Sabemos que la fotógrafa Julieta Sans vivía en Europa, estaba satisfecha con su trabajo y sin mucho interés para volver al pais (llevaba casi una década fuera) hasta que accidentalmente en 2011, volvió a Buenos Aires y se interesó por un sujeto particular que vio en los medios, reclamando al Gobierno una pasarela para un desfile que estaba organizando en la Villa 31 de Retiro. El tema le dio curiosidad y así fue como contacto a Guido Fuentes, inmigrante boliviano que tenía una agencia de modelos en dicho barrio y que además se ocupaba de diseñar el vestuario, enseñarles a las chicas a maquillarse y a caminar con gracia la pasarela. Guido es un luchador increíble. Llego desde el norte y nunca resigno su sueño. De hecho, en Bolivia trabajó en una agencia de modelaje y aquí, se dispuso a luchar por su actividad con gran convicción. Merced a un hábil manejo de las relaciones publicas, Guido logró posicionarse como referente en el barrio y potenciar un par de modelos para el afuera. Pero lo que importa aquí, como en todo film documental, es el proceso. El registro de la epopeya diaria de un inmigrante por ser cada día mejor. El esfuerzo de un hombre por no dejar vencerse por la adversidad y el amor por lo que hace, que se potencia cuando los resultados se dan, para el bien de su equipo de fieles. Julieta Sans renueva su conexión con nuestro país con esta historia y acompaña a Guido en gran parte de su día. Lo sigue con delicada curiosidad y se acerca con su cámara, cuando los conflictos arrecian. Hay en ella una intención de no dejar nada afuera de su análisis. De abordar aquello que es conflictivo. No en tono de reality, sino con una sana idea de acercar la realidad, sin filtro. Guido saca las uñas y Sans sabe como ubicarse sutilmente para registrar esa lucha. No todo es diseño y energía, hay contratiempos, desacuerdos y en ese sentido, el documental se muestra preciso. No intenta entroizar la figura del diseñador y emprendedor, sino también mostrar su cara más cercana, aquella que es fácil para empatizar con el público. “Guido models” ofrece material para que los jóvenes y adultos que creen que sus sueños no son posibles, vean que con convicción, entrega y talento, incluso las tareas más difíciles de conseguir, pueden volverse realidad. Buen registro y una gran oportunidad para conectarse con la energía de lo posible.
Debo empezar diciendo (soy bastante honesto) que no la pasé bien en la primera entrega de Jack Reacher. No se porqué (lo estoy trabajando en terapia), pero la película me pareció lenta, sin sorpresa y absurdamente plana. No logré conectar con ella y es el día de hoy, que me sigue asombrando que Tom Cruise quiera insistir con esta idea como franquicia. Los números le dieron bien a este segundo capítulo, contando el mercado internacional. Pudo duplicar al día de hoy el costo de su peli (60 millones) aunque no estamos en condiciones de asegurar una legendaria saga para este espía americano. No por nada, sencillamente creo que la gente (me incluyo) prefiere a Cruise en películas con alta entrega física (hablamos de escenas de altísimo voltaje por su complejidad) y cuando él decide una trama más clásica y enigmática, las cosas no le terminan saliendo. Padece el estereotipo de su rol. Pero bueno, no se si saben (parezco un cajero contando dinero eh!) pero "Mission Impossile, Rogue Nation" cortó tickets en todo el planeta por 682 millones. Esa franquicia ya tiene fecha para su nueva entrega: 2018. O sea que en ese caso, funcionó el esquema a pleno. Volviendo a Jack Reacher, este es un espía bastante previsible. Un hombre que le gusta estar un paso adelante de todo y que posee cierta agudeza y entrenamiento para resolver casi cualquier cuestión que le presente su devenir. Ya saben, este es un héroe que viene de la literatura (léase Lee Child) aunque ha pasado por el filtro de un trío de guionistas que reconstruyeron prácticamente el sentido del texto (Richard Wenk, Marshall Herskovitz y el mismo director, Edward Zwick). Justamente, Cruise logró los servicios profesionales de Zwick, ganador de un Oscar y de los más prestigiosos directores americanos de los últimos años. Para qué? Aún estamos tratando de descubrirlo. Pero no seamos tan negativos. A esta altura los debo haber cansado con datos pero... Será eso porque la película no me dejó mucha "tela para cortar"? Probablemente. No es que la trama no sea interesante... Esteee... No lo es. Reacher hace tándem con la mayor Susan Turner (Cobie Smulders) al principio de la cinta para realizar esfuerzos comunes para atrapar y castigar a los malos pero... algo no sale como debería. Aquí hay una conspiración que enmascara a contratistas del estado que no están dispuestos a dejar una importante cuota de poder en manos de otros... Reacher debe combatirlos con clase, sin demasiada estridencia pero rompiendo algunos huesos en su camino. Y además, confimar si puede teer una hija (Danika Yarosh) o esto es todo una extraña confusión. El problema mayor es que el film parece un clon alternativo a la saga de "Jason Bourne". No logra conmover a su público en ninngún momento. Sí, está bien y hay un par de aceptables secuencias para fans del género pero no terminan, por redondear un film que reboce calidad. "Jack Reacher: never go back" es una película como Cruise la pensó. Fuerte, física e intensa. Pero aún así no es el hitazo que esperabas. Tiene demasiado compromiso con su público para entregar un film malo, asi que si bien eso no sucede, tampoco sobra para festejar. Es, en pocas palabras, una de espías, corporal y llena de pequeños gadgets. Habrá que ver si la intención es seguir avanzando en esta franquicia, o no. Creo que si te gustan las pelis de suspenso con acción, probablemente "Jack Reacher 2" te entretenga. Pero no mucho más. Eso seguro.
Una nueva entrega de terror para los fans del género, y una nueva cinta de discretos valores, hecha con espíritu clase B, aunque con cierto estilo para interesar a los grandes estudios a curiosear en la propuesta. "From the dark" es un nuevo trabajo de un muchacho intenso (hay que reconocerle que "Stiches" está bastante bien, su gran hit anterior), Conor McMahon, que buscar dar el golpe para jugar en primera. En el entretanto, produce, edita y dirige films cuyos valores artísticos están subordinados a guiones previsibles y directos. No es McMahon un cineasta que se luzca con ideas originales, pero sí le reconozco que rueda prolijo, es capaz de crear cierto suspenso y maneja a su fotógrafo, bastante bien. Es decir que "From the dark" te va a parecer bien filmada, dentro de lo corto de su presupuesto. La historia es súper sencilla. Una pareja en una ruta / camino, extravío y... búsqueda de ayuda. Para ello llegan a un caserón hermoso que guarda ciertas sorpresas para los visitantes. Puede que no te gusten pero... Por lo pronto, te vendría bien llevar un linterna y estar atento. Las sorpresas no tardan en llegar. Aquí hay tres personajes principales, siendo Sarah (Miamh Algar) y Mark (Stephen Cromwell) la pareja perdida y por supuesto, la criatura, (jugada por Ged Murray), que se leyó todo el manual de movimientos clásicos de este tipo de antagonistas... Lo cierto es que rápidamente los tortolitos llegan a la casa perdida y en cuanto creen que pueden relajarse, comienza una pesadilla, dolorosa y poco sutil, que provocará cierto movimiento en la platea a la hora de cada enfrentamiento con ese ser, dispuesto a todo para terminar con sus primarios instintos. Tenemos un director con cierto oficio, un espacio físico pequeño, un par de actores que aportan energía y no mucho más. Eso es todo. Aunque quizás no se necesite mucho más. "From the dark" es una cinta prolija aunque sin demasiadas ideas nuevas. Es una más entre una pila de estrenos que van llegando a sala para aprovechar el fervor de los fans del género. Sólo aprobada si lo tuyo es dejarte llevar por las persecusiones en espacios cerrados y las intrigas demoníacas. Ponele.
Algún día esto iba a suceder. Algún día alguien iba a parodiar el trabajo de Pixar con ganas. Y era hora de que así fuese. Hasta ahora, siempre vimos y experimentamos las versiones "blancas" de animación dentro de los objetos hogareños. Pero todo tiene un fin. Esta vez seremos testigos de lo que les sucede a un conjunto de alimentos envasados, listos para su comercialización, en su hora de mayor tensión como seres alterados. Es que llega, de los craneos que hicieron "Superbad" y "Pineapple express", una comedia donde, todo, parece estar permitido: "Sausage party". Una historia de superación, lucha, aprendizaje, amistad y... Lo que ustedes ya saben, con la perspectiva que siempre le poenn Rogen, Franco y todos los comediantes de la NCA extreme: súper escatológica al extremo. Utilizando un engine bastante decente y con las voces de un puñado de actores muy populares, "La fiesta de las salchichas" es la historia de un grupo de alimentos que se encuentra en un supermercado, frente al desafío de sus vidas. Al parecer, ellos creen (luego verán porqué esto sucede así) que cuando la gente se los lleva (es decir, cuando hace sus compras), van a un más allá glorioso a disfrutar de la redención. Pero no, lo cierto es que los humanos cortan, pican, hierven y fríen esos alimentos para su propio bienestar. Uh. Suena feo no? Lo es. Tanto que Frank (un salchicha con convicciones) y sus amigos, deberán encontrar la salida a semejante amenaza, descubriendo quizás, la esencia de su existencia misma. Ponele. Escrita por Seth Rogen (quien le pone la voz al protagonista central masculino) y Evan Goldberg, y dirigida por un tándem conocido por otros hits ("Madagascar", "Monsters versus Aliens"), Conrad Vernon y Greg Tiernan, esta es una historia plagada de lenguaje crudo y vulgar. Lo que comienza a toda pastilla, (eh!) dentro de los buenos primeros minutos de la trama (donde se luce Kristen Wiig, quien ofrece siempre solidez en sus personajes, aquí jugando a ser un atractivo pan de panchos -?-), se va diluyendo de a poco, cuando el grupo (que cuenta a Bill Hader, Michael Cera, Johan Hill, James Franco y otras estrellas) pasa a estar extraviado, luego de un gran accidente, y debe volver a su lugar original en el estante correspondiente. Ese devenir, totalmente lisérgico, ofrece gags aceptables y de los otros. Aunque con el correr del metraje el humor se vuelve repetitivo, la historia se descubre como una excusa que no amerita tanta duración y el interés se desinfla... Hasta una escena que quedará en el recuerdo de muchos, de la que no puedo anticiparles demasiado. Sólo digamos que será un "todos contra todos" que no dejará a nadie indiferente. "Sausage party" parte de una idea original y es una película jugada. Divertida, pero muy despareja. Parece que pierde fuerza a medida que avanza y la parodia que propone es lícita, pero en cierta
Hace tiempo que Dreamworks no arriesgaba con un producto fresco y colorido. No es que no haya tenido hits pero ciertamente venia faltando una película que ratificara el poder creativo de la compañía. Lo cierto es que la idea les venía rondando a Walt Dohrn y Mike Mitchell (director y guionistas de versiones de Shrek, emblema del estudio), cuando ambos descubrieron que esos simpáticos personajes creados originalmente en 1959 (muñequitos de juguete) tenían el carisma para protagonizar una historia clásica de superación y aventura. Cuentan en Hollywood que Mitchell quería dos grandes estrellas del pop para los roles principales aunque con la reserva de que fueran buenos comediantes, además. Así fue que Anna Kendrick y Justin Timberlake se subieron al proyecto, aportando ideas y desarrollos para sus personajes. Ambos trabajaron mucho el aspecto central del film, que tiene que ver, con la música (de hecho Timberlake produce la banda de sonido). Aquí en América latina, las versiones dobladas (por cierto muy prolijitas) están hechas por Belinda y Alex Syntek y si bien la mayoría están en castellano, hay algunas perlitas en inglés que serán recordadas por mucho tiempo ("The Sound of Silence" es increíble). La trama gira alrededor de un pueblo de criaturas felices, cuya actividad principal es, cantar, bailar y abrazar a sus pares cada media hora. Son los trolls, personajes parecidos a los pitufos pero con un cabello bastante más carismático. Ellos vienen escapándose de otro pueblo, los vertenos. Estos sujetos descreen en sí mismo para ser felices y creen que solo podrán serlo, si comen un troll. Glup! Los coloridos enanos hacen una fiesta demasiado ruidosa y atraen la atención de la chef desocupada del pueblo verteno. Ella llegará hasta el lugar y secuestrará a un grupo de trolls para llevarlos como alimento exquisito y ganar el favor real, con la idea de recuperar prestigio y posición. Claro, lo que ella no anticipó es que la habilidosa e hiperpositiva princesa Poppy (Kendrick / Belinda) , se interpusiera en sus planes. Porque una vez que ella se recupere de la sorpresa inicial, iniciará una misión de rescate junto a un troll bastante paranoico y pesimista, Ramon, (jugado por Timberlake / Syntek ) para traer de vuelta a sus amigos. Para el público adulto, la banda de sonido lo es todo. La historia es más bien convencional, pero el aspecto sobresaliente de “Trolls” es cómo trae esos hits que amamos de los 70’ y 80’ a una trama simpática y ciertamente lisérgica desde lo visual. Porque si bien nos gusta el color, aquí lo que verán es una adoración que roza lo kirsch. No importa mientras la sala tenga Dolby y podamos escuchar estas canciones creanme. La versión de “Hello”, o el gran hit de Timberlake “Can’t stop…” son de los puntos altos del film. Dreamworks acertó un pleno con la temática sencilla y la puesta coreográfica y musical. No la dejen pasar.
Fui fan de Charly muchos años. Lo seguí en jornadas increíbles, allá por los ochenta y noventa y lo veneré como se merecía: me compré todos sus discos y discutí con todos sobre el valor de su música. García es un indiscutido. Pero hay poco de el en el cine (recuerdo una participación gloriosa como actor en "Lo que vendrá" allá por 1988 junto al querido Hugo Soto y Juan Leyrado) y creo que es una deuda que tenemos con este prócer del rock nacional. Por suerte esto comienza a saldarse, cuando llega a salas de todo el país este documental de Alejandro Chomsky. En particular porque este registro es de una calurosa noche de un verano en 1994, cuando García estaba preparando el final de su trabajo, “La hija de la lágrima”. Todavía, se percibe que ahí estaba el increíble músico en la cima de su poder creador. Desgraciadamente, creo que lo que vino después (el salto a la piscina del hotel desde aquella loca altura, los recitales que comenzaban y no se sabían si terminaban y las excentricidades e idas y vueltas a clínicas para atender los problemas de este genio), mostró que el nivel que logra percibirse en ese recorte mágico que Chomsky trae comenzaba a esfumarse. Por eso, “Existir sin vos” es algo tan interesante de ver. Más allá de la informalidad del registro, permite acercarse al proceso creativo de un genio en su mejor momento. Rodeado por músicos talentosos, García capitaliza esa energía en la creación de una canción, aún inédita para muchos, y que da nombre al film. Los relatos a cámara, la sencillez de su súper banda y la personalidad que despliega el carisma de Charly García, hacen muy atractivo el registro del cineasta, quien cuenta que llegó a este encuentro con la leyenda del rock local, merced a ser un declarado fan del mismo. Una pequeña muestra del valor de García en formato visual. Para fans y buscadores de momentos únicos, este documental tiene mucho para ofrecer a pesar de su quizás modesta producción.
Nicolás Teté es un jóven cineasta que sorprendió hace unos años con "Ultimas vacaciones en familia", un retrato entretenido que giraba sobre el difìcil momento de disolución del grupo primario. Bien logrado, hecho de forma independiente, era la señal de que un curioso y creativo cineasta se estaba formando. Y ahora, con más producción (base San Luis) y un guión más ancho y complejo, nos llega su nuevo trabajo: "Onix". Este es un relato familiar también. Una historia de duelo, encuentros y situaciones que juega a dos bandas, el mundo de los adultos (pintado con pocos tonos) y el de los adolescentes, auténticos protagonistas del film, los primos que se reencuentran después de mucho tiempo, en una coyuntura difícil, la muerte del querido abuelo... Para colmo de males, además de lidiar con el duelo, el problema es la división de los bienes. El hombre tenía un negocio que se dedicaba a comercializar onix, (de ahí el nombre de la peli), y con su ausencia, los herederos directos comienzan a discutir las razones del estado de la fábrica y lo que llevó a los problemas actuales de financiamiento de dicho negocio. La trama presenta, como ya dijimos, los instantes posteriores a la partida física del abuelo. Desde Buenos Aires, Martina (Naiara Awada) viaja con su madre a Villa Mercedes a reunirse con la familia. Sus primos al principio la reciben muy fríos y a eso se suma la complicada interna entre los grandes. Pero, con el correr de algunos eventos, los chicos se van aflojando y aflora la onda entre ellos. Hay música (Ailín Salas canta el tema principal de la cinta y lo presenta en una mini reunión de los chicos), confesiones, juegos y todo lo que puede esperarse de un grupo de adolescentes, tratando de sobreponerse a una noticia fuerte. Los diálogos son naturales y espontáneos. Teté sabe bastante cómo retratar este universo y su fuerte es el abordaje de esa trama vincular. No sucede lo mismo cuando hablan los adultos (esas discusiones podrian ser más elaboradas), pero por suerte, ellos aportan lo justo y necesario. Si creo que el director desarrolla un cuerpo de emociones prolijo y logra un flujo constante de energía, merced a los buenos valores de su elenco, donde se destaca Macarena Insegna entre varios jóvenes intérpretes. Otro paso adelante de Teté, quien ya es un director al que hay que mirar con expectativa.
Ira Sachs es un exponente del indie americano que ha venido ganando terreno en los últimos años. Escritor y director preocupado por mostrar cómo operan las relaciones familiares en Nueva York, esta vez el hombre elige una historia compleja, tremendamente humana, plagada de contradicciones morales, en la cual se habla de amistad, integración, desarrollo y egoísmo, desde la perspectiva de los adultos, y de los jóvenes. "Little men" es la historia de dos amigos y un problema económico entre adultos. En la nueva Brooklyn, (donde como NY es sólo para turistas, los artistas, bohemios y gran parte del empresariado se ha instalado, creando otro microclima), se recrea una trama que funciona a dos niveles: el del mundo adulto y el del pre-adolescente. Representados por buenos intérpretes, dato postivo. Brian (Greg Kinnear) y Kathy (Jennifer Ehle) son un matrimonio que, tras la muerte del padre del primero, se mudan a esa casa en los suburbios. El es actor, no gana mucho y su mujer hace lo que puede, la llegada a ese espacio más grande que el que estaban parece prometedora, pero pronto aparece el conflicto central de la peli... ajustarle al inquilino e indexarle lo que paga, como corresponde (?). Y eso para que no vean que sólo en Argentina tenemos problemas de locatarios y locadores. La cuestión es que el papá de Brian se había encariñado mucho con su inquilina y no le ajustaba el pago, con lo que la otra hija del fallecido, reclama un aumento del alquiler, acorde a lo que el barrio cotiza en este tiempo porque recibe la mitad del pago. Puff! Problemón. Con lo feo que discutir con gente buena de dinero en estos tiempos que corren. Pero no, por más que el tema central parezca ser el que Brian tiene con Leonor (la siempre eficiente Paulina García, de "Gloria", recuerdan?), no lo es. Lo comparte con el maravilloso relato de amistad que hacen justamente, sus hijos. Jake (Theo Tapitz), un chico introvertido al que le cuesta la comunicación (el vástago de los recién mudados) y Tony (Michael Barbieri) el hijo de la extranjera (¿les dije que era de nacionalidad chilena?) se harán grandes amigos. Compartiran muchas situaciones y así como en todos los films de tránsito de la niñez a la adolescencia, cada secuencia tendrá su peso en emociones y sonrisas. No sucede lo mismo cuando la acción se traslada a los adultos, por supuesto. Sachs hace su mejor film, ofreciendo un juego de contrastes inteligente. Ofrece un cuadro de situación actual, donde aflora lo mejor y lo peor de los mundos en contradicción. Hay mucha sencillez para describir situaciones donde no hay buenas salidas y una gran visión para encauzar dos escenarios que parecen no complementarse. De las mejores películas del año. Chiquita, pero muy valiosa.
Quiero decirles algo y creo que esto, debe reflejarse en cualquier ámbito del desarrollo artístico. Los innovadores son aquellos que salen de su zona de confort y se animan al desafío. Mauro Andrizzi es de lo más vanguardista que tenemos, y si te acercás a "Una novia de Shanghai", descubrirás el porqué: busca desarrollos nuevos en territorios inexplorados para la producción nacional. Es imposible despegar "Una novia de Shanghai" de cómo se generó el proyecto de producción. Cuenta Andrizzi que el tenía la decisión junto a un equipo de productores de rodar algo en Shanghai, y que la experiencia iba a ser de 6 meses con un presupuesto acotado. Se lanzó a la aventura con un guión propio y tuvo que enfrentar las dificultades normales para una película de este tipo: el idioma y el armado del equipo técnico todo con locales. Si bien Andrizzi tiene nociones de chino y se preparó, el tema de llevar a la práctica su idea fue bastante difícil, aceptando que la idiosincracia y los modos profesionales son distintos. Pero volviendo a lo que importa: ¿por qué es valiosa "Una novia de Shanghai"? Es una historia esquemática: hay un marco romántico, un traslado complicado, y un ritmo de narración entre divertido e intimista que te hace recorrer una ciudad increíble, de una manera que no te imaginabas. La trama que trae Andrizzi es la de dos buscavidas que son contratados por un fantasma, para una extraña tarea. Deben llevar el cadaver (robado) de una mujer de un cementerio, hasta el puerto, para ser llevado a otra ciudad, donde descansará junto al de un antiguo amante. Como el fantasma explica, la difunta había estado casada con otro hombre y ya había fallecido con anterioridad (dato interesante) porque el encanto está en esta construcción de querer compartir juntos la eternidad, siendo que la vida física fue esquiva para este amor. Y los dos simpáticos, los locales Jiao Jian y Hu Changwei, hacen un prolijo trabajo, mostrando algo de simpatía y corrección, para lo que el marco les ofrece. Andrizzi no está muy preocupado por lo que se dice, sino por lo que las imagénes e ideas transmiten. Busca mostrar el contraste entre la modernidad y la tradición, apela a lo bello de la ciudad y ofrece un producto novedoso para la industria argenta. Buenos rubros técnicos, gran esfuerzo independiente de producción, notas simpáticas en un país misterioso para nosotros. Si se aproximan a ella desde el descubrimiento, seguramente pasarán un buen momento. No se apeguen a las estructuras más tradicionales y prueben el cine de Andrizzi, siempre buscando innovar en campos que tienen mucho para dar, pero pocos exploran.
Miraba las notas de producción, y decía, "¿cómo pueden haber querido hacer una segunda parte de esta peli cuando la primera no fue un éxito?". Se ve que Jason Statham tiene la idea de que debe seguir sosteniendo su perfil de héroe de acción, no importa la calidad del guión que le pongan delante. Como "Fast..." ya está en posproducción, aquí tenemos entonces algo para entretenernos en el "mientras tanto"... Y eso que Statham para esta segunda entrega de "The mechanic", consiguió los servicios de un gran director alemán (es el hombre que trajo "Die Welle" - "La ola" en 2008, ese fantástico film sobre el fascismo en una escuela), Dennis Gansel. Sin embargo, el guión de Philip Shelby y Tony Mosher (el primero hizo la potable "Survivor" hace unos años), no logra en ningún momentos instalarnos en la vorágine esperada y sólo promueve una sucesión de secuencias (muy sólidas) de acción en diferentes lugares del globo, acordes a lo que mejor sabe hacer su protagonista. Ya sabemos que Arthur Bishop (Statham) está fuera del radar, después del final del capítulo anterior. Pero hoy en día, no es fácil ni siquiera para los espías mantenerse ocultos. La cuestión es que, Bishop está viviendo su vida, enamoradísimo de Gina (Jessica Alba, ¿qué fue de ese buen proyecto de actriz?), hasta que los malos se interponen para extorsionarlo. O realiza una serie de trabajos (léase asesinatos) pedidos por quienes secuestraron a su amada, o será el fin de dicha relación. Impresiona la poca cantidad de líneas del guión. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y listo. Ya tenemos el escenario, podemos ocuparnos de las locaciones exóticas, las secuencias que aportan el vértigo: visitaremos Brasil, Tailandia, Camboya, Malasia, Australia y Bulgaria. Así que si lo tuyo son los viajes y los golpes, patadas y tiros, hay entretenimiento asegurado. El malo en cuestión es Tommy Lee Jones, quien aparece poco, pero lo suficiente para conseguir un jugoso cheque por sus servicios. Nota interesante, la original "The mechanic" es una versión modificada de un clásico de Charles Bronson de los 70'... Dos perfiles de hombres de acción distintos, y una franquicia que quiere despegar. Veremos como le va. Si te gusta el género, es entretenida, pero aporta poquitísimo a la carrera de Statham.