Una muy buena comedia de Diego Levy y Patricio Levy con la dosis justa de costumbrismo judío. Mariano (Alan Sabbagh) está a punto de casarse con Paula (Paula Grinszpan). Armar una casa se supone que representa mucho sacrificio en estos tiempos, su cuñado (Pablo Levy) le propone el MASTERPLAN”. El cual consiste en usar la tarjeta de crédito de su cuñado como si fuese propia, y a posteriori de hacer todas las compras necesarias y finalmente denunciar su pérdida. La idea no es mala y Mariano acuerda con llevarla a cabo, pero un suceso un tanto previsible hace que en el desarrollo posterior de los hechos este deba renunciar a algo que ama profundamente: Un Sian Di Tella, en condiciones de reliquia. Con este argumento los hermanos Levy como directores y guionistas, rubro al cual se suma Marcelo Panoso construyen una excelente comedia de costumbres judías, con ese humor típico que suele tener Burman. El auto, objeto simbólico masculino por excelencia genera en su protagonista una crisis tal, que no le importa desaparecer y aparecer a las 2 horas, con otra remera, sin dar ninguna explicación a su novia. Esa vorágine cotidiana, que suele agravarse seriamente con situaciones como puede ser un casamiento tiene una contratara, y esa imagen esta representada por un “homeless”, que a adoptado a su auto como vivienda y que vive la vida con una sabiduría relacionada con la capacidad de disfrutar del “ahora”, aunque parezca casi invisible a nuestros ojos habituados a asirnos a lo material. Se destacan la naturalidad en las actuaciones, en esta comedia que fluye sin pretensiones, con una cuidada fotografía y manejo formal en los planos. Y que reconfirma talento luego de la repercusión de Novias- Madrinas- 15 años enel Bafici2011.
Con un logrado clima se estrena en Buenos Aires el 18 de octubre este film argentino, de Blas Eloy Martínez Un voyeurismo obligado. Con un clima asfixiante in crescendo acompañado de una muy buena interpretación de Ignacio Toselli y excelente música de Daniel Drexler se presenta este film con mucho de autobiográfico, ya que este proyecto rescata y modifica varias de las historias vividas por su director con 9 años de notificador. Eloy (nombre homónimo de su director) es un empleado del Poder Judicial que reparte cerca de 100 informes diarios, por lo que entra en contacto con ese mismo número de historias de vida y seres humanos a lo largo del día. Lo que ha hecho de él con los años, el estereotipo del empleado alienado. Aquel, que se encuentra en un callejón al cual no le ve la salida y en el que sólo el deseo de sentirse persona podrá salvarlo. Llevar demandas laborales, desalojos o denuncias por amenazas -en su mayoría- generan en quienes desarrollan esta actividad una distancia afectiva con “el otro”. En un comienzo para auto protegerse evitando involucrarse, pero con el tiempo esa actitud termina apropiándose de la propia emocionalidad, para finalmente reducirnos a vivir anestesiados en una eterna rutina, sin ninguna gratificación. El Notificador reflexiona no sólo sobre este mecanismo, que de hecho es parte corriente de muchas disciplinas laborales, sino que da cuenta de la desesperación que implica dejar un trabajo, – porque de hecho eso implica seguridad -aunque este no nos genere satisfacciones, a la vez que nos enfrenta a una realidad que se repite y se repetirá en el interior de las ciudades. Es posible que esta sea una de las razones por las cuales su protagonista se imagina tirado en el pasto. Lo que nos trae viejas dicotomías pensadas como “verdades” entre el campo y la ciudad, la civilización y la barbarie, y más acá las relaciones del supuesto progreso con la alienación.
Sorprendente esta película argentina que se estrena en la Lugones Puede decirse que la historia de Los salvajes es una especie de viaje y/o peregrinación que emprende un grupo de adolescentes, luego de huir de un instituto de menores. Una road movie, en principio en clave de western, donde 5 personas parten hacia un lugar A medida que avanza el relato este viaje, que es también una historia coral va asumiendo a través de cada uno de sus personajes connotaciones místicas y existenciales, que se transmiten al espectador desde una brutal y a la vez impactante belleza. Como la belleza de Corazón Salvaje de David Lynch. Interpretada por actores no profesionales con un talento increíble, Los Salvajes tiene los mismos productores que El Estudiante, pero tanto su temática como su tratamiento está en sus antípodas. Estamos hablando de 5 adolescentes, cuya mayoría han matado en su vida, y tanto esas muertes, como las que vendrán, pertenecen a un terreno que cuestiona en algún punto la delgada línea que muchas veces separa al bien y al mal. Son 5 existencias que van en busca (sin saberlo claramente) de cosas muy diferentes. Y para llegar o quedarse a posteriori en alguna parte del camino deberán volver a matar una y otra vez. Casi en la mitad de un film de más de dos horas la estructura del western comienza a dar un viraje desde su faceta mística hacia lo fantástico. En ese momento podemos pensar en un Favio. Un film con un trabajo impecable en el tratamiento de la psicología de los personajes. Rodado casi totalmente en exteriores por lo que la fotografía es casi un personaje más de la historia. Los humanos podemos llegar a ser bestias, pero aún el más salvaje puede discernir qué es lo bueno para sí mismo. El hombre, como la mayoría de los animaes es domesticado, algunos por la fuerza, y otros por las creencias. Y cuando un animal domesticado se salvajiza o se bestializa, no sabe muchas veces por qué llega a hacer lo que hace, y allí es muchas veces donde bordea la locura. Un film sorprendente para no dejar de ver!
Un documental de Martín Serra Un hombre que rodeado de todo no encontró nada y rodeado de nada encontró todo. Sabemos que el status del cine documental es una prueba de legitimación del mundo y de su existencia, como también sabemos que un buen documental además de ofrecernos una historia, debería estimular un diálogo alrededor de su tema, y creo que Maradona Médico de la Selva lo logra. Su director ha apelado a cruzar comentarios, testimonios, entrevistas, la voz en off del relato del protagonista, un importante material de archivo fotográfico y fílmico, los que ha sabido contextualizar y yuxtaponer. Esta es la historia de un médico llamado Esteban Maradona, que por un conjunto de razones casuales y causales eligió una forma de vida absolutamente inusual. Pudiendo desarrollar su profesión en otro contexto se quedó a practicar su vocación con los indígenas. Entendiendo que el hecho de ser médico, no es homologable a otras profesiones, simplemente porque se trabaja con seres humanos. Maradona fue un hombre que amó a los indígenas, que les enseño desde como cultivar la tierra, cocer ladrillos o construir viviendas, pero también a defender sus derechos. Y a la vez tuvo la inteligencia de nutrirse de la cultura toba, pilaga y wichi. Solía decir:- La niversidad de los indios me enseñó mucho”. Un hombre tímido y solitario, pero a la vez sociable, que caminaba leguas y leguas de noche y de día para atender a sus pacientes. Pasados 40 años de esta existencia dedicada a los otros, se lo reconoció como un hombre de ciencia, por sus aportes a la botánica, la ecología, la etnobotánica y a otras especialidades relacionadas con la flora yla fauna. A las cuales se sumó su capacidad de eximio dibujante, cuyos únicos materiales eran sobres, un lápiz negro y lápices de colores comunes, que mojaba en una latita “de pate”. El espectador puede disfrutar de una historia de vida, y a la vez reflexionar sobre que lo que representa sentir y practicar una vocación, sobre la medicina y sus curas, sobre la situación pasada y presente de los indígenas, sobre el ascetismo, sobre la dignidad. SOBRE QUÉ ES LA VIDA Y COMO PUEDE VIVIRSE. Imaginando a este hombre en una modesta casa sin luz eléctrica, operando bajo la luz dela luna, las estrellas o los fogones, escribiendo, dibujando, estudiando, tomando un mate, barriendo, comunicándose con sus semejantes y contemplado el mundo. Pensando en que tanto le gustaba la pobreza, convencido de que “la invención en algún sentido suele surgir de la vagancia, porque para ser un sabio hay que ser un vago…porque andar de un lado a otro le permite conocer más” . Una replica en algún sentido de los naturalistas del siglo XIX, pero que muy lejos de abstraerse del mundo, lo penetraba y lo traducía. Recomiendo al lector/espectador leer una nota de su director (abajo), la cual desarrolla en 5 items. -a quien pensaba realizarle una entrevista-, que de hecho no creo necesaria, ya que en su discurso está todo dicho. A quien felicito por su trabajo y reflexiones que lo llevaron a realizar este documental. Acerca de Esteban Maradona Esteban Maradona nació en la provincia de Santa Fe en 1895. Criado en el campo de la familia en Barrancas, donde cursa sus estudios primarios. Se traslada a Santa Fe y luego a Buenos Aires para concluir la secundaria. Más tarde se recibe de médico en la Universidad de Buenos Aires y allí comienza una vida de periplos y viajes continuos que lo llevan a través de Resistencia, Asunción (donde trabaja como médico en la guerra del Chaco Boreal entre Bolivia y Paraguay). Al finalizar una casualidad lo detiene en Guaycurú (hoy Estanislao del Campo) donde sin demasiada explicación se queda a vivir durante casi cincuenta años alejado de todo y en medio de la naturaleza y los aborígenes de la zona. Con casi 90 años su familia lo traslada a Rosario donde vive rodeado de una familia numerosa, en contraste a aquella vida solitaria. Murió en esa ciudad a los 99 años. El se consideraba el médico más zaparrastroso del país. Notas del director Tiempo después de haber conocido a (la historia de) Maradona tuve (y tengo) dos imágenes permanentes en mi cabeza: la primera es él en su rancho, en la oscuridad en la noche, sólo, leyendo, escribiendo o dibujando algo a la luz de la vela, en medio de un silencio solo interrumpido por esporádicos ruidos nocturnos; la segunda es este mismo personaje, según crónicas de habitantes del pueblo, emponchado (de negro) y con un chambergo de ala ancha, caminando por las calles de Estanislao del Campo en las noches cerradas, frías y ventosas, no sabiendo precisamente hacia donde se dirigía. Estas dos imágenes, que para mi generan misterio por saber quién es este personaje, me llevaron a comenzar a investigarlo de manera más profunda. Por otro lado, la selva, senderos de ñandú, ferrocarriles, ritos aborígenes, un amor frustrado. Lo que sigue plantea el por qué de mi intención de realizar este documental. Primer interrogante: ¿Quién fue realmente Esteban Maradona, el otro Maradona, el desconocido? Fue un médico. Hasta aquí, nada novedoso. Segundo: ¿Qué cualidad tiene éste médico para ser protagonista de un film? La comunidad aborigen de un pueblo de la provincia de Formosa donde vivió cincuenta años en medio de la selva, lo llamó piognak (en el idioma original pilagá es piogonak), que significa curandero o Doctor Dios, elevándolo a una instancia superior, algo imposible para cualquier doqshi (blanco): ese rango solamente era y actualmente es para nativos. Comienza a crecer mi interés sobre éste personaje. Tercero: ¿Cómo lo podríamos definir? ¿Es imposible encasillarlo? ¿Fue un aventurero, un observador, un vagabundo, un filósofo, un desposeído, un loco, un rebelde, un perseguido político, un vago, un trabajador incansable, un exiliado, un tipo de mal carácter, un marginal, un indigenista, un escritor, un ermitaño, un hombre de acción, un pacificador, un curandero, un naturalista, un romántico? ¿O no fue nada de eso? Cuarto: ¿Qué hizo? Nada demasiado trascendente ¿Es necesario hacer algo trascendente? Ejerció la medicina y observó la naturaleza. Sin ningún planeamiento ni estudio previo de la situación, fue aprendiendo a convivir con los nativos, de los cuales aprendió mucho, según sus crónicas ¿Esta convivencia era necesaria para ambas partes? Quinto: ¿Qué circunstancias llevan a un hombre educado de manera tradicional y conservadora, a convertirse en lo que fue? ¿Por qué un médico, en una de las urbes más importantes del mundo, como era Buenos Aires en los comienzos de las décadas del 20 y del 30 del siglo pasado y con todas las posibilidades para triunfar y destacarse como tal, abandona todo? ¿Cómo ese retiro se transforma en una aventura que terminaría medio siglo después? ¿Por qué, sin proponérselo de antemano y con un trabajo confirmado en Buenos Aires, se queda a vivir en una casa con techo de chapa cartón en el centro geográfico de la provincia más pobre del país? ¿Cómo puede forjarse una personalidad así? Probablemente no haya ninguna respuesta racional. O quizás no haya respuesta. Una cosa es segura: todo lo vivió desde su simpleza y su pragmatismo, desde una posición extremadamente individualista y sin reflexiones filosóficas ni políticas. La vida de Maradona fue una historia poco común. Una vida que a simple vista pareció mantenerse al margen de su tiempo. Si de alguna manera queremos acercarnos más a Maradona es diciendo que fue una persona vencida por el destino, una persona sin pretensiones de nada. Y que desde allí se forja esta extraña personalidad. Schopenhauer afirmaba que la libertad es ausencia de necesidades. Esa ausencia de necesidades quizás sea el origen de Maradona como personaje. “MARADONA”, de algún modo, es un film sobre la libertad. O, en su defecto, es la historia de una necesidad. ¿Hasta que punto uno actúa como actúa? ¿A partir de cuándo una necesidad se transforma en obligación? ¿Cuánto de necesidad y cuánto de libertad hay en la vida de Maradona y en la de cada uno de nosotros? Hacia la búsqueda de esto radica mi necesidad de confrontar la libertad contra la necesidad/obligación, valga esta contradicción. Y, finalmente, si son excluyentes o no.
Una Opera prima sensible que reflexiona sobre el pasado, el presente, sobre la memoria y la muerte. La fotografía y el arte de recordar historias. Sabemos que la magia de la fotografía reside la mayoría de las veces en la historia que nos cuenta. Porque las imágenes nos hablan, nos transmiten un sentimiento, una emoción y nos hacen reflexionar. Lucía Murat quería contar la historia de una mujer que deseaba morir, pero no podía hacerlo, porque el cementerio de su pueblo estaba cerrado. Con esta idea, no le quedaba otro camino que recurrir al realismo mágico, y justamente es el mundo de Rulfo, el referente elegido para llevar a cabo su deseo. Jotuomba es ahora, el nombre de un pueblo fantasma olvidado en el tiempo, donde todos los días sus habitantes, -que no se sabe si están vivos o muertos- repiten exactamente el ritual de sus existencias, probablemente porque todavía conservan alguna razón para vivir: como hacer el pan, escribir cartas a un marido muerto, compartir un café por la mañana, comer todos juntos, ira la iglesia. Son algunos de los rituales que lleva a cabo Madalena y Antonio por la mañana, usando las mismas palabras, los mismos gestos? la mínima vida. Hasta que aparece una joven fotógrafa llamada Rita, quien llega en busca de trenes oxidados, paredes enmohecidas, imágenes que transmitan alguna emoción para poder armar una historia, casi como el alter ego de su directora. En el Comala construido por Julia Murat los rostros de todos sus habitantes tienen la mirada fija, perdida, como esculturas talladas en madera, retratos olvidados, con muchode automatismo, resignación, miedo a hablar de la muerte y por sobre todo, miedo a vivir. Rita llega con su cámara y al fotografiar fisgonea y comienza a apropiarse de algún modo del pueblo y de sus gentes, y sus fotos son además una prueba de existencia de ese mundo. Algo así como experiencias capturadas, un modo de participar de la vulnerabilidad y la mortalidad de las personas y las cosas. Porque su recorte es testigo, no sólo del paso del tiempo y de las huellas del pasado, sino que seguramente será una ayudante de la memoria, que luego dará testimonio de lo que ?ha sido?. Historias que solo existen cuando son recordadas, ópera prima de Julia Murat, es un film sensible que reflexiona sobre el pasado, el presente, sobre la memoria y la muerte, todos aspectos de la rutina diaria de estos personajes que se han conformado con sobrevivir. Madalena será la primera en superar el miedo a la vejez, y en consecuencia tendrá la capacidad de no negar el ancestral miedo a la muerte, y en todo caso aprender a aceptarla como parte de la realidad, para poder vivir poder vivir el ahora, aunque dure minutos.
Largo animado argentino ilumina la cartelera porteña.El Apocalipsis en Buenos Aires Se supone que el Apocalipsis en ante todo una revelación, que se refiere a realidades misteriosas; luego existe una profecía -pues estas realidades son por venir-y por último una especie de visión cuyas escenas se encuentran cifradas. Es decir, no tienen valor por sí mismas, sino que el valor simbólico que estas contienen sale a la luz, cuando son interpretadas. ¿Que es lo que ha querido hacer el guionista de Mercano el marciano, 2009, en este su primer largo de animación- en flash- que le ha llevado cas 5 años de trabajo? En principio, parece, un poco por intención explícita y otro por cómo se da el trabajo sobre la marcha en un tiempo considerable de ejecución, que hay en este film una resistencia a los encasillamientos, acompañada de una visión apocalíptica no sólo del mundo, sino del modo de relacionarse y comunicarse de un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, que intentan escapar todo el tiempo de una cada vez más caótica realidad, para pasar a otra peor. Poblar y repoblar son nombres y acciones que poco a poco se agotan en esta especie de road movie, que no es ni cine bizarro, ni comedia, ni thriller ni tampoco un drama. Una de las características más relevantes es el uso del registro coloquial bien escatológico, aquella jerga, que suele ser habitual en el habla cotidiana, pero que en este caso es una marca, del mismo modo que lo es el sonido, el cual se destaca. El lenguaje le aporta espontaneidad y realismo, una elección es todo caso extrema para hablar del extremo que presupone reflexionar sobre lo apocalíptico, desde sencillos personajes animados. Una propuesta singular, que hace espejo en el lenguaje, con una estética que puede reconocerse en su anterior trabajo, que intuyo puede llegar al espectador joven, -aunque el film tiene una prohibición para menores de 16 años-. Lo cual no significa, que este sea el targets particular del mismo, sí una importante. Por lo que El sol deviene en revelación, no precisamente por su carácter apocalíptico, tampoco hay una profecía, sí es probable que el espectador pueda reconocerse a través del lenguaje, al menos en parte, y que a partir de eso logre interpretar el valor simbólico de ese sol que asoma antes del cierre, que además es el nombre del film, y que en la mejor de las percepciones pueda finalmente aportar un poco de luz a tanto caos.
Recuperar los orígenes El camino del vino es la historia de un hombre llamado Charlie Arturaola – un reconocido sommelier de origen uruguayo casado con una americana con funciones de manager-, quien en un determinado momento de su carrera pierde la habilidad que lo ha hecho famoso en el mundo: su paladar. Pero es también la historia de un oficio ancestral alimentado por un deseo de símiles características. Para recuperar esto, que es parte inseparable de un sentido y en principio por mera intuición va a iniciar un viaje atravesando el paisaje mendocino, sus bodegas, y todas aquellas personas que hacen posible mediante su pasión, que este “líquido sagrado” llegue al paladar de todos. En ese largo recorrido el espectador tiene al menos dos posibilidades claras, disfrutar de una historia de vida, que acaba de ser interrumpida por una pérdida, lo que implica la imposibilidad de continuar con un trabajo, que de hecho es además un gran negocio. Y por otra, recorrer nuestros bellos viñedos mendocinos, su gente… las familias que han construido estos pequeños imperios, sus pasiones, sus luchas y su relación amorosa con el vino. Que de hecho, está absolutamente imbricado con lo primero, ya que Charlie en ese crescendo económico, fruto de su trabajo, ha perdido la esencia de su relación y en ella los vínculos afectivos con sus orígenes. El vino y su degustación es primera que nada una experiencia física, que a posteriori se transforma en una experiencia del espíritu, por esto deviene en rito, y si bien ese rito podemos socializarlo, es decir compartirlo, es fundamentalmente una vivencia interior y privada. Su director, claramente un enamorado del vino escoge una historia real sin forzarla y deja a su protagonista vagar por estos caminos, con la crisis que implica pertenecer indefectiblemente a una industria, que paralelamente lo ha alejado de sí mismo. Es decir, de sus raíces, y de sus afectos primarios. Se han hecho varios films donde el vino es de algún modo un protagonista. Esto tiene que ver con una realidad, y al mismo tiempo, en el orden de lo cotidiano con una banalización de la misma. Estamos rodeados de seudos sommeliers, como lo estamos de seudos gourmets, y de seudos chefs. Es más, la química se está apropiando de los elementos con los cuales construimos lo que comemos, para transformar sus texturas y sus sabores originarios, muchas veces en espumas. Lo mismo está ocurriendo en el ámbito del arte. Esto último, no es un juicio de valor, sino un dato más de la realidad. Celebro un film donde las fronteras entre el documental y la ficción se borran y que sin artificios sigue la ruta de un hombre, que va hacia el encuentro con su identidad, espacio de su niñez y adolescencia, donde nuevamente volverá a ser llamado Carlos. Excelente fotografía, mucha cámara en mano, una gran apertura de su protagonista, y algunos momentos que devienen en poesía acompañan a este film… para disfrutar. Unite a la FAN PAGE de FACEBOOK y compartí noticias, convocatorias y actividades Seguinos en twitter: @sitioLeedor Publicado en Leedor el 1-08-2012
Algo más que endogamia. Presentada en el Festival de Mar del Plata, Todo queda en familia pretende ser una comedia que da cuenta de los secretos y las pasiones que mueven a un grupo de personas. Casi como pequeños relatos privados -y no tan privados- de cada uno de ellos, donde la intimidad – léase infidelidad- se entrecruza claramente de ex profeso y otras por mera confusión. De allí el toque de humor negro de esta historia donde dos hermanos: uno el paradigma del empresario, que supo darse vuelta a tiempo y seguir el deseo del padre y el otro Nikola (Miki Manojlovic) bohemio sin dinero, rechazado por su padre y su propia familia hacen uso y abuso de códigos amorosos que siempre han existido, tanto como las relaciones inconfesables, o los deseos de fusión, que ambos colocan sin pudor sobre el tapete. Rajko Grlic coguionista y director del film parte de considerar al adulterio como parte de la sociedad, no sólo de los Balcanes, sino del mundo. De hecho todas las historias hablan de amor, en algún punto, pero siempre en tensión entre la pasión destructora de los cuerpos, y la búsqueda de un ideal casi tan inaccesible como necesario, como es el deseo de encontrar la felicidad a toda costa en un “otro”. Sin importar en todo caso quien es ese otro, o qué lugar ocupa dentro del entramado que representa en este caso “ser familia”. Pero es que ni el padre se salva en su lecho de muerte, y cada uno de los hermanos con diferente estilo, ejerce la práctica de la infidelidad como un deporte, lo cual deja la mayoría de las veces un sabor amargo, aunque sin el dramatismo que supondría, como en cualquier culebrón sospechar que en vez de primos tenemos hermanos. Excelentes actuaciones acompañan a este film, que por momentos se torna repetitivo, es allí donde la comedia roza la sátira. Y lo que podría acercarse a un culebrón es por una parte el resultado de una historia familiar, y por otra la que deviene de la Historia, de esas burguesas calles de un Zagreb donde los revolucionarios y rebeldes de ayer, son los adúlteros de hoy. Una propuesta provocativa, por momentos tierna, con diálogos interesantes, cómica y triste, que da cuenta de la realidad, -pero no sólo de una ciudad de Croacia-. Este es un film, que no casualmente esta realizado en coproducción con Servia y Eslovenia- y que nos hace reflexionar sobre otro tipo de endogamia, en todo caso la política, que todavía recoge las huellas de tanta locura suelta…..donde finalmente todo queda en familia. Unite al grupo Leedor de Facebook y compartí noticias, convocatorias y actividades: http://www.facebook.com/groups/25383535162/ Seguinos en twitter: @sitioLeedor Publicado en Leedor el 28-07-2012
Buenísimo documental etnográfico del director de Soy Huao.LA NATURALEZA AL DESCUBIERTO: Cielo diáfano, sol intenso, perfecto silencio. Arrieros es un film que podría inscribirse en lo mejor del documental etnográfico. Segunda propuesta en el género de su director, quien comenzara con Soy Huao (2009), parte de una trilogía a completar con Pescadores. A Baldana le interesa rescatar las historias de aquellas comunidades que aún conviven- por elección- con la naturaleza. Probablemente como un modo de enfrentar al espectador al estricto reverso de su realidad. El contexto de Soy Huao fue la Selva Amazónica Ecuatoriana, Pescadores se rodó en Manguiseco, al noreste de Brasil y Arrieros en la Cordillera de los Andes. A sólo dos horas de auto de Santiago de Chile viven un pequeño grupo de familias, que han decidido continuar viviendo de un trabajo ancestral, lo que les permite cubrir sus necesidades básicas, comer, vestirse? y vivir. El registro de estas imágenes-realizadas con una excelente fotografía- da cuenta, de que se puede vivir en un contacto directo con la naturaleza, sin luz, sin agua corriente, y que el confort en todo caso forma parte de la fidelidad a una elección de vida, y que en todo caso es interior. Aunque por momentos genera asombro y un cierto extrañamiento ver la naturalidad con que son asumidas las tareas de la cotidianeidad. Hacer el queso, el pan de todos los días, carnear los animales, sacar sus pieles, arriarlos, convivir con ellos, bañarse en depósitos naturales de agua del deshielo?disfrutar de las pequeñas, grandes cosas, que la naturaleza nos ofrece. Los diálogos iluminados apenas por el fuego o por una lámpara que deja reconocer los rostros, orgullosos de su trabajo, apegados a sus tradiciones, a sus canciones, ocupados en sus tareas, des-preocupados del consumismo, con tiempo para reír, hacer chistes, festejar cumpleaños, en el medio de la real naturaleza. Arrieros es una propuesta documental y en cierto sentido radical, porque genera en el espectador una inmediata reflexión respecto a la elección de esta comunidad y a la realidad que los/nos circunda. El arrieraje ha sido una actividad fundamental del mundo andino, tanto para el manejo de los animales, como para el conocimiento de las rutas, de los caminos preexistentes, a pesar de que la misma fue mutando a fines del XIX con la llegada del ferrocarril. El arriero de hecho es quien conoce el arte de vivir y sobrevivir en la montaña y ARRIEROS es a estos efectos un documento fílmico sobre el comportamiento y las actitudes, que se dejan ver desde la cotidianeidad. Un film para disfrutar y una cultura para interpretar.
UNA CITA INELUDIBLE CON LA ARGENTINA DEL PASADO, DEL PRESENTE Y... DEL FUTURO? Por lo general una de las primeras experiencias por la que atravesamos suele ser la lectura de los libros, ya sea por obligación o por una búsqueda personal. De allí que cuando nos encontramos con personajes, acontecimientos o circunstancias semejantes, tenemos la sensación ligeramente sorprendente, y otras decepcionante, que el presente de pronto, ya se había hecho realidad en palabras, es decir, ya tenía nombre y apellido en algunos casos. Más allá de los aspectos estrictos de comunicar, el lenguaje ha tenido y tiene la función de diferenciar no sólo las clases sociales, sino que, como estrategia formal es el modo mediante el cual se construyen las identidades nacionales. Concretamente cada grupo social usa diferentes registros de la lengua, que modifican según las situaciones, y que sin lugar a dudas reflejan no sólo a la sociedad, sino a la cultura en la que se usa. Lo que en consecuencia determina el comportamiento de sus ciudadanos, en este caso precisamente, la de los protagonistas de la Historia, aquellos que con sus palabras y actos participaron del curso de los acontecimientos, en la constitución de una nación. Tierra de los Padres es primero que nada un emocionante y riguroso registro de la historia hecho film que parte de equiparar ficción y realidad, entendiendo que tanto una como otra son construcciones culturales, históricas y sociales, que sólo nos dan “versiones” diversas y contradictorias de los hechos, y que en consecuencia ambas comparten estrategias lingüísticas semejantes. Luego de escuchar la solemnidad del himno sumado a un recorte de imágenes de archivo que dan cuenta de episodios claves de nuestro país pertenecientes a los últimos 60 años, ingresamos a una experiencia radical que nos muestra algo así, como una “comunidad imaginada”, que da cuenta de un habla común, con grandes fracturas ideológicas que persisten e insisten en el tiempo. Porque dentro de esa comunidad, representada por las tumbas donde yacen: “aquellos que supieron hablar” coexisten profundos conflictos sociales, que hoy en el 2012 tienen la misma vigencia. Esta comunidad se hace presente en nuestro cementerio de la Recoleta, donde conviven los restos de los “que no quisieron, o no supieron callar”, porque a través de sus voces, ahora recortes claves de sus discursos, nos permiten armar una genealogía de nuestra Historia, basada en el eterno retorno de las versiones enfrentadas de los hechos, que la forman y conforman. Versiones, cuyo intercambio a más de 200 años devienen en lúcidas conversaciones, que lejos de ser puras fórmulas vaciadas de contenido por el transcurso del tiempo, se actualizan como debates de una realidad tan irreconciliable como aterradora, casi como dardos, que se cruzan y se entrecruzan hasta conseguir el espesor necesario para la reflexión. De allí su insistencia en recurrir al discurso literario moviéndose en una exigencia de veracidad y de eficacia apelativa, dada su fuerte vinculación con el contexto referencial contemporáneo, a la instancia de producción. Y al otorgarle al discurso ensayístico, la categoría de discurso narrativo testimonial. Porque las ficciones históricas o políticas tanto en Argentina, como en gran parte de Latinoamérica se encuentran íntimamente relacionadas a la formación y organización institucional de las naciones. Y eso lo vemos claramente en las primeras líneas del Facundo: “! Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta…..que desgarran las entrañas de un noble pueblo!, donde un elemento ficcional, que apela en este caso a la emotividad del receptor , va a encubrir una propuesta programática como pocas. Quizá por esto mismo su director, Nicolás Prividera cita con mucho acierto a Walter Benjamin, quien dice: “todo documento de cultura es a la vez un documento de barbarie”: ninguna civilización escapa en su construcción a la violencia. Y en esta suerte de diálogo entre los muertos somos testigos -como espectadores- de la inevitable conexión entre las producciones discursivas y las prácticas sociales. Cada uno a su manera y con sus propias palabras -las que ahora resuenan en las bocas de otros- marca el territorio, define el control, muestra el poder y deja entrever la resistencia. De las guerras civiles del siglo XIX a la última dictadura militar, de Echeverría, Sarmiento, Rosas, Alberdi, Mitre, Mansilla, Roca, pasando por Martínez Estrada arribando a Evita, Aramburu, Gianuzzi, Mallea o Walsh, en su memorable Carta a la junta militar: unitarios, federales, peronistas, antiperonistas, se enfrentan a ¿viejas batallas?. Más bien, relaciones de fuerzas que se invierten al retomar los discursos, en esto que se parece a un juego, y que es nada más y nada menos que la revelación de nuestra historia y de nuestra literatura -que la funda-: la de sus máscaras y su multiplicidad de intenciones. Porque las relaciones que la Literatura establece con la Historia y con la realidad son siempre inseparables, porque es la materia con las que trabaja, materiales ideológicos y políticos, que ésta moldea, transforma y disfraza. ¿Será posible luego de tantos enunciados, encontrar una interpretación racional, un renunciamiento a los propios intereses, para que este documento supere alguna vez la connotación de la barbarie? Tenemos la experiencia, pero aún no sabemos muy bien qué hacer con ella. Tierra de los Padres tiene tanta fuerza narrativa como formal. Así como en M , su director filmaba la búsqueda de datos sobre su madre desaparecida, con un resultado contundente, donde había una crítica no sólo al cine argentino, sino a los organismos de derechos humanos y a los militantes. Prividera vuelve nuevamente a distanciarse de los discursos conocidos, reconocidos y muchas veces anacrónicos, redoblando su apuesta en ambos sentidos, y retorna a ser esa especie de puente entre las generaciones, aunque el acto de narrar lo comparta en este caso, con diferentes hombres y mujeres que aparecen y desaparecen como fantasmas de una doble escena, la del cementerio y la de la Historia, la visible y la invisible a los ojos, pero permanente en la memoria: la de la infraestructura ubicada en el centro de la metrópoli y la del verdadero cementerio, que es nuestra memoria, en palabras de Rodolfo Walsh. Historia, literatura, discursos, palabras célebres, malditas, amadas, repudiadas, responsables de prácticas solidarias, fraternas, asesinas, generosas, mezquinas, de color celeste y blanco como la bandera, roja como la sangre, como tanta sangre derramada en vano, figura a repetición del Matadero, o amarilla-rojiza, como el sol que entra en nuestro río marrón.. Testigo mudo… en ese sobrevuelo final por nuestro Buenos Aires querido, mientras escuchamos Va Pensiero de Verdi en un final realmente emocionante como pocos, donde todos los sentidos confluyen. La realidad se encuentra armada de ficciones. Y la Argentina es un espacio donde el discurso del poder ha adquirido en muchas oportunidades la forma de una ficción criminal, no meramente discursiva, claro está. Y la Patria lo demuestra. No se pregunten por qué Tierra de los Padres no fue programada ni en nuestro Festival Internacional de Mar del Plata. Y por favor! mucho menos aún, (por doblemente inexplicable) en nuestro querido Bafici. Gócenla! Esta es una prueba más de los entrecruzamientos de la realidad, de los absurdos enfrentamientos y exclusiones, que la inevitable asociación deseo, saber y poder da lugar. Exclusión inentendible. Momento preciso para duplicar la lectura y sentido del film, por mínima, vital y móvil metáfora del uso inadecuado del poder: llámese costumbre de beneficiar (siempre) primero a los amigos. Sana costumbre, sin excesos.