jeff Gillooly (Sebastian Stan) hasta su guardaespaldas, Shawn Eckhardt (Paul Walter Hauser) Desde que Margot Robbie aparece por primera vez en pantalla, nos deja claro que Yo soy Tonya es una película cruda y sin filtro. Caracterizada como Harding en la actualidad, en una cocina maltrecha, con campera de jean y prendiendo un cigarrillo, mira con impaciencia a la cámara. Todos los personajes involucrados en la vida de Harding muestran esa misma crudeza y desenfado. Con actuaciones destacables de todo el elenco, incluyendo a la Allison Janney como LaVona Harding, papel que le valió el galardón a mejor actriz de reparto en los Oscars 2018, la película cuenta la historia de Tonya desde que comienza a patinar, con sólo 4 años, hasta el juicio que le costó su carrera profesional como patinadora artística con una crudeza y un humor oscuro que le sienta muy bien tanto a Robbie como a Sebastian Stan. La película en ningún momento se siente forzada ni aburrida. A pesar de ser una comedia, hay momentos muy fuertes que a más de uno le van a tocar un nervio. Sin embargo, no son momentos de violencia gratuita, sino que hacen al relato y muestran no sólo el carácter, sino la resolución y fortaleza mental de Harding ante las adversidades. En general, es una película muy bien lograda; con un reparto talentoso, un guión interesante y una dirección impecable, Yo soy Tonya es sin duda una película que merece ser vista
Basada en la historia de la mansión Winchester situada en California. Esta mansión victoriana fue construida por la viuda y heredera del creador de los rifles Winchester, Sarah y su convicción de que los fantasmas la acosaban la llevó a construir más de 160 habitaciones, escaleras que no llevaban a ninguna parte y puertas que al abrirse descubren un muro… todo con la intención de esquivar a los seres del otro mundo. Los abogados de la empresa de Rifles a Repetición Winchester contrata al doctor Eric Price (Jason Clarke), un psicólogo adicto al láudano, atormentado por su pasado, para que evalúe las capacidades mentales de Sarah Winchester (Helen Mirren), única heredera de William Winchester y accionista mayoritaria en la empresa. Desde un primer momento La Maldición de la Casa Winchester nos deja ver con qué nos vamos a encontrar: espíritus malignos acosando a los protagonistas a diestra y siniestra. Con un tempo tranquilo pero implacable, los hermanos Spierig (Predestination, Jigsaw) nos muestran a lo largo de 99 minutos de metraje cómo los espíritus de las víctimas de los rifles Winchester intentan vengarse de la familia que los fabricó en un principio; así como el conflicto desencadenado en el doctor Price, quien a pesar de presenciar actos inexplicables, su mente racional lo fuerza a negar la realidad que vive dentro de la casa. Con actuaciones impecables por parte de Helen Mirren y Jason Clarke; una fotografía excelente llevada a cabo por Ben Nott y un guión prolijo a cargo de Tom Vaughan y los mismos hermanos Spierig, La Maldición de la Casa Winchester es una película entretenida, atrapante y escalofriante.
Durante siglos, Dieter, un hombre sin edad, ha estado custodiando un ejemplar del Necronomicón, que permanece escondido en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, para mantenerlo a resguardo y evitar que sus conjuros malvados convoquen a los Antiguos Dioses del abismo para apoderarse de la humanidad y la tierra. La misteriosa muerte de Dieter lleva a Luis, un simple bibliotecario, a enfrentar las fuerzas que acechan al Necronomicón. En una ciudad que está corroída por un clima apocalíptico, un hombre se enfrenta a las fuerzas de la oscuridad. Desde un principio podemos ver dónde la película va a fallar: una Buenos Aires donde llueve torrencialmente… por CGI. El abuso del CGI por parte de la película nos saca completamente de la trama. Lamentablemente, es un error en el que se cae una y otra vez en las películas argentinas de este estilo. El bajo presupuesto no permite el uso de muchos efectos prácticos y en vez de optar por el minimalismo, se utiliza el CGI para resolver (mal) todo. Pero el CGI defectuoso no es el único problema de la película. Desde el guión semi incomprensible, con escenas que no terminan de resolverse y diálogos acartonados; el foley exagerado que no tiene que ver con nada; hasta actuaciones olvidables (Diego Velazquez reacciona de la misma manera a TODO suceso que le ocurre en la película) y una dirección bastante pobre, donde el recurso del CGI es utilizado para cubrir la falta de imaginación en el uso de planos, Necronomicón desperdicia una excelente oportunidad para homenajear al maestro del terror, H.P. Lovecraft. Lo que puedo decir a favor de la película, es que Aldo Requena, a cargo del arte de los libros que se muestran durante la peli, se pasó. sus dibujos nos transportan al mundo de Lovecraft impecablemente. Un recurso brillante, que lamentablemente no fue aprovechado.
¿Qué pasaría si tuvieses un solo día para cambiar absolutamente todo? Samantha Kingston tiene todo: Amigas perfectas, el chico perfecto y un futuro aparentemente perfecto. De pronto, todo cambia. Luego de una fatídica noche, Sam despierta sin un futuro. Atrapada reviviendo el mismo día una y otra vez, comienza a cuestionarse qué tan perfecta era su vida realmente. A medida que comienza a desentrañar el misterio de su vida, inesperadamente truncada, tiene también que develar los secretos de la gente más cercana a ella y descubrir el poder de un solo día para marcar una diferencia, no sólo en su vida, sino en la vida de aquellos a su alrededor. Antes que se quede sin tiempo para siempre. A cargo de Ry Russo-Young y basada en el libro homónimo de Lauren Oliver, Si No Despierto es una película que entretiene y que para los/as adolescentes que viven estas situaciones, les va a llegar profundo y con un mensaje claro: “las decisiones que tomás en tu vida afectan las vidas de los demás” y “nunca es tarde para cambiar”. Para los adultos, va a ser como ver “El Día de la Marmota“, pero con adolescentes odiosas (Sí, más que Bill Murray en el papel de Phil). Ninguna de las actrices falla en su interpretación, pero al estar basadas en estereotipos adolescentes típicos, es muy fácil sentir que son actuaciones genéricas: Sam (Zoey Deutch), la bonita e inocente protagonista, la conflictiva hija de padres divorciados (Halston Sage), la asiática estudiosa (Cynthy Wu) y la amiga ebria y fiestera (Medalion Rahimi). Resumiendo, Si No Despierto es una típica película para adolescentes, que los va a entretener y dejarles un mensaje positivo sobre la vida y las consecuencias de sus actos. Recomendable para dejar a las hijas y sus amigas en el cine mientras los adultos se clavan un pedazo de torta en algún café.
“Huye” (Get Out, 2017) cuenta la historia de Chris (Daniel Kaluuya), un fotógrafo afroamericano que es invitado a conocer y pasar un fin de semana con la familia de su novia Rose Armitage (Allison Williams) y un grupo de amigos de los padres. Durante su estadía, Chris descubre que los Armitage y su grupo de invitados ocultan algo detrás de su fachada cosmopolita y amigable. Con una muy buena actuación de Kaluuya (Sicario, Johnny English Reborn, Kick-Ass 2), la película gira en torno a las extrañas experiencias que el protagonista tiene durante el fin de semana como invitado de sus suegros. Durante su estadía con ellos, Chris conoce a varias personas, incluyendo a dos empleados afroamericanos y a un grupo de invitados de los padres de Rose. A medida que pasa el tiempo, Chris empieza a notar que debajo de la amabilidad y buenas maneras del grupo, algo está terriblemente mal. El resto de la familia Armitage es interpretada por Katherine Keener (Virgen a los 40, Capitán Phillips, Hacia Rutas Salvajes) como Missy, la madre de Rose; Bradley Whitford (Billy Madison, La Cabaña del Terror, Perfume de Mujer) como su padre, Dean; y Caleb Landry Jones (X-Men: First Class) como Jeremy, su hermano mayor. “Huye” es la ópera prima de Jordan Peele (Keanu,Key & Peele), quien a pesar de contar una historia interesante, tarda demasiado tiempo para ponernos en situación. Del tiempo de cinematografía, se toman 35 minutos (en realidad casi 45’) para que empecemos a ver realmente por dónde va la película y a qué apunta. Whitford y KeenerPapá (Bradley Whitford) y mamá (Katherine Keener) Las actuaciones de la familia Armitage y de sus invitados son tibias, cuando mucho. Bradley Whitford está muy apagado en este papel, donde pasa casi desapercibido. Pasa lo mismo con Katherine Keener, quien a pesar de interpretar un rol un poco más protagónico que Whitford, se luce poco. A fin de cuentas, es una película con un buen argumento que no es resuelto de una manera que resulte atrapante al espectador. Sin embargo, estamos seguros que Peele logrará darnos una buena próxima película cuando tome su ritmo.