Fotografiada con estilo y elegancia “Focus” busca entretener como lo hacían las viejas películas, recostándose en el carisma de sus protagonistas. Cuando la trama llega a la Argentina las vueltas de tuerca constantes pierden fuerza, sin embargo personajes como el de Farhad (Adrián Martinez) mantienen el interés. Una Buenos Aires filmada cinematográfica y no documentalmente -como suelen filmarla los directores argentinos- es también un personaje más de una película que tiene sólo una ambición: hacer pasar un buen momento al espectador y como un buen estafador el film nos distrae hasta el final
El renacimiento de la protagonista mostrado en una travesía burguesa por bellos paisajes, frases hechas y espíritu hippie. Al final la redención de libro de autoayuda huele a poco.
Una de las mejores cosas que tuvo la colaboración Millar/Vaughn en Kick Ass es el carácter subversivo del acercamiento al material de origen, algo que repiten en Kingsman The Secret Service. El guiño constante a los films de Bond y a una era donde las películas de espías estaban más interesadas en divertir que en mostrar en cara seria y realista. Basada en el cómic del mismo Millar, toma los elementos primarios de la historia pero adapta otros al medio cinematográfico. La dirección de Vaughn en las escenas de acción y el ritmo en general son las estrellas en un film lleno de ellas: Caine, Firth, Jackson, Hamill y Taron Egerton un joven destinado a grandes roles. Todos los elementos se alinearon para convertir una potencialmente mediocre película en una muy buena, y todo está en la ejecución.
El anti-cine. En 50 Sombras no hay el menor atisbo de séptimo arte, sólo es un film técnica y formalmente. El anodino conflicto es uno sólo: la firma de un contrato. Además muestra una versión “Disney” de lo que realmente el BDSM es. Filmada de manera chata y sin química en la pareja protagonista. Lamentablemente el film no mejora nada lo escrito en el libro. Asi Anastasia se enamora de Grey pese (o por) su frialdad, su actitud calculadora y su único carisma: el dinero. Y su belleza, claro, la directora lo deja bien claro al mostrar a Grey quitándose la remera en reiteradas oportunidades. Soft-porn para amas de casa reprimidas. Cualquier película de Cinemax de las 2 am era más honesta que esta telenovela en 35 mm. No sólo la protagonista es presentada como una inexperta en la cama sino que también se asume que lo es en la vida, lo cual parece ser la justificación para que soporte todo tipo de abuso psicológico y de control que finalmente logrará revertir, la esclava pasará a dominar (oh!). Este retrato que debería exasperar a las mujeres con algún interés de empoderamiento extrañamente las excita, eso y el helicóptero, claro. El target audience de este film son ellas, los hombres observamos atónitos tratando de entender. No hay nada malo en lo que dos personas mayores de edad hagan en su habitación, ni buttplugs ni analfisting (que por cierto solo se nombran, lo único que llega a verse son un tímido spanking, unas cosquillas con plumas y un paseo de hielito que ya vimos en “Nueve Semanas y Media” en 1986!) lo “malo” es como llegan a eso, en el libro y en el film se romantiza una relación execrable. Algunos de los dialogos del film me daría verguenza reproducirlos aquí. En definitiva este fenómeno global es una involución en la imagen de la mujer en la pantalla grande que deprime pensando que este es el estado actual de los films de romance mainstream.
Birdman es un maravilloso truco de magia envuelto por increíbles actuaciones y un guión brillante. Un trabajo de cámara que genera una sensación de urgencia constante al ritmo nervioso del beat de una batería de jazz. Como el personaje de Keaton, Iñarritu da un salto al vacío que aterriza de manera perfecta. Birdman es todo lo que un film debería ser y mucho más: una coreografia que parece improvisada, un comentario acerca de la fama, el culto a la celebridad, el actor de método (Norton) vs. la estrella de cine (Keaton), el teatro, la industria y la crítica. Es irónica sin ser pretensiosa, es original, inventiva, vital y desafiante visualmente. Una obra maestra.
Biopic corriente y correcta hasta la exasperación. El guión privilegia la historia de amor por sobre la historia de la ciencia de Hawking, el problema es que en este caso la ciencia es mas interesante que el amor.
El director cree que una edición rápida y entrecortada provee al film de adrenalina y logra exactamente lo opuesto, las escenas de pelea y las persecuciones en auto son atroces y confusas, los diálogos olvidables y las actuaciones convencionales incluido un abúlico Neeson.
Electrizante, te golpea de principio a fin sin miramientos, no te hace mejor como al personaje del aprendiz pero te deja exhausto y satisfecho. Filmada y editada con maestría por un director con un sólo film (Guy and Madeline on a Park Bench, 2010) y un futuro prometedor. Birdman tiene compañia entre lo mejor del año 2014.
Una ensalada que mezcla un poco de Jack Reacher, Machete, The Raid, John Rambo, Crank, The Transporter, James Bond, Bullit, Taken, Drive y funciona. Keanu Reeves en modo badass en un film entretenido y diseñado para convertirse en franquicia.
Sobrevalorada en la temporada de awards, sólo se destacan las actuaciones de Tatum y Carell que recuerda a Peter Sellers en “Desde el Jardin” (Being There, 1979).