El director de cine, actor, productor y escritor estadounidense Eli Roth es conocido por incursionar en el género del terror y la violencia explícita (“El payaso del mal”, “Hostel 1 y 2”), en esta oportunidad ingresa en el mundo de la fantasía, con un corte para toda la familia, pero aquí algunas escenas son gore, tiene momentos siniestros, espeluznantes y referencias a la guerra mundial, quizás a los más pequeños los puede impresionar y sobresaltar, con ciertos toques de Tim Burton y del film “Escalofríos”. También le podemos encontrar una pequeña similitud a Lewis con los comienzos del joven Harry Potter, porque Lewis intentará aprender la magia que utiliza su tío. Los protagonistas se divierten y son estupendos, con grandes actores como Jack Black (Jumanji: Bienvenidos a la jungla”), Cate Blanchett (Ocean’s 8: Las estafadoras”) son sobresalientes y el joven actor Owen Vaccaro (“Guerra de papás 1 y 2”) quien se encuentra bien resguardado por esta dupla, nos encontramos con buenos trucos visuales, un sillón con movimientos, figuras que se mueven solas, reflejos y objetos especiales, una buena dirección de arte y ambientación. Un humor agradable, tiene fantasía, pura diversión y se puede transformar en una saga.
Hagamos un pequeño repaso: “Depredador” (Predator, John McTiernan, 1987) fue protagonizada por Arnold Schwarzenegger y tenía un toque bélico; se luchaba por sobrevivir en medio de la jungla frente a un enemigo invisible y casualmente quien hoy es el director, estamos hablando de Shane Black, interpretaba a uno de los personajes era Hawkins; con “Depredador 2” (Predator 2 de Stephen Hopkins, 1990) la violencia llega a las calles de Los Ángeles, en un thriller urbano y violento; Predators (Nimrod Antal, 2010) en la cual uno de los productores fue Robert Rodriguez, está compuesta por un gran elenco, tiene mucha acción y gira sobre la lucha por la supervivencia. En esta nueva entrega de la saga se desata una terrible violencia, cuando una nave extraterrestre se estrella durante una operación militar antidrogas y quien logra salvar su vida es el soldado Quinn McKenna (Boyd Holbrook), quien además puede preservar el casco y un brazalete alienígena y lo deja en su casa, allí viven su ex mujer y su hijo Rory McKenna (Jacob Tremblay, “La habitación”, “Extraordinario”) quien tiene ciertos problemas físicos y accidentalmente provoca el regreso de los depredadores a la Tierra. En esta nueva historia vemos un muy buen manejo de cámara en un principio con un movimiento suave observamos la tecnología instrumental, el lugar, en una camilla del laboratorio se encuentra un Depredador atado y dormido por sedantes que todos allí observan. Como no podría ser de otro modo esta criatura despierta, rompe todas las cadenas que lo sujetaban, lucha contra todos y se desata un verdadero caos. La acción, las luchas, las batallas aparecen rápidamente, contiene un ritmo portentoso y no decae. Al espectador acostumbrado a este tipo de relatos nada le cuesta imaginar lo que vendrá, resulta inquietante, su desarrollo se va bañando de sangre y líquidos; hay una cantidad importante de colores, cuerpos mutilados, decapitados, mucho humor, todo es exagerado, hay perros intergalácticos, grandes efectos especiales, cumple lo que propone, es decir, puro entretenimiento y el director te deja un indicio de que esto continuará. A más de treinta años de su estreno sigue atrapando generaciones.
Su desarrollo contiene una sucesión de testimonios, archivos, datos, fotos y videos, que se van complementando con interesantes diálogos. A lo largo de la película se ve la búsqueda incesante de justicia y el inmenso dolor que atraviesa todo el film.
Un matrimonio lleva cuarenta años de unión, son compañeros y compinches, pero sus vidas cambian cuando él es llamado para recibir el premio Nobel de literatura y terminan saltando y cantando como niños en la cama pero no tardan en salir a la luz ciertos secretos y tensiones. A lo largo de su desarrollo vamos conociendo a estos personajes: Joe es despreocupado, vanidoso, egoísta, infiel, goza de ciertos privilegios, le gusta ser el centro de la atención y sabe cómo conseguirlo. En cambio Joan (Glenn Close, una actuación impresionante, gigante, sublime, se merece el Premio Oscar ya es hora, seis veces estuvo nominada) es cariñosa, tierna, discreta, de bajo perfil, fiel, atenta, elegante, delicada, cuida de él y de sus hijos. Su hija Susannah Castleman (Alix Wilton Regan) está a punto de ser mamá, su hijo David Castleman (Max Irons, “La dama de oro”) también es escritor y lucha para que lo reconozcan y que no lo vinculen con su padre. Ellos en su casa viven envueltos en su caparazón pero se complica un poco cuando deben trasladarse a Suecia y aparece un ambicioso periodista Nathaniel Bone (Christian Slater), como si fuera un diablito; a partir de ese momento los espectadores comenzamos a conocer más a estos seres mucho a través del flashbacks, vemos el misterioso y secreto pasado de Joe y Joan. Verlos juntos a Close y Pryce es una delicia, ambos son muy disfrutables, tienen muy buena química, con escenas que sobresalen de la pantalla, frente a cámara juntos y separados mantienen un gran lucimiento, con momentos hasta teatrales, ellos desnudan las pasiones de este matrimonio, se sacan chispas, y plantea hasta donde sacrificarías tus ambiciones por la persona que amas viviendo a la sombra de esta, te dejan pensando y reflexionando. De jóvenes a Joe lo interpreta Harry Lloyd (“La teoría de todo”, “La dama de hierro”) y Joan por Annie Starke hija del productor John H. Starke y de Close: quien ya trabajo en otra película con ella “El secreto de Albert Nobbs”. Dirigida por el ganador del Oso de Oro, Björn Runge, es una adaptación de “The Wife“, la exitosa novela de Meg Wolitzer publicada en 2003.
En el Hotel Artemis se encuentra escondido en el centro de la ciudad y en realidad funciona como un hospital secreto, quienes concurren tienen nombres claves relacionados con las habitaciones que los albergan, aquí hay reglas y no pueden matar a otros huéspedes. La enfermera, Jean Thomas (Jodie Foster, excelente interpretación, una gran caracterización creando un personaje increíble que lo sostiene de principio a fin), que es muy hábil para realizar sus tareas, se encarga de curar a estos seres que concurren allí, quien la ayuda es su asistente Everest (Dave Bautista), un hombre rudo pero ella tiene varios secretos y pasado tempestuoso. La vida de varios que se encuentran en ese lugar se complica cuando ingresa allí una policía mal herida pese a que está prohibido que ingrese algún guardia. El film tiene una novedosa estructura narrativa, algo diferente, con distintos personajes que nos ofrecen a lo largo de su metraje acción, emoción, diversión y tensión, un humor perspicaz, Las escenas de lucha y acrobacias sumadas a un estupendo reparto constituyen un thriller de ciencia ficción audaz.
Cuando comienza el film se aclara que no está basado en ningún hecho real, que todo es una ficción y cualquier similitud con algún hecho de la vida real es pura coincidencia. Valiosa aclaración para descartar el parecido con el resonante caso de dos amigas Lucila Frend y Solange Grabenheimer ocurrido en el 2007. Todo gira en torno a una joven acusada de haber asesinado a su mejor amiga, si bien su argumento tiene un tinte policial y de thriller, lo que vemos es la intimidad de una familia inmersa en el dolor y la fatalidad. Dolores Dreier (Lali Espósito, “Permitidos”, “Pelea de mi vida”), vive con su familia, tiene un muy buen pasar económico y ellos se enfrentan a la sociedad y a un juicio demoledor, todo indica que ella mató a su amiga durante una fiesta donde hubo alcohol, drogas, sexo, algunos excesos, y en la cual estaba prohibido el uso de celulares para evitar que se filme. A partir que avanza el filme se puede observar la influencia de los medios, las redes sociales y las personas. Dolores se enfrenta a distintas situaciones psicológicamente complejas, acosada constantemente, resistiendo a: un duro juicio donde sale a la luz su privacidad, la rigidez del Fiscal Taboada (Gerardo Romano), las instrucciones de su abogado Ignacio (Daniel Fanego), las presiones de sus padres Betina y Luis (Inés Estévez y Leonardo Sbaraglia), la inocente mirada de su hermano Martin (Emilio Vodanovich, “Natacha, la película”), la contención de sus amigos Flor (Martina Campos, “Sres papis serie de televisión) y la mirada de un amigo casual Lucas (Lautaro Rodriguez, “Mi mejor amigo”), la entrevista con el dedo acusador de Mario Elmo (Gael García Bernal, “Neruda”) en un programa de televisión durante la cual ,cansada de todo, frente a cámara decide ser autentica y directa. El film contiene un ritmo entre rápido y pausado, es visualmente impecable, con efectos de sonido muy logrados, es inquietante y se encuentra llena de: suspenso, sospechas, secretos, tensión e intriga, el espectador a medida que corren los minutos comienza a involucrase entre la inocencia o la culpabilidad. Con respeto a los personajes la actriz y cantante Lali Espósito enfrenta su primer papel dramático que tiene una gran carga, que se refleja a través de sus movimientos y miradas, por lo tanto su interpretación es correcta, solo por momentos un poco acartonada pero se apoya bien en los personajes de Inés Estévez, esa madre contenedora, que tolera y cuida su hogar, Sbaraglia el padre que lucha con los obstáculos y ellos como padres viven en un verdadero infierno, en todos los sentidos. Resulta atractiva la construcción de los personajes secundarios: genial Daniel Fanego ese abogado al que le ocultan algunas cosas y debe salvar a esta joven, controla todo y sus honorarios son altos; una participación acotada por el lado de Gerardo Romano, correcto y Gael García Bernal, algo sobreactuado. Un film correcto que resulta atrapante, con un buen movimiento de cámara, logra buenos planos y la destacada fotografía de Fernando Lockett (“Temporada de caza”). “Acusada” pasó por el Festival de cine de Venecia, el de Toronto y ahora llega a los cines argentinos.
Esta es la ópera prima de Mercedes Laborde que nos muestra como tres mujeres de diferentes edades deben construir el duelo de un hombre que forma parte de sus vidas, bajo un mundo lleno de recuerdos y ahora lo único que tienen es la ausencia, el dolor y la tristeza, por un lado está su pareja, quien fue su esposa y su hija de 8 años. El film se encuentra muy bien narrado, se generan interesantes climas, las tres actrices protagonistas: Lorena Vega, Malena Moirón y Julieta Vallina realizan un muy buen trabajo actoral, otorgándole buenos matices.
Una historia ambientada en la década del 90, durante un verano, donde los celulares y la tecnología no eran tan importantes. Acá los valores se encuentran puestos en la amistad, en las relaciones humanas, donde estos jóvenes van construyendo vínculos, se divierten y se van relacionando, aprendiendo uno del otro y solo buscan pasarla bien y atribuirse ciertas libertades. Este es un elenco joven en el cual la mayoría son actores que no tienen formación actoral, sólo algunos, pero ellos logran ser naturales y tienen buena química. Cuenta con una buena ambientación, bellos paisajes, una banda sonora acorde, buenos diálogos aunque algunos no se entienden del todo.
Como leerán en la síntesis es una historia bastante sencilla, se va relatando una leyenda, con cierto suspenso e intriga, con una breve semblanza de los pueblos originarios, se desarrolla sobre un bello paisaje lleno de fantasía, una banda sonora que acompaña bien a las distintas situaciones que van ocurriendo y con efectos especiales pobres. Algunos de los personajes son para olvidar y no aportan demasiado, las actuaciones resultan fatídicas salvo la de Maite Lanata (“Mía”) que en todo momento intenta sobrellevar el film, que tiene buenas intenciones pero lamentablemente resulta muy flojo.
Todo se desarrolla en una pintoresca villa cerca de Marsella. Tres hermanos de mediana edad regresan a la casa de su padre, Angèle (Ariane Ascaride), Joseph (Jean-Pierre Darroussin) y Armand (Gérard Meylan). Ellos no se ven hace varios años y se reúnen ante la enfermedad de su padre que ha sufrido un derrame cerebral, deberán resolver la herencia y cuidarlo. Se enfrentan al pasado, el presente y tiene su momento para la reflexión. Además toca temas relacionados con la solidaridad, fraternidad, sociales, económicos, políticos y sobre los refugiados. Esta comedia dramática tiene mucho encanto, buenos toques de humor, es emotiva, los personajes se encuentran rodeados de distintas inquietudes, con momentos apasionantes y excitantes, cuenta con estupendas actuaciones, envueltos en un estupendo paisaje que también es protagonista, le va otorgando al relato muy buenos climas y matices.