Un hombre feliz “Un Ladrón Con Estilo” (The Old Man & The Gun, 2018) es una película cómica basada en la vida del criminal Forrest Tucker. Está dirigida y escrita por David Lowery, reconocido por los filmes “Mi Amigo El Dragón” (Pete’s Dragon, 2016) y “A Ghost Story” (2017). Protagonizada por Robert Redford, el reparto se completa con Sissy Spacek, Casey Affleck (Manchester By The Sea), Tika Sumpter, Danny Glover, Tom Waits, Teagan Johnson, Ari Elizabeth Johnson, entre otros. Tuvo su premiere mundial en el Festival de Cine de Telluride y Redford obtuvo una nominación en los Globos de Oro como Mejor Actor – Comedia o Musical. Se cree que ésta es la película con la que Redford decidió retirarse. En 1981, a los 58 años, Forrest Tucker (Robert Redford) está huyendo de la ley ya que se escapó de la Prisión Estatal de San Quentin. Al conducir por la autopista, Tucker fija su atención en una mujer a la que se le averió su vehículo y decide brindarle su ayuda (en un principio esto lo hace para beneficio de él ya que así será más sencillo despistar a la policía de Texas). Agradecida por la colaboración del caballero, Jewel (Sissy Spacek) lo invita a cenar en un restaurante. Aunque Tucker no le dice a Jewel su nombre verdadero, sí se anima a comunicarle qué es lo que hace de su vida: Forrest roba bancos por diversión y, si es atrapado, no le es muy difícil salir de donde está encarcelado (tiene mucha práctica). Con el detective John Hunt (Casey Affleck) pisándole los talones al caer en la cuenta que los diversos asaltos de la zona fueron cometidos por la misma persona, Tucker seguirá disfrutando de su mayor hobby junto a sus secuaces Teddy (Danny Glover) y Waller (Tom Waits) a la vez que iniciará una relación con Jewel. Para culminar su carrera actoral, Robert Redford eligió una película que cuenta una historia real chiquita pero muy bien construida. Con un acertado guión y una estética súper cuidada que recuerda a los filmes de antes, la construcción del personaje principal atrapa al espectador por no ser el típico ladrón: Tucker consigue lo que desea siendo completamente amable y, si es necesario, mostrando la pistola que tiene guardada en su bolsillo, pero nunca usándola para disparar. El hecho de que este hombre sea una persona feliz con una estrategia que siempre le da resultado marca el tono del film, haciéndolo muy ligero y entretenido. Por otro lado tenemos a John Hunt, el cual toma como objetivo personal el atrapar a Tucker. Entre ellos dos se forma como una especie de juego que no da ganas de que acabe por más que Forrest deba ser capturado por sus delitos. El director logra que sea fácil empatizar con el protagonista por más de que sea un ladrón: su manera de ser nos demuestra que no hay que guiarse por las apariencias. Con agradables escenas entre Forrest y Jewel (una Sissy Spacek que siempre da gusto volver a ver en pantalla grande), “Un Ladrón Con Estilo” seguramente no se convierta en un filme inolvidable, sin embargo el buen momento que hace pasar en la sala de cine es innegable. A Robert Redford el papel de Forrest le calza a la perfección y con esta película reafirma que se lo echará mucho de menos en la actuación.
Alguien se parece a mí Nosotros (Us, 2019) es una película de terror psicológico dirigida, escrita y producida por Jordan Peele, reconocido por ¡Huye! (Get Out, 2017), el cual fue su debut cinematográfico que le valió el Óscar en la categoría de Mejor Guión Original. Protagonizada por Lupita Nyong’o (12 Años de Esclavitud), el reparto se completa con Winston Duke (Black Panther), Shahadi Wright Joseph, Evan Alex, Elisabeth Moss (The Handmaid’s Tale), Tim Heidecker, Madison Curry, entre otros. La historia se centra en la familia Wilson, compuesta por la pareja de Adelaide (Lupita Nyong’o) y Gabe (Winston Duke) y los chicos Zora (Shahadi Wright Joseph) y Jason (Evan Alex). Ellos emprendieron viaje hacia la casa de verano para disfrutar de sus vacaciones. Para Gabe y los jóvenes todo parece andar bien, sin embargo un trauma de la infancia persigue a Adelaide, lo que la hace estar aún más intranquila cuando los cuatro se dirigen a pasar la tarde con sus amigos Josh (Tim Heidecker) y Kitty (Elisabeth Moss) en la playa de Santa Cruz. Los recuerdos y el susto que sufre Adelaide esa tarde avecinan lo que ocurrirá a la noche en la casa: ya preparados para irse a dormir, unos ruidos del exterior y el repentino corte de luz hacen que la familia corra las cortinas para vislumbrar si hay algo afuera. Para su gran sorpresa, lo que ven será el comienzo de sus peores pesadillas, ya que a unos metros cuatro personas que lucen idénticas a ellos se encuentran paradas, inmóviles y tomadas de las manos. Mucha expectativa había por Nosotros teniendo en cuenta que es del mismo realizador que la atrapante ¡Huye!, película que desde el terror consiguió de una forma completamente original y satisfactoria hacer una crítica sobre el racismo en los Estados Unidos. Como era de esperarse, el nuevo filme de Jordan Peele no decepciona, más bien nos brinda una experiencia alucinante llena de tensión, nerviosismo, sangre e incluso carcajadas. Cargada de alegorías y referencias que van desde citas bíblicas hasta colores y animales, se puede afirmar que la cinta está tan bien diseñada que consigue no dar respiro casi nunca. Ya sea por el movimiento de los doppelgängers, la exquisita fotografía oscura de Mike Gioulakis o la escalofriante voz de la doble de Adelaide, resulta un hecho que “Nosotros” está muchísimo más cargada de horror que la anterior cinta del director. No solo eso sino que este filme contiene una complejidad mayor, por lo que no basta con verlo una vez para comprender del todo lo que Peele nos quiso transmitir. Con una imprevisibilidad suprema, el director sabe cómo mantener al espectador al filo de la butaca, haciéndolo saltar o levantar los brazos sin necesidad de recurrir a los típicos jump scares. Además, la película tiene un gran balance entre el terror y la comedia, consiguiendo que esta última no quede forzada en ningún momento. El padre de familia, interpretado por Winston Duke, tiene las líneas más graciosas y son esos momentos los que sirven para alivianar la atmósfera cargada de inquietud. Por otro lado, las actuaciones constituían todo un desafío ya que cada actor debía ponerse en la piel de dos personajes opuestos. Lupita Nyong’o está excelente en cada escena: mientras que la Adelaide original transmite de inmediato el instinto protector maternal, su doble vestida de rojo y fanática de las tijeras genera piel de gallina solo con su mirada. Shahadi Wright Joseph y Evan Alex, los jóvenes actores, también hacen un gran trabajo, e incluso Elisabeth Moss sorprende aunque tiene menor tiempo en pantalla. La música compuesta por Michael Abels, que ya había trabajado con Peele en ¡Huye!, aquí vuelve a estar espléndidamente utilizada, poniéndonos los pelos de punta de una forma muy gratificante. Las mezclas de sonido retorcidas contribuyen a que la experiencia sea mucho más perturbadora. Es innegable que Nosotros dará que hablar ya que puede tener varias interpretaciones gracias a un desenlace desconcertante. Si son fanáticos del género es un pecado no verla en cine: la nueva producción de Peele logra que el terror esté más vivo que nunca.
Alguien más está en mi cuerpo “Maligno” (The Prodigy, 2019) es una película de terror sobrenatural dirigida por Nicholas McCarthy y escrita por Jeff Buhler. Coproducida entre Estados Unidos y Canadá, el reparto está compuesto por Jackson Robert Scott (IT), Taylor Schilling (Orange Is The New Black, Cuando Te Encuentre), Peter Mooney, Paula Boudreau, Brittany Allen, Colm Feore, Paul Fauteux, entre otros. El 22 de agosto de 2010, en Pensilvania, Sarah (Taylor Schilling) y John (Peter Mooney) se convierten en padres primerizos con la llegada del pequeño Miles (Jackson Robert Scott). Para su sorpresa, ya desde bebé Miles presenta signos de ser un niño especial (sus primeras palabras las dice mucho antes de cumplir un año) y resulta notorio que su inteligencia es superior, por lo que Sarah considera la opción de inscribirlo en preescolar aunque aún no tenga la edad correspondiente. Luego de ocho años, el comportamiento de Miles por lapsos de tiempo cambia rotundamente, convirtiéndolo en un chico violento, serio y que con solo su presencia infunde miedo. Preocupada por la situación, Sarah acudirá a un especialista que llegará a la conclusión de que una persona fallecida quiere habitar por completo el cuerpo de Miles y, si no se descubre cuál es el objetivo por el que el muerto decidió volver, Miles desaparecerá completamente. Estamos ante un filme de horror que sí vale la pena ver, en especial por la gran actuación del joven Jackson Robert Scott. El Georgie adorable con el que nos encariñamos en It (2017) aquí desaparece para dar lugar a un nene que es mejor perderlo que encontrarlo. Sin saber cómo puede llegar a reaccionar ante determinadas situaciones, Miles tiene variadas escenas en las que nos logra asustar ya sea por su fija mirada, por su cruel carácter o por el tono inocente que utiliza al hablar. Por otro lado, Taylor Schilling tiene un papel interesante al encarnar a una madre que está frente a un dilema: proteger y confiar en su hijo pase lo que pase o deshacerse de él por considerarlo peligroso para el entorno familiar y social. La relación entre el niño y Sarah resulta de lo más atractivo, a la vez que el misterio que engloba el cuerpo de Miles nos hace querer seguir viendo la película hasta el final. Esto sucede gracias a que en esta producción no hay espíritus, fantasmas ni entidades, sino que alguien que existió en el pasado quiere reencarnar en ese cuerpo debido a que aún le queda una tarea por realizar en la Tierra. Aunque “Maligno” cuente con algunos clichés y un desenlace que no le hace justicia a lo construido previamente, su atmósfera e interpretaciones lo convierten en una buena opción para los que les gusta asustarse en la oscuridad de una sala de cine. Dos personas conviviendo en un mismo lugar podría haber salido muy mal, sin embargo este no es el caso y Jackson Robert Scott se adueña casi a la perfección de su papel, generando aún más ganas de verlo actuar en otras películas del género.
Con los días contados “A Dos Metros De Ti” (Five Feet Apart, 2019) es una película de drama y romance dirigida por Justin Baldoni y co-escrita por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis. Estos dos últimos contribuyeron en el libro homónimo en el que está basada, el cual está escrito por Rachael Lippincott. Protagonizada por Cole Sprouse (Zack y Cody, Riverdale) y Haley Lu Richardson (Fragmentado, The Edge Of Seventeen), el reparto se completa con Moises Arias (Hannah Montana), Kimberly Hebert Gregory, Claire Forlani, Parminder Nagra, entre otros. En el hospital Saint Grace’s, la joven Stella Grant (Haley Lu Richardson) pasa sus días haciendo videos de Youtube, organizando las diversas cajitas de pastillas, tomando oxígeno y charlando con su mejor amigo Poe (Moises Arias). Al padecer fibrosis quística, Stella debe mantenerse lo más alejada posible de los demás, en especial de los otros pacientes ya que el contagio de bacterias puede derivar en graves consecuencias. Al conocer a Will Newman (Cole Sprouse), un adolescente que hace poco ingresó al hospital por tener la misma enfermedad, la controladora Stella siente la necesidad urgente de ayudarlo a cumplir su régimen. Al realizar sus respectivos tratamientos a la par, los dos chicos se irán enamorando aunque no puedan establecer contacto físico. Hay películas que por más que tengan errores, clichés o situaciones inverosímiles consiguen movilizar emocionalmente al espectador ya sea por la química de los actores protagonistas, los diálogos o la temática tratada. Uno de los grandes méritos de un filme consiste en lograr que nos desconectemos completamente de los problemas de nuestra vida cotidiana y que lo que les sucede a los personajes en la pantalla mantenga nuestra atención e interés hasta el desenlace e incluso mucho después de éste. La historia de amor entre Stella y Will es un claro ejemplo de ello y llega a los cines no solo para conmovernos sino también para generar conciencia sobre una enfermedad genética rara que pocos conocen. Sin caer en golpes bajos sino más bien mostrando la realidad del día a día de un paciente de fibrosis quística, el director Justin Baldoni nos hace reflexionar sobre la importancia del contacto humano, el qué vendrá después de la vida, los sueños por cumplir y el paso del tiempo. Por más que la película sea apta para mayores de 13 años, no es recomendada para todos: es fácil impresionarse con las agujas, sondas, infecciones y cicatrices. A su vez, hay que tener en cuenta que éste es un filme en el que es casi imposible no estar con un nudo en la garganta durante la mayoría de sus escenas. Al conectar y empatizar tan rápido con los protagonistas, es muy sencillo sufrir con todo lo que les sucede. Cole Sprouse y Haley Lu Richardson componen a personajes con personalidades opuestas pero que se encuentran justo en un momento de la vida donde los dos se necesitan para sobrellevar las complicaciones de su enfermedad. La relación que construyen fluye naturalmente e irradia una ternura con la que uno no puede evitar sonreír. Muchos son los momentos entre ellos dos que llegan al corazón del espectador y en varias ocasiones la banda sonora ayuda a que sea imposible guardarse las lágrimas. Además, que casi toda la trama ocurra dentro del hospital dota al romance de una intimidad única y especial. Aunque en el último acto algunos hechos ocurran de forma apresurada y el final nos muestre una secuencia repetida, “A Dos Metros De Ti” nos hace dar cuenta de lo afortunado que uno es al tener salud así como nos muestra que los pacientes no deben ser definidos por su enfermedad. Tan dulce como dura de ver, emocionarse con Stella y Will es un viaje de ida doloroso pero que vale muchísimo la pena.
Símbolo de lucha “La Voz de la Igualdad” (On The Basis Of Sex, 2018) es una película biográfica dirigida por Mimi Leder y escrita por Daniel Stiepleman. Protagonizada por Felicity Jones (Like Crazy, La Teoría del Todo), el reparto se completa con Armie Hammer (Llámame Por Tu Nombre), Justin Theroux, Cailee Spaeny, Kathy Bates, Callum Shoniker, Sam Waterston, Chris Mulkey, entre otros. La historia se centra en Ruth Bader Ginsburg (Felicity Jones), mujer judía nacida en Brooklyn que en 1957 fue una de las nueve mujeres que comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Harvard, establecimiento donde había más de 500 hombres en las clases. Con su marido Marty (Armie Hammer) dando batalla a un cáncer testicular y teniendo que hacerse cargo de Jane (Cailee Spaeny), su hija que en ese momento tenía dos años, Ruth no se dio por vencida y continuó sus estudios para convertirse en abogada en una época en la que la discriminación de género estaba ultra presente tanto en cientos de leyes como en la propia universidad. Ruth o Kiki, como la llamaban sus más allegados, rápidamente se dio cuenta de la opresión que existía hacia la mujer en el ámbito social y laboral, por lo que una vez graduada en la Facultad de Derecho de Columbia comenzó a utilizar sus conocimientos legales tomando casos que serían buenos ejemplos para llegar a la igualdad de género. Con el gran apoyo de su esposo, experto en Derecho tributario, Ruth se abrió paso poco a poco hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia para exponer que la protección igualitaria femenina (y también masculina) no se estaba cumpliendo. Como segunda mujer elegida para ser jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos (la primera fue Sandra Day O’Connor), la feminista Ruth Bader Ginsburg marcó las bases de los derechos que las mujeres tenemos en la actualidad; es por eso que el nombre de la magistrada obtuvo una enorme popularidad en la cultura: su perseverancia para luchar por el cambio de las leyes constitucionales y poner sobre la mesa que la discriminación sexual existe hizo que Ruth tenga muy merecido todo el reconocimiento, admiración y aplausos que recibe día a día. Lamentablemente esta biopic no llega a hacerle justicia a su figura, en especial porque el filme decide enfocarse en uno de los primeros casos que Ginsburg tomó para defender ante la Justicia. Al poner toda la atención en un solo litigio, muchísimos aspectos de la vida de Ruth que son igual o más interesantes terminan no siendo mostrados, como por ejemplo que la abogada siempre apoyó el derecho al aborto y al matrimonio igualitario, que tres veces sufrió de cáncer y lo superó, que su primer libro fue considerado uno de los más vendidos en The New York Times, etc. Es entendible que una película no pueda abarcar cada detalle y logro de la jueza, sin embargo se hace imposible no comparar esta producción con el documental “RBG” (2018), el cual fue nominado al Óscar. Éste utiliza no solo material de archivo y entrevistas a los familiares y amigos de la magistrada, sino que también tiene como protagonista a la propia Ruth, lo que le da muchísima más fuerza al relato. Aunque Felicity Jones hace un buen trabajo al dar vida a una Ginsburg con gran carácter que no se deja pasar por encima, como espectador uno no logra conectar en un 100% con ella. La principal causa de este problema radica en el guión: a medida que avanza la trama los personajes hablan y hablan casi sin parar. No habría inconveniente si lo que dijeran fuera comprensible para las personas que no son abogados, sin embargo el vocabulario técnico y la velocidad con la que se expresan genera que sea muy fácil perder el hilo e interés de la historia, dejándonos con ganas de conocer de otra manera la vida de Ruth. Aunque “La Voz de la Igualdad” cuenta con buenas interpretaciones y un diseño de vestuario acorde a la época, el enfoque que se le dio a esta importante jueza no es de lo más acertado. Para conocer mejor sus grandes aportes y cambios que generó en la sociedad, mejor ver el dinámico documental de Betsy West y Julie Cohen.
Una identidad arrebatada “Capitana Marvel” (Captain Marvel, 2019) es una película de superhéroes dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck (Half Nelson), personas que también se ocuparon del guión junto a Geneva Robertson-Dworet. Protagonizada por Brie Larson (La Habitación, El Castillo de Cristal), el reparto se completa con Samuel L. Jackson, Jude Law, Annette Bening, Ben Mendelsohn (Ready Player One, Robin Hood), Lashana Lynch, Gemma Chan, McKenna Grace, Clark Gregg, Djimon Hounsou, Akira Akbar, entre otros. Siendo la vigésimo primera producción dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, el film se alza como el primero dentro de la franquicia en tener a una superheroína como personaje central. La historia se centra en Vers (Brie Larson), una integrante de la unidad militar Kree (raza alienígena) que constantemente tiene flashbacks mezclados de su pasado pero no recuerda nada sobre él. Al embarcarse en una misión contra los Skrulls, extraterrestes metamorfos enemigos de los Kree, el grupo de Vers sufre una emboscada y la noble guerrera termina cayendo en el planeta C-53 (la Tierra) durante el año 1995. Junto al joven Nick Fury (Samuel L. Jackson), que en ese momento aún contaba con sus dos ojos, Vers irá eliminando a varios Skrulls que tomaron forma de humanos así como irá descubriendo la verdad de sus primeros años de vida. Mucho se viene comentando sobre la heroína que reparará el daño provocado por Thanos en Infinity War: hay quienes quieren que a la película le vaya mal en taquilla porque no confían en Brie Larson para un rol tan importante y están los fanáticos de los cómics que por fin podrán ver a su ídola en carne y hueso pateando traseros. Con la clara intención de llenar el vacío que había en Marvel al no tener poder femenino en un rol principal, la Capitana llega a las pantallas para inspirar a las mujeres. A su vez, el filme pretende desplegar nostalgia con sus elementos noventosos tales como el Blockbuster, las aparatosas y lentas computadoras de la época y alguna que otra canción. Aunque la película logra ser entretenida en variadas escenas, en especial en su primera mitad, su trama de origen (presentación de un personaje nuevo) es distinta a lo que estamos acostumbrados. Esto sucede porque aquí no vamos a conocer en detalle la infancia y juventud de la protagonista: como la historia está contada desde su punto de vista, solo veremos pequeños instantes de lo que a Vers le va surgiendo en su cabeza. Aunque después se comprende qué es lo que le ocurrió para no tener memoria, desde el principio se hace muy difícil conectar con una persona de la que sabemos poco y nada. Con la típica secuencia de lucha final completamente alargada, muchas explicaciones no son del todo claras y la cinta no logra tener un tono y cohesión definido, más bien es un rejunte de la camaradería que hay entre la Capitana y Nick Fury, la guerra entre los Krees y Skrulls, momentos tiernos con el gatito anaranjado Goose, Vers hallando su verdadera identidad y reconectando con una amiga de cuando ella estaba entrenando para convertirse en piloto, entre otras cosas. Aún así, la película tiene aspectos bien logrados que incluyen la capacidad de los Skrulls de tomar el aspecto de un humano, la fuerza de Vers, su flamante traje azul y rojo y un plot twist que resulta inesperado. Pese a que “Capitana Marvel” no es memorable ni genera empatía, su visionado, en especial su primera escena post crédito, resulta necesario para poder captar lo que se viene con “Avengers: Endgame”. Sin una banda sonora que se distinga y con algunos efectos que dejan que desear, la película se deja ver y consigue sacar alguna risa.
De tal padre tal hija “La Misma Sangre” es un thriller nacional dirigido y co-escrito por Miguel Cohan (Sin Retorno, Betibú). El reparto está compuesto por Oscar Martínez, Diego Velázquez (La Reina del Miedo), Dolores Fonzi, Paulina García (La Novia del Desierto), Malena Sánchez, Norman Briski, Luis Gnecco y Emilio Vodanovich. Coproducida entre Argentina y Chile, la cinta cuenta con la asociación de Netflix y DirecTV. Dueño de un campo donde se produce y exporta leche y carne de búfala, Elías (Oscar Martínez) lleva 35 años de casado con Adriana (Paulina García), cocinera profesional. El drama comienza cuando una noche Adriana aparece muerta en la cocina. Ese mismo día Santiago (Diego Velázquez), yerno de Elías, vio a los padres de Carla (Dolores Fonzi) tener una fuerte pelea por lo que las sospechas sobre que en realidad lo que pasó no fue un accidente se acrecientan. Sin poder establecer una conversación amena con Carla, Santiago querrá llegar al quid de la cuestión. El gran problema de “La Misma Sangre” radica en que su misterio es desvelado en su primera media hora, por lo que al ya saber tan rápido lo que pasó la intriga se desvanece en un abrir y cerrar de ojos. Por otra parte, se tomó la mala decisión narrativa de contar la historia desde dos puntos de vista (el de Elías y Santiago); de esta manera las diversas situaciones antes y después de la muerte de Adriana se repiten, logrando que el espectador se canse de los mismos diálogos. Con escenas y personajes que no aportan nada significativo a la trama, la cinta llega a sentirse pesada a pesar de que su duración no pasa la hora y cuarenta minutos. Los actores cumplen con su labor no obstante ninguno llega a destacarse. Aunque Dolores Fonzi aparece en el póster promocional y su personaje tiene relevancia en el desenlace, es Diego Velázquez el que tiene mucho más protagonismo que ella. Por momentos lenta y por otros aburrida, “La Misma Sangre” pierde el ritmo que mantenía en un principio haciendo que, una vez que llegan los créditos, sea muy fácil pasar página y olvidarla. Sin ser una buena opción para dirigirse al cine, el filme puede ser aceptable una vez que Netflix lo suba a su plataforma.
Diferentes e iguales “Border” (Gräns, 2018) es una película dramática sueca dirigida y co-escrita por Ali Abbasi. Basada en la historia corta homónima de John Ajvide Lindqvist, el reparto incluye a Eva Melander, Eero Milonoff, Sten Ljunggren, Jorgen Thorsson, Ann Petrén, entre otros. La cinta recibió el premio Un Certain Regard en el Festival de Cine de Cannes y está nominada en la categoría Mejor Maquillaje y Peluquería de los próximos Premios Óscar. Tina (Eva Melander) tiene la habilidad de oler sentimientos tales como la culpa, la rabia y la vergüenza. Su peculiaridad le sirve muchísimo para su trabajo como vigilante de aduanas, en donde detecta a las personas que portan algo extraño en sus maletas. Con una vida tranquila junto a su pareja Roland (Jorgen Thorsson), que se dedica a entrenar perros para competencias, y visitando regularmente a su padre, Tina siente algo que nunca había percibido al olfatear a un hombre llamado Vore (Eero Milonoff). Este señor de rasgos grotescos parecidos a los de ella la hará descubrir algo que jamás se hubiese imaginado. Rara, salvaje y con una originalidad suprema, “Border” es de esas películas que cuanto menos se sabe antes de entrar a la sala, mejor. Sin tener un género definido (es mucho más que un drama), el filme es algo que con absoluta certeza nunca se vio antes, por lo que el interés por saber qué es lo que está pasando se acrecienta a medida que pasan los minutos. Sería muy fácil spoilear algunos aspectos centrales de la trama pero así se perdería toda la gracia y la experiencia ya no sería la misma. Lo que sí se puede decir es que el misterio, las sorpresas y los giros que van ocurriendo son completamente inesperados y nunca sueltan al espectador, por el contrario lo hacen partícipe del autodescubrimiento que atraviesa la protagonista. Para plasmar en la pantalla grande una historia como esta se necesitaba de un director súper valiente y arriesgado, al que no le importaría que muchos cataloguen a su film de alocado y asqueroso. Ali Abbasi sale muy bien parado al construir una atmósfera sensorial única, donde el bosque, los lagos y los insectos son tan importantes como los personajes mismos. Por otro lado, Abbasi consigue que conectemos con Tina a pesar de que en un principio nos es fácil juzgar su aspecto físico. Al meternos en su mundo y llegar a conocerla en profundidad, la empatía se da naturalmente. Párrafo aparte para la excelencia del maquillaje y las prótesis que confeccionó Göran Lundström. Su trabajo resulta aún más increíble al googlear a los actores principales luego y ver lo diferentes que son, en especial Eva Melander, la cual da todo de sí en un papel para nada fácil. La actriz no solo tuvo que actuar con prácticamente otro rostro y dentadura sino que también engordó para darle vida a Tina. Es increíble lo metida que Melander está en su papel, lo que genera que nunca nos parezca falso lo que va sucediendo por más alucinante que sea la historia. Identidad, adaptación, humanidad, acoso al distinto, maldad, compasión y el inicio de un amor son solo algunos de los tópicos que aborda Border desde una perspectiva innovadora. No apta para impresionables, la película es una cita obligada para los amantes del cine que buscan seguir reflexionando mucho tiempo después del desenlace.
El atún más deseado “Obsesión” (Serenity, 2019) es un thriller dramático dirigido, escrito y producido por Steven Knight. Protagonizado por Matthew McConaughey, el reparto se completa con Anne Hathaway, Diane Lane, Djimon Hounsou, Jason Clarke (El Planeta de los Simios: Confrontación), Jeremy Strong, Rafael Sayegh, entre otros. La trama gira en torno a Baker Dill (Matthew McConaughey), un hombre que vive en la isla de Plymouth y cada día zarpa con su barco llamado Serenity rumbo al océano con el objetivo de pescar un determinado atún al que él nombró “Justicia”. Para subsistir económicamente, Dill también sale a pescar a la noche para luego vender lo obtenido, además de que recibe dinero por acostarse con Constance (Diane Lane), una mujer a la que varias veces se le extravía su gato negro. La rutina continúa de lo más normal hasta que a la isla llega Karen (Anne Hathway), ex mujer de Dill. Ella viajó hasta allí porque está harta de sufrir violencia doméstica por parte de su pareja Frank (Jason Clarke), un alcohólico rico y prepotente. Patrick (Rafael Sayegh), hijo de John y Karen, debido a las constantes peleas de su madre y padrastro, vive encerrado en su habitación jugando con la computadora. Sin ya poder soportar un día más en ese ambiente, Karen le propone a Dill un trato: si Baker mata a Frank durante uno de sus tantos viajes al océano y lo hace pasar como un accidente, ella le dará como recompensa diez millones de dólares. John (nombre real de Dill) deberá pensar y tomar esta difícil decisión cuanto antes, ya que falta poco para que Frank arribe a la isla. Con un guión pésimo que da gracia por la repetición de palabras tales como “papi” y “atún”, el filme todo el tiempo busca ser sensual mostrando a su protagonista desnudo y metiendo escenas de sexo de relleno. La manera de hablar de los personajes llega un punto que no puede tomarse en serio, sin embargo la primera mitad de la película logra mantener el interés gracias a que el espectador quiere saber qué pasará con lo que le propuso Karen a Dill. No obstante, la cinta da un giro de 180 grados que más que sorprendernos nos hace pensar en cómo esta ridiculez pudo llegar a convertirse en un largometraje. Mientras que en el principio podríamos llegar a quejarnos de que la trama nunca da signos de avanzar (siempre se nos muestra lo mismo), lo que viene después resulta tan bizarro y sin sentido lógico que lamentamos haber criticado sus repetitivos cuarenta minutos iniciales. En el plano de las actuaciones, Matthew McConaughey hace lo que puede con un guión extra plano y Anne Hathaway sorprende con su tan mala interpretación, al punto de que ni su sufrimiento ni sus lágrimas resultan creíbles. La película no es capaz de resistir un análisis luego de verla ya que carece de todo tipo de coherencia, por lo que es inevitable que quede catapultada al olvido. Incomprensible como una actriz de la talla de Diane Lane aceptó un papel secundario que no aporta absolutamente nada a la historia. Si “Obsesión” se hubiese quedado con la idea de su comienzo quizás el panorama sería otro; lamentablemente su resultado final rebosa de errores imposibles de perdonar.
Muertes y narcotraficantes “Venganza” (Cold Pursuit, 2019) es una película de comedia negra y acción dirigida por Hans Petter Moland y escrita por Frank Baldwin. Funciona como remake del filme noruego Kraftidioten (2014), el cual también fue dirigido por Moland. Protagonizada por Liam Neeson, el reparto se completa con Emmy Rossum (El Día Después de Mañana, El Fantasma de la Ópera), Laura Dern, Michael Eklund, Wesley MacInnes, Tom Bateman, Michael Adamthwaite, Julia Jones (saga Crepúsculo), Tom Jackson, Micheál Richardson, entre otros. En el gélido pueblo de Kehoe, ubicado en el occidente de Estados Unidos, Nels Coxman (Liam Neeson) vive tranquilamente con su esposa Grace (Laura Dern) y su hijo Kyle (Micheál Richardson). Su trabajo consiste en manejar un vehículo quitanieves, razón por la que es nombrado “Ciudadano del Año”. La armonía se interrumpe cuando Kyle es asesinado por los que conforman un cartel de droga; no obstante estos últimos hacen creer que la causa de muerte fue una sobredosis. Convencido de que su hijo no es un drogadicto, Nels irá derribando a cada narcotraficante hasta dar con Vikingo (Tom Bateman), líder de la organización. Por más de que Liam Neeson hace un tiempo había anunciado que ya era hora de retirarse de los filmes de acción, el actor aún parece encontrarle un gusto especial a este tipo de propuestas. Sin embargo “Venganza” no es lo que aparenta y tanto su póster promocional como sinopsis puede engañar a más de uno. Aunque el filme tenga su dosis de acción, más bien se trata de una sátira hacia este tipo de películas. Así es como se nos presentan diversos personajes que con el transcurso del relato serán asesinados de maneras “graciosas” por el héroe de turno para luego pasar a una pantalla negra que indica el fallecimiento de cada narcotraficante con el símbolo de su religión y su apodo en el negocio. Con la inclusión de otro cartel de droga de una reserva indígena que peleará por tener el control del territorio, la película desde sus primeros minutos nos hace pensar en que esto ya lo hemos visto un montón de veces. Sumándole que solo dos chistes logran ser efectivos y que la cantidad de personajes no ayuda a crear una trama naturalmente fluida, la remake hecha por el mismo director no despierta interés ni siquiera por su desenlace que, como no podía ser de otra forma, resulta obvio. Teniendo en cuenta que la esposa de Nels, interpretada por Laura Dern, de la nada lo deja y nunca más se vuelve a tocar el tema o que ni siquiera llegamos a conocer un poco al hijo de la pareja para lamentar luego su pérdida, “Venganza” se convierte en una película tan fallida como bizarra, solo apta para los que disfruten de un humor particular.