Esta película fue un fenómeno en Francia. Es una historia pequeña, una amistad imposible pero real. Un millonario que por practicar un deporte extremo tiene un accidente y queda parapléjico. Tiene cuidadores que no le duran hasta que acepta que su acompañante sea un senegalés que es inmigrante ilegal. Entre esos dos mundos, el opulento y el de la extrema necesidad, se tienden los puentes, la complicidad, la ternura. Grandes actores.
Una película que comienza con un leve tono de comedia, con un anclaje entre histórico y mito urbano que implica a las joyas de Evita empeñadas cuando Perón tenía todas sus cuentas intervenidas. La codicia de la mujer de Franco y un robo desesperado y consensuado llevado a cabo por dos perdedores. Lo que comienza leve se torna tenso y crece gracias a un dedicado trabajo de Guillermo Frnacella, un hombre que sabe mirar y entender en qué está metido y tiene el temple de aguantarlo todo. Bien Cabré, muy intenso Daniel Fanego (no hay papeles chicos para grandes actores). Un buen entretenimiento.
En la tradición de los cortos que presentan lo nuevo, de los directores que estrenan talentos, algunos con actores muy conocidos que ponen el hombro, mucha muerte, cadáveres, violencia. Hay que asomarse a lo que se viene. Buen promedio…
Se presenta como la última película de animación de la humanidad, porque la acción está situada después de un estallido nuclear en la tierra, y sólo sobreviven dos jóvenes marginales que se cruzan con mutantes papas radioactivas y otras divinuras. Ayar Blasco, el director, asegura que no tuvo opciones. Él dibuja así. Vale.
Para Nicolás Carreras todo nació con una idea: un catador de vinos que pierde su paladar. La idea creció cuando el famosísimo experto Charlie Arturaola aceptó el protagónico con toda su gracia. Muchos personajes reales pusieron el hombro. Y el mundo del vino muestra sus oropeles y falsedades, la búsqueda de raíces y moraleja incluida. Grata.
Un muy interesante documental de Eduardo Schellemberg que muestra como en torno al puente San Roque Gonzalez de Santa Cruz -que une nuestro país con Paraguay- florece la corrupción y la injusticia. El relato se basa en tres casos: la viuda de un gendarme que murió en una confusa situación, un fiscal paraguayo destituído que enfrentaba al contrabando y a un abogado que defiende a aquellos que resultan criminalizados por su pobreza.
Una comedia agridulce sobre las relaciones humanas de infieles compulsivos. Un padre pintor que hasta el último suspiro tiene fantasías eróticas. Un hijo mayor que heredó esa necesidad imperiosa de buscar conquistas. Un hermano menor que no se queda atrás. Y las relaciones se enredan entre esposas, amantes, cuñadas, filiación de los hijos y una mirada condescendiente sobre las debilidades humanas. Con grandes actores.
Cierra la trilogía. Se despiden Christopher Nolan, el director, y Christian Bale, el protagonista. El acontecimiento -al margen de las dolorosas y horribles circunstancias de la matanza de Denver- ameritaba un argumento como éste, donde se cierra el círculo de la trilogía y queda una puerta abierta a la fantasía de quien recoja el desafio de un nuevo renacimiento. Un enemigo temible, sin piedad, que se apodera de la ciudad, libera a los presos y juzga a los poderosos como un Robespierre enloquecido, mientras toda la policía está atrapada en un túnel. Y Batman, retirado por ocho años, regresa ante un peligro nuclear en una trama épica, donde los ciudadanos son desafiados a luchar por su libertad. Menos oscura, con chiches del hombre murciélago increíbles, una inspirada Anne Hataway como aliada rebelde del hombre murciélago y secretos que se revelan último momento. Un entretenimiento de marca mayor.
Si usted es un fanático cultor del humor de los viejos legendarios Tres Chiflados encontrará en esta película de los hermanos Farelli un respeto a estos cultores del humor físico, cachetazo puro, tortazos por doquier, piquetes de ojos, torpezas varias y momentos tiernos. Sin embargo y a pesar de haber rescatado ese espíritu ingenuo, de armar la película como si se tratara de episodios, y de algunos buenos momentos de humor, no se trata de un homenaje profundo. A lo sumo apunta a obtener nuevos fans de un estilo del pasado que mantiene su frescura.
Sacha Baron Cohen es un inclasificable humorista que cultiva al mismo tiempo momentos de luminosa inteligencia, la sátira mas descarada dirigida a las diferencias culturales, la lúcida observación política a los niveles mas procaces que uno pueda imaginar. De ese cóctel nació Borat, Bruno, que en nuestro pais fue directo a video y ahora este dictador que se rie con igual intensidad de los árabes y de los occidentales. En nuestro país tiene fanáticos, aquellos que acceden por primera vez a su humor, tengan en cuenta su estilo y conozcanlo. Vale