Condenan a un adolescente a una pena de treinta años de cárcel por venta de drogas. Su padre (Johnson), para conseguir que le reduzcan la condena y que salga en apenas unos meses, se pone en contacto con un narcotraficante de renombre. El film está dirigído por Ric Roman Waugh, quien tiene pocas películas en su curriculum de director pero se destacó modestamente con Felon (2008), y lo coescribe junto a Justin Haythe. Protagoniza Dwyne "The Rock" Johnson y participan Jon Bernthal (a quien recordamos con desprecio por su insoportable papel en The Walking Dead), Susan Sarandon, Barry Pepper y Michael Kenneth Williams. ¿Qué onda? Ésta es la película que Johnson quizo hacer para despegarse un poco de su imágen de chico rudo cara de piedra y buscar hacer un papel más actoral, en donde se vean un poco más sus expresiones y no tanto sus golpes. El problema es que desde el vamos, pese a ser un drama, está vendido como un thriller con altas dosis de acción, lo vemos en el trailer, lo vemos en el poster y en el film se nota un tira y afloje. A Johnson es practicamente imposible sacarle su cara de piedra, le pone muchísimo empeño y lo bancamos (por eso y mil dosis de acción deserebrada que amamos por acá) pero no le alcanza para un papel dramático y sentido. No se quiebra cuando llora, le cae una lágrima y se seca entre la roca caliente, sin exagerar. Las escenas de acción están bien, pero son tranquilas al lado de las que nos tienen acostumbrados ya que es un thriller dramático, y anfatizaron más en eso. Vemos a Johnson, gigante, con su precencia, algo asustado, intentando ser un tipo normal... pero se lo ve forzado. Jon Bernthal interpreta a un ex-convicto y hace un papel casi calcado del que hizo en The Walking Dead, un tipo agoviado por su pasado, temperamental, desbordado, intentando hacer lo mejor si importar las consecuencias. El resto del reparto casi no se destaca ya que no aparecen mucho, es prácticamente Johnson discutiendo con Sarandon y Bernthal antes de luchar contra infinitos lacayos narcotraficantes. El manejo de los tiempos narrativos es bueno, pero hay una sobredosis de clima opresivo enfatizado con la banda sonora que marchita el entretenimiento. Puntualmente, hay unos violines y chelos de fondo, constantemente, a destiempo, entrecortados, que no te dejan apreciar lo que hay en pantalla. No hay giros argumentales mágicos, y si bien no es algo trilladísimo, si es un guión clasicón, sin sorpresas. Se inyectaron a presión escenas de acción para conformar a los que fueron a ver a The Rock golpear o hacer explotar todo y se buscó emocionar sin resultados. Por momentos se hace tediosa. Esperemos que Ric Roman Waugh se vuelva a encaminar con su próxima película, que con Felon había hecho un certero y efectivo trabajo.
Logan, recluído en una montaña, en soledad, agobiado entre recuerdos y enojado con el mundo, es encontrado por Yukio para despedir a un viejo conocido que está por morir. Parten para Japón, donde comenzarán los conflictos que todos esperamos. Esta película intenta hacernos olvidar del mal trago que fue X-Men Origins: Wolverine (2009) y continúa de la mediocre X-Men: The Last Stand (2006). Vemos hechos puntuales que hacen referencia a la tercera entrega de la saga mutante. La dirección está a cargo James Mangold, quien dirigió muy buenos films como: Identity (2003), Walk the Line (2005) y 3:10 to Yuma (2007). Encaran el guión Mark Bomback, culpable de la remake de Total Recall (2012) (aunque también escribió Unstoppable [2010] y Live Free or Die Hard [2007]) y Scott Frank, quien estuvo detrás de Minority Report (2002) y The Lookout (2007). Volvemos a ver a Hugh Jackman haciendo de Logan/Wolverine, como siempre, el ES Wolverine y el personaje le calza justo desde su primera X-Men. Las otras actuaciones, que se pueden mencionar, son: Rila Fukishima, haciendo de Yukio, quien teniendo solo un cortometraje en su curriculum hace un buen trabajo, sobretodo en coreografías de peleas (salvando las escenas de dobles, claro) y Tao Okamoto haciendo de Mariko, quien también debuta cinematográficamente en este film, y si bien no se destaca en su papel de "princesita secuestrada del castillo", está bien. No es la película definitiva del personaje, no es una obra de arte en adaptaciones comiqueras, ni es "el gran film que se merecía"... pero cumple con creces y nos da un respiro que nos hace olvidar por un momento lo que fué su primer entrega en solitario. No me malinterpreten, no solo rinde y ya. Tiene muy buen ambiente y clima, tanto los primeros minutos en la montaña como todo el resto en Japón, hay un equilibrio entre escenas de acción y flashbacks más pasivos, por más que prevalescan los primeros, se implementa una jerarquía certera. Lo choto: Al público casual que espera ver dos horas de pura acción, se le pueden hacer algo largas las escenas dramáticas y poco consistentes. Lo abrazable: Las escenas de acción, sobretodo la del tren, y la escena post créditos. Es una película modesta y eso no resta, suma, le da una bocanada de aires fresco al personaje.
Camadas de monstruos gigantes salen del mar e inician una guerra que terminará con millones de vidas y consumirán los recursos de la tierra durante un sinfín de años. Estos monstruos fueron llamados Kaijus y para combatirlos la humanidad diseña unos robots de la misma estatura llamados Jaegers. Premisa simple con resultado efectivo es lo que nos trajo Guillermo del Toro a los cines. Pochoclo de calidad. Dirige Del Toro y también co-guiona con Travis Beacham. En el reparto protagónico no hay grandes estrellas actorales de renombre pero tampoco se las necesita para este film, acá los protagonistas son los gigantes. Si hay cameos preciosos que los sorprenderán. Vamos a sacar un par de comparaciones de lado desde el principio, porque a la gente le gusta hablar sin saber: No tiene absolutamente nada que ver con Evangelion ni con Transformers. Que haya robots/monstruos gigantes no la hacen una copia de nada. Esto se decía desde mucho antes del estreno y con la salida de la película se les cerró una vez más la boca a los ignorantes. Pacific Rim se mantiene en pie por si misma, no necesita de nadie. Lo que si se puede entender son comparaciones desde efectos especiales, estética y demás con otras producciones. En esto si entraría Transformers, por ejemplo, y saldría mal parado en la comparacion. En este film los diseños son más entendibles tanto por sí solos como cuando están entrelazados en una pelea con múltiples adversarios. Hay una armonía en el diseño de personajes envidible. Es solo una pelota de grandes peleas durante dos horas? No, pero si el gran porcentaje del film. Hay una historia base, hay un transfondo humano y detalles que no contaré para que la vean si no lo hicieron. Pero como se habrán dado cuenta con el trailer o lo poco que habrán podido leer, el guión está hecho para que desenboque en estos combates. Si están bien hechos y cumplen, no hay quejas, uno sabe que va a ver a la hora de elegir e ir al cine. En este caso no hay quejas y hay aplausos. Como resultado tenemos un deleite de acción sci-fi continuo, con excelente ritmo y narrativa, efectos especiales impecables, diseños maravillosos y un homenaje implicito a series de nuestra infancia como Mazinger, Grendizer, Arbegas, Ironman 28 y gran etc. Volvemos a ser niños durante 120 minutos, amando cada productor de caos que aparece en pantalla. Vemos a esos gigantes con una solimnidad suprema, y Del Toro logra que lo hagamos desde un punto de vista sensible. Altamente recomendable para ver en el cine, toda una experiencia.
Cuatro adolescentes tienen muchas ganas de irse al carajo y vivir de joda, asaltan con pistolas de agua un restaurant y parten hacia el paraíso soñado. Se pasan de rosca con alcohol, muchas drogas y terminan en la carcel. Sin dinero, y en bikini, salen bajo fianza, ésta fue pagada por un traficante de armas y drogas (James Franco), quien ve mucho potencial en las chicas. Harmony Korine es quien se hizo cargo de la dirección de esta película, éste escribió KIDS (1995), film que bajo la dirección de Larry Clark se terminó volviendo de culto y que tiene muchos puntos en común con Spring Breakers. Korine no solo dirige esta vez, también la escribe. Las expectativas eran altas por cuestiones simples que con el circo mediático se van agrandando: "Del escritor de KIDS", era un punto fuerte. Que una de las protagonistas sea Selena Gomez y aparezca en bikini el 90% del tiempo, suma siempre público, por ahí acá no sea tan conocida como en norteamerica, pero es una cantante popular y aún más por ser la novia (ex?) de Justin Bieber. El de lo que prometía el trailer también sumaba, descontrol, fiesta interminable, infinitas mujeres semidesnudas y diversión desmedida. El resultado es basicamente lo que prometían, infinitos primeros planos de tetas, naturales, operadas, grandes, finas, clásicas, old school, saltarínas, bamboleantes... si te faltó ver alguna clase o tipo de teta en tu vida, seguro lo ves acá, porque sobran, de eso no nos podemos quejar. El resto? cuatro pibas en bikini haciendo poses sugestivas, de fiesta, sexo, drogas, armas, música, luces y sobretodo descontrol. No hay más que eso. No hay una historia fuerte, el guión es básico y los diálogos son comúnes, hasta por momentos reiterativos. La música es constante, no para ni un segundo en toda la película, agobia de sobremanera. Hay un excesivo uso de colores fuertes, luces chillonas, mucho flúo y resplandor constrastante para denotar, una vez más, el descontrol. Cansa la vista. Lo único realmente destacable es la actuación de James Franco quien, me atrevo a afirmar, será uno de esos grandes actores como son hoy De Niro o Al Pacino a futuro. El tipo ha pasado por el papel que se les ocurra, no solo haciendo de héroe o villano, sinó por facetas y personajes más complejos, siempre se destaca, se lo ve natural, creíble y convincente. En este film hace de un traficante que vive la vida sin ningún tipo de restricción y si bien el personaje no es muy profundo, él lo vuelve más interesante y hasta querible al interpretarlo. El resultado final es pobre, intenta ser una película provocativa y termina siendo vacía, monótona. Habiendo visto KIDS nos hace pensar que hubo un intento por reflejar ese mismo espiritu pero hoy, el cruce de todo límite en la actualidad ya no impacta como antes y menos de la forma en la que se lo aborda en el film, lejos de cualquier dramatismo y más cerca de un frenesí divertido. Dejando de lado cualquier expectativa sobre el film luego de haber visto los trailers, se esperaba más de Korine, veremos si tiene revancha.
Zack Snyder deja la cámara lenta de lado para darnos una experiencia visual más que digna sin quedarse solo en eso. Por supuesto que el mérito se reparte con David Goyer, quien guionó y en parte también con quien hizo de productor: Christopher Nolan, que junto a Goyer escribieron la historia. Esta aclaración puntual es para dejar de lado un poco el tema de "El Superman de Nolan", éste no es el Superman de Nolan, es el Superman que aprobó Nolan, parece pero no es lo mismo. Si el film lo hubiese dirigido Nolan hubiésemos visto otro resultado, mejor? peor? no lo sabemos. Grandes aciertos polulan en estra gran producción, el primero es encarar la misma historia de siempre desde otro ángulo. Algo que viene pasando mucho en películas superheroicas y tantos reboots es tener que volver a contar el origen del héroe, repetir escenas con otros actores, variando detallitos, etc. Acá se hizo incapié en el planeta de origen del mismo, Kripton, se le dieron más que cinco minutos de introducción, se inició la película encarando todo desde la ciencia ficción, partiendo desde la base de que Superman es un extraterrestre. Esto logra que desde el vamos y durante el transcurso del film, no se caiga una vez más en la mitificación del personaje como un dios solemne intocable, al punto tal de que solo se lo menciona por su nombre superheroico una sola vez. El miedo que teníamos varios era que el británico Henry Cavill no pudiera llenar el talle del traje azuloso y terminó haciendoló muy bien. Lo mejor es que no intentó imitar a Christopher Reeve como pasó con Brandon Routh en Superman Returns, pero tampoco intentó diferenciarse mucho, hizo un Superman justo y consistente. Amy Adams interpretando a Lois Lane también generaba algo de desconfianza y fue una grata sorpresa ver que nos equivocábamos en prejuzgar. Si bien no descolló superó las expectativas sólidamente. Luego tenemos a Michael Shannon haciendo de Zod, un villano bien caracterizado de un modo imponente y a Diane Lane haciendo de una Martha Kent melancólica. Los aplausos actorales se los llevan Russell Crowe encarnando al padre biológico de Superman, Jor-El y Kevin Costner como Jonathan Kent, su padre adoptivo. Ambos de un modo natural, creíble y hasta querible, hacen de los mejores padres de ambos mundos, demostrando sentimientos puros, fuertes y lazos inquebrantables más allá de la muerte. El director nos dejó claro en películas como Dawn of the Dead, 300 y Watchmen, que visualmente es impecable, tenemos claro que si vamos a ver una peli de Snyder, al menos estéticamente no nos va a defraudar. Lo bueno fue ver que nos dió el gusto de meter toda la violencia comiquera que requería una película de Superman, peleas que no solo se quedan en tres puñetazos y explosiones. Hay muchas explosiones, claro, pero hay muchos más puñetazos y buenas peleas a la altura de cualquier comic, como debe ser. La edición, narrativa y buen ritmo acompañan. Eso si, casi no hay un momento de calma como para respirar, pero está muy bien. Hay escenas angustiantes, que encima, acompañadas del excelente trabajo sonoro de Hans Zimmer, te dejan un nudo en la garganta. Lo peor? escenas minúsculas de menos de un segundo de gente saliendo de entre los escombros o autos aplastados, sin rasguños. Lo mejor? Una bocanada de aire fresco para el personaje en el universo fílmico, distinta a todo lo realizado con anterioridad, encarada desde otro lado, con muchas libertades tomadas basándose en los comics pero de un modo respetuoso y bien cuidado. Espero ansioso la segunda parte.
Hermanos de Sangre nos cuenta la historia de Matías (Alejandro Parrilla), un tipo que sueña constantemente con cosas simples pero, al menos para él, inalcanzables. Todo esto cambiará cuando Nicolás (Sergio Boris), su mejor amigo, vuelve a su vida, ayudandolé a correr las limitaciones que cierran sus aspiraciones de un modo práctico pero poco convencional. Daniel de la Vega (Death Knows Your Name) capitanea esta película que no puede definirse con un solo género, y en este caso eso es una virtud. La dirección está acompañada por Martín Blousson (La Memoria del Muerto), quien también se hace cargo del guión junto a Nicanor Loreti (Diablo) y Germán Val (Parapolicial negro, apuntes para una prehistoria de la AAA). Una vez más tengo el placer de sentarme a disfrutar de cine nacional jugado y distinto a lo que solemos cruzarnos en el cine desde hace años. El film tiene muchos puntos fuertes para destacar y voy a tratar de mencionar solo lo más importantes para no contarles nada de la historia. La narrativa que puede verse es remarcable, mucha fluidez bien lograda con una edición que le hace justicia. Se pasa de momentos dramáticos a escenas de acción intercalando humor negro de un modo que te hace sentirlo natural, real, palpable. La fotografía también cumple un buen papel, hay unos claro/oscuros maravillosos que sorprenden gratamente y por más que sean tomas rápidas te quedan en mente. Todo esto mencionado es muy bueno, pero sin duda el punto más fuerte de todos son los diálogos. Son extremadamente certeros y están muy bien elegidos y pensados para cada personaje. Parece una obviedad esto que digo, pero no lo es, ejemplos de trabajos mal hechos sobran, siempre. Estos diálogos tan acertados no hubiesen sido ni la mitad de buenos sin una buena interpretación, y los aplausos se los llevan los protagonistas principales, Parrilla y Boris. Si bien las actuaciones de casi todo el reparto son muy buenas, se destacan muchisimo estas dos, lo que hace que los diálogos tomen un refuerzo extremo. Hay frases tan geniales que podrían ir tranquilamente a los top 50 de mejores citas de películas. La participación de Carlos Perciavalle en la cinta es descolocante, no hace mal su trabajo, pero distrae más de lo que debería atraer. Entiendo que una figura así puede llevar más gente al cine, pero si hace un papel secundario, no está en el poster promocional y hace un papel por demás bizarro, distrae en lugar de llamar la atención o hacer reir. Una señora mayor podría haber hecho el mismo papel sin distraer tanto y siendo más graciosa, estimo. El balance es más que positivo, tenemos como resultado una película jugada y distinta al cine nacional clásico, como les decía al principio. Escenas de tensión y climas bien logrados, opresión constante, lindas actuaciones (algunas excelentes), humor negro que saca carcajadas, y un tratamiento de imagen envidiable para muchas películas con muchísimo más presupuesto, que no es poco para nada. En fin... sangre, tiros, tetas, gags y esa magia que exhala el cine de acá que se aleja de lo típico. Hay gente que apuesta a hacer cine nacional distinto, vos podes apostar a acompañarlo sin perder el tiempo.
En un futuro la Tierra es invadida por aliens y estos se alojan en los cuerpos de los hombres, controlando también sus mentes. Wanderer, quien habita el cuerpo de Melanie, no se puede acostumbrar del todo a soportar sentimientos fuertes, emociones y recuerdos intensos, se le hace aún más difícil cuando Melanie lucha desde dentro para conservar el control de su mente desplegando recuerdos de Jared, el hombre que siempre amó. La insistencia y magnitud de estos sentimientos domina a Wanderer hasta acabar deseando a un hombre que jamás vió. Las circunstancias en las que se ven envueltas hacen que ambas se terminen aliando y saliendo en busca de su amado, muy a su pesar. Stephanie Meyer, la culpable de la saga Crepúsculo (Twilight, originalmente), no perdió el tiempo, meses después de finalizar dicha saga con su último libro, sacó a la venta La Huésped (The Host - 2008), primer libro de tres. Leíste que hizo antes la autora y ahora solo pensás en lluvia de melasa, corazones y vampiros que brillan al sol destilando miradas de boy band? Casi, pero no. Andrew Niccol es el encargado de dirigir y quien está atrás del screeplay, éste se encargó de escribir y Gattaca (1997), S1m0ne (2002), Lord of War (2005), e In Time (2011). En este caso hay un trabajo correcto, pero no le llega ni a los talones a ninguna de su filmografía y se nota. La edición es buena y el ritmo, para lo que son las situaciones planteadas, esta bien, Niccol debe haber hecho malabares con los huecos donde no pasa nada, que son muchos. dirigir pelis recordables como El film entretiene pero los huecos mencionados lo hunden en cámara lenta a las profundidades del olvido. Las dos horas que dura se hacen eternas, hay una carencia de narrativa básica notable hasta para espectadores casuales. Nos intentan vender un triángulo amoroso que no tiene siquiera una pista donde apoyarse, pasa a ser algo intangible. Hemos visto infinidad de veces una entidad usurpando un cuerpo y luchando con el interior del mismo, pero esta vez le gana a todas... en diálogos monótonos y hasta ridículos. Se quiere vender tensión dramática cuando carece de una estructura sólida, actuaciones correctas y desarrollos decentes, no tiene ni un punto clave. En conclusión, tenemos una película rutinaria, con plagada de momentos trillados y bostezables, donde lo poco que pasa se estira durante dos horas, casi sin acción. No hay cosas destacables salvo la dirección que es correcta. Me atrevo a decir que será aburrida hasta para el público adolescente al que apunta. Como viene la mano, si esto fuese una versión triste de Celebrity Deathmatch, habría que subir al ring a Sthephanie Meyer para que pelée contra Uwe Boll.
Al fin se estrenó una de las películas más esperadas del año, en la que podemos ver el otro lado del superhéroe que popularizó el universo fílmico y que en los comics casi no resaltaba. Shane Black es el encargado de dirigir esta vuelta. Jon Favreau le cedió la dirección para solo dedicarse a actuar. Black junto a Drew Pearce escribieron el guión, el director solo tiene una película en su curriculum tras las cámaras: Kiss Kiss Bang Bang (2005) donde también trabajó con Robert Downey Jr., no es un dato menor que él haya sido quien estuvo detrás del guión de las primeras dos películas de la saga Arma Mortal (junto a otros clásicos de acción como The Last Boy Scout [1991] y Last Action Hero [1993]). Tony Stark esta vez luchará contra un enemigo un poco más interesante que los de las primeras entregas. Aún así, como siempre, la atención está encima del héroe la mayoría del tiempo, el villano no está ni siquiera compartiendo plano, tiene su segundo lugar, por momentos es casi un tercero. Esto parece algo negativo, pero no lo es, no en ésta cinta. Acá vemos como el protagonista está agobiado por fantasmas personales, atormentado por eventos ocurridos en otros films como The Avengers (2012) e intentando encontrarle la vuelta a la relación con su mujer Pepper, este intento por humanizar más a Iron Man no viene por el lado de que se lo ve muy robótico, mucha tecnología y acción sin sentido; va más por el lado de la personalidad del héroe, un tipo egocéntrico, megalómano, histérico, ansioso e hiperactivo. En algún momento tenía que explotar esa bomba interna. El trabajo de Black en esta cinta es destacable, se nota mucho su amor por el cine de acción y los clásicos. Se pueden ver varias escenas y situaciones que solían repetirse bastante en pelis de los ochentas y principios de los noventas, pero con un ritmo tan alto como el de éste film, encajan como piezas de un rompecabezas. Es un despliegue infinito de efectos especiales, escenas de acción donde la cámara sigue al hombre de hierro entre explosiones, balas, lluvia de fuego, gritos y pedazos de edificios cayendo. Visualmente, es impecable, nos tienen acostumbrados a eso y no pueden ceder nunca por ese lado. Muchos puntos a favor para comentar, Downey Jr. se autosupera y realiza su mejor interpretación del héroe en todas sus apariciones, lo hace de un modo inteligente sin caer en la repetición. Favreau aparece poco, pero lo poco que aparece es mas que suficiente para sacarnos un par de carcajadas, lo suyo siempre fue el humor y nos encanta. La hermosa Gwyneth Paltrow, haciendo de Pepper, más que correcta. Guy Pearse atrás del villano Aldrich Killian justo, no para destacar. Lo que sí fue una sorpresa rara pero que terminó dejando una un buen sabor, fue la interpretación de Ben Kingsley como el Mandarín, villano de turno, cuando vean la peli se darán cuenta a que me refiero. Es un actorazo, con todas las letras y pese a tener mucho reconocimiento por haber trabajado en films de renombre como Schindler's List (1993), nosotros lo recordamos y queremos por su trabajo en Species (1995). Dudo que ésta sea la última vez que veamos un film individual de Iron Man en el cine, pero es el cierre de una saga, de una trilogía muy acertada y con un final que dejó el listón muy alto. Pochoclo infinito, pero de gran calidad y garantía de que vale el precio de la entrada al cine.
En el 2009 un uruguayo llamado Fede Álvarez llamó la atención de Hollywood cuando publicó en Youtube un corto llamado Ataque de Pánico, donde se veía una invasión extraterrestre cayendo sobre Montevideo. Sam Raimi vió esto y llegaron a un acuerdo para que el uruguayo dirija una remake de Evil Dead (1981). Ésta película es la ópera prima del director y que mejor que empezar la carrera con Raimi de productor, remakeando una de las mejores películas de terror/bizarro de todos los tiempos? Protagonizada por actores totalmente desconocidos, algo que es un gran acierto más cuando trabajan bien, volvemos a ver la historia de cinco amigos que van a una cabaña metida en un gran bosque en el medio de la nada y que luego de leer un líbro bastante particular... abren un portal del infierno. Es una remake al 100% ubicada en la actualidad? No. Los que haya visto la Evil Dead, se acordarán que la primera era bastante seria, con gore algo fuerte para aquel entonces, la segunda era en parte una especie de remake de la primera emulando las mejores escenas, agregando más gore y explotando un humor negro inolvidable. En ésta entrega se ven ligeros cambios varios en la historia como en para equilibrar la ecuación y que funcione en la actualidad. El manejo de los tiempos es similar pero va un poquito más rápido. Se reformularon muchas situaciones repentinas volviendolás mas certeras, para asustar mejor, digamos. No hay humor negro, ni pasa ligeramente por lo bizarro, es una película de terror con gore y escenas fuertes sin recaer todo el tiempo en lo mismo, como pasa en sagas como Saw y Hostel. trilogía Hay muchos puntos interesantes para destacar, pero voy a mencionar solo los que se puedan contar sin hablarle de la historia. Guiños a la original, se cae de maduro, pero no son solo un par, son muchos y son el placer del fan. Frases de cine clásico de horror, que por ahí hoy suenan algo tontas y muy trilladas, sobresalen. Tensión constante bien lograda con una ambientación justa y música precisa, genera opresión en el espectador. Escenas calcadas de la original pero pintadas con un pincel nuevo y algunos bonus que te hacen saltar. Algo extremadamente destacable es que casi no hay cgi en el film, apenas retoques de imagen, todo es maquillage vieja escuela, revaloriza el género y demuestra que se puede seguir trabajando así, haciendoló todo más real. No hay monstruos ni muñecos gigantes en 3D, todo parece salido de una pesadilla palpable. Terror gráfico, literal, bien expuesto, algo que hacía falta hoy. La nueva Evil Dead remarca cómo los viejos y clásicos films originales, independientemente de la producción, logran resistir hoy el paso del tiempo. Se nota que Fede Álvarez se puso la camiseta y defiende la tradición del terror a capa y espada. Esperemos que se vengan más así.
Jorge (el Puma Goity) tiene una muerte algo repentina y luego de un mes y medio, su mujer: Alicia (Lola Berthet), junta a los amigos que más lo quisieron para leerles una carta que Jorge dejó antes de fallecer. Los invitados no tienen idea de lo que preparan Alicia y Hugo (Luis Ziembrowski) para ellos, con el fin de revivir al difunto. Nos encontramos frente a una película nacional jugada, desde el vamos. Supongo sabrás que al cine son contadas las películas nacionales que llegan, las trabas impuestas desde arriba son varias y dentro de lo que se puede ver, predomina el drama, polulan usualmente los mismos actores gancheros (el clásico ejemplo: Ricardo Darín), etc. Conseguir meter una película de terror con toques de humor negro y chispazos de gore en cartelera, no es joda. La Memoria del Muerto entra en la camada de Cine de Género Argento, que tan bien nos hace. La película tiene dirección de Valentín Javier Diment, responsable de El Sentido del Miedo (2007) y Parapolicial Negro: Apuntes para una prehistoria de la Triple A (2010), y guión de Martín Blousson (quien también trabajó en las mencionadas) quienes nos llevan por un constante salto de disco sorpresivo y mantienen pendientes hasta el final. Se puede ver cine de género; enredos sangrientos, melodrama pasional y escenas impactantes jodidas, fuertes. Los seguidores de la mejores épocas de Sam Raimi y Darío Argento la van a disfrutar el doble. Tiene ese rico aire a cine de terror italiano. Encerrar a los protagonistas para que sufran es un clásico truco que hemos visto muchas veces, pero esta vez se enfrentan a sus propios miedos y verdades. Hay un manejo de climas muy interesante, sobredosis de opresión logrando transmitirla y contagiarla al espectador. El ambiente va creando una atmósfera tensa, donde nos desorientamos e intrigamos hasta llegar a la media hora final donde explota la resolución de manera impensada. Un magnífico desenlace que no tiene nada que envidiarle al cine de afuera. A destacar: La música de Pablo Borghi es certera y te empapa de suspenso, los efectos especiales están muy bien logrados y abunda lo clásico: el látex, las réplicas, tiene pc/cgi pero no recae todo el tiempo en eso, algo que es un plus altísimo. Lola Berthet se muestra como una actriz versátil y la descose, pasa por todas las facetas, dá cátedra. Querían películas nacionales distintas en los cines? esta es su oportunidad para ir a ver algo jugado, de género y con sintonía fina. Aprovechen este fin de semana largo y vayan a ver La Memoria del Muerto, que no se van a arrepentir.