Entretenido y liviano musical "En el bosque" es la adaptación cinematográfica de la obra musical de Broadway con el mismo nombre, escrita por Stephen Sondheim y James Lapine. Como sabrán los que siguen mis reseñas, no soy un gran fan de los musicales adaptados al cine. Más allá de esto, trato de apreciar los elementos cinematográficos y el entretenimiento que ofrece para darles una crítica sincera sobre el producto. Desde el punto de vista técnico la película está muy bien realizada. Si bien no es la panacea de los grandes efectos, hay que reconocerles que los ambientes que crearon transmiten la magia y el misterio que uno podría esperar de un film que incluye cuentos clásicos como el de "Caperucita Roja", "Rapunzel", "La Cenicienta" o "Jack y las Habichuelas Mágicas". Por otro lado, tenemos la inclusión de una gran cantidad de nombres fuertes en Hollywood que le dan más nivel a la propuesta. Meryl Streep, Anna Kendrick, Emily Blunt, Christine Baranski y Johnny Depp entre otros, son caras ya conocidas en el mundo de las películas musicales y el teatro, y saben llevar bien una producción de este tipo. Personalmente creo que Meryl se destaca demasiado por sobre el resto de cast, y un poco más abajo, pero en una posición también preponderante, podemos remarcar las intervenciones de Emily Blunt, Anna Kendrick y la niña que hace de Caperucita, Lilla Crawford. La aparición de Johnny Depp es prácticamente un cameo, por lo que no esperen mucho de él sus seguidores. Las letras y la música compuesta es bastante pegadiza y es simpática al oído, aún más que Sweeney Todd, también de Sondheim. Me resultó un poco cansadora la frecuencia con la que se cantaba en el film, pero bueno, es un musical justamente. Entre lo negativo que puedo resaltar, en primer lugar voy a mencionar la narración. En el film suceden muchas cosas al mismo tiempo y todas pasan demasiado rápido, sin profundizar en algunas cuestiones que al espectador le gustaría ver en una película. Por más de que los cuentos tomados para la historia son ampliamente conocidos, para que la narración sea un poco más amigable (sobretodo si es un musical que de por sí es exigente) se debería ahondar un poco más en la historia de sus protagonistas, que acá son vomitados a la pantalla sin ninguna preparación. A su vez, teatralmente hay cuestiones que se pueden dar de manera más natural que en el cine, como por ejemplo las interpretaciones un tanto más remarcadas o exageradas. En "Into the Woods" constantemente hay exceso de teatralidad y esto se vuelve un poco pesado. Por último, diré que la trama en general me pareció superficial, más centrada en el acting de interpretación musical que en la historia de fondo que presenta la película y esto produce menos empatía con los protagonistas, que cantan y cantan sin parar. Un musical bien adaptado en líneas generales, que presenta una lluvia de estrellas hollywoodenses demostrando sus dotes musicales, que en su trama resulta bastante liviana y funcional al acto de filmar escenas musicales coreografiadas. Muy dirigida a los amantes de los musicales.
La lucha personal de Stephen Hawking "La teoría del todo" es una de esas películas dramáticas que gran parte del público amará por lo emocional y superador de la historia, mientras que otra parte del público (menor) la rechazará por percibirla cursi y manipuladora. Personalmente creo que posee algunos elementos buenos y otros más viciados. Para comenzar por lo negativo voy a coincidir con las personas que percibieron un gran esfuerzo, demasiado subrayado por momentos, en pos de conseguir el llanto y bajarle la guardia al espectador. No se si les pasó lo mismo a muchos de ustedes, pero yo fui al cine buscando conocer más sobre la genialidad de la obra de Stephen Hawking y/o su historia de amor con Jane Wilde, quien escribió la novela sobre la cual se basó el film, pero en vez de esto me encontré con que la obra científica del físico se toca muy por arriba, la historia de amor con Jane es la que se lleva la mayor atención pero termina mal, y que en realidad la trama se enfoca demasiado en el deterioro físico y la enfermedad del protagonista. Con estas cuestiones para mi restó puntos porque cae en el cliché y se ubica en ese subgénero del minusválido famoso cuya historia de vida resulta interesante por la lucha que libró con su discapacidad y no por los logros que lo llevaron a ser reconocido. La otra cuestión negativa se relaciona bastante con lo que acabo de señalar. Nos venden este biopic como LA historia de amor eterno entre Stephen y Jane, y en mi caso que no había leído la novela ni sabía mucho de la vida personal del científico me encuentro con que la gran historia de amor en realidad termina con los dos tomando caminos separados por el desgaste al que se vieron sometidos por la enfermedad de Hawking. Como lo apunté en mi crítica a la película "Amour" de Michael Haneke, no creo, o al menos es muy discutible, que la definición por excelencia del amor conyugal sea vivirlo mientras todo esté diez puntos pero cuando la cosa se comienza a complicar en serio, la relación se torna en un calvario hasta que una de las partes no soporta más y da fin a la relación. En "La teoría del todo" Jane es la mujer 10, la esposa ejemplar y valiente que hace frente a la enfermedad del marido en pos del amor, al menos hasta que pasan unos 20 años, se cansa y se enamora de otro tipo, con el cual se sugiere en la historia tuvo un amorío mientras seguía casada con Hawking. Lo mismo hace Stephen, que termina enganchándose con su terapista de lenguaje. El gran amor de la pareja... un tanto endeble. Pasando ya a lo positivo, remarco las buenas actuaciones de Eddie Redmayne ("Les Miserables") y Felicity Jones ("La mujer invisible"). Su química en pantalla resultó creíble y fresca. Por otro lado, me gustó la premisa de mostrar el lado más humano de Stephen Hawking, de poner en pantalla a una persona que se conecte con el público y nos muestre su historia de amor (o desamor en este caso). El enfoque del guión me parecía acertado y fresco para un biopic, salvo que finalmente la gran historia de amor no terminó como uno imaginaba. La fotografía también es buena y nos traslada por un rato a la Inglaterra de los 60s. El balance general es el de un buen entretenimiento, que mueve al espectador y lo conecta con los protagonistas, aunque algunos de los recursos utilizados caigan en el cliché y el golpe bajo. No es una de las mejores películas del año y probablemente no debería haber sido nominada como Mejor Película en los Oscar, pero es el tipo de film del que disfruta gran parte del público al que no le importa pensar en los artilugios usados por el director, sino que le interesa sentirse motivado, emocionado y entretenido.
Mundo Wachowski Los Wachowskis vuelven al ruedo con una super producción que lamentablemente no tuvo el resultado que esperaban. ¿Es un moco? No. ¿Es un peliculón que la gente no supo apreciar? Tampoco. En realidad es un buen film de aventuras y ciencia ficción, que si bien logra entretener no llega a maravillar y se torna un producto de corto o, a lo sumo, mediano plazo. Hoy en día con la cantidad de bombardeos del cine no alcanza con ser un producto aceptable, menos si el presupuesto dedicado a la producción sobrepasa los 170 millones de dólares. Lana y Larry insisten en la creación de mundos intergalácticos complejos en los que insertan una historia que más o menos funciona. El problema es que se concentran demasiado en la elaboración del contexto de la historia y no en la historia misma. En esta ocasión nos presentan a Júpiter Jones, interpretada por Mila Kunis, una joven de ascendencia rusa que limpia casas para ganarse la vida. El tema es que Júpiter no sabe que en realidad es parte de una poderosísima familia que controla parte de la galaxia, los Abrasax. Cuando los intereses económicos y políticos de sus familiares se ven amenazados por su existencia, mandan a distintos grupos de cazadores a eliminarla. Entre estos mercenarios, se encuentra Caine Wise, Channing Tatum, un híbrido mezcla de lobo y humano que se arrepentirá de su misión y la ayudará a mantenerse a salvo de las garras de sus familiares galácticos. La ayudará mucho, ya que durante todo el metraje Júpiter la juega de damisela en peligro, un tanto inútil. Y... primero que todo, tiene varios clichés. El mercenario que se enamora de la protagonista es algo ya un tanto gastado. Que Júpiter sea una débil mujer que debe ser protegida y salvada por el machote, también es antiguo. Y así hay algunos clichés más. Por otro lado, presenta un nuevo mundo de ciencia ficción que si bien tiene referencias a varios exponentes del género que ya hemos visto, resulta atractivo a los sentidos y una bocanada de aire con respecto a la creciente cantidad de remakes y secuelas. Acá no queda otra que aplaudir a los hermanos Wachowski, que más allá de que no vienen teniendo mucho éxito, nunca bajan los brazos y siempre nos quieren ofrecer algo distinto, nuevo, que no hayamos visto aún. Estos mundos mágicos de ficción pueden gustar más o menos, pero es innegable que los tipos le ponen mucha garra y talento para crearlos. El problema de estos directores y escritores es que elaboran ideas grandilocuentes que luego no son bien moldeadas en el guión. Se limitan para poder llevar adelante la historia de manera fluida y original, y terminan cayendo en varios lugares comunes del género de la ciencia ficción y la acción. Suman por el lado de la innovación en el planteamiento de la trama y en los aspectos técnicos, pero restan a la hora de llevar adelante la idea y hacer un cierre digno de un film de estas dimensiones. Es entretenida, colorida, con buenos efectos visuales y una premisa no tan común, pero también es un poco estruendosa de más, contiene varios clichés y abarca más de lo que puede apretar. Sólo para fanáticos de la ciencia ficción.
Un llamado de atención a la ignorancia "The imitation game" es una película sobre la labor durante la Segunda Guerra Mundial del matemático, llamado el padre de la computación, Alan Turing. Poco se conocía de su genialidad y gran aporte al fin de la guerra, en gran parte, por la torpeza de una mentalidad obtusa de la sociedad de esa época que lo relegó a las sombras por el solo hecho de haber sido homosexual. Y de eso justamente se trata la película, de reivindicar y hacer conocer un poco de la vida de este atormentado genio que hizo un gran aporte a la humanidad mientras que esta sólo le dio la espalda. Como buen superdotado, Turing era un tipo incomprendido y bastante insoportable, tanto que enfurecía a casi cualquier persona que tuviera que lidiar con él, ya sea laboralmente como en la vida cotidiana. Con varios problemas familiares desde su infancia, esto tampoco ayudó a formar un carácter amable en él. Bullying en el colegio, la pérdida de su primer amor a causa de la tuberculosis, algunos problemas mentales como la paranoia... no debe haber sido nada fácil ser Alan Turing. El director Morten Tyldum ("Headhunters") junto al guionista Graham Moore hicieron un gran trabajo, dándole a la trama una combinación de drama y suspenso que mantiene interesado al espectador. La dupla protagonista que conformaron Benedict Cumberbatch y Keira Knightley tuvo buena química, esta última sabiendo despertar el lado amable y más humano de Benedict en la piel de Turing. Los carrera armamentística nazi era muy avanzada para la época y entre algunas maravillas de la guerra, tenía un sistema de comunicación en clave al que los británicos llamaron "Enigma". Los aliados al conocer de este recurso, se dieron cuenta que descifrando los códigos podrían aventajar a los alemanes y fue por esto que armaron un grupo de trabajo con mentes brillantes entre las que se encontraba la del matemática Alan Turing. Cuando la investigación y las pruebas llegaron a puntos desalentadores para todo el equipo, fue Turing quien vio más allá y puso en marcha la construcción de una máquina que pudiera descifrar a Enigma. Esto, junto a su soberbia y falta de tacto, llevó a que se produjeran grandes discusiones con sus propios compañeros de equipo como con los directivos del proyecto. La historia contada en el film, nos muestra como sus compañeros supieron descubrir el lado bueno del matemático y como éste también aprendió de ellos, sobre todo lo que hace a don de gentes. La perseverancia, el trabajo incansable, la visión atinada del bien común (algo que no siempre es fácil de dilucidar) y la gran inteligencia llevaron a este hombre a jugar un rol fundamental en la historia de la humanidad y nosotros casi no sabíamos de su existencia. Aplaudo a quien se le ocurrió rescatar la figura de Turing. Desde el punto de vista cinematográfico, la adaptación del libro de Andrew Hodges está muy bien llevada a lo audiovisual, quizás con un ritmo un tanto más lento que lo que puede ofrecer la lectura, pero con un desarrollo que permite al espectador identificarse con el personaje principal. Por momentos lo detestás, otro te parece un crack, luego lo volvés a despreciar un rato y más tarde lo querés de nuevo. Se hizo un buen trabajo exhibiendo las fortalezas y las debilidades de la persona. La interpretaciones como resalté más arriba en esta reseña son muy buenas, sobre todo Cumberbatch que brinda una performance entrañable. El reparto acompaña muy bien y se notó que hubo una dirección cuidado en cada escena. Un film biográfico para conocer sobre algunas personalidades que han hecho mucho por el mundo y de los cuales se sabe muy poco. Una película que nos muestra nuestros errores como sociedad con el fin de que aprendamos algo para mejorar en el futuro.
Un santo bizarro "St. Vincent" es una de esas comedias de las que suelo desconfiar mucho por la temática y los posters de promoción baratos, pero la verdad es que fue una grata sorpresa la que me llevé. Sinceramente pensé que esta película sería alguna especie de compromiso comercial cuyo único mérito era tenerlo a Bill Murray en su reparto, pero felizmente me equivoqué. Este trabajo del director Theodore Melfi es un buen ejemplo de cómo la forma de contar una historia, las interpretaciones y una buena dirección pueden lograr que una historia simple y hasta con varios clichés, se convierta en un producto realmente disfrutable. La trama nos muestra la relación de cuatro personas que por circunstancias de la vida se ven obligadas a interactuar entre ellas. Por un lado tenemos al protagonista máximo sobre el cual gira la historia, Vincent (Bill Murray), un veterano amargado y vicioso que lleva una vida desastrosa, por otro lado tenemos a la dupla vecina compuesta por Maggie (Melissa McCarthy) y Oliver (Jaeden Lieberher), una madre soltera que hace malabares para poder darle a su pequeño hijo una vida normal, y finalmente tenemos a Daka (Naomi Watts), una prostituta embarazada que busca sobrevivir como puede siendo una de sus principales entradas económicas los servicios sexuales que le presta a Vincent. La historia es un relato de redención, de esos que ya hemos visto algunas veces en pantalla, en el que la persona deprimida y golpeada por la vida se topa con los compañeros de camino más impensados que lo animan a poder tener una segunda oportunidad y encontrar la felicidad. Hasta suena clicheroso y la verdad es que cae en algunos lugares comunes de este subgénero, pero Melfi se las arregla para dotar a la película de simpatía, humor, crudeza, frescura y mucha coolness para entregar un combo arrollador. Lo más destacable es la presencia de un Bill Murray ("Groundhog Day", "Perdidos en Tokyo") en su mejor momento interpretativo. Despreciable y querible al mismo tiempo, nos regala un personaje que nos va a hacer repensar la manera en que medimos a la gente que nos rodea, sobretodo a esos que nos suelen caer mal. El resto del reparto acompaña muy bien también, sobre todo Melissa McCarthy que hace una buena actuación cómica-dramática. Hay algunas perlitas realmente espectaculares como ver a Murray bailando borracho y tarareando clásicos como "Somebody to love" de Jefferson Airplane. También hay algunos mensajes divertidos pro amor cristiano, tratados de una manera inteligente y no adoctrinante, lo cual resulta refrescante en el mundo del cine. Lo más negativo tiene que ver con algunos golpes bajos que pusieron en la historia como la enfermedad de uno de los actores de reparto y algunas vueltas de tuerca melosas, pero Melfi finalmente sortea los pozos de lo ordinario y sale airoso con una propuesta divertida que deja el corazón contento. Recomendable.
Angelina va puliendo pero aún no lo logra "Unbroken" es el segundo largometraje dirigido por Angelina Jolie que, luego de la vapuleada "In the land of blood and honey", logra hacer crecer un poco más su rol de directora aunque no le alcanza para que la incluyamos dentro del grupo de buenos directores. La película se basa en el bestseller de Laura Hillenbrand "Invencible: Una historia de supervivencia, valor y resistencia durante la Segunda Guerra Mundial" que cuenta las memorias de Louis Zamperini, un atleta olímpico devenido en soldado que debió superar la dura prueba de sobrevivir 47 días a la deriva en un bote salvavidas junto a dos compañeros de batallón y luego 2 años como prisionero en un campo de concentración japonés. A priori suena bastante bueno todo, pero en la práctica hubo varios elementos que no le permitieron convertirse en un film trascendente. En primer lugar hablemos de la historia en sí. Jolie plantea la narración como el interminable calvario de un hombre, heroico, cuya vida pareció ser un compendio de mala suerte y sufrimiento. Más allá de esto, Zamperini logró sobrevivir y superar los difíciles obstáculos que le puso la vida. Acá creo que está el primer elemento débil de "Unbroken". Tanto directora como escritores se concentraron demasiado en el sufrimiento del protagonista y no en la superación de los acontecimientos. El verdadero Louis Zamperini vivió hasta el año 2014, en el que falleció a los 97 años. Para que el relato fuera un verdadero exponente de superación, deberían haberle dado un poco más de rosca a la vida luego del horror y no tanto a la supervivencia pura durante los eventos, sobre todo si el sacrificio del protagonista dura 137 minutos. Jolie se enamoró de mostrar más el sufrimiento que la superación. Otro elemento que me pareció debilitó la propuesta fue el querer abarcar demasiado. Los eventos trágicos de Zamperini casi que podrían haber sido películas individuales por la cantidad de tiempo y detalle que se les otorgó. Creo que no se supo priorizar los momentos más relevantes y ofrecer una película más expeditiva. Esto, junto a la repetición constante de los sacrificios que debió hacer, produjo que el espectador llegue al último mirando el reloj y pidiendo la hora para que se termine la épica. Finalmente en el apartado negativo, el guión que escribieron los hermanos Coen junto a Richard LaGravanese ("Pescador de ilusiones") y William Nicholson ("Gladiador") fue bastante liviano y con poca substancia. Un compilado de un tipo con mucho espíritu que le hizo frente a las situaciones más extremas. No todo es malo en "Unbroken". La fotografía es realmente muy buena y Angelina Jolie logra ofrecernos algunos momentos épicos como la batalla aérea del principio o el bombardeo al bota salvavidas. Como digo al comienzo, se nota que Jolie está puliendo sus dotes como directora, aunque aún cae en algunas trampas de manual y se desvía en la búsqueda de grandilocuencia en pos de cosechar algún premio. Ojalá la tercera sea la vencida.
Un cierre poco digno Llegó la tercera parte de la saga y se cumplió mi miedo. El cierre de la trilogía de Bryan Mills es la más floja de las tres entregas. Gran parte de la culpa se la hecho al productor Luc Besson, que no supo parar donde debía. Al menos podría haber contratado a un director más picante que Olivier Megaton, cuyos trabajos anteriores no han sido de lo más copados. "El Transportador 3", "Búsqueda Implacable 2", "Colombiana", son películas de acción de calidad media, algunas más entretenidas que otras, pero que no causan impacto verdadero. Este cierre de trilogía adolece de la misma enfermedad. "Búsqueda Implacable 3" tiene un guión bastante chato, con varios problemas de narración, algunas hazañas inverosímiles y mucha acción PG-13. Las coreografías de pelea cuerpo a cuerpo, las explosiones y las persecuciones están muy bien logradas, pero ese es algo que ya sabemos que Besson y Megaton saben hacer. Esta vez estábamos con ganas de que cambiaran el chip de la venganza como motor principal de la trama y nos ofrecieran algo más original, pero no, se quedaron en la zona de confort y cruzaron lo dedos para recaudar con el efecto de cola de las entregas anteriores. Como escribí en la reseña de la segunda entrega de "Taken", la historia de fondo de la primera película era interesante, se adentraba en el mundo de la trata, las mafias organizadas del poder y el dinero. En los dos filmes posteriores la trama viró hacia la venganza pura, algo que ya hemos visto en el cine miles de veces. Otro error creo es haber minimizado cada vez más los personajes de Lenore (Famke Janssen), la ex esposa de Mills, y Kim (Maggie Grace), la hija. Con cada entrega se volvieron más superficiales e inútiles, al punto tal de que a Lenore la matan en esta tercera entrega y ya nos lo muestran desde el trailer. Con el rol de Kim, repito también lo que dije anteriormente en la reseña de la segunda parte, ¿no habría sido más interesante hacer que Kim se volviera una adulta más áspera digan hija de su padre? No, la siguieron poniendo en el rol de damisela en peligro. Otra cuestión floja tuvo que ver con las embestidas que recibió el protagonista. Hay al menos dos secuencias que son un tanto ridículas por como se manejaron. Por ejemplo en una de ellas Bryan Mills cae dentro de un auto por el hueco de un ascensor que apenas toca el piso explotar varios pisos hacia arriba llegando la llamarada hasta el techo. No nos explican como Mills logra salir ileso, pero acto seguido lo vemos casi sin ningún rasguño. Realmente nos subestiman. Por último pero no menor tomaron al esposo de Lenore, Stuart St. John, y cambiaron al actor original para ponerlo a Dougray Scott, cuyos roles en cine son casi en el 100% como villano. Si ves bastante cine, al verlo aparecer ya te das cuenta de como viene la mano con todo lo que va a pasar. Liam Neeson está muy bien en su rol como siempre. Es un tipo con una presencia increíble en pantalla, pero ni él logra salvar a esta película de caer en lo común. Un final bajo para un personaje altísimo que se merecía un cierre con gloria y calidad.
La comedia fallida del bigote Una comedia más que no llega a convencer, ni desde su guión, ni tampoco desde sus actuaciones. Las sensaciones que tuve todo el tiempo que estuve viendo "Mortdecai" fueron de fastidio, aburrimiento y esperanza de una mejora que nunca llegó en los 107 minutos que dura la película. Para empezar el personaje que compusieron para Johnny Depp se pasa de caricaturesco y termina resultando bastante molesto. Un exagerado rico excéntrico que se dedica a estafar para agrandar su colección de arte; ya lo hemos visto. La personalidad que le imprimieron; es realmente una mala copia del inspector Clouseau de "La Pantera Rosa" con algunos rasgos de ese personaje maldito que le ha costado la credibilidad a Depp, el Capitán Jack Sparrow. El resto del cast, Gwyneth Paltrow, Ewan McGregor, Paul Bettany, Olivia Munn y compañía, quedan también muy desdibujados y caricaturizados de una manera poco divertida. El humor utilizado pretende ser una mezcla de comedia inglesa con algunos toques bizarros a lo Wes Anderson y la verdad es que resulta muy poco efectivo. Me debo haber reído tímidamente unas 3 o 4 veces durante toda la película. Entiendo lo que se quiso hacer desde lo humorístico, pero el resultado no fue el deseado. Las pocas críticas positivas dan cuenta de esto. Por el lado del guión, si bien no es una historia de fondo mala, es un rejunte de tramas que hemos visto mil veces. El rico excéntrico que roba arte por placer lo vimos en el film "El caso de Thomas Crown" con Pierce Brosnan o "La emboscada" con Sean Connery. En "Mortdecai" el director David Koepp utiliza la misma fórmula pero tratando de llevarlo a un plano menos convencional, lo que lamentablemente no funcionó. Creo que si hubiera afinado mejor los diálogos humorísticos y no hubiera tratado de imitar a los personajes de Wes Anderson, el balance que estoy haciendo sería distinto. Quizás no una gran película de comedia y acción, pero sí un entretenimiento más aceptable. Sin mucho más que decir, sólo para fanáticos incondicionales de los personajes extraños de Johnny Depp. No recomendable.
Potencial que no llegó a despegar Esos simpáticos pingüinos que se habían robado varias escenas en las películas de la saga de "Madagascar", se merecían un spin off... ¿o no? Bueno parece que la cosa no salió tan bien. En primer lugar nos introducen en el origen de los cuatro protagonistas, Skipper, Kowalski, Rico y Cabo en la Antártida. Nos muestran muy rápidamente de donde vienen y cómo se conocieron cuando eran niños para llegar al momento en que se cruzan con Alex, Marty, Melman y Gloria, los protagonistas de "Madagascar", y su posterior viaje en solitario hacia nuevas aventuras. A partir de esa conexión breve y explícita para apalancar el interés del público que pueda llegar a ser ocasional en la sala de cine y no entender el contexto, se podría decir que comienza la verdadera trama del film. Personalmente encontré esta introducción un tanto aburrida y con poca chispa, lo que ya me advertía desde el comienzo que quizás esta cinta no sería tan divertida como había imaginado. Una vez que se comienza a develar el nudo de la historia me voy encontrando con un relato demasiado básico que no llama la atención, mucha irregularidad en los chistes, un grupo de personajes secundarios que no generaban empatía con el espectador y un pulpo villano que no me despertó más que irritación. Dave, el pulpo en el papel de malo de la película, no llega a ser ni demasiado sinvergüenza ni divertido. Si bien su motivación para hacer las maldades que hace está buena, termina siendo demasiado tonto y su verborragia llega a irritar. Por el lado de los personajes de reparto, el grupo de espías llamado Viento del Norte, tampoco encontré demasiada diversión. El cuarteto compuesto por Classified, Corporal, Short Fuse y Eva, lo único que tenía de interesante era que las voces estaban a cargo de algunos actores de renombre como Benedict Cumberbatch y Peter Stormare, pero casi ni se notaban que eran ellos porque a diferencia de otras producciones en las que a los personajes animados se les imprime características reales de la personalidad de sus actores, acá prácticamente ni se calentaron y no permitían relacionar al actor con el personaje. Una lástima porque podrían haber aprovechado semejante figuras para subir el nivel de la propuesta y no sólo ponerle voz al escuadrón. Hay algunos momentos que divierten, no todo es aburrimiento, pero creo que el potencial que habían demostrado los pingüinos en la saga "Madagascar" acá se vio desperdiciado y dio la sensación de que todo se cerró a último momento para cumplir con el estreno. Una pena ya que me hubiera gustado ver algo más zarpado que lo que se mostró. En recaudación les fue bien a nivel global, pero no se si lo suficiente para hacer una secuela. Esperemos que si deciden avanzar con la franquicia suban el nivel de guión y nos brinden algo realmente diferente.
Ser el número 1 no es para cualquiera "Whiplash" es una excelente película que con mucha pericia nos ofrece una historia de relación turbulenta de mentoría entre en un joven baterista en busca de la gloria y un profesor del conservatorio dispuesto a llevar las cosas al extremo, tanto psicológica como físicamente, para que su alumno logre ser perfecto y él alanzar también la gloria como maestro. La premisa es simple pero contundente. Estamos por presenciar hasta donde es capaz de llegar un persona por un sueño convertido en obsesión. Algo parecido nos había mostrado Aronofsky con su "Cisne Negro" y la obsesión patológica de Nina Sayers por ser la bailarina número uno de una prestigiosa compañía de ballet. Acá la acción se traslada a un importante conservatorio musical de los Estados Unidos en el cual conviven muchos talentos musicales, pero pocos realmente sobresalientes e históricos. Uno de estos últimos es un profesor llamado Terence Fletcher (JK Simmons), de polémicos métodos de enseñanza que incluyen violencia verbal, psicológica y hasta por momentos física. Por otro lado tenemos a Andrew Neimann (Miles Teller), un aspirante a genio de la percusión que está dispuesto a sacrificar casi todo con tal de llegar a la cima y ser recordado como un grande de la batería y el jazz. Toda el alma del fim está en la relación/duelo entre estos dos personajes, maestro y aprendiz, que con todas las diferencias del caso están igualmente obsesionados y averiados mentalmente en su búsqueda de la perfección musical. El director Damien Chazelle hace un trabajo extraordinario imprimiéndole vértigo, intensidad, suspenso y mucho drama al relato. Miles Teller y JK Simmons nos regalan dos interpretaciones fabulosas e hipnóticas, sobre todo Simmons en el rol del carismático pero altamente nocivo Profesor Fletcher. Un tercer protagonista se hace presente; la increíble música compuesta por Justin Hurwitz, Hank Levy y el mismísimo JK Simmons. Si ya te gustaba el jazz, es una buena oportunidad para disfrutarlo durante todo el metraje y si no conocías demasiado, es aún mejor porque te hace interesarte en él. Los momentos de tensión están muy bien logrados, sobre todo porque Chazelle comienza de manera mesurada y de a poco nos va llevando hacia la locura que quiere que vivenciemos junto a los protagonistas. Cuando sobre el final todo debería parecer una gran locura, ya nos ha atrapado con su relato y le seguimos la corriente. La avería psicológica ya forma parte de nosotros y queremos que por más nociva que resulte la relación, ambos lleguen a su destino, por más de que arruinen sus vidas en el proceso. Pequeña gran película nominada a un Oscar como "Mejor Film" que, en mi opinión, debería ser fuerte candidata a ganarlo. Muy recomendable.