La secuela de Adam Robitel de la película de acción de acertijos y trampas que, como alude el titulo oirignal, es un verdadero torneo de campeones, reunidos no tan al azar, pero con distintas motivaciones y angustias. La pareja protagónica esta formada por el regreso de Taylor Russsel, junto a su amigo Logan Miller, en realidad ella lo arrastra a él, porque está empeñada en demostrar que la organización Minos( si como el minotauro) es la que opera detrás de la tortura y muerte de muchos participantes. Todos los demás creen que se salieron del juego, menos Zoey que busca entrar para poner en evidencia a la mafia que tortura jóvenes. Subtes electrificados, sede de banco con seguridad de rayos laser, arenas movedizas, lluvia ácida son algunas de las linduras con las que debe lidiar el grupo, que en cada desafío casi siempre pierde a alguien. Cine de vértigo donde nadie explica la rapidez para resolver acertijos que dejaría a la mayoría paralizado. Aquí todos encuentran todo, menos el más lento o sacrificada. Entretenimiento sin mayor pretensión que provocar suspenso y adrenalina que se matiza con bolsa de pochoclos gigante. Vértigo, ritmo, compaginación bien hecha y buenos efectos especiales.
Antes de pasar a la plataforma Disney plus, llega esta película de Marcelo Cattáneo, director y guionista para un público pre y adolescente que proclama con sencillez y gracia “la imaginación al poder”. Una manera ocurrente de mostrar el mundo de un colegio secundario, donde la más inteligente y soñadora es objeto de bullying. Ella se refugia en sus dibujos y su fantasía para crear historias de terror, personajes que en algún momento se escapan de su cuaderno para habitarla, acompañarla y darle un poco de miedo. Por suerte tiene un abuelo librero que la “empodera” con respecto a sus creaciones y puede encaminar a los monstruitos, los dibujados y los de carne y hueso. Amable, con inclusión de animaciones y efectos especiales, tiene su encanto.
Un documental original que se propone utilizar el humor y el tono de comedia para hablar de los amores longevos en épocas de relaciones líquidas, cortas, intensas y olvidables. Javier Vagnenkos, uno de los directores junto a Víctor Cruz comienza a interrogarse sobre sus propios cincuenta, sus deterioros físicos, su empeño en seguir corriendo cada día, con maratones incluidas. Sigue preguntándose sobre que lo mantiene unido a su mujer desde hace 30 años, a sus padres desde hace cincuenta, ante un grupo de amigos casi todos divorciados y vueltos a casar, con hijos que se sienten diferentes ante tanta persistencia amorosa. Y luego alegremente extiende sus inquietudes a quienes disfrutan de muchos años de unión, donde esta los mejor de este documental simpático y tierno. Los testimonios casi todos filmados en un teatro, de espaldas a la platea, rescatan ternuras, mimos, y una mirada romántica tan políticamente incorrecta en la actualidad.
Es el regreso de James Wang al terror, a las raíces del creador del universo de “El Conjuro”, y poco se puede contar de su argumento para no quitarle a los espectadores, que seguramente serán muchos, el placer del desenlace a gran orquesta de la película. Solo un dato al pasar, el argumento tiene una lejana base científica que tiene que ver con lo que se llama columna o espina bífida. Solo un detalle. Es que la historia que comienza en un tenebroso hospital al borde de un acantilado, donde un paciente recibe el diagnóstico final, pronto se traslada a una casa antigua donde una mujer embarazada, es castigada por su marido golpeador, que le provoca una herida en la cabeza. Lo que sigue es la invasión a ese hogar de una sombra que hará justicia a su modo. La mujer pierde a su hija, es la tercera vez que le pasa y regresa a su hogar solitario. A partir de allí comienza a tener visiones de escenas violentas. Más no conviene contar. El director malayo un maestro en como filmar el terror muchas veces se divierte homenajeándose a sí mismo, o recuerda a grandes films del género pero no le tiembla el pulso para sumergirse en escenas impresionantes que recuerdan desde los grandes maestros del “giallo” o los slashers ochentosos. Con efectos visuales y especiales muy bien hechos no teme sumergirse en vendavales de sangre, persecuciones, enigmas y paroxismos. Wan se divierte, se arriesga, por sobre todo entretiene y mucho. Su protagonista es Annabelle Wallis (ya estuvo precisamente en “Annabelle” y “La momia”) una actriz perfecta para los cambios bruscos de climas, pasividad y terror. La acompañan Maddie Hasson, George Young y un buen elenco. Es muy posible que se trate del inicio de una saga. Para los fanáticos del género un plato fuerte.
Edgardo Castro es un director talentoso y personal, que vuelve a transitar ese límite impreciso entre el documental y la ficción, y lo hace sin concesiones, pero buscando en ese seres anónimos, desprotegidos, cuyas historias desconocemos, espacios de ternura, de observación precisa. No hay demagogia ni dedos señalando verdades. Toda la película transita una realidad que nos traspasa. Es una filmación de ficción pero las personas y las situaciones existen. Y uno se pregunta cómo logra Castro entrar a las cárceles, moverse con tanto material realmente documental, que no permite la indiferencia. La gran protagonista es una chica muy joven, madre de una bebé, que sobrevive como puede. Vende medias que nadie compra, ante la indiferencia de gente que directamente no la ve. Tiene otro trabajo, es una “rana”, en la jerga carcelaria una mujer que visita a presos con regularidad, sin ser su pareja ni ejercer la prostitución, llevando droga o celulares, brindando compañía, afecto y sexo.. Una mujer cansada pero luchadora. Situaciones captadas con una sensibilidad única.
La figura de Isabel Perón siempre fue un enigma, al margen de un par de datos que se repiten a lo largo de tantos años. El trabajo de Julian Troksberg, exhaustivo, minucioso y valioso, rescata del olvido a una figura siempre incomprensible. Testimonios muy valiosos tanto en nuestro país como en España para valorizar y desempolvar la historia de una mujer que se refugió en el silencio, fue presidente de nuestro país y esposa de Juan Domingo Perón. Amigos, funcionarios, médicos, videntes, artistas aportan datos que se enfrentan pero siempre enriquecen.
Una trilogía y ahora una despedida que el director Tomas Lipgot define, como una manera de acercarse una vez más a hombre entrañable que le inspiro una trilogía (Fortalezas, Moacir y Moacir III). Es que la relación de Lipgot con Moacir dos Santos no terminó con la muerte del cantante en el 2018, superó esa barrera porque se forjo una relación entrañable. En forma de diario aquí el director re-visiona como se armó una pequeña familia de amigos, y como ese hombre en suss últimos años, cambió su vida y la de todos los que lo conocieron. Una amistad amasada en complicidades y juegos que termina siendo una reflexión sobre la pérdida.
Dedicada especialmente a los chicos, que si les gustó la primera encontraran en esta aventura aumentada un entretenimiento garantizado. Lo que más impresiona es toda la tecnología CG provista por Animal Logic y los VFX de última generación que permiten gozar de esos animalitos, los verdaderos protagonistas del film vivido, con una enorme calidad. Pero estas historias y sus acuarelas imaginadas con Beatrix Potter, aquí se expanden en aventuras a gran escala, con Rabbit llevándose muy mal con el flamante marido de su dueña, engañado y aturdido, que logra redimirse para prometer abiertamente nuevas entregas.
Para los fanáticos de la sangrienta saga, la cuota de horror y sofisticación de torturas está. Pueden considerar a esta película como una continuación. Para eso la dirige Darren Lynn Bousman que ya ha hecho tres de la saga ( la segunda, la tercera y la cuarta). Pero tanto él como el productor y protagonista Chris Rock soñaron con un nuevo comienzo de la franquicia y lo lograron en parte. Esta producción muestra la misma crueldad y terror que la hicieron famosa a la saga, pero en este caso con un propósito, la de castigar a policías corruptos, que le cambia el sentido a la crueldad extrema.. A cargo de lo ocurre esta el personaje de Rock, un policía despreciado por sus compañeros por ser demasiado decente, envuelto en una trama oscura, de sofisticada perversión, pero con un lenguaje visual enérgico. Los guionistas Josh Tolberg y Pete Goldfinger mantienen con pericia la historia y sus vueltas de tuercas. Los trabajos de Rock, Samuel L Jackson y Max Minghela (Los cuentos de la criada) se ajustan a la perfección a los personajes. Acción y ferocidad. Un plato fuerte que conforma un entretenimiento logrado.
Es la tercera película de un fenómeno que se originó en la plataforma Wattpad, con más de mil millones de impactos. Eso significa tener un público cautivo que sigue la saga de Tessa y Hardin sin importarles nada más. A tal punto que en esta última entrega hay personajes secundarios que han sido sustituidos sin buscar reemplazos que al menos se les parezcan. Es que todo se centra en lo que les ocurre a Josephine Langford y Hero Fiennes-Tiffin que van y vienen en su relación. Se repite un poco en ciclo de desencuentros en los estallidos conocidos de ira e incomprensión, dosificados con escenas de sexo distribuidas a lo largo de la película, siempre muy bien musicalizadas. Un romance conflictivo que ya no tendrá más entregas.