Después de algunos años vuelve Paul Thomas Anderson con este hermoso coming of age, donde nos va demostrar nuevamente su amor por el cine, mientras seguimos a dos jóvenes, Alana Kane y Gary Valentine, quienes se enamoran en el Valle de San Fernando en 1973. Con los debutantes y ya conocidos por el director, Alana Haim, integrante de la banda HAIM, y Cooper Alexander Hoffman, hijo del gran actor Philip Seymour Hoffman, nos encontramos frente a una historia de amor y un coming of age tan puro y tan hermoso que seguramente los espectadores salgan con una sonrisa de la sala. La manera en la que Paul Thomas Anderson escribe sus personajes es preciosa sin alguna duda. Jonny Greenwood, con la banda de sonido original, hace un tremendo trabajo y acompaña muy bien todas las situaciones que se plantean en la cinta. Sin dudas el fuerte de esta película y como en todas las cintas de este director son los personajes. Alana y Gary son un dúo hermoso y juntos transmiten mucha ternura y química en la pantalla, lo bien que se complementan el uno con el otro es muy palpable. Al ser su primera actuación se lo nota fresco, y seguramente después de este gran debut con uno de los mejores directores de la actualidad van a tener un gran futuro por delante. Para los más fans de este director presten mucha atención porque en cada rincón hay algunas cosas que seguro reconozcan de anteriores películas que a la vez es una caricia al espectador. Es una historia sobre la amistad y que en el medio se cruza el amor y puede que empeore las cosas o las mejore, pero lo más lindo es todo el viaje recorrido. Al finalizar esta cinta obtenemos esa sensación de que todo lo que puso sobre la mesa está cumplido de una manera excelente. Esta cinta se siente como un regreso a sus primeros films con dos personajes que tratan de encontrar un sentido a todo lo que hacen el uno al otro, aunque algunas de estas acciones sean medios peligrosas, pero con un objetivo claro. Para ir finalizando, esta cinta es un conjunto de muchos elementos que funcionan muy bien, y transportan a la audiencia a una experiencia hermosa y con mucho corazón, que pone la firma de Paul Thomas Anderson. Sin dudas va ser una de las grandes películas del 2022 y merece cualquier premio porque se nota el amor al cine en cada plano, diálogo y demás. Vayan al cine porque se van a encontrar con una película con mucho sentimiento y siempre es lindo ir al cine, más cuando un director de este calibre muestra su corazón al público y entrega algo muy lindo de ver y con tanto amor a lo que viene haciendo desde hace años. «Licorice Pizza» ya está en cines, corran a verla y si nunca vieron el cine de Paul Thomas Anderson vayan porque se van a enamorar de este gran director y guionista con una historia de amor y amistad hermosa que se te va quedar en la memoria por muchos años.
De la mente de Guillermo del Toro llega esta nueva pesadilla en la cual vamos a seguir a un estafador interpretado por Bradley Cooper y un gran elenco. Sinceramente esta es una de las cintas más esperadas de este año, por ser de Guillermo del Toro, quien nos dio grandes joyas cinematográficas. Pero esta falla a lo grande después del segundo acto, donde al meter tantos personajes pierde el hilo conductor de esta historia. Además, todo lo que presenta se disuelve y hace que poco a poco pierdas el interés por nuestros personajes. La química que tienen Bradley Cooper y Rooney Mara no es creíble en ningún momento, porque se siente que nada de lo que hacen repercute en la historia. Lo mismo ocurre con las decisiones que toma nuestro protagonista; cada paso que da se vuelve todo mucho más sombrío y peligroso, donde va tener muchas pruebas que lo van a llevar a un límite y quebrar alguna reglas que él mismo se impuso. Tenemos que tener en cuenta que esta es una remake de la película de 1947 dirigida por Edmund Goulding, que sinceramente trataba mejor a sus personajes y que acá, como dijimos anteriormente, el guion se va por las ramas y ningún personaje se siente con un objetivo claro y conciso. Sin embargo, algo que no se pierde son las creaciones de los monstruos que de la mano de Del Toro son fascinantes. Por otro lado, a pesar de su gran elenco esta cinta le hace perder todo el interés a la audiencia después de un fantástico primer acto, y que lamentablemente se desinfla y muestra todo sus problemas con su guion y la narrativa que le tratan de dar vuelo a cada uno de nuestros personajes pero que caen por demás en un cliché andante y súper repetitivo. Lo más llamativo es que el nivel del primer acto hace recordar a las mejores películas de este director, pero después todo eso se cae y se vuelve una película repetitiva y sin sentido alguno. Lamentablemente el carnaval se queda sin alguna actuación que sea interesante para el espectador y además le juega en contra la duración, porque podría contarse en un poco menos de tiempo y sin tantos hilos que se abren y no funcionan para nada. Es más, distrae al espectador y te deja con más preguntas que respuestas. «El callejón de las almas perdidas» es una de las desilusiones del año y espero que el próximo proyecto de Del Toro vuelva a su modo más clásico con una historia con corazón y sin muchos personajes, porque esta sinceramente es un sinsentido de personajes que no llegan a nada. Igual vayan al cine y vean por ustedes mismos esta nueva película de Guillermo del Toro que ya está en todos los cines del país.
Todos sabemos de lo que es capaz Steven Spielberg y también sus ganas de hacer un musical desde hace más de 20 años y por fin tenemos el gusto de verlo. Nos enteramos de que este gran director estaba haciendo el remake de un clásico de los musicales de 1961 y todos quedamos expectante por lo que iba a hacer. El mismo cuenta la historia de Tony y María, dos adolescentes que vienen de dos mundos diferentes, pero en una noche todo cambia y desata una serie de consecuencias que pone contra la pared a los jets y los tiburones por un territorio. Si observaron la película original y contemplan ésta seguro noten algunos cambios en el guion original de Arthur Laurents que son necesarios y no se sienten para nada forzado con el guionista Tony Kushnner, que ya es un viejo conocido para Steven Spielberg, con quien escribió «Lincoln» y «Múnich», entre otras. Como en todas sus películas, Steven Spielberg pone todos sus recursos narrativos para que pases un buen rato con su magistral dirección y la fotografía de Janusz Kaminski, otro viejo conocido de Spielberg, entregando unas imágenes tan hermosas que cada una seguramente las querés tener en un cuadro en la pared. También la música acompaña de la mano de Gustavo Dudame y David Newman que agarra la música original de Leonard Bernstein y la renueva completamente con unas canciones traídas a nuestros tiempos que son preciosas. Cada uno de los actores y actrices en esta cinta entregan todo de sí para que sea pura diversión, pero la que destaca y es su primera película es Rachel Zegler, que pasó por un arduo proceso de casting y se destacó sobre otras actrices por tener experiencia en musicales. Y su María es un personaje con el que empatizas enseguida, es una chica en busca de algo mejor para ella y le agarras cariño rápidamente. Su interpretación se siente muy natural y fresca. Seguramente en los próximos años veamos más de ella. «Amor sin Barreras» (o «West Side Story» en su título original) es un musical que sí o sí hay que sentir en pantalla grande. Está dirigido por uno de los mejores directores vivos, Spielberg sabe lo que venís a buscar y te lo entrega con un moño para que lo abras y descubras una historia hermosa, en contra del odio y a favor del amor. Yo que ustedes voy corriendo a las salas de cine a ver la vuelta de un grande.
Tomando el control ¿Qué pasaría si agarrás The lego Movie y la juntás con The Truman Show? El resultado sería algo así como Free Guy, una de las sorpresas más divertidas del año. Con una combinación de personajes que rozan lo ridículo, esta película nos adentra en un videojuego llamado Free City con un personaje que es parte, llamado Guy, que día tras día repite la misma rutina. Hasta que se encuentra con una chica misteriosa (Jodie Comer) y eso permite que de un día para el otro se cuestione todo lo que vivió. Free Guy es una aventura para toda la familia más ambientada para un público que juega videojuegos, con grandes referencias que solo un fanático va a reconocer y que son usadas de una manera orgánica para la trama de esta película. En lugar de adaptar un videojuego en particular, Free Guy cuenta una historia nueva y original que está arraigada en el mundo de los. Esto significa que el guion de Matt Lieberman y Zack Penn se liberó de las limitaciones de una propiedad establecida y pudieron contar la historia que quisieran. Quizás sorprendentemente, eligieron contar una historia sobre el amor y el libre albedrío, que se entrelaza a la perfección con el mundo de los videojuegos de Free Guy. Si bien el juego Free City y la forma en que Shawn Levy presenta su mecánica rayan en lo fantástico, es la historia en el corazón de Free Guy lo que lo mantiene firme, ya que sus personajes luchan con luchas muy humanas sobre el significado de la vida y el amor. La película logra el equilibrio perfecto entre la comedia de acción alegre y divertida y los momentos reales más serios de crecimiento y aprendizaje para hacerla una experiencia completa y entretenida. En el corazón de esa experiencia está Ryan Reynolds, quien interpreta a Guy con una combinación de carisma y optimismo de ojos abiertos, casi ingenuo, en el que el actor sobresale. Reynolds ha demostrado una habilidad para equilibrar la acción y el humor en sus roles pasados (Deadpool, The Hitman's Bodyguard, 6 Underground, solo por nombrar algunos), aunque muchos de esos personajes pueden terminar sintiéndose como copias al carbón el uno del otro. Guy tiene un poco de eso, pero funciona dentro de la película, ya que el encanto natural de Reynolds combina bien con el guion y el personaje. También ayuda que Reynolds esté rodeado por un elenco estelar que incluye a Jodie Comer como la decidida Millie y a Taika Waititi como el villano Antwan. Posiblemente Free Guy tropiece un poco cuando intenta representar el mundo más grande y el impacto de Guy fuera de Free City, lo que hace que la película muestre transmisores de juegos populares y varias personas desconocidas que comentan o miran la situación. Pero desde el punto de vista de la historia, son necesarios para configurar el tercer acto culminante, aunque la inclusión de los streamers se sienta más como un servicio para fanáticos de los juegos y, como resultado, es algo torpe. No obstante, con su inteligente narración, su corazón sincero, su humor tremendamente divertido y su acción emocionante, Free Guy tiene todo lo que los espectadores podrían desear ver en una sala de cine.
La magia de lo absurdo En The Suicide Squad James Gunn nos trae de vuelta a este equipo lleno de villanos que tienen una sola misión: salvar el mundo y no morir en el intento, incluso si para eso deban unirse al grupo Task Force X, dedicado a llevar a cabo misiones suicidas bajo las órdenes de Amanda Waller. Y sinceramente fue una muy buena decisión agarrar a Gunn para dirigir y escribir esta película cargada de personalidad, y acá sí se nota que le dieron libertad para hacer lo que quiera con estos personajes, que están rotos por dentro, y el realizador se los apropia y los pone a jugar en un escenario lleno de sangre y balas, con un sentido del humor no apto para todo público. Los puntos fuertes de The Suicide Squad sin dudas son los personajes. La forma que tiene James Gunn de escribir a estos villanos me parece de un ingenio absoluto porque les otorga espacio a algunos personajes que no conocíamos demasiado. Destaco mucho el arco que le dio al personaje de Daniela Melchior como Ratcatcher 2, muy bien desarrollado y esa amistad que nace con el personaje de Idris Elba como Bloodsport es un gran condimento a esta mezcla explosiva. Margot Robbie entrega su mejor Interpretación de Harley Quinn hasta la fecha, sumando a John Cena como Peacemaker, quien hará lo que sea necesario para mantener la libertad; y el personaje con el que más me encariñé es sin dudas con el que interpreta Sylvester Stallone dando su voz: King Shark básicamente es un bebé y tras el transcurso de la película va aprendiendo cosas, como el significado de la amistad. El planteo de una manera original y única por parte del realizador hace que flashbacks o recursos narrativos ya vistos en los cómics, de igual forma funcionen bien. Además hay mucho elemento del cine clase b donde lo ridículo encaja perfecto con todo lo plasmado. Para mí The Suicide Squad es de las mejores películas que hizo DC, porque todo lo que sucede es inesperado y sin dudas supera a la del 2016, que muy probablemente haya resultado de una mala imitación a lo que hizo James Gunn en Marvel. Acá vemos cómo todo lo aprendido le sirve a su favor al director y lo lleva al máximo nivel básicamente y sin filtro, llegando al extremo para lograr que nosotros pasemos un buen rato en una sala. Con una misión clara y un cóctel explosivo esta versión de el Escuadrón Suicida funciona y llega en un momento donde necesitábamos algo así para ver. Vayan al cine porque la van a pasar muy bien y seguro se lleven unas canciones y frases que se van a repetir por mucho tiempo.
La relación disfuncional con el tiempo De la mente de M. Night Shyamalan llega esta nueva pesadilla protagonizada por Gael García Bernal (Y tu mamá también, 2001) basada en el libro “Sandcastle” de Pierre Oscar Lévy y Frederik Peeters que nos pone en una isla donde el tiempo es el enemigo y cada minuto cuenta Tenía muchas ganas de ver Viejos, porque cualquier pieza de publicidad de esta película te dejaba con muchas preguntas más que con respuestas. A raíz de su premisa se disparan muchas situaciones que ponen en peligro a nuestros protagonistas con un montón de giros inesperados, a los cuales nos tiene acostumbrados el director, pero que en esta película no tienen el mismo efecto que mantuvo en las anteriores, porque falla en muchos niveles, desde el guion hasta la puesta en escena. Hay cosas que funcionan y otras que no, como por ejemplo nunca sentir que se tratara de una familia real. Por algún problema de la trama esa relación básicamente no se plasma y se siente muy forzado con muchas situaciones y personajes que no llegan a ningún lado o que uno llega a pensar que son parte importante de la historia, pero después de una escena eso que nos muestra no tiene ningún peso en todo lo que sucede. Hay planos que se sienten raros o fuera de lugar en la narrativa, y sin dudas la falla más notoria es en los movimientos bruscos que plantea el director y que no suman nada y terminan mareando al espectador. Me hubiera gustado que la historia se centre más en la familia, porque el resto de los personajes no tienen razón de estar más que el solo hecho de estar: no suman ni aportan nada. Ya sabemos que el director suele hacer estas cosas pero se siente todo muy anti natural que te deja con gusto a poco; y el abuso de los giros en la trama que, si bien funcionan en sus anteriores películas y nos sorprendían, por el contrario acá no sucede. Se siente fuera de lugar y el impacto que trata de generar, no resulta. El concepto que presenta es interesante, pero no logra desarrollarse con un elenco lleno de estrellas que seguramente tenían mucho por explorar. Si quieren ver algo que los haga agarrarse de la cabeza y estar pegado al asiento este no es el caso, sinceramente creo que es una de las películas del director más flojas en años. Se queda estancado en algo que podría ser una experiencia inolvidable.
Un gran parque temático Ingresé con muchas dudas a ver esta película, pero por muchas cosas me sorprendió y ahora entiendo por qué Dwayne Johnson eligió a Jaume Collet-Serra (The Shallows, 2016) para dirigirla: se nota el nivel que tiene para manejar este tipo de género. Subite a bordo que esto arranca… Seguro cuando veas esta película se te vengan a la mente Indiana Jones y La momia, porque básicamente mezcla esas dos franquicias y nos entrega una aventura para toda la familia. Es muy disfrutable y seguro salís del cine con una sonrisa. La dupla de Dwayne Johnson y Emily Blunt funciona muy bien y sí se nota mucho en pantalla, con chistes y situaciones muy bien ejecutados que básicamente funcionan por la actuación de ellos dos. La dirección de Jaume Collet-Serra me sorprendió porque en su filmografía no hay muchos proyectos que se destaquen, pero sin dudas dio rienda suelta a su creatividad con lindos planos que tal vez te recuerdan a otras películas: presenta conceptos conocidos en el género de aventura, pero le da un giro con algunas decisiones de guion muy bien planteadas y ejecutadas. El director marca el ritmo de la acción y la impulsa hacia adelante de una manera que me hizo sonreír. Esta película cumple en cada acto. El punto flojo son los villanos que resultan muy genéricos: ni la actuación de Edgar Ramirez ni la de Jesse Plemons logran para nada entregar una actuación creíble: caen en muchos clichés y también hay un estereotipo muy conocido que lo estiran hasta el hartazgo. Esto que ya vimos anteriormente resulta mal ejecutado y en ningún momento se sienten como un peligro real para nuestros protagonistas. Están por estar. Como mencioné, los personajes centrales son inmediatamente agradables, y logran esa etérea cualidad de “vender” que este grupo de personas dispares se convertiría en amigos. Del mismo modo, persiste la tensión y el conflicto a lo largo de la película y algo más que sobresale son las secuencias de acción. Son visualmente dinámicos y la banda de sonido de James Newton Howard lo amplifica perfectamente. La música se siente a la vez familiar, pero, por supuesto, es totalmente original de Jungle Cruise. Sin dudas es una película que entretiene mucho y cumple con lo que promete la dupla de Johnson y Blunt. Hasta el momento es una de las más divertidas del año y sin dudas me gustaría ver más de esta pareja en una futura secuela porque tiene mucho más para explorar: te saca más de unas risas aseguradas con un combo explosivo y logra que esta aventura para toda la familia llegue a buen puerto.
El silencio de los inocentes En el 2018 John Krasinski nos agarró a todos por sorpresa con una premisa original y que planteaba cuestiones nuevas e interesantes con personajes tan queribles y unas secuencias que se nos quedaron en la retina. Y es por eso que nos quedamos con ganas de más. Aunque originalmente no estaba en los planeas una secuela, la parte 2 de Un lugar en silencio plantea nuevas variantes y nuevos personajes con una historia que nos toca el corazón. Esta historia inicia cuando toda la sociedad vivía en plena tranquilidad y en el medio de un partido la misma se transforma en muerte y destrucción. Un gran diseño de sonido nos lleva a tener el corazón en la boca en todo momento. Krasinski vuelve a dirigir y escribir el guion para esta segunda parte, donde conocemos cómo empezó todo esto. Sin dudas el espíritu de esta secuela es Millicent Simmonds, quien junto a Cillian Murphy se pone al hombro la película y entregan juntos unas excelentes actuaciones: ella con la mirada y los gestos logra ganarse toda el film. Es sensible y cuando lo requiere se pone súper “Bad”, y aún teniendo un actor de un calibre muy grande como Murphy, él no le hace sombra, para nada. Y aunque aparezca muy poco en escena, Emily Blunt entrega una buena actuación como una madre que está dispuesta a todo con tal de salvar a sus hijos. Todo lo que plantea la primera parte en esta a continuación lo expande de una manera muy satisfactoria y con una dirección y fotografía muy buena y decisiones sobre algunos planos que parecen a simple vista raros, pero el director lo hace funcionar de una manera que ayuda a la narrativa de la historia que se está contando, aunque también hay algunas cosas que me hicieron ruido y que por algunos minutos no aportan nada a la trama Sin dudas Un lugar en silencio: Parte 2 es es una película que hay que ver en el cine, porque estás al borde del asiento en todo momento y nuevamente es necesario destacar mucho el diseño de sonido de esta secuela, porque ayuda mucho y es una experiencia única que hay que vivir dentro de una sala (escuchá ACÁ su soundtrack). Además el diseño de los monstruos mejora mucho. Nos encontramos algunas cuestiones que probablemente en futuras secuelas (o precuelas) veamos más desarrolladas, como es el origen de estos monstruos que dan mucho miedo. Para mí esta película ya ingresa en el top del año, porque mucha de esa mítica que mantuvo la primera parte acá redobla la apuesta, y no necesariamente se vuelve cliché. La saga está en un punto muy bueno y si se expande en contar historias más chicas, funcionaría mucho. Si tienen un cine cerca, vayan corriendo a ver Un lugar en silencio: Parte 2, porque entrega todo lo que promete y mucho más: es una película visceral, muy terrorífica y con mucho corazón.
20 años de historia Después de algunos años fuera de las pantalla, una de las franquicias más famosas vuelve con una aventura explosiva y dedicada íntegramente a los más fanáticos de esta saga, donde Dominic Toretto (Vin Diesel) lleva una vida tranquila con Letty (Michelle Rodriguez) y su hijo, el pequeño Brian, pero saben que el peligro siempre acecha. En esta oportunidad deberán enfrentarse a su pasado luego de que Cypher (Charlize Theron) reclute al hermano menor de Dom, Jakob (John Cena) para vengarse. Sinceramente es la película de la saga que más disfruté, porque ante todo ya sabe que conocemos sus códigos, y si los manejamos y nos gustan, esta novena entrega cumplirá con creces. Además entretiene mucho (particularmente a mí se me pasaron volando las dos horas y veinticinco minutos que dura), con escenas llenas de acción y algunos cameos con personajes icónicos de la saga. También juega con el tiempo para que conozcamos mucho mejor al equipo y que descubramos un secreto que dividió a la familia Toretto. John Cena se suma al elenco con un personaje muy cliché pero por la trama de la película funciona muy bien y otorga momentos geniales que logra mantenernos en el asiento. En todo momento esa rivalidad con el personaje de Vin Diesel es muy palpable y es una de las mejores cuestiones que ofrece esta película, junto a las espectaculares escenas de acción que no respetan ninguna ley de gravedad (ya sabemos que no existe la lógica), autos haciendo hazañas imposibles (que hasta ellos mismos también se lo cuestionan) y que una sola frase es un detonante para un chiste recurrente (que funciona bien en el contexto que sucede). Lo que no me gustó de Rápidos y furiosos 9 es que trate de dejar algún mensaje, lo cual me parece totalmente innecesario porque, aunque esta saga se trata sobre la familia, siempre me pareció muy forzado y no me lo creo para nada. Pero a la vez hace tiempo que no busca ni de cerca ser una película perfecta ni que cuente con un poco de lógica, porque siempre supo separase de eso y lo único que quiere es que pases un muy buen momento en el cine (y con el cinturón puesto para todo esta aventura explosiva). Si buscás algo para relajar el cerebro un rato y pasarla muy bien, Rápidos y furiosos 9 es el camino. Es un viaje muy rápido… y sin frenos. Y antes de irse de la sala hay que quedarse unos minutos porque tiene una escena pos crédito, que puede ser una de las peores que hayamos visto (pero resulta divertida).
Una nueva adaptación llegó a la pantalla grande Después de muchos años de espera por fin llegó una nueva adaptación a la pantalla grande de Mortal Kombat, una de las sagas de videojuegos más exitosas de la última década. Y esta versión ya desde el comienzo te plantea que lo que vamos a ver será muy violento y sin miedo a hacer lo más grotesco visto en una adaptación de estas características. El director debutante Simon McQuoid, junto al guion de Greg Russo y de Dave Callaham y la producción de James Wan, hicieron que sinceramente disfrute muchísimo la película. Supieron cómo adaptar un videojuego pero ofreciéndole unos cambios que a mi parecer están bien y son funcionales a la trama, que se vuelve muy entretenida con grandes momentos para los fans (con algunas cosas que vas a notar si estás muy dentro de este universo tan rico y único como solo una franquicia así puede hacerlo). Las escenas de lucha están muy bien coreografiadas, son salvajes y no se detienen: cuando comienzan podemos encontrar tres o cuatro peleas a las vez y no te vas a cansar en ningún momento. Cuenta con momentos épicos que se te van a quedar en la memoria por un buen tiempo y te hacen casi saltar de la butaca (o donde estés sentado). Es un viaje lleno de sangre, violencia y un poco de humor que funciona bien con el personaje de Kano, que básicamente es insoportable Sin dudas lo más acertado es el elenco. El hecho de contar con Hiroyuki Sanada como Scorpion es un acierto: sin mencionar muchas palabras ya dice mucho y cuando habla logra dar un escalofrío, que cuando llega el momento del enfrentamiento con Sub-Zero (Joe Taslim) es algo que no da respiro alguno y te mantiene en el asiento hasta que llega el final de esa pelea. Sub-Zero da mucho miedo y ese recurso está muy bien, y no recurre a lo cliché en un historia así Para ir finalizando, considero que con esta Mortal Kombat se abrió un nuevo camino para adaptaciones de videojuegos que no son aptas para todo publico. Me interesa saber cómo seguirá esta nueva saga, porque plantea cuestiones muy interesantes… y también quiero ver si se animan a introducir nuevos elementos y cómo se desata todo eso que prometieron al final de esta primera película.