La que mataba a los niños La Maldición de La Llorona (The Curse of La Llorona, 2019) es una película de terror dirigida por Michael Chaves, siendo éste su debut como director de un largometraje. Co-escrita por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis, el filme se enmarca como la sexta producción dentro del Universo Cinematográfico del Conjuro, que ya cuenta con dos cintas del Conjuro, dos de la muñeca Annabelle y una sobre la Monja. Con James Wan como productor, el reparto está compuesto por Linda Cardellini (Green Book), Roman Christou, Jaynee-Lynne Kinchen, Sean Patrick Thomas, Patricia Velasquez, Raymond Cruz, entre otros. Los Ángeles, 1973. La asistente social Anna (Linda Cardellini), viuda y madre de los pequeños Chris (Roman Christou) y Sam (Jaynee-Lynne Kinchen), ingresa en la casa de Patricia (Patricia Velasquez) y descubre que ésta mantiene a sus niños encerrados en un armario. Luego de unos días, los hijos de Patricia aparecen ahogados en un lago cercano. Patricia la culpa a Anna por haber abierto el lugar donde los mantenía a salvo. Desde esa tragedia, el espíritu profano de la Llorona volverá a hacerse presente para arrebatarle a Anna sus seres más preciados. La leyenda de la Llorona, proveniente de México, contiene el horror necesario para armar un buen producto cinematográfico. Una bella mujer se entera que su marido la engañó y, como venganza, decide arrebatarle lo que más ama: los dos hijos que comparten. Consumida por la rabia los ahoga en un río, solo para después darse cuenta del terrible hecho que cometió. Tanta es la culpa que siente la Llorona que, como su nombre lo indica, se pasará los días sollozando en búsqueda de más niños para llevarse con ella. Teniendo en cuenta esto, es fácil creer que la película de Michael Chaves va a tener una gran cuota de sustos y tensión. Sin embargo, y para decepción de muchos, el resultado final deja mucho que desear. El mayor inconveniente con este filme se basa en que se siente como algo que ya vimos en otras tantas películas. El director abusa de los lugares comunes y no busca sobresalir generando un estilo propio. Aunque la atmósfera oscura y silenciosa está bien lograda, todo se echa a perder cuando se decide utilizar el sonido al máximo volumen para asustar con la aparición repentina del espíritu maligno. Salvo una escena de la hija de la protagonista en la bañera, lo demás se vuelve ultra predecible por lo que a pesar de durar hora y media, la cinta se vuelve larga debido a la ridiculez con la que se encara el ritual final a cargo de un chamán. Cuando uno piensa que ese proceso para echar a la Llorona de la casa ya dio resultado, siempre algo tonto sucede que hace que el problema persista. A su vez, los efectos que se utilizan cuando los personajes son tirados por los aires lucen muy falsos. Por otro lado, los guionistas se encargan de reafirmar, como si no lo supiéramos, que esta producción pertenece al universo del Conjuro, ya que incluso el mismo cura de Annabelle (2014) tiene su momento en este filme para hablar de lo que le pasó con la muñeca. Sin sorprender ni ser original, La Maldición de la Llorona se convierte en la película más floja de esta franquicia hasta el día de la fecha. Tranquilamente se puede obviarla y esperar a la tercera entrega de Annabelle que llegará en junio.
Amor en tiempos difíciles Viviendo con el Enemigo (The Aftermath, 2019) es una película dramática de época dirigida por James Kent (Testamento de Juventud, 2014) y co-escrita por Joe Shrapnel, Anna Waterhouse y Rhidian Brook, autor galés de la novela homónima en la que la cinta está basada. Producida por Ridley Scott, el reparto incluye a Keira Knightley, Alexander Skarsgård (Big Little Lies, La Leyenda de Tarzán), Jason Clarke, Flora Thiemann, Fionn O'Shea, Kate Phillips, Anna Katharina Schimrigk, entre otros. Alemania, 1946. Luego de la victoria de los Aliados, Rachael Morgan (Keira Knightley) se baja del tren en Hamburgo para reencontrarse con su marido Lewis (Jason Clarke), coronel británico que allí debe ocuparse de reconstruir la invernal ciudad bombardeada. La pareja pasará a alojarse en la enorme y ordenada casa del alemán viudo Stephen Lubert (Alexander Skarsgård), arquitecto que vive con su hija adolescente Freda (Flora Thiemann). Ellos están próximos a mudarse a un campamento de refugiados, sin embargo Lewis consulta con su esposa si no es mejor permitirles que se queden, lo cual a Rachael no le convence mucho pero termina aceptándolo. Con Lewis pasando más horas fuera del hogar debido a su trabajo, la intimidad entre Rachael y Herr Lubert será inevitable. Ya son bastantes las películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, es por eso que el nuevo filme de James Kent resulta un soplo de aire fresco para los dramas de época: aquí seremos testigos de cómo quedó Europa después del conflicto y el panorama no es para nada alentador. Las innumerables muertes de personas inocentes, las casas hechas trizas y el polvo en cada rincón, sumado a un gélido invierno, generan una atmósfera entristecedora que se contrapone con la lujosa mansión en donde los protagonistas conviven. Indudablemente Keira Knightley es la opción ideal para historias de este estilo. A la actriz la cámara la adora, siendo muy fácil empatizar con Rachael de inmediato, una mujer que sufrió la pérdida en primera persona al igual que el alemán. Si hay algo que la película derrocha es tensión sexual entre estos dos personajes, una tensión que está súper bien desarrollada: el director consigue con éxito que no juzguemos a nadie por las decisiones que toman, más bien lo que se da es comprensión por la situación de cada uno. En este relato no existen personas buenas ni malas, más bien hay humanos padecientes, que son incapaces de expresar con palabras el dolor que sienten y la soledad los carcome por dentro así como necesitan urgentemente el contacto físico. Con una preciosa fotografía a cargo de Franz Lustig, la película también demuestra la división que había en ese entonces entre ingleses y alemanes. Los primeros no querían ni acercarse a sus “enemigos” debido a ideas preconcebidas, sin embargo una vez que se entabla conversación se hace más notorio que no deberían existir líneas separadoras ya que cualquiera, sea de la nacionalidad que sea, se ha visto afectado por la guerra. Solo hay una cosa que objetarle a esta producción y se basa en la subtrama que existe con respecto al personaje de la hija adolescente de Herr Lubert. La joven está implicada con un chico que forma parte de la organización paramilitar Hitler Youth. Aunque este tópico también es interesante, tiene muy pocas escenas en el filme, lo que deja varias incógnitas al respecto y da como resultado una situación un tanto inverosímil. Por otro lado, el desenlace inesperado sorprenderá a más de uno y dejará las emociones a flor de piel. Por más que sea correctísimo, uno no queda satisfecho, dejando una sensación rara luego de salir de la sala. Llena de sensualidad y deseo, Viviendo con el Enemigo construye una trama atrapante alrededor de la manera que tiene cada uno de afrontar la pérdida, la culpa y el “qué pasó después”, que es tan relevante como la guerra misma. Con actuaciones muy dignas y espléndidos vestuarios, una vez más Keira Knightley demuestra que está hecha para papeles de época sólidos y profundos.
Enamoramiento juvenil After: Aquí Empieza Todo (After, 2019) es una película de drama y romance dirigida por Jenny Gage y escrita por Susan McMartin. Basada en el fanfiction best seller de Anna Todd, que primero fue subido a Wattpad y luego se convirtió en una serie de cinco libros, el filme está protagonizado por Josephine Langford y Hero Fiennes Tiffin. Ella es la hermana menor de Katherine Langford, actriz de Por Trece Razones, y él es el sobrino de Ralph Fiennes, el cual tuvo el papel de Voldemort en la saga de Harry Potter (por su parecido físico con su tío, Tiffin fue elegido para dar vida a Voldemort de joven). El reparto se completa con Selma Blair, Dylan Arnold, Shane Paul McGhie, Meadow Williams, Pia Mia, Inanna Sarkis, entre otros. La historia se centra en Tessa Young (Josephine Langford), una adolescente que está por empezar la carrera de Economía en la universidad. Luego de librarse de su sobreprotectora madre y de su novio Noah (Dylan Arnold), la organizada Tessa comenzará a vivir en el campus y, bajo la insistencia de su compañera de cuarto, los primeros días asistirá a una fiesta nocturna. En medio de un atrevido juego de verdad o reto, la joven conocerá a Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin), hijo del rector. Enigmático, creído y con varios tatuajes, Tessa no podrá resistirse a pasar más y más tiempo con este chico que no cree en el amor. Cargada de situaciones inverosímiles y clichés tan obvios que causan gracia, el peor aspecto de After se basa en su falta de contenido. La fórmula de chico conoce a chica, se enamoran y comienzan a vivir su historia de amor ya se vio cientos de veces en la pantalla grande y, si está bien hecha, podría seguir funcionando ya que es indudable que el género romántico nunca va a morir. Sin embargo aquí todo es demasiado plano e insulso, haciendo parecer que lo único que importa es mostrar que los protagonistas son lindos y que con eso alcanza. Nos quieren vender que Hardin es un “chico malo”, sin embargo el adolescente solo es “rebelde” por usar una chaqueta negra y tener varios tatuajes. Cuando llega el momento para que los dos puedan explayarse sobre sus respectivos pasados familiares y así poder generar empatía con el espectador, la guionista decide tocar el tema muy por arriba y pasar a otra cosa. Los personajes secundarios están demasiado estereotipados y el abuso de la cámara lenta así como del soundtrack pop a todo volumen llega a cansar. Por otro lado, resulta notorio que los productores quisieron hacer la cinta apta para mayores de 13 años, por lo que las escenas sexuales están súper cuidadas y, salvo una secuencia en el lago, lo demás no consigue transmitirnos nada. Josephine Langford hace lo mejor que puede con el pobre guión que le dieron, no pasa lo mismo con Hero Fiennes Tiffin: pareciera que el actor solo tiene una expresión facial durante toda la película. Está perfecto que se haya decidido sacarle a Hardin toda la toxicidad que tenía el personaje en el libro (si se lo hubieran dejado, el filme sería aún más criticado), no obstante Tiffin logra que este chico fan de usar remeras de Los Ramones sea la nada misma personificada. La trama de After: Aquí Empieza Todo podría caber en un videoclip y seguramente hubiese sido más satisfactoria en ese formato, ya que lo que sucede en el film puede explicarse en menos de dos minutos. Dirigida a un público femenino preadolescente, para los demás la única forma de que esta película sea pasable será cuando la den en un canal de cable.
La muerte es mejor Cementerio de Animales (Pet Sematary, 2019) es una película de terror dirigida por Kevin Kölsch y Dennis Widmyer. Basada en la novela homónima de Stephen King, el filme constituye la segunda adaptación de esta historia (ya había sido convertida en un largometraje en 1989). Con el guión a cargo de Jeff Buhler, el reparto incluye a Jason Clarke (El Gran Gatsby, El Primer Hombre en la Luna), Jeté Laurence (El Muñeco de Nieve), Amy Seimetz, Lucas Lavoie, John Lithgow (The Crown), Alyssa Levine, Obssa Ahmed, entre otros. Compuesta por el doctor Louis (Jason Clarke), su esposa Rachel (Amy Seimetz) y los niños Ellie (Jeté Laurence) y Gage (Lucas Lavoie), la familia Creed decide mudarse al pueblo campestre de Ludlow, Maine para tener una vida más tranquila. Mientras se están instalando, los Creed descubrirán que su nuevo hogar también incluye un bosque trasero donde la gente entierra a sus mascotas. Su estadía allí será cada vez menos placentera (recuerdos feos, un vecino que esconde un secreto, pesadillas) pero nada se comparará a la gran tragedia que se avecina. Nadie pidió por una remake de Cementerio de Animales sin embargo aquí la tenemos, siendo casi una copia exacta de la película de 1989 dirigida por Mary Lambert salvo por un importante cambio en los hechos y la sumatoria de variados jump scares. Puede que a los más fanáticos este cambio no les guste, sin embargo a la trama le da un toque de aire fresco necesario. Para los que ya han visto el filme original, este estreno no tiene nada de especial: tenemos los mismos personajes, misma información y acontecimientos, lo que nos hace que sea inevitable comparar los dos filmes y darnos cuenta que el primero estaba mejor logrado. En cuanto al reparto, cada uno brinda una interpretación correcta sin sobresalir a excepción de la niña Jeté Laurence, que logra ser tenebrosa con sus dichos, movimientos y mirada. A Louis, el padre de familia encarnado por Jason Clarke, le falta profundidad: aquí no se nota tanto el declive en la locura como sí se captaba en la actuación de Dale Midkiff, que a medida que avanzaba la cinta cada vez estaba más fuera de sus cabales. Aunque la atmósfera oscura y neblinosa está presente, los sustos son escasos. No obstante la temática de la muerte, qué hay en el más allá, cómo explicarle a un niño la pérdida, las diferentes creencias y las consecuencias de no aceptar que una persona o animal ya no estará más a nuestro lado continúan siendo el atractivo de esta historia. Cementerio de Animales puede funcionar para los que no conozcan o no recuerden mucho de la novela de Stephen King o de la cinta original; para los demás, la película en la mayoría de su metraje será más de lo mismo, transmitiendo aburrimiento hasta que los sucesos se despeguen de lo que ya está escrito.
Atrapado 4x4 es un thriller nacional dirigido y co-escrito por Mariano Cohn (El Hombre de al Lado, El Ciudadano Ilustre). Coproducida entre Argentina y España, el filme está protagonizado por Peter Lanzani (El Clan, El Ángel). Completan el reparto Dady Brieva y Luis Brandoni. Una flamante camioneta está estacionada en una calle común y corriente de Buenos Aires. Cuando el joven xeneize Ciro Bermúdez (Peter Lanzani) la ve, no se le ocurre mejor idea que ingresar en ella para robar. No obstante la gran aventura se irá transformando en la peor pesadilla de Ciro: a pesar de los variados golpes y destrozos al vehículo, salir de allí es prácticamente una tarea imposible. Con todos los vidrios polarizados y sin poder lograr que los del exterior lo escuchen, Ciro pasará días herido, muerto de sed y sumido en una insoportable soledad. Con Gastón Duprat (Mi Obra Maestra) esta vez del lado de la producción, Mariano Cohn se lanza a dirigir una película que generará tanta polémica como debate en el público argentino. La idea surgió a partir de hechos reales, ya que al hacer zapping en la televisión a Cohn se le prendió la lamparita al ver una noticia sobre un caso delictivo que había sucedido en Córdoba. Con tal disparador, el realizador creó una historia de encierro que aborda la problemática de la inseguridad, la amplia diferencia entre clases sociales y la cuestionable justicia por mano propia. Luego de interpretar al hijo de Arquímedes Puccio en El Clan, al siniestro Rino en Hipersomnia y a uno de los socios de Robledo Puch en El Ángel, Peter Lanzani se puso un desafío aún más alto en su carrera. Encarnar a un ladrón que queda atrapado por varios días, al punto de llegar a parecer un animal enjaulado, requiere una exigencia tanto física como mental. El filme fue grabado cronológicamente a lo que vemos en pantalla, por lo que el deterioro del actor es 100% genuino. Sin un protagonista de la talla de Lanzani sería muy fácil que la película haga agua por todos lados, sin embargo el compromiso del ex Casi Ángel con su papel hace que la película salga a flote: el espectador logra llegar a padecer junto a él las penurias dentro de la camioneta por más que de entrada sea un personaje con el que no se logre empatía. A pesar de que contamos con una correcta actuación principal, lo demás deja bastante que desear. Al ser un filme donde la mayoría de la acción transcurre en una única locación, resulta inevitable que llegue un punto en el que la cinta se estanque. Sumado a que muchas líneas del guión no quedan recitadas de una forma natural, el tercer acto (en el cual el foco pasa a los personajes de Dady Brieva y Luis Brandoni) es el claro ejemplo de una buena idea mal ejecutada. Cargada de violencia, locura y una clara crítica hacia la inoperancia del sistema policial argentino, 4x4 ahonda en una temática actual que nos preocupa a todos. Aunque el resultado final falle en varios aspectos, una película que logra hacer pensar al espectador siempre es bienvenida.
Aprendiendo a ser un héroe Shazam! (2019) es una película cómica de superhéroes dirigida por David F. Sandberg (Cuando Las Luces Se Apagan, Annabelle: La Creación) y escrita por Henry Gayden. Siendo el séptimo filme en el Universo Extendido de DC, el reparto incluye a Zachary Levi, Jack Dylan Grazer (It, Beautiful Boy), Mark Strong, Asher Angel, Faithe Herman, Ian Chen, Djimon Hounsou, Grace Fulton, Jovan Armand, Cooper Andrews, Marta Milans, entre otros. La historia se centra en Billy Batson (Asher Angel), un joven de 14 años que de muy chico vivió un episodio que lo dejó marcado para siempre. Billy se la pasa escapando de los hogares de acogida que le asignan ya que él tiene la esperanza de volverse a encontrar con su madre biológica, a la cual busca sin cesar. Cuando Batson comienza a vivir con la familia Vasquez, compuesta por los padres y cinco chicos adoptados, la camaradería con el entusiasta Freddy (Jack Dylan Grazer) no tardará en aparecer. Gracias a un encuentro fuera del mundo real con un anciano hechicero, Billy adquiere la capacidad de convertirse en un superhéroe adulto cada vez que dice en voz alta la palabra Shazam (al decirla ya siendo un superhéroe vuelve a su estado humano original). Freddy será el único al que Billy le confíe este secreto, por lo que los dos pasarán el tiempo libre probando qué poderes tiene Shazam (Zachary Levi). Por otro lado, el físico Thaddeus Sivana (Mark Strong), que obtuvo poderes por su cuenta, será una amenaza para la sociedad. Divertida, ligera y con agradables personajes, Shazam! es una propuesta completamente familiar que logra su cometido de entretener con un humor muy sano. Zachary Levi prácticamente nació para ser este superhéroe: el actor que en su momento le dio la voz a Flynn Rider en Enredados (Tangled, 2010) aquí brilla al interpretar a un niño en el cuerpo de un adulto. La capacidad de asombro al darse cuenta de su fuerza, inmunidad ante las balas, velocidad y poder de volar resulta muy genuina, aparte de que el hecho de que Shazam se comporte de manera infantil tiene mucho sentido y no lo hace ver como un tonto, más bien el espectador logra reírse a la par del superhéroe y no de él. En cuanto al villano, el director y guionista se ocupan de darle tiempo en pantalla para mostrar su trasfondo, lo que hace que entendamos por qué se llenó de celos y odio. Sin embargo las diversas subtramas no están bien estructuradas, haciendo que el físico Sivana desaparezca por un buen rato del foco de atención: cuando se vuelve a ese conflicto no se siente del todo natural. Cada integrante de la nueva familia de Billy tiene alguna línea de diálogo para destacarse, no obstante el que sin lugar a dudas logra sobresalir es Jack Dylan Grazer como Freddy. La dupla de este chico tanto con Billy en su cuerpo original como con Billy convertido en Shazam es muy atractiva de ver, recordando a otros filmes de los 80 donde la relación de amistad y complicidad entre dos personas era el centro de la trama. A pesar de que el último acto sea innecesariamente largo y en cierto punto el exceso de chistes se note, Shazam! irradia carisma y deja un buen mensaje sobre la familia. Quédense hasta el final de todo ya que hay dos escenas post crédito.
El incomprendido Van Gogh: En La puerta de la eternidad (At Eternity’s Gate, 2018) es una película biográfica dramática sobre los últimos años de la vida del pintor Vincent Van Gogh. Coproducida entre Estados Unidos, Francia y Reino Unido, la dirección corre por parte de Julian Schnabel, quien también se ocupó del guion junto a Jean-Claude Carrière y Louise Kugelberg. Protagonizada por Willem Dafoe (Bajo la misma estrella, Aquaman), el reparto se completa con Oscar Isaac, Rupert Friend, Mads Mikkelsen, Emmanuelle Seigner, Amira Casar, Mathieu Amalric, entre otros. Tuvo su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde Dafoe ganó la Copa Volpi por su interpretación. Además, el actor estuvo nominado en la categoría de Mejor Actor de los Globos de Oro y los Oscars. El film nos muestra cómo el artista holandés conoció y forjó una amistad con Paul Gauguin (Isaac), la relación con su generoso hermano Theo (Friend), su recorrido y estadía en Arles (pueblo al sur de Francia), el contacto que tuvo con la naturaleza, sus diversas crisis y su paso por rehabilitación. Por otro lado, también seremos testigos de cómo Vincent era maltratado por los niños de la comunidad, a la vez que los adultos lo consideraban una persona peligrosa por su obsesión hacia el arte, la cual en ese momento no era para nada valorada e incluso muchos la consideraban burda. La historia de Van Gogh ya fue llevada al cine en bastantes ocasiones, siendo esta última la excelente película Loving Vincent, producción polaca hecha a partir de pinturas al óleo que también cuenta con actores reales. En esta nueva representación de la vida del pintor, lo innovador que logra aportar Schnabel consiste en que la mayoría de escenas están construidas a partir de la visión del protagonista, dándonos cuenta de esto gracias al recurso del silencio y la decisión de que la mitad inferior de la pantalla se vea borrosa, aparte de que es el mismo Van Gogh el que relata lo acontecido cuando la pantalla pasa al negro. Es gracias a la preciosa fotografía a cargo de Benoît Delhomme que la película logra escapar del sopor, en especial porque, a pesar de que Dafoe brinda una contundente actuación, la película requiere de una paciencia extra por parte del espectador. La belleza visual está presente no solo en los cuadros, sino también en la búsqueda del pintor por encontrar el atardecer perfecto, la ubicación ideal para retratar el paisaje, los verdes pastos, las coloridas flores y las imponentes montañas. Al ya conocer la mayoría de sucesos en la vida de Vincent, para muchos la película puede tornarse pesada, aburrida y excedida en su duración. Aunque está bien retratado el hecho de que Van Gogh fue incomprendido e ignorado por la sociedad, el escaso guion no ayuda a conectarnos con la trama. Van Gogh: En La puerta de la eternidad no es una película para cualquiera, sin embargo la labor de su protagonista y el trabajo de fotografía logran destacarse por sobre lo demás.
El talentoso elefantito Dumbo (2019) es una película de fantasía y aventuras dirigida por Tim Burton y escrita por Ehren Kruger. Basada en la novela infantil de Helen Aberson y Harold Person, la cinta constituye la segunda adaptación de esta historia ya que la original animada se estrenó en 1941, siendo una de los filmes más cortos de Disney al durar solo 64 minutos. Protagonizada por Colin Farrell y Danny Devito, el reparto se completa con Nico Parker, Finley Hobbins, Michael Keaton, Eva Green, Sharon Rooney, Joseph Gatt, entre otros. En 1919, el ambulante Circo de los Hermanos Medici liderado por Max (Danny Devito) no se encuentra en una buena situación económica, por lo que la venta de algunos animales fue inevitable. Con el regreso de la guerra de Holt Farrier (Colin Farrell), sus niños Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins) tienen una chispa de esperanza de que las cosas vuelvan a la normalidad luego de la enorme pérdida de su madre. Cuando la elefanta Jumbo da a luz al pequeño Dumbo, la mayoría de los integrantes del circo se sienten decepcionados: esa criatura orejona no los beneficiará en el espectáculo ya que será el hazmerreír del público. Sin embargo, Milly y Joe de casualidad descubrirán que Dumbo tiene la capacidad de volar al aspirar una pluma. Luego de entrenarlo para que el elefantito tenga su propio número dentro del show, las cosas se descontrolarán y la madre Jumbo será separada de su hijo. No solo eso, sino que también el importante empresario Vandevere (Michael Keaton) tendrá el objetivo de convertir a Max en su socio para que Dumbo sea la nueva estrella del amplio establecimiento de diversiones “Sueñolandia”. Hace un tiempo que Disney decidió enfocarse en producir live actions de sus películas icónicas. Algunas fueron más apegadas al material original, tales como La Cenicienta (Cinderella, 2015), El Libro de la Selva (The Jungle Book, 2016) y La Bella y la Bestia (Beauty & The Beast, 2017) y otras se enfocaron en un personaje que antes no era principal para darle su propia historia o continuación, tal es el caso de Maléfica (Maleficent, 2014) o la reciente Christopher Robin: Un Reencuentro Inolvidable (Christopher Robin, 2018). Ahora le llega el turno a Dumbo y nada más ni nada menos que de la mano del extravagante Tim Burton. El mérito del director aquí se hace presente porque supo cómo respetar los aspectos más importantes de la película de 1941 a la vez que se las ingenió para agregarle otra trama, la cual gira alrededor del adinerado empresario encarnado por Michael Keaton y su bella trapecista francesa Colette, interpretada por Eva Green. En esta oportunidad ya no tendremos cigüeñas, animales que hablan ni al ratón confidente de Dumbo: son los niños los que pasan a tomar ese lugar, aparte de que se agrega al personaje de Holt (Farrell) como un ex soldado que perdió un brazo y le cuesta reconectar con sus hijos. Diseñado por CGI, el elefantito protagonista se roba la película cada vez que aparece en pantalla. Sus arrugas, ojos celestes y enormes orejas lo hacen absolutamente tierno y querible. Por otro lado, el parque de atracciones “Sueñolandia” tiene un gran despliegue visual lleno de luces fosforescentes y colores que le dan una magia particular. Con un desenlace muchísimo más satisfactorio que el de la cinta original, la película no puede escaparle a la previsibilidad pero de igual manera funciona para ser disfrutada por toda la familia. A Keaton el papel de villano le queda pintado y, aunque el toque burtoniano solo se perciba en una hipnótica secuencia de burbujas rosadas danzantes, Dumbo consigue ser una correcta reinvención que vuelve a poner el foco en la importancia de creer en uno mismo a pesar de las adversidades.
Iniciar una guerra La Rebelión (Captive State, 2019) es una película de ciencia ficción dirigida y producida por Rupert Wyatt (El Planeta de los Simios: Revolución). Él también se ocupó del guión junto a Erica Beeney. Protagonizada por John Goodman (Avenida Cloverfield 10), el reparto se completa con Ashton Sanders, Jonathan Majors, Madeline Brewer (The Handmaid’s Tale), Vera Farmiga, Alan Ruck, James Ransone, entre otros. Chicago, nueve años después del primer contacto. Los alienígenas tomaron el control del gobierno y, aunque el lema de unidad pacífica está presente, en realidad ellos esclavizan a la humanidad. El policía William Mulligan (John Goodman) tendrá que hallar al joven afroamericano Gabe (Ashton Sanders), para que le otorgue información sobre Rafe (Jonathan Majors), hermano de este último que en un principio se cree que ha fallecido pero en realidad forma parte de la resistencia. Pocos meses pasaron desde que empezó el 2019 y ya estamos ante una de las peores películas del año. Aunque el tema de los extraterrestres ya está súper explotado en la industria cinematográfica, siempre se pueden armar nuevas historias que capten nuestra atención: el miedo de que estos seres vengan a invadirnos o, por el contrario, quieran establecer una conexión sin ánimos de violencia nunca perderá su atractivo para ser llevado a la pantalla grande. Sin embargo, el filme de Rupert Wyatt refleja todo lo que no hay que hacer en el género de ciencia ficción. La cinta es un enorme desastre por muchos motivos. Por empezar, en la mayoría del metraje no se entiende lo que está pasando; tenemos a varios personajes (que nunca son desarrollados) caminando de acá para allá sin saber qué objetivo tiene cada uno. Si desde un comienzo la trama se hace tan confusa para seguirle el hilo, inevitablemente el interés decae en grandes proporciones, lo que genera que llegue un punto en el que ya no nos importe ni un poco qué es lo que va a pasar. La película tiene una duración razonable de hora y cuarenta minutos pero se siente interminable: la sensación de suspenso o amenaza brilla por su ausencia y, aunque la estética de un mundo destruido esté bien lograda, eso solo no alcanza si la idea del director está mal ejecutada. Sobre el desenlace se intenta dar una explicación/plot twist rápido para darle sentido a lo que acabamos de ver pero ya es demasiado tarde: una escena sola no puede remediar todo lo que está mal hecho anteriormente. Por otro lado, si van con la idea de ver alienígenas se llevarán una decepción, dado que los extraterrestres no tienen más de tres apariciones en pantalla. Pese a que tienen un buen diseño (alargadas extremidades y filosos pinches), que aparezcan tan poco es un tremendo desacierto. De esta manera, La Rebelión se convierte en una pérdida de tiempo sosa, aburrida y, sobre todo, soporífera. Resulta incomprensible cómo es que actores de la talla de John Goodman y Vera Farmiga se presten para un guión extremadamente desordenado y sin cohesión.
Parientes y rivales Las Dos Reinas (Mary Queen of Scots, 2018) es una película de drama histórico dirigida por Josie Rourke. Basada en el libro de John Guy llamado Queen of Scots: The True Life of Mary Stuart, el guión corre por parte de Beau Willimon. Protagonizada por Saoirse Ronan (Brooklyn, Lady Bird), el reparto se completa con Margot Robbie (Suicide Squad, Yo Soy Tonya), Jack Lowden, Guy Pearce (Cuentos que no son Cuento), Joe Alwyn (La Favorita), Gemma Chan (Locamente Millonarios), Adrian Lester, David Tennant (Doctor Who), James McArdle, Brendan Coyle (Downton Abbey), entre otros. El filme recibió dos nominaciones a los premios Óscar, en las categorías de Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Maquillaje y Peluquería. Escocia, 1561. La católica María Estuardo (Saoirse Ronan), viuda con tan solo 18 años, vuelve al Palacio de Holyrood, Edimburgo, luego de pasar bastante tiempo en Francia. Por derecho de nacimiento, María está decidida a reclamar el trono inglés en el que se encuentra su prima Isabel I (Margot Robbie), de religión protestante. Con la clara convicción de ser nombrada heredera, María se tendrá que casar, por pedido de Isabel, con un noble inglés. Mientras tanto, el movimiento protestante en Escocia liderado por John Knox (David Tennant) continúa aumentando y convenciendo al pueblo de que María, por el solo hecho de ser mujer, no está capacitada para gobernar. Con alguna que otra licencia hacia los hechos verídicos, la directora Josie Rourke nos sumerge en una historia de ambición al poder, tragedia, envidia, caprichos y astucia. Aquí el protagonismo pasa a estar puesto en María Estuardo, única hija legítima del rey Jacobo V. Muchas veces este personaje fue representado como el “malo de la película”, sin embargo Rourke consigue que antes de ver a María como una reina, la veamos como una joven mujer. Saoirse Ronan verdaderamente brilla en este complejo papel, al punto de que como espectador uno no quiere dejar de mirarla ni por un segundo. Con sus propios objetivos muy estructurados dentro de su cabeza, María tiene una confianza descomunal en sí misma, teniendo claro que ella merece los mismos beneficios que le darían a un hombre si estuviera en ese puesto. Por otro lado, Margot Robbie compone a una hosca Isabel, celosa no solo de la personalidad y belleza de su prima, sino también de su capacidad de procrear. Alrededor de sus consejeros, confidentes y su amante Robert Dudley, Isabel se verá afectada por la viruela. El maquillaje de la artista Jessica Brooks hace milagros al afear a la actriz australiana, ya sea por los prominentes granos o por la pintura blanca de textura gruesa que se utilizaba en esa época. Aunque el guión en múltiples partes divague y no se sepa a qué quiere apuntar, la película se torna muy entretenida e interesante gracias a la relación por correspondencia entre las primas (que en un principio está llena de cordialidad y afecto), la conspiración de nobles en la que estuvo metido Lord Darnley (marido de María) y el nacimiento de Jacobo Carlos Estuardo. El cuidado vestuario y la bella fotografía ayudan a meternos en la trama casi de inmediato. Las Dos Reinas se convierte en un relato feminista que otorga otra mirada hacia la vida de María Estuardo, mujer fuerte y obstinada que no se dejaba pasar por encima. Saoirse Ronan demuestra una vez más que sabe en qué películas meterse para escalar en su fructífera carrera.