Max Simkin es un zapatero que vive en Nueva York, un hombre común, como vos, como yo. Pero un día, en medio de la monotonía de su trabajo, descubre que usando la antigua máquina de coser de su padre en los zapatos de sus clientes, al usarlos se transforma en dicha persona. Si tu viejo es zapatero Primero que nada, tengo que admitir que vi En tus Zapatos con las expectativas por el piso, y no es que tenga nada en contra de Adam Sandler, pero todos sabemos que el pobre tipo hace lo posible por arruinar su ya arruinada carrera. Seguramente el hecho de haberla visionado esperando encontrarme con un bodrio apestoso le jugó a favor. Esta propuesta recuerda muchísimo a Click: Perdiendo El Control, Adam es una persona normal que un día por esas cosas de la vida se encuentra con que puede cambiar su realidad por medio de determinado aparato. El primer tramo de la película es interesante, con la introducción de personajes, el conflicto y el ritmo narrativo hace que sea bastante llevadero lo que a priori parece ser un drama con pinceladas de humor. Y es aquí donde yace el principal problema de esta propuesta. No se entiende para que género quiso llevar la cinta el director. Empieza como un drama con toques de comedia, luego intenta voltearse hacia el lado del suspenso pero incluyendo la comedia. Es entonces cuando no se sabe que se está viendo. Si bien es una buena historia, la trama tiene más giros que un trompo. Y ojo, no es que esté en contra de los giros argumentales, pero en la recta final de la cinta es uno tras de otro, los personajes comienzan a reaccionar de formas estúpidas lo que no condice con lo que venían haciendo. Es entonces cuando la película cae muchísimo, no en el interés sino que tantas vueltas de tuerca generan incomodidad, sumado al intento de mixtura de géneros, da como resultado un mareo, y como todo mareo deja un mal sabor. Lo peor de todo es que se llega a crear un buen clima de suspenso, pero lamentablemente es desaprovechado y queda como un hecho aislado. Steve Buscemi a pesar de los años sigue siendo igual de insoportable, en el buen sentido, y uno no puede evitar pensar en sus grandes papeles en cintas como Fargo o Perros de la Calle. El aporte -aunque pequeño- de Dustin Hoffman también suma para bien. Otra cuestión, aunque es minina pero que queda molestando en el aire, es que casi todos calzan el mismo número de zaptaos que el personaje de Sandler. Y ni hablar del pésimo, pero espantoso poster que eligieron para promocionar la película en nuestro país. Conclusión En tus Zapatos tiene una buena historia, nada del otro mundo pero al fin y al cabo es más interesante que bodrios como Son Como Niños 2 o Jack y Jill. Porque hay que ser sinceros, la idea de ser otra persona por un tiempo despierta interés. No es una mala película, pero quizás podría haber sido el repunte de Adam Sandler sino fuera por la constante mutación de géneros y vueltas de tuerca que terminan por jugarle una mala pasada.
Hector es un psiquiatra con una vida perfecta: un buen trabajo, una hermosa casa, una novia que lo quiere y se desvive por él. Pero cuando Hector se da cuenta de que no puede prestarle la debida atención a sus pacientes comienza a preguntarse ¿qué es la facilidad? Así es como emprende su propia vuelta al mundo para descubrirse a sí mismo y encontrar el secreto de la felicidad. De ahora en más viviré viajando Con un inicio a lo Snoopy de Charlie Brown delirando ser el barón rojo, amalgamado con Las Aventuras de Tintín conocemos a Hector y su mundo (casi) perfecto. Porque, seamos sinceros, a pesar de que el bueno de nuestro protagonista tiene una vida rutinaria, ¿quién no quisiera tener una esposa como Rosamund Pike para que te atienda todos los días? La película nos recuerda demasiado a una propuesta que estuvo en los cines hace poco tiempo. Exacto, estamos hablando de La Increíble Vida de Walter Mitty. Ambas producciones ofrecen una temática similar aunque los protagonistas realizan su travesía por diferentes motivos: Hector viaja para encontrar el significado de la felicidad, mientras que Walter Mitty lo hace por una fotografía que nunca llegó a destino. Ambas cintas comparten un elemento un común que destaca absolutamente sobre cualquier otro apartado de la película: los paisajes que recorren los protagonistas. La fotografía en esta propuesta en particular es magistral y los escenarios se destacan por su imponente belleza. África y China son retratadas de gran forma, acompañadas por gran apartado sonoro. Simon Pegg está genial en su interpretación de Hector, veremos al actor pasar por un crisol de reacciones: desde reír, pasando a ser un inocentón con su cuadernito escribiendo en un boliche en China, hasta sufriendo y llorando por las vicisitudes que pasa durante su travesía alrededor del mundo. Rosamund Pike también está bastante bien en su papel, aunque no la veremos en pantalla el tiempo que en verdad se merece. La película está basada en una novela del mismo nombre que la película del escritor François Lelord, y un buen elemento con el que cuenta la cinta son las frases que va anotando el protagonista en su cuaderno, seguramente no sean el descubrimiento que de origen a nada, pero ciertamente son frases interesantes. Si bien esta propuesta tiene varias bondades, nada se puede hacer cuando el guion no es de lo mejor. La cinta intenta mutar de comedia a drama, pero con un resultado no tan agradable. Y es que la película pierde el rumbo en el tercer acto, en gran medida por culpa del director quien no supo cómo manejar los momentos más emotivos de la cinta. Es entonces cuando el film se vuelve demasiado pretensioso, aburrido y hace que empecemos a mirar el reloj para ver cuanto falta para que termine. Conclusión Hector en Busca de la Felicidad no es una mala película, cuenta con buenas actuaciones, una gran fotografía, una música hermosa y una historia interesante. Pero el guion con el que contó Peter Chelsom, el director de la cinta, y el rumbo que toma la historia hacia el final del film hace que decaiga muchísimo y nos termine dejando con un sabor amargo. Lástima.
Marcelo Goyeneche dirige este documental centrado en los testimonios de cuatro egresadas de la Escuela de Enfermeras de la Fundación Eva Perón. A través de las imágenes de archivo inéditas y de los relatos de las protagonistas conoceremos una parte olvidada de la historia argentina. Una enfermera del amor Con una secuencia de títulos iniciales al estilo de las películas clásicas, Las Enfermeras de Evita nos mete de lleno en su relato nostálgico sobre una época ya muy pasada. Desde pequeñas escenas de Dios Se Lo Pague, pasando por imágenes de archivo inéditas producto de tres años de investigación periodística, números musicales, hasta los testimonios de las protagonistas: María Eugenia Álvarez, María Luisa Fernández, Lucy Rebelo y Dolores Rodríguez, cuatro enfermeras egresadas de la Escuela de Enfermeras de la Fundación Eva Perón, el documental se arma con distintas herramientas que servirán para ubicarnos en el contexto histórico de los de la década del 40 y 50, años en los que de la mano del doctor Ramón Carrillo y sus reformas, la salud publica vivió años gloriosos. De la mano del relato nostálgico de las enfermeras conoceremos en profundidad las tareas que se realizaban en la Fundación, la devoción por Eva que sentían las estudiantes de la Escuela y el importante lugar que llegó a ocupar la mujer en el plano de la salud, en aquellos años donde a través de la ley 13.010 el voto femenino todavía era algo nuevo y revolucionario. Una vez que conocemos a las cuatro protagonistas, se hace presente la primera de las varias coreografías al ritmo de la música de Gaby Goldman, escritas por el mismo Goyeneche. Gran punto el hecho de insertar los números musicales al final de cada testimonio clave de las enfermeras ya que acentúa y ambienta más aun el relato. El documental cuenta con un gran ritmo y jamás decae en su narrativa, a pesar de que algunos hechos que se nombran son archiconocidos como la muerte de Eva Perón, el terremoto de Ecuador y la ayuda brindada por la Escuela, y otros hechos no tan presentes en nuestra memoria, la mirada con la que enfoca esos antecedentes hace que el interés no se pierda nunca. El punto más fuerte a favor de la propuesta es el hecho de que dada la historia en la que se centra y en los testimonios que usa, podría haber caído fácilmente en un relato totalmente a favor del peronismo. Sin embargo el director aborda la historia desde un punto de vista neutral, dejando que las cuatro protagonistas, a través de sus propias palabras sean las que elijan aportar esa cuota de amor a Eva Perón, su labor en la ayuda social y a aquellos años ya muy lejanos. Todo esto se hace más notorio en la parte más emotiva del documental, cuando se hace referencia al derrocamiento del peronismo a manos de la Revolución Libertadora y la persecución que sufrieron las egresadas de la Escuela. Conclusión Gracias a la gran dirección de Marcelo Goyeneche, Las Enfermeras de Evita no busca politizar a través de su narración, sino mostrar el amor que tenían las mujeres hacia la Escuela de Enfermeras y los valores que le fueron inculcados en la misma. Imágenes inéditas, recreaciones de época, historias de vida interesantes y números musicales hacen de esta propuesta una alternativa altamente recomendable.
Será por ti, será por mí lo mejor de miNicholas Sparks, aquel escritor que supo robar los corazones de miles de mujeres después del exitazo que fue Diario de una Pasión, vuelve al ruedo con una nueva película adaptada de otra novela suya. El problema con Lo Mejor de Mí, es que el amigo Nicolás Chispas repite la misma fórmula que tanto redito le dio. Como si de un patrón a seguir se tratase, las historias del autor romántico siempre tienen los mismos elementos y sus desenlaces terminan (casi) siempre de igual manera: un amor imposible, una historia en retrospectiva, los protagonistas viven en un pueblo perdido de Estados Unidos, se produce un reencuentro después de mucho tiempo, y por supuesto el toque Sparkiano: la protagonista de familia rica, y él de familia pobre. La cinta abre el juego con una gran secuencia inicial en una estación petrolera, y es que si algo le juega muy a favor a la película es su gran fotografía: con buenas locaciones, paisajes dignos de postales, y tanto la línea narrativa actual como la que se cuenta en flashabacks están sutilmente diferenciadas gracias a que cada una cuenta con un diferente matiz. La música también destaca de buena manera, lo que ayuda en momentos claves de la cinta. Como ya dijimos antes, las historias de Nicholas Sparks, siempre siguen un patrón y obviamente Lo Mejor de Mí no escapa a ese axioma propio del buen Nico y el beso apasionado bajo la lluvia no falta. Pero el problema principal de la propuesta no radica en esos patrones, sino que la historia está tan plagada de clichés que parece un requeche de historias de amor pasadas por la licuadora. Tanto James Marsden como Michelle Monaghan están muy bien en sus papeles, y hay mucha química entre ambos en pantalla. Pero sus versiones juveniles no juegan en la misma liga: Luke Bracey y Liana Liberato no tienen ni un átomo de parecidos a sus versiones mayores, y la total falta de química entre ambos queda remarcada en los momentos pasionales cuando se notan totalmente forzadas las escenas, con el aliciente de que el Dawson joven es totalmente de madera. Párrafo aparte para el final, el cual –sin entrar en spoilers- puede dejar un sabor raro, ya que por un lado se torna previsible, pero no de la forma en que uno esperaba. Conclusión Lo Mejor de Mí es de esas películas que no destacan casi en nada, salvo por un par de cuestiones como la fotografía, la música o la pareja protagonista mayor. Pero en sí misma, la historia es una más del montón, quizás si no fuera de “El autor de Diario de una Pasión” fuera otro el cantar y no hubiera tenido tanta repercusión. Recomendable para verla un domingo lluvioso.