En estas horas, y luego de cierto recorrido festivalero (recuerdo una mención en Berlín, pero se que hay más, estuvo en Londres, Chile, BAFICI; Río de Janeiro), llega a salas, el documental de Celina Murga, “Escuela Normal”. A qué institución educativa se refiere la cineasta? Nada menos que al legendario establecimiento en la ciudad de Paraná, cuna de gran parte de la tradición normalista argentina. Todos sabemos de la importancia de esa institución (clave en la historia de la educación nacional), pero Murga elige mirar esta escuela con una cámara curiosa y centra su registro en la vida escolar de alumnos y profesores. Debo confesar que soy fan de Murga, desde "Una semana solos", film que me parece de los mejores locales de la útima década y que prácticamente pasó desapercibido para el gran público. Esta directora tiene una especial sensibilidad para acercarse al mundo de los niños y los adolescentes, por eso es que va a enfocar su lente de una manera singular a la hora de retratar la vida de un grupo de chicos, a lo largo de un año escolar. La cámara sigue a algunos personajes (alumnos, preceptores, auxiliares, rectora), por los largos pasillos del enorme edificio. Visitamos salones, presenciamos escenas de discusiones con docentes, vemos como se da la dinámica institucional y también, como se construye un proceso electoral dentro de dicha escuela (a través del voto para elegir a los que llevarán adelante el centro de estudiantes). Lo que al principio parece anodino, con el correr de los minutos, cobra interés, a la hora de presenciar algunos debates de las facciones rivales en vísperas de la elección y ver como se desenvuelve la interna, que impresiona por el detalle con que es registrada por Murga. O sea que podemos ubicarlo dentro de la línea de films de claustros educativos, porque ahí encaja perfecto. Si no les interesa la vida adolescente y sus inquietudes dentro de una escuela tan particular, quizás este documental no sea para ustedes: hay también muchas escenas de la cotidianeidad que no revisten mucho interés y tal vez ese sea punto débil. Se siente que la cineasta descubrió una historia rica en ese proceso eleccionario, pero hace contraste con otros elementos que también registra y dota de relieve, que no son tan atractivos y hacen que "Escuela Normal" no sea tan redonda como sus dos opus anteriores. Más allá de eso, Celina Murga es una de las más talentosas directoras nacionales y esperamos ansiosos su nueva ficción, "La tercera orilla", escrita nada menos que por Gabriel Medina. Como aperitivo "Escuela Normal" sirve para tenerla presente y eso, desde ya, amerita su visión.
Salí de la privada de prensa con una sonrisa de par en par, me topé con una colega (que todavía tenía puesto sus anteojos 3D), y le dije, "es un diez". Me arrepentí del comentario durante unos días, porque a veces uno tiene que dejar decantar sus impresiones para poder analizar con mayor claridad sus ideas y hoy, a casi dos semanas de su visión, les digo, "es un diez". "Ralph, el demoledor", debe ser de las mejores películas de Disney de los últimos años. Ya se, muchos dirán, vos sos un gamer clásico, naciste con los videojuegos a los que la peli hace referencia y por eso te conmovió tanto... Bueno, si y no. Sí, no puedo negar que la cinta me fascinó por el universo donde se juega la historia, absolutamente poderoso para cualquier jugador de arcades histórico que haya gastado dinerales en fichines como este cronista hizo... No, porque "Ralph" es un film que la rompe sin apelar a la nostalgia ya que logra generar una conexión con todas las edades, inmediata y este vínculo, creánme, es atemporal. Fusiona la calidez y la inocencia clásica de Disney y le da una vuelta de tuerca genial, al ubicar a sus personajes en un mundo de gran simbolismo que puede leerse en varias capas y que es extramadamente divertido. Quiero decir, hay un nivel, visible, que es la historia típica de superación de un malo (Wreck), quien aburrido de repetir siempre un rol impuesto y ser infeliz, intenta hacer algo distinto y no tiene mejor idea que desarticular la trama invisible que marca el determinismo de un universo donde todos tenemos asignado un rol y nos quedamos en él, muchas veces sin poder romper ese círculo. De esas historias, hemos visto muchas. Ahora bien, aquí lo interesante es que los personajes tienen profundidad. Hay en ellos mucha vida interior, aspiraciones, tendencias, idearios, convicciones... Y todas ellas confluyen para dar movimiento a una construcción distinta. Clásica, se puede decir, por la naturaleza del conflicto, pero novedosa, porque permite mostrar el interjuego que se abre cuando fusiona mundos y personajes y los pone en contradicción con sus propias realidades. Para que entiendan mejor, Wreck es el protagonista de un videojuego clásico, "Fix It Felix Jr", que vendría a ser una especie de Donkey Kong. Ahí le toca el rol de destructor de un edificio que el "reparador" debe resolver. Bien ochentoso, el arcade está en una sala de juegos y tiene un uso corriente, hasta que al "destructor" se le ocurre salirse de lo previsible e intentar buscar su lugar en el mundo. Claro, el tema es que la desorganización que provoca esa salida, algunos personajes de la sala de máquinas comienzan una búsqueda tras en él, para poner en orden ese universo, antes de que sea demasiado tarde para todos (la amenaza de que sean apagados y puestos fuera de servicio). La cinta tiene a la pareja rival en el principal juego (Wreck y Felix), más dos féminas de distinto pero alto perfil: la Sargento Calhoun (del "Hero's duty", una mezcla de varios shooters de aventuras) y la deliciosa Vanellope Von Schweetz, (quien forma parte del "Sugar rush", algo parecido al Mario Kart pero más pop!). Las dos balancean la energía de la dupla central, aunque esta última (Vanellope) se transforma en centro de gravedad de la historia merced a su sensibilidad y simpatía, que movilizan a la platea desde el primer fotograma. No quiero decir contar más, excepto decirles que no se la pierdan. Hay un altísimo nivel técnico (no lo nombre a Rich Moore, el director y responsable final, pero a partir de ahora, me compro la T-shirt con su cara para salir en el día de estreno) y una historia entretenida, luminosa y transgeneracional. Ni se les ocurra, dejarla pasar!
No soy fan de la música reggae y es importante que sepan esto antes de leer mi review. Considero que es un género interesante, pero no es de mis favoritos, por lo cual, tuve cierta distancia con este documental de Kevin MacDonald (quien alterna ficciones y documentales en su carrera), elemento que me parece que le aporta panorama al espectador no fan de Bob Marley que se adentre en este film. En líneas generales, se puede decir que es un recorrido muy lineal, conservador y pautado, de la vida del genial músico jamaiquino. Hay en "Marley", mucha información, interesante data inédita y una estructura sólida, desde lo técnico que apoya lo que se transmite desde el guión. Produciendola Ziggy, uno de sus hijos, suponíamos que sería "políticamente correcta". Y lo es. Con creces. La historia nos dice que Bob Marley era un chico pobre que vivía cerca de una zona montañosa en Jamaica y que desde muy pequeño tuvo interés por desarrollarse como músico. El documental ofrece entrevistas con sus maestros, vecinos y algunas familiares que narran pequeñas anécdotas de su vida infantil. Luego, llegará el momento del salto a la gran ciudad (Kingston), y de ahí, a armar una banda y salir a buscar la fama. Dentro de los relatos que van apareciendo, destacamos el de Peter Tosh, ex- integrante de The Wailers que se separó después de la primera gira, quien aporta una visión de Bob que no conocíamos, como compañero, en la discrepancia. A medida que la película avanza, se suceden eventos, recitales, imágenes de archivo, montajes, todo, para explicar la dimensión histórica y musical de Bob Marley. Y se logra. Hay mucho espacio para explicar su noción de la espiritualidad "rasta" y de su pasión por ayudar a los necesitados, así como una cuidadosa caracterización de los últimos meses de vida, cuando se le detecta el cáncer (en el punto más alto de su carrera). Todo es prolijo, está bien documentado y la musicalización es de primera. Si, en el debe, quizás sentimos que algunas cuestiones (el tema del abordaje de la tenencia y cultivo de marihuana quizás se queda corto y la manera de vincularse con las mujeres -tuvo muchas y muchos hijos con ellas, por nombrar un par), también podrían haberse tratado de manera más profunda. Otras, muy curiosas (el tema de su pasión x el fútbol, su decisión de acompañar los derechos del pubelo africano, etc), están bien presentadas y son realmente lo mejor del film. Ir advertidos, sin embargo de que dura 144 minutos y en varios cines se da en función trasnoche, así que vayan descansados y predispuestos a conocer a un líder musical, global, que hizo historia, en un documental que cuenta desde su nacimiento a su muerte... Aprobada (imposible no salir conmovido por la fuerza que transmite la cinta), y si consiguen el disco, mucho mejor aún!
Cuando llegó la privada de prensa, la dejé pasar, porque esperaba verla en sala con mi hija y el público específico que sigue a este artista infantil. Es muy difícil si te posicionás como adulto, perder de vista que a los más peques de la familia, hay cosas que les gustan, más alá de lo que como espectadores calificados vemos. ¿Cuánta complejidad (y originalidad) de guión podemos pedirle a una cinta cuyo público receptor no supera los 6 años promedio ? En ese sentido, “Piñón fijo y la magia de la música” es bastante simple. Hecha con producción cordobesa y algún aporte porteño, esta cinta integra actores y animación y no se anda con vueltas: busca que la platea cante las canciones ya conocidas y siga un relato básico, ni más ni menos. Desde hace unos años que mi hija sigue a Piñón, por lo que estoy familiarizado con su universo y valores. Siempre la pasé bien en sus shows aunque reconozco que en esta película, parece haber primado la noción de “capítulo especial” del envío televisivo y eso le resta puntos, pensando en que para la pantalla grande, podría haberse pensado en una propuesta más atractiva. La peli arranca con Piñón en un show, sigue con el pedido de auxilio que le hace un grillo para que venga a su mundo a darle una mano a quienes defienden el repertorio de los insectos de una laguna… mágica? Digamos que hay un villano, el Cuis, que quiere que todos canten su canción en el bosque. Y dos bandos enfrentados. Nuestro amigo cordobés acepta el desafío de ayudar y parte rumbo a ese mundo a ponerle la mejor onda posible. Cómo? Cantando, con coreografías muy básicas y su tradicional simpatía a la hora de arengar a su audiencia. El relato es eso, ver como se resuelve este conflicto de la posesión del repertorio y no mucho más. En el haber, los chicos disfrutan mucho la banda de sonido. Pero a los adultos les cuesta acompañar el ritmo de la proyección. Es corta, pero definitivamente no es de las que conectan al espectador que acompaña al niño. Para nada. Tiene color, una animación que no es de las más acabadas y algunos gags que valen la pena. Salva la cinta, el carisma enorme de Piñón y su magnetismo para captar la atención de los chicos. Pero quizás el producto se encuentra por debajo de las expectativas, si pensamos en el potencial que tiene el artista para llevar a cabo cualquier proyecto. Si tus hijos y sobrinos son fanas del payaso cordobés, es de visión obligada, de lo contrario, tener en cuenta que su musicalidad puede no alcanzar a redondear un film entretenido para toda la familia.
Remontandome a la legendaria saga, "The Lord of the Ring", sentía difícil el hecho de que "The Hobbit" pudiera superarla, básicamente porque, a priori, percibía ya desde los trailers, menos carisma en los enanitos (quienes son el eje de la compañía) , en comparación con la multiplicidad de personajes coloridos en aquella trilogía que culminara diez años atrás. No estuve tan lejos. Desde el punto de vista técnico, la película es correcta, visualmente sólida, vertigionsa, con detalles de gran factura. Eso si, hay demasiada CGI. Ustedes dirán, eso pasó en las anteriores!!! Bueno, pero en TLOR, había fuerza dramática, la dirección de la historia siempre nos ponía al límite. Aquí, eso no sucede con tanta claridad. Entonces la sentí desbalanceada. No es que no haya combates de vida o muerte, sí, que no tienen la intensidad necesaria para sostener el interés en la trama. Aquí, Bilbo (el único Hobbit de la peli) es, apenas simpático, la banda que se embarca en la aventura (los 13 enanos) son apenas un conglomerado de personajes sin gracia y si bien hay mucho clima en las historias de Talkien, esta en particular se me hace bastante simple y lineal. Si, ya se. Hay muchas tribus y razas, conglomerados guerreros, paisajes increíbles, caídas, animales extraños, etc, etc, etc. "The hobbit" es una aventura para chicos, pero oscura (lamento los fans que me leen y se están enojando en este instante conmigo), larga y que demanda mucho del espectador a nivel integral. El universo es interesante, no voy a negarlo, pero la historia no me atrapó. Creo que si son seguidores de Talkien, se sentirán a sus anchas, pero los que sólo nos quedamos con el registro cinematográfico, terminamos agotados y no plenamente satisfechos. Ya sabemos, es "The hobbit", la gran apuesta de Peter Jackson para abrumarnos con su manejo de cámara y sus fabulosas criaturas mitológicas. Si aceptás sus reglas de juego, la vas a pasar bien. Si sos un espectador más casual, quizás sientas en el cuerpo su duración. En líneas generales (no voy a hablar del argumento porque Fernando ya lo trajo), me pareció un film aceptable, logrado visualmente, pero que está un par de escalones abajo de la legendaria "The Lord of the Rings". Más allá de eso, es uno de los últimos tanques del año y está claramente justificada su visión.
Se estrena en estas horas en el Centro Cultural General San Martín, lo nuevo de Guillermo Grillo. Para los que no lo recuerdan, es el recordado hombre detras de las cámaras en "Fantasma de Buenos Aires", allá por 2009. "La noche del chihuahua" es su segundo largometraje y si bien su realización es de neto corte independiente, la presencia en la cinta de Benjamín Rojas y la cuidada factura técnica (hecho posible en este tiempo), la hacen un producto interesante, si lo tuyo es la búsqueda de emociones distintas, enlazadas con el mundo de lo freak, los comics y lo gótico en tono de comedia. La historia que tenemos es la de Juan (Rojas), un pibe simple, carismático y corriente que se muda a su nuevo departamento. Está ansioso y movilizado porque a poco de instalarse, invita a una conocida en Facebook muy atractiva a su lugar. En esas horas, su mejor amigo (quien venía actuando extraño, digamos), aparece con una historia singular, lo mordió un animal y va a transformarse en lobo, o algo parecido, porque es noche de luna llena. De más está decir que Juan se toma todo con una naturalidad pasmosa (y divertida) e intenta consolarlo mientras aguarda la aparición de la mujer que cambiará su noche, de manera decisiva... No contamos más, si podemos anticiparles que la trama es amena, intensa y que las notas de humor negro están bastante logradas. Si bien se notan las limitaciones de la producción, lo ajustado del cast y los vericuentos de la historia (delirantes, de por sí) hacen que "La noche del chihuahua" no sólo se deje ver, sino que hasta resulte una propuesta interesante para pasar un buen momento. Rojas hace gala de su simpatía y profesionalismo y descolla en su rol, sostiene el andamiaje de la película (está todo el tiempo en pantalla) y logra una conexión con el espectador notable. Dentro de ese universo (lo friki), se mueve con soltura y sus líneas son siempre originales con remates ocurrentes y alguna vuelta que sorprende, sobre todo hacia el final del relato. Los secundarios cumplen, en un elenco sin fisuras en el que encontramos a Talo y Josefina Silveyra y a Graciela Stefani como los puntales de una historia simple, bien contada y que cumple su objetivo. "La noche del chihuahua" es un film logrado, sin analizamos las condiciones en las que fue rodado (está hecho en un blanco y negro que le sienta perfecto), ideal para pasar un momento divertido y ver como Grillo va consolidando un promisorio futuro en la industria. Si les gusta lo televisivo, se harán un festín con Rojas, desde ya. Si se llegan hasta el CCGSM, no se van a arrepentir. Que no pase desapercibida!
Al entrar a sala, con la gacetilla de prensa en la mano, pensaba que en general era difícil calificar un film donde cada responsable (director) tenía 1/7 de responsabilidad en el balance general de la propuesta. Los números algo dicen, es difícil pensar en algo de unidad cuando tenemos directores tan talentosos y dispares como Benicio del Toro, Julio Medem, Gaspar Noé o Elia Suleiman. Digamos que el mosaico que propone “7 días en La Habana” es colorido, desparejo, intenso y con sabores complejos, según sea la mano detrás de la cámara que rodó el corto respectivo. Sí, esta película es una sucesión de 7 relatos que tienen como marco a la capital de Cuba y su mayor punto a favor es que cada nombre detrás de cámara tiene prestigio suficiente para contar algo interesante con sello propio. Todos los relatos están relacionados con el turismo, la actividad sexual que se da en la isla, la necesidad por escapar de ella y la vida urbana, dentro de lo pintoresca que es la ciudad de La Habana. Arranca la cinta con “El Yuma” y “Jam Session”, de Benicio Del Toro y Pablo Trapero respectivamente. En el primero se cuenta la historia de un joven americano de vacaciones (al que le gusta el alcohol y se deja llevar por lo exótico del lugar), mientras que en el segundo, Emir Kusturica en persona llega al Caribe de visita a un festival internacional de cine a mostrar su desenfado y perfil conflictivo, con mucho humor. El tercero es “La tentación de Cecilia”, ampliamente el destacado de la película: una historia triangular de amor entre una cantante cubana bellísima, un caza talentos español y un beisbolista al que las cosas le van mal. Lejos, el más intenso y el de mejor tratamiento dramático. Luego vienen el resto, (no voy a hablar del de Gaspar Noé porque deberían verlo), siendo el más flojito el de Suleiman (más allá de que tiene identidad propia) y el más jugoso : el que cierra, del maestro Laurent Cantet, “La fuente”, donde una vidente recibe el mensaje de una virgen que conmueve a su medio… La transmisión “psíquica”, le dice a la médium que tiene un día para reformar un sector de la casa donde vive y construir una fuente para homenajearla. Cuando ella presenta la necesidad, la comunidad del edificio donde vive se organiza para hacer realidad el pedido divino y lo que veremos es una deliciosa movida para materializarlo, que se transforma en lo más divertido del film. En líneas generales, el espíritu de la vida en la isla y el impacto que la misma produce en la visión de los extranjeros está muy bien retratada y si no conocen la geografía, la película es pintoresca y su atractivo sube un par de puntos. Se deja degustar, sin dudas.
Leslye Headland es una guionista de tevé, devenida en directora y debuta con un voto de confianza de la industria importante en "Bachelorette"... Consolidar el género "vom com" con más exponentes cercanos a la exitosa (en taquilla, a mí no me gustó para nada), "Bridemaids". La idea de esta propuesta se enmarca en plantear la vida de treintañeros en crisis, subrayando una temática con mucho gesto escatológico y ritmo, cargada de ironía y notas posmodernas sobre la cultura del individualismo y su impacto a esa edad... Bueno, en esa línea va "Despedida de soltero". Es una comedia romántica fuerte, no apta para estómagos débiles, donde tres amigas se enfrentan a una noche particular. Su ex compañera de fiestas de la secundaria, Becky (Rebel Wilson) la gordita del grupo (a ver, digo esto porque influye en la trama, no por otra razón, no llamen al INADI si?) está preparando una súper boda a la "americana" para casarse con el buenmozo Dale (Hayes MacArthur). Con "rehersal dinner" y todo, como se debe (wedding planner, ya saben). Curiosamente, sus tres mejores amigas de ese tiempo, son más lindas y viven la vida a pleno, pero no consiguen materializar en un proyecto de pareja serio, ellas son la mandona y exitosa Regan (Kirsten Dunst), Gena (Lizzy Kaplan) y Katie (Isla Fisher), estas dos últimas con algunas tendencias hacia las sustancias prohibidas serias. Regan comandará el operativo previo a la fiesta y tratará de que Becky pase sus últimas horas como soltera, de la mejor manera posible. Eso si, sabe que Gena y Katie se mandan de las suyas y en cantidad, asi que deberá contenerlas y tratar de que nada se salga de control durante la estadía de sus ex camaradas de escuela. Pero algo sucede y en un rapto de descontrol, las chicas arruinarán el vestido de bodas a pocas horas de que se inicie el casamiento, con lo que deberán resolver como arreglarlo antes de que la novia se de cuenta de lo ocurrido. O sea que la película transcurre, toda, en una noche hasta el día siguiente donde habrá (o no, quién sabe?), boda. Para empezar hay que decir que "Bachelorette" es una película modesta y no puede ser comparada con sus hermanas mayores ("The hangover", "Bridemaids", etc). Hay menos presupuesto aquí y también, poca sorpresa en el guión. Llama la atención que siendo una comedia romántica no haya ni mucha comedia (me reí poco, realmente) ni mucho romance (si, está bien, les acepto lo de la historia de Gena, pero, es suficiente para una rom com que se precie!!?). Si creo que el libro propone una línea donde se explora el fracaso, la incertidumbre y la dificultad, en estos tiempos, para confiar, abrirse, amar y permitirse ser correspondido. Ahí es donde "Despedida de soltera" tiene su faceta más sólida: cuando vemos el mundo interior de las chicas y nos acercamos a sus conflictos es cuando mejor nos sentimos, dentro de la trama. Después, claro, hay escenas fuertes, drogas, bares de strippers, escenas en baños, etc... Lo que abunda en el género. El trío principal esta correcto aunque se destaca, más que nada por ser la que vive la historia más interesante, Kaplan. Dunst y Fisher aportan belleza (esta última con pocos matices apelando a su carisma e inocencia) y poco más. Puedo decir que a pesar de la falta de delirio que afecta el corazón del libro, "Bachelorette" es aceptable. No descolla, seguramente no será recordada en poco tiempo, pero si hay que reconocerle que ofrece una mirada interesante sobre los conflictos que hoy en día viven las mujeres (y porque no, los hombres) de más de 30: cómo enfrentar un compromiso a la hora de formar una pareja y proyectarse, visualizarse, en él. No se van a reír mucho pero quizás los haga pensar y debatir en pareja, y eso, es una buena idea, a la luz de los conceptos centrales sobre los que gira la trama...
Desde Formosa y con el sabor de esa tierra, nos llega la ópera prima de Sebastian Caulier, drama centrado en la relación de dos alumnas enamoradas de un apuesto profesor que desde Buenos Aires llega a su escuela. Algunos colegas hablan de "La inocencia de la araña", como una comedia negra. Me resisto a verla así, ya que creo que la línea de trabajo presenta una historia de suspenso, con apuntes serios sobre las motivaciones que las protagonistas tienen y más que sonrisas, en cierta manera, hay cierta tensión en el relato y algunos apuntes oscuros sobre las fantasías infantiles a los que hay que prestarle atención. Manuel (Juan Gil Navarro), es un docente de biología nuevo en el colegio de dos amigas que son de las más aplicadas de su grupo (y no casualmente, están siempre aisladas del resto (Lourdes Rodas y Renata Mussano). Las chicas están fascinadas con lo apuesto de su profe y fantasean mucho con él. Arman altares, hacen muñequitos, dibujos, etc... Se enamoran, perdidamente de Manuel pero a poco de iniciado el período escolar, se toparán con un problema serio. La profesora de Educación Física, Ana (Gabriela Pastor), rápidamente desarrolla un interés romántico con su objeto de deseo y eso les hará ruido a las chicas. Es más, la veran como un obstáculo en su fantaseada relación con su amor, por lo cual comenzarán una silenciosa guerra contra ella, de consecuencias difíciles de imaginar... El planteo de la historia es bastante sencillo: las chicas tienen un desorden emocional y van probando diferentes técnicas de acercamiento con Manuel, en principio, pero cuando la relación de él con Ana progresa, las cosas se ponen más complejas y las estrategias para despejar el camino comienzan a ponerse serias. Decíamos que la idea es interesante, la estructura del relato es bastante lineal y previsible, pero su mayor falencia es la falta de intensidad en los roles de las protagonistas femeninas. Más allá de esfuerzo de Rodas y Mussano, sus roles no terminan nunca por generar la intensidad dramática necesaria para dar fuerza y cuerpo a la historia. Se las escucha vacías, en varios pasajes, como leyendo sus líneas y no logran captar el interés de la audiencia. Gil Navarro apela a todo su oficio para sacar adelante su papel y cumple como profesor desconcertado que se enamora y no logra entender que sucede a su alrededor. En favor de "La inocencia de la araña" (título que hace referencia a un arácnido que el profe tiene como mascota), hay que decir que describe bien el ritmo cansino de la vida provinciana y su progresión lógica se logra ver clara. Si, le falta fuerza y consistencia al relato, siendo que podría haber sido un thriller oscurísimo de épicas proporciones con otro elenco (o más locura en las acosadoras). El balance es desparejo y nos deja pensando que un cast diferente y alguna vuelta de tuerca en el guión habrían generado un producto más redondo.
Una de las primeras sensaciones que me atravesó mientras bajaba las escaleras de la sala donde la ví, fue pensar que América Latina, está hermanada por todo tipo de vínculos, y el de la corrupción y el manejo latifundista, sigue con mucha fuerza la tradición establecida por defecto: los ricos tienen mucho y quienes respetan la ley, en muchas oportunidades no tienen nada y aunque sus derechos sean legítimos, rara vez conseguirán ser respetados. De eso habla “El impenetrable”. Documental del italiano Daniele Incalcaterra y Fausta Quattrini. Aquí tendremos un viaje al Chaco paraguayo, donde el director y su hermano intentarán donar unas tierras heredadas a los pueblos originarios del lugar. Claro, fácil no será. El relato nos transportará a través de la titánica tarea de ubicar el terreno, entender su geografía, asombrarse con la frondosidad de los vericuetos legales necesarios para hacerse del espacio y los manejos turbios que flotan en el ambiente todo el tiempo… Asombra y preocupa lo que vemos. Ya con el tema del acceso nos preocupamos, imagínense el resto! Incalcaterra usa el off para contar su historia y el relato es intenso aunque un poco intrincado desde los papeles. De a ratos cuesta seguirlo, aunque hay que reconocer que la documentación es precisa y está bien presentada. A ver, para que entiendan, las tierras en cuestión están en el medio de otras que tienen otros dueños y cuya delimitación es confusa. Sumado a que se nota que no hay mucho respeto dentro de los dirigentes locales por atender cuestiones sensibles como la protección ambiental y las demandas de la población aborigen. En líneas generales, la cinta hace un recorrido metódico por las acciones del cineasta y protagonista de la historia en pos de su objetivo, con un resultado que no anticiparemos aquí, pero que llama a la reflexión. Un documental bien estructurado, serio, profundo, sobre un tema complejo que al que la sociedad debería prestar más atención, sobre todo en los centros urbanos, donde estamos alejados de esta realidad. Muy prolijo e interesante.