Rodearse de las personas indicadas siempre es de buen augurio. Al fin una brisa de aire fresco entre tanto film ‘de relleno’ y la prueba de que no se necesitan ni grandes efectos, ni grandes locaciones, ni nada que sean tan grande como para escribir una historia que haga historia. Sí, está basada en un libro, por ende el aplauso debería ir para su autor, pero qué me dicen de la adaptación a la pantalla, el casting y lo bien que está filmada. El Lado Luminoso de la Vida (Silver Linings Playbook, 2012) es, sin duda alguna, una merecida y digna contendiente de todos los premios a que sea nominada. Casi sin momentos predecibles, con un humor inteligente, un elenco más que acertado y mensajes implícitos por doquier, ésta película es una muy linda opción para no perderse y una gran candidata del año que pasó. Resulta que Pat (Bradley Cooper), acaba de salir de una institución mental luego de 8 meses de ‘cautiverio’ gracias a la confianza que su madre deposita en él, y decidido a revertir aquello que lo arrastró hacia ese estado de ebriedad medicamentosa. El joven está bajo una orden de restricción que le hizo colocar su mujer luego de que casi matara a golpes a su amante en medio de un incómodo y sorpresivo descubrimiento: relaciones en la ducha. La bipolaridad de Pat se adueñó tanto de su mente a partir de ese momento, que ni siquiera puede escuchar una canción que fue símbolo de su boda y que tocaba en el mismo momento en que se enteró que Nikki lo engañaba. Por suerte para él, su familia, amigos y demás gente que lo rodea está dispuesta a ayudarlo a revertir su agotadora situación, mientras Pat hace todo lo posible por mejorar y demostrarle a Nikki que es, nuevamente, un hombre de fiar. En medio de este caos de emociones (claro, no crean que fue tan fácil traer al nene de vuelta a casa) aparece su vecinita Tiffany (Jennifer Lawrence) dispuesta a crear un vínculo con Pat, pese a lo ciego que se encuentra el pobre. De a poco, las cosas se van ablandando, aunque no sin ciertos incidentes y con el padre de la familia (Robert De Niro) cada vez más obsesionado con las apuestas hacia su equipo de fútbol favorito: los Philadelphia Eagles. Patrizio perdió su trabajo desde que su hijo se encontraba ausente y comenzó a destinar todo su dinero al azar de este juego. Y mientras su trastorno para con el deporte sigue creciendo sobre el fundamento de que ‘Pat Jr.’ es un amuleto de la suerte, el joven encuentra una actividad que lo empieza a equilibrar positivamente o ‘excelsior’ como a él le gusta decir. Tiffany y Pat hacen un trato, el cual consiste en que sea su compañero de baile para presentar una coreografía en un certamen anual, a cambio de que ella le entregue a Nikki una carta escrita por él. El acuerdo queda cerrado, y la joven se convertirá en un exigente ‘partenaire’ no sólo para Pat sino para toda la familia. Es que, muy a pesar del karma con el que carga Tiffany luego de que la trágica muerte de su marido se transformara en un disparador de salvajismo sexual culpa del cual fue despedida de su trabajo, ella se convertirá en el cable a tierra de esta historia en la que se hilan perfectamente un montón de contenidos para dar como resultado un final impredecible y un hermoso mensaje alentador que te deja pensando por un rato; dilucidando un montón de detalles tan bien colocados que hasta el espectador, quien ve todo desde afuera necesita procesar. Difícil de encasillar en algún género particular, El Lado Luminoso de la Vida le hace honor a su título dejando en claro que no todo tiene que brillar para ser oro, excepto el amor.
Ralph rompe los límites de la imaginación y se lleva fichas extra. ¿Cuántas veces fuimos a las maquinitas y nos desilucionamos ante una pantalla que rezaba 'Insert Coin' o 'Game Over'? A cualquiera de nosotros nos puede haber sucedido, pero seguro que ninguno se puso a pensar qué pasaba allí dentro mientras regresábamos a casa. Esa es la premisa de Ralph El Demoledor (Wreck- it Ralph, 2012) la nueva joya de Disney que tiene mucho para ofrecer, sobre todo a los amantes del arcade. No siempre que vamos al cine a ver una película de animación digital nos encontramos con material totalmente original, ya que por éstos días hay, y mucho, de aquello que dice llamarse secuela. Sin embargo, el tema central de este nuevo film son los videojuegos, cosa que hasta ahora no habíamos tenido el gusto de disfrutar. Ralph es el chico al que se lo considera el malvado; su función en el juego es destruir todo un edificio hasta que llega el empalagoso en bondad de Felix con su martillo mágico a arreglarlo. Fix it Felix es su hogar pero como cualquier persona, él tiene sentimientos y se siente solo y abandonado mientras todos los buenos del juego se unen en festejo. De pronto, el maloso se da cuenta que para ser aceptado en el otro grupo, debe ganar una medalla dorada y pese a que nadie le cree, abandona su propio juego para salir a buscar esa joya preciada. Así es como comienza el caos en 'juegolandia', cuando el grandote anda metiéndose en otras pantallas y en muchos líos con tal de que el resto lo deje de considerar un sucio gigantón. Claramente la historia tiene una metáfora (cuándo no) de la propia existencia humana, reinada por la indiferencia, la discriminación y el prejuicio, y sin grandes esfuerzos logra transmitir un mensaje alentador para todos aquellos que, lamentablemente, son tildados de diferentes y dejados a un lado sin siquiera ahondar un poquito en su propia historia. Los guiños hacia el mundo de los videojuegos son constantes claro; aparecen y son mencionados un montón de personajes de los clásicos arcade y cada uno de ellos se diferencia por la calidad de sus gráficos. Es muy divertido ver cómo se mezclan habitantes de todo tipo en una estación central que les sirve de nexo para abordar el tren a su correspondiente y próximo juego; es el único lugar donde vemos a los protagonistas de diversas cantidades de píxeles encontrarse en un sitio en común. Pero regresando a la premisa de la película, el pobre de Ralph hasta tiene que asistir a terapia de grupo para que su mente descanse un poco del basural en el que vive y aunque nos de algo de penita, es inevitable reírse con todos los ejemplares considerados 'el malo de la película' que van a apoyarse el uno al otro para ayudarse. Por suerte, el bueno (¿o el malo?) de Ralph se codea con su faceta de goodfella y hace su aporte bondadoso donde otros pequeñines lo estaban necesitando. Sin más, Ralph El Demoledor es una de las grandes opciones para ir a ver al cine y cerrar otro año lleno de películas esperadas, en el que el conglomerado de Disney siempre reina con alguno de sus productos ¡Outstanding!
Si te vas a obsesionar con una persona, tratá de que no sea alguien tan complicado. Su nombre original es W.E., lo cual tiene sentido ya que tal sigla significa 'Wallis & Edward', nombres de quienes constituyeron el llamado 'Romance del siglo'. Madonna volvió al cine escribiendo, dirigiendo y produciendo este film en el cual no actúa y tan sólo canta una canción al final. Desde el comienzo y por un largo tiempo me costó entender qué rol ocupaba cada mujer protagonista de la historia, ya que se mezclaban dos personajes femeninos fuertes en distintas épocas a lo largo de la trama. Ya avanzada la película entendí que en sí no se relacionaban, pero estaban unidas por el destino; un destino marcado por el desamor, la frustración, la vergüenza, la tristeza y muchos sentimientos de dolor. Resulta que por los años '90, una mujer llamada Wally se encuentra en crisis con su pareja y mientras hace fuerza para aguantar el difícil momento, guía su instinto basándose en una famosa historia de amor que escandalizó a la familia real inglesa en años previos a la Segunda Guerra Mundial. Se trata del prícipe Edward, Duque de York y hermano de George VI (el famoso rey tartamudo) que se enamoró de, por así decirlo, una plebeya. El romance fue un total escándalo, ya que el futuro rey estaba tan enamorado que decidió renunciar al trono y a su pueblo para seguir a esta joven mujer de clase media. La película oscila entre ambos tiempos entre flashes de fotógrafos y la Wally de nuestra época que asiste religiosamente a una muestra con todos los objetos que le pertenecieron a la famosa pareja, próximos a ser subastados. En ese contexto conoce a un hombre de nacionalidad rusa, quien trabaja como guardia de seguridad allí y se interesa por ella. Y mientras su matrimonio se desgasta cada vez más y empeora en cuanto a violencia, Wally nos cuenta desde su perspectiva por qué el romance de los duques significa tanto en su vida. La realidad es que hay que ahondar bastante para entender cómo una mujer se puede obsesionar así con una historia que le supone tan lejana y cuando sólo hay un instante en que la protagonista explica que su abuela y su madre poseían el mismo 'problema' y por eso fue que la llamaron como la duquesa. El film tiene momentos que penden de un hilo, sobretodo cuando el 'alma' de la verdadera Wallis se aparece cerca de la protagonista y le da consejos. Hay que destacar que está bien filmada y que si la dirección recayó absolutamente sobre Madonna, es para felicitarla. La música es muy poderosa y el vestuario recuerda mucho a la Reina del pop, ya que abunda el encaje. Sí está bien marcada la diferencia entre lo que sucedía allá por los años '30, donde el ambiente que rodeaba a la realeza era un desborde de fiestas elegantes y alocadas, gente falsa por conveniencia, bebida de la buena y cigarrillos. Todos excesos glamorosos comandados por Edward, un hombre que para algunas mujeres resultó de ensueño y que no puede evitar ver en él a un joven Ian McKellen. ¿La historia se resuelve para ambas Wallis? Sí. ¿Y con finales felices? Más o menos. Tenés que verla y sacar tus propias conclusiones, pero en lo que a mí respecta, si no fuera por los buenos momentos 'de época' que tiene la película, diría que es una mezcla entre El Discurso del Rey, Cabaret y cualquier drama contemporáneo y romanticón, ya que no se termina de dilucidar el verdadero fin de lo que se quiso contar, sobretodo porque el final no fue para nada lo que me esperaba. @CinemaFlor
Qué difícil que es aceptar algunas cosas… Por suerte siempre hay alguien que desde afuera ve la realidad sin distorsiones. Calificación - 2.5/5 Personalmente prefiero a Clint Eastwood detrás de las cámaras o, en su defecto, haciendo ambas cosas. Sin embargo, siempre es bueno verlo gruñir en pantalla. El director del film (Robert Lorenz) no hizo un mal trabajo, pero sí se nota la falta de experiencia, ya que básicamente siempre ha trabajado como asistente o como productor ejecutivo. Sin embargo hay momentos de profundidad narrativa muy emotivos con un sabor y una estética que sólo Clint Eastwood sabe imprimir en las películas, lo cual nos hace sospechar que, o Lorenz está buscando ser su discípulo o Clint está pensando en jubilarse cediendo de a poco su lugar a otros talentos. Curvas de la Vida (Trouble With the Curve, 2012) se centra en un hombre ya muy entrado en años que trabajó siempre como cazatalentos del beisbol y que sólo respira, come y duerme con ese deporte. Pronto comienza a sentir el peso de la vejez, principalmente en sus ojos que ya no responden a las bolas rápidas. Imaginen que un grave problema en la visión haciendo tal actividad, no es muy alentador que digamos, por lo que su mejor amigo, su hija, su médico y un viejo alumno tratan de que la ceguera se limite puramente a una cuestión ocular… Es que, el problema de no ver se utiliza en la película de un modo metafórico, ya que si bien el protagonista va perdiendo ese sentido con el correr de los días, demuestra a fuerza de gruñidos que para hacer su trabajo no necesita más que la experiencia y el amor hacia el deporte. A su hija le preocupa lo que está pasando con él, pero a su vez trata de hacerle entender lo ciego que ha estado toda su vida, reprochándole la falta de cariño y contención para con ella, generando roces constantes y forzando al pobre tipo a querer estar cada día más solo, renegado e incomprendido. Por otro lado, sus amigos y colegas de trabajo notan el problema pero sienten que deben darle una segunda oportunidad en lo laboral haciéndole ojos ciegos a las nuevas tecnologías que se utilizan en el ámbito deportivo, para que Gus siga acarreando valijas de un pueblo a otro como lo hizo toda su vida, mientras observa a los jóvenes y ascendentes beisbolistas. En medio de todo este problema relacionado a la visión y a medida que las consecuencias se hacen notar, van a salir a la luz peores problemas. De a poco se sumarán además otros personajes que calentarán la pista, como lo es la figura de Justin Timberlake, que pese a destacarse mejor como músico, no hace un mal trabajo. En el caso de Amy Adams en cambio, me vi sorprendida por su floja performance. Creo que hay ciertas cosas que quedaron pendiendo de un hilo por no ser resueltas correctamente, pero el espíritu del mensaje está claro y eso no se discute. Una vez más, vemos a un Clint Eastwood amargado, con un problema de salud y exageradamente porfiado pero que muy en el fondo guarda a un tipo bueno y con sentimientos bien desarrollados, ya quecarga con una historia de vida difícily por ejemplo, lo vemos llorar en la tumba de su mujer fallecida aliviando un poco esa dureza inquebrantable. Sin más, sabemos que el señor sabemucho de talentos deportivos y de largas y solitarias jornadas en bares de mala muerte,y aunque en esta ocasión la película caiga en lugares comunes sin destacarse demasiado, posee momentos que recrean su sello personallo cual me obliga adecir: “Clint por favor si la fuerza te acompaña, la próxima vez, no abandones la silla de director.” @CinemaFlor
Nosferatu, El Conde Drácula y hasta Chócula abandonaron sus sarcófagos para ver si el final de la saga Twilight era o no una estaca en el corazón. A ver. El balance lo hago basándome en lo que ha sido la saga en general, pero mis críticas se enfocan en el final. Hay que aceptar que a Kristen Bella Stewart le sienta mejor el vampirismo que la simple y fría vida de humana que solía tener. Desde ya aclaro que no estoy de acuerdo en la insistencia de comparar a las películas de La Saga Crepúsculo con otras sagas de culto e icónicas, así como también critican la imagen que tienen estos vampiros modernos con respecto a los clásicos Drácula. Hay que ubicarse en la butaca del momento y ver éstas películas desde el lugar de lo que son y al público que apuntan, sin pedir más. Ahora sí, me pongo las creepy contact lenses y paso a enfocarme en Amanecer – Parte 2 (Breaking Dawn: Part 2, 2012). Como se imaginarán el comienzo de la películano es muy introductorio, ya que todos los líos que se venían armando deben solucionarse antes de que la nieve endurezca. Es como si comenzara todo de nuevo pero esta vez desde los ojos de Bella y con el conflicto por su revolucionaria hija. La tendencia que se venía gestando en cuanto a maquillaje, efectos y fotografía se confirma del todo; no hay excusa para defenderla. Todos esos componentes son muy flojos y evidentemente exagerados. Algunos personajes, sobretodo femeninos, parecen vedettes operadas, la pequeña Renesmee carga con una suerte de aura que la hace un poco escalofriante, principalmente cuando es bebé, que de humanidad tiene un cero a la izquierda. Prácticamente está todo generado por computadora y eso la vuelve muy poco creíble, aunque con ese dato no les estoy aportando ninguna novedad. El maquillaje ha ido de mal en peor y no ha coincidido entre películas; los que primero eran nada más que vampiros pálidos con ojos miel o rojizos, ahora parecen demonios. La fotografía se conserva, medianamente… Y el sonido tiene momentos muy raros para el oído. También hay varios cortes en ciertas secuencias que te dejan un poco descolocado. Seguramente, en la fantasía del lector de los cuatro libros, todo esto se presentaría mucho más lindo e impresionante de lo que luego puede verse en la película. Yo creo que los verdaderos fans van a quedar conformes; se desata la esperada y tan anunciada batalla, y con alguna que otra sorpresa. Bella desarrolla todo su potencial con su nueva identidad siendo eso lo más interesante que hay para ver. La pasión entre los recién casados continúa y las tensiones con Jacob ya se redujeron a una tranquila amistad. Tanto los vampiros veganos, como los lobillos, la temida familia italiana y hasta los humanos (bueno el pobre de Charlie que es el único que queda y el que mejor actúa gracias a que por ahora no le picó el bicho de la onda sobrenatural), toman decisiones que supongo van a dejar a todos satisfechos. Hay muchísimos personajes nuevos, aunque lamentablemente algunosestán de sobra… Sin más; no esperen una película de Tarantino, esperen una película que si se convierte en culto es por haber generado tanto amor y tanto odio al mismo tiempo, todo mezclado en una coctelera de testosterona adolescente y de gente que no entiende que simplemente esto esuna tendencia actual y diferente. No pretendan que esté al nivel de cintas como Star Wars, Volver al Futuro o si quieren más cercanas, Harry Potter. Tan sólo confórmense con que Twilight and company es un fenómeno indiscutido y tiene sus razones. El cine es así y uno tiene la libertad de ver lo que le gusta y lo que no, pero no por eso las cosas son buenas o malas. Se criticará que los Cullen sólo beben sangre animal, se criticará que no tienen el aspecto de un verdadero vampiro y que encima son buena onda y cancheros, se criticará que son lindos y deseados por todas, se criticarán las actuaciones de los protagonistas, los efectos, las incoherencias y todo lo que quieran… Pero nadie puede negar que la culminación de Twilight suponga el cierre de todo un ciclo que arrancó pasiones desde el principio, aún si Taylor Lautner no se hubiese sacado la remera.
Al final los reptiles la tienen más clara y más sencilla que nosotros. Vergüenza debería darnos… La idea de comparar a las iguanas con la especie humana estuvo original porque, en ciertos aspectos, nos parecemos (cosa que pasa con muchos de los animales, no nos olvidemos que son nuestros predecesores). Pero no sé si la voz en off fue la mejor elección para hacer la comparación. Personalmente esos momentos me hicieron ruido, pero no significaron que la película me dejara de gustar. El humor negro está muy bien manejado y lo mejor que tiene el film es Valeria Bertuccelli que se destaca como actriz cómica por encima del resto. Hay una larga serie de condimentos que hacen que Ni un hombre más (2012), sea una buena película del cine local para disfrutar. Una ‘aparente pareja’ joven llega accidentalmente a una posada en Iguazú. Entran al lugar para descansar un poco y el dueño les brinda algunos de los servicios, mientras cocina un puchero de falso pollo para unos adinerados clientes extranjeros que están en camino… ¿Te parece muy común? A ver ahora: una sospechosa pareja acaba de cerrar el negocio de su vida, secuestrando a un viejo; de repente chocan y se pudre todo. El viejo en el baúl muere y ellos tienen 100 mil sucios dólares en mano. Lo único que tienen a mano como para calmar las aguas y tratar de solucionar las cosas, es un gran hotel donde no se aloja más que el pibe a cargo. A partir de ese momento las cosas se van a volver más turbias, complicadas y por suerte, disparatadas y graciosas, cuando aparezca un nuevo muerto… ¡Y aún siquiera hayan llegado los huéspedes extranjeros! Con las actuaciones de (por orden de aparición) Juan Minujín, Valeria Bertuccelli, Martín Piroyansky y Luis Siembrowsky, el cine argento nos regala esta historia que, salvando las distancias, nos podría pasar a cualquiera de nosotros. Todos los personajes creían tener las cosas más o menos claras y resueltas hasta que se cruzan las vidas de cada uno de ellos en esa posada que pasa de ser un hotel de lujo en nuestras famosas cataratas, a convertirse en el escenario de un montón de cosas raras y divertidas. Desde el principio, la película te pinta que todos se están por meter en un lindo lío, pero a medida que se va desarrollando, los hechos exceden cualquier imaginación. Las pobres iguanas que siempre terminan a la olla, la loca de Karla (Bertuccelli) que necesita un Valium por cada segundo de cinta que corre, los muertos, el guardabosques del lugar (Siembrowsky) que crea un incomprensible idioma, fruto de la mezcla del español con el guaraní, más la loca de su esposa que escucha la radio religiosa… y así un sinfín de personajes que se van sucediendo y que se superan uno al otro en cuanto a nivel de bizarros. La trama está mejor ensamblada que la triple frontera, pero algunos cortes y transiciones no me convencieron. El guión es sólido, sobre todo en el comienzo y más todavía sobre el final. Los ejes que maneja la película se unen equilibradamente y tiene momentos de acompañamiento musical muy buenos, aunque por otro lado también hay baches sonoros. Sin embargo, más allá de algún que otro detalle poco positivo, Ni un hombre más, se destaca en su afán de demostrar que nuestra especie es la más interesada de todas y que lo económico es el factor dominante; el resto, es pura goma espuma. El amor y el resto de los sentimientos pasan a segundo plano durante 85 minutos y la razón de tal evento está perfectamente justificada por un puñado de dólares.
El estilo burtoniano a flor de piel en este film animado del director de los pelos quemados. Ni Frankenstein, ni su novia, ni nadie; todos ellos. Es que en el nuevo film de Tim Burton, el astro en lo que a realización cinematográfica respecta, se pone melancólico desenterrando cintas de su juventud. ¿Y nosotros? ¡Más todavía! Tengan a mano pala, una bolsa, electrodos y un poco de agua que les cuento para qué van a servir a partir de este momento. Para empezar, su primer rasgo positivo: el nombre es universal. Con esto logra que todos nos retraigamos a una misma cosa y nos imaginemos con qué historia nos vamos a encontrar, sin embargo hay mucho más que un ser construido por partes y vuelto a la vida con un par de tornillos metálicos. Victor Frankenstein es un chico muy curioso e interesado por la ciencia, a la que le dedica todo su tiempo, convirtiéndolo en un raro sin amigos. Su compañero fiel es su perro Sparky; ambos sienten un cariño incondicional el uno hacia el otro. El can es una criatura muy movediza y curiosa que un día, accidentalmente, pierde la vida. A partir de allí, el mundo de Victor (y el del espectador) se derrumba como un cielo tormentoso, pero él no va a perder las esperanzas cuando su profesor de ciencia le demuestre que casi todo es posible con pasión y con un poco de ayuda de la energía natural. Los amantes de los animales, y en especial quienes adoran a los perros como yo, van a sentir sus pestañas un poco húmedas al salir de esta película basada en un corto que el mismo Tim Burton realizó hace ya varios años. No se asusten, tampoco es una película para llorar mares, pero sí tiene ese dejo de melancolía que todos sus films presentan, en especial porque homenajea a muchas criaturas y personajes del clásico cine de terror y principalmente, porque a nadie le gusta que su mascota pase a mejor vida sea de la forma que sea. Hay infinidad de guiños que generan mucha simpatía y momentos de humor muy lindos que acompañan a una calidad de realización inigualable. El ‘stop motion’ es casi imperceptible de lo bien que está trabajado y el detalle de ser en blanco y negro lo hace aún mejor. Algunas transiciones son muy originales y las voces de los personajes cuentan con la presencia de celebridades anteriormente reclutadas por Burton, como lo es la de Winona Ryder. La música es muy buena y con efectos sonoros ‘mecánicos’ interesantes. Cuando la vean, hagan el ejercicio de adivinar o descubrir quién se esconde detrás de cada personaje; demasiado esfuerzo no van a necesitar, ya que las asociaciones están geniales. Y más allá de esta serie de detalles, la historia demuestra que en este universo, cualquier cosa es posible, siempre y cuando se haga con pasión y responsablemente. Un muy buen mensaje para todas las generaciones, de la mano de un tipo que acusa no tener los pies sobre esta tierra. Con todo esto, el Frankenweenie (2012) es muy llevadero y entretenido para todos por igual, aunque los más chiquitos pueden llegar a suspirar hondo cuando vean la ausencia de colores. Sin duda la recomiendo y cruzo los dedos para que tengamos cine fantástico del de Tim Burton para rato y si es en escala de grises como para resaltar aún más las ojeras de los personajes, mejor todavía. @CinemaFlor
Si ver y hablar con los muertos es cosa de todos los días, de seguro hay algún asunto sin resolver. Desde el primer minuto la película huele a Sexto Sentido (The Sixth sense, 1999), sólo que abordada con mayor humor y naturalidad. A medida que empieza a correr la cinta van surgiendo otros asuntos, aunque siempre manteniendo la misma línea. Lo cierto es, que si no fuera por aquella película más la infinidad de material de temática zombie que pulula en nuestro mundo, ParaNorman (2012) no tendría mucho sentido o, al contrario y mejor aún para el film, quizás sería más atrapante. Norman es un niño que padece el don de poder comunicarse con los muertos que están a su alrededor. Los ve y escucha todo el tiempo y en todas partes, lo cual hace que tanto en su familia como en la escuela y en el barrio piensen que es un fenómeno. Nadie le cree nada ni lo comprende y él se refugia en su fanatismo por el mundo de los muertos vivientes que mastican cerebros. La cosa se pone pesada en serio, cuando llega el aniversario de la ‘maldición de la bruja’ para recaer sobre los habitantes del pueblo una vez más; ¿y quién es el único ser que puede alertar y ayudar a todos? Norman, claro. Tranquilamente podría haber sido musicalizada con ‘Thriller’ de Michael Jackson que no nos íbamos a sorprender y hasta quizás le hubiera venido bien para tapar algunos baches. Los chistes y los personajes son bastante ‘clicheros’, quizás éstos últimos están por demás de definidos, cayendo en lugares comunes. A mi gusto se tornó, por momentos, muy repetitiva o ‘vueltera’ y justo cuando parecía que no iba a agarrar nada de ritmo, llega el desenlace que es lo mejor que tiene el film y que está muy por encima de la trama en general. Quizás al pre adolescente le guste porque se va a sentir identificado con un par de cosas, pero a los más pequeños puede que los haga saltar de la butaca en más de una escena, ya que algunas son un poco bruscas. Viniendo del equipo que estuvo detrás de Coraline (2009), era esperable que la animación fuera muy detallista, aunque su predecesora la supera y bastante. Recomiendo que si tienen la oportunidad, la vean en idioma original, ya que las voces del español latino no son más que las siempre escuchadas en todo dibujo animado; eso te puede generar ruido si lográs relacionar personajes. En inglés, hay varias voces conocidas, como las de Casey Affleck y Anna Kendrick. En fin, la historia no tiene nada nuevo ni original, nada que no hayamos escuchado antes, pero sí el final se vuelve más interesante tal y como les dije antes y la moraleja que nos brinda es la siguiente: el miedo paraliza e impide pensar con claridad, por eso muchas veces cometemos errores de los que luego nos podemos arrepentir; démosle una segunda oportunidad a aquellos que nos parecen raros, porque nunca sabemos lo que llevan dentro y si algún día necesitaras de su ayuda, se te caería la cara como a un zombie de la vergüenza. Amén por el pobre de Cole Sear… Ah y por Norman, cierto. @CinemaFlor
El director de la película apostó a la vida y se lanzó a contar esta historia que le va a cambiar la cabeza a más de uno. Partamos de la base de que el verdadero nombre del film es Maktub (2011), palabra árabe que significa ·Lo que está escrito”. La película es obra de Paco Arango, un hombre que desde hace mucho dedica tiempo de compañía a niños enfermos que se encuentran hospitalizados. Esa experiencia le ha enseñado muchas cosas buenísimas, y ha decidido aprovechar su talento como cineasta para escribir esta historia particular y compartirla con todos nosotros. Para el reparto eligió como protagonista a nuestro querido Diego Peretti, quien desempeña el papel de un padre con problemas familiares internos cuyo destino lo cruza con un niño llamado Antonio, quien padece de cáncer pero vive la vida a tope y se toma todo con muchísimo optimismo. El casual encuentro, generará un fuerte vínculo que le cambiará la vida a ellos y a todos aquellos que los rodean. El tono de la película es humorístico, es una comedia excelentemente tratada, ya que aborda un tema delicado. Claramente el director tiene mucho tacto y sus intenciones, que son muy buenas, están a la vista. Parte de lo recaudado, va a ser destinado a un fondo para mejorar el hospital al que acude cada día a visitar a los niños enfermos. Pero más allá de este objetivo, la película tiene un sabor muy dulce y te enseña que no debemos hacernos tanto rollo con las cosas que nos pasan y vivir con alegría. Te arranca risas y lágrimas por igual; emociona mucho, a la vez que te hace reír con chistes y situaciones cotidianas que pueden convertirse en extrañas o que simplemente son cosa de todos los días y nos da gracias verlas retratadas. El hecho que esté basada en una historia real hace que sorprenda aún más y que nos miremos preguntándonos qué haríamos en una situación así, porque no cualquiera nota la diferencia entre vivir y estar vivo. La musicalización está genial y acompaña en todo momento; incluso es clave en la historia, gracias a que el sueño de Antonio era ser cantante de rap. Sin embargo, lo que más me gustaría destacar de este film es el guión, porque aunque la historia ya exista, ha sido muy bien ensamblada dándole a todo una coherencia perfecta. Los personajes están muy bien presentados, y la presencia de cada uno de ellos deja su personalidad a la vista. Grandes actuaciones, en especial me sorprendió la del joven que interpreta a Antonio. En fin, Cambio de Planes es un film sumamente especial, con todo lo que ello implica, y cumple con su cometido. Entretiene hasta el último instante e incluso se da el lujo de tener momentos de ‘suspense’ muy cómicos, que hacen que olvidemos el drama en el que radica. Mis felicitaciones para todos los que hicieron posible que se difundiera este hermoso mensaje.
Drácula se esconde bajo las sombras… ¡de un hotel 5 estrellas! Calificación- 3.5/5 Una lástima que en Argentina la película no se haya estrenado el 28 de septiembre como en Estados Unidos, haciéndola coincidir con el “Día Mundial de la Rabia”·. Sin embargo, nosotros estamos cerquita del feriado que se ha establecido con motivo del “Día de la Raza”, y este film, créanme, tiene bastante que ver con eso… El creador de El Laboratorio de Dexter, Gendy Tartakovsky, se lanzó a dirigir su primer largometraje animado y lo hizo muy bien, aunque no excelente. Hotel Transylvania (2012) gira en torno a la faceta paternal y sobreprotectora del Conde Drácula (voz de Adam Sandler), quien abre las puertas de un lujoso hotel destinado pura y exclusivamente a los monstruos y criaturas que no deben mezclarse con la raza humana; de este modo los protege a todos por igual, incluida su adolescente hija Mavis (voz de Selena Gomez). La nena está cumpliendo su mayoría de edad y desea conocer lo que hay más allá del castillo, tal y como se lo prometió su padre colmilludo. La cuestión es que, todos los planes de Drácula se van a complicar, cuando de repente aparezca en el hotel un muchacho de raza humana… La película es entretenida desde el punto de vista de la cantidad de personajes que se presentan y los detalles originales y particulares que todo este tipo de films tienen pero, así como hay momentos muy graciosos, también hay baches y caídas en chistes comunes o situaciones predecibles. No deja de ser un film para disfrutar en familia, por lo tanto cumple. Uno de los puntos fuertes son los momentos musicales; muy pegadizos. Mucho más acertada la elección de temas originales que de aquellos que acostumbramos a escuchar por todas partes y, a mi gusto, empañan el momento. Sin ir más lejos, me gustaría enfocarme en el tema de las ‘razas’, como lo anticipé. La historia se enfoca mucho en el prejuicio hacia lo desconocido. Los monstruos tienen una imagen muy distorsionada de los humanos (no tienen ni idea, bah), asociada a eventos negativos ocurridos en el pasado; es a la vez, un miedo y un resentimiento, que lo caracteriza especialmente a papá Drácula. Por otro lado, los hombres nos creemos superiores y tememos o desconfiamos de las criaturas que nunca hemos tratado. Algo lógico para cualquiera, claro. Sin embargo, el film nos hace notar esa falla una y otra vez. No cansa, al contrario, está hecho adrede y con un tono muy gracioso. Concluyendo… No te vas a descostillar de la risa, pero tampoco le vas a despegar los ojos a todos esos seres especiales que aparecen en pantalla, como: La momia, Pie Grande, El Hombre Invisible, y hasta un Gremlin! Y si tenés la chance de verla en su idioma original, siempre aporta un plus especial, gracias a un reparto colmado de estrellas. De más está decir que hay guiños por doquier y una evidente moraleja, como toda película de animación digital actual, para así lograr atrapar al público de todas las edades. @CinemaFlor