WILL FERRELL y el siempre gracioso ZACH GALIFIANAKIS, son los protagonistas de esta acida critica a la hipocresía de la política y las campañas proselitistas. Sin ser súper original, el filme funciona. Apelando a un humor extremo que se vale de chistes escatológicos, groseros y sexuales, JAY ROACH nos entrega una cinta a la que más que nunca le cabe el mote de “Políticamente incorrecta”
Para narrar esta historia tan densa, la directora libanesa Nadine Labaki apela a la comedia costumbrista, y a la vez la fusiona con la tragedia más profunda e incluso con el género musical, lo que procede en un pastiche de géneros, anti climáticos y poco profundos. Más allá del estilismo de las imágenes y los climas de “cine de autor europeo-oriental”, el filme busca apelar a las sensaciones para bajar línea sobre la concordia de las religiones, los derechos femeninos y la humanidad de las personas. El resultado es un filme pretencioso, que se hace eterno y difícil de sobrellevar.
Alucinante propuesta de animación “cuadro a cuadro”, melancólica, por momentos lúgubre, es además de un homenaje al género fantástico un viaje a los recuerdos más profundos de nuestra infancia, a los terrores infantiles y los universos sobrenaturales que abundan en los juegos. La animación, los colores, el diseño de arte y los escenarios (de gran profundidad de campo gracias al bien utilizado 3D) hacen de esta cinta, una fascinante experiencia que fusiona con pericia y buen gusto la tradición de los dibujos artesanales con la última tecnología digital. ¡Una joya fílmica!
La pelicula de Diego y Pablo Levy es una sencilla, inteligente y divertida comedia, plagada de personajes y situaciones extravagantes y con un relato que valiéndose de la rutina y cotidianeidad de los protagonistas, así como de un guion correcto y sin giros rebuscados, logra generar tensión y climas opresivos. Quizás no sea la típica comedia de gags a la americana, pero su clima constante de grotesco urbano, la convierte en una grata sorpresa. Párrafo aparte para los cameos de CARLOS PORTALUPPI y CAMPI, en papeles breves pero contundentes.
Esta comedia victoriana, deja de lado la solemnidad típica de las historias de época, para recrear y reivindicar con desenfado y el típico humor british, el papel de las mujeres tanto en el lecho como en la sociedad. Contiene, además tensión sexual no resuelta, humor, crítica social, personajes bien definidos y el ritmo bien marcado, en síntesis, y nunca mejor dicho: una comedia con buena vibra.
Este impactante filme de horror, se nutre de la tradición de filmes del género de los setenta, películas de alto impacto visual, en el que la trama se centra en la destrucción de un núcleo familiar central. En este caso, además se vale de recursos que recuerdan a las historias de casas encantadas, asesinos seriales y por supuesto “falsos metrajes”. El coctel, genera un resultado de terror puro en donde no faltan, los sobresaltos, la sangre y las vueltas de tuerca. Ethan Hawke se luce, en su primer papel de género, moviéndose son soltura en los climas lúgubres, sombríos y escalofriantes. Solo para corazones valientes.
La historia de UN REINO BAJO LA LUNA está ambientada en una isla de la costa de Nueva Inglaterra en el verano de 1965 y cuenta la historia de una chica y un chico de doce años que se enamoran, hacen un pacto secreto y se escapan a terrenos selváticos e inexplorados. Cuando varias autoridades intentan perseguirles, se forma una violenta tormenta en la costa… y la comunidad de la pacífica isla se verá trastornada irremediablemente.
En noviembre de 1979, mientras la revolución iraní alcanzaba su punto álgido, algunos militantes irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron cincuenta y dos prisioneros estadounidenses. Sin embargo, en mitad del caos, seis de ellos logran escapar y encuentran refugio en casa del embajador canadiense. Sabiendo que es sólo cuestión de tiempo que los encuentren y, muy probablemente, los maten, un especialista de la CIA en operaciones especiales llamado Tony Mendez (Affleck) urde un arriesgado plan para sacarlos del país de forma segura. Un plan tan increíble que sólo podría salir bien en una película
En CAMBIO DE PLANES conoceremos a Manolo, un hombre que se encuentra en plena crisis: la rutina de su trabajo le resulta asfixiante, su matrimonio con Beatriz está al borde del caos, y con esta situación sus hijos son lo último en lo que pensar. Pero se cruza por azar con Antonio, un chico canario de 15 años que padece cáncer pero que tiene unas ganas de vivir y ser feliz muy contagiosas. Ese encuentro hará que la vida de Manolo cambie por completo. La madre de Antonio, un divertido repartidor de comida mexicana, la madre de Manolo y su singular compañera, el vecino, una extravagante enfermera y la hermana de uno de los pacientes del hospital cambiarán el destino de Manolo de una forma que nunca imaginó.
En un futuro cercano, Norteamérica es un páramo asolado por la radiación con una única y gran megalópolis que se extiende a lo largo de su costa este: Mega City Uno. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una población de más de 400 millones de personas, cada uno de los cuales es un infractor en potencia. Los únicos que intentan imponer el orden entre semejante caos urbano son los jueces, a la vez agentes de la ley, jueces, jurados y verdugos. Y la perfecta personificación de estos jueces es Dredd, una leyenda viva de justicia blindada dedicado por entero a hacer cumplir la ley. En una misión aparentemente rutinaria junto a Cassandra Anderson, una juez novata dotada de grandes habilidades psíquicas, se disponen a investigar un homicidio en un peligroso megarrascacielos de la ciudad, un suburbio vertical de 200 pisos de altura controlado por el clan de la despiadada Ma-Ma. Pero al intentar arrestar a uno de los principales secuaces de Ma-Ma, ella decide cerrar a cal y canto todo el edificio y ordena a su clan que dé caza a los jueces. Atrapados en una brutal e implacable lucha por la supervivencia, Dredd y Cassandra se verán obligados a impartir una justicia extrema.