Un nuevo estudio llamado Locksmith Animation se da a conocer con una de las animaciones más destacadas del año.
Los más experimentados directores de películas animadas se reunieron para llevar adelante el último proyecto de 20th Century Studios y Locksmith Animation: Ron Da Error. Este 21 de octubre llega a los cines la historia de Barney, un estudiante muy introvertido al que le cuesta generar vínculos firmes en su escuela. Sin embargo, Ron –un dispositivo digital que camina y habla- se convierte en su mejor amigo encontrando como resultado una nueva cara de la tecnología y las redes sociales. Zach Galifianakis, Jack Dylan Grazer, Olivia Colman, Ed Helms, Justice Smith, Rob Delaney, Kylie Cantrall, Ricardo Hurtado, Marcus Scribner y Thomas Barbusca son solo algunos de los artistas que se suman con su voz a este dream team. Bajo la dirección de Sarah Smith y Jean-Philippe Vine todos ellos se encargan de contar esta aventura con unos cuantos desperfectos técnicos del robot que la vuelven muy divertida. La trama, que pone sobre la mesa las amistades en la adolescencia, el bullying y la especial relación de los más chicos con la tecnología, no resulta novedosa. Lo cierto es que la idea original de Ron Da Error ya se ha visto en unas cuantas oportunidades anteriores. No obstante, la calidad del film y la encantadora dupla protagonista, le devuelven a la película su frescura, dinamismo y estilo tan marcado. Aunque para los más grandes de la familia puede resultar un tanto reiterativa, no quedan dudas de que es una fórmula que funciona para el público infantil gracias a su mensaje universal. Es que en todo el mundo aquella edad se ve definida por las relaciones de amistad, la popularidad en la escuela y la búsqueda de un sitio de pertenencia. Y Ron Da Error sabe perfectamente cómo contarlo.
Emoción y ternura en una sátira sobre los peligros de la hiperconectividad 20th Century Studios y Locksmith Animation se lucen en una historia de amistad que conmoverá a toda la familia. Vivimos cegados por el uso y el consumo de dispositivos tecnológicos que facilitan la vida. Nos volvimos dependientes de ellos hasta para recibir o hacer demostraciones de afecto virtuales. ¿Hasta que punto somos esclavos de la tecnología? Partiendo de las reflexiones de este crítico, la brillante Ron da error -carta de presentación de Locksmith Animation en sociedad con 20th Century Studios- permite abrir nuevos y viejos debates en torno al mundo hiperconectado actual con una base fuerte de entretenimiento y emoción para toda la familia. La sorpresa animada de la temporada. La película cuenta la historia de Barney, un tímido estudiante de secundaria que recibe como regalo de cumpleaños a Ron, un novedoso dispositivo digital conectado para caminar y hablar, creado para convertirse en su nuevo mejor amigo. Rápidamente, Barney advierte que algo anda mal con su nuevo compañero. Ron no sabe nada de su nuevo dueño, sus circuitos son defectuosos y Barney se da cuenta de que por más que lo reinicie una y otra vez, no se convertirá en su mejor compañero. Pero, a diferencia de los demás robots, Ron es infinitamente curioso y muy leal, y está decidido a apoyar a Barney en todo. A tropezones, nacerá una verdadera amistad que redefine los límites de la tecnología. Misma trama que bien podría funcionar dentro de la tétrica serie Black Mirror aquí adopta un tono familiar, aún permitiéndose certeros guiños al público adulto con chistes ácidos muy logrados que arrancan carcajadas. En esta ocasión resulta imprescindible animarse a difrutar la película en su idioma original, con subtítulos, dado el elenco de voces de primer nivel que dan vida a los personajes. Zach Galifianakis (la trilogía de ¿Qué pasó ayer?) brilla como el androide defectuoso que tiene una personalidad arrolladora. ¿Surge la comparación con Los Mitchell vs las máquinas (Netflix)? Sí, en ambas animaciones el escenario donde la tecnología impera y toma protagonismo es bastante similar. ¿Son películas iguales? No. La principal diferencia reside en que la estructura narrativa de Ron da error es un tanto más conservadora (de alguna forma se presiente el final) y en varias instancias tiende a reforzar la moraleja para los más pequeños. Ron da error interpela y emociona. Casi todos fuimos Barney en algún momento de la infancia. Esa capacidad de tocar las fibras sensibles de los espectadores eleva la historia a un nivel superior y la saca de la superficialidad. Celebra la amistad, es divertida y advierte en forma amable sobre un futuro aterradoramente cercano. Hay que verla.
El nuevo villano de las películas animadas de Hollywood es el gurú tecnológico que logra a través de aplicaciones y dispositivos inteligentes una suerte de hiperconexión global, que sobre todo perjudica a los chicos. La primera producción del estudio británico Locksmith sigue una línea que ya se insinuaba en La familia Mitchell vs. las máquinas. El héroe de la historia, Barney, es un chico distinto, marginado y víctima del bullying escolar sobre todo a partir de las costumbres de su familia, representadas en el personaje de la abuela, una extravagante anciana búlgara que huyó del comunismo. Esa condición se profundiza cuando no puede acceder a la atracción del momento: un artefacto digital con forma de huevo con todas las funciones de un celular inteligente y espíritu de “mejor amigo”. Su artífice, lleno de codicia y egoísmo, se parece demasiado a Bill Gates. Los problemas empiezan cuando su culposo padre le consigue un ejemplar defectuoso del dispositivo. Allí, la idea de anomalía se lleva al extremo, escenario del que la película se vale para cuestionar la realidad de un mundo en el que se les impone a los chicos la obligación de conectarse para ser felices. Este mensaje, por lo general bastante explícito (hay una idea de tecnología “buena” y otra muy dañina), se compensa con una sucesión de muy buenos chistes visuales y de humor físico, y la inteligente construcción de los personajes.
No es una película de ciencia ficción, ni transcurriría en un futuro demasiado lejano. Pero en el mundo hiperconectado -por los dispositivos, no tanto entre la gente, se entiende- como el que plantea Ron da error, ser un chico solitario, huérfano de madre y no contar con un B*Bot, un robot personalizado, puede generar, no sé, angustia. O no sentirse parte de algo. O de nada. Así está Barney Pudowski, 12 años, el protagonista de Ron da error, la primera película del estudio inglés Locksmith Animation con mucha gente que estuvo en Pixar, en la que termina imponiéndose que importan más los te quiero dichos en persona que los like que se reciben en los fríos celulares. Pero no es que Barney sea un extraterrestre en el siglo XXI. El quiere tener un B*Bot. Es el único en el cole que no lo tiene, y como para su cumpleaños -nadie de su clase va a su festejo, ya verán en la película por qué- su padre y su abuela húngara (voz de Olivia Colman en el original) no le regalaron uno, el chico se siente decepcionado. Así que allí van los adultos a comprarle uno, con lo que tienen, porque los Pudowski no son precisamente ricos, pero el local está cerrado, y por la puerta de atrás están devolviendo uno que se cayó en la calle y está averiado… Si la película se titula Ron da error, se imaginan que el B*Bot que termina en el cuarto de Barney no anda 100% bien. Ni 90. Ni 80. Digamos que anda. Ron da error, hasta que se mete y convierte en una aventura en la que Barney ni remotamente hubiera imaginado que podía estar, es una película sencilla, entradora, sobre sentirse solo, sapo de otro pozo, padecer el bullying, pero -y esto es lo importante- no quedarse callado. Para saber cómo es la soledad Barney no es un nerd -o casi- y tiene todo aquello que los chicos que atraviesan la etapa de la adolescencia necesitan expresar. Lo que no tenía era un B*Bot. Y todo irá mejor con Ron. OK, los datos de Ron (voz de Zach Galifianakis que nunca escucharán en un cine argentino) no se cargaron del todo, no está conectado a la red que debería y no tiene los controles de seguridad completos. Así que Ron es inestable, pero puede detectar qué le da felicidad a su amigo/compañero/dueño. Y si advierte que a Barney le divierte que ataque a quienes le hacían bullying… No, no es Cortocircuito, la película de John Badham de 1986, con un jovencísimo Steve Guttenberg (el de las Locademia de policía). Esta es una comedia para chicos -aquella del director de Fiebre de sábado por la noche, también- con un protagonista que desea “encajar” con los suyos, pero que es único, individual y luchador. ¿Que hay algo de Cómo entrenar a tu dragón? ¿Otro poco de Buscando a Nemo? Puede ser, pero Ron da error es entretenida por sí misma.
Ron da Error representa la primera película de Locksmith Animation, una nueva productora inglesa fundada por ex artistas de la compañía Aardman (Wallace y Gromit). Entre ellas Sarah Smith, quien en el 2011 dirigió para Sony, la excelente Operación regalo (Arthur Christmas). Esta primera obra que estrenan deja la impresión que la empresa vendría a ocupar ese nicho vacio que dejo el cierre de Blue Sky (La era de hielo). Curiosamente el film será el único producto distribuido por Disney, a través del sello Fox, ya que los próximos proyectos que se encuentran en producción serán desarrollados junto a Warner Bros. La ópera prima de Locksmith es una propuesta muy amena y entretenida para los más chicos que sigue los parámetros de ese cine genérico de animación computada hollywoodense. El estilo de humor y los diseños de los personajes mantienen el perfil que a menudo encontramos en estas propuestas. La particularidad de esta producción es que más allá de la comedia y la aventura, la trama le transmite al público infantil un mensaje que está muy bien elaborado y es de máxima actualidad. El argumento presenta una crítica a la cultura de apego y obsesión con las redes sociales y los dispositivos tecnológicos que tienden a deteriorar los vínculos humanos. Más allá de los numerosos clichés que contiene el film, donde no falta el niño con uno de los padres fallecidos o ausentes y el humor escatológico, al menos el mensaje de la historia tiene un poco más de contenido. No se percibe en Locksmith una identidad propia en el producto que presentan pero esta es la primera película que estrenan y habrá que ver por donde se encaminan sus próximos proyectos. Por el momento Ron da error es un estreno decente para los más chicos.
La animación británica sobre bullying, amistad y tecnología Una propuesta que llega desde Inglaterra y se permite una reflexión sobre temas que circundan con humor y personajes pintorescos. Desde hace tiempo que la animación permite sentarse unos minutos a reflexionar sobre la vorágine de la vida actual y sobre cómo la tecnología, ha venido para transformarnos de una manera única. Esta película no es la excepción. Con la llegada de un nuevo artefacto, un niño que vive con su padre y abuela, con una educación completamente atemporal, verá cómo ese objeto deseado lo transforma por completo aunque nunca deja de sostenerse en los valores impartidos en su hogar. Estas son las premisas de Ron da error (Ron’s gone wrong, 2021), film que tiene en la construcción de los personajes el principal impulsor de la empatía. Roles trazados con pinceladas conocidas, queribles, aún en aquellos investidos con cierta “maldad” pero que, en realidad, no operan conscientemente en ese plano. Nueva versión de relatos en donde la diferencia marca el tempo e impulso de la estructura dramática, y en la que, el potente guion de Peter Baynham y Sarah Smith (también directora), refuerza la sensible pintura de Barney, un personaje protagónico que sabe de carencias económicas y afectivas fuera de su casa, pero que posee grandes riquezas en cuanto a lo inmaterial. Barney emerge entre ellos cuando, tras insistir, el objeto tecnológico bautizado como Ron, errático/fallado (con una escena de “educación” a lo E.T. El extraterrestre), comienza a generar más problemas que soluciones. Hay una idea romántica (a lo Steve Jobs) del para qué de la tecnología. Algo que también define a Barney por oposición. El capitalismo y la precarización laboral dicen presente, dentro del universo de Barney y su núcleo familiar, un mundo en donde el hogar, además de ser el refugio del hostil exterior, será también el centro de la economía del grupo, vendiendo novedades “made in china” por parte del padre, y cocinando extraños bocadillos por parte de la abuela. De este modo la experiencia de ser diferente en el colegio es atravesada por la llegada de un nuevo amigo cibernético y se convierte en una oportunidad para reencontrarse con uno mismo. Desde allí el film avanza a paso firme con un relato conocido, sin sorpresas, pero con muchos valores y amor.
Nunca más oportuno que hablar de los vínculos en la era de las redes sociales. En la era en que la tecnología avanza sin pausa y la inteligencia artificial va camino a ser sujeto de derecho (si sé que exagero). Aferrándose a estas inquietudes surge Ron da Error, la primera propuesta del estudio británico Locksmith Animation, que anticipamos que es tan divertida como emotiva. Barney es un niño de 11 once años con una familia algo atípica. Su mamá murió cuando era pequeño, y vive con un padre excéntrico que se dedica a vender objetos inútiles on line; y con su abuela, una verdadera matriarca de ascendencia búlgara, muy efusiva, que mantiene intactas las costumbres de su lugar de pertenencia. Lo cierto es que se acerca su cumpleaños, y tiene varias invitaciones en su mochila que nunca repartirá, quizá por vergüenza o no estar a “tono” con el resto de sus compañeros. Es que todos poseen el B*Bot, un robot de moda y última generación que funciona como una especie de compañero incondicional, y a su vez exhibe los gustos y preferencias de cada niño. Todos menos Barney, que por supuesto anhela tener una compañía tan sensacional, pero su familia parece no darse cuenta (además es extremadamente costoso). Hasta que finalmente, y en una situación algo inusual, su padre compra el tan deseado objeto. Barney lo recibe feliz, pero pronto se dará cuenta que no funciona del todo bien. Su B*Bot, Ron, está defectuoso, y esto lejos de convertirse en un problema, será una gran oportunidad para que el niño fortalezca su autoestima y se relacione con los demás. Es que en nuestros “defectos” es cuando realmente nos reconocemos, y por supuesto que la película baja línea en este sentido, además de mostrar cómo impactan las redes sociales en la vida de los nativos digitales. La cinta es ágil, tierna y divertida. La narración fluye a través de una trama sencilla y honesta que tiene puntos en común con Ella de Spike Jonze (así lo confesó su codirectora Sara Smith). Sobre todo, en esa mirada romántica (aquí) sobre la amistad, y al resaltar el punto de aceptarnos en las diferencias, volviendo a nuestros protagonistas entrañables. Errar es humano, y muchas veces puede ser hermoso.
Barney tiene 11 años y problemas para relacionarse con sus pares. Todos los niños del mundo tienen unos robots llamados “B Bots” los cuáles hablan, caminan y están conectados digitalmente a una red de datos de una empresa llamada “Bubble”. Estos dispositivos fueron concebidos para ser los mejores amigos de los niños. Todo cambia cuando Barney recibe un “Bot” para su cumpleaños, pero este no es como los demás ya que recibió un gran golpe y vino con fallas. “Ron da Error” es una película animada por computadora que será estrenada el 21 de octubre en la República Argentina. En poco menos de 2 horas se nos presenta una historia emotiva y real atravesada por un niño sensible el cual tiene dificultades para formar amistades. Este metraje trae a colación un tema importante, el de los niños, las redes sociales y los aparatos tecnológicos. Hoy en día esto es un problema real el cuál no podemos ignorar. Cada vez los niños juegan menos cara a cara, están más interesados en la vida online que en la vida real y en muchos casos exponen su vida sin pensar en las posibles repercusiones a futuro. Creo que producciones cómo esta hace un trabajo excelente en exponer estos temas. También se habla mucho sobre el espionaje y el robo de datos por parte de las grandes corporaciones tecnológicas, una cuestión sumamente relevante que tenemos que tener en cuenta a la hora de utilizar una red social. Los personajes en especial el de Barney y el de Ron son sumamente queribles y memorables. Estoy segura de que no me voy a olvidar de ellos fácilmente. El resto de las figuras son muy diferentes entre sí lo que las hace fácilmente identificables. No pude evitar emocionarme durante el film, es precioso y cuando lo vean van a entender de lo que estoy hablando. “Ron da Error” es perfecto para disfrutar en familia y ver con los más pequeños del hogar. ¡No se la pueden perder!
Es una película realizada por un equipo de notables y es un lujo. Una inteligente visión, y muy entretenida, que habla de la amistad, del peligro de las redes sociales utilizadas solo para lucrar, del reemplazo de la amistad por un robot, de la necesidad enfermiza de figurar o morir. Y no pocas críticas no tan veladas a identificables dueños de plataformas y redes que prácticamente dominan nuestras vidas. Pero esa mirada ácida e irónica no significa que el producto nos sea muy vistoso y gracioso, con una gran realización y una resolución tranquilizante. Esta dirigida por el veterano de Pixar Jean-Phillipe, por Sarah Smith, Octavio Rodriguez (Coco, Los increíbles 2). El guión está escrito por el responsable de las tres “Borat”, Peter Baynham y otros talentos que maneja la visión demoledora como ningunos. Temas como apuntes al pasar, para disfrute de los adultos: el bullying, los problemas de pobreza, la imposibilidad de conseguir amigos humanos y varios etcéteras que transforman a la película en un placer para grandes y chicos.
RESEÑA: RON DA ERROR Black Mirror for kids... Cero espectativas al entrar, la animación era genérica y el trailer se veía fofo y carente de personalidad. Era ese típico proyecto animado que pasa sin pena ni gloria, pero al terminar me quede sorprendido ... No SUPER SORPRENDIDO, pero algo de buen humor. RON DA ERROR es una de las primeras películas de FOX tras la compra de Disney, por lo que el enfoque que se le de a éste proyecto era crucial para determinar que tanto la empresa del ratón pasivo agresivo se iba a meter en sus ideas. Aparentemente se les dejo trabajar con cierta libertad creativa y sello personal, quiero creer que ésto se mantendrá así y no es que hubo poco tiempo para infiltrarse. La historia sigue a Barney, un pibe que quiere sumarse a la corriente de la moda adquiriendo un robotito que básicamente es un celular capaz de tener movimientos propios. Al adquirirlo se aviva de que el modelo que le llego está fallado, y en su falla, se encuentra una humanidad que inesperadamente complementara al muchacho en cuestión. La animación es el punto flojo, no por sus detalles sino por la carencia de innovación. Los diseños de los personajes podrían ser mejor, son personajes que se vieron en repetidas ocasiones en otros proyectos. No obstante la historia y el mensaje que intenta dar es coherente y, con un final arriesgado, nos brindan una lección que para los niños internautas puede ser muy valiosa. Henry Jackman compone una carismática banda sonora que acompaña muy correctamente el tono familiar de la película. Todos los personajes cuentan con un momento propio y la relación HOMBRE MAQUINA (for kids) esta plasmada dignamente. RON DA ERROR funciona para chicos y quizas para algunos adultos que todavía se enganchen con proyectos animados. Ojala Disney continúe dandole rienda suelta tanto a los animadores como a los cineastas de cine carne y hueso.
ERROR Y CONTROL Creo (y puede que la memoria me falle) que fue la débil secuela de Lluvia de hamburguesas la que instaló el concepto de gurú tecnológico como villano; ese que vuelve a estar presente en Ron da error, primera producción de la compañía de animación británica Locksmith. La diferencia aquí es que la figura del gurú tecnológico se desdobla, entre un carácter humanista y otro más comercial, como si eso fuera posible en el terreno de las corporaciones tecnológicas actuales. En todo caso, la película de Sarah Smith y Jean-Philippe Vine avanza desde una distopía en la que los chicos viven acompañados de un robot-mascota pre-diseñado para agradarles a todos, a una suerte de utopía en la que esos chicos viven acompañados del mismo robot-mascota, pero que ahora tiene características imprevisibles que potencian lo distinguido de cada uno y el libre albedrío en la construcción identitaria. El viaje de este film animado es un poco el mismo de Ready player one, donde se marcan los problemas de la tecnología pero la resolución no busca eliminarla sino, más bien, ponerle límites. El protagonista de Ron da error es un chico solitario, único en su ciudad sin uno de estos robots híper-tecnológicos y mega-conectados. Esto lleva, obviamente, a la discriminación y el bullying escolar. Pero Barney insiste tanto, claro, que su padre y su abuela (dos de los mejores personajes de la película) se lo terminan regalando, aunque como el presupuesto no alcanza terminan comprando uno fallado. Y esa falla, precisamente, será la clave para que los conflictos se acumulen y, también, para llegar a la revelación final: lo que nos representa es lo que nos distingue, aquello en lo que somos únicos e intransferibles. Ron da error no evita estas perogrulladas, aunque el error es decirlas en voz alta, subrayarlas, no tener el talento para transmitir esto por medio de la imagen y el movimiento. Hay sí una decisión interesante, la de no construir a Barney exclusivamente como una víctima, sino también como alguien con prejuicios y con incapacidades para conectar. Sí, como el simpático robotito Ron (otro gran personaje). Pero hay algo, que estaba en la propia esencia de la historia, que la película no aprovecha demasiado. La idea del error, de la anomalía, daba para que la animación y la comedia (dos géneros que hacen del descontrol su singularidad más atractiva) exploten por los aires. Algo de eso hay, cuando la acumulación de desplantes de Ron termina haciendo eclosión en el patio de la escuela donde asiste Barney. Allí la película amaga con volverse anárquica, con continuar esa línea trazada por películas como La familia Mitchell vs. Las máquinas o Las aventuras del Capitán Calzoncillos, pero apurada por su espíritu discursivo termina presa de una aventura de autodescubrimiento y lecciones de vida, donde el amague de “rompan todo” deja más al descubierto su excesivo control. Ron da error se estira demasiado y esa languidez termina anulando su potencial cómico (tiene algunos chistes muy buenos, especialmente con su abuela anticomunista), por lo que en determinado momento no le hubiera venido mal un F5, un refresh y dar de nuevo.
Una empresa ha creado un nuevo dispositivo que es furor: un amigo robot, como un huevo del tamaño de una mascota, que sabe todo sobre su dueño niño adolescente. Una computadora que simula ser tu mejor amigo y reúne todo tu información y te conecta con el mundo. Todos tienen uno y están obsesionados con él, excepto Barney, un solitario muchacho que vive con su padre y su abuela. Al no tener su robot, queda aislado del resto el día de su cumpleaños. Su padre no llega a comprarle uno en la casa que los vende, por lo que termina adquiriendo uno fallado que se ha caído del camión que los transporta. El niño solitario y el robot aislado tendrán mil problemas, pero obviamente son el equipo perfecto que lo cambiará todo. Esta película no es de Pixar, pero fue realizada con un grupo de personas que parece haber estado espiando a Pixar desesperadamente. Cae en el lugar común de la tendencia anti-tecnología y obviamente la empresa fuera de control es, como siempre, una copia de Apple. No importa tanto, porque un golpe de timón a tiempo sirve para decir que todos tienen un poco de razón, que un poco de aquí y un poco de allá, en un sano equilibrio, servirá para que todos seamos felices. Visualmente aceptable, cae en el mismo problema que varios títulos de Pixar, el arranque es más poderoso que el final excesivo, lanzado a una aventura demasiado grandota como para ser emocionante. Mucha rutina, pero seguramente algún niño la disfrutará, porque el estudio de mercado con el cual la escribieron así lo indica.
Ambientada en un mundo donde los robots se han convertido en los mejores amigos de los niños y los ayudan a crear nuevas amistades basadas en sus gustos y preferencias, «Ron da error» cuenta la historia de Barney, un chico de 11 años que a pesar de que desea uno de estos robots su familia no se lo compra, acentuando la soledad y malos tratos que recibe en la escuela. En el día de su cumpleaños, y luego de una serie de decepciones, recibe uno de ellos aunque no funciona del todo porque fue dañado durante el transporte. Es así como entre ambos tratarán de conocerse y vivirán grandes aventuras. A partir de un tono que equilibra de manera adecuada el humor, la aventura y el drama, la película busca ahondar en el uso (y/o abuso) de la tecnología y las redes sociales, y cómo, en muchos casos, se muestra a través de ellas una vida diferente a la que realmente se tiene. Por otro lado, también profundiza en la amistad, la soledad, el bullying, la aceptación y la familia. Si bien los niños pueden identificarse con los protagonistas, los mensajes apuntan más a un público adulto con capacidad de entender el trasfondo de la historia. Los personajes resultan entrañables, sobre todo Barney y su robot, quienes establecen una dinámica tan divertida como adorable entre sí, sobre todo cuando sacan a relucir sus diferencias. Ron se destaca por su ingenuidad, honestidad y capacidad para absorber nuevas reglas, mientras que el protagonista sobresale por su pureza, sensibilidad y ganas de pertenecer aunque de forma genuina. Dentro del elenco de voces tenemos figuras destacadas de Hollywood como Zach Galifianakis, Jack Dylan Glazer, Ed Helms, Justice Smith, Olivia Colman, entre otros, que hacen un buen trabajo para transmitir tanto las personalidades como las emociones de cada uno de los personajes, volviéndolos creíbles. Los aspectos técnicos están más que logrados, con una animación cálida, que pone el foco en los detalles, no solo de los personajes sino también de los fondos y los paisajes, haciendo que la experiencia visual sea más que agradable. En síntesis, «Ron da error» resulta ser una buena propuesta para toda la familia, brindando una aventura tan divertida como emotiva que nos deja mensajes sobre la amistad, la tecnología y la aceptación. Con una animación visualmente bella y un elenco de voces más que atinado, seguramente grandes y chicos pasarán un buen rato viendo esta historia.
Reseña emitida al aire en la radio