Selene está de regreso... y por lo tanto, también la actriz que la encarna. Tras su ausencia en la producción concebida como precuela, "Inframundo: La Rebelión de los Lycans" (Underworld: Rise of the Lycans), la británica Kate Beckinsale vuelve a encabezar el elenco en "Inframundo: El Despertar", la cuarta entrega de la exitosa saga creada por los actores Danny McBride y Kevin Grevioux junto al realizador Len Wiseman, esposo de Kate y director de los dos primeros films. La franquicia "Inframundo" (Underworld), que comenzó a sumar fanáticos alrededor del mundo allá por el 2003, se centra en la lucha secreta entre los vampiros, los aristócratas sedientos de sangre, y los brutales licántropos, quienes viven ocultos planeando su venganza contra aquellos que alguna vez los esclavizaron. Este nuevo film, ahora dirigido por los suecos Måns Mårlind y Björn Stein ("Shelter"), nos trae una impresionante nueva dimensión a la épica batalla entre estas dos razas, ya que es el primero de la franquicia en filmarse íntegramente en formato 3D. Tras una breve introducción que repasa los principales hechos de la historia (ésto no significa que no se deban ver las anteriores películas para entender lo que está sucediendo), la trama de esta nueva producción sitúa al espectador seis meses después de los eventos sucedidos en la segunda parte, "Inframundo: la Evolución". Durante ese tiempo, la humaniad descubre la existencia de los mencionados clanes e inicia una sangrienta guerra para erradicarlos. En medio de "La Purga" (con este nombre se conoce a "la limpieza"), la vampiresa guerrera es capturada y su amado Michael Corvin, el híbrido interpretado por Scott Speedman (actor aquí ausente), muere. Doce años después, despierta del estado de congelación criogénica para encontrarse cautiva en Antigen, un laboratorio sellado en una poderosa corporación biotecnológica dedicada a desarrollar una vacuna contra lo que los humanos llaman una epidemia. Tras lograr escapar, la protagonista descubre la existencia de una niña (encarnada por India Eisley) a la que debe proteger durante esta nueva guerra que se desarrolla en un mundo totalmente nuevo para el personaje de Beckinsale, donde los humanos se suman a los supuestamente extintos licántropos (para peor surge uno genéticamente mejorado) como nuevos rivales. Para ello, cuenta con la ayuda de un joven vampiro (Theo James) y un detective (Michael Ealy), quienes se unen a ella en esta venganza. ¡Sí! Para el deleite de todos los fanáticos que conocen muy bien la mitología de la saga y que esperaban este regreso, especialmente los que conforman la platea masculina, Beckinsale -quien se vuelve a calzar el traje de cuero negro- ofrece (durante casi una hora y media que te deja con ganas de más) un verdadero festín de acción, entretenimiento y espectaculares peleas. Pero eso no es todo, la vampiresa va por más... y nosotros esperamos ansiosos su siguiente movida.
Del productor ejecutivo de la saga "Actividad Paranormal" (Steven Schneider) nos llega esta propuesta similar dirigida por el no muy conocido realizador William Brent Bell ("Sobreviviendo", título que se lanzó en 2006 directo a DVD), quien se puso al frente de un proyecto cuyo objetivo es asustar pero lamentablemente no logra su cometido. Filmada íntegramente con cámara en mano, la película -una suerte de falso documental- se desarrolla a fines de 2009, casi 20 años después de un hecho que sacudió la vida de Isabella Rossi (interpretada por la actriz brasileña Fernanda Andrade). El 30 de Octubre de 1989, cuando la joven tenía 8 años, su madre María (Suzan Crowley) confesó -en la llamada que ella misma realizó al 911- haber asesinado brutalmente a tres personas (dos curas y una monja) durante un exorcismo aparentemente llevado a cabo en su propia casa. Tras el hecho, la Iglesia se involucró y trasladó a la mujer a Centrino, un Centro Psiquiátrico ubicado en Roma, donde donde la mujer se encuentra apartada para determinar si está mentalmente insana o si está poseída por un demonio. En la mencionada capital italiana transcurre la historia que sigue a la protagonista durante su investigación, con la que busca conocer la verdad de lo ocurrido esa noche. Durante su estadía, asiste a diversas clases en la Escuela de Exorcismos del Vaticano (entidad que no autoriza la grabación de este tipo de prácticas), donde conoce a dos jóvenes curas (Simon Quarterman y Evan Helmuth) que realizan exorcismos clandestinos con métodos no convencionales que combinan ciencia y religión. Ella les pide ayuda para curar a su madre pero en el proceso, todos se enfrentan cara a cara con más de un demonio. Siempre hay público para este tipo de producciones. La premisa, en sí, no es mala sino que está muy desaprovechada porque "Con el Diablo Adentro" falla en su principal aspecto, la trama, que resulta poco creíble.
En estos tiempos en los que la industria cinematográfica está signada por los avances tecnológicos, las tres dimensiones y los sorprendentes efectos especiales, hay que jugarse a filmar una película muda, y en blanco y negro. Y en este caso, el resultado es por demás favorable. Esta cinta dirigida espléndidamente por el realizador francés Michel Hazanavicius, conocido por su serie de sátiras a las películas de espionaje ("OSS 117: El Cairo: Nido de Espías" y "OSS 117: Perdido en Río"), nos traslada hacia Hollywood de los años 20 con una historia que se desarrolla entre 1927 y 1932, lapso que marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte a través de la llegada del sonido que irrumpía y ponía en peligro las carreras de muchos artistas, como bien señala el título del film. Uno de ellos es George Valentin (gran labor del francés Jean Dujardin, actor fetiche del director galo), un famosísimo actor del cine mudo que hacia 1930 ve cómo este gran cambio, por el que apuesta fuertemente el estudio para el que trabaja, marca el fin de su estrellato, lo cual lo lleva prácticamente al olvido, ya que él se rehúsa a aceptarlo. Crisis personal, económica y matrimonial de por medio (su esposa, a cargo de Penelope Ann Miller, decide pedirle el divorcio), comienza a entrar en una profunda depresión. Al mismo tiempo, el protagonista es testigo del rápido ascenso de Peppy Miller (logrado desempeño de la argentina Bérénice Béjo, esposa de Hazanavicius), una joven extra que se transforma en la figura cinematográfica del momento. "El Artista", que cuenta cómo se entrelazan los destinos de ambos (lo cual propiciará el surgimiento del amor) es una obra maestra muy original, y por eso es que ha cosechado halagos y críticas muy positivas, además de encabezar las nominaciones en esta temporada de premiaciones que culminará con una nueva entrega de los Premios de la Academia, para los que aspira, nada más ni nada menos, que a diez estatuillas. Con un argumento simple pero sólido, este film que también cuenta con la participación de John Goodman, James Cromwell, Malcolm McDowell y el talentoso y expresivo perrito Uggie (un Jack Russell Terrier), es un sentido, excelentemente logrado (desde lo técnico, lo visual, lo musical y lo actoral), entretenido y metafórico homenaje a aquella época del celuloide en la que, y con ésto voy a modificar la frase, un gesto valía más que mil palabras.
Basada en la aclamada novela escrita por Michael Morpurgo, que posteriormente se convirtió en una obra teatral creada por Nick Stafford y que actualmente se presenta en el Teatro Nacional de Londres, esta épica aventura dirigida por Steven Spielberg nos presenta un conmovedor -algunos dirán melodramático- relato de amistad entre un joven muchacho y su caballo en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Ambientada en el contrastante entorno de la Inglaterra rural y la Europa en los inicios del mencionado conflicto bélico, "Caballo de Guerra" introduce al espectador en la relación que forja un adolescente sensible y tenaz llamado Albert (interpretado por Jeremy Irvine) con un caballo que llega a la pequeña granja donde vive luego de que su terco y distante padre (a cargo de Peter Mullan), lo adquiere a costa de todos los ahorros de la familia. Joey, el equino que pertenece a una raza que no es apta para labrar campos, es entrenado por el joven para que logre lo imposible, y así poder salvar la casa y los terrenos que están muy cerca de perder debido a la mala elección de su padre, un hombre desesperanzado y entregado a la bebida. En el proceso, Albert y Joey establecen un vínculo profundamente inquebrantable que más adelante se ve amenazado por la guerra, ya que el animal es vendido al ejército británico para que éste sea enviado a la línea de combate. Cuando ambos son apartados a la fuerza, el film sigue el fenomenal viaje del caballo a través de los campos de batalla, donde se ve obligado (con su propia vida en peligro, pero siempre con la esperanza de reencontrarse con su amigo) a arrastrar artillería pesada. A medida que se adentra en la guerra, pese a los obstáculos que enfrenta, el potro se ve envuelto en los destinos de todos los personajes que conoce a su paso, ya que toca y cambia las vidas del Capitán Nicholls (Tom Hiddleston), miembro de la caballería británica; la de dos jóvenes soldados -y hermanos- alemanes (Robert Emms y David Kross) y hasta la de un granjero francés y su nieta (Niels Arestrup y Celine Buckens). En tanto, Albert, destrozado e incapaz de olvidar a su gran amigo, también deja su hogar y marcha a los campos de batalla en Francia para encontrar a su caballo y traerlo de vuelta a casa. Sin duda, este film que retrata lo triste de la guerra a través de la travesía y la odisea del animal, principal protagonista de la historia, es una gran producción del director de "E.T.", quien retrata la época de una manera sumamente creíble, producto de la notable dirección, la bonita fotografía, los espectaculares efectos especiales, la correcta ambientación, el gran vestuario y la excelente música compuesta por un grande como lo es John Williams, cuya partitura siempre está acorde a la narración que nos ofrece momentos intensos, tristes y emotivos, por lo cual recomiendo tener un pañuelo a mano. En "Caballo de Guerra" todo es para destacar. Nominada a seis Premios Oscar (entre ellos para Mejor Película), la cinta nos brinda formidables trabajos de los intérpretes humanos (particularmente de los jóvenes Jeremy Irvine o Celine Buckens. No nos olvidemos de Peter Mullan, Tom Hiddleston, Benedict Cumberbatch, Niels Arestrup, y de una fantástica Emily Watson) como así también de los distintos caballos (se utilizó un gran número de animales con supervisión de la American Humane Association), quienes nos ofrecen un trabajo actoral que traspasa la pantalla, gracias a sus entrenadores.
Basada en la novela gráfica homónima escrita por el autor e ilustrador de libros para niños Brian Selzknick, la nueva película del genial Martin Scorsese (merecidamente nominada a once premios Oscar, entre las que se incluyen mejor película, mejor director y mejor guión adaptado), es un claro, sentido y emotivo homenaje a los inicios del cine y en especial al mago e ilusionista George Méliès, quien junto con los Hermanos Lumière, es uno de los pioneros de la cinematografía. Esta producción, que se exhibirá en formatos 2D y 3D, transcurre en París de los años 30 y nos presenta la historia de Hugo (gran desempeño actoral de Asa Butterfield), un niño huérfano que vive oculto dentro de las paredes de una estación de tren de la mencionada capital francesa y que ante el desconocimiento de los demás, sobre todo del inspector del lugar (Sacha Baron Cohen), se dedica a darle mantenimiento a los relojes de la parada Montparnasse. Merodeando por la estación, el pequeño busca y roba, además de comida para sobrevivir, engranajes y partes que le permitan reparar un "autómata", una abandonada figura impulsada por un mecanismo de relojería interno que fue recuperada de un museo por su fallecido padre (Jude Law), un relojero que deseaba poder arreglarla junto al joven protagonista de este mágico relato, quien conserva esta especie de robot como único recuerdo de su progenitor. Un descuidado encuentro con un amargado reparador de juguetes (Ben Kinsley), dueño de una tienda dentro de la estación central de ferrocarriles, y con la nieta de éste, Isabelle (Chloë Grace Moretz), una niña amante de los libros, conducen a Hugo a resolver un misterio que lo llevará precisamente a encontrarse con los mismísimos orígenes del cine... y una llave en forma de corazón es la clave. Ésta, la primera película familiar del realizador de "Taxi Driver" -y la primera con la que incursiona en la tecnología 3D- no sólo está dirigida a un público infantil que tenga una edad para comprender la historia desarrollada sino que es un producto hecho para todos los amantes del cine, ya que Scorsese recupera, en forma de fábula, aquellos inicios de la magia del séptimo arte que han sido olvidados por muchos. Con una dirección artística increíble, una bonita fotografía, una música incidental preciosa a cargo de Howard Shore, actuaciones destacadas de todo el elenco (de los más grandes como Sir Ben Kinsley hasta los más pequeños como los talentosos Butterfield y Moretz) y un excelente guión de John Logan, "La Invención de Hugo Cabret" no hace otra cosa que regalarnos dos horas de magia y emoción. Al verla está la prueba del porqué de sus once aspiraciones al máximo galardón de la industria. Una joyita.
Alexander Payne ("Las Confesiones del Sr. Schimdt", "Entre Copas") dirige esta excelente comedia dramática basada en la novela homónima escrita por la hawaiana Kaui Hart Hemmings. El film, que se desarrolla en los bellos paisajes de las distintas islas que componen Hawaii, narra los sentimientos encontrados de su protagonista, Matt King (George Clooney), un hombre cuya esposa (Patricia Hastie) se ve involucrada en un accidente náutico que la deja en coma. Mientras ella se encuentra en esta situación, él se entera que lo engañaba con otro. "Mis amigos creen que porque vivo en Hawaii, vivo en el paraíso. Como una vacación permanente, en la que todos estamos bebiendo y surfeando. ¿Están locos? Nuestras familias están igual de dañadas...". Con esta frase, el personaje (interpretado por un espléndido Clooney) contrapone y le presenta al espectador lo hermoso de vivir en semejante lugar con los problemas cotidianos que tenemos todos los seres humanos, vivamos donde vivamos. En el medio de esta situación, este abogado que va a trabajar en camisas floreadas, debe pasar de ser un padre ausente a uno que debe hacerse cargo de sus dos hijas, con las que intenta torpemente reparar la relación: Scottie (Amara Miller), una precoz niña de 10 años, y Alexandra (Shailene Woodley), una joven rebelde de 17. Mientras lidia con ambas, y con la condición irreversible de su mujer (él, sus hijas, su familia y amigos deben prepararse para decirle adiós), Matt también debe tomar una difícil decisión relacionada con la venta de unas tierras que pertenecieron a sus antepasados (aquí reside el título del film) y que forman de un fideicomiso que él controla en nombre de sus numerosos primos. Herencia de la unión entre la realeza hawaiana y los misioneros, los King son dueños de una parte de las últimas parcelas vírgenes de playa tropical de las islas, de un valor incalculable. Cuando su hija mayor suelta la bomba de que su madre estaba en medio de un amorío al momento del accidente, Matt debe replantearse totalmente su vida, sin dejar de mencionar su legado, durante una semana de decisiones significantes. Acompañado por sus hijas, y el amigo de una de ellas (Nick Krause), se embarca en una caótica búsqueda por el amante de su esposa. A lo largo del camino, en el que afronta encuentros divertidos, incómodos, problemáticos y trascendentales, nuestro protagonista se percata que finalmente está en camino en la reconstrucción de su vida y su familia. Brillantemente dirigida, "Los Descendientes" explora la delgada línea que existe entre el duelo y el enojo del personaje formidablemente encarnado por Clooney en esta historia que se desarrolla en un lugar exótico y que está repleta de matices dramáticos, emotivos (no al punto de llorar) y cómicos. Pero también, ésta -una de las grandes favoritas en esta temporada de premiaciones (se llevó un Globo de Oro a la mejor película y uno al mejor actor protagónico y aspira a cinco premios Oscar), cuenta con las destacadas y naturales actuaciones de Shailene Woodley (serie "Vida Secreta de una Adolescente Americana"), la debutante Amara Miller y Nick Krause.
El cuarto trabajo del actor George Clooney como director (los anteriores fueron "Confesiones de una Mente Peligrosa", en 2002; "Buenas noches, y buena suerte", en 2005; y "Jugando Sucio", en 2008) es un thriller político que sitúa al espectador en los días previos a las cruciales elecciones primarias presidenciales de Ohio programadas para "el Idus de Marzo", título original del film que se refiere al día 15 de ese mes en el que el gobernador Mike Morris (Clooney) espera vencer a su oponente, el senador Pullman (Michael Mantell), y convertirse en el candidato del partido demócrata. En este contexto se desarrolla esta cinta cuya trama pone al descubierto algo que es común en el mundillo de la política y las campañas: los arreglos, los intereses, las conveniencias y los jueguitos sucios que se tejen para contar con una ventaja que favorezca a uno o a otro, cosa que pone en jaque los ideales de Stephen Meyers (Ryan Gosling), el talentoso secretario de prensa y asesor del personaje encarnado por Clooney, por el que el muchacho tiene una fuerte convicción de que va a marcar la diferencia en el país. Un desinteresado encuentro que se torna desafortunado con el jefe de campaña del oponente (Paul Giamatti); la búsqueda del respaldo de un senador (Jeffrey Wright) que cuenta con más de 300 delegados dispuestos a poner su voto a quien le ofrezca un puesto en el gabinete (a lo cual Morris no está dispuesto a acceder); encuentros nocturnos con una pasante (Evan Rachel Wood) y un secreto que derrumba sus creencias, propician que Meyers se vea involucrado en una especie de venganza cuando es separado de la carrera presidencial de su candidato. Escrita por el propio Clooney junto a Grant Heslov y Beau Willimon, basada en la obra teatral "Farragut North", "Secretos de Estado" cuenta con logradas actuaciones de todo su elenco, el cual se completa con Philip Seymour Hoffman como el jefe de campaña de Morris y Marisa Tomei como una periodista de la revista Time. A ellos se suman las pequeñas participaciones de Max Minghella, Jennifer Ehle y Gregory Itzin.
David Fincher ("Pecados Capitales", "El Curioso Caso de Benjamin Button", "Red Social") dirige la muy esperada versión norteamericana del film sueco "Los Hombres que no Amaban a las Mujeres" (Män som hatar kvinnor), producción que en la Argentina se estrenó en febrero de 2010 y que a su vez está basada en la exitosa trilogía literaria "Millennium", escrita por el fallecido Stieg Larsson. "La Chica del Dragón Tatuado" nos introduce en los hechos que se desarrollan en la primera novela de la mencionada saga de suspenso y que, al igual que en el libro, suceden en Estocolmo, lugar que los realizadores decidieron mantener porque las raíces de la historia son totalmente suecas. Allí, un periodista financiero llamado Mikael Blomkvist (Daniel Craig), dedicado a desenterrar la corrupción tanto política como empresarial, es acusado de difamación por un hombre poderoso tras la publicación de una investigación llevada a cabo para la exclusiva revista Millennium, de la cual es co-propietario junto a su socia -y a veces amante- Erika Berger (Robin Wright). Tras la demanda con la que el empresario se defiende, y que prácticamente deja en banca rota tanto a Blomkvist como a la revista, el protagonista decide alejarse de Millenium. Es en ese momento que aparece en escena Henrik Vanger (Christopher Plummer), uno de los industriales más ricos de Suecia, quien lo contrata para investigar la desaparición de su amada sobrina Harriet, ya que el hombre sospecha que la asesinó un miembro de su enorme y complicada familia. Durante su investigación, el personaje interpretado por Craig cruza su camino con Lisbeth Salander (Rooney Mara), una joven que posee habilidades como hacker e investigadora, por lo que se suma a la caza de este asesino. La "chica del dragón tatuado" es una muchacha punk, fuerte, determinada y profundamente antisocial, pero a la vez una víctima vulnerable de la vida misma, ya que ha vivido bajo la tutela del Estado desde su infancia. Para peor, tras la muerte de su tutor, es asignada a otro guardián que no tiene buenas intenciones. Con algunas escenas fuertes, a lo largo de 2 horas y 40 minutos (un poquito larga para mi gusto), esta producción que representa todo un desafío para Fincher (adaptar una novela no es fácil y menos ésta), le propone al espectador adentrarse en un laberinto que contiene asesinatos, corrupción, secretos familiares, perversidades y los demonios internos de dos inesperados aliados que buscan la verdad en un misterio que comenzó hace 40 años. Más allá de los notables desempeños del elenco protagónico, tanto de Craig como de Plummer, vale la pena recalcar el sobresaliente y jugado trabajo de Rooney Mara (recientemente nominada a un Globo de Oro por este papel), la verdadera protagonista (y heroína por qué no) de esta historia que continuará (todo dependerá del éxito de la taquilla) en las respectivas adaptaciones de "La Chica que Jugó con Fuego" y "El Castillo de Aire que Estalló".
Otro thriller apocalíptico. Otra invasión alienígena. Dos temas muy recurrentes en el mundo del cine, pero aquí lo diferente e interesante es que los seres en cuestión no sólo son criaturas extrañas, sino que además se ocultan tras un escudo cargado de energía que los hace prácticamente invisibles al ojo humano. El segundo film de Chris Gorak como director (el anterior fue "Terror en Los Ángeles", título que en la Argentina pasó directo a DVD hace algún tiempo), se desarrolla en Moscú, una de las tantas ciudades que ha reportado invasiones extraterrestres. Allí, cinco jóvenes que se encuentran en la mencionada capital rusa quedan varados y tienen que luchar por sobrevivir en el despertar de un devastador ataque. Sean y Ben son dos amigos norteamericanos que se encuentran en el lugar para concretar un negocio que queda truncado por un empresario local -interpretado por el actor sueco Joel Kinnaman- que les roba la idea (una aplicación que crearon para dispositivos móviles). Por el otro, Natalie y Anne son dos muchachas turistas (una estadounidense y una australiana) que se encuentran disfrutando de sus vacaciones. Todos se conocen en un club nocturno momentos antes de que el terror se apodere de la ciudad cuando se corta la luz y en las afueras se encuentran con un montón de luces que caen del cielo, algo similar a lo que sucede en la historieta argentina "El Eternauta" cuando unos copos de nieve que caen preceden un ataque de estas características en Buenos Aires. Claro que no son para nada amigables, ya que tras el ataque inicial los protagonistas caen en la cuenta que estos seres energéticos -que revelan su presencia cuando están cerca de algún dispositivo que utiliza electricidad para funcionar- tienen por objetivo eliminar todo tipo de vida en el planeta y apoderarse de sus recursos minerales. A pesar de que no desarrolla una gran historia, esta película producida por el realizador Timur Bekmambetov (responsable de la exitosa fantasía rusa "Guardianes de la Noche"/"Guardianes del Día" y del film "Se Busca") sí presenta una vuelta de tuerca en lo referente a ataques extraterrestres. El elenco de "La Última Noche de la Humanidad" está compuesto por Emile Hirsch, a quien recordarán por sus protagónicos en "La Chica de Al Lado", "Los Amos del Dogtown" y "Meteoro"; el británico Max Minghella ("Palabras Mágicas", "Agora", "Red Social); Olivia Thirlby ("Juno") y la australiana Rachael Taylor ("Transformers", "Imágenes del Más Allá" y la recientemente cancelada nueva versión para la TV de la serie "Los Ángeles de Charlie". Todos ellos están acompañados por un elenco de actores rusos (Dato Bakhtadze, Yuriy Kutsenko, Artur Smolyaninov, Pyotr Fyodorov y Nikolay Efremov) que interpretan a una especie de ejército de la resistencia que logra encontrar la manera de enfrentar a los invasores.
El realizador Tate Taylor dirige su tercer film, en este caso basado en "Criadas y Señoras" (The Help), la novela best-seller que escribió su amiga de la infancia Kathryn Stockett, la cual desarrolla el punto de vista de las mujeres afroamericanas dedicadas al servicio doméstico y a la crianza de los niños de las familias blancas durante la segregación y opresión racial que existía entre blancos y negros en territorios sureños de los Estados Unidos en la década del ’60, período en el que se llevaba a cabo el movimiento por los derechos civiles. Tal como el libro, la cinta se desarrolla en aquella época en Jackson, Mississippi, donde crecieron juntos el director y la autora, respectivamente. Allí, "Historias Cruzadas" introduce al espectador en el proyecto literario ideado por Eugenia "Skeeter" Phelan (destacada labor de Emma Stone), una joven periodista que desea convertirse en escritora. Al regresar a su casa tras graduarse de la universidad, ella descubre que su adorada empleada, quien prácticamente la crió, dejó su trabajo para volver a Chicago. Eso es lo que su sofocante madre (interpretada por Allison Janney) quiere que crea. Debido a esta situación y ante la incomodidad que siente cuando está compartiendo reuniones sociales con sus maliciosas amigas (quienes, a diferencia de ella, están todas casadas y con hijos), el personaje de Stone decide escribir un libro que plasme las vivencias de las criadas de color, que son tratadas como especímenes y degradadas al extremo por los padres y madres de las familias que las contratan. Bajo la premisa "¿Qué se siente dejar todos los días a tu hijo con otra persona para ir a criar a los hijos de una familia blanca?", la protagonista decide reclutar a varias de estas criadas para entrevistarlas. Aibileen (como siempre, una indiscutida Viola Davis), quien trabaja para una amiga de Skeeter (Bryce Dallas Howard) es la primera; luego se suma Minny (la genial Octavia Spencer) y más adelante muchas más que compartirán anécdotas "anónimas" que, una vez que se publique el libro, provocarán revuelo entre la población local. Durante las casi dos horas y media que dura, "Historias Cruzadas", cuyo reparto se completa con Jessica Chastain, Sissy Spacek, Ahna O’Reilly, Ana Camp, Cicely Tyson, Chris Lowell y Mike Vogel, es un film que no se hace para nada pesado sino que por el contrario, a pesar de la temática que aborda (que ya ha sido vista en decenas de filmes), no se centra en desarrollar el contexto político de aquella época sino que su objetivo es mostrar las historias de estas mujeres que se atrevieron a romper las reglas. Por lo tanto, es entretenida, emotiva pero sin golpes bajos, y con algunos momentos de humor que hacen de ésta una cinta amena.