Una excursión algo arriesgada El desastre nuclear del reactor de Chernobyl en abril de 1986, en Ucrania, Rusia, advirtió una vez más al mundo sobre los peligros del manejo de la energía nuclear. Solo las cifras de evacuados, más de ciento treinta y cinco mil (quince mil viven en nuestro país), los desastres en forma de innumerables enfermedades y daños al eco sistema dan testimonio de la catástrofe. La película estrenada ambienta la acción en Pripyat, a 10 kilómetros de la estación atómica del desastre y es el lugar que eligen para hacer una excursión, un grupo de jóvenes turistas estadounidenses: la morocha Amanda (Devin Kelley), la rubia Natalie (Olivia Dudley) y los hermanos, Michael (Nathan Phillips) y Chris (Jesse McCartney), a los que más tarde se suma una pareja integrada por una noruega y un australiano. Desde Kiev contratan una visita al lugar prohibido, la ciudad de Pripyat y con un guía "border" incursionan en lo que ellos llaman "turismo de riesgo". CIUDAD DESHABITADA La visita a la ciudad deshabitada les hará saber que no está tan deshabitada como se dice y que todo puede acabar en un desastre. Filme de suspenso, con un poco de horror que se siente, pero que casi no se ve es la atracción de esta película menor, que se destaca por los exteriores desiertos y tétricos y las apocalípticas locaciones de la ciudad fantasma. Cámara en mano, no demasiadas explicaciones, puro escape de monstruos que se imaginan mutantes radiactivos y que no aparecen, al menos no son vistos por el espectador, son características de "Terror en Chernobyl", con la interesante figura de Dimitri Diatchenko en el papel de Uri, el guía. La no autorización de filmación en la real Pripyat, hizo que se utilizaran las abandonadas bases secretas y túneles de la Segunda Guerra Mundial, utilizadas por la Fuerza Aérea soviética en Belgrado, Serbia.
El campo y la durísima ciudad Esta séptima edición de "Historias breves", conformada por nueve cortometrajes de jóvenes directores debutantes, surgió de un concurso organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Es bueno aclarar que de las primeras ediciones de "Historias breves" surgieron directores como Lucrecia Martel, Pablo Trapero, o Rodrigo Moreno. De estas "Historias breves 7", se destaca una pronunciada preocupación por el diseño de producción, la síntesis narrativa, la elaboración de climas y una correcta y no demasiado ambiciosa dirección de actores. El tema de explorar los géneros ha sido otra constante de esta selección. De esta manera se puede encontrar un eficaz acercamiento al formato del western, en "Cenizas", de Gwen Joyaux, cuya historia es protagonizada por dos hombres: un comisario de pueblo y un supuesto asesino. En "Fábula", Agustín Falco, su director eligió contar con sugestivas pinceladas, el despertar del amor adolescente, a orillas de un río. Y así como las dos anteriores transcurren en zonas alejadas de la ciudad, "Crónica de la muerte de Paco Uribe", de Santiago Canel, elige un barrio el Once, para relatar un posible crimen. OTROS PERSONAJES En "Tres historias cuatro", Anahí Farfán desarrolla una propuesta más ambiciosa. Sigue a cuatro personajes en distintas circunstancias: una mujer que espera ser la ganadora de un billete de lotería; un adolescente encerrado en su habitación; un hombre que cocina para alguien que no llega y una mujer, Susana (Viviana Saccone), que descubre la infidelidad de su marido y lo mata. "Cuchi" de Emmanuel Moscoso se ubica en la tragicomedia rural al contar lo que provoca, la muerte no intencional de un chancho, que se le cruza en la ruta a un micro que viaja con una hinchada de fútbol a bordo. Interesante es la propuesta del actor y director Federico Esquerro. Para su corto, "En carne viva", elige mostrar lo que sucede en el backstage de una filmación, cuya historia transcurre en una carnicería de un barrio periférico de Buenos Aires. "La última parada" de Nadia Benedicto, "El hombre rebelde" de Martín Mainoli y "Bajo el cielo azul", de Martín Salinas, también coinciden en situaciones en las que prevalece la originalidad del relato.
Una ruta que gustaría a Baco Registrar la vida de un sommelier, ese señor que disfruta la dulce tarea de analizar vinos es una originalidad. Y hacerlo en cine más aún. Eso fue lo que hizo el joven realizador Nicolás Carreras y eligió para ello a Charlie Arturaola. ¿Qué quién es Arturaola? Si Henning Mankell es el actual rey nórdico de la novela negra, Arturaola lo es del universo de los sommelier. Uruguayo de fama internacional, los festivales del mundo especializados en vino lo premian. Es uno de los "diez paladares" del mundo. La película no sólo habla de su historia, sino que entrevista especialistas, cata gustoso todo tipo de vino y clasifica bodegas. Suerte de Noé redivivo, de rostro melancólico debuta en cine con esta docuficción de Nicolás Carreras. Pero la película no nos muestra los triunfos del sommelier, sino el momento en que la crisis lo enfrenta y pierde su paladar. Nada lo satisface y las diferenciaciones enológicas lo confunden. Entonces le recomiendan seguir su viaje para recuperar lo que perdió. Y ¿cuál será su destino? Las mejores viñas de la Argentina. DE DOS ORILLAS Así lo veremos recorriendo los "caminos del vino", las viñas de Mendoza, hablando con dueños de estancias, sembradores y consumidores. Internet lo mantiene conectado con el mundo y su mujer, una norteamericana fanática del negocio del vino y sus proveedores, no hace demasiado por calmar su drama de carencias y peregrinajes. Así recorrerá distintos lugares donde el vino es rey, donde las puestas de sol son como un escurrirse del vino hacia el ocaso, hasta llegar casi a los orígenes de su vida, donde quizás pueda lograr la paz de la anhelada degustación. Filmada en la Argentina (Mendoza) y Uruguay (Montevideo), este original testimonio de un amante del vino, tiene personajes atractivos siempre relacionados con el amor a la bebida espirituosa, los bellos paisajes soleados, las bodegas variadas y algún que otro Festival vinero a disfrutar. Lo que comienza como una inquietud por la salud que le impide saborear su trabajo, adquiere casi el tono de una aventura existencial en busca del sabor perdido y un viaje hacia las raíces del vino y del mismo buscador. Con buen ritmo, bella fotografía y nuevos paisajes, "El camino del vino", seguramente se convertirá en favorito de los seguidores de Baco, aquel dios juguetón y feliz, adornado con pámpanos.
Las fabulosas joyas de Evita Recientemente la prensa se vio conmovida por el descubrimiento de los responsables del robo de las joyas de Eva Perón, que incluían sofisticados y modernos componentes, desde falsos jeques árabes, gemólogos prestigiosos hasta una banda delictiva de Europa del Este. Con todo esto hay material para una película de James Bond. Pero ahora nos llega otra, con elementos de realidad y ficción que también tiene como protagonistas a las joyas de la esposa del ex presidente Juan Domingo Perón, quien gobernara la Argentina por tres períodos. Policial con aristas sentimentales, el filme se inicia con un robo en la joyería española en que se exhiben las joyas mencionadas. En un salto al pasado, asistimos al por qué del hecho que pasa por la necesidad de recuperar las joyas, ubicadas comercialmente para asegurar la residencia del general Perón durante su exilio en Panamá. TRIO DELICTIVO Hay un tal Landa (Daniel Fanego), organizador del atraco, que contrata a un ferviente peronista, Merello (Guillermo Francella) y lo hace acompañar por Miguel (Nicolás Cabré), hijo no reconocido del mencionado Landa. "Atraco!" es una buena comedia policial con aristas melodramáticas e ingredientes políticos muy bien manejadas por el director catalán Eduard Cortés. Sus puntos altos, el sólido guión, la reconstrucción histórica (década del "50) y actuaciones como la de Daniel Fanego, consagratoria labor en su papel de Landa y Guillermo Francella, que continúa una ascendente superación dramática, logrando un acabada composición del fanático ladrón. Con ellos, en un destacado nivel, Oscar Jaenada, Amaia Salamanca, Jorge Suquet y Jordi Martínez. La marcación juguetona de Nicolás Cabré, aunque simpática, rompe un tanto la línea del personaje. La película, de impecable musicalización tiene un correcto diseño técnico y estético.
Una historia que hace pensar La película atrapa. Aunque extensa, se proyecta a través de distintas peripecias y personajes en los que ahonda, un tanto superficialmente, sobre la vida misma. Christian Bale atemoriza y aporta un rostro torturado a su Bruce Wayne/Batman. Más de setenta años pasaron desde que Bob Kane y Bill Finger incorporaron a DC.Comics el mundo del Bruce Wayne, el hombre murciélago de trágico destino, convertido en justiciero. En la tercera parte de Batman, del director Christopher Nolan, reaparece el amargado millonario. Luego de siete años de ausencia, aconsejado cálidamente por su mayordomo Alfred (Michael Caine) y presionado por el mayor enemigo que se le ha presentado, Bane (Tom Hardy), guerrillero cruel con la apariencia de un Anibal Lecter, de triste memoria, Wayne-Batman (Christian Bale) se lanza a la aventura. EL REENCUENTRO A su alrededor, los clásicos personajes de la historia: Lucius Fox (Morgan Freeman), que le fabrica la parafernalia defensiva; el comisario Gordon (Gary Oldman), conocedor de los secretos del justiciero; Ra"s Al Ghul (Liam Neeson), suerte de gurú de Wayne; la filántropa Miranda (Marion Cotillard), amante de la ecología y la señorita Selina Kyle (Anne Hathaway), nueva Gatúbela. A todos ellos se incorpora Blake (Joseph Gordon-Levitt), admirador de Wayne, que no cree de todo lo que se le acusa. Filme de acción y suspenso, que no dan respiro, "Batman, el caballero de la noche asciende", planea con el mejor vuelo desde la escena inicial, en que el poder destructivo de Bane se comprueba durante un momento imprevisible, hasta aquella en que el clásico partido de la NBC se interrumpe por el descontrol que produce la tecnología de Bane en el campo de juego. Escenas como la de la fuga en moto, la épica del enfrentamiento entre la policía de Ciudad Gótica, los malvados liberados por Bane y sus propios hombres, ponen imágenes impactantes a una acción que nunca se detiene. Durante el filme se filosofa un poco primitivamente, Alfred aconseja a su "pupilo" con amor y sentido común, se habla sobre el sentido de la vida y se llega a la conclusión que con gente como Bane el infierno habita la tierra. PLENA ACCION La película atrapa. Aunque extensa, se proyecta a través de distintas peripecias y personajes en los que ahonda, un tanto superficialmente, sobre la vida misma. Christian Bale atemoriza y aporta un rostro torturado a su Bruce Wayne/Batman. Michael Caine sigue siendo un gran profesional, la Gatúbela (Hanne Hathaway) de ojos singulares es un prodigio de elasticidad y artes marciales, mientras el caos se apodera de Gótica y Blake intriga con su curiosidad y poder de deducción. Impecable el diseño formal, la fotografía y la alucinante música. Mensajes esperanzados a veces, tétricos otras, con notoria carencia de humor, el filme revitaliza la personalidad dual del pobre Batman y la polémica necesidad del caudillo fuerte para ayudar a defender la ciudad.
Un disparatado líder africano Todo es posible y los disparates se acumulan como gags efectistas que no alcanzan a organizar un guión coherente. Queda, a pesar de las risas, un Sacha Baron Cohen, a mitad de camino, que es talentoso, pero la armonía de su comicidad aún no está calibrada. El general Haffaz Aladeen es algo así como el director supremo de Wadiya, un utópico lugar, que estaría al norte de Africa, de fuerte impronta musulmana. Por lo que observamos, Aladeen es una suerte de Idi Amin Dada, aquel gobernante ugandés autoritario y caníbal de triste memoria. Aladeen es un compendio de virtudes negativas, dominante, asesino, discriminador, enemigo de las mujeres (pero no demasiado) y capaz de eliminar, fusil en mano, a sus contrincantes en los Juegos Olímpicos, simplemente por una cuestión de competencia. Imagínense lo que ocurre cuando la diplomacia de su país acepta que hable en las Naciones Unidas por una cuestión de reciprocidad y convivencia global. Todo será posible cuando el dictador llegue y sea secuestrado y permanezca oculto en una tienda de comida vegetariana en las afueras de Manhattan. GRACIA ESPERABLE El filme es divertido. Se vale de una serie de gags, equívocos, momentos paródicos y la innegable gracia de Sacha Baron Cohen, aquel reportero de Kazajistán, enviado a Estados Unidos en una misión de cooperación cultural, que se pudo ver en "Borat", una de sus películas anteriores. El problema es que su originalidad inicial, la audaz exposición de diferencias culturales que separan Oriente y Occidente, cuando las costumbres las tiene un desubicado y loco autoritario, se ve empañada por un exceso de groserías que pasan de determinados topes. Si uno se ríe ante las desopilantes desubicaciones de este extremista oriental en una sociedad occidental, también lo hace ante situaciones burdas que no merecen ser incluídas en un relato cinematográfico de cierto nivel. CHICA ACTIVISTA Las tribulaciones de Aladeen se desbordan. Raptado, enamorado de una chica lesbiana y activista de los derechos humanos, asistente partero en nacimientos sorpresivos, donde la posible llegada de una beba despierta chistes como "varón o aborto" y surreales encuentros amorosos en interiores insospechados, todo es posible y los disparates se acumulan como gags efectistas que no alcanzan a organizar un guión coherente. Queda, a pesar de las risas, un Sacha Baron Cohen, a mitad de camino, que es talentoso, pero la armonía de su comicidad aún no está calibrada. Si en "Borat", el comediante mostraba una mayor cercanía con la concreción de un buen filme. Risueño, pero más cerca de los nerds de la películas clase "B", de estudiantina enloquecida, "El dictador", no logra un total convencimiento, a pesar de contar con un actor de talento como Ben Kingsley, en el papel de Tamir, tío y consejero del protagonista.
Un formato para la discusión Se mantienen, entre tanto facilismo, algunas canciones de Soledad, su simpatía y naturalidad y el encanto de los personajes de García Ferré, con las notables voces que forman parte de su identidad (destacada labor de locutores y animadores). Manuel García Ferré está incorporado a la mitología de la historieta argentina a través de creaciones como Pio Pio, Anteojito, Hijitus, Larguirucho, Petete y Calculín. Si sus personajes fueron integrantes de la infancia argentina, su revista Anteojito (con Billiken) lideró la gráfica dedicada a los chicos. La televisión fue la segura continuación de su éxito en forma de tira y el cine generó éxitos como "Mil intentos y un Invento", Ico o Manuelita entre otros. Esta vez, uno de sus personajes más queridos, Larguirucho, nacido hace más de treinta años, acompaña la figura de la popular cantante Soledad, en una serie de aventuras en la provincia de San Luis. Personajes como el profesor Neurus, Pucho y Serrucho, unidos a la Bruja Cachavacha tratan de hacer fracasar sus presentaciones y apropiarse del poncho, a la que la bruja atribuye el éxito. Distintas figuras, muy conocidas por el público, como el Chaqueño Palavecino, Natalia Pastorutti, Carlitos Balá, Capusotto y otros, acompañan el recorrido. FIGURAS QUERIDAS "Soledad y Larguirucho", más allá de presentar figuras queridas como la joven cantante y el buenazo y un poco tontón de Larguirucho, no logra satisfacer lo que uno puede pedir a un buen relato para chicos. Lo fundamental es que carece de un guión mínimamente compacto como para nuclear una historia que vaya más allá de las secuencias independientes. Asimismo, es un tanto presionante la necesidad de convertir determinados pasajes del filme en una suerte de guía turística. Pensamos que la existencia de figuras retóricas como "la alusión" o "la imagen", aplicadas al cine, son más efectivas que la publicidad directa, hay una ausencia de recursos imaginativos que puedan transformar una necesidad de producción en un momento justificable de la ficción. El formato plano, como desajustado en el tiempo, con recurrencias de los personajes al público o ciertas repeticiones de los mismos invitados utilizados en cameos, acercan más el relato a superados recursos de viejas series televisivas, facilismo poco aceptable. Se mantienen, entre tanto facilismo, algunas canciones de Soledad, su simpatía y naturalidad y el encanto de los personajes de García Ferré, con las notables voces que forman parte de su identidad (destacada labor de locutores y animadores). Si hay una secuencia que se destaca y se acerca a lo mejor de la recordada ingenuidad y encanto de las anteriores películas de García Ferré, es la de la evocación de los trenes y sus estaciones solitarias, imaginario melancólico, luego de la debacle que los desactivó.
Una más del género de terror El argumento hace aguas, el desarrollo es previsible, la acción se demora inexplicablemente, la última parte es peor que la anterior y el final previsible. Nada cierra, los caracteres no se trabajaron y hay una medianía general. El público en general se enteró qué significaba la palabra "Poltergeist" hace treinta años, cuando el filme de ese nombre, de Tobe Hopper, planteó, ante el común de los espectadores, los problemas que trae tener una casa con fantasmas. Ya no eran los tradicionales fantasmas ingleses, que no se animaban a dejar la casa por amor, melancolía o problemas de adaptación. Estos salían del televisor, tenían mal humor y estaban tan mal educados que eran capaces de matar a los pobres habitantes ocasionales sin controlar sus impulsos momentáneos. Y bien. El tiempo pasó y la imaginación en vez de profundizarse se aligeró. Lo decimos después de ver a este grupo de investigación paranormal que va al departamento de una familia en problemas, donde los "poltergeist" abundan. Ellos llevan todo para su tarea. Para grabar lo que no escucha el oído humano, para ver lo que el ojo del hombre ignora, para detectar movimientos, medir la temperatura, resulta que cuando aparecen los "poltergeist", baja la temperatura. Por ese motivo, en tiempos de ola polar como la que sufrimos, estar invadidos por "poltergeist" va a ser una costumbre. MAS FANTASMAS El caso es que, en este, a pesar de todo, los fantasmas insisten, gritan, tiran cosas, rompen vidrios, ponen de malhumor a la familia y gestan problemas de compatibilidad. Hasta el perro muestra señales de desorientación y el innombrable o la innombrable insiste e insiste. "Donde habita el Diablo" pudo ser buena, "Poltergeist" fue un éxito, "La noche del demonio" de James Wan, con ese tema, gustó al menos en su primera parte. Pero aquí, sólo la parte formal vale la pena. El argumento hace aguas, el desarrollo es previsible, la acción se demora inexplicablemente, la última parte es peor que la anterior y el final previsible. Nada cierra, los caracteres no se trabajaron y hay una medianía general. Sólo se salvan los efectos especiales. El guionista es español, tuvo varios premios internacionales, pero esta vez no acertó, a pesar de asociarse a un director nacido en Barcelona, Carles Torrens, como él, joven y muy premiado.
Los trabajadores nómades existen Dentro del llamado "documental tradicional", "Arrieros", asiste a la vida cotidiana del hombre y su grupo en tiempo real. La cámara se mantiene "silenciosa", sin ningún tipo de participación sonora, ni recurrencia a la nota o reportaje. El director Juan Baldana realizó la segunda película que forma parte de una trilogía que se inició con "Soy Huao", ambientada en la Selva Ecuatoriana y finalizará con "Pescadores", que se desarrolla en el noreste brasileño. El objetivo del filme "Arrieros" es, como en otras de la trilogía, seguirla historia de un grupo, en este caso un grupo familiar, que vive en contacto directo con la naturaleza en la que realiza gran parte de su vida cotidiana y su actividad laboral. Ambientada en la Cordillera de los Andes Chilena, el filme sigue la actividad migrante de arrieros que transportan mercadería en zonas montañosas y alejadas de centros regionales urbanos, así como acompañan al ganado en busca de mejores pasturas, siguiendo los vaivenes estacionales, para retornar a zonas bajas, cuando se avecina la temporada de las nieves. VIDA COTIDIANA El espectador registra zonas agrestes, naturaleza imponente, actividades diarias de los arrieros que no sólo abarcan el abastecimiento cotidiano, sino el mercadero espontáneo de productos caseros elaborados por las mujeres de la casa y la explotación de animales como ovejas y cabras, para el sustento diario. Arreos en busca de mejores campos, celebraciones familiares nocturnas, distribución de productos a clientes circunstanciales, vecinos ocasionales y turistas, docencia a los más chicos de actividades de ordeñe y castración animal y la constante actividad en procura de la subsistencia son las acciones de una vida sencilla y campesina. Dentro del llamado "documental tradicional", "Arrieros", asiste a la vida cotidiana del hombre y su grupo en tiempo real. La cámara se mantiene "silenciosa", sin ningún tipo de participación sonora, ni recurrencia a la nota o reportaje.
El relanzamiento de un héroe Filme joven, sólido, atractivo para grandes y adolescentes, hecho con mucho de la temática ochentista ("E.T." o "Volver al futuro"), con subrayados en el peligro de la ingeniería genética mal orientada, los desbordes megalómanos y la necesidad de la vuelta al sentido común y la responsabilidad moral. El fanático de la historieta debe fascinarse por la amplitud creativa de Stan Lee (en meses, noventa años), autor con Steve Ditko de "El hombre Araña", Hulk, XMan, Dr Strange, Capitan América, personajes creados desde los años 40, cuando entraba a la célebre Marvel, usina de la historieta universal. Para él no debe ser muy novedoso este reinicio de la saga de su arácnido personaje. A la dirigida por el director Raimi, le sucede esta saga de Andrew Webb, un director de menos de cuarenta, especialista en videoclips, que con "El sorprendente Hombre Araña" lanza su primera apuesta al mundo del mitológico integrante del clan Marvel. El filme presenta a Peter Parker desde la infancia, cuando es dejado con sus tíos por sus padres, que deben huir misteriosamente, dejando un pasado relacionado con la ciencia. Su romance en la escuela secundaria, su cambio físico producto de la picadura de una araña, tratada radioactivamente por un socio de su padre en laboratorios dedicados a la investigación genética son algunos de los ítems por los que transcurre la película. El nuevo realizador, karmáticamente relacionado por su apellido al personaje (Webb es tejido, telaraña en inglés) tuvo como notables colaboradores en el guión a figuras de la talla de Alvin Sargent ("Julia" y "Gente Común"), Steve Kloves (los "Harry Potter") o James Vanderbilt, que más allá de un suntuoso apellido familiar, aporta un brillante desempeño en éxitos como "Zodiaco". En síntesis, el filme tiene un guión tradicional, entretenido, claro y humano. Sus seres exhiben diálogos creíbles y uno llega a quererlos, especialmente a este arácnido joven interpretado por el sensible Andrew Garfield y a sus tíos (Sally Field y Martin Sheen, impecables).