Lo que nos deja la guerra "American Sniper" es una película polémica que llega de la mano del director Clint Eastwood ("Unforgiven", "Million Dolar Baby") y que fue nominada al Oscar como "Mejor Película" del 2014. En nuestro país se llamó "Francotirador", pero es importante recalcar su nombre original para entender un poco más el background del film. Este nuevo trabajo del viejo Clint no se llamó "Sniper", sino que se le agregó el "American" al principio como parte importante del título. Su poster oficial también demuestra esto. No estamos viendo la historia de un francotirador cualquiera, estamos viendo la historia real de Chris Kyle, el francotirador más letal de la historia de USA, y la transformación interna que nos quiere mostrar Clint es justamente la de un sniper americano, no la de un sniper cualquiera. Esto es importante de aclarar, porque la propuesta tiene intenciones políticas que hacen alusión a la historia casi constante de guerra en la que se encuentra USA. Por el lado de la trama o mejor dicho, el tratamiento que se le dio a la trama, van a encontrar críticas que la matan por considerarla pro poderío militar yanqui y otras que la aman por ser todo lo contrario, una advertencia de lo que la guerra genera en las personas. Personalmente me inclino por esta última interpretación, aunque creo que el viejo Clint sin querer apela por momentos a su costado republicano y ciertas cuestiones les terminan quedando como propaganda bélica. Algunos ejemplos de esto es la manera en que se retrata a los SEALS como salvadores mundiales de la brutalidad islámica o el sentido del deber para con la nación estadounidense libertadora de países oprimidos. Aquí claramente no hay una autocrítica profunda. Por otro lado, sí creo que se ofrece una probada de los trastornos que genera la decisión de tener que matar una persona en pos del bien común o la libertad. Cuando uno mata a otro ser humano no vuelve a ser el mismo, no importa la historia de vida que acarree o el principio que esté defendiendo, y esto está muy bien relatado en "American Sniper". El protagonista toma decisiones que ninguna persona debería tener que tomar en su vida. Las actuaciones tanto de Bradley Cooper como de Sienna Miller son muy buenas, resaltando la del protagonista. ¿Es una actuación ganadora de Oscar? Es discutible. Si sos de los espectadores que van esperando acción, te cuento que no es ese tipo de film. Es un drama biográfico que muestra como la guerra va matando el espíritu y lo difícil que es volver de esa transformación. Hay algunas secuencias muy bien filmadas de la guerra y el duelo de francotiradores, pero no es una película de acción ni cerca. Para disfrutar con ojo crítico y formar una opinión propia sobre lo que el director nos quiso transmitir y la vivencia que tuvo el soldado norteamericano durante su servicio al ejército.
La guerra desde un tanque "Fury", un título original que poco tiene que ver con la cursi traducción que hicieron para el público latino "Corazones de hierro", es un drama bélico del director David Ayer ("End of Watch", "Street Kings") que llegó tímidamente a nuestras salas de cine, cuando en realidad es un tanque de acción, miserias humanas y buenas actuaciones. La película nos cuenta la historia de un grupo de soldados que batallan contra los nazis en un tanque de guerra aliado durante la Segunda Guerra Mundial. El quinteto está compuesto por Wardaddy (Brad Pitt), Bible (Shia LeBeouf), Gordo, (Michael Peña), Coon-Ass (Jon Bernthal) y el novato Norman/Machine (Logan Lerman). Básicamente la trama se centra en 2 pilares fuertes, por un lado los estragos que hace la guerra en el espíritu (y cuerpos) de las personas, estragos que Ayer nos muestra sin filtro y con crudeza, y por otro lado la camaradería que surge entre un grupo de personalidades bien disimiles que deben aprender a convivir y cuidarse entre ellos. A este segundo pilar, el director nos lo muestra con emotividad. Lo mejor de este film son sus protagonistas, cada uno con su identidad. Pitt es el líder del grupo, la figura de autoridad paterna, LeBeouf es el religioso, Peña el divertido, el que pone paños fríos, Bernthal es el temperamental campesino que aporta furia y Lerman es el joven idealista que está en contra de la violencia. Entre los cinco llevan adelante una trama simple pero efectiva, con algunos muy buenos momentos interpretativos, sobre todo algunos a cargo de Brad Pitt. Otra cuestión muy buena, es la acción cruda y sangrienta de los enfrentamientos armados. Estéticamente está muy bien hecha y la acción por momentos nos deja sin aire. La secuencia en la que se enfrentan el tanque de guerra de los Fury con el tanque de guerra alemán mano a mano es realmente genial. Quizás lo no tan bueno pasa por la inverosimilitud de la escena final, en la que el quinteto solo se la banca contra un batallón completo de nazis durante unas 12 horas. Es exagerado, sí, pero si vamos al caso en todas las películas de acción hay secuencias agrandadas para dotar de mayor heroísmo a los protagonistas. Lo otro no muy bueno a mi criterio es la propaganda, involuntaria espero, de la guerra. Por un lado Ayer nos transmite que el conflicto armado es algo muy brutal para la esencia del ser humano y por otro nos tira frases a lo "Amo este trabajo", refiriéndose al laburo de explotar nazis a bordo de un tanque. Sacando estos dos últimos elementos, "Fury" es una película de acción con toques dramáticos que resulta muy interesante y entretenida. Buenas actuaciones, mucha acción, momentos de drama crudo, buena estética. El saldo es positivo. Recomendable.
Otra buena historia mal contada Otra buena historia que falla cinematográficamente por la falta de tino en la adaptación y los errores de producción. "El Séptimo Hijo" se supone que debería haber sido una gran película de aventuras y fantasías ya que contaba con un presupuesto de más de $90.000.000 de dólares, un cast que incluía nombres oscarizados como Jeff Bridges y Julianne Moore y una historia entretenida de brujas, cazadores y monstruos míticos. La realidad demostró que la suma de buenos ingredientes no es suficiente para lograr algo de calidad. Acá faltó una mano experimentada en materia de narración y otra en dirección que supiera mezclar esos ingredientes. La fecha de estreno fue cambiada en reiteradas veces por falta de un cierre en la postproducción. El producto final no convencía a los propios productores que la fueron aplazando. Lo más flojo que salta a la vista es la falta de cohesión en la narración. La historia va dando saltos de tiempo irregulares que se notan fueron ensamblados sobre el final de la edición como para zafar. La forma en la que se va desarrollando la trama es bastante básica y se enfoca en los momentos de acción más que en la esencia de los acontecimientos. Por otro lado, la construcción de sensaciones en el espectador es bastante mala también. Se supone que debería producirnos un poco de temor, de vértigo por las escenas de combate, de regresión al niño interior por la aventura, pero lo único que termina produciendo es pena por percibir que se podría haber hecho algo mucho mejor. La villana no genera odio, el protagonista principal es muy insulso y el protagonista de reparto por más de que hace el esfuerzo no logra levantar demasiado la peli. Julianne Moore ("Still Alice") está muy sobreactuada y desaprovechada. Claro no sería tanta culpa de la actriz ya que somos conscientes de su talento. Creo que se equivocaron en poner a Ben Barnes ("Las crónicas de Narnia") como protagonista y no a Kit Harington ("Game Of Thrones") que le pasa el trapo en materia de carisma. Jeff Bridges ("Crazy Heart", "True Grit") hace lo que puede pero no es suficiente para elevar la propuesta. Cierran Antje Traue ("Man of Steel") y Alicia Vikander ("Anna Karenina") que están correctas en su roles pero nada del otro mundo. Los efectos visuales en sí son buenos, pero la estética utilizada es la que me resultó un tanto chota. Esas secuencias con brillo artificial como para darle solemnidad fueron realmente molestas. El demonio de 4 brazos parecía un chiste de la producción y las transformaciones de Julianne Moore en dragón fueron torpes. En conclusión, "Seventh Son" es una película que sólo podrán disfrutar a full los más fanáticos de los mundos fantásticos y las aventuras, esos espectadores que ya con ver algunos monstruos bien diseñados se dan por satisfechos. Para el que va a buscando una aventura que despierte sensaciones, está al horno. Un producto que podría haber sido mucho mejor si hubiera tenido un tratamiento más profesional.
Amigos y lágrimas forzadas "Papeles en el viento" es una peli de tipo lacrimógena que se centra en el poder de la amistad de cuatro tipos, que con todos sus problemas (que no son pocos) tratan de mantener al cuarteto unido. El grupo de amigos está compuesto por los hermanos Fernando (Diego Peretti) y el Mono (Diego Torres), Mauricio (Pablo Echarri) y el Ruso (Pablo Rago). La trama se centra en cómo tres de los cuatro amigos, Fernando, Mauricio y el Ruso , tratan de sobrellevar la muerte del Mono a causa del cáncer y ayudar a su pequeña hija a tener un futuro mejor que el que le dejó su padre. Acá aparece una de las primeras cuestiones polémicas del film. Al personaje de Diego Torres, lo pintan como un pobre tipo que más allá de ser buena persona, era un irresponsable e infantil que se deliró la guita de una indemnización en un mal negocio antes de morir, la compra de un pibe futbolista que estaba jugando en un campeonato de tercera categoría. Es extraño que luego el director trate de hacernos emocionar con la lucha de este personaje contra el cáncer ya que de entrada al público le va a caer un tanto gordo por la estupidez que carga y porque sólo llega a conocer la faceta mala del tipo. En una escena del film él mismo se pregunta con desilusión, "¿qué le dejo a mi hija?"... La respuesta es bastante tonta también, "que sea hincha de Independiente"... Y así nos pasa con los demás personajes a excepción del de Peretti. Mauricio es un chanta que entre otras cosas la cuernea a la mujer, el Ruso es un vago rematado que fracasa en cada negocio que emprende lo cual le ha generado deudas varias y el reproche constante de la esposa, y Fernando si bien lleva una vida solitaria y aparentemente aburrida, al menos no le caga la vida a la gente. De nuevo, es extraño que con semejante cuarteto el director pretenda hacernos sentir identificados y emocionarnos. En todos también hay claros rasgos de machismo, al estilo "la única mujer que realmente vas a amar en tu vida es a tu hija", cuando tres de ellos están o estuvieron casados. Las contrapartes femeninas son mostradas como brujas insoportables que sólo viven para romperles los huevos a nuestros protagonistas. Por otro lado la historia que se plantea es por momentos bastante inverosímil. Entre los tres amigos se hacen cargo del futbolista que compró el fallecido y se empeñan en no sólo sacarlo bueno, sino además hacer un negocio millonario con su pase al algún club del exterior. El pibe no es de lo más habilidoso que se haya visto, pero eso no importa, porque entre Fernando, el Ruso y Mauricio le van a hacer creer a los posibles compradores, juego de marketing de por medio, de que este es el próximo crack del fútbol. Tres tipos, que no saben nada de negociados en el mundo del fútbol van a engañar a empresarios que se dedican de lleno a esto... es muy poco creíble. Si se quiere se puede destacar el buen trabajo interpretativo de los cuatro actores, que ponen al servicio del film toda su experiencia actoral. Quizás también se puede resaltar algún que otro momento divertido a cargo de Peretti y algún atisbo de emotividad genuina. Lo demás es muy forzado y tiene pinta de haber sido concebido de manera muy desprolija. Un entretenimiento regular.
Un cierre débil Vuelven Shawn Levy, Ben Stiller y sus aventuras en el museo. El problema es que vuelven con poca nafta. La primera parte de esta trilogía planteaba una idea copada que permitía jugar mucho con los efectos visuales y la fantasía. La historia de fondo, si bien no era una maravilla, mantenía interesado al espectador y lo devolvía por un rato a la niñez. Poder ver a actores míticos de la comedia como Dick Van Dyke, Mickey Rooney y Bill Cobbs en acción nuevamente y disfrutar también de personajes históricos resultaba divertido. "Una noche en el museo" nunca fue una cosa de locos, pero entretenía. Luego llegó una floja secuela que, más allá de los efectos visuales, presentaba prácticamente lo mismo. Algunos personajes nuevos y cambio de escenario, pero la trama se empobrecía y el efecto sorpresa de la primera ya se había diluido. Con esta tercera entrega pasa algo muy similar a la peli anterior. La trama sigue girando en torno a la plaqueta de oro que da vida al museo, cuya energía se está apagando por una profecía/maldición. Para evitar la catástrofe, Larry (Stiller) viaja a Londres junto con varios personajes del museo estadounidense, algo que resulta bastante inverosímil, para encontrarse con los padres del faraón Ahkmenrah (Malek) que lo ayudarán en su misión. Entre medio, se incluye una subtrama de relación familiar en crisis entre Larry y su hijo Nick (Gisondo) que ya es un adolescente. ¿El desenlace? Ya se imaginan. Nada nuevo. Los personajes que antes causaban mucha más gracia como Jedediah (Owen Wilson) y Octavius (Steve Coogan) acá quedan bastante relegados a un segundo plano, y los nuevos personajes que se incorporan no resultan divertidos, como Tilly (Rebel Wilson) y Lancelot (Dan Stevens). En conclusión se puede decir que es más de lo mismo. Historia chata y predecible, funcional al despliegue de efectos visuales, que si bien son muy buenos, no alcanzan para levantar la propuesta. Un cierre de trilogía débil, como sabiendo que por la única razón por la cual la llevaron adelante era poder terminar con tres partes de una franquicia que si bien funcionaba en taquilla, no ofrecía algo significativo.
La historia ¿verdadera? de los Schultz "Foxcatcher" es otra de las películas nominadas al Oscar 2015 que cuenta una historia basada en hechos reales, aunque según los desencuentros que hubo entre el luchador profesional Mark Schultz, uno de los protagonistas de la historia, y Bennett Miller, director de la película, la similitud del relato cinematográfico y los acontecimientos reales no sería tanta. Schultz, luego de entender un poco más como lo había retratado Miller en el film, se volvió una furia y arremetió contra el director en Twitter diciendo que era un mentiroso, que la película era una completa farsa y que arruinaría su carrera por manchar su nombre. Luego de una conversación privada entre ambos a raíz de lo sucedido, Schultz retornó a los medios pidiendo disculpas y diciendo que en realidad "Foxcatcher" era una de las mejores películas de la historia del cine. ¿Arreglo de por medio? Luego de que todo se calmó, Schultz dio otra entrevista en la que reconoció no entender los métodos del cine y no estar de acuerdo con algunas escenas que muestra la película, pero bueno, todo sea en pos del éxito de la misma. ¿A qué voy con esto? A que nos vendieron un relato bastante inventado como si fuera real. La trama es buena, interesante, juega con la psiquis de los personajes, pero según el propio Schultz no sería verdadera en varios puntos importantes de la relación personal que se plantea entre él mismo y el millonario John du Pont. Para los que no saben, "Foxcatcher" cuenta la turbulenta relación que tuvieron dos hermanos medallistas olímpicos de pelea grecorromana, Mark y David Schultz interpretados por Channing Tatum y Mark Ruffalo respectivamente, y el excéntrico filántropo millonario John du Pont interpretado por Steve Carell en un rol muy distinto de los que nos tiene acostumbrados. Du Pont entre sus excentricidades, se convirtió en el sponsor económico y entrenador de estos dos luchadores para llegar obtener el título mundial de lucha. La relación del trío comenzó bien pero con el tiempo se fue enturbiando llegando a un desenlace trágico. La película se podría decir es un drama con toques de suspenso, al cual el espectador reacciona con asombro y un poco de incomodidad, lo cual es bueno. La trama es muy interesante y eso hace que el público se mantenga entretenido, pero el director Miller reparó demasiado en los aspectos psicológicos de los protagonistas que se ven expuestos de manera, por momentos, grotesca. La homosexualidad reprimida de dos de los protagonistas (que según Mark Schultz no es así), el leve retraso mental de Mark que lo hacía obsesivo (también negado por Schultz), la relación de du Pont con su madre, entre otras cosas. Hubiera sido mejor que se trabajara más en los matices de la relación del trío, que si bien se muestra, no ahonda lo suficiente, sobre todo en la interacción de David con du Pont. Las interpretaciones en general son muy buenas, sobre todo la Mark Ruffalo que sobresale por encima de las demás. Tatum está bien en su rol, al igual que Carell, aunque este último por momentos se torna un poco exagerado y caricaturesco. Una película interesante pero polémica en la veracidad de los hechos. Con buenas actuaciones y una historia de fondo interesante que no llega a despertar todas las sensaciones que podría haber suscitado en el espectador por su falta de profundidad en el relato. ¿Era para un Oscar? Mmm... Disfrutable.
Nace un nuevo áspero del género de Acción "John Wick" es una nueva película de acción con ganas de convertirse en una saga exitosa. Los dobles de riesgo, Chad Stahelski y David Leitch, hacen su debut como directores dándole vida a un nuevo personaje en el universo de los antihéroes de acción, y lo hacen a lo grande. Lo primero bueno que puedo decir de esta película es que está muy bien filmada, con un ritmo muy dinámico, una estética elegante e hipnótica que parece sacada de un comic y con algunas de las mejores secuencias de acción que he visto en el último tiempo. Ambos directores hicieron uso de su vasta experiencia como dobles de riesgo y lograron coreografiar peleas cuerpo a cuerpo y tiroteos de lo más realistas y espectaculares. Por el lado del guión, no hubo una tarea especialmente original pero sí se logró, junto al trabajo de los directores, brindar una historia simple pero creativa que trajo consigo lo que podría ser el universo oculto de la mafia organizada a nivel mundial. Asesinos a sueldo que llevan vidas públicas aparentemente respetables, áreas neutrales de reunión con códigos seguidos por todos los grupos criminales, fachadas impensables que esconden capitales mal habidos, lujos que pocos podrían imaginar. Todo un mundo mafioso que resulta increíblemente atractivo. ¿De qué va la trama? John Wick es un legendario ex asesino a sueldo de la mafia que por amor se alejó de todo ese sórdido mundo para llevar una vida ordinaria. Luego de que su esposa falleciera a causa de una enfermedad terminal, el mundo de Wick se viene abajo y pierde las esperanzas de vivir que había recuperado con su amor. Su esposa, sabiendo de su vulnerabilidad, le deja como legado a un pequeño cachorro de perro para que siga adelante y tenga alguien por quien vivir. En una mala jugada del destino, se topa con un grupo de mafiosos que asesina a su perro, lo último que le quedaba de su amada esposa, y hasta le roban su auto, lo segundo más importante que le quedaba. Esto genera que saque nuevamente toda su furia afuera y vuelva al ruedo para vengarse de aquellos que decidieron meterse con sus seres queridos. Como verán es una historia simple de venganza y redención, pero que cobra mayor relevancia cuando vamos viendo como decidieron relatarla. Por el lado de las interpretaciones, tenemos a un renovado Keanu Reeves ("Matrix", "Máxima Velocidad") que marca su gran vuelta al cine de acción y patea traseros con mucha clase y aspereza. El villano interpretado por el sueco Michael Nyqvist ("Millenium") también resulta carismático y hasta hace que el espectador se identifique bastante con él y las decisiones que toma a lo largo del metraje. Los demás que completan el cast como Willem Dafoe ("Pelotón"), Adrianne Palicki ("G.I. Joe"), Alfie Allen ("Game Of Thrones"), Ian McShane ("Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas") y el resto hacen un buen trabajo de acompañamiento lo que suma puntos en la calidad final del film. Una muy buena propuesta para entretenerse y disfrutar de la vuelta de un grande como Keanu. Si hacen una saga, ojalá todas las secuelas tengan la calidad de este primer trabajo. Recomendable.
Boba historia de espíritus malignos "Ouija" es la fallida película de terror de Stiles White apalancada por Hasbro, dueña de los derechos del juego, y el productor insufrible Michael Bay. La trama toma como objeto central el conocido juego de espiritismo, a través del cual unos espectros malignos aterrorizan a un grupo de jóvenes insulsos que funcionan con la lógica de "Destino Final", en la que uno a uno son perseguidos por el mal para eliminarlos, pero con una actuación más precaria. En "Ouija" todo se queda a mitad de camino, la historia, las secuencias de terror, las actuaciones... Más allá de una cuidada estética, en la que se nota pusieron empeño, el film prácticamente no logra asustar y se vale de artilugios super gastados que nos dan a pensar que le han puesto muy pocas ganas a la construcción del relato. White es un debutante en la dirección y, como suele suceder con este tipo de iniciación de alguien que viene del palo de los efectos visuales, se nota que el foco del tipo estuvo puesto en lo audiovisual y no en el trabajo de dirección y guionado. Sí, además de dirigir mal también escribió esta historia aburrida que de terror tiene poco y nada. El film cuenta la historia de dos amigas, Laine y Debbie, que desde chicas juegan Ouija. Uno de ellas, ya crecida, queda un tanto obsesionada con la tabla y vuelve a jugarlo pero sola, algo que según las reglas nunca debe hacerse. Misteriosamente (para los demás) Debbie se suicida y Laine junto con su hermana y amigos tratan de contactarla a través de la Ouija para saber qué fue lo que la llevó a esta drástica decisión. Lo que sigue son los clichés típicos. Se contactan supuestamente con Debbie que resulta ser finalmente un espíritu maligno, este espíritu comienza a cazarlos uno por uno mientras tratan de develar el misterio de cómo destruir a la fuerza demoníaca. Efectos de sonidos bruscos, gritos, puertas que se abren solas... todo ya lo hemos visto en pantalla miles de veces. Las subtramas como la relación conflictiva de Laine con su hermana Sarah o de Laine con su novio, son iguales de aburrida a la trama principal y no aportan nada más que relleno para una historia desabrida. Un exponente más del terror que le hace mala fama al género y lo sigue hundiendo en el pozo de la desazón y la incredulidad.
Un cierre digno y entretenido Mucho se había hablado sobre este nueva trilogía de Peter Jakcson y mucho se la había comparado con su obra máxima, "El Señor de los Anillos". La verdad es que en ese enfrentamiento "El Hobbit" resultaba ser siempre la perdedora y con razón. Para empezar, en las historias contadas en los libros de Tolkien, "El Señor..." es mucho más rica y compleja que el "El Hobbit", por lo cual ya de entrada la historia es superior. Dicho esto, las aventuras del hobbit Bilbo Bolsón no son para menospreciar en absoluto, pero no tienen tantos matices como la obra máxima de Tolkien. Bastante alto había comenzado esta nueva trilogía de Jackson con "Un viaje inesperado", introduciéndonos nuevamente en la Tierra Media, presentándonos personajes que conocíamos de los libros pero nunca habíamos visto en el cine y entreteniéndonos con aventuras épicas y mágicas. En la segunda parte, "La desolación de Smaug", el entusiasmo y la calidad decrecieron un tanto, el primer factor por el hecho de que se planteó un estiramiento innecesario de la trama con un fin puramente económico y el segundo por el estancamiento de la dinámica del relato para enfocarse en detalles que, por más lindos que resultaran a la vista y a la imaginación del fan, eran bastante superfluos. Estirar tanto una historia tiene efectos despotenciadores en su impacto. Situaciones que en el libro eran realmente interesantes, se terminaban desinflando en la película por este alargamiento. Por suerte esta tercera parte y cierre de la trilogía, vuelve renovada, más dramática, épica y oscura. Finalmente Jackson avanza con todo el cierre de la manera que esperábamos, con mucha ansiedad creada en el espectador, con grandes momentos de tinieblas, traición, camaradería, amistad y, sobre todo, mucho heroísmo. El comienzo ya es dinámico y marca los épico que va a ser todo lo que sigue. Las batallas son grandilocuentes y recuerdan nuevamente la gran producción de "El Señor...". Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, a pura espada, flechas y lanzas, nos ofrecen aventura combinada con mucha acción de la buena. Podrán ver ejércitos de elfos, de orcos, de enanos, de hombres, todos batallando por una porción de la riqueza de Erebor, riqueza que hizo perder la cabeza a los antepasados de Thorin y ahora amenaza a la integridad del mismísimo rey enano, teniendo como titiritero al señor oscuro, Saurón. Un gran final para esta historia de aventuras y heroísmo, que por más de que trastabilló con un estiramiento innecesario, se las arregla para despedirse con muchos homenajes y guiños a sus fanáticos. Un verdadera fiesta para los amantes de la Tierra Media.
De lo peor que podés llegar a ver este año Algunas congregaciones religiosas apocalípticas se están armando de más dinero y recursos para llevar su propaganda a la gran pantalla, lo cual no está mal, pero el problema que están teniendo es que esos recursos que están consiguiendo no tienen la mejor calidad o conocimiento del mundo del cine. Seguramente varios se sorprenderán en saber que esta película es en realidad una remake de otro trabajo que se estrenó en el año 2000 con el mismo nombre que también era bastante mala. No sólo esto, sino que luego hubo una segunda y tercera parte, en los años 2002 y 2005 respectivamente, que también fueron muy malas. Por eso digo que hay que tener recursos y ganas para reflotar un producto como este y volver a ofrecer algo igual de malo o peor que el original. En primer lugar, si me querés transmitir algo tan delicado como una creencia religiosa, tenés que tener a un buen grupo de guionistas, que con sutileza e ingenio me hagan comprar la idea o parte de ella. Acá los escritores parecen gente con poco experiencia o poco profesionales, ya que sin ningún tipo de inteligencia nos vomitan toda la historia con diálogos tontos y bajadores de línea. No se remiten a ningún dato histórico, no le recuerdan al espectador lo que es el Apocalipsis, no vuelven sobre las lecturas de la Biblia más allá de alguna referencia, nada. Simplemente nos dicen que llegó el Apocalipsis y se llevó a los creyentes para dejar sobre la faz de la Tierra sólo a los condenados. No leí la novela del escritor Jerry B. Jenkins, pero si la trama del libro es igual a lo que nos ofrecen en la película, no entiendo como llegó a ser best seller. Hace poco salio otro film al estilo llamado "El Remanente", que también era malo y era aún más fundamentalista, pero al menos le había puesto un poco más de huevo a la producción, con algunos efectos visuales que zafaban. Acá directamente los efectos son pésimos y aburridos. Por ejemplo la desaparición de los creyentes es patética y las explosiones son super artificiales. Luego tenemos el tema de las interpretaciones... Bueno, Nicolas Cage parece que anda nuevamente corto de guita y aceptó hacer algo que le redituara unos mangos. Por supuesto que su rol es lo de siempre, tipo complicado que en realidad tiene buen corazón. Actuó en piloto automático. Los demás, Nicky Whelan, Chad Michael Murray, Lea Thompson, Cassi Thompson, Jordin Sparks, pierden aceite a lo loco. Aburrida, de producción pobre, mal guionada, con bajada de línea religiosa torpe. no hay mucho más para agregar. Esquívenla.