Meritxell Colell Aparicio indaga sobre los vínculos a partir de la historia de una pareja de baile a la que el tiempo y la distancia no le han sido de mucha ayuda. Rodada en el norte argentino, con imágenes de una poesía y belleza absoluta, el cruce entre géneros y la potencia sonora del relato, hacen de la propuesta una inteligente reflexión sobre el paso del tiempo, el amor y la pasión.
Mónica y Gonzalo emprenden un viaje, en época de carnaval, por el norte argentino, más precisamente por las provincias de Salta y Jujuy, para insertarse en la cordillera andina, donde habita la comunidad aimara en una pequeña localidad aislada de todo. Allí se presenta la pareja, llevando con ellos el arte de la danza, en busca de exponer su destreza y maestría proponiendo también un intercambio entre las distintas culturas.
Una postal. Una suma de postales, de recuerdos. De eso se trata la vida para Mónica (Mónica García), pero también para la realizadora que registra su historia, la española Meritxell Colell Aparicio, quien con su flamante largometraje vuelve a colaborar con la actriz protagónica de Con el viento, su película de 2018 con la que DÚO comparte la misma sensibilidad, y en la que el baile vuelve a operar como herramienta de expresión y autodescubrimiento. La historia comienza con un viaje al Norte argentino de una pareja que, además de compartir la cotidianidad, trabajan juntos, conforman un dúo de danza que, tras emprender una gira por la cordillera de los Andes, eligen un nuevo rumbo como forma de salvar un vínculo que está signado por los silencios, los reproches, y una violencia verbal que va asfixiando a Mónica. Que Aparicio elija planos cerrados para registrar las coreografías de sus protagonistas podría resultar una obviedad desde lo simbólico y, sin embargo, el enorme talento de la directora para eludir cualquier decisión estética perezosa convierte a esa decisión en la más poderosa posible. El movimiento de los cuerpos, ese acercamiento y distanciamiento, grafican una dinámica en la que Mónica va intentando encontrar su autonomía en una realidad atravesada por una sinergia que su mirada lamenta y rechaza. DÚO nos muestra a una mujer errante que se conoce a sí misma a través del contacto con otras realidades, una forma muy poética de abordar ese proceso de contemplación; y DÚO también retrata, con la nostalgia de lo imperceptible, ese lento camino en el que uno se va perdiendo en otro.
Norte de Argentina. Carnavales. Tras un año en el pueblo con su madre, Mónica retoma un dúo de danza con su pareja. Juntos emprenden una gira por la cordillera de los Andes, en un intento de salvar la relación aferrándose a una promesa: "no dejaré de querer lo que queda de ti". ¿Qué hacen allí? ¿Actuar para qué, para quién? Nadie les pidió estar allí. Y sin embargo allí están, aislados, a la deriva, ¿qué fueron a buscar? La distancia entre ellos revela lo irreal de un anhelo que ya no existe. El paisaje, las mujeres del altiplano y la soledad profunda del matrimonio sumergen a Mónica en una mezcla de deseos, miedos, ilusiones, recuerdos y reflexiones que la devuelven a su origen, a su pueblo, a su madre, otorgándole la fuerza y el impulso para tomar su propio camino. Amar, a veces, quiere decir saber soltar. Todo esto es la sinopsis argumental, lo cual no significa que todo esto quede plasmado en la pantalla, es mas, casi nada de esto se ve o se escucha. Este ejercicio audiovisual presenta dos instancias, el recorrido turístico de una pareja que cree estar haciendo algo del orden de lo teatral y las disquisiciones intimas de la mujer que conforma la pareja. En la segunda instancia, la presenta en un formato cuadrado que no responde al televisivo, sino al que se utilizaba en el cine mudo. Es allí donde a veces, cuando se puede, escuchamos a la mujer susurrar textos que se adivinan o
La directora Meritxell Colell, vuelve a trabajar con la bailarina y coreógrafa Mónica García, para demostrar, con un registro donde se hermanan realidad y ficción, como para hacer cine casi no hacen falta las palabras. La protagonista, acompañada por su pareja de años (Gonzalo Cunill) son en el argumento bailarines y actores que han emprendido un viaje, posiblemente para salvar una relación, que a poco de andar se nota en crisis sin remedio. Los dos europeos se internan en un trayecto por pueblos de Jujuy y Salta, de la cultura andina, en una fecha muy especial que es la celebración del carnaval. Momentos de devoción y promesas, de suelta de la alegría de los diablitos, de celebración. Plenas de colorido y sonidos maravillosos. En ese tiempo especial ellos intentan mostrar su arte, usando su auto como hogar, conviviendo con pobladores, dialogando con ellos. Mientras que para la mujer ese trayecto incluye retomar sus raíces, valorar la cultura y los trabajos del campo, el recuerdo de su madre y de su abuela. Para él es deambular en silencio, sumergirse en reproches, pedir explicaciones que no llegan. Es un film de susurros y miradas, de largo adiós.
Dúo (2023), dirigida por Meritxell Colell Aparicio, es una película dramática que aborda el arte y la naturaleza. Con una estética que combina elementos documentales y de ficción, se nos presenta una emotiva narrativa sobre los recuerdos y la relación de los protagonistas. Mónica (interpretada por Mónica García) y Nicolás (interpretado por Gonzalo Cunill) son una pareja dedicada a la danza contemporánea, quienes presentan su obra en diversos lugares. Deciden realizar una presentación en pueblos ubicados en la Cordillera de los Andes, en el norte de Argentina, durante los Carnavales, una festividad en la cual todos los pueblos se preparan para el evento. Este viaje se convierte en un camino hacia los recuerdos y hacia la situación actual de la pareja después de muchos años juntos. Además, les brinda la oportunidad de conectarse con una región natural que posee sus propias tradiciones y costumbres. Resulta interesante que la narración se construya mediante la fusión del registro visual de la ficción y el documental. La representación de la Cordillera de los Andes y de sus habitantes se muestra con un enfoque onírico, formando parte de los recuerdos y relatos personales de Mónica. Por lo tanto, estas representaciones son parte de la ficción. Al mismo tiempo, se muestra de manera documental la gente de cada pueblo, sus costumbres, sus relatos y todo lo relacionado con los Carnavales. Del mismo modo, la actividad de la pareja y su situación sentimental se presentan desde una perspectiva de ficción, mientras que lo documental surge del encuentro con el entorno geográfico en el que se encuentran. De esta forma, el relato se desarrolla a través de la constante relación visual entre la ficción y lo documental, mostrando primeros planos y utilizando una cámara cercana a los personajes. Asimismo, el relato se construye a partir de la interacción entre diferentes elementos, como el espacio natural, la danza contemporánea y la situación de los protagonistas. Es fascinante que la construcción de una historia sobre viajes en la Cordillera de los Andes refleje cómo el espacio da forma al viaje interior de los personajes. A través del contacto con el entorno, se muestra una historia de transformación para cada uno de los protagonistas. Desde el silencio y el encuentro con las tradiciones culturales, el relato utiliza el enfoque documental del retrato para mostrar rostros y animales, y el espacio mismo se convierte en un protagonista. De este modo, las imágenes de los lugares y sus habitantes forman parte de los recuerdos, pensamientos y situaciones sentimentales de la pareja protagonista. En definitiva, se trata de un relato concreto y personal sobre un espacio geográfico y la historia de la relación sentimental de una pareja, presentada a través de la interacción entre la ficción y lo documental, basada en la relación entre un espacio natural y los personajes principales.