La saga que lo tiene todo, en 3D para los efectos especiales que cada vez son más audaces, con el malísimo Cobra y sus archienemigos. Nacieron muñequitos y se transformaron en héroes que conservan la ingenuidad en elementales actuaciones, un invitado especial y acción. Tiene su público fiel
Julie Delpy, la misma de “Antes del amanecer” y “Antes del anochecer”, muestra como realizadora y actriz al mismo tiempo la historia melancólica y encantadora de una familia en un día de verano, con la nostalgia a cuestas. Buenos actores y un tono de tiempo ya perdido.
La búsqueda de una película que no existe, episodios cortos de humor extremo y la sorpresa de grandes nombres que se atreven a la diversión de munición gruesa, pero en este caso casi siempre desopilante y creativa. Ver a Hugh Jackman con genitales masculinos en la garganta frente a la atónita Kate Winslet o a Halle Berry bizarra supecirugeada es sólo una muestra de lo que trae el film.
En el camino de las historias infantiles, con gran producción. Un film que se dedica a los más chicos, con elementos fantásticos, animación realizada con captura de movimientos de grandes actores y humanos famosos para una leyenda que entretiene.
Valentin Javier Diment y una de terror, truculenta, con todos los elementos del género, apariciones, fantasmas, un ritual sangriento, horror y sangre. Estilo, con elementos gore. Algo inusual en el cine argentino, que llamará la atención de los fanáticos del género. Lola Berthet, con todo lo que necesita su protagónico, con un final sorprendente.
Juan Taratuto, con una película distinta a sus anteriores films, en los que la comedia servía de soporte para sus inteligentes apuntes de una generación. Aquí se muestra un hombre en estado casi primitivo, que vive con lo elemental en objetos y lenguaje, que despierta su ira violenta, que sobrevive como un ser prehistórico hasta que se abre, para emoción del espectador. Un gran trabajo de Diego Peretti que conmueve hasta las lágrimas.
Un conmovedor documental en el que la protagonista y productora cuenta su propia historia: el reencuentro con la familia de su bisabuelo, en una aldea del Líbano. Realizado por Heran Belón, con ternura y emoción se reconstruyen secretos sepultados y se cumple con un mandato familiar.
Steven Soderbergh, que amenaza con retirarse como director, instala una trama que atrapa al espectador en una historia de sangre, muerte, depresiones y medicamentos para combatirlas. La industria farmacéutica, cuestionada, y un thriller que estremece y entretiene al mismo tiempo. Rooney Mara, Jude Law y Catherine Zeta Jones, en una danza macabra.
Una muy interesante película de Carlos Jaureguialzo, con guion de Marcela Silva y Nasute, donde un matrimonio con una hija adulta que vive en el exterior enfrenta una crisis de relación. Se cuenta lo que ocurre con él (espléndido Darío Grandinetti) y luego lo que siente ella (frágil Cecilia Roth). Dos mundos que giran sobre dolores y frustraciones a borde de abismos. Y un final abierto.
Cesc Gay y una historia coral que se basa en las experiencias casi siempre dolorosas de una generación de hombres de alrededor de 40 años que arañan soledades, infidelidad, frustración, disfunciones sexuales, falta de trabajo, violencias. Todos confusos tratando de encontrar su lugar en los afectos. Buenos actores que le ponen el hombro a conversaciones donde se cuenta lo que ocurrió. El poster pone en relieve a Ricardo Darín, que en rigor tiene tanta actuación como los demás: Leo Sbaraglia, Jordi Molla, Javier Camara, Eduardo Noriega. Vale por esos actores, no por la estructura narrativa.