El talentoso Pablo Stoll (“25 watts”, “Whisky”) y una mirada impiadosa pero potente sobre una familia muy especial: padres separados, adolescente desorientada, indiferentes, patéticos, pero que viven situaciones intensas. Interesante.
Una película original, bien hecha y entretenida. La directora Tamae Garateguy, también coguionista, apuesta -y gana- al cine de género. Un policial violento, creado por un grupo de guionistas que ponen ingredientes violentos y amorosos en una trama donde las pasiones y las traiciones pasan de creadores a creados, porque los personajes encuentran a su autor.
Una historia sorprendente la que elige Ruben Plataneo para este documental que echa luz sobre una inmigración distinta. La de un joven rapero de Guinea que viaja como polizón y llega a Rosario, donde intenta adaptarse sin perder su raíz. Su disco, cuando consigue hacerlo, llega a su tierra, a los suyos, que nunca más volvieron a verlo. Crónica de la soledad más dura, la solidaridad, la creación.
Fabian Fattore elige la extrema sencillez de la vida de un hombre que no se conecta ni con el amor ni con la polémica. Siempre mira desde afuera. Las discusiones en el bar donde trabaja, la timidez para no conectar con su vecina, el temor a meterse en el box. Un estilo despojado y lacónico.
Nicolas Prividera instala su documental en el cementerio de la Recoleta. Allí están los cuerpos de los que en vida fueron enemigos acérrimos en nuestra historia. Original idea, buena realización. Sólo en la Sala Leopoldo Lugones.
Un Woody Allen imperfecto, pero siempre por arriba de la media. De la mano del humor y del delirio recorre los lugares más reconocibles de una ciudad única, donde grandes actores italianos, junto a nombres famosos como Penelope Cruz, Alec Baldwing, Judy Davis, Jesse Eisenberg, Ellen Page, el inefable Roberto Begnini y el mismisimo Woody se prestan a equívocos, enredos, reflexiones inteligentes y una idea delirante que por sí sola justifica ver el film.
Un buen policial del director suizo Frederic Mermoud en su primer largometraje. La muerte de un joven que se prostituye da inicio a una investigación contada en tiempos diferentes, muy bien actuada, donde victimas, policías y victimarios muestran los lados oscuros y luminosos de sus vidas.
Pablo Torre, como guionista y director, se arriesga con una historia de amor y locura, en el borde de la perversión y lo fantástico. Cuenta con los muy buenos trabajos de Jean Pierre Noher y Ana Celentano. Climas logrados, algunos pasos en falso, pero el resultado final vale.
Un divertimento para los admiradores de Tim Burton, que homenajea una serie de televisión que veía desde chico y nos regala su universo gótico, su vampiro encarnado por Jhonny Depp, blanco, pelo chato y uñas larguísimas, que parece inofensivo pero puede ser feroz. Y ahí está esa historia con amantes enloquecidas, chicos con sorpresas, doctoras alcohólicas y ambiciosas y una madre que banca todo. Se agita y se disfruta.
Una historia de amor con dos grandes actores, Ewan McGregor y Emily Blunt, que tienen calidad e intensidad para darle carnadura a sus personajes, inmersos en una historia que quiere ser irónica con el poder y que tiene en un poderoso jeque árabe que todo lo puede con su fortuna, a un consejero espiritual. Salvo los protagónicos, los demás se manejan en el terreno de la parodia pueril.