El Demonio Quiere a tu Hijo: Pánico embarazador. Se estrena una tradicional película de terror, con un bebe, una entidad desconocida que atormenta a la protagonista y jump scares, entreverados por un drama intenso e interesante. En un año con grandes estrenos en el género del terror/suspenso como Hereditary o A Quiet Place, ahora llega el turno de El Demonio Quiere a Tu Hijo (Still/Born), una película sin mucha originalidad al igual que el nombre doblado al castellano que le otorgaron, pero tiene sus puntos fuertes. El título, “El Demonio Quiere a tu Hijo” desgraciadamente nos obliga a tener un solo punto de vista del film, descartando gran parte de la trama que nos presenta el guion. Que empezamos con un parto de gemelos que sale mal. Deducimos que uno de los bebés muere debido a que una de las cunas está vacía. A la par concemos a la protagonista, Mary, que tiene visiones relacionados a sus hijos, el fallecido y el que está vivo, que teme perder. Vive ella con su pareja, Jack, el clásico y flamante hombre de empresa que debe trabajar mucho y casi nunca está en casa. Por lo tanto Mary sola, lidia con una creciente neurosis, siendo diagnosticada con depresión postparto y con el temor de perder a su hijo en manos de un ente demoníaco. Esto nos deja a nosotros, el espectador, con la duda de saber si es real o no lo que sucede en pantalla, o sí solo es una invención de la protagonista. ¿Será un demonio que amenaza a la madre con llevarse a su hijo, o serán sus conflictos internos lo que atormentan a Mary? Pero esto no se sostiene durante toda la película y mucho menos con este título. Brandon Christensen es el nombre del director y guionista (Junto a Colin Minihan como co-guionista) que presenta, esta película en cuestión, como su debut en largometraje, ya que ha realizado varios cortos y una miniserie en su carrera. Al no arriesgarse mucho, el director termina saliendo satisfactoriamente de este film de terror que tiene momentos de susto importantes, ayudados por una aceptable edición y una muy buena banda de sonido, con efectos que generan jump scares dignos de estimular músculos de tu cuerpo que no pretendías mover. Como también una buena actuación de la protagonista Christie Burke (Black Fly) que sostiene la película con su rostro bastante expresivo, mostrándonos un personaje frágil con pequeños momentos determinantes. Existen varios huecos en la narración, como por ejemplo la falta de justificación en porque los personajes no le cuentan al otro lo que les pasa o ven, sirviendo como una vaga excusa para que los sucesos que se manifiesten luego. El conflicto amoroso entre la pareja protagónica parece que precede al tiempo que nosotros apreciamos, pero no nos dan ni una pista sobre eso. De pronto no se cuentan las cosas, no confían entre ellos, entregándonos una protagonista que pareciera no saber de qué trabaja su pareja. El cual debe irse de viaje por su ocupación. Así se presentan lagunas tanto en la construcción de los personajes como en el guion. Aunque por instantes recuerde a películas como Actividad Paranormal, Poltergeist e Insidious, el verdadero punto fuerte es ver como el miedo de perder a su hijo se vuelve aterrador tanto para la protagonista como para nosotros. A pesar de que existan escenas innecesarias que aparentan que el film fue alargado para que llega a la casi 1 hora y media de duración, El Demonio Quiere A Tu Hijo entretiene y cumple con creces lo poco que nos ofrece desde el principio. Solo un film de terror pequeño, común y corriente, que juega con nuestra percepción de lo que sucede hasta el hartazgo, y que resulta agradable en el tiempo que transcurre, si dejamos pasar algunas circunstancias mencionadas anteriormente.
Los Hambrientos: The running dead. Llega una nueva película distópica pero bastante interesante, de la mano del director canadiense Robin Aubert. Hermosa fotografía, tensión y excelente banda de sonido. Observar a un ser humano agresivo que corre hacia alguien para morderlo, o alguien que sufra dicha mordida, o que borbotee sangre por todos lados y haya gritos de desesperación, ya lo hemos visto. Muchos lo llamarían zombies, infectados o “walkers”. En esta película nadie dice la palabra con Z ni ninguna denominación. Además de tener peculiaridades que la acercan a ese tipo de películas, Los Hambrientos posee cierta originalidad que se aleja de lo visto habitualmente. La historia transcurre en un pequeño y remoto pueblo en el norte de Quebec. Allí algunas cosas han cambiado. Los lugareños ya no son los mismos y todos parecen enloquecidos siendo una mezcla de los rápidos infectados que hemos visto en películas como World War Z y 28 Days Later. Entonces un grupo de supervivientes se esconde en el bosque en busca de otros como ellos para subsistir como se pueda. La película comienza con escenas interesantes y determinantes pero sin mucha información que recuerda a los buenos capítulos de The Walking Dead. Primero un ataque de una joven que parece hambrienta. Un niño con una escopeta que se aleja de tumbas. Un hombre corriendo. Dos hombres contándose chistes mientras queman cuerpos y una señora que deliberadamente con mucho ensañamiento mata a un hombre “infectado”. Una de las cosas en las que se destaca del film es la distinción de estos personajes, separados a lo largo de la película, luego se irán reuniendo en el transcurso de la trama. Todos están bien interpretados por actores y actrices canadienses como Marc-André Grondin, Monia Chokri y Micheline Lanctôt, entre otros. Siempre está la diferencia entre las películas distópicas en donde existen más vínculos entre los personajes, manifestándose más el drama como sucedió con Train To Busan. De las otras más enfocadas en los infectados en sí, que aterran a los protagonistas. En este caso hay un balance entre esos planteamientos presentando escenas con gran tensión y momentos sangrientos, como también diálogos naturales y circunstancias dolorosas para los personajes. Otro de los puntos fuertes es la fotografía (Steeve Desrosiers) que nos presenta impresionantes paisajes frondosos de bosques infinitos filmados en Ham-Nord, Québec, Canadá, la ciudad natal del director Robin Aubert. Aubert es el responsable de que estos componentes, una gran banda de sonido y el maquillaje por ejemplo, trabajen en conjunto de manera maravillosa entregándonos momentos de incertidumbre absoluta con los gritos desgarradores de los infectados. Se notó que él estaba familiarizado con todas las locaciones del film, como granjas, bosques, bunkers, praderas y minas del territorio, ya que cada ubicación está utilizada de forma eficiente durante toda la película. A pesar, de que solo por momentos aparenta ser un clásico film de zombies, existen situaciones que satisfacen a los fanáticos del género con enfrentamientos entre humanos e infectados bastantes intensos y violentos. El guion, escrito por el mismo director Robin Aubert, tiene también algunos sustos y elementos humorísticos pequeños, gracias a algunos diálogos, aunque el ambiente que reina en la cinta es sombrío y angustiante. Mencionados los puntos cautivadores del film, también hay que decir que no es perfecta. Los vacíos de la historia pueden ser vistos como interesantes, con la intención de dejar espacio a las elucubraciones del espectador, pero también podrían percibirse como huecos en el guion realizados para darle un toque diferente a los zombies. Hay situaciones que involucran a los infectados que no tienen mucha explicación más que la interpretación que les dará el mismo espectador. Además el guion abandona a una subtrama que parecía acompañar a la trama principal, para ser retomada hacia el final quitándole peso a los personajes que lo componen, ya que algunos tienen más tiempo en pantalla que otros. Con pequeños detalles que marcan la diferencia, esta pieza casi poética de suspenso nos hace seguir las hazañas de estos personajes con los cuales podemos sentirnos identificados o no, dejando mucho a la imaginación del público. Sin embargo el film es entretenido y diferente, siendo realizado con bajo presupuesto pero configurando muy bien todo ese misterio de lo que sucede junto a la atmósfera y elementos anteriormente mencionados.
Secretos Ocultos: Hola señor Thompson. Una original historia sobre los hermanos que adoptan el apellido Marrowbone para ocultarse en una casa y permanecer lejos de una presencia que los atormenta. Al contarles que la trama de ésta película trata sobre un grupo de jóvenes que permanecen en una antigua casa siendo aterrorizados por un ente desconocido, pensarán que están ante una clásica película de terror. Pero se sorprenderán al ver varios elementos interesantes dentro de este film. El título original de la película es Marrowbone, el cual es el apellido que esta familia adopta luego de que llegasen tres hermanos (Jack, Billy, Sam) y una hermana (Jane) a la casa de la niñez de su madre para comenzar una nueva vida. Los cinco miembros de la familia deciden olvidar el pasado y mirar hacia adelante. Pero su madre fallece, por lo cual deben mantenerse en ocultos hasta que el mayor, Jack, cumpla 21 años, por eso realizan una promesa de que todos permanecerán juntos, todos serán uno. y todo parece marchar bien, conocen a una vecina llamada (Allie), y siguen con sus vidas, hasta que sucede algo significativo y aparece el título del film para luego encontrarnos 6 meses más tarde en esa casa. Durante el recorrido de la historia habrá varios giros argumentativos. Los secretos que abundan son varios, desde ¿Por qué está eso ahí? ¿De que se escapan? Y muchas más. El guion escrito por el mismo director, Sergio G. Sánchez, juega con las expectativas clásicas que podríamos tener los amantes del género. Desde la aparición de una canción de The Beach Boys, y la tradicional acción de ocultar los espejos, la cual no es por la razón que uno imagina. Las respuestas a las preguntas que abundan en nuestras mentes son respondidas de manera satisfactoria. Sánchez, deja de ser el guionista de J.A. Bayona (Que aquí está como productor, pero se fue para Jurassic World: Fallen Kingdom) para dirigir por primera vez un escrito propio, el cual habla sobre la soledad, la familia, con pizcas de locura y el amor. No llega a ser igual de emocionante que la nominada al Oscar The Impossible (2012), ni tan terrorífica como El Orfanato (2007) pero rescata el sentimiento familiar y de pertenencia que a la vez estimulan esa sensación de soledad. El debut de Sánchez a cargo de la cámara resalta la belleza del paisaje, utilizando su tierra natal, Asturias – España -, y a la ciudad Tarrassa de la provincia de Barcelona, con pocas locaciones como la casa, teniendo la visión económica aprovechable para realizar el film. Asimismo con Xavier Gimenez como director de fotografía ayuda a retratar el sombrío trastorno que fluye en el ambiente. Los jóvenes personajes están muy bien definidos, desde el hermano mayor que se responsabiliza en cuidar a todos, llamado Jack interpretado por George Mackay (Captain Fantastic). El rebelde, Billy, que interpreta Charlie Heaton (Stranger Things), la hermana sensible y gentil, Jane, realizada por Mia Goth (Everest) y el niño asustadizo, Sam, que nos entrega los momentos con más tensión, siendo interpretado por Matthew Stagg (Macbeth). Además está la joven de la cual se enamora Jack, representada por “nuestra” Anya Taylor-Joy (The VVitch, Split) quien parece estar acostumbrada a tratar con cierto tipo de personajes. A lo largo de la película los giros dramáticos cambian la condición de la historia. Todo lo que inicia de una forma empieza a tornarse más y más tenebroso. Pasando por géneros como el drama y el suspenso. Este monstruo que atormenta a los hermanos es uno de los antagonistas del film, que puede que cambie de maneras de espantarlos pero en sí representa el pasado que los angustia. Toda la película es una oscuridad cubierta por un velo de iluminación bastante delicado y suave, que se ve abatido por el ente enigmático que nuclea la historia del film.
[REVIEW] Stefan Zweig, adiós a Europa: Lejos de casa. Se estrena una biopic sobre el intelectual austriaco Stefan Zweig, centrado en los años de exilio del famoso escritor y activista social. Estando tan lejos de casa recordamos el amor al que de ser un nativo de ese barrio padre que también nos vio crecer “Lejos de casa”- A.N.I.M.A.L. Stefan Zweig como judío se vio obligado a huir de su país debido al régimen nazi. En esta película biográfica seremos testigos de sus profundos conflictos con respecto a esa decisión, además de deambular por la mente de uno de los personajes más destacados del siglo XX. Al ser una biopic, el espectador más interesado en la vida de este hombre será el que ya conozca el trayecto de su huida, donde se refugió en París primero y, más tarde, en Londres, pero Zweig luego acabó huyendo junto a su esposa a Sudamérica, instalándose finalmente en Brasil. Aquí comienza el film, en el país contiguo a la Argentina, con un hermoso plano estático que nos muestra una mesa colorida y elegante siendo preparada por sirvientes. La fotografía del film es algo que se destaca en el trayecto, exhibiendo el estridente color verde de la selva brasilera. La dirección por parte de Maria Schrader (Aimée & Jaguar) la cual también es guionista, sobresale por momentos, retratando el dilema de Zweig con planos metódicos, con otro plano secuencia bellísimo e inteligente hacia el final del film, el cual involucra un espejo y la aparición de Gabriela Mistral. Además de la mencionada escena del comienzo donde resume todos los pensamientos de Zweig con respecto al rompimiento de barreras en lo cultural de cada país del mundo. Los primeros minutos de la película son los más interesantes ya que nos presenta la visión de Zweig ante lo sucedido en Alemania, y la vida que conlleva. En Brasil, el escritor, frente a muchas personas alrededor de la mesa, expresa su pensamiento y deseo de que haya paz en todos lados a pesar de las diferencias culturales, además de declarar que ve a Brasil como el futuro debido a su brillante manera de mezclar culturas. Lo atractivo del film también sucede en Septiembre del 1936 en Buenos Aires cuando el escritor visitó nuestro país para realizar conferencias de escritores. Allí tuvo reportajes con periodistas de diferentes países los cuales querían que opinen sobre Alemania, la que parece que se prepara para la guerra, debido al desenvolvimiento de Hitler. Pero él se negaba a declarar estando tan lejos de allí, expresándose con palabras dignas de un culto que deja en claro su pensamiento. Durante esta etapa hay varias frases dignas de anotar. Sin embargo su semblante emocional tambalea durante la película, al igual que el guion y la forma de contarnos mediante el uso de la cámara la cual resulta bastante soporífera por momentos. Pasamos de ir a Brasil en 1941, para ir a Nueva York y volver a Brasil, a la bellísima Petrópolis, el mismo año. En las tres separaciones narrativas Zweig es perseguido por su pasado, su país y amigos que quedaron al otro lado del océano. Algunas situaciones son poéticas gracias a la estupenda actuación de Josef Hader, intentando mostrar la culpa, la angustia, que sufre él, arrastrando a la película lo más que puede. La cámara con sus limitaciones traslada al espectador lo que Stefan Zweig percibe y siente durante todo el transcurso de la película, donde la pérdida de la identidad y la esperanza hace que la tristeza se vuelva un infierno cotidiano. Queda en el espectador que conozca o no al escritor si esto le parecerá interesante la historia de vida que intenta contar.
12 Horas Para Sobrevivir, el inicio: Purga para todos. Llega a los cines la precuela de la saga The Purge, donde apreciaremos la primera Purga realizada en los Estados Unidos. Desde la primera The Purge (2013) que sucedía todo en una locación, o The Purge: Anarchy (2014) logrando lo que pretendía el director con más dinero, y finalmente con The Purge: Election year (2016), vimos cómo iba desapareciendo de a poco el suspenso y el terror, enfocándose cada vez más en lo político, sin dejar de lado la acción. Además de otras curiosidades que hemos apreciado. El director y guionista de estas tres películas, James DeMonaco se destacó por haber creado este mundo no tan alejado de la realidad, explotándolo desde la mirada de las personas que sufren este evento anual que dura 12 horas donde todos los delitos, incluyendo el asesinato, son legales. Esta nueva película nos lleva a la primera Purga, y al porqué de este acontecimiento que empieza en Staten Island, un distrito de Nueva York, para luego, como vimos en las demás películas, se expandirá a la nación. La perspectiva en este caso está puesta en la falta de comida, trabajos y recursos que hay en el país de Estados Unidos, por lo que hay cambios en la presidencia, presentándose por primera vez el partido político de la NFFA (New Founding Fathers of America) que sirve como el villano de todas las películas de esta saga. Su objetivo es entregarle a la comunidad una oportunidad de catarsis, para liberar esa ira que ¿todos? llevan adentro, dándoles dinero a los más pobres que se queden en esta zona. La ciencia hace su pequeña aparición con el personaje interpretado por la siempre bella Marisa Tomei, como la arquitecta de ésta idea, intentando apreciar el comportamiento de la clase más carenciada de la ciudad. Pero obviamente el gobierno tiene otra finalidad mucha más deshumanizada. La mayoría de los personajes que sufrirán este propósito sanguinario son afroamericanos, como la actriz Lex Scott Davis (Superfly) que interpreta a Nya, la joven luchadora que está en contra de este plan del gobierno, y hermana de Isaiah, Joivan Wade (Doctor Who), cansado de vivir en el complejo de edificios en mal estado. Al centrarse este film en una ciudad devaluada que puede recordar a los monoblocks de la serie The Wire, uno de los personajes principales es el jefe de una pandilla que trafica droga, llamado Dmitri, interpretado por Y’lan Noel (The Hustle, Insecure), quien no le otorga demasiados matices a su personaje con su tiesa actuación, sino más bien le concede músculos y acción desmedida ante la realidad que enfrenta. La mayoría hace un gran trabajo salvando un guion que, en relación a las anteriores films, no se atreve a mucha originalidad y decepciona en ciertos aspectos. Sigue habiendo persecuciones, asedios y separaciones con mucha violencia. A pesar de poder definir mejor a los personajes a diferencia de lo vivido en películas previas, los villanos son o dementes psicópatas, o políticos blancos que hablan correctamente, o mercenarios con similitudes exageradas a la Gestapo que no parecen representar una verdadera amenaza. Salvo el psicópata de ojos muy abiertos llamado Skeletor, interpretado por Rotimi Paul (Dutch Kills), quien es el que mejor impresión da en esta precuela, aunque desafortunadamente no es utilizado en su totalidad. En 12 Horas Para Sobrevivir: El Inicio, James DeMonaco ya no es el director como en las anteriores tres, sino que permaneció como guionista. Lo reemplaza Gerard McMurray (Burning Sands) quien parece tener una diferente creatividad en algunos planos, filmando varias escenas y secuencias de manera correcta, entregándonos ciertas situaciones visualmente interesantes. Los diálogos siguen siendo el punto débil de DeMonaco a pesar de mejorar un poco la sobreexplicación que colmaban las anteriores películas. Aun así se nota que DeMonaco deja de lado a los personajes y los giros de la trama, porque parece estar enamorado de su premisa de un futuro distorsionado, la cual posee una semejanza cada vez mayor a la presente realidad de Estados Unidos con su nuevo presidente Trump, y el comportamiento de la fuerza policial frente a los afroamericanos. Habiendo algún que otro guiño al pensamiento gubernamental que seguro les recordará a algo más nacional. En esta noche de Purga, no hay consecuencias en agarrar a una mujer por sus partes íntimas (Como se logra ver en una escena con la protagonisa), del mismo modo que aparentemente no hay consecuencias en la política estadounidense para admitir tal comportamiento (Refiriéndose a lo dicho por Trump). También habrá muchos elementos cercanos a la realidad del país del norte, que tienen que ver con los neonazis, capuchas KKK, banderas confederadas y asesinatos en masa. Se conservan la sangre y asesinatos de los anteriores films, pero no ocurren escenas de suspenso que te mantengan tensos en el asiento, más allá de algunos momentos de Isaiah, y personajes recorriendo las calles distópicas. Así se vuelve una película bastante predecible, sin que se destaque alguno de los géneros. Ya que la película exhibe la acción mezclada con pizcas de suspenso, y asesinatos brutales y entretenidos, además del drama que sufren los protagonistas. No es para nada una mala película, al demostrar una motivación política clara y personajes definidos, pero no muestra nada nuevo y decepciona en ciertos aspectos que podrían haber sido mejor desarrollados. Como el elemento de ciencia ficción que pudo distinguirse más con las grabaciones realizadas por gente del gobierno, diferenciando aún más a los locos de la gente común. O también se podría haber utilizado los lentes de contacto que tienen que utilizar los voluntarios, como un punto de vista diferente tanto en términos técnicos como narrativos. O usar más la escena de un afroamericano siendo golpeado por policías enmascarados que dura tan poco que ni siquiera se merece una advertencia de spoiler. Entre otros tópicos mencionados anteriormente. Aunque quizá todo esto sirva como premisa para explorar aún más en la serie que pronto estrenará. Para algunos podrá ser una película más de la saga, y para otros puede ser la mejor de todas ellas porque agrupa el encierro de la primera, el exterior deteriorado y las calles de la segunda, además del tema político de la tercera, atreviéndose a ligarlo mucho más con la realidad. Pero sin destacarse en ninguna, y sin ninguna novedad en la trama. Solo falta que la vayan a ver y saquen sus conclusiones.
Paranormal: Cómo podría haber sido una película de terror con Stephen Hawking. Un film con poco presupuesto, con pocas locaciones, una mujer sin poder hablar más que por una computadora, bastantes vulgaridades del género, llega a los cines argentinos. Comenzamos en un hospital. Un hombre extraño corta las uñas a una nena dormida en una cama. Le inyecta algo, no sabemos qué. Las uñas las coloca en un sobre que dice Caitlin ¿el único indicio que tenemos de la protagonista? No, porque la protagonista se llama Dana. Dana Milgrom, para ser más exactos, una entrenadora de corredores en pista. Hasta que sufre un accidente la que la deja paralizada y atrapada en una cama de hospital. Paranormal o “Nails” es el debut en la dirección para Dennis Bartok, quien ya escribió otro film pequeño como Trapped Ashes (2006). Tardó bastante en volver a guionar, y se nota. A pesar que en este film tiene como co-guionista a Tom Abrams (Ganó una mención especial en Cannes por un corto que filmó y escribió en el año 1989), la película no se sostiene a lo largo de las peripecias que soporta la protagonista. Ella solo podrá comunicarse a través de un programa de voz artificial y enganchada a una máquina de respiración. Pero como espectador, nosotros lo que más debemos soportar son las malas actuaciones y los deficientes diálogos. Ella está convencida de que una presencia aterradora llamada Nails existe dentro de su habitación de hospital. Nadie la cree, ni siquiera su propio marido, que piensa que está sufriendo un colapso mental. A medida que su matrimonio se desintegra y su control sobre la realidad comienza a destrozarse, Dana lucha para convencer a los médicos y al personal de que Nails es real y tiene la intención de destruirla. Este comienzo prometedor decae a los pocos minutos. Lo que podría ser una especie de Stephen Hawking enfrentándose a un espíritu, se convierte en un film lleno de lugares comunes. Las actuaciones no transmiten nada más que frialdad, más aún en los personajes secundarios como el enfermero (Ross Noble, vinculado más a la comedia) o el marido de la protagonista. Ella, Dana, interpretada por Shauna Macdonald (The Descent, Filth) es la que sale flotando en este barco que se hunde cada vez que pasan los minutos. Teniendo características como The Bride de Kill Bill, hasta pequeños momentos que hacen acordar a ese clásico de Tarantino. El ritmo del film empieza ágil, al conocer al monstruo/espíritu (al que llaman Nails, uñas en inglés) velozmente. Aquí vemos lo más destacado de Paranormal, lo que no quiere decir que sea algo majestuoso a la vista. El buen maquillaje de los golpes de la protagonista, además de Eric Nilsson/Nails, interpretado por Richard Foster-King. Hay películas en la que no son necesarias tantas locaciones para lograr una gran película. Miren a The Room, La Habitación del Pánico, entre otros grandes films. En este caso, pasa mayormente en un hospital, espacio que no es muy bien utilizado, con una cámara especialmente estática. Asimismo, la edición parece burda, intentando asustarnos, con los clásicos “jump scares”, pero también presentando cortes en las escenas sin mucho sentido. Finalmente, la historia no es tan original como podría haber sido. Las subtramas no sostienen para nada los huecos que deja la película, y pareciera que el conflicto se podría haber resuelto solo con haberla cambiado de habitación. Igualmente, las acciones se vuelven más inverosímiles llegando a la conclusión de la película, a pesar de adentrarnos en la estructura creada por el guionista.
Ritual: Juguemos en el bosque mientras el lobo no está ¿Lobo está? Nada más alejado que un lobo es lo que enfrenta este grupo de amigos que se pierden en un bosque. Una película compuesta por conflictos internos y elementos habituales del suspenso y el terror, pero utilizados de forma pertinente entreteniendo al público hasta el final. Un grupo de amigos intenta decidir a donde viajar. Ellos son Luke, Phil, Hutch, Dom y Robert. Con pocas líneas de diálogo ya empezamos a distinguir a un personaje del otro, y con pocos minutos ya sufren una tragedia. Uno de ellos muere de una forma muy violenta, por lo cual emprenden un viaje de senderismo por los montes de Suecia para rendirle un homenaje. La tragedia repercute en todos, pero mayormente en Luke, interpretado por el quizá más reconocido actor de los 5, Rafe Spall al cual podemos recordar en The Life O Pi, Hot Fuzz o del capítulo de Black Mirror: White Christmas. Los demás actores, Paul Reid, Sam Troughton, Robert James–Collier y Arsher Ali acompañan correctamente los trastornos del protagonista cuando entre todos deciden internarse en un bosque para acortar el camino. La oscuridad, los árboles interminablemente altos, y cabañas extrañas son la vulgar atmósfera en donde ellos son acechados por una presencia aterradora. En esta película que, más allá del clásico suspenso, trata sobre decisiones que tomamos y los miedos que sobrellevamos, el director David Bruckner trae su pieza cinematográfica más lograda hasta el momento. Siendo su primer largometraje en solitario, debido a que en su dirigió un segmento de VHS (“Amateur Night”) (2012), para luego hacer un film con historias cruzadas llamada Southbound (2015). Siempre ligado al terror, en este caso con Ritual crea una pieza simple pero con mucho más intriga que en la película Southbound. La diferencia es que es bastante más clara y simple, además de seguir solo una historia, enfocándose en un personaje, a diferencia de Southbound donde había una mezcla de guionistas y directores. Con The Ritual, el director demuestra que puede filmar paisajes preciosos, de grandes espacios, como a la vez lugares oscuros y reducidos. Con una bellísima fotografía y una mezcla de sonido adecuada, además de una edición precisa, la película The Ritual le sirve a Bruckner como un buen comienzo para una quizá prolifera carrera. En este caso el guionista es Joe Barton (La serie Humans y la película Mercy), quien fue el encargado de adaptar la novela homónima del 2011 de Adam Nevill. La trama durante el transcurso de la película no pretende ser original, sino más bien atrapante, con un suspenso logrado que te mantiene delante de la pantalla queriendo saber si lograrán salir vivos frente a aquel monstruo estremecedor. Algunos podrían tomar la falta de información en la bestia que los persigue como intrigante, otros como falta de valentía para escribir algo más inédito. El acoso de ésta bestia es una incógnita a lo largo del film hasta cierto punto. La revelación obviamente tiene algo que ver con el título, pero es aquí donde le agregan un condimento interesante. La presencia que los atormenta tiene que ver con la mitología nórdica, siendo más específico a Loki. No me refiero al Loki de Tom Hiddleston, sino al verdadero Loki el cual engendró a varias criaturas dignas de cualquiera pesadilla. Al ser descendiente de este Dios nórdico, el monstruo se lo considera caótico, y muy antiguo. Teniendo en cuenta la naturaleza del engendro, esto genera que la confrontación final resulte algo torpe e inverosímil, pero aun así no lastima tanto a la película que mantuvo su atractivo durante su desarrollo. Una historia de fondo que inspira la imaginación, un buen elenco, un conflicto interno en los personajes bien desarrollados y una atrapante fotografía, convierte a Ritual como una afable carta de presentación para el director, a fin de encabezar futuras películas dignas de llegar a la pantalla grande.
Los Increíbles 2: Han pasado 14 años… Brad Bird lo hizo de nuevo. Nos entretiene colocando problemas familiares de jóvenes y adultos, como a la vez divertirnos con estupendas escenas de acción. Han pasado 14 años de la primera película. En ese entonces no sabíamos que esperar. Era un film de superhéroes animados, pero recordemos que tampoco había tantas películas con personajes con superpoderes como en la actualidad. Existía el Spiderman de Sam Raimi y el Batman Begins de Nolan recién comenzaba al año siguiente, en el 2005. Esa cuota de sorpresa y originalidad, mezclando la familia con superhéroes fue vital para que el film Los Increíbles del 2004 fuera muy exitoso. Ganando 2 premios Oscar incluyendo mejor edición de sonido, y mejor película animada. Brad Bird fue el genio detrás de aquella maravilla que mezclaba gran animación con una buena historia. Ahora en Los Increíbles 2 él vuelve a estar a cargo, luego de su fallida Tomorrowland (2015), y en este caso la película no se queda atrás para nada. Es más, podría decirse que gracias al avance tecnológico desde aquel entonces, este film animado tiene secuencias de acción excitantes que siguen acompañando a la dulce historia familiar que nos tenía acostumbrados. En Los Increíbles 2 todo comienza desde donde nos dejó la primera película allá por el 2004, desde que Violet recibía un acercamiento de un joven del colegio, y Dash corría en la competencia de atletismo. Pero ese final feliz era interrumpido por la aparición del villano “El Subterráneo”, entonces la familia se ponía sus máscaras preparándose para la batalla. Este enfrentamiento es la primera secuencia de acción que obtenemos y se ve, justamente, increíble. Lo que genera este combate son muchos destrozos en la ciudad, y otros desaciertos que deshacen el programa en el que estaban envueltos en la anterior película con el personaje Rick Dicker a la cabeza. Entonces al estar los superhéroes prohibidos, aparece una segunda opción liderada por Winston Deavor y su hermana Evelyn, que quieren realizar un plan para que los superhéroes vuelvan a ser bien vistos por la población. Los personajes siguen siendo complacientes a la vista, tanto para adultos como para los niños. Desde el papá y la mamá, Bob Parr (Mr. Increíble) y Helen Parr (Elastigirl) con Lucius Best (Frozone) como compañero, hasta los niños Violet Parr, Dashiell Parr (Dash) y Jack-Jack Parr. En esta secuela aumenta el protagonismo por parte de la madre, Helen, que debido al plan de los mencionados hermanos Deavor, ella debe enfrentarse a los villanos mientras deja a Bob a cargo de la casa, y de cuidar a los hijos. Entonces las diferentes tramas a resolver consisten en Bob intentando controlar a la hiperactividad de Dash, los problemas adolescentes de Violet, y por si fuera poco a la aparición de los nuevos superpoderes de Jack Jack, quien nos entrega las escenas más hilarantes de la película. Todo esto mientras Helen lucha contra un nuevo villano Screenslaver o “Esclavo de la pantalla”. Uno de los componentes para que sea una buena historia de superhéroes es que el villano esté a la altura. En este caso, la vuelta de tuerca que existe en Screenslaver es bastante predecible pero muy bien hecha, y con una historia detrás de éste villano intrigante y una visión con sentido común, con respecto a cómo las personas dependen de los superhéroes en vez de salvarse a sí mismos. Por lo cual entendemos el odio que les tiene a los protagonistas. Las actuaciones vocales (En inglés) de Craig T. Nelson (Bob Parr), Holly Hunter (Helen Parr), Sarah Vowell (Violet), Huck Milner (Dash), Samuel L. Jackson como Frozone y la adhesión de Saul Goodman, mejor dicho, Bob Odenkirk como Winston Deavor, entre otros, son estupendas y encajan perfectamente en los personajes. Solo esperamos que en los cines argentinos tengamos la opción de elegir ver esta película subtitulada. En fin, Brad Bird con su guion entretenido sabe usar a sus personajes sin caer en la copia de otras películas de superhéroes. Las secuencias de persecución dignas de grandes películas de acción, momentos de excitación para que la familia se reúna y derrote al villano, todo acompañado por una gran banda sonora gracias a Michael Giacchino, al igual las escenas de comedia, divierten tanto o más que la primera película. Sin dejar de lado el corazón familiar de la película. ¿Por qué no 10 en el puntaje? Porque tardaron 14 años, pero valió la pena la espera.
Ocean’s 8 – Las estafadoras: Un robo decepcionante. Llega la versión femenina del icónico film de robos, con estupendas actrices desaprovechadas, un guion errado y extrañando a Soderbergh. Cuando haces una diferente versión de una gran película, tomando hasta el nombre y personajes de ese film al cual haces referencia, hay que tener en cuenta que estás adaptando. Tomar el título, la misma base de robos y grupo de gente, conlleva que el espectador llegue con una predisposición al film, trayendo consigo una gran expectativa, debido a que la trilogía Ocean’s 8 (Preferiblemente la primera) es una de las mejores películas sobre robos que se hayan hecho. La comparación va a estar a la orden del día. Los realizadores de Ocean’s 8, las actrices, los guionistas, y todos los responsables de esta película sabían esto, por lo que genera una gran decepción al espectador. A la vez podríamos esperar algo nuevo con respecto a robos, o algo aún mejor que la versión de Clooney y Pitt, pero la película no llega ni a ser original en ningún sentido. El film comienza con una buena presentación de la protagonista, Debbie Ocean, la hermana de Danny Ocean, que recién salida de la cárcel decide realizar un robo que estuvo planeando por mucho tiempo. Ella desea robar un collar valuado en más de cien millones de dólares de la MET Gala de Nueva York. Pero antes de planear eso, el film nos presenta una secuencia de ella obteniendo lo que quiere sin ningún problema. Aquí hay ritmo, una buena edición combinada con una entretenida música, clásica de la saga Ocean. Hasta ahí la película se ve prometedora, pero luego ella quiere juntar a un grupo de mujeres para realizar el robo del collar. La adrenalina del robo existe pero dura poco, y las sorpresas que quieren emular de las otras películas de Soderbergh no impresionan. Esto quizá suceda porque en Ocean’s Eleven (2001) seguían la historia implementada por los guionistas originales (George Clayton Johnson, fallecido en 2015, Jack Golden Russell, Harry Brown, Charles Lederer) donde el robo era a unos cinco casinos de Las Vegas. En la Ocean’s Twelve (2004) decae el nivel, pero tienen a un regio guionista como George Nolfi (The Bourne Ultimatum, The Adjustment Bureau) y en Ocean’s Thriteen (2007) vuelve a subir la calidad del film, pero sin llegar a lo icónica que fue la primera. Lo que salvó a estas dos últimas películas fue la calidad de Steven Soderbergh en dirigir e implementar esas secuencias de montaje con música, para no aburrirnos en la preparación del robo, además de encariñarnos con los personajes desde el primer film. Cuenta también la habilidad de dirigir a varios personajes en una película como lo hizo en Traffic (2000) que le valió un Oscar, o el equipo detrás de cámaras que juntó, como el excelente editor Stephen Mirrione (Birdman, Babel, The Revenant) En cambio el director Gary Ross (Los Juegos del Hambre – 2012), que también es guionista, se deshace de aquel ritmo prometedor mostrado al principio de Ocean’s 8, para ir hacia su cadencia tranquila con respecto a la narrativa, algo parecido a lo que vimos en su última película Free State Of Jones (2016). Ocean’s 8 no es lenta, sino que más bien su regularidad en la narración no es acorde al tipo de película esperada. Quizá por eso además está como co-guionista Olivia Milch, (quien recién empieza su carrera dirigiendo un film llamado Dude – 2018, donde un grupo de adolescentes tratan con la vida después de la secundaria), intentando imponer en Ocean’s 8 una dinámica entre mujeres que en este caso no parece natural en ciertos momentos. Ross, igualmente, tiene galardones en que apoyarse, al ser nominado como mejor guion original en la película Quisiera Ser Grande (1988) o Dave (1993), también nominado a mejor guion adaptado y mejor película con Seabiscuit (2003). Con éste último film quizá distingamos como puede mostrar lo emocionante que son las carreras de caballos, transferido al robo de Ocean’s 8 que realizan las protagonistas. Ellas y la trama… Teniendo una gran cantidad de talento actoral, hay muchas situaciones desperdiciadas. Desde Sandra Bullock interpretando a Debbie quien es la que lleva la película con su liderazgo organizativo frío y calculador. Hasta Lou, la bellísima Cate Blanchett que es casi como imitar al personaje Rusty de Brad Pitt, pero sin tanto enfoque en ella. Todo comienza con la presentación de los personajes y una secuencia de montaje alejadísima al film de Soderbergh. Mindy Kaling (The Office) es Amita la experta en diamantes, Sarah Paulson (AHS, Carol) es Tammy, la clásica ex ladrona que quiere estar con su familia y alejarse de ese mundo, pero a la vez no lo logra, siendo muy fácil introducirla en el grupo. Akwafina (Neighbors 2) tiene más original su nombre que al personaje Constance que interpreta, la estafadora con mano veloz, al igual que Rihanna la hacker o pirata informática llamada “Nine ball” que sabe muchas cosas más que las protagonistas con más edad que ella. Dos personajes habituales en estos films como necesarios para lograr su cometido. El comodín que podría haber salvado la mano es el personaje de Helena Bonham Carter llamada Rose Weil, la diseñadora cuya carrera decae, por lo que Debbie y Lou recurren a ella para tener una forma de llegar al collar. Pero no llega a sorprender demasiado, forzando situaciones cómicas. Y finalmente la quizá mejor de todas, pero también de las más desaprovechada, Anne Hathaway interpretando a la modelo Daphne Kluger, a la cual quieren usar como elemento sorpresa pero desde el título, hasta el tráiler, ya te spoilea ese giro “inesperado” que nos quieren generar y que llega hacia el final de la película. El guion no ayuda. Las actrices no pueden hacer demasiado con unos diálogos básicos diluidos en agua, sin nada de vodka en ellas, haciendo referencia al trabajo que realizaba Lou antes del robo. Intenta implementar algunos conversaciones graciosas, pero algunas no funcionan, y otras te pueden generar una pequeña sonrisa. Pareciera que la película no pudiera hacer alarde de si misma, como sucedió con Julia Roberts cuando interpretaba a un personaje que se parecía a Julia Roberts en una de las anteriores películas de Oceans. La trama posee algunos huecos incómodos de ver, con personajes que realizan una acción, pero luego no sabemos cómo logró su cometido sin que la atrapen. Los tradicionales obstáculos que tiene que tener la preparación de un robo son resueltos de manera rápida, fácil y muy simple. De la nada aparece alguien que sabía hacer la tarea que necesitaban, y con una simple explicación, sin ni siquiera jugar con la cámara, ya es resuelto. Todo lo que puede ser normal en ciertas películas de robos grupales, pero en este caso a veces resultan aburridos, quizá por no estar acompañados con la cámara o edición. Por ejemplo, lo divertido del hacker que tenían los Ocean’s Eleven, fue que era torpe y nervioso, en este caso Rihanna lo hace demasiado bien, sin ningún problema, y hasta buscaron cualquier excusa para que salga de su combi donde operaba el robo, y así en una secuencia poder mostrar su cuerpo exuberante con un vestido brillante. Otro tema del guion es que no había un antagonista claro hasta un poco más de la mitad del film. Aparece James Corden casi hacia el final, pero ya es demasiado tarde. Eran solo ellas realizando un plan, y resolviendo todo sin ningún problema o sin ver un posible problema a futuro. No había sentido de peligro, ni de inmediatez. Sin embargo, hay algunos momentos divertidos e intrigantes. Entretiene a pesar de su estructura y narrativa excesivamente industrial. El Robo Durante la preparación podríamos decir que a diferencia de los otros robos de Ocean´s, parece mucho más accesible. No hay helicópteros, o grupos de seguridad máxima para hacerse pasar por ellos. O no hay mini coopers que manejar por trayectos angostos, o tampoco hay necesidad de poseer artefactos tecnológicos complejos (Solo una impresora 3D). Pero tampoco, como se mencionó, hay sentido de peligro. Es como si el espectador estuviera esperando a ver como roban el collar sin mucha oposición, lo cual puede resultar aburrido, o puede ser como algunos otros films genéricos de atracos grupales. Hasta que llega el momento del robo, que es lo mejor de la película, a pesar de seguir con las fórmulas ya vistas, pero su escasa duración deja con ganas de más. Aquí si hay adrenalina, sin embargo también es en donde aparecen los agujeros del guion mencionados anteriormente. Solo resultó ser una película más de robos, y hasta quizá por debajo de la media. Finalizando se podría decir que los cameos no son para nada distinguidos, con excepción de dos personajes de las anteriores películas de Ocean’s, pero ninguno de renombre. Otra diferencia con la primera película de la versión masculina, es el final que genera una sensación de que por el resto de sus vidas, los personajes nunca tendrán que volver a trabajar. Mientras que en Ocean´s 8 el final dejó con ganas de mucho más, de que vuelvan a trabajar y a explotar aún más el talento de las grandísimas actrices que componen esta película. Para que Debbie y Lou puedan maquinar un robo por fuera de la sencillez de la industria, creando ese mundo difícil de conseguir y que pareciera que, desgraciadamente, solo existe para los hombres.
Pesadilla en el Infierno: Delirio cautivador. Pascal Laugier trae su nueva película con los componentes clásicos del terror pero con una vuelta de tuerca interesante, dándole un golpe de aire putrefacto que honra y atrae a los fanáticos del género. Cuando uno escribe historias con un comienzo, desarrollo y final, se adentra en ese mundo para hacer catarsis, o solo para despejar su mente de otros males de la realidad u otras miles de razones más personales. Lo importante es que el lector, o en este caso espectador, también entre en ese mundo. El director y guionista Pascal Laugier logra que nos metamos en este ambiente aterrador y desesperante, para a la vez sentir lo que las protagonistas sufren. Una de las personajes, Vera, es fanática de Lovecraft, quien junto a su hermana, Beth y su madre Pauline heredan una casa que pertenecía a su tía. El film comienza con algunos clásicos “jump scares”, o esos cambios bruscos en la música o situaciones que pueden asustar a alguien. Pero a los pocos minutos ya presenciamos el terror y exasperación, cuando en la primera noche en la casa, ellas son atacadas por extraños en la casa. Entonces se enfrentarán a estos asesinos, uno que parece un bebe ogro gigante, y otro un hombre vestido de mujer que maneja un pequeño camión de golosinas. Podría parecer como la clásica película de terror, pero el film es atravesado por cambios en la linealidad, habiendo saltos en el tiempo que no marean, además de bastante imaginación, originalidad, problemas psicológicos y bastante sangre. El director Laugier siempre coloca a fuertes protagonistas mujeres en sus films. Desde la reconocida Martyrs (2008) con Morjana Alaoui y Mylène Jampanoï, o The Tall Man (2012) con un gran trabajo por parte de Jessica Biel. En este caso, gracias a los saltos en el tiempo, las dos hijas tienen diferentes edades, por lo que las interpretan diferentes actrices. Se destacan en ambas puntas, desde las más pequeñas como Emilia Jones (Vera) y Taylor Hickson (Beth), hasta las más adultas como Anastasia Phillips (Skins) quien interpreta a Beth y Crystal Reed (Teen Wolf, Skyline, Gotham) como Vera. Ésta última quizá resaltando un poco más que las demás debido a su capacidad de representar tanto angustia como alegría sin recurrir a la sobreactuación. Ambas hermanas tienen una relación que evoluciona a la par que la película se torna mucho más oscura y desesperante. Todo eso siempre unidas por las situaciones, y acompañadas por la buena actuación de la madre Pauline, interpretada por Mylène Farmer, que es mayormente reconocida por trabajar en la musicalización de películas, siendo actriz ocasionalmente. En este film, como en sus anteriores, el director sigue enfocándose tanto en la fragilidad humana como en la fragilidad psicológica, apreciando los rastros que dejó en The Tall Man. La supervivencia mezclada con esos psicópatas monstruosos (Aplausos para Kevin Power y Bob Archer) que aterran a nuestras protagonistas, son la base de esta pesadilla. También el director continua mostrando una buena fotografía, con una paleta de colores siniestro característica, ahora gracias a Danny Nowak. El maquillaje está realizado de forma precisa, con las caras y manos sucias de sangre, otra particularidad de las películas de Pascal, salvo que en este quizá no sea tan sangrienta como The Martyrs, pero sí es inquietante. Hay escenas de torturaciones que tienen una puesta de escena aterradora con muñecas alrededor, además de todos los adornos de la casa que incomodan a cualquiera. La banda de sonido es algo que se destaca en esta película, sincronizada de forma estupenda con los sustos como también con los momentos de desesperación, acompañando al dinámico ritmo de la película que no aburre para nada. Lo que nos mantiene despiertos y atentos a la pantalla es esa vuelta de tuerca impuesta por el guion de Pascal Laugier, dejándonos ganas de saber cómo se resuelve esa peripecia. Al jugar con la mente de una de las chicas, la película tiene un potencial de incertidumbre, de hasta dudar de si eso sucede o no, lo que entretiene al espectador.