Es un impresionante documental realizado por Ximena González que transcurre en un barrio construido alrededor de dos cementerios, el Municipal de Avellaneda y el Israelita. Ella vivió allí durante treinta años a metros de las fosas comunes que negaron la identidad a tantos desaparecidos, a familias enteras. Esta experiencia sumada a otras le permitieron realizar un trabajo de excepción: una profunda reflexión sobre el olvido, la complicidad del silencio, la ignorancia instalada en esos testimonios donde todavía se escuchan las voces amenazantes y las historia deshilachadas del horror. Desde los trabajadores de los cementerios que todo lo vieron a los niños que construyen fantasías con cuentos y cantos. Esa estrategia de supervivencia que oculta verdades sobre capas de miedo y censura, que se hacen carne para borrar recuerdos aún en las últimas etapas de muchas vidas. Las sombras, el silencio, los olvidos, las rimas crueles. Imperdible.
Este documental de Federico Strifezzo vuelve sobre el tema de las 14 enfermeras que atendieron el hospital móvil de Comodoro Rivadavia, que no pudo instalarse en Malvinas, donde recibían a todos los heridos de la guerra. Tres de ellas, regresan al lugar, vistiendo uniforme dispuestas a recordar lo que durante muchos años de silencio se guardaron aun para sus familiares más directos. Las tres recorren el lugar donde vivieron bajo clima de guerra, lo que ellas denominan “El conflicto del Atlántico Sur”, que las reconocería con justicia como veteranas de guerra. Jóvenes profesionales que ocultaban lágrimas y diagnósticos terribles y que fueron el único consuelo para muchos heridos. Ellas luchan contra el olvido, y es una tarea dificultosa para una sociedad triunfalista que después de la derrota se desligó de la peor manera. Valientes y enteras hasta se dan el gusto de una reivindicación muy especial.
En este documental dirigido por Liliana Furió y Lucas Santa Ana se homenajea con toda justicia a la labor militante incansable de la artista Ilse Fuskowa, como lesbiana y feminista. Ilse que hoy tiene 92 años, en el film se le festejan sus gloriosos 90, ha sido una figura clave en las luchas por los derechos civiles del siglo pasado y el actual. Con una familia de clase media, fue azafata, periodista y se pronuncio feminista en l978, en plena dictadura militar. En 1986 se reconoció como lesbiana y no solo se preocupo por establecer relaciones con todos las organizaciones que luchaban por derechos humanos, sino que fue una importante comunicadora en los medios de comunicación, muy especialmente en una televisión en la que le hablaban de “asco” hacia las lesbianas. Ilse jamás se inmuto frente a tamaños insultos, y siempre ayudó a abrir cabezas y debates. Junto con Adriana Carrasco creó los “Cuadernos de existencia lesbiana”, fundamentales para difundir sus ideas. Fue impulsora junto a Carlos Jáuregui de la Primera Marcha del Orgullo en nuestro país. Este valioso documental muestra su obra, su espíritu incansable, sus amores, y por sobre todo su valiente lucha por la igualdad de derechos.
La ópera prima de Gonzalo Mellid, producida por la compañía argentina 3C Films; la uruguaya One Play Studios; y la neozelandesa Black Mandala Films, es un film de género, de argumento sencillo pero que implica un ente que vive en el bosque, que se cobra cualquier muerte que se perpetre en sus dominios. Un abuelo trata de instruir a sus jóvenes nietos sobre la sabiduría de la naturaleza y trata de guiar a la menor, con un entendimiento distinto, y al casi adolescente aburrido de su dieta vegetariana y su estilo de vida. Una historia colateral y un hecho sangriento desatan las furias que solo pueden ser detenidas por el fuego. Se trata de sobrevivir hasta el amanecer. No es fácil. La historia prácticamente lineal suma seres transformados, y situaciones esperables pero que cumplen con la receta que piden los films de terror. En el elenco sobresalen Chucho Fernández y Magui Bravi con María Paz Arias Landa, Nicolás Del Rio, Ezequiel Pache, Felipe Corvalán.
Es una de guerra y terrorismo. Una más que no escapa a las reglas rutinarias del género, que tiene algunas pretensiones de discusión política y que marca el debut como héroe de acción de un conocido de la serie CSI Gary Dourdan. El se convierte en lo mejor de la película, con gran presencia escénica, cuerpo vigoroso y un desenvolvimiento como si se tratara de un experimentado héroe de acción. En este caso es un veterano de guerra que regresa a su casa luego de una fallida operación en Siria, con serios problemas de estrés postraumático. Sin mucha oportunidad de descanso, su esposa, una conocida arqueóloga recibe una oferta que no puede resistir, el descubrimiento de una ciudad antigua en Marruecos, que puede cambiar muchos conceptos históricos. Previsiblemente un grupo de terroristas islámicos secuestra y mata al grupo de investigadores, la mujer del militar es llevada cautiva y el regresara al escenario bélico al rescate del título. El director Hicham Hajji resuelve las escenas de acción con situaciones nocturnas, muy confusas, intrincadas, con explosiones y mucha violencia. Algunos nombres famosos como Andy García y Martin Donovan solo son figuras decorativas.
Un film que tiene como punto de vista el de uno de los protagonistas, un chico de 16 años que se deslumbra con la pasión que le despierta una profesora de arte que corresponde a sus ardores adolescentes. Ella lo invita a un fin de semana largo y él acepta entusiasmado sin pensarlo demasiado. Y lo que pinta como una suerte de “luna de miel” de una pasión prohibida, con escenas de sexo y algunos detalles llamativos, pronto se transformará en otra cosa. Para sorpresa del protagonista y el espectador. El guión del director en su opera prima, Daniel Werner, escrito junto a Diego Avalos es preciso y se abre como un rompecabezas de tomas y situaciones que encajan muy bien en el armado de lo siniestro, lo dual y lo violento. La película tiene climas muy bien logrados, escenas de género bien resueltas y sangrientas, así como osados momentos de pasión, con una gran fotografía de Manuel Rebella y buena dirección de arte. Renato Quattordio se luce como el adolescente atrapado en un conflicto peligroso y luego de gran riesgo, da muy bien su personaje aunque ya paso los veinte… Romina Ricci está perfecta en esa mujer inteligente, manipuladora, que no da puntada sin hilo pero que tambalea en sus pasiones. El resto del elenco responde con talento a un director que manejo muy seguro toda su creación.
Es un entretenimiento lujoso con un trío de actores de gran popularidad, Dwayne Johnson que juega el papel de un perfilador de la unidad de análisis de comportamiento de FBI, Ryan Reynolds el famoso ladrón Nolan Booth, y la contundente Gal Gadot, que cuando aparece demuestra su magnetismo. En la película escrita y dirigida por Rawson Marshall Thurber, la estrella israelí es un misterioso personaje que se adelanta siempre a los esfuerzos de la dupla de hombres. Si bien por el covid la película se hizo en Atlanta, el diseño de producción es fastuoso y se ven escenas en Castel Sant´Angelo, Bali, selvas, minas de cobre, palacios y museos. En el argumento se buscan los tres huevos enjoyados que Marco Antonio le regaló a Cleopatra. Uno se exhibe en el museo de Roma, el otro lo tiene un coleccionista privado y el tercero tiene paradero desconocido. En el juego del ladrón y el policía, los personajes de Johnson y Reynolds son acusados de ser socios para su beneficio, por eso se emite la “alerta roja” del título. Así que ladrón y perfilador del FBI se unen para salirse con la suya uno y limpiar su nombre el otro. Ahí aparece Gal Gadot tan linda como peligrosa. El film tiene homenajes evidentes como a Indiana Jones, pero también tiene cosas que hemos visto en Misión Imposible, la saga Bond, la saga Bourne y siguen los nombres. Pero es vistoso, entretenido y liviano, sin escenas de muerte o tortura que lo hace viable para la visión en familia. También queda la puerta abierta para una secuela, es que la química de los tres protagonistas es grande y se sacan chispas con diálogos divertidos y grandes escenas de acción coreografiadas por expertos
Nicolas Prividera construye a partir de su historia personal y de filmaciones caseras que realizó su padre, una profunda y original reflexión sobre olvidos y recuerdos que no solo se ciñe a su destino y su pasado, sino que se extiende certero a las circunstancias históricas e ideologías liberales que pretenden vaciar de contenido al tiempo colectivo. A nuestra historia. Con su voz en off, con sus precisos y lúcidos razonamientos, sus citas poéticas, sus dolores personales y de nuestro tiempo pasado reciente, nos lleva por un camino de contenido filosófico sobre lo que elegimos recordar, y lo que aun inconscientemente dejamos atrás, en el territorio del olvido. Pero que pone acento en el compromiso o la falta de él, para dejar pasar luchas y reivindicaciones, que muchos se toman el atrevimiento de poner en duda. Esas filmaciones caseras que realizó su papá le permiten dialogar de alguna manera con su padre enfermo de Alzheimer, que ya no sabe como armar su cámara para volverá a empuñarla. En esos registros están los rostros familiares, su madre desaparecida, y el documento escrito en clave que iba a revelar mucho sobre lo que ocurrió, pero fue imposible descifrar. Todo un símbolo de lo imposible.
Un documental con momentos encantadores y mágicos, con atmósfera de cuento de niñez clásico pero que se mezcla, saltando generaciones entre el destino de una abuela de dura niñez y una nieta que festeja a una nueva generación feminista. Qué tienen en común estas generaciones, se plantea la realizadora Tataian Mazú González que indaga en el pasado de esa mujer que nunca dejó de trabajar, ni de sufrir, con su propio camino de realizadora. Entre una y otra, además de esas conversaciones íntimas, campea una caperucita roja real que se escapó siendo una niña a través de un bosque, porque lo que dejaba atrás era el lobo feroz de la esclavitud encarnada en el padrino abusivo. Y después los recuerdos de la guerra, de su oficio de costurera, de sus opiniones y de sus silencios frente a lo nuevo que no le cuesta tanto entender. Más que un tapado rojo que cosen entre las dos: el vestido de la intimidad y el cariño para una mujer que se empodera, que tiene el lujo de una abuela con sus versos y la tradición de las canciones de trinchera de los republicanos. Un documental pleno de climas y descubrimientos.
Una mujer que se exilia de sí misma, que sabe que debe irse, no importa a donde pero en el mundo donde tenía sus roles asignados de madre y esposa, no se halla, no se soporta, no se sostiene ni se habita cómoda. Una decisión final que la llevara a un destino nómade. La directora María Clara Escobar, también autora del guión, divide a su película en partes donde muestra a esa mujer que se va en su entorno familiar, la espera de su pareja y su hijo, la noticia de su muerte y los trámites de repatriación de sus restos y finalmente su camino, su viaje, donde otros testimonios de pasajeros constantes cuentan sus motivos. Film de creación de climas, con manejo del uso del color, de juegos de encuadres, de situaciones que se acercan al misterio pero que buscan retratar la intimidad de las dudas y deseos más íntimos de nuestra existencia.