Mutar a un mejor cine. La compleja historia de los X-Men es una de las más interesantes del universo Marvel y del comic en sí, aunque nunca había sido llevada al cine con el carisma y la complejidad que ésta necesitaba, hasta ahora. Bryan Singer ya había dirigido X-Men y X-Men 2 que, aunque eran películas bien logradas, no llegaban a alcanzar ese nivel de profundidad que caracterizaba al relato original, y menos aún las siguientes La Batalla Final, de Brett Ratner, y Primera Clase, de Matthew Vaughn. Pero todos esos matices que -en parte - faltaban en las anteriores empiezan a reflejarse en X-Men: Días del Futuro Pasado, en un más que destacado retorno de Singer, no sólo a la saga sino al cine en general, ya que el director de la genial Los Sospechosos de Siempre venía de realizar la vergonzosa Jack, el Caza Gigantes. A diferencia de las anteriores, esta nueva obra logra plasmar en la pantalla -como no lo había hecho ninguna de las anteriores- un relato atrapante sobre los X-Men. Quizás con el aliciente de haber tomado una de las historias más ricas que es la de la aparición de los Centinelas, Singer maneja una narración impecable a través de un gran uso del montaje para mantener las acciones entre un presente apocalíptico y un pasado que se intenta revertir para que el futuro sea diferente.
Con una musicalización y estética que remite a la Nouvelle Vague francesa y las primeras películas de Jean-Luc Godard, El Crítico de Hernán Guerschuny es una especie de híbrido entre la comedia romántica, el cine y la escritura sobre éste. El film expone el presente de un testarudo crítico de cine (Rafael Spregelburd), a quién se le produce un importante giro en su vida cuando se cruza con una mujer misteriosa (Dolores Fonzi); ella, un personaje tan bello como impactante, es la que le da un toque particular a la obra, siendo que a partir que aparece en pantalla, la película suma en encanto a través de su presencia. A pesar de situaciones un tanto clicheadas, El Crítico es un agradable film, tan irónico como divertido, el cual se ríe de distintas convenciones del universo del cine y la crítica para crear un relato que – por momentos – resulta muy inteligente.
Un regreso para el olvido Tras seis años sin filmar, el aclamado realizador húngaro István Szabó vuelve con Tras la Puerta, un melodrama que narra la extraña relación entre Magda (Martina Gedeck), una escritora rica, y Emerenc (Helen Mirren), la misteriosa empleada doméstica que trabaja en su casa. Pareciese que atractivas obras como Mephisto, Sunshine o Conociendo a Julia poco tienen que ver con esta nueva película, la cual -por momentos- parece un telefilm de antaño. Situada en la post Segunda Guerra Mundial, la nueva película de Szabó se maneja por contrastes en tanto a las dos protagonistas: la paciente y exitosa Magda y la conflictiva Emerenc, la cual lleva la carga de un desgarrador pasado. A partir de esa base, se forja una intensa relación entre ambas que irá transitando distintas etapas a lo largo de la película...
Otra superproducción para el olvido. La mítica ciudad de Pompeya es reconocida por haber quedado devastada tras la erupción volcánica del Monte Vesubio allá por el 79 d.C. en la época de la Antigua Roma. Lo que en esta oportunidad hace Hollywood es tomar la famosa historia para -entre lo épico, el romance y la acción- concretar otra de sus superproducciones. El inconveniente de Pompeii, del mediocre realizador Paul W.S. Anderson, es que semejante despliegue y colage de impactantes imágenes nunca llega a imponer un relato interesante y de tinte atrapante. Por el contrario, la trivial historia del humilde gladiador que tendrá que enfrentarse al Imperio para salvar a la mujer de la está enamorado nunca adquiere los matices necesarios para que el film sea algo más que una obra intrascendente.
Los dinosaurios no tenían la culpa En 1993 se estrenaba Jurassic Park, un film que volvía a darle vida a los dinosaurios de una manera tan impactante como real. Si Steven Spielberg -su realizador- viera Caminando con Dinosaurios, de Barry Cook y Neil Nightingale, derramaría lágrimas al ver a esas enormes criaturas que en su momento construyó con tanta dedicación, ya que aquí el resultado es todo lo contrario. Este film es realmente vergonzoso en todo sentido. A través de un recurso narrativo un tanto inverosímil, se parte de un presente en donde -mediante un desencadenante mágico- un ave le manifiesta a un niño la “importancia” de los dinosaurios. Caminando con Dinosaurios resulta una película muy chata, sobre todo a nivel de una trama que se vale de una cursi historia de amor adolescente (entre dinosaurios), en conjunto con los tópicos de un documental educativo de poca monta. Todo carece de ingenio y resulta aburrido, de hecho ni siquiera funciona como una fábula para que los chicos se entretengan.
En búsqueda del pasado Huellas es un film tan enigmático como personal que se centra en las incógnitas que plantea Miguel Colombo, su realizador, alrededor de la figura de su abuelo Ludovico, quien combatió en la Segunda Guerra Mundial y luego se fue a vivir a Argentina. Entre relatos de cowboys y caballos, Colombo tenía una imagen heroica de su abuelo pero -a través de distintos relatos familiares, un viaje a Milán en busca de los orígenes y distintas fotos y objetos encontrados- de a poco irá armando un rompecabezas en torno a la imagen real del padre de su madre, del cual ella solamente le había contado las situaciones más joviales, desprendiéndose de algunos hechos un tanto turbios...
Sobrevivir a la dictadura Como en otros países de América del Sur, en Brasil se produjo un golpe de estado que derivó en una dictadura militar entre 1964 y 1985, cuando las fuerzas armadas derrocaron al gobierno de João Golart con ayuda de Estados Unidos, en épocas donde la norma era enfrentar todo tipo de ideas que pudiesen llevar al comunismo. En Memorias Cruzadas, nuevo film de Lúcia Murat, se retratan estos trágicos sucesos a partir del presente, mostrando un país en donde poco se hace por revelar ciertos hechos relacionados con un período en el que los medios de comunicación y otros sectores del poder eran cómplices de la dictadura. A partir del relato de un grupo de amigos que pertenecían a la resistencia radicalizada, se irán recreando las situaciones que les tocó vivir durante el golpe de estado...
Pobre segunda parte Al igual que la original, Thor: Un Mundo Oscuro es un film intrascendente. Aunque ya no esté Kenneth Branagh en la realización y su lugar lo ocupe Alan Taylor, los cambos no son significativos ya que esta segunda parte vuelve a incurrir en errores narrativos. En este caso el panorama es mejor debido a que esta nueva entrega implementa un sentido del humor más cálido, lo que la hace menos densa. El tema es que ese agregado cómico por parte de Taylor no alcanza para que el film se destaque. Justamente el tema humorístico era el ingrediente que hacía que Los Vengadores de Joss Whedon -la más lúcida de toda esta última camada de películas basadas en comics de Marvel- sea una obra interesante, logrando que los chistes funcionasen en relación a la acción dramática y la adrenalina. En Thor: Un Mundo Oscuro pasa todo lo contrario, ya que ese acompañamiento entre las dos partes no existe y todo lo relacionado con el relato deja mucho que desear...
Típica comedia para el olvido Cuestión de Tiempo se centra en la historia de Tim (Domhnall Gleeson), quien al cumplir 21 años se entera a través de su padre (Bill Nighy) que todos los hombres integrantes de la familia pueden viajar al pasado. Obviamente tal revelación tendrá una gran inferencia en su vida ya que con su don puede modificar momentos claves de su existencia y -como es de imaginar- estos serán en torno al amor, la familia, etc. Este nuevo film de Richard Curtis se desarrolla entre el presente y un pasado que constantemente es modificado. El realizador maneja tan erróneamente los hechos narrativos que, con la reiteración de escenas, lo que pretende ser cómico se queda en el intento para luego resultar tedioso...
Las confrontaciones en torno a las relaciones humanas Vidrios es un largometraje conformado por un conjunto de cortos que transitan una temática en común. Cada una de estas breves historias se conecta entre sí mediante el contraste entre las personalidades de distintos individuos, buscando siempre excavar en lo más profundo de las relaciones humanas. A través de duetos -en su mayoría- y tríos actorales se puede observar como en función de discusiones, indiferencia o distintos puntos de vista para sentir la vida, se desarrollan los conflictos. Mediante cada una de estas escenas -las cuales están separadas por un fondo de pantalla negra- es que se desarrolla el film y esta idea intimista de exponer a los personajes a distintos niveles de confrontación, ya sea en un plano físico o psicológico. Con ausencia de música extradiegética, todo se produce en espacios únicos, cada corto propone un solo escenario para dar pie a una especie de claustrofobia general...