El Colectivo Documental Semillas nos trae una nueva producción en la que el foco vuelve a ser la minería a cielo abierto (como en "La jugada del peón", del 2014), enmarcada en un prolija investigación a la altura de los más sólidos registros sobre el tema a nivel local. Juan Pablo Lepore propone un doc plagado de entrevistas y datos objetivos que asustan, de sólo nombrarlos. Pero es así. Hace unos días en San Juan las cosas se pusieron mal cuando un nuevo episodio de una minería invasiva y peligrosa, destructora del ecosistema, tuvo lugar (la Barrick Gold, empresa especializada en este tipo de extracción de materiales, derramó una solución cianurada, aunque no está claro si llegó al río Potrerillos...). Y lo cierto es que a pesar de las denuncias que múltiples asociaciones de ciudadanos realizan en diferentes partes de nuestro país, el Capital sigue eludiendo los controles. Al parecer, cuenta con la complicidad manifiesta de la política, que protege sus actividades y no permite que los ciudadanos defiendan su territorio de este tipo de minería, altamente contaminante. Lepore ofrece abundante cantidad de material para que el observador imparcial, deje de serlo. Y muestra como funcionan este tipo de empresas y cuáles son sus modus operandis, en países como el nuestro. Pero quizás el mayor acierto del film es que logra mostrar que sucede en Canadá, sede de la gran empresa detrás de este tema de la minería (el estreno es simultáneo, lo cual no deja de ser un dato interesante). "Olvídalos y volverán por más", es un documental que no sorprende por su forma. Comparte con el resto de los de su tipo, el tono declarativo y la idea instrumental, expuesta y reafirmada por muchos implicados mostrando sus ideas y preocupaciones a cada paso del camino. Pero su activismo le juega en contra al no medir la duración y el uso de algunos de sus recursos. No todos naturalmente se aventuran dos horas a ver un doc de este tipo, quizás habría que plantearse que, más allá del valor de haberlo producido en forma independiente, el objetivo final es que los espectadores tomen conciencia de lo peligroso que es la minería a cielo abierto. En ese sentido, el Colectivo Semillas, que produce a pulmón todo su material y que es una organización vital para el cine documental local, debe buscar caminos y medios que sean más amistosos para el público masivo. No es que "Olvídalos..." sea un producto equivocado. No, simplemente no encontramos en él, la simpleza necesaria (y también, digamos, la extensión) para volverse sencillo de ver y compartir. Pero más allá de eso, si te adentrás en él, descubrirás (o ratificarás) lo que vos pensás de este tema. Un nuevo intento de poner al descubierto la trama de intereses ocultos que envuelve la actividad de este tipo de compañías cuyo único beneficio es el dinero, sin importar la seguridad de los espacios en que desarrolla sus negocios...
Cine francés que llega a salas porteñas y esta semana con una interesante novedad. ¿Se acuerdan de Rudi Rosemberg? Aquel actor popular (les recomiendo “Je nevous oublierai jamais”, donde hace tándem con la deliciosa Fanny Valette, gran drama de misterio) ha devenido en director y esta es su ópera prima: una sólida comedia de iniciación (el paso de la infancia a la adolescencia) en la que acierta no sólo con la historia que propone, sino claramente, con su cast y el clima de narración. No es sencillo recrear el mundo desde la perspectiva de un chico de 14 años. Es la etapa donde se despega el individuo de la protección de sus padres y sale a explorar el mundo y relacionarse con el sexo opuesto. Como esto es nuevo (en términos de conquista y seducción), genera un stress importante que da pie a films divertidos, cálidos, que siempre conectan al espectador con su propia historia, lo cual establece una empatía fuerte y directa. Exactamente es lo que sucede con “Le Nouveau”. Rosemberg arma un equipo de preadolescentes naturales y carismáticos y cuenta una historia de comienzos, errores, estrategias, derrotas y triunfos. El protagonista es Benoit (Réphaël Ghrenassia), quien debe mudarse a una escuela nueva porque su padre ha cambiado su destino laboral. Allí, no tiene un recibimiento amable. Benoit no logra dar con la estrategia al principio, pero algunos consejos oportunos, lo pondrán en sintonía para tratar de volverse popular y conseguir el favor de las chicas. Lo mejor del film son los simpáticos contrapuntos de la banda de chicos y la ternura que emana de esos encuentros. Rosemberg dirige con solvencia un film que entretiene y divierte en dosis superiores al promedio. Muy buena.
No se si muchos saben que Julio Bocca es el director del Ballet Nacional del Sodre, en Uruguay. Uno de los tres mejores bailarines argetinos de la historia (junto con Jorge Donn y Maximiliano Guerra, por supuesto) trabaja desde el 2010 en la vecina orilla. Allí, se dedica a la docencia y la organización de la vida de una compañía especial para él. Luego de dejar la danza, Bocca buscó nuevos aires para mantener su pasión encendida. Así es que aquí encontró su lugar en el mundo. Organiza las giras, elige las obras, marca los recorridos locales e internacionales. Es un artista organizadoy metódico que sigue generando proyectos en forma permanente (la pregunta, para el público argentino es obvia... ¿Por qué no pudo hacerlo aquí?) y lo cierto es que viene produciendo una revolución del ballet en la vecina orilla. "Avant" es el recorrido de reconfiguración de un hombre tratando de generar un cambio. El Ballet Nacional de Montevideo estaba bastante lejos del favor del público y Bocca se propuso como desafío, poner en riesgo su reputación y procurar un cambio radical, para ponerlo en un nivel, que nunca antes había tenido. El uruguayo Juan Alvarez Neme se encarga de seguir este proceso, con una cámara que registra y no pregunta. Este es un doc de observación. Veremos como se va armado la compañia desde sus detalles más pequeños y la relación que Bocca va generando con sus dirigidos desde el principio. Hay alguna cuestión puntual muy interesante de ver (los contrapuntos del famoso bailarín con su ballet, los conflictos con los técnicos y músicos, etc...), pero no hay que olvidarse que la idea es ser partícipes silenciosos, sin interferir en esta construcción. Es bueno ver a Bocca en acción. Verlo trabajar, electriza el aire. Es cierto que la construcción del espacio físico (la escenografía) y el entrenamiento físico "real", se lleva bastante metraje del film, pero aún así en "Avant" hay segmentos bellos que impactan y le da al registro, una sustancia intensa y física. Y vuelvo a pensar en Julio...¿Por qué no trabaja en Argentina? "Avant" es un film correcto donde la premisa es acompañar un proceso, difícil, complejo, de reconstrucción de un ballet y que también nos habla del valor de transmitir la experiencia y ser firme en las convicciones.
Ya separarse era algo malo en la historia de la humanidad para la gente, desde tiempos inmemoriales, imaginate ahora, en este nuevo siglo, plagado de información, ansiedades, estándares altos,… Es una pequeña odisea urbana que si no la encarás con todo, te desborda y golpea hasta demolerte. Este es un poco (siento yo) el enfoque de “Granada y al paraíso”, una realización independiente y casi experimental de Augusto González Polo. “La ciudad crece, el progreso no se puede detener...” se escucha en los primeros momentos y esta línea es cómo un signo de hacia donde vamos en el relato. Nada de lo que sucede, en cuanto a desarrollo social y costumbres, se puede detener. De esa angustia y de quedarse solo, habla esta cinta. Incomunicación, intereses contrapuestos, dolor. Hay aquí una pareja protagónica que intenta acostumbrarse a ser, individualmete. Luchando contra todo lo malo que implica hoy la supervivencia emotiva en esta jungla de cemento moderna. En víspera del 2012, donde podría ser quizás, el fin del mundo según el calendario maya. Esta creencia de final, es sólo simbólica. La vida está llena de pequeñas muertes y “Granada...”esto lo expresa bien. No importa demasiado eso que puede suceder, ya las cosas que nos duelen y nos hacen crecer pasan, más allá de la espera del eventual juicio final. La estructura del film es clara, tiene sustento y es una mirada aguda hacia un perfil de sujeto atravesado por esta crisis treintañera de sentirse yendo a ningún lugar, donde el placer se ha extinguido y las cavilaciones existenciales cobran fuerza y se retroalimentan con cada nuevo paso. González Polo hace un buen trabajo con pocos elementos. Compensa la falta de recursos técnicos con una enorme fuerza y convicción. Probablemente el guión podría haber sido más oscuro y quizás menos personajes aportarían más unidad a la cinta, pero es sólo una impresión. El audio es un aspecto que el film nos debe, aunque trata la banda de sonido, de acompañar con solvencia. Hay actuaciones correctas aunque algunos diálogos parecen disonantes o demasiado artificiosos. Pero en definitiva, la historia que presenta es potente, la selección de imágenes y ciertos segmentos son clara muestra de que el hombre sabe adonde va. Esa entereza es la que saca su cinta adelante. Y algo de la enorme voluntad de gente como Diego Gatto y la convincente Mónica Recalde, en un cast que tiene como curiosidad la presencia de Antonio Birabent, dentro de un cast entusiasta. Me gustó y se que es quizás demasiado independiente para muchos paladares. Pero hay que apoyar estas visiones, para tener cada día un cine local más fuerte que refleje todos los sectores del medio. En el Centro Cultural San Martín, busquen si pueden la banda de sonido, esos temas les resonarán mucho tiempo después.
La vida para los reclutadores de Boca no es sencilla. Ya en los primeros minutos vemos los problemas que tienen y se repiten en cada lugar donde están: muchos quieren participar de las pruebas del club y todos se quejan por no cumplimentar los requisitos pedidos (anotarse vía web, por ejemplo)… Gritos, enojos… y luego, un feroz trabajo para armar los equipos, charlando con los chicos desde el minuto uno para mostrarles que complicado será respetar las posiciones que ellos traen… Porque es así, el fútbol es pasión y ser elegido para las inferiores de Boca es un camino que probablemente los lleve al éxito deportivo y económico. De hecho, muchos de los chicos que estos reclutadores eligen y los técnicos de inferiores forman, llegan cerca de la primera y son vendidos a otros mercados, incluso sin debutar. De eso habla “Los Pibes”, Jorge Leandro Colás (de quien les recomendamos “Grisel: un amor en tiempo de tango, también producida por Salananca Cine) muestra toda la actividad que involucra este movimiento (desde lo organizativo, la planificación, las gestiones por pases y búsqueda de locales, etc) y les cierto que logra transmitir de forma ordenanda el procedimiento. Hay mucha toma directa, sin acompañamiennto de periodistas ni la intervención (es un doc de observación), lo cual lo transforma en un registro demasiado cotidiano por momentos (parece que estamos viendo un entrenamiento por largo rato) y conspira contra el interés general de la cinta. Pero claro, si sos simpatizante de Boca, te interesará ver cómo Horacio García, Ramón Maddoni, Diego Mazzilli y los ex jugadores Hugo Perotti y Norberto Madurga, el grupo de caza talentos histórico xeneize hace su trabajo para que el club de la Ribera sea cada día, más grande. Una curiosidad que complementa otros registros sobre la trastienda del gran negocio que es en Argentina, el fúbtol.
Cada tanto aparecen en el horizonte cinematográfico, historias reales llevadas a la pantalla grande, con la idea de ofrecer material de denuncia y conocimiento público. Los americanos tienen cierto entrenamiento en esa dirección y nos llega esta semana la interesante “War dogs”, de Todd Philips, cinta que se ocupa de mostrarnos el poder de la corrupción en el primer mundo y cómo las oportunidades de negocio se encuentran en todos lados, aunque no las veamos a simple vista. “Amigos de armas” podría definirse como una versión menor (en cierta manera) menos estridente, de “The Wolf of Wall Street” (digamos que Philips ha visto varias veces la peli de Scorsese, sin dudas) instalada en el mundo de las armas y los negocios con el estado. Presenta una historia de un buen chico, David (Miles Teller) de la colectividad, que trabaja de masajista por 75 dólares la hora en las zonas ricas de Miami. La vida no le sonríe económicamente y encima, su novia queda embarazada en un momento complicado. Pero la vida le pone delante a Efraim (Jonah Hill), un ex compañero y amigo de la secundaria al que las cosas le van bien. El tipo en cuestión se ocupa de ofertar en licitaciones abiertas del Estado, armas y municiones. Hay mucho dinero en juego y él sabe que lo suyo es atacar los contratos chicos. Quiere crecer pero necesita un socio. Y cuando percibe que David necesita una oportunidad, comienzan a desarrollar una Pyme para participar de estas operaciones. El ejército americano gasta miles de millones de dólares en pos de proteger la seguridad de su nación y de reforzar las milicias locales en todos los lugares donde hay focos de intervención. Es por eso que en las licitaciones aparecen pedidos de armas y cartuchos viejos, que son díficiles de conseguir e incitan a adentrarse en el mercado negro para cumplir con el pedido. Todo por un módico precio. O no. En esa vuelta, los flamantes socios se intentan abrir paso en el duro mercado y dan con un sujeto que parece tener todo lo que necesitan (un gran secundario de Bradley Cooper) para dar el gran salto y obtener un contrato que los haga pasar al frente de verdad. La peli tiene sólidos aspectos técnicos, un ritmo correcto aunque se queda corta en cuanto a delirio y humor negro. Eso sucede principalmente porque el personaje de Teller es demasiado honesto y bueno, lo cual detiene un poco el clima trepidante que amaga armarse a cada momento. Hill sabe a que juega y lo hace con su habitual prestancia (nunca le compraría un auto usado) y el chico estrella de “Whiplash” cumple sin notas destacadas. Lo potente de la historia está en los números y en ese aspecto, “Amigos de armas” ofrece un claro panorama de cómo las cosas no funcionan bien, ni siquiera en el gran país del norte. Una película que suma y que de a ratos, divierte. Logra conectarte con el gran concepto central de entender la corrupción como un fenómeno global. Cumple.
Soy de los que sostiene que nuestro pueblo tiende peligrosamente, en la vorágine de estos tiempos modernos, a perder la memoria en forma veloz y extraña. Olvida a grandes talentos y elige la comodidad de vivir a través de lo que imperante cultura mediática le ofrece a raudales. Y es ahí donde nos olvidamos de los tipos que hicieron la diferencia en el mundo de la cultura. El Chango Farías Gómez fue uno de ellos. Ustedes dirán, pero...”si era sólo un músico”. No señores. Este maravilloso cantautor no es reconocido sólo por su trayectoria grupal sino por lo que generó como aglutinador de talentos y motor de nuevas asociaciones musicales. Farías Gómez fue el creador de MPA (Músicos Populares Argentinos) cuando retormó de su exilio en España, motivado por su persecusión política durante la última dictadura militar. Además de su brillante carrera como intérprete, fue también funcionario público y creador del Ballet Folklorico Nacional. Aquí tenemos entonces un homenaje, pensado y llevado a la práctica por Milton Rodríguez, film documental que se nutre de jugosas anécdotas, caracterizaciones y aportes que configuran una matriz tentativa de lo singular que era el Chango y cómo su accionar, cambió para siempre la vida del folklore. No soy fan del género, pero la investigación logra conectar (por la riqueza del personaje) con el espectador, quien va reconstruyendo nota a nota, la melodía de un músico increíble, abierto y querido por todo el medio, hacedor de caminos y concretizador de proyectos novedosos. Su pensamiento parecía disperso, dada la cantidad de variables que lo atravesaban (eso nos dicen las palabras aquí registradas), pero él era capaz de bajar y materializar aquello que quería transmitir. Ese patrón particular, era la manera en que resolvía los constantes desafíos que le proponía su propia energía y aparece reflejado claramente en esta cinta. Tenemos en este doc, testimonios muy valiosos, desde Jaime Torres hasta Peteco Carabajal. Escucharemos también a Manolo Juarez, Antonio Tarragó Ros y Manolo Juarez, dentro de algunos de los que aportan su voz para recordar al Chango. La atmósfera y edición están cuidadas y los fragmentos musicales, aportan calidez y color al material que se despliega. Si te gusta el folklore, esta es una buena oportunnidad para acercarte a un grande al que no debemos olvidar. Y si no, es una gran oportunidad para concerlo.
Hace un tiempo participé de una charla donde Andres Borghi mostraba lo que hacía, a poco de haber ganado un renombrado concurso de cortos donde el jurado principal fue Peter Jackson... ¿recuerdan? Luego de una preselección durísima, Borghi quedó con los finalistas y todos ellos rodaron sus ideas en Nueva Zelanda, siendo al final, "Working day", su trabajo, el mejor de todos. En su encuentro con el público aquella vez, presentí que su capacidad de ir más allá en la industria independiente, era su condición de fuste. Lo cierto es que el hombre tiene muchas ideas originales y un gran desparpajo para filmar y finalmente, luego del paso de su ópera prima por varios festivales (en el BARS 2014 fue un hitazo), llega a salas comerciales, su primer largo: "Nacido para morir". Antes que nada, tienen que pensar en una cinta de acción, con humor y atmósfera local. Medios modestos para la realización pero una gran vocación por mostrar lo que se puede cuando hay actitud, Borghi nos trae la historia de un agente especial, Marcelo Riesgo, que enfrentará el secuestro del doctor Pupete (sic), importante experto en salas picantes (?) que ha sido secuestrado por "Cara de Póker", un villano del que mejor, no anticipar mucho. La cuestión es que este Poker Face es un malo bastante básico y más que miedo, inspira cierta retorcida ternura en cada uno de sus actos sombríos. Es importante destacar algo de esta cuestión no es poco, Pupete ha logrado desarrollar una fórmula que podría reemplazar los distintos tipos de combustibles, por lo que hay un ribete estratégico serio, de fondo. O no. No se. Ponele. (Trato de ponerme serio hablando de "Nacido para morir" pero me cuesta) La trama es esquemática pero divertida. Hay artes marciales, disparos, persecusiones y gente que entiende que se puede enfocar el cine de género, de manera descontracturada. Borghi homenajea al cine de agentes especiales clásicos y llena de lugares comunes la historia. Plantea gag por gag y genera cierto campo físico donde la risa aparece seguido, merced a la multiplicidad de situaciones de golpes, amagues y derrapes varios No importa mucho que no creamos que sucede. Esto es cine independiente bien hecho, con cierto estilo y dedicación. Con ingenio para suplir aquello que no se puede hacer de forma espectacular, por temas de costo (las explosiones, sin ir más lejos). "Nacido para morir" en definitiva, es un film de género hecho por un director que sabe de cine en serio. Y resuelve con lo que tiene, para contar una historia, delirante y loca, de principio a fin. Es posible (y siempre debemos tenerlo en cuenta) que si tu paladar no está acostumbrado a este tipo de elecciones, te cueste valorar esta peli en tu justa dimensión. Pero suma. Anotala y acercate al Obelisco que puede verse esta semana en BAMA cine. De nada.
Leí por ahí en el blog de un colega que la gente que vive de este tipo de género (el terror) es de la más afortunada de la industria. Tienen un público cautivo que demanda pero no recela de adentrarse en productos que no tienen vuelo, ni imaginación, por el solo hecho de pasar por la experiencia de vivir el miedo (o su representación simbólica) en sala. Sí, ya se. Vos dirás “a mi me gustan sólo las BUENAS películas de terror”, a lo que yo deberé responderte…”no importa mucho la calidad del film de este género, si está presentado tiene un piso de audiencia que garantiza su rentabilidad…”. Eso sucede en la mayor parte de los casos. Es por eso es que los cinéfilos puros aman a James Wan, ejemplo de que se puede hacer algo sólido e interesante incluso con pocos recursos. Muchos ejemplos, no abundan. Pero volviendo a nuestro tema, “El exorcismo de Anna Waters” puede inscribirse perfectamente en el tipo de cinta que no aporta nada valioso al género y que justifica su existencia, en virtud de aportar un título más a una cartelera voraz, que siempre tiene sus fans listos para adentrarse en el género. ¿Qué tenemos en el menú? Un plato exótico. Director nacido en Singapur (Kelvin Tong), con varios hits locales, y un par de actores americanos jóvenes y vistosos (Matthew Settle y Elizabeth Rice) que aún tienen un recorrido por hacer en el medio. Un equipo técnico al que no le sobra nada (y le falta mucho, por decirlo de manera amable) y un guión que garantiza confusión desde el minuto cero. “El exorcismo…” parte de un planteo que integra varias aristas. Un suicidio bastante particular, un hackeo a sitios oficiales de la iglesia, apariciones, fantasmas, símbolos y enigmas del otro lado del Atlántico. Una hermana dolida que busca resolver una incógnita mortal, un misterio que podría generar una nueva torre de babel y un devenir que podría llevar a una posesión diabólica de dimensiones inimaginables. Todo, matizado con pequeños clips que remiten a las numerosas influencias que expresa Tong: los films de fantasmas, la fuerza del gore de vanguardia y el homenaje a los clásicos, de principio a fin (“The Conjuring” entra ya en esta categoría). Aquí hay de todo. El director elige armar su película golpe por golpe y no se molesta en encontrar la secuencia narrativa correcta para que la progresión de miedo funcione. Apela a modificar las atmósferas todo el tiempo para evitar buscar cohesión y apelar a los sentidos. Pero los efectos especiales son deficientes y no apoyan esa idea. No se si debo contarles más sobre “El exorcismo de Anna Waters” (y pregunten a los compañeros de butaca, porqué se llama así siendo que Anna es la hermana que aparece muerta de la protagonista al principio!! ) pero cumplo en señalar que no hay aquí demasiado que merezca recomendación. Olvidable y plagada de errores de edición, sólo para acérrimos fanáticos del género.
Luego del sorpresivo éxito en 2013 de Nada es lo que parece la posibilidad de una secuela era casi una obviedad. Pues bien, tres años después, el grupo de magos ilusionistas justicieros reales regresa para una nueva aventura contra la ley y a favor del espectáculo. Cambio de director mediante, se va Louis Leterrier entra Jon M. Chu, la historia se sitúa un año y un par de meses de los hechos ocurridos antes. Ya se sabe, Los Cuatro Jinetes encarcelaron al ilusionista timador Thaddeus Bradley (Morgan Freeman) y descubrieron que quién movía los hilos desde las sombras era su presunto captor, el Agente Rodhes (Mark Ruffalo). Ahora están otra vez frente a la luz pública, planean realizar otro show grandilocuente, y mediante él deschavar la maniobra de un magnate informático que manipula la información privada de los usuarios. Las cosas no salen como las planearon, son nuevamente expuestos, y la cacería hacia sus personas vuelve a comenzar. Cada uno seré expuesto a desafíos acordes que deberán resolver para revelar la verdad; o algo así. Nada es lo que parece 2 debería ser presentada en los manuales de cine como ejemplo de secuela que busca repetir “los logros” de la primera entrega. Todos, todos los lugares comunes de las secuelas sin vida propia son visitados aquí. Aumenta la cantidad de personajes, aumenta la cantidad de secuencias “mágicas”, pareciera manejar una escala más grande en cuanto a escenarios (internacionales) y parafernalia, y repite todo lo que los seguidores quieren ver. Si la premisa del filme original mantenía un verosímil muy delgado y se sostenía gracias al carisma de sus protagonistas; Ed Solomon (también guionista de la original) fuerza tanto ese verosímil en la secuela que termina logrando romper el fino hilo. El carisma del equipo, expuesto a repetir todo lo que ya le vimos hacer, esta vez no soluciona el asunto. ¿Son ilusionistas, pero tienen poderes especiales reales? Este interrogante también es más confuso esta vez; porque los desafíos a los que son expuestos los jinetes no tienen ni un planteo ni una resolución demasiado clara desde lo factible, aún con trucos de magia. Jon Chu (cuyo último trabajo antes de este fue dirigir la vergonzosa ¿adaptación? Al cine de Jem & The Holograms) decide otorgar presunto ritmo a través de un montaje rabioso y convulsivo, acelerar los diálogos, y multiplicar las luces aún más que lo hecho por Leterrier. En cuanto al elenco, tres de los cuatro jinetees son los mismos, Merritt (Woody Harrelson), Jack (Dave Franco), y Danie (Jesse Eisemberg), todos sabiéndolo que tienen que hacer, bien, casi de modo automático “imposible de fallar”. En cuanto al cuarto integrante, el ingrediente femenino, Isla Fisher es remplazada en esta ocasión por LIzzy Caplan en plan hiperkinérica y verborrágica comic relief que resulta anti climática y de por más molesta, lejos de la sensualidad de Fisher. También se suma Daniel Radcliffe, que de magos con poderes algo sabe, en el rol del desafiante, correcto, aunque algo incómodo. Hasta aquí todo pareciera ir cuesta abajo para esta secuela, sin embargo, nobleza obliga, vale aclarar, que el resultado que entrega es para el placer puro de los fans de la original, que los tuvo y varios. El problema es que no aporta nada nuevo, busca una excusa para poner a los personajes otra vez a rodar, les busca un nuevo villano, y listo, es ver otra vez la misma historia con nuevas pruebas. Quines hayan disfrutado de la primera entrega y se quedaron con ganas de más, tendrán su alma satisfecha, quienes esperaban que esta vez las cosas mejoren, pues no, todo está ahí. Más espectacular, más rítmica, más apoyada en el humor, menos original; Nada es lo que parece 2 es como ir a ver ese show del mago con trayectoria a punto de retirarse, ya le conocemos todas sus trampas, sus mañas y sus lugares secretos; pero mantiene ese timing de la práctica para saber cómo hacerlo y darle a su público seguidor lo que vinieron a ver, más de su persona. Con una pequeña diferencia, estos magos no están a punto de retirarse, pese a no haber alcanzado los niveles en taquilla local de su predecesora, la tercera entrega ya está asegurada; esperemos que para esa oportunidad se hayan aprendido algún truco nuevo.