Este es un cierre de aquella que comenzó en el 2000 y cuenta con las buenas actuaciones de: Michael Fassbender, James McAvoy y Jennifer Lawrence y todo el talento de Jessica Chastain. Muchos de los actores salen airosos, existen momentos emocionantes, un guión un tanto pobre y algunas situaciones que ya se perciben desde el tráiler. El film cumple, tiene un buen ritmo, batallas increíbles, su acción es espectacular, la batalla en el tren resulta vibrante, visualmente de alto impacto, bien épica, intensa, entretiene de principio a fin, simpática, cumple con la propuesta. Para destacar una muy buena banda sonora y como dato comentar que se invirtieron en el film 200 millones de dólares.
El film busca conquistar el corazón de los niños contando esta fabula, a través de una simpática suricata, un precioso león blanco que es la mayor seducción y en el mejor actor del rodaje a quien se le suma la joven Daniah De Villiers interpretando a Mia Owen. Su amor es incondicional y viven en familia con otros animales en la reserva de Kevin Richardson. Se encuentra filmada en Sudáfrica donde muestra que existen granjas que crían leones para conservar la especie, supuestamente luego son vendidos a zoológicos o reservas naturales. Pero lo que se muestra aquí es que 250 mil leones salvajes nacieron en África hace 100 años, sus números han disminuido un 90 % y este último año según expertos quedan menos de 20 mil. Si su número continúa disminuyendo a este ritmo desparecerán por completo de la naturaleza en 20 años. En Sudáfrica en los últimos 10 años, 10 mil leones han sido cazados como trofeos, se arman cacerías, a través de criaderos que no son santuarios, sino lugares donde los leones son criados para la matanza. Aquí se mezcla el documental, la ficción, la fábula, el entretenimiento y la denuncia, los niños disfrutarán cada escena entre los animales, la familia, el paisaje, la aventura y la emoción, mientras los adultos mirarán con otros ojos ciertas realidades.
La historia está contando en dos tiempos, va y viene casi en todo momento mostrando a Salvador Mallo de niño y de adulto (Asier Flores – su dulzura y su amor traspasa la pantalla y Antonio Banderas en un trabajo honesto y en su octava actuación en una película del director), resultando el relato intimista y poético. Jacinta es la madre de Salvador (Penélope Cruz, esta esplendida) una mujer fuerte, luchadora, enérgica, de buen corazón y que da todo para que su hijo Salvador crezca bien y en familia. Para que estén todos juntos deben vivir en calles de polvo y piedra, en una casa subterránea, el lugar es poco acogedor, pero el niño es un soñador y en una de sus aberturas elogia la vista panorámica de un cielo bello visto desde ese pozo. Salvador Mallo llega a ser un director de cine reconocido, en la actualidad hace mucho que dejó de rodar y sufre de terribles dolores: migrañas, fuerte molestias en su espalda, algunos problemas psicológicos y emocionales (ansiedad, soledad, depresión, pánicos nocturnos y angustias). Todo se potencia cuando es invitado por la Filmoteca Española a presentar la versión restaurada de Sabor y se ve obligado a encontrarse después de 32 años con el protagonista de dicho film Alberto Crespo (El vasco Asier Etxeandia) con quien quedaron enemistados y de forma simbólica fuma la paz. Con tintes autobiográficos el director señala su amor por el cine, sus dudas, sus temores, sus dolores, sus placeres, sus primeros deseos, el amor de su juventud Federico (Leonardo Sbaraglia de muy buena interpretación), al que no pudo sacar de su adicción. A lo largo del film marca lo importante que fue su infancia y de manera muy emotiva se ve la relación con su madre (le hace un homenaje a ella y a las mujeres), la muerte de esta y sus arrepentimientos como hijo (Penélope Cruz cuando era niño y de adulto es Julieta Serrano, quien tiene otro color de ojos, ambas se destacan en sus interpretaciones). Esta cinta es ver cine dentro del cine, con escenas memorables, mantiene todos sus toques almodovarianos, tiene metáforas y símbolos, trabajan varios actores que ya estuvieron en otras historias, hay confesiones, enternece, conmueve y muestra como es vivir con el dolor y la gloria. Vuelve a contar con la banda sonora del compositor Alberto Iglesias y es una invitación a conocer un poco su intimidad desde la butaca de cine.
La conforman baile, canciones, diversión, se encuentra llena de magia y fantasía que se va mezclando con la acción, con muñecos (similares a Los Muppets), varios personajes populares y la animación digital. Ideal para los más pequeños de la familia.
Una vez más nos enfrentamos a una trama relacionada con las tradiciones, costumbres y religión, en este caso las turcas, con un choque de situaciones entre un joven escritor graduado en letras que regresa a su pueblo natal, quien se va enfrentando con distintos personajes familiares y oriundos del lugar. Su trama va mostrando distintos conflictos, las diferencias entre padres e hijos, hay tensión, secretos, reproches, cuentas pendientes y problemas económicos, para ello cuenta con buenos diálogos y actuaciones, impecable: dirección, guión y fotografía. Para destacar una sucesión de pinceladas poéticas, van pasando las distintas estaciones del año como la vida a través de situaciones emotivas y toques de humor.
Una adolescente, Maggie (Diana Silvers, “Glass”), se muda junto a su madre Erica (Juliette Lewis, “Cabo de miedo”) al pueblo donde esta vivía cuando era joven, allí consigue trabajo como camarera en un casino y el desafío de Maggie es enfrentarse a nuevo colegio y compañeros, lo que sigue es algo convencional: ella busca ser aceptada y unirse a un grupo de adolescentes, para eso deberá fumar marihuana y conseguir alcohol. Es cuando aparece en acción Sue Ann (La ganadora del Oscar Octavia Spencer, “Historias cruzadas”), una mujer solitaria que trabaja en una veterinaria, les consigue alcohol y hasta los invita al sótano de su casa para que hagan fiestas y beban sin parar, les da un lugar seguro y los protege para que no anden por las calles alcoholizados y drogados. Pero ¿cuáles son las verdaderas intenciones, será solo bondad o existe algo más? A medida que va corriendo la cinta las piezas van encajando, con varios flashbacks se explica todo, Octavia Spencer es una gran actriz y levanta cada secuencia con su sola presencia, su papel tiene ciertos toques al personaje Annie Wilkes de «Misery». No tiene muchas sorpresas, varias explicaciones hacen que el suspenso se desvanezca, con varios actores secundarios desaprovechados y opacados, hay escenas innecesarias, algunos clichés, resulta pretenciosa y solo entretiene.
Este film se viene preparando desde el 2011, producido por Giles Martin, el hijo de George Martin, productor y arreglista de los Beatles y dirigida por Dexter Fletcher. La trama muestra parte de la vida de Elton John (el actor inglés Taron Egerton, estupenda interpretación, con una magnífica voz, canta él) desde su infancia hasta su adultez, sus inseguridades, sus conflictos, su soledad, la depresión, el sexo, la bulimia, los excesos, el alcohol y las drogas. La trama aborda su terrible soledad, de niño solía encerrarse en su habitación porque sus padres discutían, lo marcó la relación con su madre Sheila Farebrother (Bryce Dallas Howard, una buena interpretación) y un padre frio e incapaz de mostrar amor Stanley Dwight (Steven Mackintosh) era músico y tocaba la trompeta, fue piloto militar veterano de la Segunda Guerra Mundial. Como suele suceder su pareja y manager John Reid (Richard Madden, está magnífico) con quien todo termino mal, su amigo y letrista Bernie Taupin, (Jamie Bell) encantador, a Elton le costó asumir su homosexualidad y en 1984 se casó con Renate Blauel (Celinde Schoenmaker), pero eso no duró y se terminaron separando. Aunque no se menciona en la película tuvo una relación anterior con Linda Hannon. En la cinta se encuentra muy bien marcada la transición entre la adultez y la niñez con un muy buen montaje, llena de color, números musicales, un gran vestuario, resulta prolijo y cuidado. Esta es otra biopic sobre un cantante como lo fue “Bohemian Rhapsody” (2018) mostrando parte de la vida de Freddie Mercury interpretada por Rami Malek, imposible no compararla, pero los espectadores sabrán marcar las diferencias.
En esta nueva aventura la Dra. Emma Russell (Vera Farmiga), quien puede comunicarse con estas terribles criaturas, se encuentra en una misión junto a su hija Madison Russell (Millie Bobby Brown, la actriz de la serie Stranger Things, en su debut cinematográfico) pero justo en ese momento ambas son secuestradas por el coronel Jonah Alan (Charles Dance), junto a un grupo de terroristas. Otro grupo de científicos se encuentra integrado por su ex esposo Mark Russell (Kyle Chandler) especialista en comportamiento animal que trabaja para Monarch, una compañía encargada de proteger a Godzilla y otras criaturas. Mark deberá proteger a su familia y una vez más salvar al planeta. Su desarrollo contiene una gran dinámica a través de majestuosas escenas de acción; a la cabeza de todo está Godzilla (sigue siendo el protector de nosotros, como en el anterior film) y aparecen varias especies. Su enemigo es el rey Ghidora (tiene la capacidad de regenerarse y puede resucitar), un dragón gigante de tres cabezas con alas y que tiene una particularidad: cada cabeza tiene distintos temperamentos, Rodan se asemeja mucho a un Pterosaurio y Mothra, un monstruo gigante que se asemeja a una polilla, entre otras especies y en la que todos luchan por la supremacía. Estas criaturas legendarias aparecen en el planeta Tierra, los humanos no valen nada y ahora son seres pequeños ante estás terribles especies, todo pasa a tener un tono apocalíptico, resultan apasionantes todas las batallas épicas que se desatan a lo largo del film, visualmente son espectaculares ver estas criaturas mitológicas. Bajo tormentas de todo tipo, huracanes, tsunamis, con un gran despliegue científico, militar, aviones y submarinos. La cinta es puro entretenimiento, no tiene un gran argumento y no hay situaciones para emocionarte, su guión es pobre, se tocan temas relacionados con la política, la corrupción y el poder, pero no mucho mas, acompaña la banda sonora de Bear McCreary, efectos especiales y fotografía increíbles. Al final de los créditos hay una escena post créditos. Se dice que Godzilla vs. Kong tendrán su encuentro para el 2020.
La trama es acompañada por un elenco sensacional: Juliette Binoche, memorable interpretación es Selena, una actriz casada con Alain (Guillaume Canet), editor literario; los dos son amigos de Leonard (Vincent Macaigne), novelista, y su esposa Valérie (Nora Hamzawi) sew encuentra relacionada con temas políticos. Todos juntos logran una película divertida, podría ser tranquilamente una obra de teatro, con toques de sátira, entre engaños, aventuras, infidelidades, encuentros y desencuentros, intrigas, diálogos inteligentes y filosos, pero a veces se abusa de parlamentos demasiado extensos que le restan valor al sentido que el director le quiere dar. Su desarrollo puede tener cierto estilo al cine de Woody Allen.
Se encuentra bien narrada y está orientada a contarnos el comienzo del rock and roll en la URSS, en las figuras de Viktor Tsoy y Naumenko, dos leyendas de la música. Su concierto resulta estupendo y logra captar la atención de los espectadores, la cámara toma bien cada momento que desea resaltar, le sigue un buen ritmo, montaje y hace un buen repaso histórico, además goza de una buena estética y se encuentra rodada en blanco y negro.