La última película de Scott Derrickson ('Siniestro', 'El exorcismo de Emily Rose') se basa en un cuento de Joe Hill sobre una serie de desapariciones de adolescentes ocurrida en Denver a finales de los años '70. El filme es una lograda adaptación cinematográfica, muy bien ejecutada y que no defrauda a los seguidores del género. Una forgoneta negra cargada de globos del mismo color y conducida por un hombre alto disfrazado y enmascarado circula por un barrio ubicado en los suburbios de la ciudad. Aprovecha la quietud del lugar para raptar a adolescentes que nunca más aparecen. Finney (Mason Thames) vive con su aguerrida hermana Gwen (Madeleine McGraw) y el padre de ambos, un veterano de guerra trastornado y violento (Jeremy Davies). La mirada adolescente atraviesa la historia pues la misma es contada a través de los ojos de Finney, quien es secuestrado por el temible payaso luego de que varios compañeros suyos desaparecieran antes que él. Allí la trama comienza a ponerse cada vez más densa y oscura, y con elementos narrativos que recurren a lo fantástico Derrickson se las ingenia como director para lograr que el espectador no pueda quitar los ojos de pantalla, aun con escenas de violencia física extrema que son retratadas con una innecesaria precisión. INFLUENCIAS 'El teléfono negro' tiene influencias de películas como 'It' y 'El silencio de los inocentes' o series como 'Stranger Things'. Una trama que sostiene la carga emotiva y psicológica de cada uno de los personajes infantiles, y el hecho de que los niños unidos pueden generar una fuerza capaz de derribar al temible y aparentemente invencible malvado, se encuentran muy presente en esta producción que se ubica entre lo mejor que la productora Blumhouse llevó a la pantalla grande en los últimos tiempos. El cast de 'El teléfono negro' cuenta con un Ethan Hawke muy sólido y un grupo de jóvenes actores que alcanzan actuaciones muy logradas y convincentes. La dupla de Mason Thames y Madeleine McGraw es excepcional. Los rubros técnicos de producción y sonido (Mark Korvan) están a la altura de la película. En definitiva, el filme estremece y logra algunos jumpscares que los seguidores de este género agradecerán. Una propuesta que consigue con creces lo que se propone.
El reconocido director argentino, realizador de «El estudiante«, «La Patota» (entre otras reconocidas películas) presenta en esta oportunidad una coproducción entre Francia, Argentina, Bélgica y España que tuvo su paso por el Bafici 2022 y llega a las salas este jueves. El film es un relato desconcertante, arriesgado e impredecible. «Pequeña flor» es un adaptación libre de la novela homónima de Iosi Havilio, una comedia negra despojada de toda fórmula e irreverente desde su planteo y narrativa. La cotidianidad de una pareja que acaba de traer al mundo a su primer hijo, el desempleo que castiga a uno de ellos, el cambio de roles en la dinámica familiar, las terapias, la necesidad de desquitarse con alguien como rutina forman parte de este particular universo dirigido por Mitre y escrito por él junto a Mariano Llinás. Lucie (Vimala Pons) y José (Daniel Hendler) son los protagonistas de «Pequeña Flor». La química entre ambos actores es notable: componen un matrimonio que atraviesa una crisis y varias desventuras hasta que vuelven a reencontrarse, a reenamorarse. Dentro del frenético mundo de esta pelicula las escenas más íntimas son aquellas dónde ambos se encuentran, se miran, dialogan. Cómo si todo lo demás fuera accesorio a la relación de Lucie y José (¿Lo es?) El universo irreal, lúdico y hasta gore en Pequeña flor se narra en la relación que José mantiene con su excéntrico y adinerado vecino Jean-Claude (Melvil Poupaud), con quién construye un vínculo muy particular dónde la fatalidad como rutina se encuentra presente de modo recurrente, como un loop semanal que José vuelve a vivir con ansias y devoción. Otro de los personajes llamativos de la película es el terapeuta al que acude Lucie, Bruno (Sergie López), quien interfiere en la relación de la pareja y se convierte en una persona de total desagrado para José. Son varias las temáticas y los géneros que recorre Pequeña flor, y hasta puede resultar demasiado para digerir en una audiencia desprevenida. Resulta necesario tener en cuenta que hay que quitarse las ideas preconcebidas de la cabeza sobre lo real y lo imposible al ver este filme. Está claro que Mitre no apuesta aquí a las convenciones, se centra en los hechos, en la acción más que en la palabra. Visualmente la película tiene escenas de gran impacto, mientras que el guión se apoya en pequeñas e intensas escenas entre Pons y Hendler. Un film peculiar y arriesgado que sin duda no será fácil de olvidar para quienes se adentren en él.
Llega a los cines el próximo jueves 9 de junio la segunda película guionada y dirigida por «the Daniels» (cómo se los conoce a ambos directores cuando trabajan juntos), bajo el ala de A 24. Un disparatado y caótico film que recorre múltiples climas e historias atravesadas por el multiverso. Evelyn Wang (Michelle Yeoh) es una mujer de mediana edad que debe luchar día a día para mantener su lavandería a flote, cuidar a su padre, controlar a su marido e intentar conciliar la idea de que su hija es lesbiana, una situación que no le causa mucho agrado. La principal preocupación de Evelyn durante el comienzo de la película es poder justificar sus gastos frente a la oficina de hacienda y a la despiadada auditora Deirdre (encarnada por una Jamie Lee Curtis irreconocible). Los primeros diez minutos de la película ilustran la realidad de la protagonista, sus vínculos, preocupaciones y conflictos, hasta que un hecho puntual patea el tablero y la historia pierde toda linealidad narrativa y comienza a recorrer diferentes estilos, giros, climas, y «realidades»: un viaje por múltiples universos lleva a Evelyn a distintos mundos donde encarna otras versiones de si misma y también sus familiares adoptan otras personalidades. Lo «real» da paso a lo «fantástico», comienza la acción, el drama familiar, las artes marciales, y una variedad arrolladora de relaciones y conflictos. La misión última de Evelyn, derrotar a la poderosa líder de los multiversos Jobu Tapaki, un personaje del cual no se puede develar mucho más. Una de las temáticas más importantes de la película en palabras de los creadores de esta aventura es el amor intergeneracional, el cual se deja ver con sutileza en una primera parte demasiado frenética y se asienta más sobre el desenlace del film, donde los matices toman mas color y la narrativa es mas calma y reflexiva. Michelle Yeoh se luce en un protagónico impecable, sin duda logra destacarse al ponerse en la diferentes pieles que el multiverso le otorga. «Todo en todas partes, al mismo tiempo» es técnicamente impecable, su producción y efectos visuales van de la mano con la ambiciosa ejecución del argumento. «The Daniels» van por todo en esta frenética propuesta cinematográfica que dividirá aguas, aún así, no hay duda de que es una película con alta dosis de creatividad y atrevimiento
Llega a las salas de cine una nueva adaptación de la película basada en el libro de Stephen King que fue protagonizada en 1984 por Drew Barrymore. Charly (Ryan Kiera Armstrong) tiene poderes piroquinéticos y debe luchar por intentar salvar a su familia de un grupo de fuerzas siniestras que desean controlarla con fines terribles. Sus padres, Andy (Zac Efron) y Vicky (Sydney Lemmon), huyen desde hace tiempo de la agencia que los usó para experimentar, saben que si llegan a ser capturados les espera una vida oscura y sometidos a controles y experimentaciones permanentes. El punto de partida de la película es el escape de la familia cuando esta agencia intenta capturarlos. Ciencia ficción y suspenso intentan alternarse para crear climas, pero fallan en su objetivo. Si bien el argumento de la película no resulta tan interesante como otras obras literarias de King llevadas al cine, en esta adaptación el director no pudo sortear lo peor que puede suceder en una pelicula: resultar monótona y por momentos extremadamente aburrida. «Llamas de venganza» versión 2022 cae en los lugares típicos de esta tipo de filmes donde el «malo» persigue al «bueno», y hay muerte, sangre, y algún que otro momento triste. El cliché aquí está a la orden del día y ni los protagonistas principales ni los secundarios logran performances que permitan destacar aunque sea el trabajo actoral. La película de Keith Thomas no causa terror, ni suspenso. No causa nada. Desde lo técnico podría rescatarse la banda sonora de la mano de John Carpenter (Halloween, Christine, La Niebla) y sus compañeros de la franquicia Halloween, Cody Carpenter y Daniel Davies, pero ni siquiera resulta estimulante, pues aparece de forma forzosa, y por más reconocibles que sean estas melodías lo cierto es que estamos frente a una adaptación que podría haber arriesgado a utilizar otra banda de sonido y no caer también en el lugar común de recurrir a compositores tan conocidos y escuchados en este tipo de ´géneros cinematográficos. Una fallida nueva adaptación que quedará en el olvido. Opinión: Mala.
Llegó a las salas de cine del país «El buen patrón«, película española que tuvo un excelente paso por festivales internacionales (6 premios Goya y 4 premios platino, entre otras nominaciones). La película relata una semana en la vida de Julio Blanco (Javier Bardem), empresario y dueño de «Balanzas Blanco», fábrica donde todo funciona como «una gran familia» , de acuerdo a palabras del protagonista. En el filme se narran las diferentes situaciones que le acontecen a Blanco, desde un empleado que es despedido y desata una tragedia, a un conflicto de índole íntimo, todas ellas en un in crescendo muy bien elaborado de principio a fin. Si de contar matices en las relaciones laborales – personales se tratara, sin duda «El buen patrón» es un buen ejemplo como película. Más allá de todo lo que Blanco tiene que atravesar persigue un objetivo claro: mantener la reputación de su empresa cueste lo que cueste. No hay moralidad que valga. «El buen patrón» alterna el humor negro y la tragedia con inteligencia. Desde su comienzo mantiene al espectador atento a cómo las diferentes situaciones que se presentan logran (o no) resolverse. Con gracia e incomodidad, el realizador de «Escobar, la traición» y «Un día perfecto» reflexiona a través de su material sobre el poder y la ambición. El elenco, muy sólido, se encuentra liderado por un gran trabajo de composición de Javier Bardem. «El buen patrón» es un filme muy bien ejecutado que no hay que perderse.
El pasado jueves llegó a las salas de cine «La ciudad perdida», una película de humor protagonizada por Sandra Bullock que logra entretener al espectador y sorprende por su frescura y originalidad: es un delirio y se hace cargo de ello sin pretensiones. Bullock encarna a Loretta Sage, una escritora de novelas de romance cuyo personaje principal «Dash» (Channing Tatum) se ve envuelto en un sinfín de riesgos y desafíos de los que sale siempre ileso. Cómo en las novelas, la película relata la travesía que la escritora y Alan («Dash») se ven envueltos tras el secuestro de Loretta en manos de un excéntrico multimillonario (Daniel Radcliffe) que dice estar cerca de encontrar una antigua ciudad en una remota isla y necesita de la escritora para descifrar el lugar exacto donde este lugar se encontraría. El conflicto principal, escapar con vida de esa isla, se sortea con muchísimo humor, escenas de acción, un guión divertido y simple que cumple con lo que se propone: divertir al espectador durante sus dos horas de duración, algo nada sencillo. La historia totalmente disparatada es coherente dentro de su argumento y no busca un objetivo distinto al de entretener. Los personajes están muy bien delineados y dentro de sus estereotipos, cumplen con las expectativas. La elección del cast es muy atinada y la dupla Bullock – Tatum funciona en este tipo de producciones. Una divertida propuesta para toda la familia, para olvidarse de los dramas y pasar un buen rato.
El director de `Agente Salt', `Cerca de la libertad' y `Juego de patriotas', Phillipe Noyce, nos presenta en esta oportunidad una historia que relata la desesperación de una madre al enterarse que su hijo puede verse involucrado en un tiroteo que sucedió en la escuela. Amy (Naomi Watts) enviudó hace muy poco tiempo y luego de la partida de su esposo debió hacerse cargo sola de sus dos hijos, la pequeña Emily y el adolescente Noah, con quien la relación se ha vuelto tensa y distante. `La hora desesperada', a la que hace referencia el título original del filme, es una expresión cuasi literal del conflicto: a Amy la contactan mientras está corriendo para decirle que hubo disparos en la escuela a la cual asisten sus hijos. Alejada de su casa y del lugar donde ocurrieron los hechos, decide hacer todo lo que está a su alcance para proteger a su familia. El guion previsible y un tanto elemental de Chris Sparling no permite revelar mucho más sin caer en un spoiler. La película de Noyce se apoya en una actriz muy valiosa como Naomi Watts para relatar una historia plagada de lugares comunes, escenas previsibles y diálogos poco creíbles entre la protagonista y los personajes periféricos con los que habla a través de su teléfono durante toda la película. La cámara que sigue a Watts durante casi los noventa minutos se enriquece con los planos cortos y el poder interpretativo de la actriz, siempre sólida en sus roles. De todas formas, la trama no logra captar la atención del espectador pues el guion atenta contra la propia película. Naomi Watts logra lucirse pero de todas formas la pieza cinematográfica resulta intrascendente y obvia.
Luego de las dos primeras entregas de `Animales fantásticos' llega a los cines la tercera película que forma parte de la saga creada por J.K Rowling y que mantiene a los fanáticos de Harry Potter muy al acecho de cada entrega. En esta oportunidad la historia se centra, por un lado, en los secretos de un joven Albus Dumbledore, interpretado por Jude Law, y por otro lado, en el ascenso al poder (y lo que eso implica) del malvado Grindelwald (Mads Mikkelsen). Los animales fantásticos de Newt Scamander, las aventuras y desafíos, el humor y los duelos mágicos que caracterizan a este tipo de películas también se encuentran presentes. El poderío de Grindelwald está en ascenso, más allá de los crímenes atroces que cometió, tiene un plan armado para alcanzar la victoria en las próximas elecciones de la Confederación Internacional de Magos y así convertirse en la personalidad más importante del mundo mágico. Dumbledore, ligado a Grindelwald a través de un secreto que se revela apenas comienza la película y que no vale la pena spoilear, también tiene un plan para lograr que triunfe el bien y para ello convoca a Newt Scamander (Eddie Redmayne), protagonista también de las anteriores entregas de la saga; su hermano Theseus (Callum Turner), Eulalia Hicks (Jessica Williams) y al atrevido y gracioso panadero Jacob Kowalski (Dan Fogler). El ecléctico equipo liderado por Dumbledore deberá seguir un plan lleno de riesgos y desafíos, e incluso duelos con el ejército de Grindelwald para cuidar a una criatura poderosa llamada Quinill, fundamental para detener el plan siniestro de Grindelwald. El director David Yates toma los elementos típicos de este tipo de películas y los amalgama de forma tal que nunca deja de ser entretenida. Desde el comienzo los efectos visuales del mundo mágico captan al espectador y mantienen su atención durante el desarrollo del filme. Cada personaje está muy bien delineado, y en esta oportunidad los seguidores de `Harry Potter' y de `Animales fantásticos' pueden conocer aún más sobre la historia de Albus Dumbledore, su pasado y los secretos que no habían sido revelados antes. Un personaje muy fuerte, vinculado a la bondad y a la sabiduría, y sobre el cual aquí se revelan otros aspectos desconocidos. ESPECTACULARIDAD Los efectos visuales y la fotografía son impecables, desde cada animal fantástico que aparece hasta las escenas de duelos entre los magos. Todo lo que sucede en la pantalla es de gran espectacularidad y disfrute. Yates utiliza en dosis justas los variados recursos técnicos a su disposición. La película también se sostiene por una trama bien construida y actuaciones notables. La dupla de Jude Law y Mads Mikkelsen es muy sólida; ambos actores se hacen cargo con mucho compromiso de roles que poseen una carga emocional muy fuerte. Lejos de subestimar a sus personajes, los interpretan con profesionalismo. Una dupla de lujo para esta entrega. `Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore' es puro entretenimiento y disfrute de comienzo a fin, una película muy bien lograda en todos los aspectos.
La nueva película producida por DreamsWorks está basada en los libros ilustrados de Aaron Blabey `Los chicos malos', una entretenida historia animada para toda la familia en la cual cinco expertos delincuentes malvados se convierten, en el devenir de la historia, en buenos tipos. Conocido en la ciudad por su maldad, ambición y frivolidad, el grupo de animales liderado por Lobo se pone como meta robar el objeto más preciado por la urbe donde viven: el llamado Delfín de Oro, que se entrega cada año al ciudadano más querido por la comunidad. Cada uno de los integrantes de la banda funciona como una pieza de reloj en su expertise para que toda la operación salga bien y así poder reírse una vez más de las autoridades policiales que no pueden atraparlos. Pero la sucesión de los hechos no favorece a estos chicos malos, que finalmente eligen someterse a un plan para tratar de convertirse en buenos. Con unos giros de tuerca muy entretenidos que permiten reflexionar sobre cómo las apariencias muchas veces engañan, y un relato ameno y efectivo, `Los tipos malos' entretiene y brinda un valioso mensaje sobre la amistad, la lealtad y lo bien que se siente ser buena persona, algo que los personajes de la película no habían descubierto antes. Un filme para disfrutar con la familia y pasar un agradable rato.
Ambientado en Belfast a finales de los 60, la última película escrita y dirigida por Kenneth Branagh nominada al Oscar como mejor película y que se llevó el Globo de Oro a mejor guion, se estrenó el pasado jueves en los cines de Argentina. La película es una bellísima historia con tintes autobiográficos de la infancia del director, emotiva y sensible Por Manuel Germano Los conflictos entre católicos y protestantes que sucedieron en Belfast enmarcan el contexto del filme, una zona rodeada por militares y donde los conflictos sociales entre los propios vecinos no tardan en sucederse. Buddy, el hijo menor de un joven matrimonio protestante que no está de acuerdo con la violencia como forma de expresión, es la figura principal que Branagh elige para contar esta historia. A través de sus ojos el espectador podrá adentrarse no solo en lo agitado que fue ese momento histórico para Belfast y la política nacional, sino también en aquello que a el como niño lo mantiene atento, la incertidumbre de lo que podría pasar, el primer amor de la infancia, la estabilidad de la familia en la ciudad o fuera de ella y el vínculo con sus entrañables abuelos (Judi Dench y Ciaran Hinds ofrecen escenas bellísimas) Emociona la sencillez con la que los vínculos son retratados en Belfast y el humor que genera la inocencia de la mirada de Buddy ante el mundo adulto. Branagh trabaja la totalidad del film en blanco y negro y esa decisión (que nos recuerda a ROMA, de Alfonso Cuaron) es un gran acierto, le aporta a la historia climas y momentos preciosos que calan hondo en la audiencia. El elenco compuesto por Jude Hill, Caitriona Balfe, Jamie Dornan, Lewis McAskie, Judi Dench y Ciaran Hinds es otro acierto de Branagh, todos los roles están muy bien delineados y trabajados. La múltiple nominada a los premios de la Academia es una pieza cinematográfica de gran sensibilidad que tiene grandes posibilidades en la entrega de los Oscar del próximo 27 de marzo.