(Nota: se revelan elementos de la trama) El trazo grueso en su máxima expresión Wakolda, tercer film de la directora y guionista Lucía Puenzo, comienza con el descenso de un hidroavión que trae a un ser siniestro –al que a falta de nombre llamaremos “Sr.” A partir de ahora- hacia la Patagonia argentina. Dicho Sr. irrumpe en la vida de una familia pidiéndole albergue en un hostel todavía en remodelación. Si bien los dueños –una pareja conformada por esa actriz en ascenso que es Natalia Oreiro y Diego Peretti- desconocen la procedencia del Sr., la suma de dinero ofrecida hace que no duden un instante en tomarlo. Sin embargo, ciertos hechos –como el lenguaje alemán que este sostiene con Oreiro- vuelven a esta figura sospechosa. A ella justamanente la vemos en primeros planos denotando miradas y guiños de disconformidad y misterio, como si hubiese algo que no está del todo bien. Esa misma desconfianza parece tenerla Enzo –Peretti- el marido de Eva, aunque este no emita opinión. Mientras tanto este Sr. Empieza a tener la fascinación de Lilith, una preadolescente hija de Enzo y Eva...
Otro veterano de presencia habitual y ya galardonado en Cannes, Ken Loach, presentó su último film en competencia. Una película pequeña pero muy graciosa, con la que el director vuelva a la comedia tras el drama bélico Route Inish, con reminiscencias de trabajos como Looking for Eric, otro film que también fue presentado en Cannes, y en Buenos Aires en la Semana de Cine Europeo. El film va de un grupo de chicos que malviven, roban, son violentos y, en un momento, entran a un programa de servicio a la comunidad donde conocen a un chofer y guía que los lleva a visitar diversos lugares como pasatiempo, entre ellos una bodega de whisky, donde se enteran que se ha encontrado un barril con uno de los más antiguos y preciados líquidos, de valor indescifrable. El barril entraría en subasta al cabo de una semana...
Un poco de su propia mezcla… No constituye ningún escándalo en la actualidad filmar un guión de mera temática homosexual y que este transcurra dentro de la estructura de un espacio cerrado como es el de un avión junto a sus tripulantes. El gran auteur Almodóvar, sobre quien podemos detenernos acerca de la indagación de temáticas abiertas a la discusión y debate (lo hizo en especial con sus últimas obras), la utilización de la sorpresa y hasta inclusive la posibilidad de jugar con géneros como ha realizado sobre todo en lo que respecta a temáticas sexuales, en Los Amantes Pasajeros pareciera jugar con un mero ejercicio cinematográfico que termina resultando tan vacío como los espacios contenidos entre las butacas de cabina business...
Hacer una revisión de la vida de una celebridad que aún vive no es tarea fácil. El autor mismo puede terminar estando de acuerdo o no con la biografía planteada. Ahora, Woody Allen: a Documentary viene a mostrarnos tranquilamente los comienzos del director como actor en las tablas, mientras ejercía, incómodo, su labor en lugares ignotos o casi clandestinos en la ciudad de Nueva York. Gracias a un artículo en el NY Times, en el que salían a la luz sus dotes para el humor, Woody pasó de ser cómico de stand up a invitado en programas televisivos e incluso guionar What’s New Pussycat?, trabajo que le sirvió para darse cuenta de que nunca jamás permitiría que alguien influyera en sus escritos...
Según me comentaba un colega, algo que le molestó mucho de este film es la pasividad del maestro (Mads Mikkelsen), personaje principal, tras la aberrante experiencia que debe vivir al ser acusado de mantener contacto sexual con una alumna del jardín de infantes. Estamos ante una película intrigante y absorbente, en la que Vinterberg vuelve a tratar el tema del abuso en una sociedad danesa muy cerrada, que entrena a sus integrantes para la caza y celebra el “hacerse hombre” con una caminata por el bosque para matar y llevar de trofeo un venado. Vinterberg no hace más que demostrar lo enferma que está la sociedad en su conjunto, señalando microscópicamente dónde puede radicar el origen de estos comportamientos. Moverse y decidir por los instintos, desechar el diálogo y creer lo que dicen los medios o, en este caso, el boca en boca, provocan terribles injusticias para aquellos que quedan marcados y deben padecer una condena errónea. La sociedad juzga ante la acusación antes de cualquier veredicto. Sí, como comentaba el colega, la pasividad está presente; creo que la única razón de la tranquilidad de Lucas (Mikkelsen) es que piensa que la pesadilla va a terminar en cualquier momento. El film jamás plantea siquiera la culpabilidad del personaje; más bien recrea y se detiene en el entorno, los familiares que responden antes los malos momentos, la crueldad de los vecinos y en cómo una pequeña malinterpretación puede arruinar la vida de cualquier mortal. Una grata sorpresa del festival.
El Menor Gatsby… Este año, la selección del film de apertura en el Festival de Cannes recayó sobre la obra de F. Scott Fitzgerald, una versión neo pop sin mucho atractivo dirigida por el australiano Baz Luhrmann, aquel que presentara años atrás (también como apertura) la ecléctica Moulin Rouge. Si, puede constatarse que la presencia de un actor de la talla de Leonardo DiCaprio en el elenco al final de cuentas suma, genera atención, y así lo hizo...
¡¡¡¡¡Huppert, Huppert, Huppert!!!!! Luego de las comedias dramáticas (HaHaHa y The Day He Arrives) que integraron las selecciones de las pasadas ediciones de Cannes, Hong Sangsoo ha ganado un lugar de prestigio entre los organizadores del festival. Por lo visto, todas sus obras seguirán teniendo la suerte de ser parte de la programación. Esto es algo que a un grupo de directores, a quienes podría catalogarse de “el dream team de Cannes”, le viene sucediendo desde hace rato: Resnais, Kiarostami, Loach, Trapero y los hermanos Dardenne, a excepción de Lars Von Trier tras su paso en falso del año pasado. Sangsoo ha ganado ese lugar dentro de la gran liga; sus anteriores trabajos pasaban por la sección paralela (Un Certain Regard) pero hoy juega en “primera” en la Selección Oficial. Talento no le falta, aunque debo admitir que sus anteriores...
Elena es una mujer que ha engendrado un hijo vago, sin trabajo por decisión propia, que pasa todas las tardes de su vida mirando tv, ordenando con un tinte machista a su mujer por cada pequeña cosa que deba movilizarse en su hogar. Tienen un hijo, nieto de Elena. Mientras esta era enfermera, conoció a Vladimir, un viejo adinerado con quien contrajo matrimonio y convive. Vladimir sufre un paro cardíaco y de ahí en más esto lo conduce a tomar una decisión sobre su legado...
Lejos de su propio estilo casi en la totalidad del film, Haneke considera demostrar qué ocurre en una pareja de ancianos burgueses ante la llegada de sus últimos años de vida. Estos deben cuidarse mutuamente ya que los frutos de su matrimonio, una hija (Isabelle Huppert) no toma consciencia ni atiende el tamaño de lo que ocurre tras un ataque severo en su madre...
El director de Chopper vuelve con un film de acción en el que Jackie Cogan, integrado por Brad Pitt (también a cargo de la producción del largo), y James Gandolfini (The Sopranos) personifican a dos asesinos a sueldo que deben iniciar la búsqueda de dos jóvenes delincuentes que realizan un asalto a una casa clandestina de juego organizada por Markie (Ray Liotta)...