Este es el primer largometraje de animación bajo la dirección de María Seoane (Actual directora de Radio Nacional), producción de Azpeitía Cine e Illusion Studios (Productora de “Don Gato...”), con música original de Gustavo Santaolalla y la Canción original: “Eva”, de León Gieco, combina animación con pinceladas de material documental que narra la vida, obra y muerte de Eva Perón. Mediante la narración con la voz del periodista y escritor Rodolfo Walsh (voz de Carlos Portaluppi) vamos conociendo de otra forma a través de la animación, una vez más, la vida de Eva, aunque muchos de nosotros ya la conocemos por libros, videos, etcétera, pero para quienes no conozcan mucho les ayudara un poco. Comenzamos viendo a una niña de un pequeño pueblo del interior de Buenos Aires, bastarda y despreciada, por la familia de su padre, ya que era hija ilegitima, y por esos años no estaba bien visto, Eva desde niña miraba ese tren, este a través de esas vías la llevará a obtener otro destino. Siendo muy joven llega a Buenos Aires, donde paso hambre y vio la miseria, pero tal vez el tiempo la recompensó, logró uno de sus sueños la actuación en el radio-teatro, como era una mujer inquieta, a causa del terremoto de San Juan en 1944, conoce a Juan D. Perón (secretario de Trabajo y Previsión Social), no solo conquisto el corazón de este hombre sino con el tiempo el de los humildes; juntos dirigieron el destino de una Nación, provocando en una sociedad machista, el odio de los poderosos y el amor incondicional de los humildes. Pero llegan los momentos oscuros, estos en varias escenas están representados por cuervos (este símbolo ya fue utilizado en “Sinfonía del Sentimiento”, de Favio), su muerte prematura, el secuestro del cadáver embalsamado y su misterioso peregrinar por diferentes lugares y con un pueblo que queda a la deriva. Uno de los personajes es el escritor y periodista Rodolfo Walsh (perseguido y asesinado por la dictadura de Jorge Rafael Videla), su relato está cargado de enigmas, tensiónes y confabulaciones, con ritmo de thriller y con un pequeño vuelco al policial negro. El film está realizado en un 95% en animación cut-out y en un 5% en imágenes de archivo, basándose en los diseños del maestro Solano López (quien falleció este año); es una versión libre donde se utilizan imágenes reales para documentar los distintos hechos históricos, es dinámica, su narración simple, casi no tiene diálogos, logra combinar lo histórico y lo político a través de la ficción, y podemos interpretarla bien. Ya pasaron 59 años de su muerte, podemos decir que Evita sigue siendo una figura muy fuerte para: los trabajadores, los derechos políticos de las mujeres y la historia política argentina; fue amada y odiada. Y aun sigue viviendo a través del cine.
Cuando comienzo a ver en la cartelera tantas películas nacionales, me llena de alegría, más aún cuando se trata de una ópera prima como es en este caso, además Corsini es productor y coguionista con tan solo 30 años de edad, elige como protagonistas dos jóvenes actores: el mexicano Felipe Colombo (28) y la actriz argentina Sabrina Garciarena (29) quien en la actualidad se encuentra trabajando más en Europa. Pero a veces todos los elementos citados no alcanzan a la hora de contar una historia, porque si la historia que se intenta contar es débil y no contiene la fuerza narrativa cinematográfica resulta difícil de llegar al espectador y tal vez con unos cuantos cambios se podría llevar al teatro. La pareja de esta historia está compuesta por: Santiago (Felipe Colombo) y Florencia (Sabrina Garciarena), que regresan de una fiesta de casamiento, deciden detenerse y dialogar frente a la costanera disfrutando el amanecer de un domingo, todo es agradable, pero no tardan en salir problemas que están atravesando a tan solo un año de convivencia, y rápidamente nos damos cuenta que la pareja no está consolidada (la culpa la tiene, el lavarropas?). A medida que ellos deambulan solos por la ciudad, conocemos un poco más a los personajes, él es profesor, poco responsable y dedica bastante atención a su profesión; ella en cambio es una abogada exitosa, planifica más, le gusta tener las cosas bajo control y como casi todas las mujeres desea casarse. Se van cruzando con distintos personajes como: un amigo de la noche porteña Javier (Santiago Caamaño), se borro después de 3 años de novio; Mauricio (Matías Scarvacchi) obsesionado con la alimentación y la vida sana; una pareja que superó la crisis Esteban y Cristina (Luciano Leyrado y Laura Azcurra), Roberto, el padre de Florencia (Mario Paskik) que está preocupado por el futuro económico de su hija; una alumna Déborah (Eliana González); una ex Soledad (María Abadi); Déborah (Eliana González) ; un ex de ella Gonzalo (Federico Amador) y una vecina Mariela (Catherine Fulop). Ahora ellos tienen que resolver si el amor que sienten es suficiente para sostener esta relación; ambos confundidos, evitando volver a la casa donde viven, durante un día caluroso y todo esto se va entremezclando con una bella ciudad y una maravillosa fotografía. El film contiene humor, ironía, toca los problemas típicos de aquellas parejas que aun no han madurado, con actuaciones correctas, pero no tiene peso narrativo, resulta esquemático, simple, poco atractivo, le falta ritmo, no llegan a convencer y termina siendo muy previsible.
Algunos recordarán y otros no, que en setiembre de 2009 se estreno “Tierra Sublevada, oro impuro”, bajo la dirección y guión de este mismo cineasta (75 años), donde narra la situación actual de la minería en Argentina, mostrando cierta similitud entre la colonización española en América y el saqueo del oro, y como opera la empresa Barrick Gold Corporation. Esta película está basada en la empresa dedicada a la extracción de oro a cielo abierto más grande del mundo, con sede en la ciudad canadiense de Toronto, manteniendo más de 27 minas operativas en Estados Unidos, Canadá, Australia, Perú, Chile, República Dominicana, Argentina y Tanzania; El film hace hincapié en el daño medioambiental, la corrupción, la opinión de los pobladores y propone la utilización de una minería sustentable. En este nuevo documental Oro Negro, (es interesante ver ambas pero se pueden ver en forma separada y cada uno sacará sus conclusiones), haciendo un recorrido por los yacimientos petroleros del país, en la Patagonia, las selvas del norte (provincia de Salta) y cerca de la frontera boliviana; cuenta las resistencias populares a la privatización del petróleo en la Argentina y sus trágicas consecuencias, los despidos, el fracaso económico, social, la contaminación ambiental y lo humano. Tomando en cuenta los negociados llevados a cabo quedaron a la venta las dos principales empresas argentinas -Y.P.F y Gas del Estado que fueron del Estado, (esta última en una época llego a ser la tercera compañía gasifica del mundo, y varios países la tomaron como modelo y fue vendida por la tercera parte de su valor). Siendo una de las mayores estafas de la historia nacional y que está ligada a la ilegítima deuda externa que dejó la dictadura militar, y el proceso privatizador se profundizó con la prórroga de las concesiones de Menem (quien dijo –“Yo me atrevía a calificar este día como un día histórico”) autorizadas por el ex -presidente Néstor Kirchner. Relata uno de los pobladores cómo es vivir en soledad, y como al no tener tanto contacto con el resto de las personas, luego le resulta difícil el vincularse con el resto, los chicos se crían casi sin la presencia del padre y las mujeres deben acostumbrase a esto. Mientras vamos viendo imágenes, testimonios, datos, como si estuviera dando una clase se escucha la voz en off de Solanas, también lo vemos interactuando en distintas situaciones, dejando preguntas, reflexiones, ofreciendo una cuota de humor, con personajes como el cacique como el padre de 21 hijos, este tiene hasta un libro de Mosconi, posee un pozo de petróleo puro en el patio de la casa que con un palito a 10 metros o mas lo extrae y lo utiliza para su vida diaria. Nos alerta sobre el riesgo para la comunidad Wichí, en campo Durán cerca de la mayor destilería del norte argentino las tuberías están al descubierto bordeando los asentamientos indígenas; y otra situación: el calentamiento global esta provocando la disminución de los glaciares que son la principal fuente del agua potable y si la humanidad no reacciona a tiempo nos encaminamos a una tragedia ambiental, a grandes sequias, inundaciones y millones de muertos.
Esta comedia romántica de Gustavo Taretto (Buenos Aires 1965) reflexiona sobre la arquitectura de Buenos Aires y la soledad de sus habitantes a través de la vida de dos personajes Mariana (Pilar López de Ayala) y Martín (Javier Drolas); fue recibida con éxitos en los países donde se proyectó. Todo comienza con un relato en off como si fuera un documental sobre los distintos edificios que se encuentran en la ciudad de Buenos Aires, una ciudad que le da la espalda al río, relacionando la forma de estos edificios con el estilo de vida de sus habitantes. A través de una interesante narración vamos viendo diferentes construcciones, entre edificios, paredes, medianeras y una ciudad que crece de manera despareja; y el director al mejor estilo Woody Allen se permite aparecer en una escena, la del kiosco. En medio de esta gran ciudad viven dos vecinos de la zona de Santa Fe y Libertad, aunque están cerca nunca se prestaron atención; Martín es un diseñador de páginas web que se obsesiona con los videojuegos y la fotografía, es un poco fóbico, hipocondríaco, bastante solitario, aunque vive con Susu la perra de su ex, hace siete años viajó a Nueva Jersey y decidió quedarse (Romina Paula). Mariana es una arquitecta frustrada que se gana la vida decorando vidrieras, por lo tanto vive rodeada de maniquíes, a los cuales les habla, los viste y los baña, además lucha contra los ataques de pánico, como la claustrofobia, lleva la angustia de haber fracasado en una relación afectiva de cuatro años y desde los catorce años en un libro vive buscando a su “Wally en la ciudad” (Where's Wally?) dice que ahí esta clave de su vida. Todo se va desarrollando a través de cada una de estas situaciones con los distintos cruces entre los personajes, la historia se sustenta con buenos planos, una fotografía destacable, solidez narrativa, buen ritmo y muy buena musicalización. Expresando la neurosis colectiva, la tecnología, la incomunicación, los encuentros y desencuentros, ese amor que no llega a chocarse y pensar que solo está separado por una medianera. Con un buen aporte de los personajes secundarios de: un médico (Jorge Lanata), un posible novio Lucas (Adrián Navarro), una paseadora de perros, Ana (Inés Efron),Marcela habla muchos idiomas pero no se puede comunicar en ninguno (Carla Peterson), Rafa (Rafael Ferro), y podemos decir que es comedia romántica diferente.
Esta es la ópera prima de la actriz y ex modelo Paula Sierro (El último verano de la boyita, Lo siniestro, Un buda, Dibu 3; en TV Muñeca brava, Locas de amor, Soy gitano), en un melodrama profundo del amor fraternal entre dos hermanas, el elenco: Facundo Arana, Diana Lamas, Guadalupe Docampo, Diana Lamas, Facundo Arana, Graciela Stefani, Mario Alarcón, Antonio Ugo y Mauricio Dayub. Relata la vida de dos hermanas que viven juntas, Laura (Guadalupe Docampo) trabaja como camarera de una pizzería y mantiene a su hermana Adriana (Diana Lamas) esta padece una dolorosa enfermedad. Los últimos análisis no son muy alicientes, Adriana quiere realizar un viaje a Ushuaia, es como el título de esta historia un viaje al fin del mundo, es una forma de escapar, a un presente que se avecina fuerte, ella busca darle una forma más poética a ese fin. El sostén de la casa es Laura, el problema es que no tiene el dinero, su jefe Mauro (Mario Alarcón) no le quiere adelantar el sueldo, porque dice que las cosas no funcionan bien, y vamos viendo el vínculo entre las hermanas, la relación entre ellas con la muerte y la vida. En medio de esa ciudad se encuentra el personaje de Martín (Facundo Arana) un joven que se gana la vida tocando el acordeón en el subte, y todo lo que gana lo gasta en alcohol, Laura y Martín se entrecruzan entre viaje y viaje pero nunca se miraron. En esa búsqueda de escape, conoce a Martín, entre tragos y sexo, este cuando conoce a Adriana, algo sucede en su corazón y también ayuda en la concreción de su sueño, pero al tiempo se siente atraído por ella y las hermanas se terminan enfrentando por el mismo hombre. Es una historia que va creando ciertas atmosferas, donde está el amor, el odio, el enojo y la comprensión, no tiene golpes bajos, colaboran los personajes de Graciela Stefani, Mario Alarcón, Antonio Ugo y Mauricio Dayub; pero todo esto no ayuda, resulta algo monótono, su ritmo es lento, un poco soporífero, reiterativo y lineal.
Este documental se encuentra dirigido por David Blaustein y Osvaldo Daicich, ya habían dirigido juntos Porotos de soja (2009); este trata acerca de cómo se gestó y aprobó la ley de medios, además del tema que trata tiene una particularidad se proyecta este viernes 7 de octubre a las 24 hs en canal 7 y además en cine. Cuando se dio a conocer la Ley de Medios, se suponía que iba a generar un gran debate a nivel nacional; en septiembre de 2009 David Blaustein (Cazadores de utopías y Botín de guerra entre otros films), junto a Osvaldo Daicich decidieron crear "cine de emergencia", y registrar las diferentes opiniones, que explican el país político actual. Se van mostrando las discusiones que generó la regularización de los medios, con imágenes en blancos y negros, otras en color, nos metemos en las discusiones en el interior del Congreso, las exposiciones de cada uno, que reflejaron cada uno de ellos, las propuestas académicas, de derechos humanos, sindicales, de medios comunitarios, entre otros. Quienes dan sus testimonios lo realizan desde diferentes puntos del país, con toda la belleza del paisaje que nos ofrecen, desde el desolado sur argentino con la experiencia de una radio mapuche, hasta una barriada popular cordobesa; desde los paisajes agrarios y cooperativos de Santa Fe, a una radio comunitaria en Viedma, y hasta un viejo diario fundado por militantes socialistas en el corazón de La Pampa gringa. Ambos directores, nos muestran todo lo que generó este tema sobre la “Ley de medios”, en el que queda en evidencia la alianza explícita entre sectores opositores y holdings de la comunicación, y su virtual puesta en cadena nacional de mensajes reiterativos sobre lo que se llamaron "la ley K" o "Ley Mordaza", dirigidos a crear alarma y desconfianza en la opinión pública. El documental muestra el ciclo completo de discusión desde la creación de la Coalición por una Radiodifusión Democrática en 2004, pasando por el anuncio presidencial del envío de una propuesta de ley al Congreso, los fracasos anteriores en el parlamento y las desconfianzas derivadas de esos fracasos, las primeras reuniones en comisión, el tratamiento en Diputados, las cerca de 200 modificaciones sobre la propuesta original, la aprobación final en el Senado y la etapa de judicialización para impedir la puesta en funcionamiento de la ley. Pero también, plantea las preguntas y desafíos que siguen: qué hacer con la ley una vez sancionada, qué tipo de lenguajes deberían aflorar desde la sociedad para democratizar la comunicación masiva, cómo ayudar a financiar y producir contenidos renovadores. A la hora de ver este documental, cada uno de los espectadores podrán sacar sus conclusiones, y muchos de ellos tienen la posibilidad de verlo por canal 7 o de lo contrario abonar la entrada en el cine, porque no todos los medios radiales y gráficos, harán una mención.
Va relatando las vivencias de un actor de 33 años, los sentimientos de Julián Lamar (Juan Minujín), todo lo que le sucede en su interior después de presenciar los aplausos y el elogio del público de otra función de teatro, todas las felicitaciones son para otro compañero “el gordo”, luego Julián sube a su auto y se dirige a su casa. Ya en su casa, allí como en su bunker piensa y expone, con voz en off e imágenes, describe con crudeza y con violencia (hasta la música lo acompaña) sus broncas, su antipatía y su odio, este se encuentra en crisis, no se halla en el sistema, reniega del medio y no le da lugar al amor a una joven mujer (Pilar Gamboa); mantiene constantemente diálogos internos, vive participando de casting, eventos, agentes y filmaciones. Cuando va a la casa de su familia, su padre (Daniel Fanego) no lo valora, su hermano parece tener una vida de éxitos, para colmo, su padre, fomenta mas su sentir, le dice: “que buen actor es el gordo”, también están siempre los elogios a Martin Alonso (Leonardo Sbaraglia), un actor reconocido, este gana mucho más que él, con quien realiza un trabajo como actor secundario. Allí es donde comenta que esta por filmar una película con un importante director internacional que se encuentra en la Argentina, pero en realidad primero tiene que asistir a un casting, apuesta al papel principal el de un vaquero, (un western) y las desventuras que debe soportar resultan algo angustiante. En esta comedia negra logra construir un relato atrapante, estamos frente al mundillo del actor, sobre las hipocresías del mundo actoral, la envidia, la codicia, las vanidades y las miserias, es una propuesta interesante, una buena dirección de arte, un buen trabajo fotográfico de Lucio Bonelli y abusa a mi gusto de la voz en off.
La historia se desarrolla en un lugar de la provincia de Buenos Aires, Laura (Martina Gusman), una profesora de piano que deja de lado su carrera musical, su marido Juan (Alan Pauls), un veterinario tranquilo, ausente y aparentemente tiene problemas laborales. Acaba de enterarse que está embarazada, por lo que expresa no quiere tener ese hijo, hace un tiempo le realizaron un aborto, con el pasar de la historia quizás descubriremos porque su marido sí quiere tenerlo; ella se siente obsesionada con las clases de piano que da a Sol (Ailín Salas), prepara su audición con “Preludio y fuga de Bach”; es como algo que la moviliza a esto, tal vez con la esperanza de verla hacer una carrera que ella resignó o quizás la posibilidad de salir de un pueblo que la ahoga. Este matrimonio se encuentra en crisis y paralelamente Juan, una noche tarde, ve algo que no tiene que ver, una agresión a un adolescente, César (Nicolás Goldschmidt), el agresor Nicolás (Pedro Merlo) es el hijo de Martinez, un alto funcionario del lugar, le ofrece una serie de beneficios para su familia y lo amenaza prometiéndole que todo va a ser peor, el dilema esta si se debe callar; llega al lugar el tío del chico agredido Benetti (Germán Palacios) un viejo amor de Laura, un músico de rock que dejo todo para irse a Buenos Aires, este se reencuentra con ella, y en secreto retornan a esa historia de amor. Ambos intentan reconstruir la felicidad que quedo sin realizarse en el pasado, sin medir si esto puede traer aparejado que salga a la luz los secretos, los rencores, los resentimientos o el amor. La historia tiene algo de policial, thriller y un triángulo amoroso, narrativamente va y viene por diferentes géneros pero no se define bien por uno, hay una escena bastante bien lograda cuando Laura escucha ruidos y sale al campo a ver, mantiene la tensión hasta el final de la misma, buena dirección de arte de Laura Caligiuri y fotografía a cargo de Fernando Lockett. Su desarrollo se hace muy reiterativo, llena de primeros planos (abusa de estos), muy buenas actuaciones de Martina Gusmán y Germán Palacios, dos actores que transmiten emociones, a Alan Pauls le exigen ser buen actor y es un buen escritor, es un poco aburrida; floja y débil, quizás con alguna vuelta de tuerca el resultado hubiese sido otro.
Este film es de la Directora, Intérprete, Guionista y Ayudante de dirección Paula de Luque (“Cielo azul, cielo negro 2003”; “El vestido 2008”; entre otras), se centra en la historia de amor de Eva Duarte (Julieta Díaz) y Juan Perón (Osmar Núñez) se sitúa entre el terremoto de San Juan, ocurrido en enero de 1944 hasta el 17 de octubre de 1945, estas dos personas sin ninguna duda fueron muy importantes dentro y fuera de nuestro país. Se realizaron varias versiones cinematográficas, algunas muy valiosas, otras polémicas como Evita en 1996 de Alan Parker, que género discusiones, cuestionamientos y controversias; entre los que la odiaron y la amaban pero nunca fue indiferente para nadie. No es una película sobre el peronismo sino muestra cómo se va gestando su relación entre un Coronel del Ejército y una actriz de radio, dentro de un clima político y social, todo comienza en el Luna Park cuando se recaudan fondos para las víctimas del terremoto; ni él ni ella sabían hasta entonces todo lo que les depararía el destino. Para consolidar su relación debieron sortear diversos obstáculos, el ejército ve con malos ojos la relación de Perón con una actriz y ella aun no comprende la política ni el universo militar ni que está dispuesta a hacerse un lugar en la vida con un hombre que le lleva 26 años. Él todavía no es el General Perón, y descubre en esa mujer un encanto que lo sorprende cuando ya no esperaba volver a enamorarse después de la muerte de su primera esposa Aurelia Eugenia Tizón; surgen los fantasmas de otras mujeres, el universo sindical, el Ejército y el mundo de la radio se entrelazan sagazmente durante estos meses. El film desde lo narrativo se divide en tres: El amor, el odio y la revolución, (con algunos errores históricos), se intenta una construcción de personajes y no una imitación en el caso de Osmar Nuñez la actuación es correcta, quizás no da es su aspecto físico y Julieta Díaz aporta buenos momentos de celos, encarnando una Eva posesiva y obstinada, aunque no logra sostener el personaje, queda algo tibia; por momentos se hace un poco densa, esta logrado el montaje de Alberto Ponce (La próxima estación; Tierra sublevada: oro impuro; La mirada invisible; entre otras), vemos imágenes de archivo de la época, intercala imágenes con escenas en blanco y negro y en color y se mezclan con la ficción. Se destacan en sus personajes Fernán Mirás quien es el General Ávalos, un villano; María Ucedo, interpretando a Blanca Luz Brum; Sergio Boris- Coronel Domingo Mercante; Alfredo Casero-Embajador Spruille Braden; Pompeyo Audivert -Presidente General E. J. Farrel; Lorena Vega- Erminda Duarte; Alberto Ajaka-Juan Duarte; Gustavo Garzon-Atilio Bramuglia y Fabián Arenillas- el Coronel Imbert; y la estupenda música de Ivan Wyzsogrod (Gatica, el Mono; Perón, sinfonía del sentimiento) y dentro de los créditos hay una dedicatoria a Favio.
Todo gira en torno a un hombre de unos 65 años de nombre Jacinto (Ulises Dumont) que trabaja día y noche para llevar a delante una granja casi perdida en las montañas, que es el hogar de unos chicos desamparados y huérfanos, ellos son: El Pulga, La huesito, Nico y otros niños; viene muchos de ellos de sufrir el maltrato con problemas de riesgo social, y hay que brindarles cuidados, amor y formarlos para que puedan crecer y ser personas de bien para poder vivir en sociedad. Para poder vivir bien deben regar la tierra para que crezca la cosecha y para eso primero trabajan duramente para abrir una especie de canal, asi el río logra bañar el lugar, pero las cosas en la granja no funcionan del todo bien, empeoran; la lluvia arruina la cosecha, la fundación que los ayuda los abandona y la mayoría de los chicos se escapan. Ahora Jacinto sigue cuidando una niña embarazada y a un niño pequeñito. Con la llegada del ministro de bienestar social (Ricardo Bertone), amigo del anciano, que viene a conocer el lugar enciende una luz de esperanza; el amor de Jacinto es inagotable, y lo lleva a realizar hasta lo impensable, hasta cava un pozo muy profundo en busca de agua, aunque luego termine utilizándolo para un fin totalmente distinto. Pero rápidamente las cosas no suceden como ellos quieren, el ministro está huyendo perseguido por un caso de corrupción; uno de los niños El Pulga (Alvin Astorga), se escapó y es asesinado por la policía; ahora Jacinto intenta a través de una serie de hechos que finalmente cambiarán el estado de cosas. Este film llega bastante demorado, se estrena en una sola sala, este fue el último de los trabajos de Ulises Dumont (Buenos Aires, 7 de abril de 1937-29 de noviembre de 2008) para la pantalla grande, fue un destacado actor de teatro y el cine argentino; el resto del elenco está compuesto en su totalidad por actores del interior, refleja no sólo una historia pequeña sobre la solidaridad y la justicia, sino que también muestra la corrupción política y policial, todo rodeado de bellas locaciones, el personaje de Jacinto es creíble, tierno y admirable, no logra mantener el ritmo, se hace algo denso, los diálogos son convincentes por momentos, tiene moraleja para reflexionar y debatir.