Podría decirse que «Matrix Resurrecciones» es una no secuela con mucha expectativa detrás. Recordemos que el primer film de Matrix se estrenó en 1999, por lo que ya hay una generación que la está esperando con muchas ansias. En esta oportunidad vez hay ciertos cambios, como por ejemplo en la dirección – no están las hermanas Wachowsky en conjunto sino sólo Lana. Además, a este cambio se le suma la ausencia de algunos actores muy reconocidos de la saga. Neo (Keanu Reeves) está viviendo una vida normal como cualquier ser humano pero está siendo agobiado por recuerdos/imágenes, las cuales no difiere si son reales o no. Esta incógnita se ve resuelta pero antes Neo debe decidir que camino tomar (o qué pastilla) y hacer frente a lo que suceda a partir de allí. Con respecto a las actuaciones, fueron acertadas. En el caso de Keanu y Carrie Anne Moss (Trinity), la verdad es que no hay nada que decir. Es una dupla que conecta y conjuga a la perfección cada momento. Cómo conté al principio hay ciertos cambios en el cast respecto a los anteriores films, pero eso resulta en nuevas incorporaciones. Se destaca mucho Jessica Henwick (Bugs) ya que tiene un papel fundamental y está en cada escena, logrando mantener el tono de la película. Sí debo decir que la actuación de Jonathan Groff (Smith) me dejó con gusto a poco, no sentí que sea realmente un villano. En cuanto a efectos especiales realmente se destacaron. Es evidente que pensaron cada escena de pelea para que se vea lo más estilo Matrix posible pero obviamente dándole un poco de actualidad. La dirección de arte y música fue muy lograda, tanto que te queda plasmada en la retina y oídos. Al film le faltó más idea, entender qué es lo que quería ver el público en esta vuelta. Su llegada a la pantalla grande es revolucionaria, pero lamentablemente no llegó a cautivar del todo a la audiencia. La presencia de Keanu es, sin dudas, una atracción para el público pero ni siquiera logró maravillar al espectador, ya que además la película tuvo, a mi gusto, pocos minutos de pelea. Concluimos, entonces, que «Matrix Resurrecciones» es sólo un poco de fan service y nada más.
Es sabido que hacer una película basada en un videojuego trae de por sí la mirada crítica de sus fans, y ahora es el turno de la aclamada saga de juegos de Capcom, Resident Evil. Este videojuego es un éxito y marcó a una generación, derivando así en la realización de nada más ni nada menos que 6 films, los cuales fueron un éxito, aunque han contado con varias críticas. En esta oportunidad, el encargado de dirigir este «reset» que se basa en los dos primeros videojuegos es Johannes Roberts. Raccoon City fue creada por la corporación Umbrella que se especializa en la fabricación de medicamentos y vitaminas. Allí crecieron los hermanos Redfield. Chris (Robbie Amell) se quedó en ese lugar ejerciendo como policía y Claire (Kaya Scodelario) ahora vuelve nuevamente a esta ciudad para reencontrarse con su hermano, pero eso no es todo: fue con la intención de abrirle los ojos y decirle que algo anda mal en la ciudad. Instantáneamente, la gente que vivió tantos años allí comienza a cambiar y a tener sed de sangre. Las calles se llenan de puro terror y guerras por sobrevivir. Las actuaciones en general fueron justas, pero fue errado el cast de ciertos personajes. En el caso de la actriz principal Kaya Scodelario, es muy frío su personaje tanto que en los momentos de acción no transmite mucho. Podría decir que su actuación se salva gracias al resto del elenco, en el que Avan Jogia (quien personifica a Leon Kennedy) se destaca gracias a los toques de humor con los que anima un poco más el espíritu del film. Igualmente, un gran punto a favor es que han decidido darle más importancia al desarrollo de la historia en sí para poder diferenciarse de los films anteriores. Es decir, no se quedaron solamente con lo que funcionó de las primeras películas y eso se valora. En cuanto al CGI lamentablemente no fue acertado. Hubieron varias fallas en aspectos más que importantes como ser los zombies, quienes son los que realmente atraen al espectador. Con respecto a las escenas de pelea y acción estuvieron muy bien, hay buenos efectos que aclimatan en todo momento esas escenas. Sony apostó por el reinicio de esta franquicia, y es evidente que va por todo. Para quienes conocen la historia de esta nueva película, les van a dar mucho más ganas de seguirla, y para quienes no conocían absolutamente nada, se van a introducir de lleno en este terror tan atrapante (y seguramente a descargar todos los videojuegos).
Cada vez que sale una biopic para la pantalla grande entra mucho en juego, desde encontrar al actor justo para personificarlo y que la historia y esencia del protagonista se vean totalmente plasmadas ahí. En este caso hablamos de la bio de Ray Richard, padre de las premiadas tenistas Venus y Serena Williams. El actor encargado de interpretarlo es el querido Will Smith, quien en los últimos años estuvo produciendo y dirigiendo varios proyectos sin parar. Una historia que muchos desconocían, un padre que llevó a la fama a dos de sus cinco hijas para que triunfen en el tenis. Esta familia además de numerosa y atlética, es soñadora. Ray se ocupó de enseñarles desde cero a jugar al tenis, leyó revistas, libros y hasta miró cantidad de veces partidos para aprender y llenar de conocimiento a quienes iban a ser las futuras deportistas. En la película vemos cómo estas hermanas desde pequeñas aprendieron a ser gigantes como personas y en el deporte gracias al apoyo de su familia. Mucho camino recorrido en una época difícil por la discriminación racial, pero le hicieron frente y hoy se las reconoce por su humildad y destreza. El cast elegido es realmente excelente. Estuvieron muy bien representadas cada una de las partes, especialmente Demi Singleton y Saniyya Sidney, quienes estuvieron impecables interpretando a las hermanas. Ambas logran atrapar al espectador con su trabajo que sin dudas es producto de estar también junto con Will a su lado personificando a Ray porque el actor se destaca a todo momento y junto con las actrices se complementan. Por su parte, el actor Jon Bernthal también logra un eximio resultado con un gran personaje. El film está muy bien ambientado, tanto en estética como con la música. Si bien la historia es interesante, en cuanto al desarrollo quizás a la mitad el film se hace un poco largo porque hay partes que no aportan mucho a la historia. También se nota que hay ciertos aspectos de la vida de los personajes que fueron pasados por alto a propósito porque en su momento fueron realmente cuestionados, como ser la estricta manera que Ray tenía para enseñar y su aparición en cámaras todo el tiempo. Sin embargo, desde el primer minuto la película nos va dejando muchas enseñanzas de vida, lo cual me remonta a «En busca de la felicidad», film en el que Will también apostó por ello desde la producción y el resultado es excelente. Sin dudas, «Rey Richard» es la biopic del año y seguro tenga varios premios en su haber cuando se realicen las entregas. Se transmite mucho el espíritu deportivo, más siendo un deporte tan difícil en todo sentido como lo es el tenis, por su estructura y el poder tener reconocimiento. Al terminar de ver el film además de llorar y emocionarse, instantáneamente salís con ganas de ir a jugar tenis y copiar a las hermanas Williams, lo cual es claramente imposible. Pero salís realmente inspirado por semejante historia.
Las películas musicales de Disney siempre traen buenos conceptos, emoción y linda música. En esta oportunidad con «Encanto» tenemos todo ese combo. Por un lado contamos con la dupla de directores Byron Howard y Jared Bush, quienes ya han trabajado juntos en Zootopia y el resultado fue bueno. Por otro, se suma como responsable de las canciones originales el gran Lin Manuel Miranda , a quien ya lo hemos visto destacarse en Mary Poppins y, obviamente, en Hamilton, pero aquí sin dudas nos encanta con sus letras. La nueva película nos cuenta la historia de la familia Madrigal que vive en un pueblo llamado Encanto. Ellos se caracterizan particularmente por tener poderes totalmente distintos entre sí pero que están relacionados con la personalidad de cada uno. Día a día les dan un gran uso ayudando a todo el pueblo y así lograr una gran comunidad que crece constantemente. Sorpresivamente, resulta que Maribel, quien forma parte de esta familia, no obtuvo ningún poder, por lo que decide averiguar el por qué. Lo hace con todas sus buenas intenciones pero, sin querer, lamentablemente esta búsqueda trae como consecuencia que el pueblo se vaya apagando y derrumbando. Toda la historia está contada a través de distintas canciones que son realmente fantásticas. Cada una de ellas acompaña correctamente cada escena y debo decir que después de ver la película queremos escuchar mucho más de Lin Manuel Miranda porque siempre se supera. Además, los efectos son minuciosamente perfectos, la fotografía es muy atractiva visualmente y logra su objetivo: atrapar al espectador, desde el más chico al más grande. Disfrutar de «Encanto» me hace pensar que la cultura latinoamericana está pisando cada vez más fuerte en la pantalla grande de la mano de Disney. En este caso Colombia está presente y se ve retratado en su estética, paisajes coloridos con lugares típicos, símbolos y, sin dudarlo, en los personajes. Además la película cuenta con las interpretaciones musicales de Carlos Vives y Sebástián Yatra, íconos de la música en el país. En sí el film hizo mucho hincapié en los elementos mencionados anteriormente, pero no tanto en la historia de principio a fin. Quizás llegando a la mitad de la misma se perdió la conexión con los personajes y un poco el rumbo de la historia, lo cual hizo que uno como espectador llegue al final de la película un tanto desenganchado. Lo que remontó esa meseta fue la hermosa y profunda enseñanza que deja. «Encanto» es una linda película para ver en familia. Disney nos tiene acostumbrados con sus mensajes finales y se disfruta muchísimo gracias a la música que es tan pegadiza y atrapante.
El director español Jaume Balagueró después de estar detrás de la saga de Rec, vuelve a la pantalla grande con un thriller sumamente prometedor. Thom Johnson (Freddie Highmore) es un chico que usa su gran inteligencia para ayudar en diferentes causas, pero más que nada para aquellas que le resultan interesantes y que representan un desafío. Así se topa con una peligrosa propuesta que consiste en robar el Banco de España, que según cuentan es un lugar al que es imposible de entrar. Walter (Liam Cunningham) es quien lo integra a su equipo en donde cada uno tiene una función específica, dado que sólo tienen un plazo de 10 días para cometer el robo. La actuación del protagonista Freddie Highmore es excelente, sin dudas el papel estaba hecho para él porque le sale tan natural que encanta desde el primer momento (recordemos que protagoniza la serie The good doctor). Con respecto al resto del cast, cumple pero no destaca, salvo por los grandes actores españoles, Luis Tosar y José Coronado quienes fueron fundamentales en la película: a cada papel que interpretan le dan su toque característico por el que tan aclamados son. «Asalto a la Casa de Moneda» nos trae la historia del robo al Banco de España (algo parecido ya hemos visto en la exitosa seria La casa de papel) que al final quizás trastabilla pero el papel de Highmore sube totalmente la apuesta y salva al film. Además, se rescata que la historia tiene varios y muy buenos giros aunque podría haber dado un poco más, dado que es una película de casi dos horas y termina siendo predecible. Esta película es un gran paso para Jaume, sin dudas debe ir por este camino porque el resultado es bueno y todo aparenta que próximamente tendremos más novedades de él como director.
Ir al cine a ver «Ghostbuers: el legado» nos reomnta sin dudas al año 1984, cuando disfrutábamos del icónico grupo de Cazafantasmas formado por Venkman (Bill Murray), Stantz (Dan Aykroyd), Spengler (Harold Ramis) y Winston (Ernie Hudson). Y si los recordamos a ellos, recordamos también esa canción y a los marshmallows villanos, aspectos que nos traen en este renovado film. Una familia después de prácticamente quedarse sin hogar, debe mudarse a una vieja casa en un lejano pueblo. Allí Callie (Carrie Coon), junto con sus hijos Phoebe (McKenna Grace) y Trevor (Finn Wolfhard) comienzan a descubrir quién fue su abuelo verdaderamente y a indagar en su pasado. Esta situación los lleva a toparse con fantasmas, pero ellos tendrán la maquinaria necesaria para acabar con ellos. Phoebe será la mente maestra de este equipo, gracias a su gran pasión por la ciencia y para hacer honor a su legado. El guión del film estuvo bastante bien distribuido entre los distintos personajes y hubieron dos actores que pudieron lucirse gracias al guión y que se llevaron todos los aplausos. Por un lado tenemos a McKenna Grace, quien con su personaje mantuvo la historia siempre viva y funcionó de manera muy acertada el dúo dinámico con el personaje de Podcast (Logan Kim). Ellos han sido los responsables de traer muchos momentos agradables en el film. Por otro lado, tenemos a Paul Rudd, quien se puso al hombro la película porque mantiene al público atento a cada cosa que hace porque siempre nos encanta con ese humor tan simple y atrapante que maneja. Con respecto al resto del cast estuvo bien pero no enriquecen tanto a la historia en sí. Debo decir que me gustó y se agradece que hayan respetado a los anteriores films en cuanto a los villanos, la estética y lo que al público le agradaba de Los Cazafantasmas que era el humor clásico. Quizás hubieron momentos que fueron demasiado infantiles al final e innecesarios que le restaron puntos a la película y afectaron, en mi opinión, a que el villano principal no parezca tan villano en realidad y allí surgió un declive. Igualmente los efectos estuvieron bien logrados y además la banda sonora, conformada por muchos clásicos, acompaña muy bien a cada una de las escenas. Ojo, no hay que moverse de la butaca porque hay sorpresas al final. Vayan al cine a disfrutar de la película y vivir un hermoso momento de nostalgia.
Las verdaderas novedades en el cine son poco comunes – historias que se repiten, terror que no es terror y así sucesivamente. Pero finalmente llegó el turno de Edgar Wright para traernos, sin dudas, algo verdaderamente nuevo. A Wright lo hemos visto dirigir films bastante recordados por el público como Baby Driver y Muertos de risa, por lo que la expectativa es mucha, y más en el género terror psicológico/thriller. En esta oportunidad nos trae la historia de Eloise (Thomasin McKenzie), una joven que se muda a Londres para comenzar su carrera como diseñadora. El comienzo de esta nueva etapa significa mucho para ella, por la historia de su madre. Sin embargo, llega con mucha ilusión y sueños por cumplir. Todo iba bien hasta que comienza a tener sueños realistas en su nuevo departamento. Esto la lleva a perder el equilibrio entre lo que es real y lo que no, viéndose perjudicado su entorno. La protagonista de estos sueños es Sandie (Anya Taylor- Joy), quien también llegó a la ciudad con el sueño de triunfar como cantante en los años 70′ pero el costo que tuvo que pagar por cumplirlos la llevó a perderse y a ver oscuridad. Ahora, la tarea de Eloise será ver el significado de estas vivencias que tiene con Sandie y así evitar que su cabeza explote de sufrimiento y terror. La actuación de Thomasin es para ponerse de pie. Realmente logró conectar con el personaje de una manera espectacular, tanto que el espectador sufre a cada segundo con ella. Con respecto a Anya, cumplió con su personaje pero creo que no hubo escenas en la que se destaque, y el resto del cast estuvo muy bien pensado. Si hablamos del guión, en ningún momento hay baches ni momentos en los que la historia cae. Wright y Krysty Wilson-Claims han hecho un gran trabajo; el suspenso está siempre presente y esos flashes al género italiano giallo es lo más increíble y maravilloso del film. Además, la fusión de la música, la estética y fotografía fue un gran acierto, logrando el combo perfecto. Cada escena tiene su momento especial, logrando que el espectador esté atento a cada una de ellas. Hacía mucho que no se veía una película de este estilo en cartelera, con un terror/suspenso de verdad y con una historia simple pero que combina todos los elementos de manera correcta. Si bien me quedé con ganas de más (para que sea perfecta hubiera sido un gran acierto sumar algunas historias de ciertos personajes para enriquecer la trama), «Last Night Soho» marcará un precedente del buen cine – de todo lo que hay que hacer, con pocas cosas sin divagar ni llenar espacios con contenido vacío. Para los amantes de Hitchcock y del género, sin dudas deben ir al cine a disfrutarla.
Sin duda alguna, “Duna” trae una gran historia detrás y expectativa actual. Recordemos que a varios directores se les propuso realizar la adaptación del aclamado libro de ciencia ficción de Frank Herbert , pero nadie se atrevió. Quien logró llevarla a la pantalla grande fue David Lynch en 1984, aunque sin el revuelo esperado. Ahora fue el turno del francés Denis Villeneuve, a quien lo vimos muy entusiasmado por seguir atrás de esta saga. Paul Atreides (Timothée Chalamet) es hijo del duque de Caladan, Leto (Oscar Isaac). De por sí ya se sabe que tiene un deber a futuro, pero hay muchos que están al pendiente de su destino. Toda la familia debe emprender un viaje a Arrakis, donde tienen la gran tarea de unir a los pueblos y de lo más importante: encargarse de la recolección de especia. A medida que pasa el tiempo, Paul comienza a vivir situaciones extrañas, justo cuando una serie de eventos desafortunados comienzan a ocurrir y debe hacer frente a ello para defender el planeta. En las actuaciones, claramente son dos actores quienes destacaron, uno más que otro. En primer lugar su protagonista, Timothée Chalamet, quien estuvo muy bien en su papel a pesar de que le faltó desestructurarse y pisar con más fuerza ese protagonismo. Igualmente hace un digno y gran trabajo. Por otro lado, quien se llevó definitivamente todas las miradas y estuvo realmente brillante es Rebecca Ferguson, quien más allá de tener un papel que era un tanto enigmático fue la única que logró hacernos ver y sentir la verdadera esencia de la historia. Gran parte de los aplausos para este film también se los lleva la banda sonora, a cargo de nadie más ni menos que Hans Zimmer, encargado también de crear la música para grandes éxitos como Gladiador y El código Da Vinci. A esto también se le suman los planos de cámara y la estética que es excelente. La fotografía y la dirección de arte son maravillosas. El film dura 2 horas y media, pero les aseguro que vale cada minuto porque de esta manera se logra apreciar la historia en su totalidad. El miedo de cuando una película está basada en un libro es que se lleve a la pantalla grande demasiada información y la historia termine siendo inentendible. Por suerte, con “Dune” pasa todo lo contrario. Villeneuve logró finalmente el resultado que se quiso lograr años atrás, porque el revuelo y la expectativa con la que se sale del cine por ver cómo sigue esta saga es real. Sin dudas, hay que ir a ver la película en el cine, aprovechando que están abiertos. Si no leíste el libro, andá a verla igual porque la historia es excelente y es uno de esos films que se hacen apreciar por todo el trabajo que hay detrás de cámara.
En esta oportunidad, “Venom” no está dirigida por el mismo director de la anterior, Ruben Fleischer. Quien está al mando esta vez es Andy Serkis, gran actor que últimamente está incursionando más en la dirección. Su último film fue Mowgli: La leyenda de la selva (2018) y el año que viene lo veremos participar de la esperada Batman. Esta vez a Serkis le tocó ponerse al frente de un film al que se le tiene mucha expectativa por todos los cruces que luego podrían haber pero más que nada se espera que hayan logrado subir la vara. Volvemos a ver al simbionte Venom, esta vez completamente cómodo con Eddie Brock (Tom Hardy) – se nota que ya son grandes amigos. Eddie sigue con su trabajo como periodista y ahora le llega la oportunidad de entrevistar al asesino Cletus Kasady (Woody Harrelson) y no puede arruinarlo. En ese encuentro surge cierta rispidez y finalmente aparece Carnage, enemigo de Venom que tiene un único propósito: la total destrucción. Este es el momento en que tanto Brock como Venom deben unirse como carne y uña de una manera mucho mas poderosa porque sus enemigos ya conocen sus puntos débiles. En cuanto a la actuación de Tom Hardy, es mejor que en el film anterior. En esta película se puede ver que hubo un correcto equilibrio gracias a que el actor también participó del guión. Con respecto al papel de Harrelson creo fue exagerado – quizás no era el artista más adecuado para este papel ya que no logra la imagen de villano. Cuando se convierte en simbionte no se nota demasiado y queda una actuación a medias. El personaje de Venom esta vez se lució más. Pareciera que en esta nueva entrega prestaron atención a las críticas de la anterior, en donde el humor y la acción fueron los puntos que más disfrutaron a los espectadores. En cuanto a Carnage fue un tanto insulso, los momentos de peleas eran siempre iguales, por momentos con partes sin sentido que no llaman la atención. El resto del cast estuvo bien y cada uno se adaptó a su personaje. Debo destacar que estuvo bueno ver que hubieron cambios a partir de las críticas de la primer entrega. Desde el comienzo, el film nos mantiene enganchados y hay un buen trabajo en la música que acompaña muy bien cada escena. Las escenas de las peleas podrían haber sido mucho mejores sabiendo que en sí la historia no tenía mucho contenido y esos momentos de acción son los puntos más fuertes. Igualmente Serkis logró un grato trabajo, demostrando interés en que quiere continuar con la saga, por lo que seguiremos apostando por él como líder de las próximas entregas. Sin dudas, con “Venom: Carnage liberado” no te vas a abrurrir. Hay mucho humor, peleas y una escena post créditos que vale la pena ver.
Con “Reminiscencia”, Lisa Joy debuta como directora de un largometraje que llega a la pantalla grande. Ella estuvo detrás de la creación de la serie de ciencia ficción, Westworld, la cual fue multipremiada en varias ocasiones por lo que las expectativas para este film eran grandes. Una mezcla de ciencia ficción, suspenso y romanticismo, así es “Reminiscencia”. Nick Bannister (Hugh Jackman) es un veterano de guerra que vive en la ciudad de Miami pasada por agua y tiene un peculiar trabajo. Se dedica a ver el pasado de las personas que quieran recordar momentos que han olvidado, y así sienten que vuelven a vivirlos. De este modo conoce a Mae (Rebecca Ferguson), una mujer que quería su servicio para poder encontrar sus llaves. Nick sintió una fuerte conexión con ella que termina en una relación. Pero todo cambia cuando el amor de su vida desaparece y debe emprender un camino largo para encontrarla. Durante el mismo se encontrará con secretos y gente peligrosa involucrada. La pregunta es si valdrá la pena tanto sacrificio por saber la verdad o era mejor el olvido. Las actuaciones de los protagonistas estuvieron muy bien. Jackman se encuentra perfecto para el papel, tiene esa particularidad de ser intrigante todo el tiempo, con elegancia, y además es muy preciso en lo que quiere transmitir en cada escena, especialmente aquellas en solitario. En el caso de Rebecca su papel fue difícil porque debió interpretar 2 personalidades, cada una de las cuales fue una verdadera incógnita, siempre con cara “de nada” pero dejando el camino a la duda en cada accionar de su personaje. Sin dudas, hizo un excelente trabajo. En cuanto a los efectos especiales, estuvieron bien logrados – ver una ciudad pasada por agua en todo momento y que no parezca algo puesto así nomas debe haber sido un gran desafío. Esto se aferró muy bien a la estética elegida, una mezcla futurista pero con algo de los 50’s que terminó gustando. Lamentablemente, para quienes vimos el tráiler antes de ver la película, nos dejó un gusto amargo. En mi caso, tenía las expectativas de ver un poco de clásico cine negro pero no sucedió. A los 40 minutos del film se nota como todo pierde fuerza, y eso que dura 2 horas. Nos encontramos con un villano demasiado simple y con un guión que sólo funcionó para los protagonistas. Además, creo que los personajes desaprovechados (tanto en su historia como en la caracterización) y la película restó puntos con cosas que no fueron contadas y hubiera sido interesante. Podríamos decir que el recurso de los efectos estuvo bien logrado pero no estuvo acompañado por una historia digna sin caídas. Para concluir, la película tuvo un buen concepto en líneas generales pero nos deja con gusto a poco. Si bien es el primer trabajo como directora de Joy, tengo la esperanza de que en su próximo film se la juegue más y sea un completo acierto.