e Granchio» se presenta en la sección Competencia Internacional del festival tras su paso por la quincena de realizadores de Cannes, donde ha cosechado muy buenas críticas. Rigo de Rihi y Zoppis en la dirección y guión presentan aquí la historia sobre un particular hombre y su devenir. Un grupo de cazadores y copas de vino de por medio son el puntapié inicial para que la leyenda de Luciano comience a desarrollarse en la pantalla grande. Italia, fines de siglo XIX: A Luciano lo señalan como un loco y un borracho. Deambula con su mal aspecto,sucio y desalineado y si no fuera el hijo del médico del pueblo no se sabe ya que le hubieran hecho. Luciano se enamora, pero ese amor prohibido desencadena una tragedia en manos del protagonista, por lo que se obligado con ayuda de su padre a trasladarse a Tierra del Fuego, donde decide buscar un tesoro. «Re Granchio» se estructura en dos partes, separadas desde lo narrativo por títulos que hacen alusión a ello. La primera parte presenta al protagonista del film y su entorno. Allí, la poesía, los mitos, y el drama del amor prohibido toman protagonismo para dar paso, en la segunda parte, a un western que transcurre en Tierra del Fuego, donde Luciano se adentra en un viaje junto a mercenarios para encontrar un lugar mítico que podría devolverle la ilusión que perdió. Rigo de Righi y Zoppis enmarcan estos dos contextos y sus tramas de forma impecable, y si bien algunas escenas y pasajes se vuelven repetitivos y monótonos, es valioso desde el guión hacia donde gira la historia en su segunda parte. La locación cambia así como la vida del protagonista, hay una transformación, un cambio de dinámicas que enriquece el filme. La fotografía, la edición de sonido y la música hacen de «Re Granchio» una película muy disfrutable en la pantalla grande. Opinión: Muy buena.
El primer plano de “Spencer” ubica al espectador en los campos de Norfolk, locación donde transcurre toda la “fábula”, como el propio film se define en los primeros segundos de metraje. Los planos retratan la llegada de cajas en manos de un personal que desfila hacia las cocinas de la mansión donde transcurre la Navidad que reunirá a toda la familia real. Por otro lado, alejada de la puntualidad inglesa, Diana (Stewart) se demora en llegar, se detiene un bar para preguntar dónde está, luego corré hacia un espantapájaros que le recuerda a su infancia y a su padre (este recuerdo tendrá un significado profundo que se desarrolla en el film), y llega finalmente al lugar, donde el oscuro Allistair Gregory (Spall) la recibe con desdén y mirada furtiva. En aquel fin de semana se alternan por un lado los preparativos lujosos para cada comida, las fotos protocolares, las actividades tradicionales (tiro, caza, misa) y por otro, la pesadilla que vive Diana, quien lucha por sostenerse. Su matrimonio con Carlos (Farthing) está en decadencia, se siente rechazada y lo unico que desea es huir de allí. Pasar ese fin de semana con la familia real no le causa otra cosa que angustia y ahogo (la utilización del collar de perlas como símbolo de lo que le pasa a Diana en su fuero interior es muy inteligente). ¿Su cable a tierra? Sus adorables hijos William (Jack Nielen) y Harry (Freddie Spry), y el vínculo que la une con Maggie (Hawkins), su asistente personal. Las escenas con estos personajes contrarrestan con alegría y amor la oscuridad y solemnidad de aquellos días grises. “Spencer” profundiza con sensibilidad en una Diana frágil, casi siempre a punto de caer. Ella no quiere estar allí, ni pertenecer a ese ámbito y las formas que Larrain elige para contar esa sensación son atrapantes desde lo cinematográfico. El vuelo psicológico que se plasma en el film con la figura de Ana Bolena es efectivo e inesperado, le aporta una tensión a la película que incomoda y expone, desde otro lugar, el tormento de Diana. La fotografía de Claire Mathon (a cargo del mismo rubro en “Retrato de una mujer en llamas”) es excepcional, y la música de Jonny Greenwood aporta los climas que el guión requiere, acompaña la tensión dramática y por otros momentos musicaliza la alegría y sensación de libertad del personaje. La nominada al Oscar como mejor actriz protagónica Kristen Stewart ofrece un trabajo de composición sólido, con una carga emocional que afronta con profesionalismo y entrega. Su trabajo bien merece el premio de la Academia. Timothy Spall y Sally Hawkins también se destacan en sus respectivos roles con muy buenas interpretaciones. Larraín, tras dirigir “Jackie” y “Ema”, vuelve a la carga con otro personaje femenino, esta vez uno irónico y también polémico. Una “Diana” que trata con sensibilidad y riesgo a la vez. Su mirada detallista en cada plano hace que Stewart se luzca desde la primera escena. “Spencer” es una opción cinéfila más que recomendable, un trabajo de dirección formidable con una actriz protagónica que cautiva al espectador desde el comienzo. Opinión: Muy buena.
Se estrenó en salas la película argentina dirigida por Cristian Bernard y protagonizada por Diego Peretti, Julieta Cardinali, Carla Quevedo, Diego Cremonessi y Carola Reyna ,que si bien como producto tiene intenciones dentro del thriller muy interesantes, su resultado final no es más que un filme pretencioso y cargado de clichés. En la película Julián Lemar (Peretti) es un escritor de renombre que tras un pico de estrés decide aislarse en una casona alejada junto a su mujer (Cardinali) y los niños de la familia. Al llegar la noche y desatarse una tormenta, una mujer desesperada (Quevedo) que huye de su marido asesino pide la ayuda de Lemar y su mujer para poder esconderse. A partir de ese planteo inicial Bernard construye una historia que recorre los elementos del thriller (ya vistos en infinidad de otras películas) una y otra vez: muerte, violencia, traumas y pesadillas encuentran lugar en el filme que si bien tiene un comienzo prometedor, se vuelve cada vez más monótono y cargado de repeticiones (que «encuentran sentido» en el trauma que vive el personaje principal»), elementos comunes y previsibles. El guión de Gabriel Korenfeld es ambicioso y subestima al espectador al sobre explicar la historia, lo que resulta a todas luces innecesario. La inestabilidad mental del protagonista funciona como argumento para que se sucedan los diferentes acontecimientos de la película que no logran otra cosa que generar aburrimiento y monotonía. “Ecos de un crimen” tiene una buena idea que no se ejecuta con originalidad. El trabajo del elenco, muy bien logrado, no logra contrarrestar un filme fallido y poco atrapante.
Llegó a los cines la quinta parte de `Scream', saga que lanzó sus anteriores entregas en 1996, 1997, 2000 y 2011, todas ellas dirigidas por Wes Craven (fallecido en 2015) y que vuelve ahora a la pantalla grande con dirección de Matt Betitinelli-Olpin y Tyler Gillet para entusiasmar a los fanáticos y rendir un logrado homenaje al histórico director de las anteriores películas. El argumento principal no cambió en absoluto (y nadie espera que eso suceda): en Woodsboro y luego de veinte años sin que el asesino enmascarado vuelva al ataque, Tara Carpenter (Jenna Ortega) es agredida por Ghostface y queda internada. Esta reaparición desata un revuelo en su grupo de amigos y la vuelta a la vida de Tara de su hermana mayor, Sam (Melissa Barrera), mientras que el asesino comienza a cargarse víctimas de forma sanguinaria y despiadada. Entre los personajes históricos de la saga vuelven a aparecer en la trama Sidney Prescott (Neve Campbell), Gale Weathers (Courteney Cox) y Dewey Riley (David Arquette), quienes han tomado caminos diferentes pero vuelven a unirse tras enterarse que Ghostface ha regresado. ESPIRITU El misterio de saber quién puede ser él o los asesinos es la línea que recorre toda la película. Así, mientras los personajes intentan revelar a través de suposiciones y reglas básicas quién se esconde detrás de la máscara, los personajes secundarios van muriendo uno tras otro sin ningún sentido (tal como sucede en las versiones anteriores de 'Scream'). Es noble que esta entrega mantenga su espíritu y estructura: el argumento es básico y la ejecución de la película bastante previsible pero aún así la fórmula conocida funciona y el espectador ve lo que esperaba al momento de sacar la entrada. Quien sigue este tipo de películas no busca encontrar más que eso: jumpscares, muertes sangrientas y el misterio de no saber quién está detrás de la máscara hasta el final de la película. El guiño y la autorreflexión en tono satírico a este tipo de películas de terror, y en especial al slash, le aporta a la narración un tono diferente que abre la puerta al humor negro. 'Scream 5' es un logrado homenaje a Craven, sin demasiadas pretensiones y fiel a su género, que los fanáticos disfrutarán.
Llegó a los cines la cuarta entrega de `Matrix', cuyo estreno se dificultó por la pandemia y que finalmente arriba a las salas luego de generar mucha expectativa entre los fanáticos y los seguidores de esta historia compuesta por tres entregas anteriores: `Matrix' (1999), `Matrix recargado' (2003) y `Matrix: Revoluciones' (2003). Luego de tantos años entre la tercera película y esta, parece un tanto forzado que Warner Bros decida continuar la historia; sin embargo, el filme logra entretener con flashbacks cargados de nostalgia, escenas de enfrentamientos muy bien logradas y una dupla protagónica inoxidable. Pasaron dos décadas y tanto Neo como Trinity viven vidas comunes y corrientes, con otras identidades que nada tienen que ver con su pasado. El analista (Harris) ha configurado en la Matrix la realidad actual que ahora viven los protagonistas, pero un nuevo Morpheus (Yahya Abdul-Mateen II) y Bugs (Jessica Henwick), quienes se encuentran entre bucles temporales y recuerdan a Neo, están dispuestos a encontrarlo y ayudarlo a salir de esa ilusión. Asimismo, Neo decide ayudar a su dupla, Trinity, quien yace dormida y conectada a la Matrix, absorta en una realidad donde es madre y esposa. ACCION `Matrix: Resurrecciones' toma elementos de la tercera entrega para continuar con el hilo narrativo en esta película. A través de diferentes racontos el espectador viajará a escenas de las películas anteriores para recordar batallas entre bípedos y máquinas, a un Neo veinte años más joven, a Niobe (Jada Pinkett Smith) cuando luchaba cuerpo a cuerpo (hoy anciana y líder absoluto de una ciudad llamada Io), entre otros guiños nostálgicos de un pasado al cual no se puede volver. El término bíblico que da título a esta película permite reflexionar sobre una nueva vida, sobre `volver de la muerte'. Tras años de ausencia y sumergido en una realidad distinta e inventada, Neo vuelve para demostrar que sigue teniendo la misma fuerza y convicciones que antes. Por otro lado, ese volver a la vida es una herramienta que el equipo de guion utiliza para reflexionar sobre las ilusiones, las realidades paralelas y el destino. EFECTOS VISUALES Desde lo técnico, `Matrix: Resurrecciones' es notable: la recreación de las diferentes realidades que el filme recorre, la ciudad de Io, y la utilización de efectos visuales le aportan a la historia una potencia visual que atrapa al espectador. Desde lo narrativo es interesante el trabajo de Lana Wachowski respecto del vínculo entre Neo y Trinity. El encuentro entre ambos personajes icónicos está trabajado con inteligencia y emoción. `Matrix: Resurrecciones' no defraudará a los seguidores de la saga y si bien su extensa duración le resta dinamismo (con algunas escenas demasiado extensas y varias reiteraciones), es una película que en líneas generales entretiene y se disfruta.
éline Sciamma ha demostrado con «Retrato de una mujer en llamas» su sensible mirada sobre el mundo femenino. En esta oportunidad y tras su paso por los festivales de la guionista y directora de cine francesa nos presenta un precioso relato sobre la relación entre una madre y su hija. Tras la muerte de su madre y mientras vacían la casa donde ella vivía, Marion, la madre de Nelly, se marcha de forma repentina. La niña queda al cuidado de su padre pero carga con la angustia de no saber qué motivó que esa partida. Una tarde, conoce a otra niña de su misma edad que se llama Marion, igual que su mamá. Céline Sciamma retrata con realismo mágico y una dosis de emotividad y simpleza que se abrazan lo que le sucede a Nelly tras el encuentro con esta nueva amiga. Con un guión sencillo que profundiza en la mirada de los niños sobre los sentimientos más profundos de amor e incondicionalidad, Sciamma invita al espectador a través de la voz y mirada de Nelly a reflexionar sobre las relaciones entre padres e hijos, la capacidad de perdonar, cometer errores, y los pequeños momentos que marcan la mirada del niño. El trabajo de la pequeña Gabrielle Sanz es hipnótico y los elementos técnicos de fotografía y música acompañan el relato. Sciamma cautiva al espectador en «Petite Maman» y lo sumerge en un viaje emotivo e íntimo del cual el espectador sale modificado.
Tras la apertura oficial del Festival de cine de Mar del Plata, que comenzó ayer y se extenderá hasta el próximo domingo 28, se proyectó «Tres a la deriva del acto creativo«, obra póstuma del cineasta Fernando Pino Solanas, fallecido en noviembre del año pasado. La proyección se vio enmarcada por las palabras previas de su familia y amigos cercanos (partícipes de la realización del filme), quienes aportaron una dosis de emoción extra que terminó de completarse con la nostálgica, entretenida y emotiva realización cinematográfica que se disfrutó acto seguido. «Tres a la deriva del acto creativo» es un documental que recorre, como su nombre lo indica, el «acto creativo» de tres artistas cómo Pino Solanas, el pintor y artista plástico Luis Felipe «Yuyo» Noé y el dramaturgo, director y actor Eduardo «Tato» Pavlovsky (1933-2015), en los lenguajes que cada uno de ellos han recorrido a través de su vasta trayectoria: el cine, la pintura y el teatro. Atravesados por inquietudes y reflexiones, el documental parte de una charla entre amigos para ahondar en aspectos personales de la vida de cada uno, las motivaciones en cada una de sus carreras, y un ejercicio con la memoria para mirar hacia atrás y recordar aquello que han hecho. Solanas enriquece el relato con escenas de películas propias que marcaron su carrera y su forma de concebir el «acto creativo», una visita al taller de trabajo de Yuyo Noé y lo que expresa en algunos de sus trabajos y en relación a la obra de «Tato» Pavlovsky, al momento del rodaje de filme muy delicado de salud, Pino lleva a la pantalla fragmentos de las obras «Rojos globos rojos», «El señor Galindez» que ilustran las palabras y el compromiso político que expresa en sus obras el reconocido director y actor argentino. «Tres a la deriva del acto creativo» no solo profundiza en los sentimientos, memorias y trayectoria de Solanas, Pavlovsky y Yuyo sino que también narra, a través de testimonios y viajes, otros ejes que forman parte intrínseca de la vida de los protagonistas: sus respectivas familias, el exilio y las crisis personales que tuvieron que atravesar. Tres carreras brillantes, tres lenguajes que encontraron en el arte una forma de expresión y de concebir la vida y el «proceso» de crear como ellos mismos reflexionan. «Tres a la deriva del acto creativo» es una oportunidad no solo de disfrutar de una muy buena película, sino de adentrarse para aquellos que no lo han hecho aún, en la obra de tres grandes artistas de nuestro país.
El director de 'Good Joe Bell' y 'Monsters and men', entre otras, estrenó en la pantalla grande la historia de Richard, el padre de Venus y Serena Williams, quien al nacer sus hijas ya tenía un plan elaborado para ellas: transformarlas en estrellas del tenis mundial. A lo largo de sus dos horas y media la película ilustra con detalle cómo este padre de familia numerosa y de bajos recursos de Compton, California intenta todo lo que tiene a su alcance, con esfuerzo, humildad y dignidad, para que sus hijas se transformen en las figuras del deporte que el plan por él elaborado establecía. Exigente, humilde, honesto pero también terco e irreprochable, la figura de Richard genera por momentos admiración y en otros rechazo. La idea de apegarse tan estrictamente a un plan que el mismo elaboró, sin consultar ni a su mujer (una extraordinaria Aunjanue Ellis) ni a sus hijas adolescentes, lo lleva a enfrentarse con su familia y el círculo que lo rodea: entrenadores, representantes, etc. Si bien la película tiene una duración prolongada de más de dos horas y media, Green decide narrar la historia de la familia Williams (en especial el crecimiento de Venus) hasta los quince años de la tenista. Así, 'Rey Richard' relata la adolescencia de las hermanas, las prácticas deportivas que tenían con su padre y cómo fue que empezaron a crecer profesionalmente. SENSIBILIDAD En relación al contexto social, Green hace referencia en determinados pasajes a la realidad de aquel entonces, sin embargo decide enfocar con más ahínco la historia deportiva y la relación de Richard con su familia. Will Smith desarrolla su personaje con una sensibilidad y pasión destacables. Su composición es impecable. La dupla con Aunjanue Ellis es sólida y fuera de la cancha de tenis, en el seno de la intimidad de ese matrimonio, ambos logran crear climas interesantes que colocan al espectador en otra situación totalmente diferente a la que se vive en el campo del juego. 'Rey Richard' es una película muy bien contada e interpretada, que será de agrado para los deportistas por el mensaje de superación, humildad y competencia leal, pero también para quienes desean pasar un buen rato frente a la pantalla grande y porqué no, dejarse emocionar por el sacrificio de este padre para cumplir el sueño de sus hijas.
La última película del rosarino Nestor Zapata ("Fontanarrosa, lo que se dice un idolo") relata la historia de Faxman (Luis Machín), un artista itinerante que en uno de sus shows conoce a Candelaria (Sol Zaragozi), una joven que no tarda en convertirse en el amor de su vida. El punto de inicio de la historia es una camarera de bajos recursos que queda embarazada y pierde su trabajo en el bar en el que trabaja. Está a punto de abandonar a su hijo porque no puede mantenerlo, pero decide quedárselo y criarlo junto a un hombre que la encuentra en su peor momento. Ese niño crece y se convierte en Faxman, el ilusionista. El problema es que esta introducción que construye Zapata está plagada de lugares comunes desde el guion y la dirección de actores. "Milagro de otoño" sigue a este artista solitario y con poco talento a lo largo de su recorrido por diferentes pueblos. La película profundiza la relación que comienza a tener Faxman con Candelaria luego de conocerla. Allí Zapata hila una narrativa dramática poco original y previsible pero que además vira por momentos hacía lo fantástico. A partir de allí el director alterna lo onírico con lo real, los recuerdos con el presente, lo mágico con lo mundano, pero lo hace de una manera tan subrayada y pretenciosa que no resulta interesante ni conmovedor. Desde lo narrativo, la película deja varios vacíos que el espectador podrá completar o no. Los rubros técnicos tampoco resultan funcionales a la historia. Zapata pretende ahondar sobre los artistas itinerantes de los pueblos del interior, el amor incondicional, los recuerdos de familia, la importancia de perseguir los sueños, temáticas universales que donde esta historia intenta encontrar un entramado que a todas luces se ve forzado. Machín es un gran actor y su profesionalismo y entrega están puestos en este personaje al cual dota de matices y sensibilidad, pero resulta muy difícil dejarse llevar por esta historia.
La ganadora del Óscar a mejor dirección por Nomadland logra en determinadas escenas utilizar sus recursos humanos y técnicos con precisión. Saca provecho de sus actores y le aporta a las escenas de peleas una vuelta de tuerca más romántica, que apela a valores como la amistad, el amor, la lealtad. Con efectos especiales impecables y un muy buen trabajo por parte del elenco, protagonizado por Gemma Chan, Richard Madden y Angelina Jolie entre otros reconocidos nombres (Salma Hayek por ejemplo, aunque su personaje no tiene el vuelo que se podría esperar), Eternals cae por momentos en lo predecible y sus largos 155 minutos le juegan en contra. Eternals abre una saga, abre un nuevo mundo que continuará en futuras entregas y nos presenta personajes con perfiles interesantes. Quizás las escenas de acción no sean las suficientes para los consumidores de este tipo de películas, ni exista la tensión que las suele caracterizar, pero Eternals resulta una opción entretenida, con muy buenos momentos, un tanto solemne quizás, pero que ofrece un resultado final que se disfruta en la pantalla grande.