Quien quiera oír que oiga. Chacú es un documental didáctico, dirigido por el famoso historiador Felipe Pigna y trata de reconstruir la historia de esa provincia cuna de los wichís y tobas y sede del emblemático bosque El Impenetrable. El objetivo del largometraje es la divulgación histórica de la provincia del Chaco, a pedido del ministerio de Educación provincial...
Lady Gagá Finalmente llega a las salas porteñas la esperadísima biopic de la polémica, incómoda y temperamental ex primer ministra británica Margaret Thatcher, interpretada nada más y nada menos que por una de las mejores actrices de todos los tiempos, Meryl Streep. La directora inglesa Phyllida Lloyd desperdicia la oportunidad de relatar la vida de un personaje histórico absolutamente rico, reduciéndolo a su actual etapa senil con agotadores y disruptivos flashbacks que retratarían la memoria de la “dama de hierro”...
Dardenne light El primer largometraje de la directora francesa Alix Delaporte es una historia tan agradable como simple. Se trata de un film minimalista, pequeño, de corta duración, pero lo suficientemente interesante como para producir un alto nivel de empatía con sus personajes por el realismo y la cotidianeidad que sus conflictos propios representan...
El Discurso del Amo The Help, que acá la hacen llamar no muy felizmente Historias Cruzadas, es un film que puede provocar muchos amores y algunos rechazos. De hecho, es una de las candidatas a obtener varias nominaciones a los próximos premios Oscar y seguramente veremos a varias de sus estrellas desfilar por la alfombra roja esa noche...
Desalmada ¿Qué es el alma? A lo largo de la historia, pensamientos religiosos y filosóficos intentaron dar respuesta a este interrogante. El conocimiento humano ha alcanzado grandes logros en las dolencias físicas pero, en lo que respecta a los dolores del alma, sigue sin encontrar aquel tratamiento que anestesie por completo la desazón emocional...
Siempre nos quedará París. Con cuatro años de atraso, se estrena en los cines porteños este peculiar drama musical francés, dirigido por Christophe Honoré, un cineasta no muy conocido por estas latitudes, pero que ya tiene varios títulos en su filmografía (En París; Relaciones Peligrosas), cuyo denominador común en su obra son las conflictivas y diversas relaciones vinculares que se establecen en la gente joven parisina...
Sola en los Bares Gracias a éste, su segundo largometraje, Javier Rebollo se hizo acreedor de la Concha de Plata al Mejor Director en el Festival de Cine de San Sebastián, edición 2009. Un drama intimista, bastante minimalista, que por momento esboza ser comedia, pero no lo logra...
Deudas Humanas Al cumplirse 63 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se originó este proyecto colectivo que abarca nueve miradas distintas, a modo documental, sobre como se encuentra vigente y el cumplimiento de aquel emblemático documento firmado en París, allá por 1948, por la Organización de las Naciones Unidas. Y el resultado es absolutamente deudor, la situación en la que viven algunas personas en nuestro país pone sobre el tapete que todavía falta mucho, y lamentablemente esta Declaración sigue siendo tan utópica como aquel entonces. Este proyecto coral abarca nueve cortos documentales, de los cuales Objetos Humanos de Javier De Silvio funciona como separador entre uno y otro. Con distintas modalidades cinematográficas, presenciamos nueve realidades inquietantes, algunas llamativas y otras aberrantes. Aborda distintas problemáticas, que van desde el seguimiento con cámara en mano a unos niños de la villa 31; hasta entrevistas, algunas muy simpáticas, en un puente que cruza la frontera de Argentina y Paraguay. El más destacable es el corto que abre el film: Informe sobre la Inequidad de Pablo Nisenson, una mirada introspectiva, a modo de investigación científica, entre dos muchachas adolescentes de la misma edad, pero venidas de cunas opuestas en la escala social. Podemos ver lo fenómenos biológicos, psicológicos y sociales que se entrecruzan y determinan prácticamente el destino de un sujeto, dependiendo de su entorno, prehistoria y condiciones de vida. La Formación de Andrea Schellemberg muestra la interesantísima experiencia que es dictar clases de Derechos Humanos en el Colegio Militar. Dos mundos, miradas e ideologías opuestas se encuentran en la formación de los futuros militares argentinos. Un documento rico en relatos que incluye escenas reales en situaciones de examen. Baldosas en Buenos Aires de Carmen Guarini (Gorri), es el más conmovedor. Cuenta un intento de recuperar la memoria, en las baldosas de alguna esquina porteña, con el nombre y el recuerdo de aquellos desaparecidos en la última dictadura. El resto de los cortos apunta a escenarios de pobreza, la necesidad de alimentarse y sobrevivir, situaciones de torturas que sufren algunos presos en cárceles de la Pcia. de Buenos Aires o la monstruosa vivencia de tener plomo en la sangre producto de la contaminación fabril. Algunos impactarán bastante, otros no presentarán mayor novedad en su estilo, pero D-Humanos es un proyecto que vale la pena ser visto, inquietarse, reflexionar y preguntarse cuál es el rol que tenemos como sociedad para que todos hagamos que esa Declaración no sólo quede en lindas palabras y pueda ser una realidad algún día.
Ideología Líquida Santiago Mitre da cuenta de cómo hacer que una película pequeña, independiente y supuestamente modesta se transforme en un enorme y épico largometraje. Aclamada en la última edición del BAFICI, tanto por el público como por la crítica; ganadora del premio especial del jurado en el Festival de cine de Locarno, Suiza; el coguionista de Trapero en Leonera y Carancho, y también codirector de la muy interesante El Amor (Primera Parte), demuestra su inmenso talento narrativo en un thriller político, tan ágil y vertiginoso que mantiene la atención expectante de principio a fin. Doble es el mérito cuando sabemos que se trata de un trabajo hecho a pulmón, con un muy recortado presupuesto, detalle que no se nota en el producto final, que ni siquiera gozó de los subsidios del INCAA. También porque da por tierra aquel prejuicio que rotula al cine argentino independiente como lento, costumbrista y minimalista; todo lo contrario: estamos frente a una película grande y absolutamente dinámica. No se trata de un filme político que deja un mensaje ideologizado, se trata de una obra que pone la política en el tapete, desde su versión más micro como podría ser la militancia universitaria, y que sirve como metáfora de la más macro, aquello que nos termina definiendo e influenciando como sociedad. Roque (Esteban Lamothe) es un joven del interior que viene a probar suerte a la gran Universidad de Buenos Aires, como modo de socializar y seducir a chicas, ingresa en grupos militantes. Así, de a poco, va a ir ganando popularidad y poder dentro del sistema académico, para terminar de ocupar un rol de puntero político, donde manipula y es manipulado. Todos los que alguna vez circulamos por los pasillos de la UBA experimentaremos vivencias conocidas donde la política no queda afuera de nuestra formación. La ideología es sólo el escalón que visibiliza a través de un discurso, muchas veces romántico y hasta utópico, cierto lugar de poder. Es así como los ideales suelen ser olvidados a la hora de manipular, cosificar y ganar posiciones dentro de la carrera política. Con un enfoque realista, Mitre se vale del seguimiento de cámaras que nos posibilita mirar con los ojos del protagonista; un narrador omnisciente que nos introduce en el relato, imágenes de archivo donde se muestran verdaderas marchas universitarias, y una impecable puesta en escena que retrata con gran ductilidad de planos el interior de la vida en la universidad pública. Las actuaciones son notables; Lamothe se destaca en su primer protagónico y Romina Paula está impecable en el rol de esa joven docente apasionada pero a la vez insegura. La historia de amor que se desarrolla en el medio no desvía la trama sino que la intensifica aun más. El relato da cuenta de cómo se desarrolla la dinámica en un grupo humano donde no faltan los líderes y chivos expiatorios. Un filme que posibilita un sinfín de análisis sociológicos y psicológicos de cómo actúa el hombre y la cultura frente a la necesidad de imponerse sobre el otro. Varios aspectos interesantes. La historia en ningún momento explicita algún partido o agrupación política en particular, sólo se centra en desarrollar cómo son los mecanismos y las relaciones que se tejen en la ambiciosa competencia política. Tampoco nos dice de qué carrera universitaria se trata; por las locaciones podemos inferir que es dentro de la Facultad de Sociales, pero no es necesario aclarar porque estas luchas se pueden aplicar a cualquier espacio de la militancia universitaria. Otro dato es que mientras fue rodada el año pasado hubo dos acontecimientos que marcaron claramente la vida política y social de nuestro país: uno fue el asesinato del militante Mariano Ferreyra y el otro la muerte del ex presidente Néstor Kirchner. Tampoco se los menciona en el film pero están presentes a través de cameos que muestran afiches y panfletos que apelan directamente a nuestro inconsciente colectivo. El Estudiante, va en camino a hacer historia en nuestro cine; nuevamente se demuestra que para hacer una obra de alta calidad artística no se necesita ni mucho dinero ni una gran campaña de marketing, solo la mirada talentosa y la narración notable de un cineasta que promete. Podría decirse que es un filme casi de visión obligatoria para todo aquel que le interese la realidad política que lo rodea. Nos despierta de cierta ingenuidad y fanatismo, aunque lamentablemente no llegue a exhibirse en las salas comerciales, quizá no sea muy conveniente para aquellos a los que el mismo filme denuncia.
El Amor en Tiempos Violentos La sucesora en los Oscar de El Secreto de sus Ojos es, sin dudas, unos de los estrenos más prestigiosos del año, no sólo por los pergaminos que trae (además del premio de la Academia, se llevó también el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa), o por la impecable trayectoria fílmica de su directora (Después de la Boda; Hermanos; Corazones Abiertos), sino porque también se trata de una obra cinematográfica con alto nivel narrativo y visual, que se sumerge en la problemática de la violencia desde un lugar original, abordándola como algo casi innato en la cultura humana. Estamos ante un film que, en sus casi dos horas de duración, transmite una infinidad de temas que afectan las relaciones humanas hoy en día. Cada espectador se quedará con lo que más ruido le haga de eso, pero la película permite desprender varias interpretaciones psicológicas y sociológicas de los conflictos que relata. Las relaciones humanas son difíciles, sobre todo en tiempos globalizados como estos, donde la supervivencia del más fuerte está al pie del cañón. Por más que algunos padres intenten transmitir con las mejores intenciones valores éticos, morales y pacifistas a sus hijos, muchas veces pueden dejarlos expuestos a ser presas de un mundo depredador, o a que generen defensas tan rígidas que la única salida sea responder con más violencia al ataque externo. Estas son las personalidades que desarrollan los niños protagonistas del film. Por un lado tenemos a Elías (Markus Rygaard), hijo de padres médicos en pleno divorcio, que termina identificado a lo que él llama cobardía del padre. Antón (Mikael Persbrandt), es un buen hombre, inmigrante sueco, que trabaja en un campo de refugiados en África, donde la ley está ausente y da lugar a los más aberrantes hechos y crímenes violentos. En su afán de generar ejemplos de conductas que harían un mundo mejor, descuida un poco la comunicación familiar, el matrimonio está en riesgo y no puede leer que su hijo se somete a ser tan cacheteado como él por sus pares. Por el otro lado, está Christian (William JØhnk Nielsen), otro niño preadolescente, que ha quedado recientemente huérfano de madre, no tolera el tremendo dolor que le ocasiona tal pérdida y necesita encontrar un culpable de semejante injusticia. El primer acusado es su padre; luego esto lo desplaza hacia el afuera y se encarna él mismo como la justicia que quiere aleccionar al mundo que lo rodea. Nuevamente hay un Padre que ama a su hijo pero no puede ponerse los pantalones cuando las situaciones lo requieren. Los púberes arman una alianza de amistad típica de esas edades pero se van metiendo en un lío tras otro. Un personaje muy interesante es la madre de Elías (Trine Dyrholm), una mujer afectada por el dolor que le causa la inminente separación de su marido, pero que sí salta como una fiera cuando tiene que proteger a su cría. En la escena en la que ambos padres son citados por las autoridades del colegio, que niegan los acosos a los cuales está siendo sometido el niño, se observa muy claramente las distintas posiciones que ocupan ambos padres frente al sufrimiento de su hijo. La habilidad narrativa de Susanne Bier permite ir desarrollando, en un intenso clima, las distintas personalidades y conflictos de los protagonistas, las diferencias y analogías de un mundo desarrollado como Dinamarca y una tierra tan desamparada como lo es gran parte del continente africano, las relaciones de los niños con sus padres y con los distintos actores de la sociedad, llevándonos paulatinamente a un relato con un gran monto de ímpetu dramático. Lo único que se le puede reprochar a Bier es que, en algún momento, la trama se torna bastante previsible, pero esta debilidad no afecta el resultado final de la obra. El trabajo de fotografía es excepcional, abundan hermosos planos de geografías naturales; la iluminación es bien soleada en casi todo el metraje; la dirección de actores es magnífica, en especial la tarea que se desarrolla con los niños protagonistas, quienes brindan una notable labor interpretativa. En un Mundo Mejor es una bella obra reflexiva e intensa sobre la condición humana, no nos da ningún tipo de respuesta clara, sólo nos plantea la inquietud de lo difícil que es la reacción frente a la agresión ajena, donde ideal y realidad suelen entrar en conflicto muy a menudo. Seguramente aquellos que son padres podrán verse reflejados en lo paradójico y contradictorio que puede ser a veces transmitir valores a sus hijos para que estos puedan vivir y crecer en un mundo mucho mejor que el nuestro.