Es la secuela de “The collector”, de los mismo creadores de “El juego del miedo”. Un hotel abandonado donde un psicópata colecciona trozos de sus víctimas, alguien que puede escapar y es obligado a regresar para liberar a una cautiva. Trampas, sangre, mutilaciones, las muertes se sucedes en horribles variantes. El que va no puede sorprenderse, sadismo y horror a la carta.
Un documental del músico Fermín Muguruza que sigue a la banda del título, formada por mujeres, y su aporte en el país vasco. Interesante.
Una producción argentino-peruana, de la directora Rosario Garcia-Montero, que se mete en el mundo de una chiquita solitaria de una familia pudiente para mostrar con ironía y certeza a toda una sociedad. Con altibajos
La reconstrucción de la historia del personaje del famoso tango, con testimonios emotivos, una parte de la historia popular.
Clint Eastwood como los vinos buenos, a sus 82 años vuelve a dar una conmovedra actuación, donde se expone a la crueldad de la decadencia física, sin atenuantes, de un cazatalentos de béisbol que se está quedando ciego. Amy Adams es su hija, la que esta a su lado aún con tantas cuentas pendientes. No es una gran película, vale por estos dos grandes actores.
Con la mirada puesta en la misma entraña del poder y un funcionario que se ve deslizado en situaciones que apenas puede manejar. Donde su conciencia apenas se escucha y sus ambiciones lo hacen tejer alianzas impensadas para mantenerse a flote. Una radiografía cruda, interesantísima.
Dedicada los bajitos, una anécdota la lucha de los buenos: Papá Noel, el conejo de Pascua, el hada de los dientes y otros amigos que se unen para preservar la alegría y imaginación de los nenes, en contra de un malo que solo quiere sembrar pesadillas. Despliegue y entretenimiento para chicos por arriba de los seis años.
Una historia de amor de lenguaje televisivo, con filosofía de vuelo bajo y situaciones obvias. Con los protagónicos de Patricia Sosa y Diego Olivera. Apenas pasable.
Un documental dedicado a los militantes, de clara intención proselitista sobre la figura del expresidente, con un material ya demasiado conocido, y el agregado de algunos testimonios anónimos, los recuerdos de su hijo, de su suegra y de su hermana menor. De buena factura técnica. Provocará mas comentarios políticos que cinematográficos.
El brasileño Alejandro Landes realiza una película rigurosa, árida, sin golpes bajos de la aburrida vida de un hombre lisiado por una bala policial, que espera en vano la indemnización que le prometió el Estado. Su ansiedad, sus pequeños negocios, el sexo, su higiene. El film termina antes del hecho que lo hizo famoso: el secuestro de un avión con granadas escondidas en su pañal para reclamar justicia. Hay una canción final reveladora. Film de autor, duro, terrible.