Nuestra pasión de multitudes Enfocar el fútbol amateur por dentro, a través de sus mismos protagonistas fue la idea que puso en marcha el reportero gráfico y cineasta Federico Peretti. Peretti confiesa que es un admirador total de este deporte, pero no es bueno jugándolo por eso eligió estar del otro lado y ser el testigo privilegiado de aquellos que "sudan" la camiseta en las canchas más alejadas del país. Los equipos a veces juegan en canchas con piso de tierra, o de pasto recortado, pero también compiten en medio de un clima helado, como ocurre en la Liga de fútbol de Ushuaia. BICICLETAS Y MOTOS El cineasta con este documental no se propuso ni ser didáctico, ni tampoco muy explicativo en lo que muestra, por eso para el que no conoce bien el interior, la imagen de la cancha de Chaco For Ever, se puede confundir con alguna otra del conurbano bonaerense. Lo cierto es que el director, se tomó el trabajo de recorrer el país, a lo largo y a lo ancho, desde Ushuaia a La Quiaca y su registro de imágenes, despiertan y contagian pasión futbolera al que ve su película, porque los jugadores que se muestran practican el deporte sin cobrar ningún sueldo, al contrario, a veces hasta juntan dinero, o hacen colectas para comprar las camisetas. Varias de las canchas tienen su propia tribuna, otras ni siquiera eso y los que observan el partido lo hacen sentados en los asientos de sus bicicletas o de sus motos. UN HOMENAJE "El otro fútbol" es un homenaje a los clubes en ascenso y de ellos, el cineasta muestra algunas curiosidades, como el testimonio de Carlos Gabuti, que se enorgullece de ser el único colectivero que juega para un equipo, sacrificando el escaso tiempo libre que le queda después de estar horas al volante de un vehículo de la línea 553. El otro es un taxista de La Plata, que también aporta su relato, pero quizás, uno de los momentos más contundentes es cuando los presos del penal de Campana, salen a jugar un partido, junto al mismo personal penitenciario y se enfrentan a otros equipos, sólo por el hecho de practicar un deporte que los hace sentirse más útiles y a la vez incentiva el compañerismo entre pares. Escenas en la cancha, los entrenamientos, vestuarios, el fervor de las hinchadas, la voz de algunos presidentes de clubes, la señora que vende banderines, o las voces de los relatores que además promocionan los negocios del lugar, conforman un retrato que despierta emoción y entusiasmo y más aún en aquellos que aman este deporte.
Sin lástima ni autocompasión Es una clásica comedia de situaciones -con dos personajes tan opuestos, como complementarios- basada en una historia real . Uno de ellos es un hombre que luego de un accidente de parapente quedó tetrapléjico. El otro es un muchacho alto, de color, de sonrisa amplia y muy inquieto que acaba de salir de la cárcel, visita a su familia y es expulsado por ella, por lo que queda en la calle. Al salir a buscar trabajo, termina postulándose como asistente, o para acompañar y atender a un enfermo o a una persona mayor . Driss (Omar Sy) no reúne las condiciones ideales, pero su vitalidad, su humor ingenuo, pero certero y su rapidez en captar lo que sucede a su alrededor, hace que Philippe (Francois Cluzet), postrado en silla de ruedas, decida contratarlo. GANAR O PERDER Ninguno de los personajes tiene demasiado que perder.. El enfermo es un millonario, que vive en una gran mansión, ama la pintura y la música y si bien tiene una rutina que debe cumplir estrictamente, también espera de los que lo rodean algún nuevo "desafío" que le permita sonreír con máss frecuencia. El que le va a aportar ese "cambio" es Driss. El ex convicto es rechazado por los amigos de Philippe. Le temen a ese hombre de color, que vive en un barrio periférico de París. Pero el dueño de casa, cuando se lo reprochan o le aconsejan deshacerse de Driss, les dice, que es el único que no le tiene lástima, ni piedad. Lo cierto es que Driss aprende a ser cuidadoso, gentil, detallista y siempre está a la búsqueda de nuevos "trucos" para arrancarle una sonrisa a su empleador. CON INGENIO Una broma a la policía en la ruta, camino al hospital; una salida nocturna a las frías calles parisinas, en plena crisis del hombre paralítico, o su forma de comentar una pintura, hacen de Driss, un ser único, encantador y de una lógica tan razonable como oportuna. La película de Eric Toledano y Olivier Nakache, esquiva con buenos recursos escénicos y de guión, el melodrama lacrimógeno. Ambos saben llegar hasta el punto máximo, en que la emoción, puede convertirse en una sonrisa espontánea. Estos ingredientes en el armado de la película y su sorprendente humanidad, son parte del éxito de esta comedia, ubicada entre las más aplaudidas por el público francés. "Amigos intocables" está basada en la vida del empresario francés Philippe Bozzo di Borgo y la comedia es entretenida y se disfruta ampliamente por las excelentes actuaciones de Franois Cluzet (Philippe) y Omar Sy (Driss), los que logran una memorable empatía de cara a la pantalla.
Vida y realidad desde Croacia En Zagreb, Croacia, la ciudad en que él nació en 1947, el director Rajko Grlic, ambientó su película, en la que sigue a una serie de personajes, que conforman una familia compuesta de dos hermanos, sus respectivas mujeres, amantes, e hijos, que pertenecen a una clase social acomodada. A Zagreb se la muestra como una gran ciudad, de cierto poder económico y cultural, que como en cualquier otra gran metrópoli, sus habitantes son víctimas de esa extraña inconformidad contemporánea, que obliga a la constante búsqueda, de un amante, de una aventura sexual pasajera, que muchas veces no termina de conformar a quien creyó necesitarlas. DOS HERMANOS La historia de los hermanos Nikola (Miki Manojlovic) y Braco (Bojan Navojec), comienza cuando van a ver al padre, un pintor, que da forma a desnudos eróticos y se encuentra internado en un hospital. A poco de llegar a la sala de internación, el padre ve a sus hijos, esboza una sonrisa y muere. Lo que se verá después son una serie de confesiones que muestran cierta lealtad y actitudes adolescentes que unen a esos dos hermanos de unos cuarenta y pico de años. Claro que algunas de las cosas que Nikola y Braco se dicen resultan muy dolorosas. Al primero le diagnosticaron cáncer y espera los resultados de nuevos análisis, mientras con su mujer Ana María (Daria Lorenci), están en la apasionada búsqueda de un hijo. Braco a su vez está separado de Marta (Ksenija Marinkovic), quien tiene un amante joven (que tiene un gran póster de Leo Messi en su casa), y con la que tuvo una hija adolescente, que nada quiere saber con su padre. EN NAVIDAD Cuando en una Navidad Braco regresa a su casa, para participar de la comida familiar, la noche termina a las trompadas y revolcones con Marta, su mujer y el hombre acaba en la comisaría. Mientras eso sucede Nikola, le lleva un regalo a Latica (Natasa Dorcic), su amante, que atiende una farmacia, aunque en el camino a su casa, vive una fugaz aventura sexual con una joven que le vende un árbol de Navidad. Braco y Nikola esconden varios secretos que es mejor no revelar. Lo concreto es que la película de Rajko Grlic habla de lo que sucede en muchas familias. De cómo se engañan, esconden secretos y cómo los padres a veces resultan prácticamente unos desconocidos para sus hijos. "Todo queda en familia" es una comedia ligera, muy bien filmada y con un equipo de actores que parecen mimetizarse acertadamente con sus personajes, es el caso de Miki Manojlovic (Nikola), Bojan Navojec (Braco) y Ksenjiaj Marinkovic (Marta).
Un cruce que esconde secretos El puente al que hace referencia el título de este documental, es el que une Posadas, en Misiones, con Encarnación, en Paraguay. Se lo conoce con el nombre de San Roque González de Santa Cruz y fue inaugurado en 1990, por el ex presidente Carlos Menem y su par de Paraguay, en aquel momento, Andrés Rodríguez Pedotti. El director argentino Eduardo Schellemberg investigó durante cuatro años, algunos de los secretos que esconde ese cruce de fronteras y eligió la historia de tres personas que viven del lado de Paraguay, para mostrar algunos de los conflictos que se han ido produciendo a lo largo del tiempo. DESNUDAR HECHOS El documental desnuda hechos como el contrabando "hormiga", el tema de la inseguridad y por qué muchos de los habitantes que viven en ambas ciudades -separadas por el río Paraná-, fueron empujados por la pobreza y la falta de trabajo, a realizar actividades, que en muchos casos son condenadas por la justicia. El director Eduardo Schellemberg realiza una investigación prácticamente detectivesca. Acompaña a sus protagonistas en sus actividades cotidianas, a la vez que a través de un informe sobre la criminalidad de la pobreza, que escribe un abogado, Ricardo de la Cruz Rodríguez, se van conociendo los por qué del avance de la falta de trabajo en esa zona de América latina. Al recorrido que hace De la Cruz Rodríguez entrevistando a uno y otro funcionario y a la misma gente del lugar, para escribir su informe, se suma lo que le ocurre a Aurora Lucena, cuyo esposo, que era gendarme, murió en una situación confusa, mientras perseguía a unos contrabandistas. LA INSEGURIDAD Junto a ellos se destaca la labor diaria que realiza Eduardo Petta, un ex fiscal, al que el ex presidente Fernando Lugo, en 2008, nombró director de la policía caminera. La cámara de Schellemberg sigue a Petta en un recorrido cotidiano durante la noche y el día, en que intenta poner en práctica una serie de medidas, para combatir el contrabando, pero muchas veces se enfrenta a una burocracia estatal, que no siempre ayuda. El filme es un buen retrato sociológico de lo que sucede y esconden muchos de los atraviesan ese puente diariamente. Refiere a los argentinos que van a comprar electrodomésticos del otro lado de la frontera, e ilustra con entretenidos recursos cinematográficos, lo que sucede en ese cruce entre Posadas y Encarnación. "El silencio del puente", abunda en datos, que por momentos se vuelven confusos para quien no está en el tema, no obstante resulta atractivo en su descripción de una realidad a veces negada.
Con tres eficaces comediantes Los más chicos sin duda disfrutarán de estos nuevos "chiflados", que los harán divertir con su humor sencillo y acciones repetitivas. La elección de los nuevos Curly (Will Sasso), Moe (Chris Diamantopoulos) y Larry (Sean Hayes), es sin duda uno de los más valorables aportes de esta nueva comedia de los "rebeldes" directores estadounidenses Peter y Bobby Farrelly. De los Farrelly se vieron certeras comedias como "Pase libre" y "Tonto y retonto", dedicadas a una generación de veinteañeros para arriba, pero en este caso al elegir volver a llevar a la pantalla grande a los míticos "Tres chiflados", se preocuparon por contar una historia que hiciera reír a los más pequeños, con una fórmula bastante simple y efectiva. El filme está contado mediante episodios, como muchos de los capítulos del trío, que se veían por la televisión en la década de 1950 hasta 1970, aunque los "chiflados" también fueron protagonistas de largometrajes, siendo el primero de los míticos años "20. PARA ESTA EPOCA La actual película, dedicada a las nuevas generaciones, comienza con el trío cuando aún eran bebés y son criados por un grupo de simpáticas monjas de un orfanato a las que les hacen la vida imposible con sus travesuras. Pero la historia no se detiene en esa época, acompaña el crecimiento de Moe, Larry y Curly hasta que son adultos, intentan conquistar alguna chica, o se embarcan en arriesgadas misiones como la de ser contratados para matar a un hombre, que según les dicen, padece una enfermedad terminal. El filme se apoya en un momento clave de la vida de los muchachos, cuando se enfrentan a la cruda realidad de que el orfanato en el que vivieron toda su vida, corre el riesgo de ser rematado, para pagar viejas deudas y Curly, Moe y Larry, salen a tratar de conseguir el dinero para que no les quiten ese hogar que en definitiva es su casa, puesto que los tres son huérfanos. COMEDIA FISICA "Los tres chiflados" de Peter y Bobby Farrelly, recrean con buenos recursos la acción de las comedias físicas, que se apoya en gestos algo violentos, "piquetes" de ojos, torniquetes en la nariz, golpes en la cabeza con un martillo (de goma aclaran los Farrelly en una escena al final del filme, para que los chicos no repiten esa acción en sus casas) y en certeras cachetadas. Los más chicos sin duda disfrutarán de estos nuevos "chiflados", que los harán divertir con su humor sencillo y acciones repetitivas. Aunque el filme tiene una escena que pasa en una guardería que también hará reír a los mayores. Comedia de equívocos, la película muestra las magníficas recreaciones que del legendario trio, realizan notables comediantes, como Sean Hayes, Will Sasso y Chris Diamantopoulos, en los papeles de Larry, Curly y Moe. A su lado se desempeñan correctamente la simpática Kate Upton, como la hermana Bernice y Larry David, en el papel de la implacable Mary-Mengele.
El ayer y el hoy de la historia La década de 1970, fue una época de cambios y de búsqueda de nuevos paradigmas políticos y sociales, que se vieron reflejados a través de los distintos movimientos de jóvenes militantes a lo largo de América latina. Nicaragua fue después de Cuba, el país que le otorgó un marco de realidad concreta a la frase: "hacer la revolución", que se escuchaba frecuentemente en los ámbitos académicos y culturales de una Argentina convulsionada. El 19 de julio de 1979, con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, en Nicaragua se produjo uno de los gritos libertarios de mayor potencia, para aquellos que aspiraban a un rotundo cambio en la política propuesta por las grandes potencias. DICTADOR SOMOZA En esa fecha, en Nicaragua, cae la dictadura de Anastasio Somoza y con ella el pueblo se hace dueño de sus propios actos. En ese marco de convulsionado entusiasmo, un grupo de argentinos partió a solidarizarse con los nicaragüenses. Así se fueron cineastas, médicos, maestros y antropólogos. El documental de Roberto Persano y Santiago Nacif, incluye fragmentos de noticieros de la época, fotografías, un interesante dibujo animado sobre la familia Somoza y testimonios de varios de aquellos militantes que en tierras nicaragüenses se acercaron a ayudar a la gente de ese país, ya sea en lo que refiere a la educación de los niños, en el campo político, o en las áreas de Sanidad y cultura. LA GESTA EPICA Persano y Nacif, desde la dirección y el guión se preocuparon no solo en rendir su homenaje a aquella gesta épica, también le otorgaron un sólido marco narrativo a su propuesta. "La revolución siempre es un gran sueño. Para los argentinos fue una experiencia que nos marcó", destaca uno de los militantes de aquel momento. Mientras la médica rural Felisa Lemos, detalla su trabajo no sólo de organizar vacunaciones y cuidados sanitarios, también en el registro fotográfico que hizo durante esos años, que sirvió como un gran legado para la misma Nicaragua. Además de los testimonios de Lemos, se incluyen anécdotas y relatos de la periodista Aurora Sánchez Nadal, o de María Luisa Babini y su hijo, el antropólogo, Salvador García, que aún continúan viviendo en una Nicaragua, que en la actualidad, según lo muestra la cámara, exhibe grandes calles iluminadas, un hotel de la cadena Hilton y hasta un MacDonald.
Inmigración y política de Estado La inmigración es un conflicto sin solución. Asimismo, la figura del indocumentado, el desterrado de su país, que "navega" por el mundo como un ser vacío, sin identidad, se convierte de algún modo, en el termómetro capaz de medir los planes que sobre este tema, han decidido aplicar los distintos gobiernos, en esta era de la globalización. El filme de Sylvain George (Francia, 1968) es un cine de emergencia, que invita a la reflexión a través de la crudeza de sus imágenes. Esta película suya registra el día a día de los inmigrantes, que provenientes de Africa, Turquía, Serbia o Afganistán, llegan a la ciudad de Calais, en el norte de Francia, con miras a seguir camino, como polizontes en camiones o barcos, hasta cruzar el Canal de la Mancha, para llegar a Inglaterra. La cámara de Sylvain George sigue esa cotidianidad furtiva, en la que cada instante parece un juego de vida o muerte, para estos inmigrantes, constantemente perseguidos, arrestados y deportados. FIGURA INVISIBLE El documental tiene una potencia estética, expresiva y de denuncia rotunda. Aunque fue rodado en blanco y negro, con cámara en mano, sonido ambiental y sin música, provoca cierta conmoción en el espectador. ¿Por qué? Porque el cineasta demoró tres años en rodarla y parece que se hubiera convertido en una figura invisible para los inmigrantes, a los que enfoca en sus corridas para escapar de la policía, mientras se bañan en un río, cuando comen lo poco que consiguen y comparten, o en sus ratos de descanso. Este es un filme construido sobre la base de sujetos fugaces, de planos que se desvanecen a través de las mismas figuras que son capaces de diluirse en un instante, mientras un camión se detiene en un semáforo y ellas se escabullen por debajo y se ubican en espacios impensable. El filme se divide en dos partes. La primera es más calma. Se observa la cotidianidad, incluso ciertos cantos religiosos de un grupo de jóvenes, como una manera de recordar la patria dejada atrás. En cambio en la segunda parte se observa la represión más humillante y lacerante que en 2009 vivieron trescientos inmigrantes, cuando -ante decenas de cámaras de televisión- fueron desalojados por la policía y la gendarmería de un campamento improvisado llamado "la jungla" en París. La película -ganadora del premio al mejor largometraje y de la Fipresci, en el Bafici 2011- no es fácil de ver, porque su duración de ciento cincuenta y tres minutos se siente, sin embargo ese tiempo permite ir madurando, tal vez en nuestro pensamiento cuál es nuestra propia opinión y la de los países en los vivimos respecto de la políticas sociales inmigratorias.
Con cierta ternura escondida El retrato que el uruguayo Pablo Stoll hace de una familia, compuesta por un hombre y una mujer divorciados y su hija adolescente, es "agridulce", como el mismo director lo ha definido. En "3" Stoll logra un eficaz entramado de situaciones que dan cuenta del absurdo con que a veces acostumbramos a teñir nuestras acciones más cotidianas, sin darnos cuenta. De Pablo Stoll, del que hace pocos días se presentó una retrospectiva de sus películas, en el Centro Cultural San Martín, entre las que se incluyeron "25 Watts" y "Whisky" que había hecho con su amigo y socio Juan Pablo Rebella (quien se quitó la vida en 2006) e "Hiroshima" que filmó solo, puede decirse que en esta película sobre una familia típicamente montevideana, pone en evidencia un pronunciado crecimiento como cineasta. LOS PERSONAJES Porque en "3" Stoll se permite indagar sobre el comportamiento de sus personajes, con una calma por momentos, tan extrema, que logra captar esos instantes únicos, mágicos, tal vez irrepetibles, que se tienen en la vida sin saber por qué. Nos referimos a determinadas enfoques, al césped del cementerio, la mirada como aburrida de Graciela (Anaclara Ferreyra Palfy), cuando la directora de su colegio le reprocha las faltas, mientras un compañero de grado, le hace muecas a través de un vidrio. Esta es una comedia en la que el director pone de manifiesto la incomunicación, lo que no se dicen, la mayoría de las veces los integrantes de las familias actuales con hijos adolescentes, pero si se los observa a través de una lente, sus gestos, sus acciones, la levedad de una mirada aportan mucho más de lo que expresan en sus verbalmente. Un dato que marca la evolución de Stoll como cineasta, es su estética y su dirección de actores, en la que supo develar el humor del padre, en momentos en que parece devorarlo la incertidumbre por recuperar lo perdido, que son su mujer y su hija. O la aparente indiferencia que comunica cada cosa que hace la adolescente, desde las relaciones con su novio, hasta el trato con sus padres, como si lo que hace no le importaba. La música que define situaciones, el darse el tiempo suficiente para "dibujar" a cada personaje en su dolor -la preocupación de Ana, la madre, por un familiar grave en un hospital-, o el permiso que se da para salir con otro hombre, se suma a los planos fílmicos muy bien resueltos y elaborados por este joven director, que ya en "Whisky" había demostrado cualidades para fotografiar una Montevideo, plena de melancolía, pero también de cierta ternura urbana, de los habitantes y la arquitectura. Buena fotografía y un trío de actores de un sostenido nivel interpretativo -Humberto Vargas, Sara Bessio y Anaclara Ferreyra Palfy- definen esta obra interesante acerca de un nucleo familiar del siglo XXI.
Un puente africano-argentino El relato pone al desnudo su verdadera intención de trazar un puente cultural, que une y permite intercambiar las vivencias de un joven africano en la Argentina y de sus parientes en Africa. Rubén Plataneo, el director de este filme es de Santa Fe y vive en Rosario. En esa ciudad, en la que nació la Trova Rosarina, de la que en algún momento formaron parte Fito Páez, Juan Carlos Baglietto y Silvina Garré, entre otros, decidió contar la vida de un joven rapero de Guinea, Africa, que llegó al puerto de Rosario, viajando clandestinamente en un barco. El muchacho, de raza negra, nacido en 1988, pertenece a la nueva inmigración que desde hace unos años llega a la Argentina y a cuyos miembros ses ve habitualmente en las calles vendiendo baratijas. El joven se llama David Dodas Bangoura, pero él prefiere que se lo conozca por el nombre artístico de Black Doh y tiene una historia de vida especial. Porque desde que partió de su Africa natal, en busca de otros paisajes, a pesar de la oposición de su madre, llegó a varios puertos siempre viajando como polizón en distintos barcos y una de esas travesías lo depositó en Rosario, tras pasar un hambre, que a uno de sus compañeros le costó la vida. INTERCAMBIAR VIDA La película es de formato documental, su director tiene experiencia en este género y su intención con "El gran río", es seguir los pasos de Black Doh, y de otros jóvenes africanos que tras huir de su continente, les ha costado mucho abrirse paso en otros países. A David o Black Doh el gobierno argentino le otorgó en 2006 un documento por su condición de refugiado y el muchacho que ya aprendió nuestra lengua, grabó un disco en su idioma -el soussou, que hablan los agricultores y pescadores de Nueva Guinea- y en castellano, en el que agradece a su madre y a su tierra, les dice que los extraña y hace referencia a las vivencias de otros jóvenes cómo él que salieron de Africa en busca de otros mundos. La película sigue los pasos del joven por Rosario y también por Buenos Aires, en esa mirada la historia de Plataneo no aporta demasiado, sólo muestra su fascinación por el personaje. Pero cuando el director decide viajar a la ciudad en la que vive la madre de David, llamada Fatoumata, el relato se vuelve mucho más interesante. Porque pone al desnudo su verdadera intención de trazar un puente cultural, que une y permite intercambiar las vivencias de un joven africano en la Argentina y de sus parientes en Africa, los que a través del disco grabado y de lo que dicen sus letras, toman conciencia de que ese hijo que partió no se olvida de sus raíces. El filme, de manera sencilla, sin perder en ningún momento la constante confrontación de una cultura y otra -incluso se explica las razones de por qué el hip hop identifica a los jóvenes africanos y por qué el rap les sirve para expresar los conflictos que padecen-, el director logra hacer visible esa nueva inmigración -que obviamente no es sólo africana- que se nota en las calles de nuestro país.
De una Argentina fragmentada La historia de un observador de esta época, que vive en el conurbano es la que relata el director Fabián Fattore (Buenos Aires, 1960) en este filme prácticamente sin palabras, con sonido ambiental de fondo y en el que sus personajes no saben muy bien lo que hacen dentro de esa historia. Cine experimental, con elementos de documental, en "Malón", Fattore sigue con su cámara a un hombre de unos cuarenta años, que trabaja en un bar, vive en una pensión, en la que comparte mates con una madre soltera con una hija, de la que se presume está enamorado, pero no se anima a decirle prácticamente nada, a pesar de que ella se interesa por él. Sosa (Darío Levín), al que en el bar lo apodan Firpito, porque entrena en un gimnasio de Constitución, es testigo de las charlas que su patrón, el dueño del bar tiene con los que allí van a dejar pasar sus horas, mientras hablan de lo bueno o lo malo fue el peronismo de la primera época. VIDA DE BAR Mientras barre el piso del bar, Sosa observa diariamente un cuadro, que representa un malón y esa imagen le despierta cierta intriga hasta que un día visita el Museo Nacional de Bellas Artes, para ver el cuadro original, precisamente se llama "Malón" y es de Angel Della Valle (1892). Sosa es un ser anodino, que observa lo que sucede a su alrededor sin intentar integrarse a nada. Tampoco se sabe lo que le sucede a él íntimamente, y su conducta no tiene ningún atisbo de personalización a lo largo de la película. A este personaje, Fattore (que en 2003 filmó el documental "Línea Sur"), lo registra a través de planos bastante acotados y construye una película de una pronunciada monotonía, en la que parece no querer decir nada. O, en todo caso, la reflexión -o la profundización- sobre lo que se muestra, deberá correr por cuenta del espectador.