“Ma”, de Tate Taylor Por Jorge Bernárdez La nueva película de Blumhouse empieza como un relato de terror y se toma casi una hora hasta mostrar de que se va a tratar finalmente. Una mujer y su hija adolescente llegan a un pueblito de lo profundo de los estados unidos. La chica se ve obligada a adaptarse a la nueva escuela y la madre a un nuevo trabajo. La madre es Juliet Lewis con su clásica carga de locura y la hija es Dianne Silver. El asunto es que la adolescente rápidamente se hace amiga de un grupito de chicos que se aburren en ese pueblo y tratan de pasar el rato haciendo lo que que hacen los adolescentes en casi todo el mundo, drogarse, escuchar música y tratar de tener sexo. El grupo en cuestión se conecta de manera casual con una mujer negra de casi cincuenta años que trabaja de asistente de la veterinaria del pueblo. La relación pasa de casual a rara y de rara a perturbadora. Octavia Spencer es MA, la nueva amiga de la barrita y se arma una cosa medio extraña en la que MA se convierte en la armadora de fiestas fuera de los limites en el sótano de su casa donde habilita un espacio para que los adolescentes del pueblo se encuentren ahí. Todo a espaldas de los adultos del pueblo que tienen sus propios problemas, solo que de a poco la película muestra unos flashbaks inquietantes para que los espectadores captemos que MA tuvo una infancia compleja como mínimo. Pasada la media hora de película ya nos damos cuenta de que nada bueno puede pasar y que MA está bastante pasada de rosca. La media hora final el suspenso da paso a una película de terror con momentos muy sangrientos y que por momentos provoca eso tan característico del género que es no querer ver lo que está por pasar en la pantalla. Terror psicológico, bullying y abuso sexual. Un cóctel explosivo que termina en un baño de sangre y en un estigma que se transmite de padres a hijos. Tate Taylor dirigió y Octavia Spencer le saca provecho a un papel que la obliga a mostrar distintas facetas de su histrionismo. MA Ma. Estados Unidos, 2019. Dirección: Tate Taylor. Guión: Scotty Landes. Elenco: Octavia Spencer, Diana Silvers, Juliette Lewis, McKaley Miller, Corey Fogelmanis, Gianni Paolo, Dante Brown, Tanyell Waivers, Dominic Burgess, Heather Marie Pate. Producción: Jason Blum, John Norris y Tate Taylor. Distribuidora: UIP. Duración: 99 minutos.
“Brightburn: hijo de la oscuridad”, de David Yarovesky Por Jorge Bernárdez Un matrimonio de granjeros busca tener hijos pero no lo consigue, eso es lo primero que nos enteramos de Brightburn, en la primera imagen de la película que es un paseo por la casa del matrimonio en el que se ve una biblioteca en la que un par de estantes están ocupados por libros sobre el tema de la fertilidad. En la noche cae en el terreno de la casa un objeto desde cielo y en él llega un niño que la pareja asume que es un verdadero milagro y adopta sin contarle nada a nadie. Ya en esos primeros minutos de película uno advierte que está en buenas manos y que el director David Yarovesky es alguien a quien hay que prestarle atención. Lo segundo que el espectador advierte es que esta historia la hemos visto más de una vez y es cierto, como que es la historia de Superman. La diferencia entre aquella y Brightburn es que mientras que el extraterrestre de Krypton vino a la Tierra para protegernos el pequeño Brandon, que así bautizan al niño caído del cielo, es más bien retorcido y mete miedo. La historia salta rápidamente en el tiempo y se instala en el cumpleaños número 12 de Brandon. Hasta aquí el niño ha sido un prodigio. Buen alumno, amable, sano y todo lo que los padres pueden desear, pero al entrar a la adolescencia el muchacho muestra patrones de conducta preocupantes, como volverse insolente con los padres o reaccionar ante el ataque de sus compañeritos de colegio que lo ven como un freak. Brandon se vuelve cada vez más intratable, alguien dirá que así son los adolescentes en general, pero Brandon es raro en serio. El relato que arranca robando planos incluso de El hombre de Acero de Snyder, se convierte en una de terror donde uno adivina que los responsables son fanáticos de La profecía de Richard Donner. Del clima de suspenso se pasa a un verdadero desenfreno propio del teror gore y a un final inquietante. Si todo el elenco cumple a la perfección con lo que necesita la película, vale la pena resaltar a Elizabeth Banks que se pone en la piel de la madre de Brandon, que primero sufre por los cambios del niño, después trata de protegerlo de una cantidad de pruebas que se van amontonando y señalan a Brandon como sospechoso, para finalmente asumir que el hijo es un monstruo. James Gunn, responsable de las películas de Los guardianes de la galaxia es el productor y los autores del guión son los primos. Todo queda en familia y habrá que ver si este nuevo generó que parece anunciar Brigthburn tendrá fuerza pero por lo pronto hay que decir que es una gran sorpresa y que es muy bueno que un producto de estas características pueda abrirse paso en la cartelera para recuperar lo mejor del espíritu del cine de Clase B y dejar una par de escenas de muerte para la antología de la historia del cine. BRIGHTBURN: HIJO DE LA OSCURIDAD Brightburn. Estados Unidos, 2019. Dirección: David Yarovesky. Guión: Brian Gunn y Mark Gunn. Elenco: Jackson A. Dunn, Elizabeth Banks, David Denman, Matt Jones, Meredith Hagner, Steve Agee, Becky Wahlstrom, Stephen Blackehart, Gregory Alan Williams, Jennifer Holland. Producción: James Gunn y Kenneth Huang. Distribuidora: UIP. Duración: 90 minutos.
“Tolkien”, de Dome Karukoski Por Jorge Bernárdez Biopic algo engolada sobre la vida de JRR Tolkien (se pronuncia Tolkïn) por si tenían dudas la película las disipa, que trata de desentrañar cómo llegó el creador de “El señor de los anillos” a crear ese mundo fantástico, que mezcla algo de las leyendas del Rey Arturo, el imaginario germánico y algo medieval más idiomas nórdicos. Cuando arranca todo la historia, la familia Tolkien parece sacada de una novela de Charle Dickens. En los primeros veinte minutos JRR y su hermano pierden al padre, lo que los lanza a la pobreza y enseguida muere la madre no sin antes mostrarnos que fue ella la que le plantó a los niños el amor por los relatos fantásticos y las leyendas con magos, hadas y dragones. Lo que sigue es el derrotero de los huerfanitos por distintos hogares adoptivos hasta que llegan al de una señora muy pitusa que ya tiene otra chica sin padres. Pero de ahí nos vamos enseguida a la creación de una hermandad con tres amigos dentro del aristocrático ambiente de la sociedad inglesa de la primera década del siglo XX. Todo el tiempo el sufrido JRR sufre el desprecio de la clasista sociedad británica, aunque su grupo pertenece a la alta sociedad pero también son medio nerds, el asunto es que queda claro que ese grupo es el germen de la hermandad del anillo. Hay una chica, la huérfana, que se transforma en el amor de la vida del protagonista. Pero la verdad es que al pobre JRR pasa las mil y unas porque no le sale una bien hasta que encuentra un mentor que le da una beca justo cuando la vida académica de Tolkien estaba por terminar. El profesor lo hace entrara al mundo de la filología que Tolkien ya conocía, pero que necesitaba un mentor para que saliera a flote. Y justo ahí estalla la Primera Guerra Mundial y la juventud inglesa cree que la guerra va a ser un paseo y se unen al ejército en masa con la ilusión de viajar por Europa, matar alemanes y alcanzar la gloria, pero la guerra fue mucho más difícil algo que el grupo de amigos de Tolkien sufrió en carne propia. La película es sentimental pero hueca y bastante superficial, pero teniendo en cuenta que muchos de los que saben sobre el tema dicen que todo lo de El señor de los anillos está muy marcado por cuestiones germánicas un poquitín nazis, pero ya que la película pasa eso de largo podemos hacer lo mismo y asumir que los responsable dieron por zanjado el tema con la mención a Wagner y su opera “El anillo de los nibelungos”. Técnicamente impecable, algo ñoña pero indispensable para los que necesitan una precuela de todas las películas que ya hemos conocido sobre los libros de Tolkien. TOLKIEN Tolkien. Estados Unidos, 2019. Dirección: Dome Karukoski. Guión: David Gleeson y Stephen Beresford. Fotografía: Lasse Frank Johannessen. Edición: Harry Ylónen. Música: Thomas Newman. Elenco: Nicholas Hoult, Lily Collins, Anthony Boyle, Patrick Gibson, Colm Meaney, Derek Jacobi. Distribuidora: Fox. Duración: 112 minutos.
“El cuento de las comadrejas”, de Juan José Campanella Por Jorge Bernárdez Cuenta la historia que Juan José Campanella empezó en el cine como pasante/asistente de José Martínez Suárez y que pasado un tiempo, el ya veterano director le dijo al padre de Campanella que su padadawan ya no tenía más que aprender de él y que si quería vivir del cine lo mejor que podía hacer era irse a Hollywood. Varias décadas después, vuelto al país y convertido en un director de gran suceso y ganador de un Oscar de la Academia por El secreto de sus ojos, Campanella vuelve a la ficción con El cuento de las comadrejas, una remake-homenaje a Los muchachos de antes no usaban arsénico, de Martínez Suárez, su maestro Jedi. Los muchachos de antes no usaban arsénico es es una joya algo escondida, que sufrió un poco en la época de su estreno, pero que a lo largo de los años cobró carácter de obra de culto. Aquella película reunía a estrellas del cine nacional clásico ya retirados o a punto de hacerlo y la gran Bárbara Mújica. El relato era un juego perverso en el que cuatro ancianos retirados en una mansión que esconden secretos acerca de los cuales ellos suelen hablar de manera misteriosa, se ven de amenazados por alguien que viene de afuera. Bárbara Mujica era la agente inmobiliaria joven que hacía tambalear el estilo de vida de los cuatro ancianos que tuvieron un pasado brillante en el cine. La película de Martínez Suárez quedó en la historia y todavía se la puede ver en algunas de las señales de cable que se dedican a recuperar joyas nacionales. El elenco de esta nueva versión de aquella película está lejos de estar formado por actores retirados o a punto se hacerlo. El cuento de las comadrejas toma las partes más importantes de la original y le agrega algunos toques de época, pero el centro vuelve a ser el enfrentamiento generacional, los secretos que no se pueden contar, la amistad y los lazos enfermizos entre la gente. Graciela Borges es Mara Ordaz, una estrella de la época de oro del cine nacional, sus películas son un patrimonio de los cinéfilos y vive en una mansión con una gran terreno a su alrededor con su marido, que además supo ser galán en las películas de Mara. Junto a ellos viven el director de aquellas películas y el guionista. Los cuatro conviven de manera plácida en aquella mansión derrochando humor corrosivo y obsesiones personales. Pedro de Córdova (Luis Brandoni) es el marido paralítico de Mara, Norberto Imbert (Oscar Martínez) es el director retirado que vive cazando alimañas y que a la hora de presentarse aclara que él no sabe hacer nada: “Soy director”. El otro habitante de la casa es Martín Saravia (Marcos Mundstock), el guionista al que la película le reserva la mayoría de los remates algo que el Luthier sabe hacer a la perfección. A la mansión llegan dos jóvenes perdidos que buscan una dirección y que se asombran ante la presencia de Mara Ordaz, Bárbara Otamendi (la española Clara Lago) y Francisco Gourmand (Nicolás Francella) se presentan ante Mara y ella que vive encerrada, se deja halagar y también se deslumbra un poco con la presencia de un galán joven. Los otros habitantes de la casa miran con desconfianza y no se creen demasiado lo casual de aquella llegada. Rápidamente los jóvenes muestran sus intenciones y mientras Francisco endulza los oídos de Mara, su amiga la tienta con regresar al estrellato para lo que es indispensable mudarse a la ciudad. La chica trata de enredar a los tres ancianos con su encanto y su frescura. Todo lo que Campanella ama del cine clásico aparece en pantalla, hay planos que remiten de manera directa a la Norma Osmand de Sunset Boulevard y otros momentos apelan a las comedias clásicas de la productora Ealing responsable de El quinteto de la muerte, entre otras. Todo el elenco funciona de maravilla, desde Graciela Borges que ilumina realmente la pantalla en las escena, pasando por Oscar Martinez y Luis Brandoni, a los que Campanella les saca lo mejor hasta Clara Lago que saca el acento argentino a la perfección y que juega aparentemente con los tres ancianos como el gato maula con el mísero ratón. A diferencia de la original, El cuento de las comadrejas es festiva y brillante, donde había algo sórdido y podrido ahora hay un juego teatral irónico y mordaz, y el siniestro enfrentamiento entre viejos y jóvenes de antaño, ahora parece un acto de justicia. EL CUENTO DE LAS COMADREJAS El cuento de las comadrejas. Argentina/España, 2019. Dirección: Juan José Campanella. Intérpretes: Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni, Marcos Mundstock, Nicolás Francella y Clara Lago. Guión: Juan José Campanella y Darren Kloomok, basado en el original de Augusto Giustozzi y José Martínez Suárez. Fotografía: Félix Monti. Música: Emilio Kauderer. Distribuidora: BF París. Duración: 129 minutos.
“Boni Bonita”, de Daniel Barosa Por Jorge Bernárdez Bea (Ailin Salas) está saliendo de la adolescencia, su madre ha muerto y su padre la recibe en su departamento de San Pablo, aunque en realidad la bienvenida es a medias, con un papá ausente que no parece interesado en ejercer su rol. Por otra parte está Rogerio (Caco Ciocler), músico, roquero, tiene un abuelo que es una de las glorias de la música popular de su país. Bea ve un show de la banda de Rogerio, el músico la ve a Bea después del show en la fiesta post espectáculo. La adolescente y el rockero bastantes años mayor que ella se enredan en una relación que los marcará. Tanto que la película empieza en 2008 y termina diez años después. Separada en cuatro capítulos que narran las distintas etapas de la pareja, desde el momento en que se atraen pasando por la muerte del abuelo de Rogerio o la espera por saber si la banda del músico será aceptada por el canal MTV. Se puede decir que la historia de la película no es de lo más original pero su tratamiento sí lo es, la química entre Ailin Salas y Caco Ciecler funciona, pero el motor es ella. Diez años de vida a través de una relación de pareja, una experiencia que vale la pena. Una más de las coproducciones que Argentina y Brasil están presentando, esta vez el resultado es óptimo y para aquellos que aman la música brasileña, hay una participación de Ney Matogroso. BONI BONITA Boni Bonita. Brasil/Argentina, 2018. Guion, dirección: Daniel Barosa. Intérpretes: Ailín Salas, Caco Ciocler, Ney Matogrosso, Daniela Dams. Producción: Nikolas Maciel, Daniel Werner, Joao Segall. Distribuidora: Compañía de Cine. Duración: 84 minutos.
“Maestras del engaño”, de Chris Addison Por Jorge Bernárdez Allá por 1964, David Niven y Marlon Brando protagonizaron una comedia que acá se llamó Dos seductores y que era la historia de dos estafadores que se dedicaban a saquear las arcas de los ricachones que andaban por la Costa Azul. Niven era un estafador de guante blanco mientras que Brando era un bribonzuelo de poca monta, así que el destino los une por casualidad y el cruce casual desemboca una relación que primero es de aprendizaje y luego de franca hostilidad. El mejor momento de aquella película era aquel en que el estafador más fino trata de enseñarle su arte al otro. Varias décadas después Michael Caine y Steve Martin protagonizaron la remake que fue incluso más divertida que la original. La película tuvo su versión teatral y acá no hace mucho fueron Guillermo Francella y Adrián Suar hiceron su versión. Ahora llega una nueva revisión, con la misma historia pero ahora con Anne Hathaway y Rebel Wilson como protagonistas, muy a tono de los tiempos que corre. Hathaway es Josephine una verdadera experta en estafar millonarios y sacarles todo lo que puedo mientras que Wilson es la callejera que se encarga de engaños menores. Ambas se cruzan en un tren y nace la relación que termina en una asociación por conveniencia, porque Josephine necesitaba de una partenaire para una operación que tenía planificada. No vale la pena meterse en los vericuetos del guión que sigue en cierta forma los lineamientos de las versiones anteriores. Hathaway y Wilson están muy bien. el tono de la película es festivo y si bien por momentos bordea el exceso, nunca se pasan del límite y la película se puede ver con una sonrisa constante. Si buscan una obra maestra, esta no es la película que buscan pero si quieren diversión liviana y divertirse un rato, Maestras del engaño es lo que necesitan. MAESTRAS DEL ENGAÑO The Hustle. Estados Unidos, 2019. Dirección: Chris Addison. Guión: Stanley Shapiro, Paul Henning, Dale Launer y Jac Schaeffer. Fotografía: Michael Coulter. Edición: Anthony Boys. Intérpretes: Anne Hathaway, Rebel Wilson, Alex Sharp e Ingrid Oliver. Duración: 94 minutos.
“Regresa a mí”, de Peter Hedges Por Jorge Bernárdez En las horas previas de la navidad todos nos ponemos emotivos y es lógico que un grupo familiar que se encuentra atravesando un problema grave se vuelva todavía más vulnerable, ese es el caso de la familia que es el centro de Regresa a mí. Ben Burns (Lucas Hodges) es el hijo mayor de una familia ensamblada, que vuelve a casa en esa fecha pero a los pocos minutos de llegar queda claro que no es una visita programada ni deseada y desde el padrastro hasta la hermana de Ben, todos prenden las alarmas porque Ben es un adicto en recuperación que no tenía planeado salir de la cínica en donde está recuperándose. Holly (Julia Roberts) es la sufrida madre que pide que le den crédito al hijo y tras un compromiso firme de control y de marcación de cerca la familia, acepta que el problemático Ben se quede a pasar la navidad y vuelva al otro día a su intenación. La madre trata de darle a la visita de Ben el carácter de un momento de paz y de normalidad en esa fecha, pero es obvio que nada puede salir bien y a poco de dar una vuelta por la ciudad para comprar regalos y esas cosas previas en esas fechas, empiezan los problemas en forma de fantasmas muy personales de Ben, pero también de sus viejos contactos que reaparecen algunos para echarle en cara actitudes de cuando era adicto activo, por decirlo de alguna manera, pero también en forma concreta de dealers y de traficantes porque resulta que Ben además de consumir había iniciado un camino delictivo. Así que el melodrama está servido y Julia Roberts como la madre de Ben, no deja de sufrir en ningún momento y ya se sabe que no hay nada como una madre para el martirio. El tono de la película se va poniendo cada vez más sombrío y hay que decir que la dirección de Peter Hodges (Fragmentos de abril, Un gran chico) es sólida y saca lo mejor de Roberts y de Hodges, pero además logra tensión cuando la historia se traslada del ámbito familiar a la calle y los suburbios donde se mueven los adictos y sus proveedores. Regresa a mí es un melodrama con todas las de la ley, con buenas actuaciones y ritmo sostenido para tratar un tema que es claramente uno de los grandes males de esto tiempo. No hay nada de reflexión sobre la problemática de las drogas desde lo político, ni nadie que diga que los adictos seguramente no se verían empujados al delito y a la sordidez del mundo del narcotráfico si su enfermedad no fuera castigada penalmente, pero bueno nadie espera eso de una película en la que Julia Roberts sufre y hace sufrir al espectador. REGRESA A MÍ Ben Is Back. Estados Unidos, 2018. Dirección y Guión: Peter Hedges. Intérpretes: Julia Roberts, Lucas Hedges, Courtney B. Vance, Kathryn Newton, Rachel Bay Jones, David Zaldivar, Alexandra Park, Michael Esper, Tim Guinee, Myra Lucretia Taylor. Producción: Peter Hedges, Nina Jacobson, Teddy Schwarzman y Brad Simpson. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 103 minutos.
“El hijo”, de Sebastián Schindel Por Jorge Bernárdez Otra vez juntos el actor y el director de Patrón, radiografía de un crimen y ya podemos decir que es un dúo que funciona muy bien. Lorenzo (Joaquín Furriel) tiene unos cincuenta años, es artista plástico y carga con algunos problemas personales que quiere dejar atrás y en eso está cuando empieza la película, que está basada en un cuento de Guillermo Martínez. Lorenzo está en pareja con Sigrid (Heidi Toini), una sueca unos cuantos años menor y están buscando un hijo. Lorenzo tiene ya dos hijas, pero hace años que no las ve porque la madre se las llevó a Canadá. El pintor no solo está apostando de nuevo a una nueva familia sino que además está tratando de volver al mundo del arte y para eso cuenta con el apoyo de un viejo amigo, interpretado por Luciano Cáceres, que curiosamente está en pareja con una antigua alumna y pareja de Lorenzo que interpreta Martina Gúsman. Sebastian Schindel elige un relato fragmentado que va y viene en el tiempo. A poco de empezar, la historia vira de lo intimista a lo policial, también rápidamente aparecen elementos fantásticos y de terror. Lorenzo empieza a notar comportamientos extraños en su pareja con respecto a la gestación del hijo de ambos, la biología empieza tratarse a sí misma y al poco tiempo toma una institutriz y partera muy al estilo de La profecía. Lorenzo es separado de todo de la gestación, así su mujer decide que se desarrolle sin ninguna clase de apoyo externo e incluso decide dar a luz en su hogar. Y lo hace en una esa escena verdaderamente terrorífica que dialoga de igual a igual con El bebé de Rosemary. Para no ahondar en detalles digamos que la relación familiar se degrada, Lorenzo es acusado de violencia doméstica, es separado de su hijo y acá aparece el primer problema serio, el padre que durante un tiempo no puede ver al niño cuando por fin logra hacerlo asegura que el niño que le mostraron no es suyo. Acusa a la madre de estar loca pero el que termina bajo tratamiento psiquiátrico es él. El relato entonces se vuelve tortuoso y el público ni siquiera puede estar seguro de que Lorenzo no esté efectivamente chiflado. Para peor, sus dos amigos se terminan casando de él y su historia loca, hasta el punto de abandonarlo a su suerte y hasta acá llegamos con la historia. Schnibel dirige de manera notable sin adelantar nunca los distintos giros y el elenco con Furriel a la cabeza se entrega al juego de un relato que pasa por distintos registros y que se vuelve inquietante y no afloja hasta el último segundo. Un gran estreno del cine nacional, para público adulto, algo que no es común en una cartelera cada vez más adolescente. EL HIJO El hijo. Argentina, 2019. Dirección: Sebastián Schindel. Guión: Leonel D’Agostino. Intérpretes: Joaquín Furriel, Martina Gusmán, Heidi Toini, Luciano Cáceres, Regina Lamm. Producción: Esteban Mentasti y Hori Mentasti. Distribuidora: Energía Entusiasta. Duración: 90 minutos.
“Los tiburones”, de Lucía Garibaldi Por Jorge Bernárdez El futuro es mujer, anunció alguna vez el gran Marco Ferreri y el cine comienza a dar cuenta de ese vaticinio que es una realidad ya no solamente en el cine. Rosina (Romina Bentacur) tiene 14 años y vive en la ciudad uruguaya de Piriápolis todo el año, lo que significa que su existencia está signada por la diferencia de vida en la temporada de verano y por los trabajos temporarios, Cuando empieza la película Rosina se mete al mar y ve pasar cerca suyo una aleta de tiburón. Aparentemente ve al escualo y a su cría, para el pueblo esa presencia despierta temor y se ven frente al desafío de atrapar al tiburón para que su presencia no se vuelva un dato negativo para la temporada de verano. No es el depredador lo único que pasa en la vida de Rosina que está de mal humor, incómoda, no se reconoce en la hermana y su grupo de amigas, no la pasa bien salvo por lo que ocurre con su cuerpo frente a Joselo que despierta en ella inquietudes sexuales pero ese costado de su vida también es decepcionante. Todo fluye, todo es mostrado y no hay tema que no aparezca en este camino del crecimiento que la protagonista está transitando. La adolescencia es insoportable, solemos olvidarnos de eso cuando la vamos dejando atrás, pero Lucía Garibaldi (directora y guionista) lo tiene bien presente y se anima a poner en pantalla esa incomodidad y esa molestia sin idealizar nada, su historia se aprovecha de la naturaleza y la usa como un protagonista más. Estamos frente a una película representante del género coming of age que afronta todos los temas con un elenco sólido en el que brilla, además de la protagonista, nuestro compatriota Fabián Arenillas Los tiburoneses una producción uruguaya que llega a las pantallas del circuito comercial argentino luego de haber pasado por el BAFICI y por el Sundance, dos festivales donde recibió premios y menciones. Esperemos que pueda hacerse espacio y encuentre su público en estos tiempos de películas-eventos que parecen copar todas las pantallas que se le ponen a tiro, Busquen esta película y escúchenla entre el ruido que tiene cosas para decir. LOS TIBURONES Los tiburones. Uruguay/Argentina/España, 2019. Guion, dirección:Lucía Garibaldi. Intérpretes: Romina Bentancur, Federico Morosini, Valeria Lois, Fabián Arenillas, Antonella Aquistapache, Bruno Pereyra, Jorge Portillo. Distribución: Compañía de Cine. Duración: 80 minutos.
“Avengers: Endgame”, de Anthony Russo y Joe Russo Por Jorge Bernárdez Kevin Feige y los hermanos Russo se aseguraron un lugar en las enciclopedias de cine y lo hicieron con armas mercantilistas pero nobles, lo cual es consistente con la historia del cine que es un arte compuesto por las distintas ramas, lo más creativo de la técnica y por el negocio que mueve todo. La invención del Universo Expandido de Marvel, compuesto por un total de 22 películas de las cuales las principales son las cuatro que reunieron los personajes más conocidos de ese universo para enfrentar distintos enemigos -que finalmente eran todos movidos por un villano principal-, conforma un arco perfecto de narración. Es cierto que alcanza con dar un vuelta por youtube para descubrir que no todas las películas son consistentes y que algunas cosas que han pasado hacen dudar de que siempre haya estado todo tan pensado y bajo control, pero a esta altura no nos vamos a poner tan quisquillosos. Cumpliendo con lo que se conoce como el camino del héroe llegamos a Avengers: Endgame con la propuesta de terminar no solo la aventura que empezó con la película anterior, sino de darle a todos los protagonistas una razón de ser. Avengers: Endgame retoma la historia donde había quedado y hay que decir que está compuesta de tres partes bien diferenciadas. En la primera todos vivimos del duelo de lo que ocurrió después de que Thanos eliminó a la mitad de la humanidad, la segunda es un plan alocado de salvación con sorpresas para todos los gustos y una tercera parte épica, donde la historia llega a su fin culminando la tercera fase de este universo expandido. El elenco multitudinario es aprovechado al máximo, hay momentos íntimos que permiten un acercamiento a los personajes y a sus universos, hay mucho humor y llegado el momento en la sala el espectador se queda mudo mirando la pantalla. Por supuesto que este juego final se disfruta mucho más si uno vio la mayoría de las películas, pero funciona perfectamente sin ese conocimiento. De todas maneras es imposible eludir el hecho de que estamos frente a un evento que está más allá de lo cinematográfico y que lo que Marvel propone es una experiencia que acompañó al espectador durante una década. Por eso en esta película se vuelve sobre las anteriores para echar luz sobre algunos hechos del pasado y tratar de corregirlos y que los protagonistas vuelvan sobre cierto momento de sus vidas, y además, que vuelvan personajes que alguna vez pasaron por las vidas de todos ellos. Todo está hecho para el deleite del espectador avispado, hay easter eggs (momentos o situaciones que son más de lo que parecen) para los más freaks y hay homenajes de todo tipo, así que es imposible que el que se siente en la butaca no se sienta sacudido en más de un momento. Llegamos al final de una etapa y todo final tiene algo de tristeza, el camino del héroe siempre necesita algún sacrificio. Los Avengers están de vuelta para dar una batalla final y cumplir con la misión que les fue encomendada desde un principio. Marvel, Feige y los hermanos Russo hacen cine popular y festivo, el cine que le gusta a la gente y que agradece. AVENGERS: ENDGAME Avengers: Endgame. Estados Unidos, 2019. Dirección: Anthony Russo y Joe Russo. Guión: Christopher Markus y Stephen McFeely. Elenco: Robert Downey Jr., Chris Evans, Mark Ruffalo, Chris Hemsworth, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, Don Cheadle, Paul Rudd, Brie Larson, Josh Brolin. Producción: Kevin Feige. Distribuidora: Buena Vista. Duración: 181 minutos.