Se hace camino al andar El documental de Sebastián Deus se corre de los cánones convencionales, agregando elementos propios de una ficción. Hay una búsqueda formal guiada por una mirada personal sobre el tema, aunque tampoco pretende alejarse totalmente de los datos testimoniales. Consigue diversidad y originalidad en su narración, pero los resultados no son del todo convincentes. El camino de Modesto que menciona el título del film es el recorrido hecho por el abuelo del realizador Sebastián Deus a partir de su exilio durante la guerra civil española. Para reconstruir ese trecho de la vida de su abuelo, el director viaja a Europa a recopilar algo de información, pero, principalmente, imágenes de aquellos lugares que bien podrían guardar las huellas de su fallecido abuelo. Este documental está bastante alejado de otros con estéticas tal vez más convencionales. En aquellos suelen abundar los testimonios, y las imágenes casi siempre están acompañadas de diálogos, o palabras de las personas que aparecen frente a cámara. El sonido en este film cumple un rol muy distinto, pues muchas veces funciona generando sensaciones más que apoyando la imagen. Muy pocos testimonios se encuentran a lo largo de la película, y los pocos que están no parecen sumar información de gran valor para el protagonista. Por el camino de Modesto (2014) tiene una orientación introspectiva. Sebastián necesita hacer un viaje y conectarse con el mundo exterior para conocer algo más sobre su abuelo, pero la película muestra más una motivación interior, una búsqueda que es mayormente íntima y que determina cada imagen y sonido desde ese lugar. En ese vaivén entre el afuera y el adentro sucede el documental. Pero en este extraño camino de la indefinición y la subjetividad pierde un poco el eje. Porque su intento por generar una dirección desde lo emocional produce cierta desconexión con el espectador que no termina de entender quién fue Modesto, pero tampoco le es posible profundizar en el sentir del protagonista. Entonces el film se queda a medio camino y se debilita su intención temática y estética de romper con esquemas documentales archiconocidos. Lo que puede resultar más interesante del film es la fuerte presencia del mundo subjetivo del protagonista, interrumpiendo todo el tiempo el registro documental, así logra una tensión que le marca una impronta de originalidad a la película. Esta elección, aunque apropiada, produce un film al que no resulta fácil acceder, determinando cierto hermetismo.
Se hace cine al andar... El director de TV Utopía reconstruye la historia de su abuedo con dignos resultados. Sebastián Deus prácticamente no conoció a su abuelo y ahora sale en su búsqueda: ¿Quién fue Modesto? ¿Cuál fue su camino? Los datos son más bien escasos: se sabe que nació en España en la década del ’20 y que tuvo que exiliarse durante la Guerra Civil, pero no qué hizo antes ni cómo fue vida europea. Estrenada en la sección Panorama argentino del Festival de Mar del Plata del año pasado, Por el camino de Modesto se propone rastrear las huellas de su protagonista en el Viejo Continente. El problema con el que se topa Deus es que incluso allí la información oficial es escasa, generándole varios huevos imposibles de llenar. El realizador de TV Utopía opta, entonces, por recorrer aquellos lugares por los que supuestamente pasó su abuelo hace varias décadas, dando como resultado un viaje físico e introspectivo. Construido sobre la base de imágenes evocativas, Por el camino de Modesto tiene una mirada atenta a los gestos y detalles que constituyen la dinámica esencial de cada ciudad. El resultado es un film por momentos reiterativo en su extensa duración, pero también hipnótico.
Este docudrama intenta recuperar la memoria familiar y de una generación de inmigrantes que huyeron del infierno de la Guerra Civil Española. Uno de ellos, Modesto, fue el abuelo del que iniciará el camino de reconstrucción y partirá desde Necochea hasta Galicia, desde allí por la costa arribará a Francia, para volver sobre sus pasos en busca de información. Me pareció una buena idea pero con precaria realización. Es el cuarto filme de Sebastián Deus como director y segundo como guionista. Cuenta con la presencia, en los mejores momentos estéticos de la obra de Martín Frías, que ya trabajó con Deus y también con la directora Milagros Mumenthaler en la reconocida Abrir Puertas y Ventanas. Quizá sea un poco larga, con más imagen que diálogos, es algo prácticamente onírico, como una escena en la que el protagonista está en una playa y sus propios fantasmas caminan a su alrededor en un trabajo de sobreimpresión de imágenes. Los retratos de ciudades que toca el viaje hacen recordar más a una película casera de turismo que a lo que tiene por corazón el filme que queda boyando en artistas callejeros, los contrastes culturales, alguna manifestación por justicia o las consecuencias de lo que fue el franquismo para los españoles. Lo que más me perturbó fue el uso y abuso de cámara en mano que hace que el espectador se maree. Esto destaca aún más el trabajo de Martín Frías que hace que el ojo vuelva al eje de atención y se pierda en hermosas tomas. Creo que es un documento valioso para aquellos que pueden haber vivido una historia similar y que quieran recabar datos de esa época de política turbulenta, sangrienta en una España muy dividida, de la que escapaban muchos para no morir en la guerra y terminaban muriendo en otras tierras. La leyenda de Modesto, tendrá en su nieto varios puntos de aterrizaje en la realidad y este buscador, dejará a manera de monumento unos caracoles de las playas de Necochea. Luego del fundido a negro donde se cuenta la realidad de los hallazgos, habrá varias escenas de las nuevas generaciones por lo que vale la pena quedarse hasta el final
Sebastian Deus y el camino de la reconstrucción de la memoria de su abuelo, de valiente actuación en la Guerra Civil Española.
Dos películas peleando por la misma pantalla No es la primera vez que Sebastián Deus recrea en uno de sus documentales historias que lo tocan de cerca. En TV Utopía (2011), el realizador llevaba a cabo un pormenorizado desglose de la historia de esa señal de cable comunitaria del barrio de Caballito que, en pleno menemato, salió al aire sin licencia durante casi diez años (y de la cual participó un tiempo como conductor de uno de sus noticieros). Sin embargo, la historia que pone en pantalla en Por el camino de Modesto es aún más personal e íntima: la de su propio abuelo, un gallego que durante la guerra civil que desangró a su país se encontró combatiendo desde las filas republicanas, para escapar unos años más tarde a Francia y arribar finalmente a la Argentina luego del fin de la Segunda Guerra. A Modesto Deus Domenech, fallecido a comienzos de los años 80, se lo ve por primera vez en una fotografía desteñida por el paso del tiempo, mientras su nieto Sebastián intenta encontrar el lugar exacto de Necochea en donde fue tomada.Los recuerdos de una mujer anciana son el punto de partida de un viaje inverso al recorrido por ese abuelo algo arisco con los detalles de su pasado, que llevan al realizador a Francia, primero, y a diversas ciudades y pueblos de España después. Sin una voz en off que guíe ese derrotero, Deus confía en las imágenes y en los pocos diálogos que entabla con algunos lugareños para encauzar la narración, pero durante la primera hora de metraje su film se pierde en devaneos y derivaciones que lo acercan peligrosamente al simple registro de casos y cosas, como si se enfrentara a un diario de viaje personal ideal para revivir instancias en el futuro. Esa mirada, que muchas veces se parece a la de un turista de viaje, empapa el registro y empaña la historia central de Modesto, cuya figura va desvaneciéndose, aunque el film intente volver a ubicarla en el centro en base a efectos de sonido y la repetición del audio de esa entrevista que dio origen a la investigación.Ya en España, y luego de la reunión con un historiador, la situación cambia un poco y el documental vuelve a reencauzarse: lo poco que puede conocerse de Modesto funciona como ejemplo y metáfora de toda una generación de españoles. Sin embargo, la cámara continúa deteniéndose en procesiones, planos panorámicos de plazas e iglesias y caminatas en ferias locales, como si se tratara de dos películas peleando por tomar posesión de la pantalla: aquella que intenta narrar una historia de lucha, frustración y exilio –y la de sus descendientes del otro lado del Atlántico– y otra que sólo se contenta con registrar la fachada visual de un viaje a Europa. Sobre el final, imágenes y sonidos de una marcha en contra de los ajustes ante la crisis económica reúne conflictos pasados y presentes, aunque el uso irónico de un par de planos de actores disfrazados de Mickey, Bart Simpson y Papá Pitufo no hace más que restarle fuerza y envergadura a esa posible línea de continuidad.
A la búsqueda del abuelo republicano Una marca temática de buena parte de los documentales argentinos de la última década se relaciona con el viaje, la búsqueda, el recorrido a emprender de un director a través de los recuerdos familiares o de la escasa información que se tiene sobre un personaje determinado que pertenece al árbol genealógico. Desde ese lugar aparecieron trabajos que referían a acontecimientos del pasado como contexto (guerras, dictaduras, paisajes tenebrosos) donde el cineasta sale a completar un álbum familiar al que faltan las fotos de un sujeto. Ese personaje, en principio bocetado por la mera información, sirve para que el interesado decida ese viaje iniciático, primero constituido por preguntas y, al final, representado como una cuenta pendiente que se pudo saldar desde lo familiar, pero también, como fijación y objetivo personal. Buenos, discretos y malos films rondan por esta temática y Por el camino de Modesto, opera prima de Sebastián Deus, queda aprisionado por las convenciones del género pese a sus bienvenidas intenciones en reinterpretar los clisés abordados en otros documentales que se valen de un similar esqueleto argumental. Modesto es el nombre del abuelo del director, un individuo nómade que debió exiliarse por su compromiso con la República Española durante la Guerra Civil, huyendo luego de la derrota por el continente europeo y recalando en Argentina. Sin demasiados datos ni testigos, el director con su cámara emprenden la travesía a la búsqueda de reconstruir una vida esbozada sólo a través de un par de recuerdos. La parábola actúa de manera eficaz pero poco original en el desarrollo de la trama, imponiéndose solo por el peso dramático del paisaje de Galicia y desde los momentos en donde imagen brinda la suficiente información que sustituye al aspecto rutinario que proponen las cabezas parlantes dentro del género. Por otra parte, los riesgos que toma el director Sebastián Deus, al aunar el pasado con un presente en donde él mismo adquiere protagonismo, reflejado en las escenas "actuales" de la España de turbulenta economía, resultan válidas para que el documental no elija un excesivo tono nostálgico que la misma propuesta preveía de antemano.
En busca del abuelo desconocido El cine documental ya se convirtió en un espejo de la realidad tanto de nuestro país como de toda América latina. Esta vez, el director Sebastián Deus -Werken (2004), TV Utopía (2012) y El retorno de don Luis (2013)- decidió ir tras las huellas de su abuelo, fallecido muchos años atrás, y del que no tiene casi ningún dato. La búsqueda comienza en la playa de Necochea, donde recoge conchas marinas que le servirán para indicar simbólicamente su camino. Así descubre que su antecesor tuvo que exiliarse huyendo de la Guerra Civil Española y, tras pasar por numerosos países europeos, llegó hasta la Argentina. Pero no queda nadie que pueda contarle lo que le ocurrió a ese hombre que para él es un misterio. Ante la dificultad de reconstruir la historia, comenzará a indagar en los lugares por los que habría pasado su abuelo, y así llega a Francia y a España en su intento de desandar el camino del exilio hasta su Galicia natal. Deus recorre los espacios por los que transitó aquel hombre perseguido por los fragores de la guerra y conversa con quienes todavía poseen algún dato que pueda servirle de eje para conocer lo que el destino le deparó a su antecesor. Bellas imágenes de ciudades francesas y españolas van desfilando por la pantalla, lo que por momentos convierte el film en un colorido paseo turístico.
Un viaje sin destino En Por el camino de Modesto, el director Sebastián Deus recorre el camino inverso que hizo su abuelo cuando en 1949 llegó a la Argentina escapando de los horrores de la Europa de posguerra, a lo que hay que sumarle su rol dentro de la Guerra Civil Española que lo llevó a su ineludible exilio. El realizador parte en ese viaje con pocos datos, y logra de esa manera plantear un acuerdo con el espectador: tanto él como el que mira carecen de información, entonces se trata de que juntos vayan desentrañando la encrucijada. Los inconvenientes del documental tienen que ver con la forma errante en que el director plantea su conflicto: aquellos datos resultan escasos para el espectador, ya que básicamente el film se vale de una cámara que va a de Necochea a Madrid, muchas veces registrando el viaje y en otras tantas, convirtiéndose en el punto de vista del espectador a partir de su cualidad de subjetiva. Al eludirse la voz en off y al contar con escasos testimonios orales a lo largo de los 101 minutos que dura, se pierde cualquier atisbo de empatía con el vínculo entre él y su abuelo, que es lo que debería motorizar la experiencia. El viaje de Por el camino de Modesto termina aburriendo, imposibilitado como está el espectador de algún anclaje emocional o, al menos, periodístico/informativo. No alcanza con ese detalle del destino de hacer coincidir este rodaje con las protestas anti-capitalistas, o la melancolía que aporta la persistente lluvia por los pasadizos de una Madrid histórica, para elaborar una idea, un concepto, algo que justifique semejante empresa fílmica. Uno no duda de la honestidad de la búsqueda de Deus, pero la película no logra transmitir su deseo fuera de la pantalla. Como ocurre con muchos de los documentales de viaje que se estrenan en Argentina, aquí el mayor interés es turístico.
Un difuso itinerario por la identidad Tan sólo dos fotos y la imperiosa necesidad de conocer qué se esconde detrás de un sinfín de interrogantes y vacíos en la identidad. El itinerario y el desandar del pasado desde el presente de la urgencia marcan el rumbo de Por el camino de Modesto, de Sebastián Deus, quien desea conectarse con su abuelo Modesto Deus, enigmática figura del exilio de la guerra civil española, que terminó sus días en Necochea y de quien el realizador nunca supo absolutamente nada por la inercia de los secretos familiares o esos misterios que se conservan para que el olvido no tenga una tarea tan difícil. Evocar al abuelo al recorrer aquellos lugares que marcaron su periplo desde las playas de Argeles, refugio de muchos descargarepublicanos que debieron escapar de las garras del franquismo, o tomar contacto con el mar en donde flota entre los muertos la historia jamás contada son algunas de las instancias más vívidas de este interesante viaje. Mezcla de ficción con registro documental, al que el director de Tv Utopía dota de sensibilidad y criterio a la hora de elegir cómo escudriñar el pasado sin direcciones impuestas o brújulas condicionantes para reivindicar que la deriva es tan poderosa como la línea que separa lo posible de lo imposible.
En busca de la ruta perdida de Modesto Un hombre se propone conocer los detalles acerca del escape de su abuelo republicano de la España de Franco. Para eso, intenta seguir las pistas desde una tumba en Necochea hasta los sitios de España de donde su abuelo, Modesto, tuvo que huir. El tema interesa seriamente, y lo que va descubriendo en el camino resulta creíble, genuino y razonablemente equilibrado, dado el punto de vista personal de la búsqueda. Pero todo lo que tiene que ver con el estilo narrativo y el concepto documental es realmente endeble y desparejo. Hay, sin embargo, imágenes formidables que siempre logran sostener el conjunto. El talento del director Sebastián Deus para aprovechar al máximo el potencial visual de cada locación, y todo hecho que esté sucediendo cerca de su cámara es lo que logra capturar la atención del espectador, aun cuando la narración siempre pueda dispersarse hacia cualquier lado. Precisamente, es probable que la voracidad por no desaprovechar nada interesante en términos visuales produzca algunos de esos obstáculos del guion. Que apela a todo tipo de recurso poco ortodoxo, como manejar un auto y pedirle los datos de una calle a un peatón, que simula no saber que hay una cámara enfocándolo, casi como en esos realitys de Discovery Channel. "Por el camino de Modesto" también tiene momentos delirantes, realmente atractivos, sobre todo cuando los efectos de sonidos intentan recrear lo que se imagina el director que experimentó el republicano en fuga al tomar un tren por grutas y riscos montañosos. Más allá de los recursos que utilice, mejores o peores, al final la película llega al punto en cuestión de lo que tenia que decir. Que es algo serio, y que está explicado con toda la seriedad del caso.
Las historias de inmigrantes españoles nunca pierden interés. Todavía hay mucho por indagar allí: relatos de horror, de supervivencia, de exilio, de dejar atrás una vida para comenzar otra. Bien lo sabe Sebastián Deus, director y protagonista del documental Por el Camino de Modesto. El recorrido de Sebastián comienza en Necochea, donde su abuelo, Modesto Deus, vivió hasta su muerte en 1981. Allí escucha sobre su escape de la Guerra Civil Española, pero se trata apenas de la punta de un iceberg más profundo, que el nieto-cineasta se dedicará a explorar en detalle. De aquel paraje costero argentino irá al Viejo Mundo. Primero recala en los pirineos franceses (donde Modesto llegó desde la Península Ibérica en 1938) y luego recorrerá ciudades de España como Barcelona, Madrid, Santiago de Compostela y La Coruña. En cada parada de su recorrido va hablando con especialistas, familiares y antiguos amigos, que le permitirán ir armando una parte crucial, fascinante y hasta entonces desconocida de su árbol genealógico. El de Deus -también responsable de los documentales TV Utopía y El Retorno de Don Luis– es un viaje épico y a la vez intimista y personal. Si bien hay entrevistas (en realidad, charlas en las que él también aparece delante de cámara), elude la mayoría de los tópicos del documental y prioriza un enfoque contemplativo, esquivando las sobreexplicaciones y permitiendo que el espectador adopte su punto de vista. De esta manera, uno va teniendo revelaciones al mismo tiempo que el director, y la puesta de cámara y el uso del sonido (sobre todo, a la hora de evocar los tiempos de guerra) contribuyen a adentrarse en su cabeza. En paralelo a la búsqueda de los orígenes de Deus, la película permite hacer un paralelo entre la España actual y la de décadas atrás; los tiempos de muerte y represión dieron paso a una sociedad que al menos no tiene que padecer el accionar del General Franco. Lejos de quedarse en una cuestión familiar privada, Por el Camino de Modesto funciona como un paradigma de las peripecias de tantos inmigrantes españoles, y de cómo sus luchas nunca serán olvidadas por sus descendientes.
Escuchá el audio (ver link). Los sábados de 16 a 18 hs. por Radio AM750. Con las voces de Fernando Juan Lima y Sergio Napoli.