La guerra de los mundos A diferencia de un western en el que el héroe solitario viene a restablecer el orden, en “Fuga de la Patagonia” el protagonista es parte involuntaria del conflicto. El protagonista es Francisco Moreno, enviado a esa parte del país por el gobierno del general Roca para cartografiar el territorio. Moreno se ganó la confianza de una de las tribus mapuche y fue padrino de Francisco, uno de los hijos del cacique, pero en algún momento fue acusado de espiar para Roca y sentenciado a muerte. La película de Javier Zeballos y Francisco D’Eufemia recrea uno de los diarios de Moreno en el que relata la fuga de esa condena. En 1879, año en que transcurre la película, la Campaña del Desierto recién comenzaba. Moreno era además un naturalista y espectador privilegiado de un mundo que estaba a punto de desaparecer, aunque él, según la película, no lo supiese. Uno de los aciertos de esta ópera prima es que no emite juicios, expone los hechos y pone hacia el final cierta mirada romántica y redentora. Rodada en escenarios naturales, con partes habladas en mapuche, el filme conserva el suspenso hasta los últimos minutos. Película de diálogos por momentos demasiado extensos pero necesarios para encuadrar el contexto histórico, el filme contrapone las aparentemente buenas intenciones de Moreno -”que la zona se desarrolle, que llegue la educación y que ellos (los indios) sean parte de eso”, dice el personaje- con la evidencia de que las cosas tal vez no sean como él cree. Quizás su trabajo como cartógrafo sea utilizado por el gobierno para cercar a los indios. Así lo sorprende un soldado cuando le cuenta que desertó porque “los soldados le están tomando el gusto a la sangre”.
Un superhéroe místico Un nuevo y atípico superhéroe fue lanzado a la pantalla. La primera película de la franquicia, además de tener en marcha cuatro secuelas sobre este personaje creado por Stan Lee en los años 60, deja abierta la puerta para desarrollar en el futuro subtramas y personajes secundarios. Aunque los efectos generados por computadora ya son un protagonista más, en este caso Stephan Ceretti, responsable de casi todos los tanques de los últimos años como "Harry Potter", "Thor" o "Guardianes de la galaxia", fusionó la geografía plegable al estilo de "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" o "El origen", con la psicodelia de los 60 y los bucles temporales de "Miss Peregrine y los niños peculiares" o "Hechizo del tiempo". Doctor Strange es un neurocirujano tan brillante como arrogante que después de un accidente pierde la posibilidad de usar sus manos. Decepcionado con la medicina tradicional, alguien le dice que en un templo de Katmandú podría estar la cura, pero allí, además de renunciar a su vanidad, descubrirá que la ciencia es sólo una parte del conocimiento. Strange (Benedict Cumberbatch) y Ancestral (Tilda Swinton), su mentora y una especie de suma sacerdotisa del tiempo y la mente, encabezarán, además, una lucha contra el líder de una facción al servicio del mal. Humor, un héroe excéntrico, acción y dos muy buenos intérpretes completan este filme que promete acción por unos cuantos años y que, como siempre en la línea de Marvel, tiene una intervención de Stan Lee en una breve y cómica escena en la que lee su propio trabajo.
Mi zoológico favorito La marca Harry Potter es una mina que nunca se agota. La incansable J.K. Rowling fue capaz no sólo de crear una de las sagas más taquilleras de la historia del cine ?siete libros, ocho películas y más de 7 mil millones de dólares de recaudación en todo el mundo y tres libros más que complementan el universo Potter- sino que también inventó todo un universo que ya forma parte de la cultura popular de media humanidad. Ahora Rowling se lanzó también como guionista con "Animales fantásticos y dónde encontrarlos", la primera de cinco películas que funcionarán como una precuela sobre el niño mago. La historia transcurre en 1926 en Nueva York. Allí llega el mago Newt Scamander acompañado por parte de su extraño zoológico personal para, sin proponérselo, desatar un conflicto entre sus colegas de una ciudad asolada por una fuerza oscura y destructiva. Acá no están Harry, Hermione, Dumbledor o Voldemort, y tampoco se los extraña. Sí hay varitas y duelo de magos, personajes nuevos y secundarios con el potencial de eclipsar a los protagonistas, y Gellert Grindelwald, la tan promocionada aparición de Johnny Depp, como el mago de las artes oscuras mencionado al principio de la saga. El filme funciona de manera autónoma, pero los fans encontrarán una atmósfera familiar gracias a la dirección de David Yates, responsable de las últimas cuatro entregas. Y quien no sepa nada de Harry, Hogwarts y la magia, conocerá el genio de una escritora con la cualidad de crear personajes entrañables aun en su extrañeza.
Un día muy particular "La larga noche de Francisco Sanctis" se diferencia de otros filmes que abordan la dictadura por hacerlo desde la perspectiva íntima del personaje protagónico. Basada en una novela de Humberto Costantini, el filme narra la historia de un hombre obligado a enfrentarse con su propio temor. Los directores Andrea Testa y Francisco Márquez reconstruyen minuciosamente la época y abordan el tema de manera indirecta. Francisco es un empleado de una empresa mayorista cuya mayor preocupación es obtener un ascenso siempre postergado. Mientras vive su vida apacible y rutinaria junto a su mujer y sus dos hijos, un día recibe una llamada telefónica de una antigua compañera de facultad que lo pone en la encrucijada de seguir en su zona de confort o "hacer algo" en sintonía con su antigua militancia, y ese "algo" es la posibilidad de salvar dos vidas. La película transcurre en esa única noche del título, y al estilo de "Después de hora", de Scorsese, y en, menor medida, de "Noche en la Tierra", de Jarmusch, su protagonista puede salir transformado. Los directores, que participaroncon el filme en la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes, eligieron no mostrar de forma directa las razones del temor y prefirieron representar lo ominoso con cámara en mano, persiguiendo el ruido de pasos en la oscuridad y una única referencia a la presencia militar con dos soldados que aparecen fuera de foco en una breve escena, además de planos cortos sobre un hombre que debe decidir si atender o no a su conciencia.
Una historia de película "El diario de Bridget Jones" inició una saga que llega a su fin con "El bebé de Bridget Jones". El personaje interpretado por Renée Zellweger atraviesa con este filme todas las etapas y las crisis que comenzaron con una chica con algo de sobrepeso e inseguridad, pero que enfrentaba con humor todas los conflictos del tiempo y la edad. De manera coherente así es hasta el final, con una actriz que sabe interpretar las transformaciones físicos y de comportamiento de los 43 años que tiene en la actualidad, la urgencia del reloj biológico y una soltería que amenaza con hacerse crónica. Como lo indica el título, no hay ambigüedad en cuanto al núcleo del argumento. Después de pasar un frustrante cumpleaños en soledad, con mucha actitud Bridget decide enfrentar la realidad y dedicarse a partir de ahora a una vida de hedonismo mientras disfruta de su exitosa carrera como productora de televisión. En la primera salida de esta nueva etapa va a una fiesta y tiene sexo ocasional con el personaje que interpreta Patrick Dempsey. Pocos días después se reencuentra con su ex Mark Darcy, a cargo de Colin Firth. Cuando un embarazo se confirma, Bridget no sabe quién es el padre, y sobre la resolución de ese enredo gira toda la película. Aunque el filme tiene el mérito de apostar por la independencia femenina y la posibilidad de llevar adelante sola un embarazo, su resolución se ajusta a la comedia romántica más convencional aunque conserva el humor y la ironía originales, esta vez con el aporte de Emma Thompson en el guión. El paso de los años también afecta a parte del elenco. Firth, fiel a su personaje de personalidad reservada, dice con cierto desgano sus líneas de caballero herido, mientras Dempsey, da con el perfil de seductor.
El extra es protagonista Para saber cómo una película pequeña se puede convertir antes de los títulos finales en una buena película hay que ver “Miss”. Porque en apenas 70 minutos plasma una idea simple, que por momentos parece simplona, que no es lo mismo, pero con el correr de la historia muta en un cuento redondito, con una ternura tan genuina que conmueve. Robert Bonomo decidió en su ópera prima poner el foco en Roberto Law Makita, un joven asiático nacido y criado en la Argentina, de madre brasileña (aunque de familia japonesa) y padre chino. Bonomo conoció al Makita real en un casting y debido a su personalidad tan atípica construyó de él un personaje singular. “Miss” tendrá una mixtura entre realidad y ficción a partir del derrotero de este joven desgarbado, que se hace llamar Robert, que va a uno y otro casting para ser extra, y que un buen día cuidará una lujosa casa de una ex Miss Argentina. El trabajo se lo pasa su amigo Rigo, otro extranjero que vive en el país, que tiene mucho más incorporados los latiguillos argentos, con puteadas incluidas, claro está. Allí conocerá a una vecina algo extravagante, pero que no tallará tanto en su vida como una bella joven (Malena Villa, única actriz profesional de la película), de quien se enamorará perdidamente. Robert la seguirá a sol y a sombra hasta que un buen día ella comienza a reparar en él, aunque no en el plano amoroso, sino que lo ve como un amigo que la puede acompañar en su soledad. Robert, que tiene como libro de cabecera el Record Guinnes, se empieza a obsesionar con ella hasta que un día la linda muchacha desaparece de los lugares que solía frecuentar. Esa búsqueda y el tránsito hacia el corazón de su amada marca el pulso de una película que, de tan simple, se convierte en imperdible.
Todos tus muertos Dioses y demonios, complots ocultos en un oscuro libro medieval y un cálculo enigmático guían la trama de “Ecuación”, el ambicioso segundo filme de Sergio Mazurek. El personaje protagónico es Hermes Vanth, un médico en cuyo hospital los muertos comienzan a contarse por decenas cada semana, con la particularidad de que en cada nuevo caso ronda la zona otro personaje intrigante, un hombre mayor canoso que inevitablemente comenzará a obsesionarlo. Así comienza la caída libre de Varth en un mundo en el que los cadáveres irán cayendo literalmente a su paso, bajo las ruedas de un tren o delante de sus ojos, mientras los fantasmas comienzan a rondarlo. La iconografía religiosa, las cofradías y las referencias a filmes emblemáticos que marcaron el camino de conspiraciones ancestrales son una cita presente en este filme bien resuelto técnicamente y con un gran trabajo de diseño de arte. La trama demasiado intrincada hace perder el impulso de un guión que se atomiza en diálogos por momentos forzados pero necesarios para explicar la naturaleza de los personajes y de la acción.
Un oscuro cuento de hadas Tim Burton regresa a su universo extravagante, esta vez tomando como punto de partida el libro tan singular como la película que filmó: una narración gráfica de Ransom Riggs construida con fotografías de personas con algún rasgo extraño. Se trata de la historia de un adolescente que luego de morir su abuelo decide viajar de Florida a una isla en Gales para saber si lo que el hombre le contó toda su vida era verdad o pura fantasía. Luego de la primera media hora en la que se presentan los personajes, "Miss Peregrine y los niños peculiares" tomar impulso a partir de los elementos mágicos, como mujeres que se convierten en pájaro, un niño con fauces en la nuca y otros que dominan el aire y la naturaleza. La película es fiel a la estética de Burton, con atmósferas contrastantes, por momentos violenta y siniestra. Pero en este caso el director acompaña ese universo poblado de freaks con una melodía distinta de fondo sensible y reflexiva. Los "niños peculiares" podrían haber sido atracciones de circo en el siglo XIX, pero Burton los rescata con sutileza de esa brutalidad y recuerda con su película que la singularidad puede ser una oportunidad, que el mundo realmente puede ser brutal, que la maldad existe, que se debería estar alerta, pero sin olvidar que la belleza en su sentido más amplio también existe.
Los héroes de acción tienen algunas características comunes: Jason Bourne, Jack Reacher, James Bond, Ethan Hunt. Arthur Bishop, el personaje protagonista de “El especialista: Resurrección”, segunda entrega de la franquicia, no escapa a la regla: agudo, sabe escapar a tiempo de cualquier peligro, tiene licencia para matar, se sabe poco de él y de su pasado, no tiene conflictos internos y sí pocos matices: termina en segundo, con armas o a las trompadas, con quienes se le enfrenten. Y las sagas que protagonizan tampoco escapan a un patrón común, todo a un ritmo vertiginoso y una trama que avanza imparable gracias al carisma de sus actores y una intriga simple pero entretenida. Bishop, con la ayuda de su intérprete, Jason Statham, tiene todo eso, y un plus: es, además, un ingenioso constructor de gadgets y bombas, y parece desafiar el coraje, el ingenio y el vértigo de todos sus predecesores, trepando paredes, saltando al vacío y colgado de arneses. En esta segunda entrega Bishop disfruta del retiro de su trabajo como asesino profesional, pero todo cambia cuando es contratado mediante extorsión para volver al ruedo y terminar con tres delincuentes internacionales. El anzuelo es una chica linda y de buen corazón de la cual se él se enamora, a cargo de Jessica Alba. La dama luego es secuestrada para obligar a Bishop a cumplir su parte del trato y eventualmente rescatarla de sus captores, como un príncipe azul y letal. En ese momento la trama se vuelve episódica, y cada encargo se resuelve de manera ingeniosa y se desarrolla en los lugares más inaccesibles hasta donde Bishop deberá llegar para terminar con la vida de traficantes de armas y de personas.