EL Poder del Dinero. Crítica de “Así habló el cambista” de Fernando Veiroj.InicioUncategorizedEL Poder del Dinero. Crítica de “Así habló el cambista” de Fernando Veiroj. 24 septiembre, 2019 Bruno Calabrese En su nueva película, el director uruguayo, nos trae una historia de antihéroes, un estudio de personajes fuera de lo común envuelto en un thriller y con un humor negro que refleja el ascenso de un lavador de dinero libre de conciencia durante la dictadura militar uruguaya de los años 70. La película refleja cuán ineficaz es Humberto Brause (Daniel Hendler), quien describe su negocio de dinero como “la raíz de todo mal” en su vida personal mientras profundiza en el crimen, fruto de su avaricia. Adaptación de la novela de Juan E. Gruber, “Así Habló el Cambista” de Veiroj es, un film que refleja el submundo de los negocios en una de lás épocas más oscuras latinoamericanas. La acción comienza en 1975, cuando Uruguay se ha convertido en un favorito de los delincuentes que buscan obtener ganancias de las economías en picada en Argentina y Brasil, antes de regresar a 1956 y luego volver a avanzar. Hendler interpreta a Brause con una ambigüedad embrujada, quien lo acompaña es Dolores Fonzi como Gudrun, la hija del jefe de Brause (Luis Machín), una impresionante flautista, que pronto se convertirá en la esposa fría y calculadora del financista. A pesar de conquistar a la bella Gudrum, Brause solo es fiel al dinero, abrazando a políticos corruptos a expensas de su suegro, rompiendo la regla de este último de que no se involucra con la clase política. Sus tratos poco fiables y sus relaciones sexuales igualmente arriesgadas pueden traerle dinero y placer, pero los problemas nunca se quedan atrás. Sin tomar postura política, Veiroj refleja el efecto de goteo de la corrupción, como hace mella en su relación con su esposa y como todo lo que toca su marido de alguna manera lo destruye. Pero la falta de autoconciencia del personaje central hace que ni siquiera se de cuenta que en las aguas en las que se está metiendo están llena de tiburones que no dudarán en sacrificarlo para sobrevivir. El director de fotografía Hernández y de arte Pablo Maestre Galli crean un ambiente de época fuerte, con una puesta en escena impecable. Acompañada por un diseño de vestuario que da la sensación de estar en un mundo completo en miniatura; y uno que está permanentemente envuelto en humo de cigarrillo. El uso de la música clásica hace que las acciones de Brause parezcan aún más ridículas y mezquinas. La dupla central se luce en su juego de indiferencias y silencios, inmersos en un mundo lleno de codicia. Acompañados magistralmente por Luís Machín, el maestro que lo inserta a Brause en el mundo de los negocios y por Benjamín Vicuña, un siniestro militar argentino que persigue al financiasta para hacerse mucha plata perteneciente a grupos extremistas. Plagada de personajes inescrupulosos, en este film nadie es bueno ni inocente. Con una estética de film noir y mucho humor negro, “Así Habló un cambista” retrata de manera brillante una historia de codicias, traiciones y negocios turbios en una latinoamérica convulsionada. Puntaje: 90/100.
o que perdimos en los libros. Crítica de “Historias de miedo para contar en la oscuridad” de Andre Ovdal.InicioEstrenosLo que perdimos en los libros. Crítica de “Historias de miedo para contar en la oscuridad” de Andre Ovdal. 24 septiembre, 2019 Bruno Calabrese Una grata sorpresa nos llevamos en el año 2016, cuando un director noruego irrumpió en el cine de terror mainstream. La cinta en cuestión era “La Autopsia de Jane Doe, protagonizada por Emile Hirsh y Brian Cox. Reconocida por Stephen King como una de las mejores películas del género de los últimos años, le valió a Andre Ovdal un reconocimiento importante dentro del mundo del cine. Es por eso que se esperaba con muchas expectativas el estreno de su nueva película, sobre todo cuando nos enteramos que en la misma también había metido mano el mexicano Guillermo Del Toro. Tres años después y con el antecedente fresco, el director nos trae una película cuya premisa ya la hemos visto en el clásico “In the Mouth of Madness (1995)” de John Carpenter hasta en “Stranger Than Fiction” de Marc Foster (2006). Aunque de géneros totalmente distintos, ambos films tenían un concepto en común, eran historias de ficción que se iban escribiendo en un libro en paralelo con la película, donde los protagonistas ven que lo que aparece escrito es lo que les va a suceder a ellos. En este caso el film está basado en una exitosa serie de libros para adultos jóvenes. Ambientada a finales de los años 60, Stella (Zoe Margaret Colletti) es una adolescente amante del horror que vive en una pequeña ciudad de los Estados Unidos. Su padre (Dean Norris) mantiene un techo sobre sus cabezas. Ambosa no han superado por completo la pérdida de la madre de Stella, que los abandonó varios años antes. Es la noche de Halloween, y sus planes con sus mejores amigos Auggie (Gabriel Rush) y Chuck (Austin Zajur) se interrumpen cuando unos acosadores los persiguen hasta un autocine donde se cruzarán con un recién llegado a la ciudad llamado Ramón (Michael Garza). Emocionados por poder eludir a los matones adolescentes, los cuatro se dirigen a una vieja casa en las afueras de la ciudad. Cada ciudad tiene una, una casa con una historia que se habla en patios escolares y cafeterías, pero los niños descubren que a veces los rumores se basan en la verdad. Stella toma un libro de la casa y mira aterrorizado mientras una historia aparece en la página en “tinta” roja, una historia que se hace realidad. Los libros de Alvin Schwartz en los que se basa la pelicula, presentan historias recopiladas del folklore e ilustradas con una belleza grotesca de Stephen Gammell, y son esas imágenes las que captaron la atención del productor/coguionista Guillermo del Toro e hizo que se interesara en ellos. El director André Øvredal da vida a las inquietantes ilustraciones en blanco y negro con una película que reconoce el poder de las palabras y las imágenes, y el resultado es una película de terror que combina la familiaridad del género con creaciones únicas y aterradoras. . El guión, acreditado a Del Toro y Dan & Kevin Hageman, combina un comentario alegórico a lo largo de su historia, que de otro modo sería muy tradicional, y aunque a veces es un poco espeso, el efecto permanece. La historia directa muestra a los jóvenes adolescentes pagando el precio por entrar en una casa espeluznante, pero a partir de ahí están lidiando con el poder mortal de la historia a cuyo pasado de una familia comienza a pasar factura al presente de la ciudad. A medida que el mundo real envía a los hombres jóvenes a morir a Vietnam, mientras los estadounidenses se preparan para votar a Richard Nixon para que vuelva al cargo. Las historias son mentiras, mentiras destinadas principalmente a entretener, pero a veces el propósito es mucho más insidioso. “Historias de Terror para Contar en la Oscuridad” es una interesante propuesta de terror que combina imágenes espeluznantes y una atmósfera asfixiante; cuya mano de Guillermo del Toro se nota en el diseño de los aterradores monstruos. Aunque por momentos se parece a un capítulo de la clásica serie adolescente de los años 90 “Escalofríos”, se vuelve un producto más serio y convincente cuando juega con la alegoría de la Guerra de Vietnam, las pérdidas humanas y los relatos que existieron alrededor del conflicto bélico. Dejando como resultado final una divertida película de terror adecuada para jóvenes y adultos por igual. Puntaje: 70/100
El último legado de una maestra del cine. “Varda por Agnés” de Agnés Varda.InicioEstrenosEl último legado de una maestra del cine. “Varda por Agnés” de Agnés Varda. 19 septiembre, 2019 Bruno Calabrese En su última película , Agnès Varda, fotógrafa, cineasta, artista conceptual y pionera de la Nouvelle Vague, nos ofrece una retrospectiva del trabajo de su vida, Anclado en una (clase de) charla TED sobre lo que Varda llama escritura de cine. Varda lleva al espectador a través de sus primeros años como la única mujer que surgió junto a Jean-Luc Godard, François Truffaut y Jacques Rivette, su seminal de 1962 con “Cleo de 5 a 7 años”, y su matrimonio con Jacques Demy, director de “Los paraguas de Cherburgo”. Varda ya había decidido al cumplir los 80 años exponer sus vivencias en “Playas de Agnés, porque como ella recuerda: “Su 80 cumpleaños la golpeaba como un tren”. “Varda por Agnès” es una explicación de los aspectos lúdicos de su trabajo y porque, como ella dice: “¡Tengo 90 años y no me importa!” La película de Agnès Varda no solo es una conferencia semi dramatizada, también es un trabajo autobiográfico y autocrítico que utiliza imágenes de su discurso en varios eventos, con clips, reconstrucciones y superposiciones dramatizadas que recuerdan la notable vida y carrera de la directora. Ella habla sobre sus películas que fracasaron comercialmente, especialmente su comedia de fantasía “One Hundred and One Nights (1995)” con su elenco de estrellas, y presentando una “escena de navegación” con Robert De Niro hablando un falso francés. Incluye una sección fascinante sobre el que es considerado su mejor trabajo, de 1984 “Sans toi ni loi” (“Sin techo ni ley” ak), protagonizada por Sandrine Bonnaire, de 17 años. Las dos se reúnen ahora para esta película, hablando afectuosamente. Pero Bonnaire recuerda cuán cortante e inquietantemente grosero fue Varda durante la filmación, cuando le mostró a la directora las ampollas que había recibido al interpretar a una persona sin hogar. Varda se muestra compasiva con ella y se arrepiente de esos maltratos exclamando: “¡Debería haberlas lamido!”, resaltando la importancia de la actriz en el producto. Varda también retrata su fascinación por el realismo documental: algunos de los mejores momentos de su primera obra maestra “Cléo de 5 a 7” simplemente muestran a la gente real de París reaccionando a su personaje imaginario caminando por las calles. Varda murió en marzo de este año, y esta fue su película final. A pesar de sus largos 90 años, es difícil creer que se haya ido. Su energía parecía intacta, pero bastante controlada y cómoda, canalizada en un tono de calma y sabiduría seductora: ingeniosa, equitativa, gentil. Esta película es el legado final que nos comparte para que aprendamos porque como manisfiesta al principio, sus tres palabras principales para empezar una película son tres: Inspiración, Creación y Compartir. “Varda por Agnés” es una película imprescindible para los amantes del séptimo arte. Puntaje: 90/100.
Diego Peretti en llamas. Crítica de “Iniciales S. G.” de Rania Attieh y Daniel GarciaI Sergio Garces (Diego Peretti) se ve a sí mismo como alguien canchero, atractivo y talentoso. Está llegando a los 50, pero él actúa como si tuviera 25. Fanático del fútbol, pasa sus días bajo los efectos del porro, hábito que lleva a cabo a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Sus amigos lo llaman “Francés” porque cuando era joven grabó un disco de covers del famoso cantante Serge Gainsbourg en castellano. Trabaja de extra en muchas películas pero su sueño es ser actor. En la semana en la que la Copa del Mundo 2014 está terminando Sergio atraviesa una racha de mala suerte. Debe lidiar con su carrera fallida, un romance que no le interesa con una extranjera (Julianne Nicholson) y un crimen que no quiso cometer. En copdroducción con Estados Unidos y Libano llega a la Argentina la nueva película protagonizada por Diego Peretti. Dirigida por la libanesa Rania Attieh y el norteamericano Daniel García, la película mezcla comedia, humor absurdo, policial negro y costumbrismo local. Junto a Peretti, aparece como coprotagonista la norteamericana Julianne Nicholson. Llamativamente una actriz que, al igual que Sergio Garces, siempre fue de reparto o con papeles esporádicos en series norteamericanas pero que acá sorprende gratamente como una joven extranjera perdida en la gran ciudad que se engancha con el protagonista. Tanto lo hace que terminará ayudándolo en un raid delictivo extraño y divertido, donde ambos se sacan chispas, propiciando los mejores momentos de humor de la película. Sumado a algunas sorpresivas apariciones, como el cameo del gran director de cine porno argentino Victor Maytland en una escena desopilante y bizarra, Si se tiene en cuenta que los directores son extranjeros, es notable el modo en que logran reflejar el paisaje argentino, con sus costumbres y tradiciones, sobretodo el grado de locura con el que viven los argentinos el mundial de fútbol masculino (No nos olvidemos que la película está ambientada en el mundial de Brasil 2014). La inconfundible voz de Daniel fanego de fondo le da a la película la solemnidad de un cuento con final fabulesco, en unidad con un soundtrack jazzero que llamativamente queda perfecto para el tipo de humor que despliega la película. “Iniciales S. G” es una comedia bizarra y desopilantes por momentos, pretenciosa en otros. Sostenida por la labor de la dupla principal, sobre todo de un Diego Peretti cada vez más afianzado en el género. Puntaje: 75/100.
Un pájaro que no termina de levantar vuelo. Crítica de “El Jilguero” de John Crowley. Tras la muerte de su madre en un atentado terrorista con bomba en el Museo Metropolitan de Nueva York, el joven Theodore Decker, de 13 años, es acogido por una acaudalada familia del Upper East Side de Manhattan. La tragedia cambiará el curso de la vida de Theodore, sumergiéndolo en una odisea de dolor y culpa, reinvención, redención e incluso amor. Adaptación de la obra literaria de Donna Tartt con el mismo nombre, la película pone en foco en Theo (Oakes Fegley y luego Ansel Elgort), quien trás la muerte de su madre en un atentado terrorista cuando tiene 13 años le provocará heridas internas que luchará por cerrar. Su padre ausente, Theo es enviado a vivir temporalmente con la familia de clase alta perteneciente a un amigo de la escuela y se acerca a la matriarca Samantha (Nicole Kidman), una mujer fría que se une con él por su amor mutuo por el arte. Cuando su padre Larry (Luke Wilson) reaparece, Theo es enviado a vivir con él y su novia indiferente Xandra (Sarah Paulson). A partir de ahí comienza un viaje de tutor a tutor y de lugar en lugar mientras Theo lucha por descubrir a quién es y donde pertenece, dividido entre una acogedora pero problemática familia adinerada y el dueño de una tienda de antigüedades (Jeffrey Wright). Un poco tediosa en el principio cuando nos muestra la relación del joven con su nueva familia, a pesar de la atractiva relación que mantiene con Samantha (Nicole Kidman, siempre fina y misteriosa). Se pone interesante y cobra dinamismo cuando indaga en los conflictos internos de Theo (la culpa por la muerte de su madre), sobre todo cuando se va a vivir a Las Vegas con su padre alcohólico y su pareja (Interpretados por Luke Wilson y la genial Sarah Paulson). En medio del desierto estadounidense conoce a Boris (Finn Wolfhard) un amigo que lo marcará para siempre. Pero final se vuelve un thriller previsible, plagada de situaciones fortuitas que parecen puestas para cerrar la película a las apuradas y que no se extienda más, de su ya larga duración. Lo mejor? La actuación de Ansel Elgort (Baby Driver) y Oakis Feagley interpretando a Theo adulto y niño, respectivamente. “El Jilguero” es una historia de romance, terrorismo, dolor, adicción a las drogas y espionaje del mundo del arte. Desde los planos técnicos la película es excelente, con una puesta en escena impecable y una fotografía que eleva el contenido, dándole un tono artístico que se condice con las obras de arte que se encuentran en el museo. Quién haya leído el libro seguramente podrá dar una opinión mejor sobre el traspaso al cine, pero la película da la sensación que se queda a mitad de camino. Es extensa en su duración (2 horas y media) y a pesar de eso no desarrolla bien la cabalgata de personajes que presenta. Una película pretensiosa que aparenta más de lo que muestra. Puntaje: 60/100. Share this... Share on FacebookTweet about this on Twitter Adelantos, Cine, Critica, Drama, Estrenos Editar"Un pájaro que no termina de levantar vuelo. Crítica de “El Jilguero” de John Crowley."
Un vertiginoso viaje hacia el interior de uno mismo. Crítica de “Ad Astra: Hacia las Estrellas” de James Gray ¿Qué hay ahí afuera? ¿Qué nos espera en las estrellas? Esa es una de las tantas preguntas que no plantea “Ad Astra”, la esperada aventura de ciencia ficción de James Gray (“Dueños de la Noche” y “La Ciudad Perdida de Z”) protagonizada por Brad Pitt. Esta vez Gray nos lleva a un futuro cercano, nos presenta a Pitt como el Mayor Roy McBride, un astronauta solitario que se enorgullece del hecho de que su pulso nunca ha superado los 80. Está viajando a Neptuno en busca de su padre perdido, un hombre que apenas conoce. buscando detener una serie de rayos cósmicos inexplicables que amenazan la vida en la Tierra. “Al final, el hijo sufre los pecados del padre”, explica McBride en voz baja mientras su nave avanza por la oscuridad. Esto se debe a que el padre de Roy (Tommy Lee Jones) es un brillante astronauta que se fue años antes en una misión llamada “Proyecto Lima” y que, de alguna manera, puede ser responsable de la crisis actual. Los jefes de Roy en SPACECOM dicen que simplemente quieren que traigan a su padre a casa, pero en realidad planean en secreto terminar su comando. Roy recibe esta información con apenas un destello de emoción. Sus sentimientos sobre el viejo siempre han estado en conflicto; ni siquiera está seguro de querer encontrarlo vivo. Pero igualmente dispara mensajes y espera una respuesta. La película nos muestra al protagonista como un hombre insensible, abatido por la sensación de abandono que le impregnó la marcha de su padre e incapaz de entablar relaciones personales sanas o estables. La voz de Brad Pitt resuena en cada escena a modo de narrador en primera persona de sus inquietudes y verdades internas. De este modo, somos testigos de su evolución emocional, que comienza con un “no siento nada, ¿por qué no puedo sentir nada?” y traza una trayectoria de evolución personal que lo hace, cada vez, más humano. El reparto lo completan Donald Sutherland, Ruth Negga y Liv Tyler, pero, de no ser por la voz en off, no podríamos conocer al personaje, ya que apenas interactúa con ninguno de ellos. Quien piensa encontrarse con una película sobre viajes y aventuras espaciales, lamento desilusionarlos. El viaje espacial es solo una excusa del director para hacer un relato intimista sobre las relaciones interpersonales. De la misma manera que la directora Claire Denis en “High Life”, recientemente estrenada, aunque Ad Astra no es tan rebuscada, es más directa y el conflicto está planteado de manera más literal. En este caso un astronauta insensible que le cuesta vincularse con el otro o expresar sus sentimientos. Interpretado por un Brad Pitt que ha alcanzado una madurez actoral notable (junto con el personaje de Cliff Both en “Once Upon a time in Hollywood”, tuvo un año brillante), la película es un viaje al interior de uno mismo interesante, con buenos efectos especiales, escenas de tensión y de mucho vértigo en el espacio bien elaboradas. Especial para ir a verla al cine, ya que la experiencia espacial se va disfruta más en pantalla grande y con buen sonido. Puntaje: 85/100.
Romance Beatlemaniaco. Crítica de “Yesterday” de Danny Boyle.I En pleno auge de las biopics musicales, generado por el rotundo éxito de “Rocketman” “Bohemian Rapsody”, el británico Danny Boyle sorprende con un hermoso homenaje a The Beatles pero en un formato distinto. El director de “Trainspotting” y “Slumdog Millonaire” le rinde tributo al cuarteto de Liverpool en una comedia romántica, llena de clichés propias del género pero igualmente emotiva y entretenida. Jack (Himesh Patel) es un músico, cuyos intentos por convertirse en un cantante exitoso no estaban dando frutos y estaba por abandonar su carrera. En compañia de su amiga y representante Ellie (Lilly James) van de escenario en escenario tratando de lograr la fama tan deseada. Hasta que un extraño corte de electricidad en todo el planeta ocasionó que el resto de la humanidad no recuerde la existencia de Los Beatles y su música. Jack es ahora la única persona en el planeta que los recuerda y aprovecha la situación para convertirse en el cantautor de todos los grandes hits de la banda. El guión estuvo a cargo de Richard Curtis, responsable de “Nothing Hill” y “Love Actually”, quien junto a Danny Boyle, maestro en la edición y la musicalización logran un historia completa, sumamente entretenida. Aunque caiga en lugares comunes del género, el carisma de Himesh Patel y la frescura de la ascendente Lilly James quienes logran llevar adelante la película de manera perfecta. La música de “The Beatles” es el complemento, sobre todo a la hora de jugar con el espectador como sería un mundo sin su música o si se hicieran famosos en estos tiempos, donde las redes sociales y la globalización hacen que la fama se consiga de manera vertiginosa. A esto se le suma Ed Sheeran como referente musical inglés contemporáneo, quien ve en Jack un mesías para la música, un enviado del cielo Danny Boyle saca provecho de su magia para la construcción de escenarios ficticios, como el momento que Jack imagina como se viralizan las canciones. Así como también en los planos, con diferentes tonalidades de colores, siempre acorde a lo que generan en el espectador la música de The Beatles. Todos estos elementos apuntalan la misión de rendir culto al cuarteto de Liverpool. Podría haber sido un poco más o menos subversivo acerca de su visión sobre las consecuencias que podrían acarrear la no existencia de The Beatles, pero el homenaje está bien merecido y se ejecuta con entusiasmo para transformarse en una comedia agradable para cualquier tipo de espectador que disfrute de la música. Puntaje: 80/100
Crítica de “La Internacional del Fin del Mundo” de Violeta Bruck y Javier Gabino “La internacional del fin del mundo” recorre la vida de cuatro jóvenes de la Argentina de principios del siglo XX: Pedro Milesi, Mateo Fossa, Mika Etchebéhère y Liborio Justo. Todos ellos de diferente origen social, dos obreros, una estudiante de clase media, y el hijo del dictador Agustín P. Justo. Esa diversidad confluye en los movimientos culturales, feministas, sindicales y políticos inspirados en la revolución rusa de 1917. Desde que la documentalista comienza a recorrer la Buenos Aires del siglo XXI visitando familiares, investigadores, y activistas para reconstruir su historia, el tiempo deja su cronología y varios personajes con quienes se cruza se descubren como habitantes del pasado que investiga. La película está narrada de un modo clásico, arranca con un cartel que dice “que si bien la historia transcurre en Buenos Aires, puede trancurrir en cualquier lugar del mundo”, leit motiv que sirve como excusa para hasta enfocarse en sus cuatro protagonistas: Pedro Milesi, un referente obrero que es parte de los principales acontecimientos de lucha en el país, hasta ser el consejero de Agustín Tosco durante el Cordobazo. Liborio Justo, el hijo del dictador Agustín P. Justo, se rebela contra su familia, y hará el primer escrache hacia un presidente de Estados Unidos. Mateo Fossa, un destacado dirigente obrero del gremio de la Madera será el único argentino que tendrá un encuentro con León Trotsky en México. Y Mika Etchebéhère, una joven feminista y comunista que participa en la Revolución Española donde logra ser la primera mujer capitana. Una interesante puesta en escena, sobre todo en la fotografía de Buenos Aires filmada desde un dron; la investigación, a modo de ficcción, de la documentalista en la búsqueda de material de archivo con una interesante recreación de época, sobre todo de inicios de los años 20, reflejo de la influencia de la revolución rusa en Argentina. Todo se unifica para que el documental tenga dinamismo y sea entretenido. “La internacional del fin del mundo” reivindica la lucha de la izquierda argentina desde comienzos del siglo XX. Dando cuenta que muchas de esas peleas, que hoy aún siguen vigentes (sobre todo la lucha feminista), tuvieron su germen en ese espacio político. Puntaje: 70/100.
Una película solo para fanáticos. Crítica de “Todo por el Ascenso” de Jorge PiwowarskiInicioEstrenosUna película solo para fanáticos. Crítica de “Todo por el Ascenso” de Jorge Piwowarski 12 septiembre, 2019 Bruno Calabrese Como primera medida voy a hacer una aclaración: soy hincha fanático de un club de fútbol, con lo cual he tenido muchos viajes a distintas partes de Argentina, y a Mendoza lo he hecho recientemente para ver a mi equipo en una instancia definitoria. Por lo tanto, mucho de lo que escriba en esta crítica estará cargada de subjetividad dada las vivencias personales en esas largas travesias a distintas canchas. Atlético Saavedra juega un partido clave por el ascenso frente a Gimnasia de Mendoza de visitante. Néstor (Ariel Pérez de María) y Rafa (Tomás Fonzi) son hinchas fanáticos del club. Ambos planean viajar a la ciudad del vino para presenciar el partido que será histórico para el club de sus amores. Néstor es un enfermo cabulero, a punto tal de pisar caca a propósito por que eso ayudaría a su equipo a ganar. Como toda persona supersticiosa respeta todos los rituales previos al partido (remera sin lavar, usar la misma ropa). Vive con su madre y tiene una hija con la hija del presidente del club. Rafa es distinto: trabaja de vendedor en una agencia de autos, es carismático y fachero. Pero todo esa postura se cae a pedazos cuando por ejemplo, se entera que la madre de su hijo le puso la camiseta de su clásico rival a su hijo. Los jóvenes reflejan el universo de muchos futboleros argentinos. Mientras preparan la excursión a Mendoza aparece Fabián (Fernando Govergun), un viejo amigo que volvió de Colombia dispuesto a ir a ver el partido. ¿Cuál es el problema con Fabián?, que el reúne todos los males que pondrían de los pelos a cualquier supersticioso: es pelirrojo y todos las veces que fue a la cancha, el equipo perdió. Durante el largo camino al estadio, Néstor y Rafa comenzarán a hacer lo posible para que no llegue al partido y el equipo no pierda el ascenso. Quien quiera ver una película que toque de manera seria la locura del fanatismo, esta no es su película, para eso está “El Lado Luminoco de La Vida” con Bradley Cooper y Jennifer Lawrence. ¿Es una comedia absurda y sexista? ¿Tiene ciertas incoherencias en el guión?. Si, pero no por eso deja de ser entretenida. Me fue imposible verla sin una sonrisa, quizás porque uno vivió muchos viajes similares para ir a ver al club de sus amores y pueda sentirse identificado. A pesar de la presencia de Tomás Fonzi en un papel que le encaja a la perfección, es Ariel Pérez de María quien se lleva todos los aplausos como el hincha supersticioso, capaz de todo con tal de ir a ver a su equipo, un ser irracional, capaz de dejar a su hija adolescente sola con su abuela empastillada con tal de ir a la cancha. Un personaje políticamente incorrecto, todo lo que no deberíamos ser. “Todo por el Ascenso” es una comedia divertida para todos aquellos que hemos viajado kilómetros para ver a nuestros equipos en instancias cruciales y sabemos que el resultado futbolístico no es lo más importante, más allá de la ansiedad y esperanza de lograr la victoria. Porque toda travesía para llegar a destino tendrá anécdotas mucho más divertidas para contar en el cine que lo que pase durante los noventa minutos del partido. Puntaje: 65/100.