In Another Country es Isabelle Huppert, no se puede decir mucho más que eso, con todo lo que esto implica. Es que la cámara se enamoró de ella, la persigue y recorre todo el tiempo, por casi la hora y media que dura el filme. Parece que Hong Sang Soo quiso hacer una película para que esta notable y bellísima actriz francesa se luzca, desde un costado más comediante. Son tres relatos distintos que la tiene a ella como protagonista, todos ambientados en la misma casa veraniega y con los mismos personajes secundarios. Situaciones similares que se le van presentando a Anne (el personaje de Huppert), pero desde distintas personalidades y vivencias, cada una de las tres llegó por diferentes motivos a esa zona costera y turística de Corea del Sur...
Esta ópera prima de Gonzalo Tobal cuenta con varios aciertos y convierte a su joven director en una promesa interesante del cine argentino. De hecho este film acaba de ser confirmado para presentarse en una de las secciones de Cannes. Una de estas buenas decisiones es la elección como protagonistas de dos de los actores más prestigiosos de la nueva generación: Esteban Lamothe y Esteban Bigliardi. Ambos interpretan a dos primos oriundos de General Villegas que viven en Buenos Aires y deben volver en auto al entierro de su abuelo. Esteban (Lamothe), es un chico bien, muñeco de torta, que tiene un buen empleo y está a punto de casarse. Recibe la noticia y pasa a buscar, con su auto, a su primo que hace mucho no ve, Pipa (Bigliardi). Este es un tipo bohemio, músico, espontaneo y atropellado. Al principio el aire se corta con cuchillos y ambos deben adaptarse al otro en las horas que dura ese viaje. El film tiene dos estructuras bien marcadas, en una primera parte es una road movie, en la cual se adquiere la mayor intensidad narrativa. Los desencuentros y las diferencian entre los primos parecen insalvables. Pipa se ocupa de complicar el viaje y meter a Esteban en un percance tras otro. En la segunda mitad, cuando llegan a Villegas, decae el gran ritmo narrativo del comienzo y se torna más pausada, pero gana en lo técnico, hermoso planos, producto de una gran trabajo de fotografía se apoderan de la pantalla, el pueblo, la vida en el campo, las casas son transmitidas con gran riqueza visual, como ese travelling de 360 grados que nos muestra un impecable panorama del campo, mientras Pipa tiene una conversación con su padre. Además, hay que rescatar otro gran acierto más del largometraje que es su soundtrack, se escuchan deliciosas canciones compuestas especialmente para el film por Nacho Rodriguez (Onda Vaga), y una joyita de Marlene Dietrich. De a poco las diferencias entre los primos comienzan a desvanecerse, para dar lugar a esos chicos de pueblo que alguna vez fueron. Una historia que apuesta al encuentro, después del desencuentro y que más allá de los caminos que uno ha tomado en la vida, siempre es bueno volver al punto de partida.
Douleur Amour es dolor; quizá sea eso lo que irrite tanto acerca del último largometraje de Haneke, ya que el austríaco se encarga de presentarnos una situación extrema y absolutamente dolorosa, de la cual ninguno de nosotros está exento, y lo hace desde una modalidad realista, sin ningún tipo de edulcorante; al contrario, nos encierra, nos deja sin salida y no nos queda otra que sucumbir ante el derrumbe de la decadencia de la vida...
Un Tarantino desencadenado Mientras algunos se desviven en criticar - o no - a Quentin Tarantino, y en expresar si es un ladrón o un genio; lo primero que se puede decir es que resulta un tipo que cree en lo que hace, que aprovecha su cinefilia y - como pocos - emplea cada recurso que le brinda el dispositivo cinematográfico para hacer lo que más sabe: crear historias y sus respectivos personajes...
Seis historias, seis clímax, seis epílogos. Llevar a la gran pantalla una historia tan enorme como la de Cloud Atlas, la novela del autor británico David Mitchell, es uno de los proyectos más ambiciosos que ha brindado el cine en los últimos tiempos. Es por eso que se necesitaba de directores de peso para poder contrapesar tamaño riesgo: tanto Andy y Lana Wachowski (Matrix, Meteoro) como Tom Tykwer (Corre, Lola, Corre y Perfume, Historia de un Asesino) saben lo que es manejar grandes películas. Y sin embargo, la producción de este filme fue absolutamente caótica, con grandes dificultades para conseguir financiamiento, que terminó viniendo de diversas fuentes no ligadas a la industria, lo cual la llevó a convertirse en la “película independiente” más cara de la historia...
Lo Siniestro Freud se refiere al concepto de lo siniestro cuando algo debe permanecer oculto, escondido en algún lugar inhóspito, pero a pesar de ello sigue insistiendo en el psiquismo, por lo cual eso que nos resulta extraño también nos es familiar y produce sensaciones terroríficas. Ese es el viaje introspectivo que hace Nahuel Machesich, un joven nacido en 1978, que vuelve a su ciudad natal, Rawson, para reconstruir algo que abruma a la capital chubutense, cierto pasado que parece querer esconderse pero que circula en el inconsciente colectivo de sus habitantes...
Es muy extraño lo que sucede con el primer trabajo en solitario completo de Alejandro Fadel, por un lado la obra cinematográficamente es de una belleza destacable para el cine argentino, pero por el otro la narración es tan larga, lenta y estancada que la vuelve bastante tediosa...
Inocencia Interrumpida. El paso de la niñez a la adolescencia, es un momento evolutivo crucial que debe atravesar todo ser humano, es la etapa de la vida, en que el cuerpo se metamorfosea, las pulsiones sexuales irrumpen de manera incontrolable, los padres dejan de ser héroes para ser cuestionados como personas, el grupo de pares comienza a ser el modelo de identificación, y el enamoramiento suele sorprender de la manera más idílica, con esa sensación de eternidad que acarrea...
El otro diez. Cuando uno menciona a Maradona, inmediatamente se remite Diego Armando, pero hay otro Maradona que también debe llenar de orgullo al inconsciente colectivo nacional, quien desde el perfil bajo y la más digna pobreza, resistió al abrumador capitalismo e industria farmaceútica, y dedicó su vida a sanar, cuidar y educar a aborígenes internados en medio de la selva árida formoseña...
Eterno resplandor de una mente “con” recuerdos. “El pasado es un objeto mental en reconstrucción permanente”. Afirma el científico Roberto Román, personaje central de la ópera prima de Sebastían Brahm, y padre de la teoría de la migración de las representaciones cerebrales en la memoria humana. Pero como todo científico al intentar validar su tesis, nacen nuevas hipótesis que lo lleva a reformular su teoría principal, la cual le valió, hace unos años, un gran prestigio académico. El dar cuenta de esto en un centro universitario, científico y competitivo de Chile, es lo que lleva al joven especialista a apelar a sus propios recuerdos subjetivos y nos conduce en contínuos flashbacks para armar la estructura narrativa del relato. Allí, varios aspectos de su historia se desprenden y un pasado que no se resiste a quedarse allí, sino en hacerse presente constantemente, amenazando cierta estabilidad emocional que Roberto tenía hasta ese momento...