LOS MANUSCRITOS DE UNA VERDAD Sin ser la mejor película de Roman Polanski, "The Ghost Writer" es una propuesta que clarifica que él es un gran cineasta, un gran creador de climas y un muy buen director de actores, produciendo así que esta cinta se convierta en un interesante e incesante thriller político de calidad. Un escritor, que poco sabe de política, es llamado para darle forma a las memorias de Adam Lang, un ministro acusado de crímenes de lesa-humanidad. Luego de aceptar el trabajo, él se va a ir dando cuenta que lo que en el pasado su antecesor escribió puede ponerlo en peligro, pero ahora está en las garras del personaje que tiene que entrevistar y no puede salir. Se ha involucrado en un hecho político y social del cual le será difícil escapar. Si hay una característica que sobresale de esta película, el trabajo de Polanski en la dirección lo es. Él decidió contar la historia con una tranquilidad y una poesía visual que se destaca durante todo el desarrollo de la narración. La cámara se mueve muy lentamente, la música acompaña y funciona como una brisa suave que va llevando al espectador al interior de la pantalla, la fotografía y los encuadres son precisos y bellos, elegidos de tal manera que todo lo que va rodeando al protagonista tenga un sentido, no solo visual y estético, sino que vaya describiendo e intensificando lo que le va sucediendo. Hay una delicadeza escénica que fue lograda con exactitud y perfección. La historia se centra en el guión y no tanto en el impacto visual sobre lo que va pasando, es por eso que, gracias al trabajo de cámaras, el público puede involucrarse con el personaje principal, sentirlo desprotegido y percibir la desesperación que lo domina en algunas oportunidades. La labor de Polanski es impecable. A su vez, dicho ritmo lento, pero nunca aburrido y siempre manteniendo el conflicto argumental intacto e introduciendo nuevos problemas y pistas, ayuda a que cuando sucede algo repentino, más específicamente llegando al final, ese choque y cambio brusco del argumento, se sienta, no solo imprevisible, sino como una gota helada que recorre la médula espinal del espectador. Sin duda alguna uno de los grandes momentos de la película, que funciona gracias a los muy bien logrados climas de suspenso y drama. El guión se centra en contar las diferentes ramas y problemas que un escritor va adoptando, sin querer, al estar en el seno íntimo de una figura polémica, amada por muchos y odiada por otros tantos. Es así, como se va entrando en terrenos que circulan por el género policial, por el drama familiar y por el thriller político, todos muy bien tratados y con el suspenso necesario como para que cada una de las subtramas logren destacarse y formar parte de un conjunto mucho más interesante. Escenas como la del encuentro con Paul Emmett o la del festejo del final, son momentos claros que ejemplifican el trabajo minucioso de ambientación y de desconfianza que el director logró crear. Las actuaciones son impecables. Ewan McGregor interpreta al escritor fantasma, uno de los personajes mejores logrados en su carrera, ya que le aporta sentimiento y seriedad y logra transmitirle al espectador los suficientes matices como para identificarlo y sentir lo que a él le sucede. Muy buena actuación. Pierce Brosnan, como Adam Lang, también logra destacarse, en especial en los momentos en los que comparte escenas con McGregor y en las instancias finales en el avión. Esa continua preocupación que tiene y su inquietud por hacer todo de la manera que él quiere, están perfectamente interpretadas por el actor. También vale la pena destacar los trabajos de Olivia Williams, como la esposa de Lang; Kim Cattrall (Amelia); y Tom Wilkinson, en un intenso personaje (Paul Emmett). "The Ghost Writer" es una película muy tranquila, pero con un ritmo narrativo que demuestra que Polanski es un gran director de thrillers. Con muy buenas actuaciones, una fotografía y un guión muy ambiciosos, pero llevados adelante con calidad y talento. Una cinta de suspenso político inteligente y diferente. No se la pierdan. UNA ESCENA A DESTACAR: avión.
Robin Hood es una de las figuras que más apariciones artísticas tuvo en su historia, desde series televisivas, novelas que cuentan diferentes aspectos de su vida, hasta películas de todos los géneros. Pese a esto, hasta el momento, son solo pocas las versiones cinematográficas que con el paso de los años todavía son recordadas. En este caso, Ridley Scott demuestra una vez más que el contar historias de aventuras es su gran fuerte. Esta es una cinta muy bien lograda desde lo visual pero desenfocada en el recrear la mítica figura de Hood.
La evolución del cine de terror en los últimos 10 años ha sido lamentable. Dejando de lado algunas joyas indiscutibles del género, tras el gran deterioro del horror como fuente de ideas cinematográficas y de fracasos respecto a historias nuevas y diferentes, Hollywood se ha tomado el atrevimiento de retomar el éxito de sagas y películas pasadas con el fin de cubrir gastos y mantener una ganancia económica que justifique el empobrecimiento de ideas y buenas historias.
Pablo Trapero es un director que no es masivo a la hora de convocar gente a las salas pero que logra derivar su talento plenamente en su proyecto. Esa es la característica principal que logra destacarse de "Carancho", una película que es muy difícil encontrarle errores técnicos. Sosa es un abogado especializado en los accidentes de tránsito, su objetivo es ir por los hospitales en busca de nuevos clientes, a quienes intenta atraer y sacarles dinero. Por otro lado, Luján es una médica clínica que un día se encuentra con este hombre y juntos comienzan una apasionante relación amorosa. Ella va a ir entrando en un mundo lleno de miseria y mentiras, donde Sosa no es el único que corre peligro.
Películas hay de todos los tipos, géneros hay de todas clases, las ambiciones existen en cantidad, pero liberaciones artísticas en las que se planteen situaciones de la vida real, mezcladas con condimentos del teatro, derivaciones de la mente y un continuo deleite de la ambición surrealista de los sueños de una persona, pocas veces se ha visto con éxito en pantalla grande.
EL GRAN ROBERT DOWNEY JR Secuela, una de las palabras más misteriosas, humilladas, reiteradas y bastardeadas del séptimo arte. Es verdad que muchas segundas partes no fueron “buenas”, pero no nos olvidemos que, pese a que sean pocas, existen secuelas que fueron equitativas con su antecesora y en muchas oportunidades hasta superiores, “El Señor de los Anillos: Las dos Torres”; “El Padrino 2?; “Terminator 2?; “Star Wars: El Imperio Contraataca”; “El Caballero Oscuro”; “Toy Story 2?; “Aliens” y algunas otras forman parte de esa categoría. En esta oportunidad, “Iron Man 2? es una cinta regular en su desarrollo, inferior a la original, pero que forma parte de lo mejor que ha realizado Marvel en los últimos años. El mundo sabe que Tony Stark es Iron Man. Inmenso en una esfera de egoísmo y autosatisfacción, Tony debe enfrentarse a un nuevo villano que quiere cobrar venganza por sucesos pasados, pero también tendrá que combatir con un hombre mucho más fuerte y difícil: él mismo. Iron Man es el superhéroe más cool que el cine nos pudo brindar, es ganador, confiado, tiene una luz que lo destaca en todas las reuniones y eventos, en su cumpleaños él es su propio DJ, le importa poco el qué dirán y tiene dos bellas mujeres que lo acompañan a todos lados. Pero es en esta película donde se muestra el lado humano de este héroe, la avaricia que lo carcome por dentro, el deseo de poseer todo y un egoísmo molesto, lo convierten en una persona más, que trata de ocultarse bajo su uniforme metálico. Es allí donde interviene una de las características más destacadas de esta película: Robert Downey Jr. Este actor ES Tony, ES un superhéroe actuando y ES uno de los pocos salvatajes que tiene la cinta. Gracia, humanidad, un carisma impresionante y un desarrollo único, hacen de su interpretación otra de las tantas para el recuerdo. En el elenco también se encuentra Mickey Rourke, el nuevo villano de la cinta. Él está muy bien en su personaje, el trabajo realizado con el acento y cada una de sus expresiones malditas que generan el clima justo de maldad y venganza, están muy bien logradas. Scarlett Johansson, en el papel de La Viuda Negra, está correcta, seductora y hermosa, pero a la vez ruda y combatiente, tal como los escritos originales la pincelaron. Gwyneth Paltrow (Pepper), está muy bien, su actuación mantiene el mismo grado de satisfacción y autoridad de la primera parte. Don Cheadle (Rhodey), está bien, pero es el más flojo del elenco en algunos discursos orales y Samuel L. Jackson (Nick Furry), aparece poco pero satisface. Pese a que las actuaciones son buenas hay un gran problema que involucra a dichos personajes. El guión está algo desordenado en algunas partes y hay situaciones y roles que están desaprovechados, teniendo en cuenta la importancia que los mismos tienen en el comic. Es por eso que la viuda negra no se convierte en algo trascendente, ella dice unas pocas palabras, se la ve en su apretado traje negro, pero en ningún momento se profundiza en su historia y en los motivos que decidieron llevarla junto a Tony. Esto mismo sucede con el gran villano, Ivan Vanko, que comienza muy bien, se desarrolla muy correctamente, pero es rematado de una manera muy sencilla y torpe teniendo en cuenta la evolución y cada uno de los planes que este había preparado. Es por eso que la historia entra en una laguna cerca de la mitad de la duración, ya que no se sabe por qué camino ir, ni mucho menos centrar la historia en un solo hecho. Son tantas las cosas que están sucediendo en pantalla (Tony se descubre a si mismo, hay una lucha con la competencia, una mujer de la cual no se sabe mucho, una continua referencia hacia “Los Vengadores”, un villano que se va preparando para el gran golpe, un amigo que se revela, etc.) que en cierto punto la cinta comienza a hacerse algo lenta, carente de acción y humor. Los efectos especiales son asombrosos, especialmente los de las escenas finales. La música es correcta, pero algo decepcionante, ya que no se escuchan en cantidad las canciones de AC/DC como la publicidad anunciaba. El trabajo de dirección es increíble, los ángulos muy buenos y la fotografía bella y sencilla. “Iron Man 2? es una secuela inferior a su antecesora, algo desordenada en su desarrollo, pero que satisface y amerita su disfrute. Otro ejemplo que pone en evidencia que Robert Downey Jr nació para ser actor y para encarnar a Tony Stark. Cine pochoclo al 100% que satisfacerá a sus fanáticos. UNA ESCENA A DESTACAR: todo el desarrollo final Quedense hasta el final de los créditos porque hay una gran sorpresa que será placentera para todo fanático de las historias de Marvel.
LAS DESDICHADAS TRAGEDIAS DE UN PUEBLO ALEMÁN Narrada en blanco y negro, “La Cinta Blanca” es una película que desarrolla un detallismo artístico impresionante, una cálida pero abrumadora dirección y una bellísima fotografía, los condimentos justos para que las tragedias que se van presentando en la historia cobren fuerza, verosimilitud y profundidad. En una pequeña aldea alemana una serie de violentos acontecimientos van a ser el centro de atención de todos sus pobladores. Niños abusados, accidentes intencionales, suicidios y un gran misterio por saber quién es el responsable de dichos golpes, son el centro de atención de todos los aldeanos. Esta es una historia trágica, de muerte, desencuentros y violencia, pero a la vez es uno de los tantos relatos ficticios o verídicos, eso no se sabe, que forman parte de la antesala a la Primera Guerra Mundial, y, sin mantener una idea política marcada, la misma es contada con excelencia, astucia y principalmente delicadeza. El blanco y negro no solo nos hace sentir que estamos viendo un archivo histórico, sino que potencia en cierta manera las diferentes situaciones que se van presentado. Es así como cada uno de los juegos que se realizan con la iluminación y la escenografía marcan las intenciones del director que le aportan otro grado superior de belleza y un dramatismo increíble. La fotografía no solo cumple con su función de lograr crear la ambientación perfecta para que la historia se entienda y sea creíble sino que se destaca por ser precisa en cada uno de sus objetivos y muy bella, otorgándose el lugar, en cada una de las escenas narradas en primera persona por el profesor, de lucirse y de crear admiración. El trabajo de Haneke es muy detallista. Cada vestimenta, objeto, expresión, movimiento y silencio tiene su justificación y gracias a su sofisticado trabajo los 144 minutos de duración son los justos y necesarios. La labor de cada uno de los actores y actrices es maravilloso ya que les brindaron a sus personajes identidad, dolor, alegría y mucha seriedad. Christian Friedel, en el rol del profesor, está muy correcto, cada uno de los pasajes en los que demuestra su amor y luego su desconfianza cerca del final, están muy bien interpretados. Leonie Benesch dota a Eva de inocencia y de un espectacular trabajo emocional, donde sus silencios y gestos valen más que las palabras que no se atreva a decir por respeto. Burghart Klaußner (pastor) en un excelente y potente personaje, duro y por momentos sentimental, muy buena interpretación. Rainer Bock, como el doctor, quien se destaca cerca el final por su crudeza. A su vez, vale la pena destacar las actuaciones de los protagonistas de la historia, los niños, que gracias a la impecable labor de dirección, lograron darle mucha dulzura pero a la vez desconfianza a sus personajes. Entre ellos se destacan Thibault Sérié (Gustav), quien con sus pocas palabras logra enternecer y principalmente hacer pensar a los más grandes (escena del pajarito) y Leonard Proxauf (Martin), serio, correcto y miedoso. Hay situaciones que se cierran y otras, muchas, que no, por lo que el final abierto aparece y da el primer paso para que el público logre sacar sus propias conclusiones y arme poco a poco este gran rompecabezas. “La Cinta Blanca” es una película muy bien dirigida y aunque no es el mejor trabajo de Haneke este es para recomendar. Una cinta con actuaciones muy bien niveladas, una fotografía exquisita y una historia diferente, astuta e inteligente. Un relato para pensar, sacar conclusiones y volver a mirar. UNA ESCENA A DESTACAR: Las escenas en las que Gustav pide permiso para entrar al despacho de su padre y pedirle favores son maravillosas y poseen un sentido metafórico bellísimo.
Abejas gigantes, cyclopes, pulpos destructivos, Hydra, esqueletos armados, dinosaurios, ovnis y naves espaciales, avestruces, cangrejos, escorpiones y pájaros enormes, Ray Harryhausen con la técnica llamada "Stop Motion" logró darle vida a estas y muchas otras criaturas que protagonizaron destacadas películas de fantasía desde 1949 hasta principios de la década de los ochenta. Entre ellas se logró destacar "Clash of the Titans" estrenada en junio del 81 y de la cual se basa esta nueva cinta. Si bien los efectos especiales de "Furia de titanes 3D" son ampliamente superiores a los del film antes mencionado, su guión, el suspenso desarrollado y la energía brindada hacen de esta una cinta ampliamente inferior, rápida, sin alma y carente de la mágica que Harryhausen logró darle a cada una de sus enigmáticas criaturas.
Juntar en una película a dos de las estrellas que en la televisión de Estados Unidos más se destacan en sus trabajos como comediantes, Steve Carell ("The Office") y Tina Fey ("30 Rock"), es un sueño hecho realidad para todo realizador. Lamentablemente, aunque tiene sus momentos, el nuevo film de Shawn Levy no explota el talento de sus interpretes y brinda unas pocas y muy distancias, pero eficientes, risas.
Muchas películas dependen en todo su desarrollo del giro o planteo final para que sus ideas se redondeen y se comprendan. Esta cinta lleva adelante esa premisa, convirtiéndose en un relato algo extenso y precipitado llegando a las instancias finales, pero al mismo tiempo muy correcto y con situaciones muy alejadas las unas de las otras, muy ricas.