Martin Richard, Krystle M. Campbell y Lü Lingzi fueron las víctimas del atentado del 15 de abril de 2013 en la maratón de Boston. Dos bombas caseras que explotaron cerca de la línea de meta, mientras la carrera finalizaba, mataron a tres personas e hirieron a más de 280. En Patriots Day, el director Peter Berg apuesta a la acción, al homenaje y al mensaje antiterrorista. Para conseguirlo repite la fórmula de Deepwater Horizon: historia catastrófica verídica con un poco de Mark Wahlberg.
La comedia Going in Style, estrenada en el ’79, fue la primera película de Martin Brest, director de Scent of a Woman y Meet Joe Black. Si bien en su momento pasó desapercibida, 33 años después y de la mano del director Zach Braff y del guionista Theodore Melfi llega su remake. La versión siglo XXI aterriza con Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin a la cabeza y cuenta con las esporádicas apariciones de un Matt Dillon, que vive en un frasco de formol, y de la experimentada Ann-Margret. El trío protagónico saca a flote casi como por inercia un film que no pasa de agradable y que ironiza sanamente con la economía norteamericana.
Axel, Javier y Lucas conforman la banda argentina de culto Auto Reverse, desintegrada en los ’90 porque uno de los miembros se fugó del país por un enigmático motivo. Santiago Segura, Diego Peretti y Diego Torres trabajan en Casi Leyendas bajo las órdenes del polifacético Gabriel Nesci, director y guionista de la película, así como también compositor de sus canciones. El feeling del trío protagónico, los homenajes y la combinación entre escenas cargadas de dramatismo y toques de humor negro sientan las bases de una producción sumamente agradable, aunque no por eso exenta de asperezas.
Silence es un drama religioso de casi tres horas de duración, protagonizado por dos de los actores del momento y dirigido por uno de los mejores directores de la historia del cine. ¿Con qué frecuencia uno se encuentra en cartelera con una película que combina tantas partes aparentemente incompatibles? El estreno de la última producción de Martin Scorsese es todo un acontecimiento que cualquier amante del séptimo arte tendría que apreciar en una sala, sea bueno o malo el resultado. Siguiendo la línea de The Last Temptation of Christ y Kundun, el director se basa en una novela del ’66 escrita por Shusaku Endo para ubicar a los espectadores en un lugar incómodo. Genera debate suficiente como para que el título del film se convierta en mera ironía.
Quien estaba al lado de John F. Kennedy al momento de su asesinato era Jackie, su mujer. Luego del disparo, la ex primera dama, inútilmente y doblada sobre él, intentaba recomponerlo. El director chileno Pablo Larraín entra en la industria norteamericana por la puerta grande y no tiene tapujos en mostrar uno de los costados más íntimos de la familia Kennedy que se hayan visto alguna vez en pantalla. Si bien la prodigiosa labor de Natalie Portman puede hacer olvidar cualquier desliz en la trama, Jackie llega al punto de perderse y volverse parsimoniosa entre sus reincidencias.
Aquel que haya visto Apocalypse Now recordará el espectáculo visual provocado por el napalm, la formación de helicópteros delante de un cielo anaranjado y el humo de colores desperdigado por todos lados. El que haya hecho lo mismo con Jurassic Park -o la reciente Jurassic World– traerá a colación las peleas entre humanos y animales gigantescos, así como también de los propios colosos. La nueva película acerca del simio Kong se atreve a combinar su propio universo, creado en el ’33, con los mundos salvajes de Francis Ford Coppola y Steven Spielberg. Con el nada pretencioso pero difícil objetivo de entretener ya cumplido, el espectador no olvidará de Kong: Skull Island sus efectos visuales, una selección de escenas sumamente estilizadas -dirigidas con maestría por Jordan Vogt-Roberts– y su reparto secundario.
El personaje principal es un hombre duro y aparentemente invencible, ágil a la hora de usar sus armas, que deambula solitario por zonas desérticas. Toma alcohol y su físico se vence en consecuencia de la edad. Cuando la muerte lo acecha, llega a su vida una persona que cambia todos sus planes. Esta descripción no es la del Clint Eastwood de Gran Torino, tampoco la del de Unforgiven; corresponde a Logan, el superhéroe icónico de los X-Men de Marvel. El director James Mangold sabe que la trilogía Wolverine se termina y, afortunadamente, se aprovecha de ello.
La historia comenzó con Irvine Welsh, el escritor; fue manipulada por John Hodge, el guionista; estilizada por Danny Boyle, el director, y encarnada por Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller y Ewen Bremner. El mismo equipo del éxito del ’96 se vuelve a reunir para dar a luz una de las películas de reencuentro más verosímiles que alguien recuerde. Dejando la heroína de lado, T2: Trainspotting se centra en las idas y vueltas de la amistad de un cuarteto de personajes entrañables.
Cuando un triplete -por no decir quinteto- de films depositaba a M. Night Shyamalan en la primera “B” de la cinematografía mundial, llegaron las atrevidas The Visit y Split. Con presupuestos que no superaron los 10 millones de dólares, el director de The Sixth Sense realizó dos películas capaces de volverlo a poner en órbita, calzándose los botines, en la más reciente, de la mano de un James McAvoy que interpreta a 23 personajes a la vez.
Al ritmo del “Adagio Per Archi E Organo in Sol Minore”, de la orquesta filarmónica londinense, y de un conjunto de diferentes planos de la costa, Kenneth Lonergan introduce al espectador a una de las películas más duras que verá en su vida. Con unos Casey Affleck y Michelle Williams arrolladores, Manchester by the Sea llega a los Oscar con 6 nominaciones.