La trama desde un comienzo resuelta ingeniosa, entre los cambios que existen entre el adolescente Billy Batson (Asher Angel, es dúctil en su personaje) y su transformación en Shazam (Zachary Levi, Thor: El mundo oscuro -2013. Esta estupendo y nació para componer este personaje, tiene mucha plasticidad en su cara y cuerpo, además de carisma) cuenta con súper poderes otorgados por el mago Shazam (Djimon Hounsou), estos son siete. En un principio no los sabe manejar pero con el tiempo y la ayuda de quien lo acompaña, su hermano adoptivo y compinche Freddy Freeman (Jack Dylan Grazer), y la adorable hermana adoptiva Darla Dudley (Faithe Herman) que sabe guardar un secreto, juntos lo logran todo. Su desarrollo está en dos tiempos por lo tanto aparecen situaciones y personajes de otro universo, toca un tema recurrente en este tipo de historias, que es la lucha entre el bien y el mal, para ello aparece un súper villano (Mark Strong) y despliegan una intensa batalla. También hay varias referencias a otras películas, habla de la familia, del amor, el abandono, el bullying, se menciona a los siete pecados capitales y uno a los que hay que derrotar es el de la envidia. Este filme tiene una línea mucho más juvenil, llena de humor, acción, emociones y un show de diversión, bien colorida, nacen nuevos héroes y cumple con la propuesta. Cuando todo concluya no te muevas de tu butaca quédate hasta el último de los créditos porque hay dos escenas extras.
Lo que nos trae es un tema cotidiano, la inseguridad; aquí un joven intenta robar una 4×4, (previo a esto la cámara realiza un repaso por las calles de la zona con casas que tienen distintas protecciones), logra ingresar al vehículo estacionado y cae en una trampa mortal, queda atrapado, le resulta imposible salir y va agotando todos los intentos de fuga. A partir de ese momento se van construyendo momentos de mucha tensión, intriga y suspenso. Con el transcurso de los minutos vamos conociendo más de la víctima, el victimario, el verdugo y el animal. Uno tiene un plan y el otro tiene propósito, que puede ser aceptado o no, pero todo se va transformando en un juego macabro (bajo otra temática pero similar al juego del miedo). Alguno de los momentos que se destacan tienen que ver con: la asfixia, el encierro, la prohibición, la desesperación, el ahogo, la angustia, el dolor, el miedo y la paranoia, entre otros, acompañado con el sonido, los silencios, la música, el movimiento alrededor del sujeto y la interpretación de Peter Lanzani que resulta excelente, este ofrece un gran degaste, desde la actuación, lo físico todo su desenvolvimiento y hasta la relación entre un grillo, su única compañía, y los llamados de quien lo retiene. Dentro del elenco secundario encontramos a: Luis Brandoni, quien los pocos minutos que está en pantalla se luce y el correcto personaje de Dady Brieva primero como una voz y luego con su presencia. La trama además posee algo de thriller psicológico y mientras van corriendo los minutos el público se va involucrando más y más, acompañando al personaje principal y luego al resto, donde a la hora de evaluar se van dividendo los juzgamientos, como suele suceder ante ciertos hechos de inseguridad. En una secuencia se ve un afiche con una publicidad “El hombre de al lado 2”, para pensarlo. La película cumple con lo que propone, se sostiene y nos lleva a la polémica, el análisis y el debate. Disfrutable banda sonora de Dante Spinetta. Y por último algo importante dentro de los créditos finales hay que quedarse un rato para ver una escena extra.
Mientras repiquetean los tambores, su música, su baile y todo el ritmo, vamos disfrutando una buena reconstrucción de todo un nacimiento candombero, ampliando nuestros conocimientos de este ritmo, con un interesante material de archivo, testimonios, secretos y mensajes, traspasando fronteras, además tiene un toque político, económico y social. Su desarrollo resulta dinámico, el candombe da alegría pero también tiene unas pinceladas de nostalgia.
El film cuenta con los destacados personajes de: Morton Vint (Jonathan Rhys Meyers, “Match Point”), Tina (Joely Richardson, “El patriota”) y Juliana Bordereau (Vanessa Redgrave en una sublime interpretación que se transforma en una clase de actuación. Recordemos su trabajo en “Las estrellas de cine nunca mueren”), se encuentra muy bien representada la época con su ambientación, vestuario, dirección de arte y una serie de elementos técnicos. Algunas situaciones se explican a través de flashbacks, pero a lo largo de su desarrollo presenta problemas de adaptación, contiene escenas de sexo innecesarias y tanta voz en off de Jonathan Rhys-Meyers cansa, a esto se le suma un ritmo demasiado pausado y aunque su duración es corta se siente extensa.
El protagonista es Javier Belmonte (Gonzalo Delgado) un artista plástico cuarentón, con un buen pasar económico, de pocas palabras, bohemio, solitario e indiferente, que a la hora de vender un cuadro a alguna mujer madura sabe seducirla y lograr lo que él quiere. Pero Javier tiene ciertos problemas internos sin resolver, se divide entre sus padres, su hermano Marcelo, su ex esposa Jeanne que está embarazada de su pareja actual y su hija Celeste (Olivia Molinaro Eijo), a quien sobreprotege y con quien mantiene intensos momentos. Es una historia sencilla, que nos habla de las relaciones, de la crisis de los cuarenta, de la búsqueda del amor, todo rodeado de un bello paisaje. Es una película entretenida, emotiva y poco pretenciosa.
Todo comienza a pura adrenalina, luego pasan nueve años y los extraterrestres toman el control del Planeta Tierra; algunos intentan cooperar, pero otros se rebelan, sería algo así como indica su traducción una nación cautiva. Hay humanos que son asesinados, torturados, castigados, hay sangre, violencia, explosiones, batallas, pastillas de cianuro, mucho caos y estrés. En un principio tiene ritmo y va mezclando diferentes géneros: drama, documental, ciencia ficción, espionaje y toques épicos, dobles agentes, un buen montaje, la cámara persigue la acción, interesantes giros en el guión, hay una crítica social y económica, pero con el pasar de los minutos, cae en una meseta, termina siendo monótona y aburrida; los elementos extraterrestres desaparecen y no se sostiene, dentro de elenco están: John Goodman, Madeline Brewer y Vera Farmiga intentan poner todo de ellos pero quedan desaprovechados y además hay una serie de otros personajes que no se definen y resultan imprecisos.
La historia va mezclando el suspenso y lo enigmático entre un viudo llamado Toco (José Luis Gioia, retorna a la pantalla después de la película ganadora de un Premio Oscar “El secreto de sus ojos”, 2009), que vive aislado de todo y cuya única compañía son sus perros del trineo conjuntamente con un paisaje nevado que conforma un personaje más, hasta que un día aparece Vicente (Gastón Pauls, “Días contados”) que debe quedarse allí de forma circunstancial, a raíz de ese momento va creciendo una amistad impensada y cada uno aprende del otro sin conocerse del todo. Casi al mismo tiempo surge el personajes de Tomás (Víctor Laplace, “Cerca de la frontera”) un ser sin escrúpulos, que solo desea apoderarse del lugar sin importarle nada. Esta es la cuarta película de Alex Tossenberger, y en esta oportunidad toca temas relacionados con la ecología, con unas pinceladas de western, se van logrando buenos climas entre su desarrollo, el elenco y el paisaje, fruto de ser un conocedor de las locaciones: Ushuaia, Tierra del Fuego y esa belleza que tienen sus bosques, valles y montañas, varias secuencias son como un cuadro, en esos escenarios naturales. Es sobresaliente la fotografía de un lugar muy conocido por ellos y hasta el final no se devela mucho donde el director Tossenberger muy astutamente le da un giro inesperado.
El film, dirigido por la debutante Josie Rourke nos introduce en un drama histórico entre María Estuardo (Saoirse Ronan) conocida como María I de Escocia, la reina mártir e Isabel I (Margot Robbie), llamada “Reina virgen”. María Estuardo reina de Francia, regresa a Escocia para ocupar su lugar, pero tanto Escocia como Inglaterra están a cargo de Isabel I, una reina de gran temperamento. Para potenciar su lugar hasta tuvo un casamiento acordado entre María Estuardo y Lord Darnley (Jack Lowden). A la largo de su desarrollo podemos observar la terrible mezquindad humana, lo que se puede hacer por el poder, los ocultamientos, las mentiras, las traiciones, los secretos y los arreglos políticos. Se logran buenos climas y hay un duelo actoral entre Ronan y Robbie que se resalta desde interpretativo y movimiento físico, de gran entrega en ambos casos, también juegan un rol interesante los papeles secundarios masculinos (David Tennant, Jack Lowden y Guy Pearce). La directora de cine y teatro británica Rourke trabaja muy bien los primeros planos, la pérdida de la virginidad de María, la enfermedad de Isabel I, la rabia, va construyendo escenas brillantes, posee una muy buena la iluminación natural y está bien resuelto el encuentro entre las dos reinas que no se supo bien como sucedió. Acompaña un buen vestuario, maquillaje, peinados, locaciones y banda sonora. Uno de los problemas que tiene es que algunas partes de la historia no quedan del todo claras, por momentos tiene algunas imprecisiones y no termina de atraparte.
Esta es la ópera prima del director y guionista Pablo Gonzalo Pérez, comienza haciendo una referencia a la crisis económica que vivimos a diario, a través de la información que escucha el protagonista en la radio mientras va y viene de su trabajo, un padre de familia, en este caso Mariano (Pablo Echarri, “Al final del túnel”, “Happy hour”), tiene una vida rutinaria y a sus 46 años está harto de trabajar en esa oficina y se desarrolla en algo que no le gusta, la paz la encuentra en su casa junto a su esposa Ana (Sandra Criolani) y su hija Belén. Mariano invadido por los recuerdos de su niñez, visita el kiosco de aquellos años, allí sigue a cargo Don Irriaga (Mario Alarcón, “Mamá se fue de viaje”), después de ese reencuentro con parte de su pasado decide dar un giro a su vida, termina aceptando el retiro voluntario en su trabajo y compra ese negocio, a puesta todo a este emprendimiento. Pero al poco tiempo la calle es cerrada y queda aislado por la construcción de un viaducto (toca un tema de actualidad que afectó y afecta a varios comerciantes). Ante tal desesperación de perderlo todo monta en cólera, está furioso, va agotando todos los caminos, su único cable a tierra es un pizzero y curandero que tiene su negocio a la vuelta Charly (Roly Serrano, ya trabajo en un corto con este director en “Te llevo en la sangre”), además hay otros personajes que van aportando situaciones divertidas, románticas y emocionantes. Retrata ciertas personas, a los que estafan, a los que se juegan por una idea, a los que tienen principios, sueños y a los luchadores ante la adversidad. A veces no hay que bajar los brazos, una historia que te lleva a la reflexión. Dentro de los créditos finales hay escenas extras.
Este film nos hace volar la imaginación, volver a nuestra niñez, reviviendo este cuento que primero fue pensado como un cortometraje de 30 minutos y finalmente fue de 64 minutos transformándose en el cuarto largometraje animado de Walt Disney Pictures. Basado en el libro para niños homónimo de Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl, Dumbo fue producido por Walt Disney y estrenado el 23 de octubre de 1941 por RKO Radio Pictures. Comienza con toda la magia en 1919, un tren y el circo al que le da vida Max Medici (Danny DeVito, ya trabajo con Burtom, esta fascinante, divertido y placentero), allí llega después de la guerra Holt Farrier (por el irlandés Colin Farrell, quien ingresa por primera vez ingresa al mundo Burtom) con un brazo menos, viudo y se reencuentra con sus hijos Milly Farrier (Nico Parker) y Joe Farrier (Finley Hobbins) ellos fueron cuidados por las personas del circo (a través de los distintos planos y silencios te cuenta todo). Las vidas de toda esta gran familia cambia cuando aparece el personaje principal, Jumbo Jr., un elefante antropomórfico llamado Dumbo (que sería mudo y/o tonto) quien antes que se convierta en una estrella es ridiculizado por sus enormes orejas, pero los niños Milly y Joe descubren que puede volar usando estas como alas (la de animación quien lo hacía era un ratón Timothy, lo estimulaba con una pluma mágica). La película posee momentos increíbles, esa relación entre los niños y este pequeño elefante de mirada tierna, adorable, desprotegido porque fue separado de madre, te llega al corazón, estupendos los efectos visuales y especiales, la puesta en escena y acompañado con la banda sonora. Luego Dumbo se transforma en una gran estrella, contemplada por Max Medici, todos en el circo y un público que quiere ver ese fenómeno, pero al mismo tiempo surge la codicia, la ambición, los seres malvados, allí aparece el gran Vandevere (Michael Keaton, esta correcto pero quizás un poco acartonado, ya trabajo con Burtom), obsesionado por el poder y el dinero, un ser sin ningún tipo de escrúpulos. Allí aparece quien lo acompaña, la acróbata Colette Marchant (Eva Green, quien ya trabajo con Burtom. Se preparo mucho para este personaje para ello tomo clases especiales y logra lucirse) y hay que destacar a Alan Arkin como J. Griffin Remington. Al circo le da vida todo es esplendor con sus payasos, animales, acróbatas, marabaristas, entre otros. Tim Burton (Alicia en el país de las maravillas), un director creativo, respeta la versión de 1941, con referencia a la original, pero no copia, va armando un interesante desarrollo, te entretiene en más de dos horas de metraje, con un destacado elenco, un buen maquillaje, vestuario y diseño de producción, entre otros elementos. Está llena de símbolos, mensajes y reflexiones. Habla del maltrato animal, del cautiverio, está siempre presente el amor de padre a hijos, el de la amistad y entre los humanos en general. Un film para disfrutar y atrapar nuevas generaciones.