El legado Burton Son conocidos los rasgos y componentes distintivos que utiliza el consagrado Tim Burton para recrear los clímax, ambientes y caracterización de sus personajes, como puede verse en la recientemente estrenada Alicia en el país de las maravillas 3D. Pero es Numero 9, opera prima de Shane Acker, Escritor, director y animador del cortometraje de igual nombre que fuera nominado a los Premios Óscar en 2004, quien parece presentarnos el legado de Burton. El film nos ubica en un mundo post apocalíptico, en el que la especie humana fue aniquilada totalmente por las maquinas (Terminator, James Cameron, 1984), y donde los únicos sobrevivientes son unas criaturas hechas de trapo, botones, cierres y otros resabios de la civilización, que se refugian de la bestia robótica que los persigue. El misterio, instaurado desde el comienzo cuando vemos elementos de sastrería hilvanando la hechura de un muñeco de trapo con un número, será un factor determinante durante todo el relato. Cuando 9 (voz de Elijah Wood) cobra vida, emprende un viaje en el que va descubriendo otros pares, también identificados por números (ver comentario aparte), y en el cual asumirá la responsabilidad de investigar quienes son, como llegaron allí y que ha sucedido en un mundo donde solo las máquinas parecen haber sobrevivido, desatando nuevamente el Apocalipsis. Conocer el pasado será determinante para encontrar respuestas a sus interrogantes existenciales y descubrir que el futuro de la civilización puede depender de ellos. Lejos de las maquinas y efectos especiales de Terminator (James Cameron, 1984) y mas cerca de los planteamientos filosóficos de Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Acker nos presenta una visión oscura y un poco metafísica de un futuro donde la humanidad gobernada por un estado fascista se ha destruido a sí misma con la creación de maquinas inteligentes en busca de la perfección. Un escenario retrofuturista donde cada uno de sus componentes nos remite a un pasado no muy lejano y bien conocido por todos. El universo visual de 9 (Nueve) esta cargado de íconos industriales de la Europa de post guerra, donde los escenarios y personajes están inspirados en una estética steampunk, subgénero de fantasía y Ciencia Ficción que propone una retorcida idealización de una época (finales siglo XIX y la Inglaterra de la era victoriana, aunque abarca también parte del siglo XX hasta el final de la I Guerra Mundial) donde los problemas de superpoblación, racismo, pobreza y desempleo conviven con los más extraños inventos propulsados por carbón y vapor. Un mix de elementos predominantes de la ciencia ficción o fantasía, inventos tecnológicos ficticios como los encontrados en las obras de H. G. Wells y desarrollos tecnológicos reales como la computadora. La apocalíptica realidad de 9 NUEVE y sus personajes, plantea una interesante critica al pensamiento positivista y su incidencia en las guerras, instalando reflexiones sobre el valor, la solidaridad, la amistad y esperanza. Explora la voluntad de vivir, el poder de la unión y cómo el alma puede cambiar al mundo. Una revalorización de lo humano simbolizado a través de cada uno de los personajes, especie de replicantes (Blade Runner) dormidos que tras la llegada de su verdadero líder se unen cual grupo revolucionario en busca de respuestas. El abanico de criaturas que componen el espeluznante mundo de 9, diseñadas en base a texturas reales, tecnología antigua y desechos del pasado, se traslucen en personajes muy humanos en sus interacciones. Los modismos, sus diseños y actitudes logran atrapar al espectador en su mundo. Tanto la maquina como el hombre están representados principalmente en dos criaturas contrapuestas que buscan lo mismo, asimilar la esencia, el alma. Encontrarla significará para Nueve (Elijah Wood) su lugar en el mundo y para La Gran Máquina (una especie de araña mecánica gigante salida de la novela La guerra de los mundos de Herbert George Wells, 1898, con la capacidad de inventar mas maquinas para gobernar el mundo) la perfección. Ocho personajes más acompañan a 9 en la búsqueda de la verdad, simbolizando cada uno facetas diferentes del ser humano: Número 1 (Christopher Plummer), un veterano de la guerra, de carácter dominante y líder del grupo hasta la llegada de 9 (nueve) Número 2 (Martin Landau), un generoso y frágil inventor Número 3 y Número 4, gemelos eruditos que se comunican gestualmente entre sí Número 5 (John C. Reilly), un ingeniero leal Número 6 (Crispin Glover), un artista atormentado por las visiones Número 7 (Jennifer Connelly), una valiente guerrera autosuficiente y de armas tomar. Número 8 (Fred Tatasciore), el musculoso y poco listo guardaespaldas de Número 1. La excelente puesta en escena, los asombrosos personajes y efectos especiales y la muy buena banda sonora, acompañada de una temática que invita a la reflexión, son las características sobresalientes de este film animado que puede marcar el comienzo de un legado. La Kábala esta presente Pareciera que la numerología ocupa un lugar significativo en los nombres de los personajes. Basta inmiscuirse un poco por la Kábala (ciencia de los números, cuyo padre es el gran maestro griego Pitágoras y en la cual cada numero representa un aspecto de nuestro ser, de nuestra realidad, de nuestra relación con nosotros y con el exterior y con un significado determinado), para descubrir la coincidencia entre el perfil de los personajes y el significado de sus números. Según esta, el 9 (Nueve) simboliza el idealismo, los sentimientos y la nobleza, Confiere una visión de la verdad impersonal, pero justa, generosa, benévola y paciente. Es el número del amor incondicional, el amor universal, el sanador y el perdón. Llamado por los pitagóricos "El Alfa y la Omega", la Enéada, el primer cuadrado de un número impar (3x3=9). También se le ha llamado el número del Hombre, porque su gestación dura 9 meses. Es el único número capaz de "dar vida" a cualquier otro número. Al sumar todos los números de nuestro sistema numérico (1-9) se obtiene 45, que sumado da 9, de aquí que se le llame "El Perfecto", por ser un número que nunca se destruye. El 9 se halla preparado para devolver en cierta medida al universo lo que aprendió durante los ocho grados previos del ciclo. Cuando se acepta así, la perfección alcanzada bajo el 9 aporta sólo alegría como un regalo de la vida, además de la libertad para entrar en el próximo ciclo sin impedimentos. La coincidencia que surge de comparar los números de los personajes con sus respectivos significados según la Kábala, pone en evidencia que dicha asociación fue buscada deliberadamente por su realizador como una manera de enriquecer el perfil de sus criaturas y dotar al relato de un alo de misterio que sustenta gran parte del film. Las particularidades de los números descriptas en la Kábala pueden verse reflejadas en los personajes de la película durante todo el relato, fundamentando claramente el final. Para aquellos curiosos e interesados en Pitágoras los dejo con la Kábala 1* DOMINIO, EMPUJE, DOTES DE MANDO El Genio, el inventor, el líder, el solitario. Tiene que aprender a estar solo, pero también la compañía, porque sino se puede convertir en Ermitaño. Es el pionero. *2* LA PAREJA Es el número de la decisión, la cooperación y la diplomacia. Es el poder detrás del trono. Equilibra los dos pares de opuestos, por eso es el diplomático, el mediador y la capacidad de decisión *3*EL PODER GENERADOR Creatividad. La expresividad, la auto expresividad. También puede ser la dispersión de energía. *4*PERFECCION, SOLIDEZ, EQUILIBRIO (Es el albañil, el que construye). Le llaman la sal de la vida. La construcción. *5*EL CAMBIO No soporta la rutina, necesita fluir continuamente. Es un camino de encrucijada es como la Y. Suelen ser escritores, periodistas, viajantes y aventureros. *6*UNION FAMILIAR Y FIDELIDAD Es el amor a la familia y el servicio a los demás. Se puede dedicar a las cosas artísticas y a la sanación. *7*EL DOLOR Es un número muy espiritual, el místico. Es el arquetipo del Buscador, el que se hace continuamente preguntas (por qué), pero no se hace la pregunta adecuada (para qué). Es el filósofo que busca a Dios. En negativo es el científico pragmático. *8*TRIUNFOS MATERIALES Es la fuerza, el poder, el dinero, la ambición, la responsabilidad y la vejez. *9*EL GRAN LOGRO Es el número del amor incondicional, el amor universal. Entrega a los demás. El sanador. El perdón.
Terapia para viajera El maravilloso mundo de Tim Burton vuelve al cine con una historia basada en la novella de Lewis Carroll (1865), clásico inmemorial de la literatura infantil y fuente inspiradora de numerosas adaptaciones al cine, el teatro y la televisión. Fiel al libro clásico de Carroll, esta nueva versión de Alicia en el País de las Maravillas combina extraordinariamente el formato 3D, con efectos especiales, buenas actuaciones y la particular visión de Burton, recreando un mundo exótico, cargado de detalles interesantes y con un abanico de extraños personajes. A diferencia de la historia clásica que nos presentaba una niña pasiva viviendo una serie de aventuras con personajes maravillosos, Burton propone un tono un poco más adulto, misterioso y oscuro fiel a su estilo. Con diálogos mas punzantes y profundizando en la psicología de sus personajes. Ya no esta la niña de vestido azul y blanco, sino una adolescente de 19 años en plena búsqueda de su identidad. ALICIA Kingsleigh (Mia Wasikowska) no es una tonta y frívola adolescente, sino una joven rebelde, insegura de si misma pero que se anima a desafiar las normas culturales de la aristocracia victoriana. Un sueño recurrente la atormentaba en su infancia hasta que un día, a punto ya de convertirse en adulta, vuelve a enfrentarlo. El descenso a la Infra tierra, un mundo onírico que visitaba de niña, pero del cual no recuerda nada, y que ahora la reclama para tomar las riendas de la situación, desafío para el cual no esta tan segura de poder cumplir. Un viaje fantástico que a la manera de terapia le ayuda a encontrar su verdadero destino. Una excéntrica y variada fauna acompañan a Alicia en este viaje a la Infra tierra que comienza como un lugar oprimido y lúgubre, de aspecto fantasmagórico con colores apagados y que con el correr del relato ira ganando en luminosidad y color en coincidencia con los personajes y acontecimientos que se suceden. Una galería de personajes donde, en palabras de Tim Burton “todo está un poquito descentrado, incluso las buenas personas”, se destacan: EL SOMBRERERO LOCO (Johny Depp, séptima colaboración con Tim Burton desde que realizaron su primer trabajo juntos en la película El joven manos de tijera) que no esta del todo en sus cabales y presenta cierto trastorno de personalidad que lo vuelve excéntricos y gracioso. IRACEBETH, LA REINA ROJA (Helena Bonham Carter, pareja de Burton en la vida real), Una tiránica monarca, amalgama de la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas y la Reina Roja de A través del espejo, que gobierna a través del temor. Con una enorme cabeza y algunos problemas emocionales que la tornan cómica por momentos pero insufrible. De temperamento irascible y propensa a pedir la decapitación inmediata de sus súbditos. MIRANA, LA REINA BLANCA (Anne Hathaway), su hermana menor, que parece flotar en lugar de caminar y que detrás de la dulzura y luminosidad que irradia esconde un costado mucho más oscuro. ABSOLEM, LA ORUGA (Alan Rickman), sabelotodo y guardián absoluto del Oráculo, fumando siempre de un narguile y que ayudará a Alicia a resolver sus problemas existenciales. Una LIEBRE (Paul Whitehouse) paranoica y ansiosa que adora cocinar y se le da por lanzar objetos y CHESSUR, un gato atigrado con la habilidad de aparecer y desaparecer cuando lo desea y con una sensualidad engañosa propia de los felinos. El poder, la ambición, la locura y la lucha por los ideales son algunos de los temas que propone un relato donde los efectos especiales y el formato 3D se integran perfectamente a la narración, realzando cada composición de los escenarios y personajes, para conformar una puesta en escena, una estética y clímax con el sello indiscutible de Burton; que sumados a la excelente banda sonora a cargo de Danny Elfman (Charlie and the Chocolate Factory, Chicago, Batman, Spiderman) definen una experiencia cinematográfica ineludible que permanecerá en las vitrinas del séptimo arte. Un bonus musical: el tema de los créditos finales de la película, escrito e interpretado por Avril Lavigne forma parte del álbum ALMOST ALICE, una recopilación de 16 canciones de numerosos artistas de la talla de All American Rejects, 3OH!3, Franz Ferdinand y Shinedown entre otros. El tema posee un video musical y es la única canción del álbum que aparece en la película.
La sombra de un Thriller Tras ocho años de su último protagónico, Señales (2002), de M. Night Shyamalan, y luego de dirigir la controvertida La Pasión de Cristo (2004), hablada en arameo y hebreo antiguo, y la extraña Apocalypto (2006), hablada enteramente en maya cuyas polémicas repercusiones no se vieron reflejadas en la taquilla, Mel Gibson vuelve a la actuación de la mano de Martin Campbell, director de la aclamada Casino Royale. Al Filo de la Oscuridad esta basada en una premiada mini serie televisiva británica de 1985, también dirigida por Martin Campbell y cargada de misterio, suspenso y tensión política que reflejaba muy bien aquel momento histórico, donde la guerra fría y la amenaza nuclear signaban la agenda de cuanta producción apareciera. En este nuevo thriller, Gibson es Thomas Craven, un veterano detective de homicidios de Boston que recibe la visita de su única hija y que a las pocas horas de arribada es asesinada brutalmente en la puerta de su casa. Al igual que en la antigua miniserie, el tema central de la historia es el de un hombre que busca justicia y la redención a la vez que va descubriendo la vida secreta de su hija y una red de conspiraciones entre la política y grandes empresas. Esto funcionaba muy bien por aquel entonces, pero hoy en día dicha temática no llega a provocarnos demasiado interés, y en lo que respecta a la búsqueda de justicia por parte del detective, el relato prioriza los diálogos a las acciones. Por otro lado la relación entre padre e hija en pantalla es muy breve y no logra generar un vínculo muy sólido para que el espectador se identifique con dichos personajes. Una de las virtudes del thriller es que puede incursionar por varios caminos. Así podremos ver por ejemplo, aquellos que optan por lo sobrenatural (Millennium I: Los hombres que no amaban a las mujeres, 2009), algunos por la presencia de un asesino serial (Seven, 1995), otros por el policial (Río Místico, 2003), de espionaje o conspirativos como Conspiracy Theory, 1997, donde Mel Gibson interpreta a un excéntrico taxista de Nueva York obsesionado con la existencia de conspiraciones de la NASA para controlar el mundo. Pero todos ellos están signados por el misterio y la intriga por algo que desconocemos y precisamos develar, siempre a través de la acción y el suspenso. En Al filo de la oscuridad la temática poco actual, el poco desarrollo de los personajes y la baja cuota de acción hacen que el relato sólo se sostenga por dos motivos: la astuta decisión de Martin Campbell al asumir la narración desde el punto de vista del personaje, posicionando al espectador en el mismo lugar del detective que desconoce la verdad hasta el final; y a través del muy buen manejo de los tiempos dramáticos por el cual ciertas escenas de acción logran sobresaltarnos de la butaca justo antes de que los párpados comienzen a juntarse. Cabe destacar la gran actuación del británico Ray Winstone, que compone a Jedburgh, un especialista en seguridad que trabaja para el gobierno, cuya tarea es la de "limpiar los platos sucios y atar los cabos sueltos”, enriqueciendo el film en los momentos que esta junto a Gibson. Al acabar el film puede que quede una mera sensación que aquel policía (Martin Riggs) con tendencias suicidas que interpretara Mel Gibson en Arma Mortal (1987) ya este viejo para esos trotes y trate de solucionar las cosas por vías razonables y didácticas, pero hay algo indiscutible, cuando un policía no quiere mas acción debe retirarse y trabajar detrás del escritorio.
Una película americana para americanos En el cine, por lo general, rara vez condice el tiempo dramático de la historia con el tiempo real de proyección, y esta vez no fue la excepción. Por desgracia el victorioso fue el tiempo dramático que supero ampliamente los 90 minutos que dura el film para dejarnos la sensación de que asistimos al día completo de San Valentín. Un especie de Dream Team de actores reconocidos protagonizan esta comedia romántica filmada en el paraíso de Los Ángeles, Malibú y Hollywood, entre otros, y que pretende mostrarnos, a través de historias entrelazadas, el amor desde distintos ángulos y en distintas generaciones durante este día especial. Pero a medida que la narración avanza va dejando de lado dicha pretensión y dando luz a un guión de manual, donde cada acción es predecible desde el comienzo hasta el final y solo nos queda disfrutar de las formidables actuaciones del elenco soñado. Por momentos pareciera que estamos viendo fragmentos de Pretty Woman, y en otros, que asistimos a un nuevo episodio de la aclamada serie americana That 70’s Show. Lejos esta este film de abordar las relaciones de pareja como si lo hace el excelente film italiano El ultimo beso (L'ultimo bacio), de Gabrielle Muccino, donde ocho personajes de distintas edades entrecruzan sus vidas en una sucesión paralela de pasiones. Solo tres pétalos logran salvar este flor de elenco de la última calificación: Edison (Bryce Robinson), un niño de 10 años educado por sus abuelos y chapado a la antigua, que comienza a experimentar el amor; y dos vueltas de tuerca en los personajes de Julia Roberts y Eric Dane (El Dr. Mark Sloan de la serie Grey’s Anatomy) que contribuyen para soportar el film hasta el final. Valentine’s Day bien podría haber sido un cortometraje para difundir en cuanta cadena televisiva se les ocurra para homenajear a los enamorados en su día, con efectos seguramente devastadores. En su defecto solo asistimos a un film típicamente americano construido en función de y para una cultura que ve el romanticismo asistiendo a una proyección de cine clásico en un cementerio.
Adrenalina sin reflexión Pareciera ser la traducción que mejor sintetiza el argumento de esta multipremiada película dirigida por Kathryn Bigelow, ex esposa del director James Cameron, y con quien parece estar repartiéndose la mayor parte de los premios del 2010. El film esta protagonizado por un trío de desconocidos, hecho que permite centrar el hilo narrativo en la acción misma, que comienza cuando el líder de un escuadrón especialista en desactivar bombas pierde la vida y llega en su reemplazo un nuevo sargento. James (Jeremy Renner) tendrá dos subordinados Sanborn (Anthony Mackie) y Eldridge (Brian Geraghty) que no pueden comprender el comportamiento imprudente de su superior y sólo piensan en los días restantes para abandonar suelo iraquí sanos y salvos. Tal vez la cita introductoria "la guerra es una droga", extraída del libro “La guerra es la fuerza que nos da sentido” de Chris Hedges (ex-corresponsal de guerra de The New York Times y ganador del Pulitzer en 2002) al comenzar el film, sirva para explicar el comportamiento del sargento James y comprender que ésta no es una película sobre la guerra de Irak. La ciudad de Bagdad solo es el escenario para narrar la tensión y adrenalina que viven los hombres de una unidad antibombas que enfrentan la muerte todos los días. Cualquiera podría haber sido el país o la guerra que la acción se mantendría de igual modo. Narrada en un registro casi documental y con mucha cámara en mano, el film logra mantener la tensión del espectador ante la posibilidad de que una de las bombas explote, pero no alcanza a conformar un argumento sólido que devele un interés por la historia. Por momentos, se llega a desear que explote una bomba y acabe con el film. La excelente banda sonora (a la altura de La caída del Halcón Negro) y el acertado criterio de encuadre en el juego de miradas sedimentan el merito de este film que no se interesa en profundizar sobre las causas de dicha guerra. En su discurso solo hay lugar para un par de líneas de reflexión verbalizadas por un soldado que sobrelleva el miedo mediante atención psicológica y Beckham, un niño que vende películas, y que nunca sabremos si fue utilizado como bomba humana o simplemente para mostrar como un país prepara a todos los niños por igual para un mismo objetivo final. Bigelow se limita a filmar una película bélica, con un estilo propio, donde el principal objetivo es mantener la tensión del espectador situándolo en un escenario donde todos son potenciales terroristas suicidas y hasta una mirada puede hacernos volar. Dato curioso: Su próxima película, Triple frontier, será otra de acción, centrada en la frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil. Si consideramos que en el 2008 dicho lugar fue escenario de una movida política internacional de la cual nunca supimos demasiado, ni lo sabremos, será interesante ver que sale de dicho film.
De músico a funebrero Es el cine una de las expresiones artísticas mas populares y conocidas que nos permite conocer un poco mas las diferentes culturas del mundo a la vez que nos recreamos y reflexionamos. Un buen ejemplo de ello es este film japonés ganador del Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2009, que aborda un tema tan complejo y universal como la muerte. Sabemos que la cultura oriental tiene concepciones diferentes sobre ella, pero desconoceos realmente sobre rituales y costumbres. Final de Partida, comienza con una ceremonia de Nokanshi (Una costumbres ancestral, incluso desconocida para muchos en el Japón contemporáneo, que consiste en entregar los muertos de la mejor forma posible al otro mundo –limpiándolos, maquillándolos, etc.- ante la presencia de sus familiares), y nos ira introduciendo en una experiencia que va desde el rechazo absoluto a la reflexión y conocimiento de lo que dicha ceremonia representa. Valiéndose de una excelente fotografía, una muy buena banda sonora y firmes actuaciones, el film nos va atrapando en la historia de Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), un músico que toca el violonchelo en una orquesta sin rédito económico cuyo dueño decide disolver. A partir de ese momento decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa Mika Kobayashi (Ryoko Hirosue) y buscarle un sentido a su vida. Allí consigue un empleo ayudando Ikuei Sasaki (Tsutomu Yamazaki), especie de padre y guía espiritual muy particular, que lo ayudara a descubrir en este ritual de muerte el comienzo de su existencia. Salvo por el comienzo, especie de presentación de la ceremonia, la historia se desarrolla en forma lineal (cual proceso de aprendizaje) permitiendo que el espectador se vaya comprometiendo con el personaje y al mismo tiempo conocer una visión de la muerte diferente, que lo lleva a recordar y reflexionar sobre varios de los interrogantes y cuestionamientos que inevitablemente en algún momento todo ser humano se hace o evita hacerse. Y para comenzar a despedirme, en alusión a la curiosa traducción para Argentina de esta película cuyo titulo original en ingles es "Departures", me gustaría compartir cierta paradoja que me surgió al reflexionar sobre este filme, que nos invita a ampliar el conocimiento aprendiendo algo nuevo sobre un tema que ya sabemos, pero que no deseamos conocer nunca.
Sin actividad Con un solo precedente de hace diez años, El proyecto Blair Witch, que basó gran parte de su éxito en la ingeniosa campaña de publicidad que lanzaron sus creadores y que jugaba con la posibilidad de que las imágenes del film fueran reales, llega una película de terror rodada en siete días con sólo 15.000 dólares, cámara en mano y actores desconocidos. Escrita, producida y dirigida por Oren Peli, el film se respalda en una campaña de marketing y un boca a boca de similares características al de El Proyecto Blair Witch, demostrando una vez mas como una campaña de relaciones públicas barata pero efectiva puede vencer a los multimillonarios esfuerzos tradicionales. En este caso también se filtró en la Web información que pretendía sugerir que la historia era real y había sido suministrada por un contacto no identificado en la policía de San Diego, donde acontecen los hechos. El film, que fue adquirido luego de presentarse en el Festival de Screamfest 2007 (un festival de culto del género de terror que se realiza en el legendario Teatro Chino de Hollywood Boulevard) por la Paramount gracias a una recomendación de Steven Spielberg, narra la historia de una joven pareja que se muda a una casa en los suburbios de San Diego. Pronto, en su nuevo hogar, comienzan a sentir que hay una presencia, demoníaca que se intensifica durante la noche. La pareja decide grabar con una cámara su habitación durante la noche para intentar descifrar que es esa presencia que los atormenta mientras intentan dormir. Si bien el film se enmarca dentro del género de terror y su historia se centra en presencias fantasmales, no esperen encontrar Poltergueis ni demonios con tridente. Hecha con una videocámara casera y sin apelar a efectos especiales, lo que justifica la mala calidad de imagen y la falta de técnica, el film carece de una trama interesante y solo apuesta a la narrativa que permite manipular al público con poco más que una sombra o una puerta que se mueve lentamente mediante el aprovechamiento del fuera de campo que permanentemente incomoda al espectador pendiente de lo desconocido y lo oculto. El director se toma sus tiempos y mediante la acumulación de pequeños acontecimientos crea cierto clima de tensión e incomodidad en el espectador, de modo que cuando ocurre algo sorprendente, se multiplica el impacto. Pero esto no funciona correctamente durante la hora y veinte que dura esta producción y solo en los últimos quince minutos el film se vuelve efectivo. El elemento mas fuerte de la película esta en haber apostado el escenario donde se desarrollan los hechos y que genera el peor de los miedos, nada da tanto miedo como un elemento real al alcance de nosotros y donde inevitablemente iremos luego de ver el film. A los interesados les adelanto que Paramount ha dado a este director un presupuesto de cinco millones de dólares para su próxima película, Área 51, donde contará la historia de tres adolescentes cuya curiosidad les traslada al sector mencionado, en la base aérea de Nellis en el desierto de Nevada, donde a menudo se divisaron presuntos aliens.