No será ni la primera ni la última película en la que retratan su historia. Varios son los proyectos que están en puerta contando la vida de Jorge Mario Bergoglio, -que fuera Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Primado de la Argentina-, y que en el momento en que pensaba jubilarse, retirarse hasta esperar su reencuentro con Dios, llega esa designación como Sumo Pontífice, que es una revolución no sólo hacia el interior de la Iglesia Católica sino para muchos que, por diversas cuestiones estaban alejados de la fe o eran indiferentes a la religión. “Francisco, El Padre Jorge”, tiene la virtud de recalar en el libro de la vaticanista, que antes fuera cronista de guerra, Elisabetta Piqué: "Francisco. Vida y Revolución". Ella fue la que posó sus ojos en ese Cardenal compatriota, que algunos pensaban era la piedra que utilizarían los conservadores para sacar de carrera a Carlo María Martini en el cónclave en el que fuera elegido Benedicto XVI. Luego de la renuncia de Benedicto, en el nuevo cónclave, Elisabetta, vuelve a tener ese presentimiento, lo comunica a sus editores. Recuerdo haberlo leído en el portal de noticias de La Nación, donde ella colabora y al día siguiente, esa profecía se cumplió, Jorge Mario Bergoglio se convertía en el primer Papa latinoamericano con el nombre de Francisco. El libro de Elisabetta, que cuenta 10 años en la historia del Padre Jorge, es recogido por Beda Docampo Feijóo (coescritor con María Luisa Bemberg de Camila y de Miss Mary), otro puntal que completa con un elenco de grandes actores como Darío Grandinetti que encarnará al personaje principal en su edad adulta; un fresco Gabriel Gallicchio que será Jorge en sus años de juventud; Silvia Abascal, española ella, será la periodista que sigue los pasos de ese Cardenal al que un día conoció en el Vaticano y luego reencontró en Buenos Aires para devolverle un pañuelo (historia ficcionada en parte para incluir el rol de Elisabetta Piqué pero con un ingrediente que también la compromete con la figura de Francisco de una manera más cercana y personal), Jorge Marrale, como un amigo de la vida, más joven, cuyo paso por la Compañía de Jesús marcó su vida aunque no llegara a ser cura; Leonor Manso como esa abuela italiana que acompaña a su nieto en una decisión inquietante para la madre interpretada magistralmente por Laura Novoa, que quiere que Jorge sea médico, pues ser sacerdote, según ella, no le reportará nada bueno. Imperdible la escena dramática, exagerada con la pasión italiana, como si fuera una ópera donde repudia esa elección vocacional de Jorge. También se destacará Pablo Brichta, en la piel del almirante Massera, al que Bergoglio tiene que enfrentar para salvar la vida de dos seminaristas palotinos y a Alejandro Awada, un periodista oscuro, que critica y acciona en contra de la figura de Bergoglio quien no se amedrenta ante las amenazas porque escucha, como pastor, la angustia de su pueblo ante la injusticia, ante la corrupción, ante todo disvalor. Grandinetti, unos meses antes de comenzar el rodaje estuvo en la audiencia que concede el Papa a los fieles en la Plaza de San Pedro y dijo al respecto en un reportaje para el suplemento Valores Religiosos del matutino Clarín: "Estoy muy atraído por su personalidad, es un jesuita, sabe mediar y aprecia la ironía", afirmó sobre Francisco. "No le pedí nada. Habría sido una estupidez. Preferí observarlo, forma parte del trabajo físico que deberé desarrollar. Entendí una cosa que me conmovió. Logra entrar en contacto en serio con la gente". Si bien fue buena la elección de Grandinetti, por su trayectoria habiendo interpretado a otras personalidades argentinas, en este caso, aparece mucho más alto y un poco más apresurado que Bergoglio al hablar. De todas maneras, los episodios y frases elegidas, hacen que uno se olvide de los detalles físicos y termine viendo al Padre Jorge. Más acertado fue ubicar a Gabriel Gallicchio como Bergoglio joven: una cara no tan conocida, con esos gestos, con esa pasión que uno imagina corría y corre por las venas del Sumo Pontífice. La historia va a comenzar en el año 2013 cuando Ana, una periodista española junto a su hija viajan a Buenos Aires. Realizan el tour papal visitando los lugares en los que creció Bergoglio mientras se van mostrando vistas de la ciudad y suena “Balada Para Un Loco” en versión instrumental. La guía es Leticia Bredice. A partir de de ese momento, revisaremos el álbum de fotos de todos aquellos con los que se cruzó Bergoglio en su camino al Vaticano: sus homilías, sus consejos, su lucha contra la corrupción, los niños, los enfermos, la cultura del descarte tan anidada en las grandes ciudades donde la indiferencia hace aún más doloroso el día a día. También, podremos enterarnos de sus gustos musicales y literarios y algún deslumbramiento por un alma gemela antes de darse cuenta de que su vida era enteramente para Dios al servicio de todo el que lo necesitara. El filme va a dedicarse sobre todo a quién es Jorge Bergoglio, cuáles son sus preocupaciones y sus principios. No se va a detener tanto en lo político, como muchos hubieran esperado, sobre todo sabiendo la tensa relación de los últimos tiempos con el poder de turno aunque sus denuncias venían de bastante más atrás, como la de terminar con la trata de personas, la explotación de trabajadores en talleres clandestinos y la esclavitud del narcotráfico (junto al Padre Pepe pide a las familias no tener miedo y no caer en la tentación de la droga). Muy bien ambientada, con buen ritmo y con emoción para los que lo conocimos de alguna manera y nos acordamos de las ocasiones en que, como hoy en día pide, “recen por mí”. Es la historia de cómo Dios eligió a un hombre y de manera bíblica lo fue guiando para que llegara a madurar en la vocación, siempre escuchando más que hablando y al hablar, con la palabra justa y en acción. No puedo dejar de pensar en “Habemus Papam” de Nanni Moretti, una ficción con una mirada muy crítica sobre el Magisterio de la Iglesia y de la Iglesia toda, pero que ayuda a pensar en la revolución de la que habla Elisabetta Piqué en el título de su libro. Será un lindo regalo que no solo nos emocionemos con esas imágenes, las del final en donde veremos al verdadero Bergoglio, sino que se nos mueva el corazón a construir puentes en la cultura del diálogo.
La ópera prima de un realizador cinematográfico que hizo sus armas en el departamento de sonido. Se trata de Adriano Salgado, que colaboró en sendas producciones de Pablo Trapero, Ana Katz y Mariano Galperín, entre otros. El sonido tiene mucho que ver en "La ulitidad de un revistero" ya que se trata de un gran plano secuencia. Habría que averiguarlo si realmente no hay corte, pero la cámara se mantiene en su posición, -el punto de vista del "revistero" que todo lo ve salvo unos minutos en que es cubierto-, y retrata una entrevista de trabajo que se convertirá en el punto de partida y resolución del conflicto en el diálogo entre Ana y Miranda. Decía lo del tema del sonido pues es interesante la creación de ese espacio en off, donde presentimos las acciones pero no las vemos pues la escena se completa con la música, el ruido de una gotera, el paso de un tren, el ringtone del celular, el tono del chat, etc., que le dan profundidad o crean una imagen ampliada. El ejercicio de ver es complejizado por Salgado en utilizar otros sentidos e interactuar virtualmente con los protagonistas, por ejemplo, en sus diálogos, en sus acertijos. El título puede ser intrascendente aunque, en mi caso, me provocó a llegar hasta el final en un suspenso interminable que tendría su motivo en saber cuál es la utilidad del revistero. Otro logro de la película es que con dos personajes que dialogan aparentemente de temas profesionales o de temas triviales, se van a ir desgranando un montón de aristas sociales, de prejuicios-desprejuicios, de flagelos actuales, de diferencias generacionales, de vegetarianos, emprendedores y recicladores y muchas autorreferencias al mundo del cine y sus protagonistas. Las actuaciones de María Ucedo y Yanina Gruden hacen que las casi dos horas de película tengan ritmo a pesar de esta teatral puesta en escena y lo poco acostumbrados que estamos a que no haya cortes de video clip en planos y contraplanos de cualquier película comercial. El argumento nos llevará al departamento de Ana, donde abre la película mostrándonos una mesa de un comedor y la entrada de la cocina y un cuarto con la puerta cerrada. Allí, ella espera a Miranda, que le ayudará a encontrar un diseño de vestuario para una adaptación para adultos del cuento de Caperucita Roja, algo más realista, representada en un barrio marginal y con personajes en donde el lobo es un "puntero del paco". A partir del intercambio entre las dos mujeres, se irá vislumbrando la manipulación de Ana y las inseguridades de Miranda, en donde también, habrá un paralelo con el clásico infantil. No les cuento más, para aquellos que están buscando algo fuera de lo común, les recomiendo "La utilidad de un revistero".
Hacer una remake, ¿sí o no? Para la peli que nos concierne: sí. "El Agente de CIPOL" versión 2015 no creo que defraude a los seguidores de la serie de mediados de los '60s (1964-1968) creada por Sam Rolfe. Robert Vaughn (como Napoleón Solo) y David McCallum (Illya Kuryakin) eran la pareja de aquella época y quedaron como un símbolo que no parecía fácil de reemplazar, ni tampoco pensar en una versión cinematográfica. La posta la tomó Guy Ritchie, no sólo el ex de Madonna, sino el creador de "Snatch: Cerdos y Diamantes", "Juegos, Trampas y Dos Armas Humeantes" y la saga de "Sherlock Holmes" con Robert Downey Jr. y Jude Law. Desde este punto de vista, sabremos que la acción no fallará en ningún momento aunque tampoco ese ritmo de cómic, con un humor muy particular que es un sello del director británico. Antes de ver la versión completa, se revelaron 25 minutos equivalentes a 4 escenas en las que se introducen a los personajes principales y que prometían al espectador del género un producto con garantía de entretenimiento. Los nuevos intérpretes son Henry Cavill (al que veremos pronto también en la polémica "Batman vs. Superman"), como Napoleón Solo, el agente norteamericano con un pasado complicado y Armie Hammer (se acordarán de él por su rol de Llanero Solitario), como Illya Kuryakin, agente ruso, que deberá acoplarse en esta misión a CIPOL, para contrarrestar a un enemigo común. Ahora sí, que tengo todo el panorama íntegro, puedo decir que es entretenida, adaptada a su época original. No van a ver teléfonos celulares, sí dispositivos de espionaje que al James Bond del siglo XXI no se le ocurriría utilizar, ni serán vanguardia para aparatos que se creen para la vida cotidiana. El acierto de Ritchie fue la ambientación en la época de la Guerra Fría, y la desconfianza que se tienen aquellos que luego serán compañeros en la serie. Para este episodio, se agregará una chica que en principio es rusa, pero en el transcurso de la trama tendrá un rol muy importante para los agentes Solo y Kuryakin. Ella es Gaby interpretada por Alicia Vikander, una mujer de tipo aniñado que tiene armas insospechadas. La historia y el guión para la pantalla pertenecen a Guy Ritchie y Lionel Wigram. Éste último guionista adaptó la última parte de la saga de Harry Potter y colaboró con Ritchie en Sherlock Holmes, las dos que ya pasaron y está trabajando en la tercera parte. Parece que se llevan muy bien y eso se traduce en acción constante en pantalla. La trama nos conducirá al nacimiento de C.I.P.O.L., cuya sigla en inglés tiene un significado más divertido (U.N.C.L.E. = TIO). Pero era un nombre poco profesional para el castellano y por eso quedó en CIPOL, que suena a mata polillas aunque todos sabemos de qué se trata. El asunto es que los rusos y los norteamericanos necesitan llegar a una bomba nuclear que se está armando en las empresas de un matrimonio millonario, que piensa ejercer su poder sobre toda potencia con esta máquina de la muerte. El padre de Gaby la está armando y esta jovencita que tiene ciertas habilidades, ayudará en sus peripecias al rubio y al morocho, cada uno con sus tics y sus antecedentes que los tienen ligados a estas misiones para redimirse ante las respectivas autoridades. Si bien no habrá gadgets posmodernos, el estilo cinematográfico usará y abusará de recursos narrativos de video clip, con baladas o con tambores, para contraponer o resaltar el ritmo interno de ciertas escenas. Para mí, funciona. Se extrañaron los títulos que aparecían al comenzar cada bloque de la serie. Quizá podríamos comenzar una cruzada para que los incluyeran en la secuela. Sí, va a haber secuela y lo sabrán en esta misma película. Hay que quedarse a ver los títulos donde tendremos las señas particulares de cada uno de los agentes. Los chicos tienen bastante mala reputación menos Gaby. Claro, entre las mujeres está la villana, Victoria Vinciguerra interpretada por Elizabeth Debicki. Ah. olvidé mencionarles que en un pequeño pero importante papel está el querido Hugh Grant, que está vez hace de un hombre maduro y encarnará al jefe de C.I.P.O.L, el británico Sr. Waverly. Si quieren un buen rato de diversión, se las recomiendo.
Antoine Fuqua, el director de "Revancha" suele incursionar en este género con drama combinado con acción y violencia, en donde las caras bonitas se afean ante las realidades que les toca vivir ("Día de Entrenamiento", "El Justiciero"), mucho tiro y piña pero también algo de moraleja. Para este título, la pareja elegida para protagonizar está compuesta por Jake Gylenhaal y Rachel McAdams que se enfrentarán a algo más que trompadas en el ring. Es una especie de Rocky del siglo XXI, -ahora que pulula tanta remake-, que incluye el submundo del boxeo, un deporte bien controvertido del que no se puede explicar el porqué del magnetismo y la fascinación que ejerce sobre audiencias mundiales que esperan los combates entre 2 hombres y hasta con mujeres que se pegan, eso sí con guantes, pero con mucha violencia. Hasta hubo casos de la vida real en que los púgiles terminaron en el hospital, demás está decir el daño a largo plazo que arruina toda humanidad que se suba al cuadrilátero. Retomando el hilo del filme escrito por Kurt Sutter (guionista de 17 episodios de la serie The Shield, ¿se acuerdan?), se pondrá en evidencia el sistema de arreglo de peleas y los millones que genera y mueve este negocio nada santo y que se abusa de luchadores que le van tomando el gustito a la fama y a la adrenalina que las peleas le generan. El circo que se monta en derredor de los modernos gladiadores. Jake Gylenhaal, se mete en la piel de Billy Hope, un huérfano que llegó a la cima de su carrera, que pudo salir del pozo y ahora es la "gran esperanza blanca". Es el múltiple campeón que tiene una familia. A su esposa, Maureen, (McAdams) la conoció en aquélla época difícil del barrio bajo y la orfandad. Leila es la pequeña hija del matrimonio, criada como una princesita y a la que no dejan ver las peleas del papá en vivo para que no sufra, ella, de todas maneras, siempre lo espera para abrazarlo y felicitarlo. Maureen quiere que Billy deje de pelear antes de que esto le afecte seriamente su salud. Su manager, no opina lo mismo y lo empuja a Billy a seguir en la lucha extorsionándolo con que perderá su bienestar económico lo que perjudicaría, sobre todo, a Leila. Jordan Mains, habla del campeón como si fuera de su familia mas no dudará en buscar carne fresca si es necesario. El cuento es que una noche, frente a una provocación de Miguel "Magic" Escobar, un joven boxeador que busca su lugar y llegar a la pelea soñada a través de la chicana, Hope no se contiene y se desencadena el mayor drama. Desde este punto deberá decidirse si se hunde y desaparece de la escena sin dejar rastro o tratar de rehabilitarse por Leila y que la revancha del título no sea venganza sino redención. Para ello contará con un viejo boxeador retirado, Tick Wills (el genial Forrest Whitaker), que no entrena a profesionales sino que rescata a los chicos de la calle. Sus reglas son muy estrictas, el plan será que Billy las cumpla para recuperar su dignidad y a su hija. Me gustó como se trabajó el tema social, todas las aristas de los que ingresan al box y lo hacen como una forma de subsistir y los que llegaron y presumen de lo que consiguieron. Por otro lado, abren la ventana a la frialdad de los procesos judiciales en los que están involucrados niños, que muchas veces son necesarios cumplirlos de esta manera para hacer entrar en razón a los adultos. Si ya sufríamos con Sylvester Stallone, gritando: "Aaaadriannn" y los golpes en su rostro, las imágenes de de los combates de esta película son todavía más impactantes y reales: los rostros ensangrentados, desfigurados, como en la Pasión de Mel Gibson y algo que tiene que ver con ella, ya que la crucifixión de Hope se produce en la catedral del box, el Madison Square Garden y su resurrección comienza en la catedral de Saint Mary, todo un símbolo. Una mención especial para el trabajo de Oona Laurence como Leila Hope que lidiará con una pérdida muy importante mientras se defiende cual tigresa para no perder a su papá. Si Sly mirara esta peli desde la platea podrá sentirse orgulloso de haber inspirado a Sutter y a Fuqua para darle una vuelta de tuerca a Rocky, que ya no se entrenará en las escalinatas de un edificio público ni le pegará a las reses en un congelador aunque no la tendrá para nada fácil. Creo que hasta tal vez derramaría una lágrima por no ser él el que se sube al ring (no es Arnold que hace de androide). Un melodrama con acción y contenido. Para no dejar pasar.
Un expediente judicial, el N°232, una familia como principal culpable de una seguidilla de secuestros y asesinatos en San Isidro, Norte de la Provincia de Buenos Aires. Ellos son el denominado "Clan Puccio". No fueron ficción sino una pesadilla que se desató en los años en que la Argentina volvía a la democracia. Este año se cumplen justo 30 años de la detención de Arquímedes Puccio, Alejandro, Maguila, Epifanía, Adriana y Mónica (novia de Alejandro). El director encargado de narrar esta historia es Pablo Trapero, que nos tiene acostumbrados a un cine que muestra procesos sociales en personas que quedan al margen, que son marginales, que viven en ámbitos en donde se produce el descarte. Aquí, en "El Clan", se pone el foco en una familia, aparentemente de buen pasar: Arquímedes, el padre, es contador, a la vez hace "trabajos" para la Secretaría de Inteligencia del gobierno militar, todos los ven como una buena persona que sale cada tanto a barrer la vereda, tiempo después se descubrirá que esto es más que limpieza. Alejandro es un joven talentoso para el rugby, ganador con su equipo, se sueña en Los Pumas, se tienta con la propuesta de su padre para participar de actividades que serán peligrosas aunque darán sus réditos económicos. Epifanía, su madre y el resto de la familia, acompañan lo que sucede. Ella prepara arroz con pollo, cenan todos juntos y bendicen la comida. Epifanía separa una porción y la llevan al sótano, donde espera la primera víctima de los Puccio: Eduardo Manoukian. Lo más terrible es que los secuestrados eran amigos o conocidos de los victimarios. El doble juego de apariencias es lo que los cubrió con un manto de inocencia por muchos años, los hijos más pequeños de la familia empezaron a notar que había cosas que escuchaban que los angustiaba. Las decisiones se empiezan a precipitar... Las actuaciones de Guillermo Francella, como Arquímedes Puccio, y sobre todo la de Peter Lanzani, como Alejandro, son impresionantes. En el caso de Francella, por el estudio de los gestos, las actitudes, la frialdad y la manipulación de su personaje sobre sus allegados que no les permite verlo el ambicioso criminal que realmente es. Su personalidad hace que "las primeras víctimas de Arquímides sean su mujer y sus hijos", según comentó Trapero, quien investigo la historia de los Puccio a través de testimonios surgidos de los expedientes judiciales, de los jueces de la causa y de algunos familiares de secuestrados, los pocos que quisieron hablar y aportar datos. Uno de los hermanos Puccio, apodado Maguila, se fugó de la cárcel y nadie sabe dónde se encuentra. No pudieron rastrearlo. Guillermo, el hijo menor, tampoco quiso hablar. El Alejandro Puccio que recrea Peter Lanzani muestra todos los sentimientos encontrados que le produce ser el nexo con las víctimas y hacer como si no supiera nada. Se enamora, y el amor llega tarde, ya está muy implicado en los planes de su padre. Todo eso se ve en su rostro y en la cárcel que se va construyendo y que complicará su vida futura (los que conocen o han leído sobre esta familia saben cuál fue su destino). Para la ambientación en la década de los 80 se realizó un trabajo de postproducción para borrar ciertas cosas que no eran de esa manera o edificios que no existían, se le dio un tinte como de Instragram a los colores, la banda sonora, aunque en su mayoría suene en inglés, no va a molestar, al contrario enriquecerá el tratamiento cinematográfico. El plato fuerte de las canciones está en el final con "Encuentro Con El Diablo" de Serú Girán, es la mejor radiografía del patriarca Arquímedes. Se han elegido ciertos recortes periodísticos de la época. Me impactó el "nunca más" de Alfonsín en el Juicio a las juntas militares, como nunca más a la violencia de todo tipo y según Pablo Trapero, el hecho de que haya existido "el clan" es un producto derivado de esos años de dictadura que permitieron que gente inescrupulosa siguiera utilizando métodos de terror para sus propios intereses camuflándose por el silencio de los que podían hablar y no lo hacían o porque quedaron pegadas las anteojeras que nos protegen del miedo en situaciones tan extremas. También habrá algunas escenas de programas de la época: "Mesa de Noticias", "Semanario Insólito", etc. Es la segunda coproducción de El Deseo, la empresa de los Almodóvar, que depositó su confianza en Damián Szifrón y sus "Relatos Salvajes", K & S Films y se agrega Matanza Cine. Y la película, que se estrena simultáneamente en todo el país este jueves 13 y aunque no entró en la competición del Festival de Cannes (Trapero se entusiasmó en la Sala de Montaje y no llegó para esta primera competencia), se metió en el Festival de Venecia y es posible que tenga chances de ganar algún premio. En el comienzo, tal vez por este tema de la edición, es un poco caótica, más parecido a "El Bonaerense", cuando se encarrila la acción, tiene más de "Mundo Grúa" o la excente "Elefante Blanco". Es una película violenta, no es truculenta. Para los que se interesen en los misterios de las mentes criminales y porque esto es un hecho basado en la realidad, una muy terrible y que ojalá no se vuelva a repetir.
Una historia contada bajo dos realidades paralelas y el pasaje a este doble relato estará dado por la vida de Romina. El camino pivotea y donde termina una escena con un tema musical o un episodio determinado, allí mismo saltamos a la otra mano con otras caras y los mismos nombres. Romina y Germán son los personajes de relaciones que se entremezclan entre lo posible y lo prohibido. En uno de los mundos, Romina y Germán son medio hermanos ya que Romina es abandonada por su mamá cuando era bebé y es criada por los padres de Germán. El comienzo de esta historia ya de por sí tiene su dósis de dramatismo. Ambos parecen pelearse constantemente, como hace la mayoría de los hermanos y al mismo tiempo, lo atípico: el deseo y la tensión sexual aumenta entre ellos. Lo que parecen escenas de celos y además sospechas de que la pareja de Romina es homosexual, son la excusa para quedarse cerca de ella en una vigilia que lo consume y lo sumerge en una confusión que lo ensimisma y lo enoja. El otro universo, tiene casi los mismos componentes en cuanto a relaciones, pero el encuentro se produce con un Germán y una Romina, dos amigos en su edad actual, sus idas y venidas, otras personas que se cruzan pero que en cada mirada y en cada palabra esconden que ellos están destinados para amarse. El encuentro se produce más gentilmente y de a poco sin ese componente del drama del abandono. La dirección de Marco Berger ("Hawaii", "Plan B", "Ausente"), nos lleva a estos mundos íntimos tratando de captar los sentimientos de estos jóvenes en búsqueda de su lugar y creciendo. Es un acierto la elección de la locación: el paisaje de la ciudad de Tandil y sus alrededores que sirven de escenario a esta última realización que ganó el Premio Sebastiane (2015) en el Festival de San Sebastián, equivalente al Teddy que se entrega en la Berlinale; es decir, el premio al filme que mejor refleja realidades de vida de personas gay, lesbianas, trans o bisexuales. De todas maneras, si bien en la película se plantean conflictos desde esta perspectiva, no creo que sea lo principal, ya que como decía antes, el eje del argumento tiene su mayor peso en una relación heterosexual. Puede confundir en el principio el seguir a los personajes en sus dos derroteros paralelos y por la rápida concatenación de hechos; a medida que avanzamos, el ritmo parece ralentizarse para darnos más información y ser cómplices de atracciones y desencantos. El elenco es fresco y sobre todo bello para la cámara, compuesto por Ailín Salas ("XXY", "En Terapia", "Abrir Puertas y Ventanas"), Javier De Pietro ("Ausente"), Julián Infantino, Malena Villa y la experiencia de una actriz como María Laura Cali ("La Extranjera"), entre otros. La banda sonora es muy buena, algunos temas interpretados por los actores. Una propuesta diferente del joven cine argentino.
Un nuevo comienzo para este grupo de superhéroes de Marvel. Mucho más tranquila en humor, tratando de actualizar a la familia más antigua de este sello de cómics. La historia es contemporánea al público y vamos a conocer a Reed Richards, Ben Grimm, Sue Storm, Johnny Storm, Victor Von Doom, desde que eran pequeños, pasando por su adolescencia y adquiriendo esos poderes que los harán "fantásticos". No son los héroes que conocimos en los dibujitos animados ni tampoco los de la historieta, básicamente, porque es su origen. Reed aparecerá empecinado en construir una máquina que teletransporte materia, en principio inorgánica y luego, su gran desafío: ver en persona dónde van esas cosas que se desplazan en el espacio y por qué vuelven con arena adherida. Para estos experimentos caseros, en un barrio bajo de Nueva York, Reed necesita piezas y allí comienza su amistad con Ben, al que ya conoce de su curso escolar y tiene un desarmadero de autos y máquinas en el mismo vecindario. Ben se une al proyecto que cada vez que se pone en movimiento deja sin luz a todo el barrio y con las protestas de sus padres y vecinos. Las quejas también se hacen notar en el colegio: es en la feria de ciencias cuando frente al desprecio de su profesor, que no cree en el potencial de Reed, el Dr. Franklin Storm y su hija Sue se acercan al chico prodigio y lo becan para desarrollar el invento en industrias Baxter. Hasta allí, nada de super poderes. Al grupo se une otro "hijo" de Storm, que es bastante rebelde y se mete en problemas por correr picadas, Johnny. Él no quiere trabajar en el laboratorio porque siente que no es tomado en cuenta por su padre al mismo nivel que con los otros alumnos destacados. Sin embargo, es brillante y al encontrarse con Reed, congenian para que Johnny se una al equipo. Víctor es un personaje más oscuro del que se revelará su especial interés por salvar al planeta de una destrucción autoinflingida por el sistema al que él rehuye. El proyecto de Reed completa sus propias investigaciones y el que luego se convertirá en villano, en este punto compartirá sus conocimientos y su talento para llegar al universo paralelo, origen de todos los poderes. Efectos muy bien logrados. Una primera parte con mucha información y no tanta acción como en otras pelis del estilo. Podrá preguntarse uno si esta idea no es redundante y en mi opinión diría que no, que está contado desde otro lugar, que los actores elegidos funcionan en su rol para que haya química y se reconozca a los 4 Fantásticos en su piel. El elenco tiene varios actores conocidos por sus intervenciones en series de TV recientes y otros que han fascinado desde la pantalla grande: Milles Teller (como Reed Richards), por ejemplo, actuó en "Whiplash", que tan buena crítica cosechó y fue nominada al Oscar como mejor película; también participó en la remake de "Footloose" y en la saga "Divergente", "Insurgente". Luego tenemos a Kate Mara (como Sue Richards, hija adoptiva del Dr. Storm), fue la periodista entrometida de "House of Cards", actuó en "Entourage" yen "24" (temporada de 2006). Michael B. Jordan, jugará el papel de Johnny, La Antorcha Humana, y en esta ocasión, será afroamericano pues es el único hijo biológico de Franklin Storm. Josh Trank ya había dirigido a Jordan, antes de convocarlo para esta peli, en "Chronicle". Además, participó en la serie "The Wire". Completando el cuarteto, tenemos a Jamie Bell, como Ben, al que le ayudó interpretar en el año 2000, en la aclamada Billy Elliot, a un niño que aspiraba a ser bailarín, ya que para interpretar a la mole de piedras, tuvo que utilizar zancos y un poco mantener el equilibrio como si estuviera bailando. En cuanto al que pasa al lugar de villano, Toby Kebbell, participó en "El Planeta de Los Simios: Confrontación" y tuvo una intervención en un video juego de "La Guerra de las Galaxias", no es un dato menor y ya les diré el porqué. El director de esta reversión, como mencioné anteriormente, es Josh Trank (también es coguionista). Lo de "La Guerra de las Galaxias" tiene que ver pues su realización para You Tube “Stabbing at Leia’s”, fue un fenómeno de las redes sociales que obtuvo más de 10 millones de vistas en línea. Luego vino "Poder Sin Límites" (Chronicle) una inspiración para la actual "Los 4 Fantásticos". Ya se sabe que está en proceso de producción la secuela y que se estrenaría en 2017. A este filme se lo puede condenar con que deja al espectador con ganas de más; eso sería positivo. Digámoslo de otra manera: tiene sabor a poco. Si bien el diseño de producción se acerca bastante a X-Men: First Class (con quien comparten productores), hay sólo una leve brisa de lo que aquello fue. Les anticipo que pueden levantarse antes de que salga el último crédito (no hay anticipos) y lo único que les puedo dejar picando es que descubran si Stan Lee hace o no su cameo como con sus otros paladines de la justicia a los que creó en la historieta y luego llevó a la pantalla grande. Según cuentan las malas lenguas, es posible que esta peli se haya concluido y lanzado al mercado precipitadamente para no perder la licencia de Marvel. Veremos si es verdad cuando llegue el 2017 y tengamos la segunda parte.
Desde el principio les diré que no es el tipo de comedia con el que congenio pero reconozco que funciona muy bien, sobre todo en público masculino adolescente y joven adulto. En "Vacaciones" encontraremos parte de los personajes creados por John Hughs en "National Lampoon's Vacation" y sus secuelas. Entre ellos, Chevy Chase y Berverly D'Angelo, como el matrimonio Griswold original, que ahora son abuelos y cuyo hijo mayor, Rusty, se convierte en el padre de familia que llevará a su esposa y a sus críos en una aventura de 4100 km para cambiar la rutina del descanso, tal cual pasaba en los anteriores filmes. Para el papel de Rusty lo convocaron a Ed Helms ("The Hangover", "The Office") que encaja a la perfección para ser el optimista frente al desastre que se le va presentando a cada paso, no porque tiene que ser así, sino porque él le agrega su cuota de ingenuidad y torpeza. Este piloto de una aerolínea de bajo presupuesto, tiene poco tiempo para disfrutar con su familia y es herido en sus sentimientos cuando escucha a su esposa decirle a una amiga que está aburrida de pasar sus vacaciones en una cabaña de Michigan, cosa que para Rusty es un hecho fundamental y ritual que fortalece los vínculos una vez por año. No se imagina que lo que realmente quiere Debbie (Christina Appelgate) es irse a París de segunda luna de miel. A cambio de la Ciudad Luz, Rusty renta un auto ridículamente adecuado para la road movie que vamos a ver. Fue diseñado especialmente para desbancar el ícono de cuatro ruedas de la saga de Hughs, hasta su nombre, Tartan Prancer y su origen, Albania, fueron inventados, como si fuera un actor más y de verdad, que se reirán bastante en las interacciones con los accesorios y la voz del GPS, que todavía me hace sonreír. El hecho es que Rusty quiere llevar a su familia en una travesía de costa a costa de los EE.UU. en el engendro de la industria automovilística hasta Wally's World, un parque de diversiones que tiene la montaña rusa más nueva del país. En el camino, los miembros más jóvenes de la familia, James y Kevin, tendrán que congeniar o devorarse el uno al otro. James, en plena pubertad, con sus braquets, es tranquilo, romántico y un poco aparatoso, cantando canciones con su guitarra mientras que el pequeño Kevin (¿homenaje a "Mi pobre angelito"?), es grosero y rudo con su hermano mayor y con todo lo que se le cruza. Difícil tarea la de encerrar a la familia por 4100 km y allí no quedará episodio asqueroso, sensual, de descubrimiento de ciertos secretos por sortear si los Griswold no quieren darse por vencidos antes de llegar a la meta. Otro conocido en el elenco es Chris Hemsworth, el rubio carilindo y que esta vez dejará la nobleza del héroe Thor para convertirse en el exhibicionista y egocéntrico ranchero meteorólogo cuñado de Rusty. Tanto los directores de esta película, como los escritores, productores y actores parecen ser fanáticos de la familia Griswold y sus desventuras vacacionales. John Francis Daley y Johnatan M. Goldstein debutan en la dirección cinematográfica. El primero tiene 25 créditos como actor y 2 cortos como realizador cinematográfico. Completa el dúo Goldstein con el mismo currículum. Eso, sí, son los escritores de varios capítulos de reconocidas series como "Bones", "@#!&! Dice my Papá" y "The New Old Christine" y filmes como "Quiero Matar a Mi Jefe", "Lluvia de Hamburguesas 2", y embarcándose al comprar la franquicia de John Hughs ("Mi Pobre Angelito") para escribir y dirigir "Vacaciones". Entre los productores se encuentran Chris Bender y David Dobkin que son especialistas en este tipo de comedias con un humor que roza lo grotesco, lo escatológico aunque siempre cuenta con algún mensaje como el valor de la familia, la amistad, y la no discriminación. Tal es el caso de los hermanos Farrelly y ellos se encargaron de la producción de algunas de sus películas, también de "American Pie", "The Hangover" (1,2 y 3) y "Los Rompebodas". Me pareció creativa la idea utilizada tanto para los títulos como para los créditos finales ya que se proyectan fotografías, en el principio, como si fueran de la época de las primeras vacaciones, con efecto Instagram, y descubriendo partes que quizá no sean tan santas. Al final pasa lo mismo, pero con fotografías actuales, donde siguen con ese humor negro y un poco escandaloso. De lo que sí me voy a quejar es de la inclusión de varias escenas en las que Kevin trata de ver cuánto tarda en ahogarse James con una bolsa de plástico en la cabeza. No olviden que estas pelis después las pasan por la tele... Con gags que tienen lo suyo para divertir a un público que responde a lo que el filme propone, no es para una cita romántica.
Para "tiempos desesperados, medidas desesperadas". Esa es la frase que Ethan Hawk pronuncia para meterse de lleno en la peligrosa misión que nos trae "Misión Imposible: Nación Fantasma". Si tienen la oportunidad de verla en pantalla gigante, no lo duden a la hora de sacar entradas ya que vale la pena el despliegue en las escenas de acción. No se nota casi el uso de efectos cuando los actores ya no están en condiciones físicas de afrontar el papel de héroe sin doble de riesgo. Es más, Tom Cruise mismo filmó sin intervención de dobles casi todas esas impresionantes tomas como la que vemos en el avance en la que queda colgando de una puerta de un Airbus 400 y dicen que sufrió varias veces heridas aunque no de gravedad. La edad le está sentando en la pantalla a Tomasito y en está última entrega de la marca "Misión Imposible", la número 5, se viene con todos los chiches y redondita en el balance entre argumento y ritmo que no da respiro. Parece mentira que casi pasaron 20 años de la primera misión de Ethan Hunt y en esta oportunidad tendrá que enfrentarse a un enemigo fantasma en los papeles, muy real en los hechos. Espionaje y recontraespionaje que hará que este protagonista y su equipo se encuentren fuera de la ley y con todos los misiles apuntando hacia ellos mientras el fósforo enciende la mecha que se va consumiendo para dar un espectáculo que conserva la esencia de la serie original. Christopher McQuarrie se encarga de la dirección y es uno de los guionistas. Es la cuarta vez que trabaja con Tom Cruise ("Al Filo del Mañana", "Jack Reacher" y "Operación Valkiria") y también conoce de acción y suspenso pues fue guionista de "El Turista" (Johnny Deep y Angelina Jolie) y "Los Sospechosos de Siempre", un clásico por el que ganó un Oscar de la Academia de Hollywood. Drew Pearce colaboró con la historia y luego de haber participado de la historia de Iron Man 3 se apresta a intervenir en la tercera peli de Sherlock Holmes y el proyecto, todavía sin título, que revivirá a los "Cazafantasmas". Para mi gusto, es la más entretenida de todas con una mujer fuerte a la que habrá que seguirle el rastro para saber de qué lado está. Ella es Rebecca Ferguson como Ilsa Faust, una dama sueca que mejor que se porten bien ya que es experta en peleas con todo tipo de armas y a puño limpio. Será el imán para que el personaje de Cruise cumpla con esta misión que tiene mucho de imposible. Para llegar a buen puerto, se necesita a los más fieles compañeros, entre ellos: Benji (Simon Pegg), -el genio en computadoras que esta vez tendrá más trabajo de campo y riesgo-, William Brandt (Jeremy Rennner), -el jefe de Hunt que tendrá que dar explicaciones y planear muy bien sus jugadas para no dejar a su agente más valioso a merced del enemigo-, y Luther Stickell (Ving Rhames), -que acompaña la serie desde la primera película-. Alec Baldwin aportará su cuota de histrionismo como jefe de la CIA que desconfía de este grupo de espías que tiene permiso para todo y que muchas veces no les deja "meter cuchara" y los deja mal parados. Y finalmente un villano frío y calculador que pone al límite a Hunt, él es Lane (Sean Harris), al frente de la "nación fantasma" del título, el Sindicato que amenaza, no sólo al IMF sino a todo el mundo. Impresionantes escenarios, toques de humor para ser acompañados por un buen balde de pochoclo. La recomiendo sin dudar otro tanque que no decepciona.
Marcia Pasadiso es la realizadora de este documental que deberíamos ver todos porque es un ejemplo de vida, es sinónimo de igualdad de oportunidades, es un premio al esfuerzo de cuatro jóvenes y su entrenador en un desafío increíble. "Aguas Abiertas" cuenta la preparación de un equipo de natación adaptada para personas con capacidades especiales. En este caso, el entrenador, los ayudantes, los jóvenes y sus familias, son parte de la experiencia de pasar de una pileta climatizada y cubierta a un espacio natural completamente extraño y hasta podríamos decir peligroso. Nada detiene a estos chicos que tienen dificultades motoras notorias en tierra pero en el agua son invencibles. El documental tiene momentos conmovedores por el empeño que le ponen: terminar la competencia es la meta y tiene su mérito. También veremos los lazos de amistad, las preocupaciones, los intereses cotidianos, las miradas y el valor de que a través del deporte todos tengan una oportunidad de sentirse incluidos. Son 65 minutos, con tomas acuáticas por encima y por debajo de la superficie del agua, tratando de ponernos en el lugar de estos deportistas del club AGUAS ABIERTAS de Monte Grande, en el Sur del Conurbano Bonaerense hasta llegar a Ramallo, en el Norte de la Provincia de Buenos Aires para una maratón de varios kilómetros en pleno Río Paraná. Según Unicef “el derecho al deporte, al juego y a la recreación constituyen un estímulo para el desarrollo afectivo, físico, intelectual y social de la niñez y la adolescencia, además de ser un factor de equilibrio y autorrealización”. Como dice el entrenador, cuando se meten en el agua del río, van a sentir una temperatura mucho más baja de lo que esperaban; lo que vean cuando metan la cabeza bajo la ola, será algo turbio, pero... si soplan y se aclimatan, tendrán quien los acompañe en esta aventura hasta el final. La directora cuenta con un amplio currículum como documentalista e investigadora, incluso cursando seminarios con figuras de la talla de Jorge Prelorán y Eduardo Coutinho y se nota en este filme, que se estrena este año aunque su producción comenzó en el 2013. Digna realización, para ver, reflexionar y ver cómo el hombre es capaz de superarse por más complicado que sea su entorno.